2020
INFORME DE
ALUMNA: VULNERACIÒN
VARGAS IRINA DE LOS DERECHOS HUMANOS
EN UNA INSTITUCIÒN ESCOLAR
ISPEA DANZA & TEATRO
PROFESORA MARÌA ÀNGELICA PELLEGRINI
PROFESORADO DE EDUCACIÒN SUPERIOR EN EXPRESIÒN CORPORAL
MATERIA:
PROFESORA:
El tema “ vulneración de los derechos humanos en una institución escolar ”, tiene relación
con los problemas que enfrentamos a diario en la sociedad, donde en más de una ocasión, la
mayoría de las veces recurrimos a la violencia para resolverlos. Esto se traduce como actos u
omisiones que atentan contra la integridad física, psicológica, sexual y moral.
A pesar de que los modelos o métodos de educación han cambiado, el maltrato es una de las
principales causas de violación a los derechos de los niños y adolescente que persisten en la
sociedad y en la escuela.
El caso de violación a los derechos humanos que se presenta en el siguiente informe tiene
lugar en la E.E.S. Nº 25 “CACICA MERCEDES DOMINGA”, ubicada en el barrio Mujeres
Argentinas, en la MZ 43 PC 51, de Resistencia Chaco, donde existe por norma que a los
estudiantes en horas de clases no se les permite salir al baño. Martin Gómez, es un chico de 13
años que inicia la escuela secundaria en 2019, se encontraba en septiembre del año mencionado
a las 9,00 hs en clases de ciencias físico químicas y su Prof. Quesada Martin no otorgó el
permiso para salir al baño, lo que ocasiono que se orinara en sus ropas, posteriormente lo envía
al baño y al regresar lo exhibe ante sus compañeros y la comunidad escolar, tampoco tomó las
medidas de higiene y lo saco del salón hasta la hora de salida.
El principal instrumento que podemos tomar para analizar éste caso, es el de la protección de los
niños, niñas, jóvenes y adolescente, plasmado en la Convención sobre los Derechos del niño,
niñas, jóvenes y adolescente adoptada por la Organización de las Naciones Unidas en 1989, que
cristaliza el consenso internacional sobre las normas que aseguran el bienestar de los niños,
niñas, jóvenes y adolescente, en la que se establecen principios sociales y jurídicos relativos a la
protección y el bienestar de los niños, niñas, jóvenes y adolescente en los planos nacionales e
internacionales.
Esta Declaración, además de proclamar los derechos del niño insta a los padres, a los adultos, a
las organizaciones y a las autoridades, a que reconozcan estos derechos y luchen por su
observancia.
Este instrumento internacional fue aprobado 30 años después de la adopción de la Declaración
de los Derechos del Niño, por la Asamblea General de las Naciones Unidas en su resolución
44/25 el 20 de noviembre de 1989, y fue la culminación de un proceso que se había iniciado con
los preparativos para el año internacional del Niño de 1979.
El problema de los niños ya había sido examinado anteriormente por la comunidad
internacional: La Liga de las Naciones (en 1924) y las Naciones Unidas (en 1959) habían
1
adoptado declaraciones sobre los derechos del niño. También varios tratados sobre derecho
humanitario y derechos humanos se habían incorporado disposiciones específicas relativas a los
niños. No obstante, algunos Estados sostuvieron que era necesario contar con una declaración
amplia sobre los derechos del niño que fuera vinculante en virtud del derecho internacional.
En esa opinión tuvieron influencias los informes sobre las graves injusticias que sufrían los
niños; una alta tasa de mortalidad infantil, cuidado sanitario deficiente y limitadas
oportunidades de educación básica. Circulaban también relatos alarmantes sobre niños que eran
objeto de abuso o explotación en la prostitución o en trabajos nocivos, niños encarcelados o en
otras circunstancias difíciles, niños refugiados y víctimas de conflictos bélicos.
La convención sobre los Derechos del Niño tiene el mismo significado para los pueblos de todas
partes del mundo. Al establecer las normas comunes, la Convención tiene en cuenta las
diferentes realidades culturales, sociales, económicas y políticas de cada Estado a fin de que
cada uno de ellos pueda escoger sus propios medios para aplicar los derechos comunes a todos,
en esta se consagran cuatro principios generales, siendo su objetivo fundamental, el ayudar a
interpretar la Convención en su conjunto, proporcionando así orientación a los programas
nacionales de aplicación. Dichos principios figuran, en particular, en los artículos: 2, 3, 6 y 12,
del citado instrumento internacional, en los mismos se destacan:
# No discriminación (art. 2): Los Estados Partes aseguran que todos los niños sujetos a su
jurisdicción gocen de sus derechos. Ningún niño debe sufrir discriminación. Esto se
aplica a todos los niños independientemente de la raza, el color, el sexo, el idioma, la
religión, la opinión política, el origen nacional, étnico o social, la posición económica,
los impedimentos físico el nacimiento o cualquier otra condición del niño, de sus padres
o de sus representantes legales
# El interés superior del niño (art. 3): Ese principio implica dar prioridad al bienestar de
los menores de edad a la protección y al cuidado que sean necesarios para su bienestar
teniendo en cuenta los derechos y deberes de sus padres o tutores ante la ley, asimismo
instituciones y establecimientos encargados del cuidado de los niños deben cumplir las
normas establecidas por las autoridades. Este principio fue violado por la institución
escolar y el profesor al no dejar salir al estudiante al baño.
# El derecho a la vida, la supervivencia y el desarrollo (art. 6): En el artículo sobre el
derecho a la vida se mencionan el derecho a la supervivencia y al desarrollo, que deben
garantizar “en la máxima medida posible”. En este contexto, el término “desarrollo”
debe interpretarse en sentido amplio, agregando una dimensión cualitativa: se refiere no
sólo a la salud física sino también al desarrollo mental, emocional, cognitivo, social y
cultural. Este fue otro de los principios violados por la escuela y el profesor ya que no
resguardaron la salud física, emocional, social y cultural del estudiante Gómez.
# Las opiniones del niño (art. 12): Los niños deberán estar en condiciones de formarse un 2
juicio propio sobre todo los asuntos que les afecten y esas opiniones se deben tener
debidamente en cuenta “en función de la edad y madurez del niño”. La idea es que los niños
tienen el derecho a ser escuchados y a que sus opiniones se tomen en cuenta seriamente
incluso en cualquier procedimiento de tipo judicial o administrativo que les afecte. Êste fue
otro de los principios violados por la escuela y el profesor, ya que no fue escucha.
Cabe mencionar, que en la actualidad existen más de cincuenta instrumentos internacionales
que hacen referencia a derechos específicos de los niños, además de otros instrumentos
regionales de protección.
La Convención significa un gran paso, ya que reúne los derechos civiles, sociales culturales,
sin los cuales no se podría hablar verdaderamente del niño como sujeto de derecho. El
principal mérito de este documento, es su carácter obligatorio y coercitivo para el Estado
que lo ratifica, esto es, a diferencia de la Declaración del Niño que es un documento jurídico
que en el Derecho Internacional es de carácter declarativo, recomendatorio y no tiene fuerza
jurídica suficiente para obligar a los Estados que la suscribieron a cumplir con su contenido,
la Convención de los Derechos del Niño, establece instrumentos y un Comité de Vigilancia
para el debido cumplimiento de la misma.
Una de las causas más graves que atenta contra la humanidad es la violencia y la
encontramos en todas partes ya sea física, verbal, emocional, sexual, por omisión, cultural y
social, la cual es tangible por sus consecuencias como el empobrecimiento, el hambre la
miseria de grandes sectores de la población, así como el analfabetismo, la discriminación, el
abandono, una inestable democracia y escasa participación de ciudadanía en la toma de
decisiones, la violación a los derechos humanos y la falta de aprecio por la diversidad de las
personas. Estos problemas, entre otros, son los orígenes estructurales de una realidad injusta
que impide a las personas vivir con dignidad y que obstaculizan una sólida paz social y el
desarrollo equitativo e integral del ser humano. En éste caso analizado repercute
directamente en el estudiantes de la EES Nº 25, ya no tienen acceso a la justicia, ya sea por
desconocimiento o por su condición de dependencia, o por miedo al profesor que lo
convirtió en una víctima de la violencia por ser Martin Gámez, una persona vulnerable que
no pueden defenderse por su condición cultural o familiar porque no le han enseñado a
exigir respeto a sus derechos.
Promover una cultura respetuosa de los derechos humanos nos convoca a todos y todas a
asumir un rol activo en su promoción y defensa. Si bien es el Estado el principal garante, y a
él debe exigírsele el cumplimiento de esas obligaciones, se requiere de una activa
participación de toda la población, desde el lugar y la situación en que cada uno o cada una
se encuentre. Desde la escuela, como docente, directivo o directiva, como compañero o
compañera que observa situaciones en la propia comunidad escolar, en las familias, en el
barrio, etcétera. El compromiso con los derechos humanos, como actitud ética, nos debiera 3
movilizar a todos y todas. No se requiere ser abogado/a o tener un cargo de poder; tampoco
se requiere ser mayor de edad. Pequeños y grandes actos permiten hacer de nuestro entorno
un lugar de mejor convivencia, mayor respeto, más justo e igualitario. Nadie está fuera de
ese llamado a ser defensor o defensora de derechos humanos, y esta acción constituye tanto
un derecho como un deber de todas y cada una de las personas. Empoderarnos y empoderar
a nuestros y nuestras estudiantes en este rol implica reconocer algunos principios básicos de
la actuación del defensor o la defensora, transmitirlos, trabajarlos y propiciarlos en nuestra
convivencia cotidiana. Estos principios son:
a) Trabaja por el respeto o el reconocimiento de derechos, informándose, informando a
otros y otras y denunciando situaciones que atentan contra la dignidad e integridad de las
personas.
b) Se preocupa de que todos y todas, sin excepción, puedan vivir sus derechos humanos,
trabajando fuertemente contra la discriminación, En sus acciones de defensa, procura no
afectar otros derechos y sus acciones son siempre pacíficas.
Teniendo en cuenta estos principios violados en la institución escolar en una hora de
clase, con una situación de violencia que involucran a un estudiantes y un docentes, como
agentes del estado podemos intervenir en situación tan complejas relacionadas con
la vida escolar para propiciar una convivencia escolar democrática, en donde todos
y todas se sientan parte de la escuela asumiendo la corresponsabilidad del
compromiso individual en la construcción colectiva, por ello podemos hacer:
# Proceder de acuerdo a las normativas jurisdiccionales al respecto del comportamiento
del docente y la norma institucional (de no dejar de ir al baño a los estudiantes en horas
de clases).
# Garantizar la atención profesional adecuada para el estudiante y su grupo de clase.
# Promover espacios de análisis de las normas institucionales.
# Generar compromiso de convivencia democrática.
# Realizar un registro escrito de la situación planteada.
# Convocar a los adultos tutores del niño e informar de la situación.
# Tomar el hecho ocurrido una oportunidad de aprendizaje y crecimiento.
Desde mi futuro rol como docente voy a invitarlos e invitarme a ser y a hacer de nuestros y
nuestras estudiantes defensores y defensoras de derechos humanos, es la mejor forma que
tenemos de concluir con una verdadera inclusión de los derechos humanos en el aula. Por lo
tanto, considero a los derechos humanos un punto básico en la formación de los individuos
en este caso de los niños/as, jóvenes y adolescentes, y se debe partir desde de la escuela ya
que dentro de las concepciones pedagógicas y curriculares exige necesariamente dar una
mirada distinta, lo cual significa que debemos percibir a la escuela como un espacio cultural 4
y social en el que hay maneras muy especiales de relacionarse, de comunicarse, de valorar,
de actuar, de sentir y de pensar. Indudablemente se pretende que el alumno conozca y
comprenda los derechos y deberes que tiene como ciudadana y como ser humano.
Esto quiere decir, que no basta con hablar de los derechos humanos en nuestros libros de
texto sino que hace falta comprenderlos, reflexionarlos y sobre todo portarlos en nuestra
persona, escuela, casa, comunidad, etc.