INGENIERÍA DE PROCESOS
La ingeniería de procesos es el medio por el cual las materias primas se
transforman en algún tipo de producto terminado y está especialmente enfocada
en los procesos continuos dentro de las industrias como: la química, la agrícola, la
petroquímica, de alimentos minerales, la farmacéutica, entre otras.
Tomando en cuenta lo anterior, podemos decir que; los ingenieros de proceso
tienen a su cargo el diseño, la implementación, el control y la optimización de los
procesos industriales con el fin de producir algún tipo de producto en condiciones
de mayor productividad y, a su vez, garanticen la maximización de los beneficios.
Es preciso aclarar que las actividades que realiza un ingeniero de proceso pueden
llegar a variar dependiendo del área en el que se hayan decidido especializar.
Ya que la ingeniería de procesos se enfoca en los procesos industriales, es
necesario mencionar que, estos últimos son estructurados y ejecutados por medio
de los sistemas de producción, que son los que se encargan de la fabricación de
los bienes en las empresas.
Los sistemas de producción se clasifican de acuerdo a si son físicos o abstractos
(sistemas que existen de manera física o los que son una concepción mental),
abiertos o cerrados (aquellos donde es difícil predecir su comportamiento o los
que, por el contrario, son fáciles de pronosticar), sociales o técnicos (aquellos
sistemas que buscan satisfacer objetivos de una sociedad o los que buscan
emplear la tecnología para alcanzar un objetivo), naturales o elaborados (los que
son creados por la naturaleza o los que son fabricados por el ser humano) o por
proceso; esta última se subclasifica, a su vez, en ocho sistemas.
El primero de ellos es la producción por lotes y se divide en tres tipos; la
producción en talleres, que requiere un número mínimo de operaciones y que
pueden ser ejecutadas por un pequeño grupo de trabajadores o incluso un mismo
trabajador; la producción en línea, en donde se fabrican grandes lotes de
productos generalmente homogéneos y con un flujo lineal en sus operaciones, es
decir, el producto va de una etapa a otra siguiendo un orden de principio a fin; y la
producción batch, este tipo consiste en la especialización de las operaciones, por
lo que, se requiere de un mayor número de operarios ubicados en las diferentes
zonas de trabajo, para que puedan ocuparse de manera eficiente de la producción
del producto.
El siguiente sistema es la producción por proyectos, generalmente se usa en los
procesos con un número mínimo de productos que requieren de un periodo
extenso de elaboración, además sigue un orden especifico, en el que no se puede
saltarse las etapas de producción.
El sistema de producción en serie, a través de estudios que se realizan sobre la
demanda futura, busca producir bienes con la implementación de tecnología y
procesos generalizados, pues los productos que se fabrican van dirigidos al
consumo masivo, por ende, también tienen que contar con almacenes que
resguarden dichos productos y, así, evitar problemas como el no satisfacer la
demanda del producto o, en caso contrario, producir de más y hacer que el
proceso de producción se estanque.
El sistema de producción continua, consiste en la fabricación masiva de
artículos estandarizados y se origina en el momento en el que se suprimen los
lapsos de tiempo de espera, por lo que la maquinaria opera de forma sucesiva y
ejerciendo las mismas operaciones, con el fin de obtener un mismo producto.
Los sistemas modulares nos permiten obtener una mayor diversidad de
productos, sin llegar a tender costos de producción muy elevados ya que, se
requiere de poca variedad de módulos de trabajo, pues, estos pueden combinarse
de tal forma que puedan producir una gran variedad de artículos diferentes.
Los sistemas intermitentes consisten en la producción de una gran variedad de
bienes, los cuales, debido a su alto grado de especialización y a la movilidad que
estos necesitan para ser trasladados entre los diversos módulos de operaciones,
generan altos costos de producción.
La tecnología de grupos consiste en la agrupación, por similitud, de las piezas
que forman parte del proceso de fabricación del producto; esto con el fin de tomar
ventaja a la hora de diseñar y elaborar el producto final.
Por último, encontramos el sistema de producción por proceso, tiene como
característica principal que la producción se da a través del ensamble de los
artículos, por lo que éstos pasan a través de varios departamentos o áreas de
trabajo y, al finalizar cada periodo, se reportan cierto número de unidades perdidas
y unidades sin terminar que, como consecuencia, alteran el costo de producción
de los artículos terminados.
Partiendo del párrafo anterior, es necesario rescatar el concepto de costo de
producción, que se concibe como el costo total generado en el proceso de
fabricación de los productos de una empresa. El costo de producción esta
integrado por tres elementos; la mano de obra (directa e indirecta), la materia
prima (directa e indirecta), y los costos indirectos de fabricación (sin incluir la mano
de obra indirecta y la materia prima indirecta).
Teniendo el concepto de costo de producción como referente, se procede a
realizar, en primer lugar; el cálculo del costo total, este se compone de la suma
de la mano de obra, la materia prima y los costos de fabricación; posteriormente
se cálcula el costo unitario que consiste en dividir el costo total ente el número de
unidades producidas; el siguiente cálculo es la utilidad que se quiere conseguir
con la venta del producto, y consiste en multiplicar el costo unitario por el
porcentaje de utilidad esperado; por último, se cálcula el precio de venta, que es
la suma del la utilidad y el costo unitario.
Ahora, conociendo el concepto de ingeniería de procesos y los diversos sistemas
de producción, es preciso agregar el concepto de mejora continua.
La mejora continua consiste en optimizar los procesos y mejorar la calidad de los
productos o servicios. Por lo general, la mejora continua es, mayormente, aplicada
a empresas de la rama manufacturera, debido a que este tipo de empresas son
las que requieren, frecuentemente, la reducción en sus costos de producción a la
vez que mejoran o mantiene la calidad de sus productos. El contar con un sistema
de mejora continua permite a las empresas la solución de problemas con mayor
facilidad debido a la fuente de información confiable que poseen, esto debido a
que, las personas que participan directamente en el proceso de producción, son
quienes exponen el problema y proponen las mejoras necesarias.
El circulo de Deming es la clave del proceso de la mejora continua ya que, en él,
se establece la mejor forma para resolver problemas dentro de los procesos de
producción. Este circulo consiste en cuatro etapas; la primera es planear, en ella
se establecen los objetivos, las estrategias y se identifica lo que se debe hacer
para optimizar los procesos; la segunda es hacer, en ella se ejecutan los planes
de la primera etapa y se realizan observaciones; la tercer etapa es vigilar, en ella
se observa si se están obteniendo los resultados esperados a través de
indicadores de medición; y por último la cuarta etapa, actuar, en ella se realizan
los ajustes necesarios para implementar nuevas mejoras (de ser necesario) o se
decide continuar con el plan inicial (en caso de no requerir de nuevas mejoras).
Otra herramienta de gran utilidad, para el proceso de mejora continua, es el
mapeo de procesos, este consiste en el registro gráfico del comportamiento de
las actividades que integran un determinado proceso, lo que permitiría comprender
y describir lo que sucede en una empresa, dando mayor oportunidad de mejorar
sus procesos de ser necesario.