Se cree que el amor verdadero solo está en las películas pero hay constancia de que las hermosas
historias de amor también pueden ser reales.
Es fácil amarse unos a otros cuando la adversidad y las dificultades no están presentes. Sin embargo, en
la vida real, la relación de cada pareja, al menos una vez, pasa por una verdadera prueba de fuerza.
Una tarde me di cuenta de cuánto hay que amar a las mujeres. En un paso de peatones
subterráneo ayudé a una anciana que cargaba unas bolsas a subir las escaleras. Ella me
agradeció el gesto y después de vacilar un poco me pidió que la acompañara hasta la entrada
de su casa. Resultó que le hacía falta mi ayuda para alcanzar cuanto antes su hogar porque su
marido cada vez que ella salía, iba hasta el portal a buscarla. Un anciano, casi ciego, con un
bastón, apenas se movía a la entrada de la casa. Caminaba para encontrarse con su amada y
llevarle las bolsas que ella cargaba desde la tienda. Inmediatamente, me vino a la mente con
qué frecuencia me negaba a ir a buscar a mi novia, que venía de una tienda o desde el tren,
porque simplemente no me apetecía levantarme y salir.
• A los 19 años perdí una pierna. En aquel tiempo salía con una chica y estábamos
enamorados. De repente, ella se fue al extranjero, alegando que lo hacía para ganar dinero
para nosotros. Quería creérmelo, pero entendía que me estaba mintiendo. Un día le dije que
quería dejarla, porque era lo mejor para ella. Aproximadamente un mes más tarde, estaba en
casa cuando sonó el timbre. Agarré mis muletas, abrí la puerta ¡y allí estaba ella! No tuve
tiempo de decir nada cuando recibí una bofetada en la cara, no pude aguantar de pie y me
caí. Se sentó a mi lado, me abrazó y me dijo: "Idiota, no te abandoné. Mañana vamos a la
clínica, donde te podrás probar tu prótesis. Me fui a ganar dinero para ti. Puedes volver a
caminar de nuevo, ¿entiendes?" En ese momento, sentí un nudo en mi garganta, no podía
decir media palabra. La abracé con fuerza y simplemente me eché a llorar.
• Mi hermana mayor se casó. Muy a menudo su marido se porta como un crío y muestra cara de disgusto
diciendo que no va a comer uno u otro platillo: ella no le ha cortado la carne como a él le gusta. En estos
momentos, recuerdo al exnovio de mi hermana: ella preparaba hígado de pollo y él siempre lo
comía diciendo que no había probado nunca nada más rico. Luego resultó que él tenía
intolerancia a esa comida, pero está claro que amaba a mi hermana locamente.
• A mi esposa, tras dar a luz, comenzó a deteriorársele la vista. Antes también llevaba
lentes, pero la cosa empeoró mucho. No podía aguantar viendo tanto sufrimiento: pedí
un trabajo adicional, incluso a través de Internet encontré la forma de obtener más
ingresos. Trabajé como nunca durante casi un año, sin dormir lo suficiente. ¡Y aquí
está! Ahorré dinero para una operación láser que corrigiese sus problemas de visión.
Recientemente regresó del hospital, sorprendiendo a todo el que la rodeaba. ¡Y no me
importa este duro año de tanto agotamiento y noches sin dormir! Tengo un hijo sano y
una esposa feliz, ¡eso es lo que importa!
• A los 18 años me diagnosticaron un pequeño tumor cerebral. Pensé que era cáncer y que
pronto moriría, así que le dije a mi novio que lo entendería todo si me dejaba. Él lo
transformó en una broma, contestándome que solo podía dejarme fuera del ring (es un
luchador), si yo volvía a hablar de eso una vez más. Al final, el tumor resultó ser benigno.
Ahora, tengo 21 años, llevamos dos casados y tenemos una hija. Nunca olvidaré su apoyo en
ese momento tan difícil para mí.
• Últimamente mi madre está teniendo problemas cardíacos. Llevo viviendo con ella una
semana, mi padre lleva un mes fuera en un viaje de negocios. Ayer tenía que regresar. Por la
noche estábamos en la cocina, la miré: delgada, pálida y hermosa. Sobre el rostro, una calma
helada, pero sus manos temblaban. Oigo el sonido de la llave en la cerradura, papá ha vuelto.
Mamá corrió hacia la puerta, lo agarró llorando y murmuró algo imposible de entender. Él
también la abrazó con fuerza y yo estaba al fondo sonriendo. El amor es su medicina más
importante.
• Conocí por Internet a un joven. Alegre, educado, bondadoso. Además, con una apariencia
muy agradable. Durante varios años hablamos por Skype. Luego, me di cuenta de que lo
amaba. Él también me amaba, pero tenía miedo de encontrarse conmigo. Insistí en ello,
fui a verlo atravesando mil kilómetros. Resultó que el joven era una persona que sufría una
discapacidad. No podía andar. Pasamos tres meses juntos. Pronto nos casamos. ¡Para mí es
el mejor, mi Profesor X!
• Soy estéril. A mi primera novia, con la que tenía una relación seria, no se lo conté
durante mucho tiempo, tenía miedo y, cuando descubrió la verdad, me dejó. Pasé un
año con depresión, luego tuve otra relación que acabó en nada. Hace unos seis meses
que conocí a una chica, me enamoré locamente de ella, guardé silencio sobre mi
problema y ayer se lo conté todo. Estaba listo para cualquier cosa, pero ella me miró y
me dijo que en el futuro podríamos adoptar a un niño del orfanato. ¡Estallé en
lágrimas, quiero casarme con ella!
• nos mudamos a un apartamento en San Petersburgo, ciudad que estuvo bloqueada durante la
Segunda Guerra Mundial. En el inmueble comenzamos con las reformas. Cuando
desmontamos uno de los suelos, encontramos un nicho con unas cartas: una mujer, Ana, que
escribía a su marido, Eugenio, al que le contaba cómo vivía allí con sus tres hijos, o mejor
dicho, cómo sobrevivía, cómo la ciudad resistía y cómo todos ellos esperaban reencontrarse
con él. La última carta nos llegó al fondo del alma: "Te estamos esperando, Eugenio. No
puedo escribir más, se me ha agotado ya el lápiz, pero voy a pensar en ti. Siéntenos,
mira al cielo y siéntenos".
• con una chica normal, muy guapa, mimada por una buena vida. Con ella, era fácil pasarlo
bien y mis ingresos me permitían satisfacer sus caprichos. Le propuse matrimonio y ella
aceptó. Pero tan solo un par de semanas más tarde, sufrí un accidente y como consecuencia,
una parálisis parcial. Esta niña mimada se convirtió durante varios meses en mi
enfermera, una mujer cariñosa y mi amiga de confianza, a pesar de que yo me sentía
impotente y miserable. Vendió muchas cosas sin las cuales yo pensaba que ella no podría
vivir. Aprendió a cocinar porque yo necesitaba una dieta especial. Me prohibió pedir
disculpas. No había sombra alguna de duda, ni de disgusto o miedo que pasase por su rostro
durante todo este tiempo.
•
ME ENAMORÉ DE UNA CHICA POR
PRIMERA VEZ
Muchos hombres se preguntarán por qué las mujeres siempre vamos juntas al baño y la verdad es que a veces
necesitamos hablar cosas que nadie más puede saber, compartirnos un poco de rímel o rubor, acomodarnos el cabello
mutuamente para estar más bellas.
Mi mejor amiga y yo hacíamos todo lo anterior y otras cosas más, como besarnos apasionadamente sin que nadie
pudiera vernos, dejarnos un besito invisible en la mano que nos durara toda la noche. Ésta es la historia de cómo por
primera vez sentí atracción por una chica.
Se rumora que lo prohibido es lo más rico, el ser humano es atraído por pequeñas cosas que le otorgan placer y en
algunas culturas no están bien vistas, algunas de ellas pueden ser simples e inofensivas para la sociedad. Como un
beso consensuado, anhelado por ambas personas pero, lastimosamente censurado sobre todo si es entre dos chicas de
16 y 17 años.
Esta historia empieza mucho tiempo atrás, siempre fui una chica ¨normal¨ que salía con chicos, se divertía en grupos,
y vivía una vida común.
Crecí en un pueblo pequeño, donde es muy fácil hacer amigos y los padres son flexibles con los permisos, salidas e
inclusos planes como fiestas y pijamadas e incluso tuve un par de noviecitos inocentes, esos de manita sudada,
helados y visitas en la sala de la casa.
Nada trascendental. Pero todo cambió dentro de mí cuando conocí a Mary, su piel blanca y suave como los ángeles,
cabello rizado y una mirada que penetraba hasta el último rincón de mis deseos más oscuros y desconocidos.
Nos vimos por primera vez por menos de un minuto, no cruzamos palabras, fue un encuentro casual, y posteriormente
comenzamos a conversar casualmente de forma online, rápidamente encontramos muchas coincidencias, puntos en
común, y poco a poco nuestras conversaciones se tornaron más y más interesantes.
Hasta tal punto que amanecíamos hablando… Solía pasar que me encontraba en medio de mi día y de pronto ella
llegaba a mi cabeza, preguntándome ¿cómo estará?, o acentuando “realmente tiene una belleza muy especial” “es tan
agradable”.
Aunque al principio me negaba a sentir algo por ella, el sentimiento se iba ratificando cada vez que nos veíamos.
¿Han notado que cuando dos personas se gustan, se ríen y se miran los labios mutuamente? Pues esa fue la gota que
rebosó la copa. Un día los padres de Mary me invitaron a quedarme en su casa y acepté muy nerviosa.
Presentí que a partir de esa noche mi vida iba a cambiar, y así fue, luego de ver la tv y cenar, nos fuimos a la cama y
empezamos a tratar temas cada vez más sensibles cuando de repente ella dijo.
¨Si algún día quieres experimentar qué se siente besarte con una mujer, lo puedes hacer conmigo¨ y se quedó
mirándome fijamente… los siguientes 10 segundos marcaron un antes y un después en mi vida.
Y bueno, el resto de la historia ya la saben, seguimos saliendo como amigas ante la sociedad, mientras el lazo entre
nosotras se hacía más fuerte a solas, hasta que con el paso del tiempo nos alejamos un poco.
Me mudé a otra ciudad y entre las dos quedará por siempre una amistad, llena de confianza y amor fraternal.
Ah, olvidé un pequeño detalle, uno de mis amigos para entonces era su novio, que por supuesto jamás supo lo que
pasó entre nosotras y hoy en día tienen un hijo juntos.
AMIGAS CON DERECHOS
Santamaría siempre se destacó en la clase, la típica chica que parece que ha recibido un poco de cada cosa, genética
de ensueño, voz dulce, inteligente, sociable, todo lo que cualquiera de sus ex novios podría pedir.
Ella estaba soltera y me invitó a un bar de rock para olvidar un poco lo mal que lo había pasado con su ultimo
desamor.
Nos conocimos en una clase de escritura y nos hicimos buenas amigas gracias a las letras. En ese entonces ella tenía
novio y yo vivía una aventurilla.
Coincidimos en soltería aquella noche al ritmo de Héroes del Silencio, Guns and Roses y Kraken, después de un par
de coros burbujeantes por la gente y las cervezas, olvidamos que éramos solo amigas y el espejo del baño fue testigo
de un beso tan candente que derritió los vestigios de heterosexualidad que allí yacían.
La noche transcurrió y todo cambió entre nosotras. Las siguientes clases empezamos a sentarnos juntas, pero jamás
hablamos de nuevo de lo que había pasado en el bar.
Finalmente me invitó a su casa, y cuando me estaba mostrando su habitación escuché la puerta cerrar e
inmediatamente caí en su cama empujada por su cuerpo tibio. Casualmente después de ese día ya no perdimos tiempo
en trabajos individuales y nuestras clases de escritura estuvieron llenas de inspiración.
SALÍ CON LA AMIGA DE MI EX
Esta es una de esas historias en las que aborreces o amas al protagonista, creo que, si no me hubiera pasado, muy
seguramente estaría del lado de los que aborrecen.
He comprobado que el amor no se mide en relación con el calendario, no se puede aproximar el peso, ni la cantidad
del amor. Pero si se puede apreciar su calidad. El amor es como una magia que se comparte con el otro, en mi caso,
con la otra, no sabemos cómo funciona, pero hace que las cosas sucedan.
También soy testigo, de que, así como este sentimiento puede ser una llama que nos mantiene calientes y cómodos,
lastimosamente puede llegar a ser un fuego agobiante que quema lo bueno a su paso y nos deja botados en las cenizas
de lo que pudo llegar a ser una gran historia.
Precisamente así me encontraba cuando Juana, la amiga de mi ex me envió un mensaje de aliento, en medio de risas y
muchas golosinas ella me ayudó a sacudir las cenizas y sin percatarnos de lo que sucedía a nuestro alrededor nuestros
labios se juntaron como los de la dama y el vagabundo.
Políticamente incorrecto, pero se sentía tan bien… las horas se hicieron días y los días semanas, pero no hay nada
oculto entre cielo y tierra. Y si se enteraban de lo nuestro seríamos desterradas de nuestro círculo social por alta
traición, y es que existe un imaginario colectivo de guardar cierto luto a una relación cuando muere.
Ya habían pasado semanas y aún se sentía esa necesidad de mantenerlo oculto. Pero en la oscuridad no pueden
germinar las semillas y poco a poco se apagó la llama… Sin embargo, persiste entre nosotras ese calorcito de la
hoguera que se quedó congelada en el tiempo por si algún día llegamos a darle un soplo para que reviva de nuevo.
MEJOR AMIGOS QUE NOVIOS
Carlos era un chico de 19 años, trabajador y muy juicioso, estaba recién llegado a la ciudad donde trabajaba durante
todo el día y en la noche estudiaba para terminar su bachillerato.
Él sentía la necesidad de hacer planes y compartir con alguien, solo quería conseguir una novia para poder hacerlo.
En donde Carlos estudiaba había una chica que le gustaba muchísimo y se propuso a invitarla a salir.
La chica decidió aceptar salir con Jhon en repetidas ocasiones y así Carlos se fue enamorando de ella.
Llevaban ya un tiempo saliendo y pasandola bien, se entendían a la perfección hasta cuando Carlos decidió pedir que
fueran novios.
ofelia no quería un novio o al menos no veía a Carlos como su novio, solo le gustaba y la pasaban bien pero ella a
quien quería era a otra persona y eso Carlos no lo sabía.
Sin embargo Carlos no se dio por vencido y pudo convencer a ofelia que fueran novios.
Que gran fiasco!! A partir de ese momento ofelia y Carlos se la pasaban mas peleando y discutiendo que disfrutando
como antes.
Ya ofelia no quería salir, no respondía casi sus llamadas y en la institución casi no le hablaba.
A pesar de todo Jhon no quería terminar su relación con ofelia ya que finalmente se había enamorado de ella, así que
intento hablar con ella para que le dijera que era lo que sucedía
Ella nunca le quiso decir la verdadera razón hasta que un día Carlos lo vio con sus propios ojos, ofelia estaba por fin
con la persona de quien estaba enamorada.
Al final de todo, después de un tiempo carlos y ofelia terminaron siendo mejores amigos por muchos años.
“Hay personas que simplemente te gustan y otras por la que lo darías todo”