SUPERAR LA CRISIS
EN LA TRANSMISIÓN
DE LA FE
La alegría de iniciar
discípulos misioneros
en el cambio de época Nuevas perspectivas
para la Catequesis
en América Latina y El Caribe – CELAM Nº 195
I.3.
CRISIS EN LA TRANSMISION DE LA FE
Cambio de Época Religioso Catequesis Preparación Catequistas
Sacramental
Parroquial Destinatarios Subsidios
Objetivo
Crisis principal
Escuelas Insatisfacción
Realidad de los
destinarios
Movimientos
Raíces Familiares,
Sociales, Religiosos Formación
II.1. NUEVO PARADIGMA DE LA CATEQUESIS
Proceso de iniciación Catequesis Ser humano
a la vida cristiana contemporáneo
Catequético Crecimiento
fe Encontrarse personalmente
Catecumenado con Cristo
Anuncio de la
primitivo
Palabra
Oración
Relación interpersonal
Enseñanza creciente con el Señor
Formadora de
doctrinal Celebraciones
discípulos
litúrgicas
Profundización Oración
Vive conforme a de la fe
la fe cristiana Escrutinios
Gestos y acciones
Ejercicio de la concretas
vida cristiana RICA
Comunión
EXHORTACIÓN APOSTÓLICA
CATECHESI TRADENDAE
Conclusión
72. ...la mirada se vuelve hacia Aquél que es el principio, inspirador de toda la obra catequética y de los que la realizan: el
Espíritu del Padre y del Hijo: el Espíritu Santo. ... La catequesis, que es crecimiento en la fe y maduración de la vida cristiana
hacia la plenitud, es por consiguiente una obra del Espíritu Santo, obra que sólo Él puede suscitar y alimentar en la
Iglesia. ... Ante todo está claro que la Iglesia, cuando ejerce su misión catequética —como también cada cristiano que la
ejerce en la Iglesia y en nombre de la Iglesia— debe ser muy consciente de que actúa como instrumento vivo y dócil del
Espíritu Santo. Invocar constantemente este Espíritu, estar en comunión con Él, esforzarse en conocer sus auténticas
inspiraciones debe ser la actitud de la Iglesia docente y de todo catequista.
73. ... Quiera, pues, la presencia del Espíritu Santo, por intercesión de María, conceder a la Iglesia un impulso creciente en
la obra catequética que le es esencial. Entonces la Iglesia realizará con eficacia, en esta hora de gracia, la misión inalienable
y universal recibida de su Maestro: «Id, pues; enseñad a todas las gentes»
Año 1979
JOHANNES PAULUS II