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Accion de Tutela Guillermo Samboni Lozada

Guillermo Samboni Lozada presenta una acción de tutela contra el Juzgado 27 de Ejecución de Penas y Medidas de Seguridad. Fue condenado a 15 meses de prisión y se le concedió prisión domiciliaria, pero luego de 11 meses y 26 días en prisión domiciliaria, solicita que se le conceda la libertad condicional al haber cumplido las 3/5 partes de su pena. Sin embargo, el juzgado no ha reconocido este tiempo y no le ha concedido la libertad condicional. Samboni argumenta
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Accion de Tutela Guillermo Samboni Lozada

Guillermo Samboni Lozada presenta una acción de tutela contra el Juzgado 27 de Ejecución de Penas y Medidas de Seguridad. Fue condenado a 15 meses de prisión y se le concedió prisión domiciliaria, pero luego de 11 meses y 26 días en prisión domiciliaria, solicita que se le conceda la libertad condicional al haber cumplido las 3/5 partes de su pena. Sin embargo, el juzgado no ha reconocido este tiempo y no le ha concedido la libertad condicional. Samboni argumenta
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Bogotá D. C.

Agosto 24 del 2020

Señor
JUEZ DE TUTELA (Reparto)
Bogotá D. C.

REF: ACCION PUBLICA DE TUTELA


Proceso Nro. 11001 60 00 000 2016 01778
C/DO: GUILLERMO SAMBONI LOZADA
DTO: Hurto

GUILLERMO SAMBONI LOZADA, mayor de edad identificado con la


Cedula de Ciudadanía Numero 1.033.692.534 de Bogotá D. C., con el debido
respeto, interpongo ante su Honorable Despacho, acción pública de tutela
contra del Juzgado 27 de Ejecución de Penas y Medidas de Seguridad, para
que se proteja el derecho Fundamental del Debido Proceso, estipulado en el
Artículo 29 de la Constitución Política, y el Derecho a la Libertad, de manera
transitoria, por las siguientes consideraciones:

HECHOS

Fui cobijado con medida de aseguramiento para el 4 de mayo del año 2016,
concediéndose en mi favor la Prisión Domiciliaria, la cual he venido
cumpliendo a cabalidad mediante la supervisión de la cárcel nacional Modelo.

Fui condenado por el Juzgado 27 Penal del Circuito, luego de un preacuerdo a


la pena Principal de 15 Meses, la cual cobro ejecutoria el 15 de marzo del
2017.

Fecha desde la cual se revocó la prisión Domiciliaria y se ordenó mi traslado a


la Cárcel Nacional Modelo, lugar a donde no fui remitido en virtud al
hacinamiento que existe en ese centro penitenciario, de conformidad a lo
manifestado por el señor Guardián que acudía con el fin de verificar el
cumplimiento de mi pena.

Sitio que no se varió desde el mismo día en que fui trasladado por parte de
efectivos del inpec.

Mediante sendos memoriales radicados por el suscrito y por mi defensor,


solicitando se tenga en cuenta el término que dure privado de la Libertad lo
cual según el mismo Juzgado Certifico en 11 meses y 26 días y que como
consecuencia de ello se conceda en mi favor el Beneficio de la Libertad
Condicional, por el cumplimiento de las 3/5 Partes de la pena impuesta como
un derecho al cumplirse el requisito objetivo.

FUNDAMENTOS JURÍDICOS DE LA ACCION

El artículo 86 de la Constitución Política dispone de un procedimiento


preferente y sumario, en todo momento y lugar, para que los ciudadanos
puedan reclamar ante los Jueces de la República por la vulneración o amenaza
de sus derechos fundamentales constitucionales, sea por acción o por
omisión, por parte de cualquier autoridad pública o privada.

Por su parte la Corte Constitucional reiteradamente ha expresado sobre la


improcedencia (en principio y de manera general) de la tutela contra las
providencias judiciales, por considerar que éstas son del resorte de los Jueces
ordinarios, quienes gozan de independencia y autonomía por disposición del
Constituyente, y no le es dable al Juez Constitucional invadir su órbita.

Sin embargo, esa impenetración del Juez de Tutela no es dable siempre y


cuando los funcionarios judiciales se sometan al imperio de la ley, es decir
cuando las decisiones judiciales o administrativas sean el reflejo de la
voluntad, filosofía y querer del legislador, y que sus decisiones soporten la
realidad fáctica y las pruebas producidas de manera legal y oportuna dentro
del Proceso.

Pero, cuando aquellos se apartan de los dispuesto por el Legislador,


emprendiendo interpretaciones que resultan contrarias, además, de arbitrarias,
caprichosas y subjetivas, se están marginando del ya señalado deber
constitucional de someterse a la voluntad de la ley, soporte de su fuero
constitucional, permitiendo la misma Carta Política su intervención, por parte
de funcionarios extraños, para proteger derechos fundamentales, que resulten
vulnerados o amenazados.

Esa intervención del Juez Constitucional en asuntos de competencia del


ordinario, se da solamente desde el mencionado punto de vista, esto es, de
manera excepcional, y no como mecanismo alternativo o adicional, no como
una instancia más de las autorizadas

Cuando se propende por este mecanismo idóneo y expedito contra decisiones


judiciales, es porque se evidencia que son verdaderas vías de hecho.

Pues señor Juez de Tutela, en mi caso particular tenemos que en efecto se


cumple con los requisitos subjetivos de la norma por el cumplimiento de las
3/5 partes de la pena impuesta, lo que no ha sido reconocido por el Juzgado.
La protección de este derecho fundamental ha traído fuertes enfrentamientos
entre las distintas autoridades judiciales, hasta el punto que el conocimiento de
esta acción se reglamentó mediante decreto 1382 de 2000, correspondiéndole
a los Jueces conocer de acuerdo a sus especialidades.

Como abrebocas de la reclamación en la reclamación del derecho mencionado,


la Corte Constitucional (como la más autorizada intérprete y guardiana de la
Carta Política) desde el año de 1992, ha venido reiterando, que se presenta
vulneración cuando se presenta alguno de los siguientes cuatro defectos: el
sustancial, el fáctico, el orgánico y el Procedimental, para lo cual, definió o
puntualizó cada uno de ellos de la siguiente manera:

“Vía de hecho. Jurisprudencia de la Corte y deber de notificación.


A partir de la Sentencia C-543 de 1992, la Corte ha señalado que la tutela
únicamente procede contra providencias judiciales cuando constituyan vías de
hecho. La Corporación ha indicado que éste fenómeno se presenta cuando en
la decisión judicial se “incurra en un defecto sustantivo, fáctico, orgánico o
Procedimental, de tal magnitud que pueda afirmarse que la misma se aparta,
de manera ostensible, del ordenamiento jurídico. Ha dicho esta Corte que el
defecto sustantivo se configura siempre que la decisión se encuentre fundada
en una norma claramente inaplicable al caso concreto. A su turno, el llamado
defecto fáctico se origina cuando resulta evidente que el apoyo probatorio en
que se basó el juez para aplicar una determinada norma es completamente
impertinente o insuficiente. El efecto orgánico, se refiere a aquellas
situaciones en las cuales el funcionario judicial carece absolutamente de
competencia para resolver el asunto de que se trate. Por último, el defecto
Procedimental, se presenta en aquellos casos en los cuales el juez se desvía
por completo del procedimiento fijado por la ley para dar trámite al proceso
respectivo”.

Partiendo de estos presupuestos, también, ha manifestado lo siguiente:

“La vía de hecho predicable de una determinada acción u omisión de un juez,


(o del Funcionario administrativo como lo es mi caso) no obstante poder ser
impugnada como nulidad absoluta, es una suerte de vicio más radical aún en
cuanto que el titular del órgano se desliga por entero del imperio de la ley. Si
la jurisdicción y la consiguiente atribución de poder a los diferentes jueces, se
hace con miras a la aplicación del derecho a las situaciones concretas a través
de los cauces que la ley determina, una modalidad de ejercicio de esta potestad
que discurra ostensiblemente al margen de la ley, de los hechos que resultan
probados o con abierto desconocimiento de los trámites y procedimientos
establecidos, no podrá imputarse al órgano ni sus resultados tomarse como
vinculantes habida cuenta de la “malversación “ de la competencia y de la
manifiesta actuación ultra o extra vires de su titular”.
Más adelante manifestó:

“El juez (o el funcionario administrativo) que incurra en vía de hecho, no


puede esperar que al socaire de la independencia judicial, sus actos u
omisiones, permanezcan incólumes. En este evento en el que se rompe de
manera incontestable el hilo de la juridicidad, los jueces de tutela están
excepcionalmente llamados a restaurar esa fidelidad a la ley de la que ningún
juez puede liberarse sin adjurar de su misión. Solo en este caso, que por tanto
exige mayor ponderación y la aplicación de los criterios de procedencia más
estrictos, es dable que un juez examine la acción y omisión de otro”.

En tal discernimiento, constituye punto de partida el postulado constitucional


en el sentido que la acción de tutela no constituye un mecanismo adicional ni
alternativo a los consagrados en la normatividad jurídica para el respecto de
los derechos fundamentales; por el contrario, se trata de un instrumentos
residual, preferente y sumario para su protección inmediata, ante el
menoscabo actual o la amenaza inminente por la acción u omisión de
cualquier autoridad pública o de los particulares en los casos previstos en la
ley. En este orden de ideas, es viable cuando el afectado no dispone de otro
medio eficaz de defensa, salvo que se utilice como mecanismo transitorio para
evitar un perjuicio irremediable ( No de otra manera puede entenderse mi
caso señor Juez si he cumplido de manera domiciliaria el termino
establecido en la ley para conceder en mi favor el reconocimiento de ese
término de 11 y 26 días lo cual cumple lo establecido en la ley como
requisito objetivo establecido en la ley, para que se otorgue a mi favor la
libertad Condicional y como consecuencia de ello se Cancele la Orden de
captura que se encuentra vigente en mi contra.

Esta naturaleza residual del amparo constitucional no se excepcional cuando


se trata de reaccionar contra las providencias judiciales, que constituyen una
vía de hecho, toda vez que también en estos eventos su procedencia depende
de la inexistencia en el respectivo procedimiento de otra vía judicial idónea y
efectiva susceptible de ser incoada, en la comprensión que los medios
ordinarios tienen preferencia sobre la acción de tutela”.

En el asunto subexamine, la acción va encaminada a la protección del derecho


fundamental al debido proceso, al Derecho al trabajo.

ACCION DE TUTELA COMO MECANISMO TRANSITORIO

Las anteriores razones me llevan a impetrar la presente acción pública, para


que se proteja el derecho fundamental - constitucional estipulado en el
artículo 29 ibídem, denominado Debido proceso – Derecho fundamental al
trabajo, y el Derecho fundamental a la Libertad de manera transitoria, como
quedó antes reseñado.
PRUEBAS APORTADAS

1. Inspección al Proceso Nro. . 11001 60 00 000 2016 01778

JURAMENTO

Manifestó que no se ha interpuesto acción de tutela, por estos mismos hechos.

NOTIFICACIONES

Las Notificaciones las recibiré en la Calle 6 Nro. 6 – 56 Oficina 1005 de la

Ciudad de Bogotá D. C. Oficina de mi apoderado Tel . 3102321294 correo

electrónico vraulgonzalezr@gmail.com.

Cordialmente.

GUILLERMO SAMBONI LOZADA


C. C. 1.033.692.534 de Bogotá D.C.

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