Filosofía medieval
Se denomina filosofía medieval a la filosofía dada en Europa y el Oriente Medio durante el período
conocido como Edad Media, periodo que se extiende desde la caída del Imperio Romano de
Occidente en el siglo V hasta la caída del Imperio Romano de Oriente 1453.
1-¿Cuáles son los problemas fundamentales que se cuestionan?
Los problemas fundamentales discutidos durante este periodo fueron la relación entre la fe y la razón, la
naturaleza y existencia de Dios, los límites del conocimiento y la libertad en el hombre, la naturaleza de
los universales y la individuación de las sustancias divisibles e indivisibles.
2- ¿Desde que punto abarca y termina este periodo?
Desde un punto de vista histórico, la Edad Media se extiende desde la caída del Imperio Romano de
Occidente hasta la caída del imperio bizantino, pero temáticamente, según autores como Gilson, la
filosofía medieval se inicia en el siglo II con el diálogo entre la filosofía helenística y las grandes religiones
monoteístas. Por esto algunos autores sostienen que la filosofía antigua pierde su antigua autonomía y
deviene ancilla Theologiae, vale decir, pasa a estar subordinada o con una actitud servil con respecto a la
especulación religiosa.
Etapas y representantes
3- ¿Qué es la patrística? ¿A qué religiones desplaza?
La patrística es la fase en la historia de la organización y la teología cristiana que abarca desde el fin del
cristianismo primitivo, con la consolidación del canon neotestamentario, hasta alrededor del siglo VIII .
Además de la elucidación progresiva del dogma cristiano, la patrística se ocupó sobre todo de la apología
o defensa del cristianismo frente a las religiones paganas primero y las sucesivas interpretaciones
heterodoxas que darían lugar a las herejías luego.
El cristianismo es difundido masivamente por varios profetas, tomando fuerza entre la población y
desplazando a las religiones politeístas.
Su nombre deriva de los padres de la Iglesia, los teólogos cuya interpretación dominaría la historia del
dogma. La influencia apologética se debió entre otras cosas al ataque hostil, y por penetrar en los datos
de la revelación, el de formarse una imagen totalizadora del mundo y de la vida humana a la luz de la fe.
El progreso de lo implícito a lo explicito fue un progreso en la ciencia teológica; en el proceso de
argumentación y definición se emplearon conceptos y categorías tomados de la filosofía. La filosofía
imperante era el platonismo, neoplatonismo (con toque estoico).
Los escritores cristianos no hicieron distinción entre filosofía y teología. Éstos mostraron una divergencia
de actitud ante la filosofía clásica: como enemiga o como utilidad.
Tránsito al mundo cristiano
Mario Victorino
Boecio
Isidoro de Sevilla
San Agustín de Hipona
Juan Escoto Erígena (Scoto Eriúgena)
Filosofía árabe[editar]
Al-Ghazali
Al-Farabi
Avicena, del árabe Ibn Sīnā
Ibn Tufail, también conocido como Abuchafar Abentofail
Averroes, del árabe Ibn Rushd
Filosofía judía[editar]
Maimónides
Nahmánides
Ibn Gabirol
Escolástica[editar]
Pedro Abelardo
San Alberto Magno
Anselmo de Canterbury (o de Aosta)
Ramon Llull
Santo Tomás de Aquino
Duns Scoto (voluntarista)
Buenaventura de Fidanza
Juan de Jandun
Guillermo de Ockham (voluntarista y nominalista)
Petrus Hispanus
Paolo da Pergola
Francisco Suárez (perteneciente a la escolástica de la Edad Moderna)
Mística[editar]
Eckhart, Meister
Nicolás de Cusa
San Agustín (354 – 430).
Es una de las figuras más emblemáticas de su tiempo, del cristianismo y de la filosofía. Su personalidad
tan original y abundante deja una huella profunda en todas las cosas donde pone su mano. La filosofía y
la teología medievales, es decir, lo que se ha llamado la Escolástica, toda la dogmática cristiana,
disciplinas enteras como la filosofía del espíritu y la filosofía de la historia, ostentan
la marca inconfundible que les imprimió. Más aun: el espíritu cristiano y el de la modernidad están
influidos decisivamente por San Agustín; y tanto la Reforma como la Contrarreforma han recurrido de un
modo especial a las fuentes agustinianas.
a. Verdad
b. Dios
Tesis filosóficas de San Agustín: c. Creación.
d. Alma.
e. El Bien.
f. La Ciudad de Dios.
a.
b. Verdad: en encendidas controversias con los escépticos hizo triunfar San Agustín la posibilidad
de conocer la verdad. Los escépticos dicen "no existe la verdad; de todo se puede dudar"; a lo que
San Agustín replica "se podrá dudar todo lo que se quiere; de lo que no se puede dudar es de la
misma duda". Existe pues la verdad con lo cual queda refutado el escepticismo. San Agustín busca el
prototipo de la verdad en las verdades matemáticas, cuando dice, por ejemplo, que la proposición
7+3=10, es una proposición de vigencia universal para cualquiera que tenga razón. Aquí donde se ve
que 7+3 tiene que ser igual a 10, halla San Agustín lo que también en otros casos debe ser verdad
para todo espíritu racional, a saber, las reglas, ideas y normas conforme a las cuales registramos y
leemos lo sensible y al mismo tiempo lo estimamos y rectificamos. Estas reglas son algo apriorístico,
en lo cual el hombre, frente al mundo y su experiencia, se demuestra superior, libre y autónomo.
c. Dios: el mismo San Agustín que busca la verdad en el interior del hombre, dice a la vez con no
menor énfasis: Dios es la verdad. San Agustín se eleva de lo verdadero singular a la verdad una
gracias a la que todo lo verdadero es verdadero para tener participación en ella. Considera esta
ascensión como prueba de que existe Dios y el mismo tiempo de lo que Dios mismo es: el todo de lo
verdadero, el ser bueno de todo lo bueno, el ser de todo ser. Así Dios es todo, pero a la vez no es
nada de todo, pues sobre puja a todo, ninguna categoría se le puede aplicar.
d. Creación: este concepto no es filosófico sino teológico. Por tanto, cuando San Agustín trata de
pensarlo, se le ofrecen inmediatamente dificultades filosóficas. En este caso, habría que admitir
también en Dios lo mutable. Por otra parte, la creación proviene de un acto libre de la voluntad de
Dios, y no es por tanto, una procesión necesaria, como con frecuencia sé repitió contra la teoría de
la emanación. San Agustín deja por fin la cuestión en suspenso. Ve que no se puede resolver con
nuestros conceptos espaciales y temporales.
e. Alma: lo que San Agustín escribe sobre el alma, su fina intuición, su arte de ver y dominar las
cosas, su penetrante análisis y otras diversas cualidades lo revelan como sicólogo de primer orden.
El alma tenía para él especial interés. "A Dios y al alma deseo conocer". El alma tiene un efecto el
primado frente al cuerpo. Cierto que San Agustín no es ya pesimista acerca del cuerpo: el espíritu del
cristianismo y su doctrina de la creación no lo permiten. No obstante, para San Agustín el hombre es
propiamente el alma. Y así, seguirá pensándose, aun después de que en la alta edad
media prospere la formula aristotélica de la unidad del cuerpo y el alma.
f. El Bien: cuando San Agustín habla en lenguaje religioso, el bien no es para él otra cosa más
que la voluntad de Dios. Pero cuando trata de descubrir los fundamentos más profundos, dice: "El
bien se da con la ley eterna". Son las ideas eternas en la mente de Dios que, como para los
platónicos, también aquí constituyen el fundamento de conocer, del ser y del bien. Son un orden
eterno. No solo el hombre es bueno, también los seres son buenos y el conocimiento es verdadero,
con tal que se orienten conforme a este orden eterno.
g. La Ciudad de Dios: siempre tendrá lugar en la historia del mundo la lucha entre la luz y las
tinieblas, entre lo eterno y lo temporal, entre lo supra sensible y lo sensible, entre lo devino y lo
antidivino. En su gran obra la Ciudad de Dios San Agustín, muestra cómo los poderes del bien
tienen que luchar constantemente con los poderes del mal. Su sentido definitivo es el triunfo del bien
sobre el mal.
El Escolasticismo.
Movimiento filosófico y teológico que intentó utilizar la razón natural humana, en particular la filosofía y la
ciencia de Aristóteles, para comprender el contenido sobrenatural de la revelación cristiana. Principal
movimiento en las escuelas y universidades medievales de Europa, desde mediados del siglo XI hasta
mediados del siglo XV, su ideal último fue integrar en un sistema ordenado tanto el saber natural de
Grecia y Roma como el saber religioso del cristianismo. El término escolástica también se utiliza en un
sentido más amplio para expresar el espíritu y métodos característicos de ese momento de la historia de
la filosofía o cualquier otro espíritu o actitud similar hacia el saber encontrados en otras épocas. El
término escolástica, que en su origen designaba a los maestros de las escuelas monásticas o
catedralicias medievales, de las que surgieron las universidades, acabó por aplicarse a cualquiera que
enseñara filosofía o teología en dichas escuelas o universidades.
Las principales características de la filosofía escolástica son las siguientes:
1. Aceptaban los postulados de la Iglesia Católica.
2. El trabajo escolástico gira principalmente en torno a la relación entre verdad y fe y el problema
de los universales.
3. Se apoyan en la filosofía de Aristóteles para fundamentar las verdades de la Revelación
Cristiana.
4. Hacen una defensa del pensamiento dialéctico y el razonamiento lógico, a partir de premisas y
conclusiones derivadas de las mismas.
5. Defienden la relación entre la teología natural y la teología revelada.
6. Consideran la Biblia como la principal fuente de sabiduría.
Métodos Comunes.
Uno de los principales métodos de la escolástica fue el uso de la lógica y el vocabulario filosófico de
Aristóteles en la enseñanza, la demostración y la discusión. Otro importante método fue enseñar
un texto por medio de un comentario de alguna autoridad aceptada.
. En teología, los textos principales eran la Biblia y el Sententiarum Libri Quatuor (Cuatro libros de
Sentencias) del teólogo y prelado italiano del siglo XII Pedro Lombardo, una recopilación de las opiniones
de los primeros Padres de la Iglesia sobre problemas de teología.
Principales Filósofos Escolásticos.
1)Juan Escoto Eriúgena (815-877)
Su principal aportación a la historia del pensamiento es la creación del primer sistema filosófico del
medievo, además de haber traducido al latín las obras del neoplatónico Dionisio el Areopagita. Eriúgena.
Este filósofo, se negó a que sus obras fuesen censuradas, por lo que que se enfrenta al papa Nicolás I.
Por otro lado, Eriúgena afirma que no existe la condenación, frente a la tradición y que todos los seres
humanos irán al cielo tras la muerte.
2. San Anselmo de Canterbury (1033-1109)
Anselmo nace en Aosta, de familia acomodada, fue nombrado arzobispo de Canterbury por el rey de
Inglaterra, Guillermo I el Conquistador, y durante este tiempo, decide empezar a redactar sus obras, a
plasmar su pensamiento y sus enseñanzas en sus escritos. En el año 1077 escribe Monologium, una obra
que refleja la influencia de san Agustín y en ella describe a Dios como el Ser más supremo, a la vez que
descubre sus atributos. En el año 1078, escribe Proslogium (1078). En este libro redacta su famoos
argumento ontológico para demostrar la existencia de Dios, el ser más grande de todos los seres, y por
encima de él no hay nadie. Dado que es imposible pensar en la existencia de un ser más superior a Dios,
por ende, Dios tiene que existir.
3. Pedro Abelardo (1079-1142)
Filósofo y teólogo nacido en Le Pallet (Bretaña), que estudió con Roscelino, filósofo nominalista y con el
realista Guillermo de Champeaux, aunque más tarde se mostraría crítico con los que habían sido sus
maestros. En el año 1121 publica su primera obra, un tratado sobre la Trinidad (1121), obra que fue
condenada y Aberlardo, obligado a dejar Saint-Denis-en-France. Así, el filósofo funda su propia capilla, la
Paraclete, y poco más tarde lo nombran abad del monasterio de Saint-Gildas-de-Rhuis. En el año 1132
escribe su autobiografía, Historia Calamitatum (Historia de mis desventuras, 1132). También durante este
periodo es cuando escribe sus famosas cartas a Eloísa, todo un clásico de la literatura de corte
romántico. Los dos fueron enterrados juntos en la capilla de la Paraclete.
4. San Buenaventura (1217-1274)
Teólogo cristiano y vicario general de los franciscanos, defiende buena parte de la física aristotélica, pero
rechaza su metafísica por considerar que iba en contra de la fe cristiana. Toda su obra se centrará en el
problema del alma y de la iluminación, así como la relación del alma con Dios. Entre sus obras más
destacadas se encuentran, Itinerario de la mente hacia Dios, que escribe en el año 1259 y sus tratados
místicos.
5. Santo Tomás de Aquino (1225-1274)
Es una de las figuras más importantes de la escolástica. Estudia la filosofía de Aristóteles y los
averroístas, que trata de reconciliar con la filosofía de san Agustín. En cuento a la relación entre razón y
fe, el filósofo va a defender que existe una dependencia, una subordinación de la primera a la segunda
(subordinación de la filosofía a la teología y de la iglesia al estado). Porque aunque la razón puede ayudar
a la fe a comprender algunas verdades, algunas, como la Trinidad, solo ser conocidas a través de la
revelación. Va a defender un realismo moderado frente al realismo extremo predominante en la
época,pero defendía la existencia de los universales frente al nominalismo y conceptualismo.
6. Juan Duns Escoto (1266-1308)
Teólogo y filósofo escocés, creador de su propia escuela y autor de Sus escritos más
importantes Comentarios sobre las Sentencias y Cuestiones quodlibetic, donde analizar los conceptos de
causalidad y posibilidad, a fin de demostrar la existencia de Dios. Este pensador afirma que la teología y
la filosofía, aunque independientes, se complementan, ya que la segunda puede ayudar a la primera.
7. Guillermo de Ockham (1285-1349)
Filósofo y teólogo inglés y teólogo escolástico,y el principal representante de la escuela nominalista, y
negará la posibilidad de demostrar la existencia de Dios a través de la razón, ya que ésta solo es
demostrable por medio de la revelación divina. Supone una ruptura total entre razón y fe, entre filosofía y
teología. A él se le atribuye el principio conocido como ‘la navaja de Ockham’, o principio de economía,
que rechaza la multiplicación innecesaria de los entes. Con Ockham, empieza el declive de la filosofía
escolástica y el comienzo de la edad moderna.
FILOSOFÍA ARABE Y JUDÍA.
Filosofía Arabe: los Árabes conocen el pensamiento griego a través de Siria, y así la filosofía va
a servir para interpretar o comentar al Corán. Como la escolástica cristiana, se plantea aquí el tema de
las relaciones entre religión y filosofía. El pensamiento griego aparece como un bloque, y así Aristóteles
va unido sin distinciones claras a doctrinas neoplatónicas. Hay, pues, un sincretismo o mezcla doctrinal a
la base del pensamiento árabe. Los principales postulados de esta filosofía fueron realizados por
Averroes.
Filosofía Judía: Moisés Maimónides (1135 – 1024), cordobés, contemporáneo de Averroes,
autor de una Guía de Perplejos, aspira a armonizar filosofía y religión. Es una verdadera suma de
escolástica judía, el ejemplo más complejo perfecto de este tipo de obras en las filosofías orientales. El
objeto supremo de la religión y de la filosofía es el conocimiento de Dios; es menester poner de acuerdo
a los principios y resultados de ambas; el tratado de Maimónides se dirige a los que dueños de esos
conocimientos, están dudosos o perplejos acerca del modo de hacer compatibles las dos cosas; se trata
de una indecisión, no de un extravío.
Santo Tomas de Aquino.
es considerado el principal representante de la enseñanza escolástica2 y una de las
mayores figuras de la teología sistemática.3 En materia de metafísica, su obra
representa una de las fuentes más citadas del siglo XIII además de ser punto de
referencia de las escuelas del pensamiento tomista y neotomista. La Iglesia católica lo
nombra Doctor Angélico, Doctor Común y Doctor de la Humanidad y considera su obra
fundamental para los estudios de filosofía y teología. Fue el principal defensor clásico
de la teología natural
1- ¿Cuáles son las cinco vías? ¿Qué quiere demostrar con estas cinco vías?
2- Utilizar las cinco vías y aplicarlo a la realidad. Breve explicación y pasarlo por escrito.
3- ¿Cómo lo nombran?
4- ¿Sobre qué autores realizo comentario?
5-¿Qué reinterpreta? ¿Cuáles son los Argumentos Complementario?
Explicación breve de las cinco vías para la demostración de la existencia de Dios según
Santo Tomás.
La existencia” de Dios no pertenece “necesariamente” a la fe. A esta verdad puede
acceder el hombre mediante su razón. Esto no quita que también esta verdad esté
revelada (la encontramos en la Sagrada Escritura).
Las pruebas más tradicionales para demostrar la existencia de Dios son estas cinco vías
expuestas de modo magistral por Santo Tomás de Aquino (“Suma Teológica”, Prima
pars, cuestión 2, artículo 3). Son éstas pruebas propiamente metafísicas. Estas vías son
cinco argumentos a posteriori (a partir de las cosas más conocidas por el hombre) que
demuestran la existencia de Dios; así, por ejemplo:
Primera Vía
La primera es la vía del movimiento: la realidad del cambio o del movimiento (en
sentido aristotélico) exige necesariamente la existencia de un primer motor inmóvil,
porque no es posible fundarse en una serie infinita de iniciadores del movimiento.
Segunda Vía
La segunda es la vía de las causas eficientes: puesto que las causas eficientes forman
una sucesión y nada es causa eficiente de sí mismo, hay que afirmar la existencia de
una primera causa.
Tercera Vía
La tercera es la vía de la contingencia y del ser necesario: como es un hecho que hay
seres que existen y que podrían no existir, esto es, que son contingentes, es forzoso
que exista un ser necesario, ya que, de otra forma, lo posible no sería más que posible.
Cuarta Vía
La cuarta es la vía de los grados de perfección: puesto que todas las cosas existen
según grados (de bondad, verdad, etc.), debe también existir el ser que posee toda
perfección en grado sumo, respecto del cual las demás se comparan y del cual
participan.
Quinta Vía
La quinta es la vía teleológica o del orden y la finalidad: existe un diseño o un fin en el
mundo, por lo que ha de existir un ser inteligente que haya pretendido la finalidad que
se observa en todo el universo.
Existen otras vías a las que mejor corresponde llamar “argumentos complementarios”.
Estas son:
1) La demostración por el consentimiento universal del género humano: todos los
pueblos, cultos o bárbaros, en todas las zonas y en todos los tiempos, han admitido la
existencia de un Ser supremo. Ahora bien, como es imposible que todos se hayan
equivocado acerca de una verdad tan importante y tan contraria a las pasiones,
debemos exclamar con la humanidad entera: ¡Creo en Dios!
2) Por el deseo natural de la perfecta felicidad: consta con toda certeza que el corazón
humano apetece la plena y perfecta felicidad con un deseo natural e innato; consta
también con certeza que un deseo propiamente natural e innato no puede ser vano, o
sea, no puede recaer sobre un objetivo o finalidad inexistente o de imposible
adquisición; y consta, finalmente, que el corazón humano no puede encontrar su
perfecta felicidad más que en la posesión de un Bien Infinito. Por tanto, existe el Bien
Infinito al que llamamos Dios.
3) Por la existencia de la ley moral: existe una ley moral, absoluta, universal,
inmutable, que prescribe el bien, prohíbe el mal y domina en la conciencia de todos los
hombres. Ahora bien, no puede haber ley sin legislador, como no puede haber efecto
sin causa. Este legislador ha de ser, al igual que esa ley, absoluto, universal, inmutable,
bueno y enemigo del mal. Esto es lo que denominamos Dios.
4) Por la existencia de los milagros: el milagro es, por definición, un hecho
sorprendente que es realizado a pesar de las leyes de la naturaleza, ya sea
suspendiéndolas o anulándolas en un momento dado. Ahora bien, es evidente que
sólo aquel que domine y tenga poder absoluto sobre estas leyes puede suspenderlas o
anularlas a su arbitrio. Por tanto, existe un Ser supremo que tiene ese poder soberano.