Platillos volantes antes de
los ovnis y la ufología
Marc Hallet
LIEJA – JULIO DE 2020
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La presente obra se distribuye de forma gratuita
para beneficio de la mayor cantidad de lectores.
Pese a ello, el autor conserva sus derechos de propiedad intelectual.
Este documento fue diseñado para su distribución en formato PDF, única y exclusivamente.
Edición en español: Coliseo Sentosa, septiembre de 2020
Traducción: Sergio Sánchez Rodríguez
Coordinación editorial: Diego Zúñiga
La versión en español fue autorizada expresamente por Marc Hallet.
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Platillos volantes antes
de los ovnis y la ufología
Marc Hallet
Lieja (Bélgica) – Julio de 2020
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PRESENTACIÓN
Marc Hallet es un veterano investigador belga, sin duda uno de los grandes protagonistas de
la ufología francófona, y colaborador de numerosas revistas en las décadas de 1970 y 1980.
Dotado de una gran amplitud de intereses, entre los que podemos encontrar la historia de las
religiones y de la cultura en general, Hallet dedicó gran parte de su esfuerzo al estudio del
fenómeno ovni. Hoy, su enfoque es esencialmente crítico-escéptico, postura con que
actualmente se le identifica en el mundo de la ufología. En 1989, publicó Critique historique et
scientifique du phénomène OVNI, en el que hace revisión descarnada del “estado del arte” en la
ufología, llegando a una conclusión negativa sobre el estatus científico de la “disciplina” y hasta
de su mismo objeto.
Ahora bien, incluso en la etapa en que estaba convencido de la realidad indubitable de los
ovnis en cuanto ingenios desconocidos, Hallet mostraba un notable sentido crítico. Por ejemplo,
podemos citar su trabajo sobre la famosa visión del profeta Ezequiel, que vio cuatro seres
querubínicos, cada uno con cuatro caras, en una pavorosa y espléndida epifanía. Como sabemos,
este asunto ha hecho correr ríos de tinta y, cuando llega a relacionarse con el gran tema de la
visitación alienígena, se convierte en un auténtico símbolo de los antiguos astronautas…
interpretados en clave religiosa por los desprevenidos testigos de otrora. Pues bien, en el
número 1 de La Revue des Soucoupes Volantes (julio de 1977), Hallet publica un artículo de
ruptura: “La visión de Ezequiel: ¿un mito platillista?”. Nuestro autor da una interpretación del
asunto que es distinta de la predominante en los medios ufológicos (y también de la hipótesis
escéptica de Donald H. Menzel, quien creía que Ezequiel había visto un “halo solar”). A su juicio,
Ezequiel ha descrito el sistema cosmográfico de la astronomía caldea. ¡Ay de los modernos, que
de simbolismo arcaico saben más bien poco! Y, sobre todo, ¡ay de los ufólogos cuando deciden
interpretar visiones celestes de hace milenios! Ya Camille Flammarion, en su libro Les étoiles et
les curiosités du ciel (1882), había especulado sobre la influencia de determinados eventos
astronómicos en los orígenes de muchos mitos religiosos, y había concluido que Ezequiel no
había hecho más que describir la esfera astronómica de los caldeos, hipótesis que Hallet hace
suya. Es un ejemplo de la temprana iconoclastia de Hallet.
Algo similar detecta Hallet en la historia del infortunado Joao Prestes Filho, que habría
muerto por la energía calorífica proveniente de un ovni, circunstancia que lo convirtió en un
clásico de la ufología. También aquí nuestro autor se desmarca de la opinión general -citando de
nuevo a Flammarion- y nos deja una prevención metodológica digna de acopio:
“El defecto mayor de la mayoría de los ufólogos es el de querer explicar por la
ufología todo lo que parece nuevo, desconocido, inexplicable. Este prejuicio es tanto más
grave, en cuanto que lleva a ver platillos volantes cada vez que nos encontramos ante un
fenómeno natural al que, por ignorancia, relegamos a la inexistencia” (del N° 2 de La
Revue des Soucoupes Volantes, 1977, p. 36).
Ahora bien, hay un aspecto clave en la trayectoria de Hallet y que no podemos omitir en esta
semblanza: nuestro autor fue un joven entusiasta de las ideas de George Adamski, el célebre
contactado polaco-estadounidense. Con el paso del tiempo, Hallet se convenció de que todo el
tinglado adamskiano no era más que una vasta superchería, dándose a una ardua tarea de
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desmitificación. Fruto de este impulso es su libro Desert Center-George Adamski (1983), editado
por Michel Moutet. Y no fue el único trabajo dedicado a esta faena, pues en Lieja publicó tres
libros, de ediciones muy restringidas (hoy casi es imposible conseguirlas): Les sectaires
d’Adamski (1984), George Adamski: dernière synthèse (1994) y Biographie d’un escroc (2000). En
todo caso, las que constituyen, sin duda, la culminación de su crítica al apostolado de Adamski y
a sus pretensiones, son Le cas Adamski (Oeil du Sphinx, París, 2010) y una obra autoeditada por
el autor (en colaboración con Richard W. Heiden), A critical appraisal of George Adamski: the
man who spoke to the Space Brothers (originalmente de 2015 y significativamente ampliada en
2016). No se ha publicado una crítica más completa y documentada sobre el asunto Adamski
que la desarrollada en estos últimos trabajos de Hallet. Valga mencionar que la versión de 2015
puede descargarse en https://bit.ly/2FphDYu, y la de 2016 en https://bit.ly/32oNQbz.
Por tanto, tenemos el cuadro de un investigador nada conformista, que ve la ufología como
una suerte de lucha constante por el propio esclarecimiento y por el de los demás. Sin embargo,
Hallet mantiene algunas posturas que algunos calificarían de heterodoxas o tal vez de
“inclasificables”. Por ejemplo, se le conoce como escéptico, pero ha sido un duro crítico de las
ideas y prácticas de connotados escépticos del mundo francófono (como Rouzé o Broch), en lo
tocante al ámbito de la parapsicología; aunque se le asocia por algunos, en materia de ovnis, con
la hipótesis psicosocial (HPS), lo cierto es que sería imprudente ponerlo en el mismo grupo con
autores como Scornaux, Maugé o Abrassart; aunque ha sido crítico de la idea de los “antiguos
astronautas”, considera “absurdas” las elucubraciones de Wiktor Stoczkowski sobre los vínculos
de esa idea son las ideas del teosofismo (desde Madame Blavatsky en más). Y así podríamos dar
más ejemplos. A Hallet no le calzan mucho las etiquetas.
Otro aspecto de la trayectoria ufológica de Hallet, digno de ser mencionado, es su constante
lucha por desmitificar lo que llama “pseudo-oleada”, refiriéndose a las famosas observaciones
de ovnis triangulares en territorio belga, en 1989-90. En este punto, ha mantenido una constante
posición crítica de la actividad de la SOBEPS, la más importante agrupación ovnística belga (que
después pasó a llamarse COBEPS), como puede leerse en su reciente obra Mémoires (anti)
ufologiques (Lieja, 2019). Como sea, este texto nos provee de mucha información valiosa sobre
una parte relevante de la historia de la ufología, y sobre el pensamiento ufológico general de
Hallet. También puede hallarse material al respecto en el siguiente enlace:
https://bit.ly/35AAkDo
El trabajo que ahora presentamos es tributario del mismo espíritu. Luego de una ardua y
extensa investigación sobre noticias ufológicas anteriores a Kenneth Arnold (y a su celebérrima
observación del 24 de junio de 1947, que es el hito fundador de la ufología), Hallet descubre toda
clase de adelantos y prefiguraciones de los “ovnis”, en revistas muy anteriores a la citada fecha.
Por supuesto, los “ovnis prearnoldianos” estaban presentes en pulps y magazines de ciencia
ficción, a todo lo largo de la primera mitad del siglo XX. Sobreabundan allí las naves
extraterrestres de variada factura y aspecto: platillos volantes, esferas translúcidas y, cómo no,
portentosos “cigarros” aéreos. También encontramos a los propios alienígenos, curiosos,
hiperactivos, a veces huidizos y a veces hostiles, pero siempre “familiarmente extraños”. Se
aprende mucho sobre la evolución de la mente humana acercándose a estas imágenes.
En busca de ovnis prearnoldianos en la ciencia ficción (o “fantaciencia”, que dirían los
italianos): tal es la faena que ha asumido Marc Hallet. Ciertamente, existe un hito bibliográfico
notable y obligatorio en estos afanes. Me refiero a Science-fiction et soucoupes volantes, de
Bertrand Méheust, publicado por la editorial parisina Mercure de France, en 1978. Aunque
Hallet no cita explícitamente este trabajo, sin duda asume su legado y decide hollar la misma
senda. Pero él quiere ir más allá. Hallet sostiene que quienes le precedieron nos legaron
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descubrimientos importantes, sin duda, pero que se limitaron a reproducir básicamente las
mismas ilustraciones, por variadas o evocativas que fuesen: las que aparecían en las portadas
de revistas como Amazing Stories, y poco más que eso (juicio tajante del que sólo Hallet puede
responsabilizarse). Pero nuestro autor quiso hacer más y se sumergió en el laberinto infinito de
las páginas interiores, en esas historias estrafalarias de marcianos invasores y de prodigiosos
platillos y esferas surcando los cielos. Y se encontró con más sorpresas, si cabe. Las fuentes eran
más generosas en ovnis prearnoldianos de lo que hubiésemos esperado. ¡Los ejemplos estaban
allí, tumultuosamente, esperando ser descubiertos, aguardando dar testimonio de sí mismos!
Hemos perdido la inocencia. Trabajos como el de Hallet nos lo vienen a recordar
enfáticamente. La ligazón de la ufología (de sus contenidos, se entiende) con la ciencia ficción de
pulps y fanzines anteriores a 1947, es ya un hecho que no admite mayor discusión. Algo distinto,
ya se sabe, es el cúmulo de explicaciones que se erijan para explicar esta coincidencia. Así,
aunque para muchos la hipótesis de “influencia sociocultural” se basta a sí misma, por
económica y simple, en su momento Méheust mostró otras posibilidades, que hablaban más bien
de una fuente mitopoética común, de la que habrían bebido ufología y ciencia ficción…
Pero el tema y misión de este libro son otros. A Hallet no le interesa elucubrar sobre la
supuesta “fuente común”. Le basta con mostrar la coincidencia de ciencia ficción y platillos
volantes, como la prueba decisiva de la influencia sociocultural mitogenética (si se me permite).
No necesita más. El propósito de Hallet es dejar que las imágenes hablen solas. Que su
abrumadora cantidad sea tan elocuente, como para hacernos ruborizar, aunque sea en un gesto
fugaz. Si eso ocurre, de seguro que el escéptico belga se sentirá conforme con su cometido. Y
ahora, a partir de este momento, sólo cabe esperar el veredicto de los lectores.
Sergio Sánchez Rodríguez
Septiembre de 2020
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INTRODUCCIÓN
Desde hace muchos años, he podido acumular una serie de textos ilustrados, los que
demuestran que los pulps estadounidenses de ciencia ficción habían ejercido una gran influencia
en los espíritus. De tal manera, la observación de Kenneth Arnold puede ser rápidamente
englobada en una mitología particular, una que descansa en la existencia de extraterrestres que
nos visitarían en sus naves con formas de cigarros o discos (ver referencias al final del capítulo).
Un cierto número de autores ha desarrollado igualmente esta idea. No obstante, las
ilustraciones que ellos usaron para demostrar sus asertos fueron a menudo las mismas, por lo
que su número era bastante reducido. Por un lado, quienes propusieron ilustraciones originales
generalmente se limitaron a recuperar las portadas de las revistas que habían encontrado aquí
y allá, sin esforzarse demasiado, y por otro lado las mismas ilustraciones fueron copiadas por
otros que ni siquiera se molestaron en hacer una investigación personal sobre el tema. Por lo
tanto, una ilustración utilizada varias veces para tratar de demostrar que la idea del secuestro
de vacas o caballos por ovnis fue tomada de los pulps estadounidenses, nunca fue finalmente
objetada como una prueba falsa. Sin embargo, en realidad, dicha ilustración nada tiene que ver
con los ovnis, ya que muestra una vaca atrapada en una especie de “dragón” volador derivado
de una medusa (ver página 8, Amazing Stories Quarterly, primavera de 1930).
Hoy, gracias a los esfuerzos de coleccionistas apasionados por la ciencia ficción que han
digitalizado gran cantidad de publicaciones, Internet permite llevar a cabo una investigación en
profundidad en este campo. Por ello, ¡es sorprendente notar que nadie parece involucrarse en
este asunto!
Es así que recientemente decidí profundizar más ciertas indagaciones que había hecho hace
unos años y que ya me habían permitido descubrir muchas otras ilustraciones, distintas a las
que generalmente se exponen. De hecho, no estaba conforme con las portadas de los pulps: ¡fui
a ver dentro de ellos! Pero creo que es necesario anteponer a mis “descubrimientos” algunos
comentarios útiles...
A principios del siglo XX, cuando los autores e ilustradores de
ciencia ficción tuvieron que describir o representar dispositivos
exóticos capaces de viajar en nuestros cielos o en el espacio,
imaginaron principalmente dos tipos de aparatos: 1) los derivados
del cohete clásico o de los dirigibles, los cuales estaban
representados en forma de cilindros, puntiagudos o no, y 2)
aquellos de apariencia simplemente esferoidal (a veces facetados).
La mayoría de estas naves tenían filas de ojos de buey (ventanillas)
circulares o rectangulares. Algunos de estos dispositivos eran lisos
y otros mostraban muchos pernos y remaches. Sin embargo, se
imaginaron otras formas de naves, a menudo derivadas de
plataformas, rectangulares o no.
Obviamente, es la expresión “platillos voladores”, acuñada por
un periodista poco después del famoso avistamiento de Kenneth
Arnold en 1947, la que produjo la clásica forma discoidal, asociada
con la mayoría de los ovnis que se reportaron en un comienzo. Sin
embargo, rápidamente se habló sobre otros tipos de dispositivos misteriosos: “cigarros
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voladores” (a menudo considerados los portadores gigantes de aparatos más pequeños), pelotas
de rugby, conchas, hongos y muchas otras formas, hasta los triángulos o diamantes más
recientes que hicieron la fama de la pseudo oleada ovni en Bélgica. Curiosamente, el ala volante
realmente descrita por Kenneth Arnold y que fue ilustrada en el momento aquí y allá en
publicaciones ufológicas (por ejemplo, en la portada del libro de Reeves reproducido en la
página anterior) rápidamente cayó en el olvido. Sin embargo, tal tipo de avión fue probado en
Alemania durante la Segunda Guerra Mundial y luego por Northrop en los EE. UU. Incluso antes
del avistamiento de Kenneth Arnold existía esa forma en el bombardero B2 Northrop. Cabe
señalar, sin embargo, que el ala volante también estuvo representada en 1930 en la edición de
otoño de Amazing Stories Quarterly (vea la página siguiente).
Los pulps estadounidenses claramente apuntaban a un público masculino. Estas revistas
económicas contenían sistemáticamente anuncios dirigidos sólo a hombres y nunca
presentaban mujeres, excepto bajo algunos estereotipos enmarcados en una visión machista.
Incluso las ilustraciones a menudo tenían esta clase de personaje estereotipado, y ciertos
cohetes eran increíblemente fálicos, como por ejemplo en la ilustración de Amazing Stories de
febrero de 1929, reproducida en la página 12.
Algunos temas surgieron en las historias e ilustraciones casi obsesivamente. Por ejemplo, el
“rayo” que desintegra, paraliza o teletransporta. También el concepto de secuestro, así como el
de cirugía o examen médico en una mesa prevista para este propósito y a menudo rodeado de
dispositivos misteriosos. Esta misma tabla médica también apareció en algunas historias de
terror, por supuesto, aquellas inspiradas en las experiencias del Dr. Frankenstein. Y no es
casualidad que los encuentros cercanos del cuarto tipo incluyan una serie de exámenes médicos
traumáticos, así como literatura erótica o la industria pornográfica, donde a menudo también se
explotan tales escenas...
REFERENCIAS
HALLET, M.: Les arcanes de l’ufologie, Lieja, edición del autor, 2005, pps. 29-42 (disponible en
www.archive.org).
HALLET, M.: Les thèmes ufologiques dans les comics pré-arnoldiens, Lieja, edición del autor,
2013.
HALLET, M.: Encore quelques dessins d’ovnis pré-arnoldiens, Lieja, edición del autor, 2013.
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Amazing Stories Quarterly – Otoño de 1930
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Amazing Stories - Febrero de 1929
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LAS GALERÍAS
En las siguientes páginas, encontrará todo tipo de ilustraciones de revistas de ciencia
ficción estadounidenses con fechas de publicación que van desde 1927 hasta 1937. Las he
enumerado cronológicamente. Muestran máquinas de todas las formas y tamaños,
comenzando con cilindros, algunos de los cuales llevan naves más pequeñas (una noción de
“nave nodriza” muy popular entre los contactados en la década de 1950).
Algunas de estas ilustraciones son obviamente más “significativas” o “evocadoras” que
otras, si las consideramos en relación con la literatura ufológica que comenzó en junio-julio
de 1947. Espero que se tenga amablemente en cuenta que he debido eliminar una serie de
ilustraciones que mostraban objetos cigarroides, demasiados, algunos de los cuales también
se acercan muchísimo al tipo de cohete clásico.
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Amazing Stories – Febrero de 1927
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Amazing Stories – Julio de 1927
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Amazing Stories – Julio de 1927
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Amazing Stories – Septiembre de 1927
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Amazing Stories – Octubre de 1927
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Amazing Stories – Noviembre de 1927
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Amazing Stories – Enero de 1928
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Amazing Stories – Febrero de 1928
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Amazing Stories – Marzo de 1928
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Amazing Stories – Abril de 1928
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Amazing Stories – Junio de 1928
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Amazing Stories – Agosto de 1928
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Amazing Stories – Octubre de 1928
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Amazing Stories – Octubre de 1928
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Amazing Stories – Noviembre de 1928
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Amazing Stories – Noviembre de 1928
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Amazing Stories – Diciembre de 1928
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Amazing Stories – Enero de 1929
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Amazing Stories – Enero de 1929
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Amazing Stories – Marzo de 1929
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Amazing Stories – Marzo de 1929
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Amazing Stories – Agosto de 1929
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Air Wonder Stories – Agosto de 1929
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Air Wonder Stories – Agosto de 1929
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Air Wonder Stories – Septiembre de 1929
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Amazing Stories Quarterly – Otoño de 1929
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Amazing Stories Quarterly – Otoño de 1929
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Amazing Stories Quarterly – Otoño de 1929
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Air Wonder Stories – Octubre de 1929
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Air Wonder Stories – Octubre de 1929
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Amazing Stories – Noviembre de 1929
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Air Wonder Stories – Diciembre de 1929
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Amazing Stories Quarterly – Invierno de 1929
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Amazing Stories Quarterly – Invierno de 1929
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Air Wonder Stories – Enero de 1930
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Air Wonder Stories – Enero de 1930
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Amazing Stories – Enero de 1930
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Amazing Stories – Enero de 1930
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Amazing Stories – Enero de 1930
(Una oferta de suscripción parecida apareció en varios números)
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Air Wonder Stories – Febrero de 1930
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Air Wonder Stories – Febrero de 1930
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Amazing Stories – Febrero de 1930
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Amazing Stories – Febrero de 1930
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Astounding Stories – Febrero de 1930
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Astounding Stories – Febrero de 1930
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Amazing Stories – Marzo de 1930
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Amazing Stories – Marzo de 1930
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Amazing Stories – Marzo de 1930
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Amazing Stories – Abril de 1930
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Air Wonder Stories – Abril de 1930
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Air Wonder Stories – Abril de 1930
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Air Wonder Stories – Abril de 1930
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Air Wonder Stories – Mayo de 1930
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Amazing Stories – Mayo de 1930
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Amazing Stories – Mayo de 1930
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Amazing Stories – Julio de 1930
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Amazing Stories – Agosto de 1930
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Amazing Stories – Agosto de 1930
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Amazing Stories Quarterly – Verano de 1930
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Amazing Stories Quarterly – Otoño de 1930
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Amazing Stories Quarterly – Otoño de 1930
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Amazing Stories Quarterly – Invierno de 1930
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Amazing Stories Quarterly – Invierno de 1930
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Astounding Stories – Enero de 1931
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Amazing Stories Quarterly –Primavera de 1931
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Amazing Stories Quarterly – Primavera de 1931
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Amazing Stories Quarterly – Primavera de 1931
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Amazing Stories – Junio de 1931
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Amazing Stories – Junio de 1931
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Amazing Stories – Julio de 1931
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Amazing Stories – Julio de 1931
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Amazing Stories – Agosto de 1931
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Amazing Stories Quarterly – Verano de 1931
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Amazing Stories Quarterly – Verano de 1931
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Amazing Stories Quarterly – Invierno de 1931
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Amazing Stories Quarterly – Invierno de 1931
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Amazing Stories Quarterly – Invierno de 1931
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Amazing Stories Quarterly – Invierno de 1931
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Amazing Stories Quarterly – Invierno de 1931
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Astounding Stories – Enero de 1932
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Amazing Stories – Febrero de 1932
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Amazing Stories – Febrero de 1932
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Astounding Stories – Abril de 1932
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Amazing Stories – Junio de 1932
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Amazing Stories – Junio de 1932
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Amazing Stories – Julio de 1932
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Amazing Stories – Julio de 1932
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Amazing Stories – Octubre de 1932
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Amazing Stories – Noviembre de 1932
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Amazing Stories – Abril de 1933
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Amazing Stories – Octubre de 1933
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Astounding Stories – Noviembre de 1933
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Astounding Stories – Noviembre de 1933
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Amazing Stories – Marzo de 1935
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Amazing Stories – Marzo de 1935
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Amazing Stories – Octubre de 1935
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Amazing Stories – Diciembre de 1935
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Amazing Stories – Junio de 1936
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Amazing Stories – Octubre de 1936
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Amazing Stories – Diciembre de 1936
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Amazing Stories – Diciembre de 1936
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Amazing Stories – Diciembre de 1937
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Amazing Stories – Diciembre de 1937
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ALGUNOS COMENTARIOS
De todos los pulps que nacieron antes de la Segunda Guerra Mundial y que, muy a
menudo, sólo tuvieron una existencia fugaz, es Amazing Stories el que, por la calidad de sus
textos y sus ilustraciones, se impuso como el mejor. Esta publicación fue creada en 1926 por
Hugo Gernsback y experimentó, durante sus poco más de diez años de vida, una periodicidad
variable, con altibajos. Publicó autores que luego alcanzaron la fama, y sus magníficas
portadas siguen siendo la alegría de los coleccionistas, que se hacen de algunos ejemplares a
precio de oro. Los textos e ilustraciones de esta publicación mostraron entonces una
inventiva extraordinaria y es aquí, por supuesto, donde podemos encontrar los paralelos
más sorprendentes con ciertos casos de ovnis. Esto es lo que ocurre, por ejemplo, con la
ilustración publicada en el número de febrero de 1937 (ver imagen de la portada) que
mostraba seres de dos mundos diferentes e intentaba precisar sus respectivos orígenes
mediante dibujos en la arena. Esto trae inmediatamente a la mente ciertos casos de
“contactados”, entre ellos obviamente el más famoso de todos: el de George Adamski.
En 1938, Amazing Stories fue adquirido por Raymond Arthur Palmer (también conocido
como Ray Palmer), que entonces tenía menos de treinta años. Este último, que tenía un buen
sentido de los negocios y no se detenía ante nada para vender papel, la transformó
profundamente. Las ilustraciones se volvieron menos inspiradas, pero más provocativas, y
cada vez se presentaron más textos como si fuesen verdaderos estudios de misterios ocultos.
Palmer reunió así a autores forteanos como Vincent Gaddis o Taylor Hansen. El pico de estos
cambios se alcanzó cuando, en 1945, Palmer comenzó a publicar una serie de artículos de un
tal Richard Shaver, que afirmó haber hecho contacto con una raza de seres humanoides que
vivían dentro de nuestro planeta. Muchos puristas se indignaron. La controversia surgió en
las mismas columnas de la publicación y varios entusiastas de la ciencia ficción cancelaron
sus suscripciones, mientras nuevos lectores, apasionados por los misterios de todo tipo, por
la censura, las conspiraciones y similares, subieron considerablemente la cifra de ventas.
Palmer se había ganado un nuevo tipo de lectores.
Fue entonces cuando tuvo lugar la observación de Kenneth Arnold. Fue, para Palmer, un
golpe de suerte inesperado que inmediatamente aprovechó, hasta el punto de que pronto
creó una revista especialmente dedicada a los platillos voladores y diversas teorías de
conspiración...
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TEXTOS ADICIONALES
Los dos pequeños estudios que realicé anteriormente sobre el mismo tema y que se
informaron en la página 10 de este libro, eran de naturaleza bastante confidencial. Por tanto,
es muy difícil conseguirlos. Sin embargo, como complementan perfectamente este trabajo,
he decidido reproducirlos íntegramente. Por tanto, los encontraremos en las siguientes
páginas...
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Algunos dibujos
de ovnis prearnoldianos
Marc Hallet
Lieja (Bélgica) – Marzo de 2013
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INTRODUCCIÓN
Somos unos pocos los autores escépticos que hemos intentado mostrar la obvia influencia
que la ciencia ficción pudo tener en el surgimiento del mito ovni. Seamos realistas, pues la
verdad es que pocos de nosotros somos expertos en ciencia ficción, y aún menos los que hemos
tenido la suerte de poder analizar muchos de sus temas principales en revistas estadounidenses
de ciencia ficción, desde la década de 1920 hasta 1947. La razón, por supuesto, es la rareza de
estas publicaciones, mantenidas por unos pocos coleccionistas que no comparten mucho y,
además, su costo en el mundo del mercado de segunda mano. De modo que nuestros
“descubrimientos” en esta área se debieron a menudo al azar, a la benevolencia de los colegas
o a la investigación en Internet. Sin embargo, este último generalmente sólo nos proporcionó
reproducciones de cubiertas (ver, por ejemplo, las que incluí en Les Arcanes de l'Ufologie,
publicado en Lieja, en CD-Rom, en 2005) y no dibujos contenidos en el interior mismo de tales
revistas.
Sin embargo, a lo largo de los años, Internet proporciona cada vez más documentación
sobre el tema, gracias a los entusiastas que se comprometen a digitalizar parcial o
completamente los viejos diarios que poseen. Están siguiendo un movimiento general que
comenzó hace más de diez años y que ahora afecta a muchos círculos especializados.
Recientemente, tuve la oportunidad de descargar muchos documentos de este tipo,
principalmente números de Amazing Stories completos o parciales. En lugar de distribuir estos
archivos pesados a través de medios magnéticos y obligar a todos a revisarlos uno por uno
como lo hice yo, pensé que sería mejor recopilar sólo los documentos nuevos que pude
recopilar. Este es el tema de este folleto en formato PDF. Esto les ahorrará mucho trabajo a
algunos de mis amigos y a otros que probablemente nunca me agradecerán o citarán... como de
costumbre.
Una revista estadounidense de ciencia ficción se destaca de todas las demás para los
ufólogos porque cayó en manos de Ray Palmer, quien la usó para, de alguna manera, lanzar el
mito de los ovnis después de publicar los famosos textos de Richard Shaver.
Esta revista fue Amazing Stories. Nació en abril de 1926 gracias a Hugo Gernsback. Para
entonces ya tenía cien páginas de grosor. Gernsback comenzó publicando, en forma de entregas
periódicas o seriales, relatos muy famosos de algunos autores como H. G. Wells o Jules Verne, a
los que a menudo añadía sus propios escritos. Fue sólo entonces cuando diversificó sus autores,
incluso recurriendo a nuevos talentos. Pronto, su revista se expandió con más diseños de
interiores a medida que aumentaban las páginas de anuncios. El volumen de esta publicación
aumentó así gradualmente en un 50 por ciento. En ella aparecieron ciertos temas recurrentes,
como por ejemplo el secuestro de humanos por monstruos o seres de otros mundos. Otro tema
muy común: un humano (a menudo una mujer) acostado en una especie de mesa de examen y
en manos de varios estudios experimentales. Dos temas que también seguirán inspirando la
literatura sobre ufología. Después de que Amazing Stories fuera confiado a Ray Palmer, este
último modificó la presentación agregando más y más secciones relacionadas con fenómenos
extraños considerados auténticos. Una sutil mezcla de realidad y ficción fue, en cierto modo, su
marca registrada.
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Quería aportar estos detalles que me parecen útiles, antes de presentar la galería de
ilustraciones que mis últimas descargas me han permitido actualizar. Debo señalar que esta
galería de ilustraciones no incluirá portadas de revistas, que ahora se pueden encontrar
fácilmente en ciertos sitios web especializados. Tampoco conservé los dibujos que muestran
vasos esféricos porque la esfera es un volumen simple o perfecto (según se desee) del que se
podría decir que es tan banal que no constituye una prueba de la influencia que puede haber
tenido la ciencia ficción en la ufología. Por lo tanto, conservé por un lado los objetos cigarroides,
y especialmente aquellos con ojos de buey a lo largo de su fuselaje, como el famoso cigarro
volador descrito por los pilotos Chiles y Whitted y, por otro lado, dispositivos discoidales. Por
supuesto, agregué a todas estas ilustraciones aquellas que muestran seres cuya morfología era
extremadamente similar a la que se les atribuye a los extraterrestres desde la década de 1950.
Aún quedan por encontrar muchos otros dibujos del género. Otros, además de mí, pueden
encargarse de esta tarea, excavando sistemáticamente en colecciones privadas o públicas. Es
posible que parte de este trabajo ya se haya realizado, pero lamentablemente no se ha hecho
público, que yo sepa, al menos de forma gratuita. Y esto es muy lamentable.
Marc HALLET
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COMENTARIOS DEL ARCHIVO DE LAS
ILUSTRACIONES
LAS NAVES “VERNIANAS”
PÁGINA 9: Ya hemos dicho que Gernsback había comenzado por publicar, en folletines,
textos ya célebres de H. G. Wells o Jules Verne. Y bien, en los años 20 la concepción misma de
las naves aéreas descritas por Verne había devenido obsoleta. He ahí el porqué de que
Gernsback proponga una versión netamente modernizada en Amazing Stories de diciembre de
1927.
LOS CIGARROS VOLANTES
Uno de los dispositivos voladores que se describió con mayor frecuencia en la ciencia
ficción, entre 1920 y 1947, fue el cigarro volador. En cierto modo, era la forma más lógica que
se podía asumir que tomarían las naves del futuro o, incluso, que podrían tener las naves
alienígenas. De hecho, su forma se inspiró directamente en una mezcla entre el avión y el cohete,
los dos únicos medios de transporte aéreo conocidos que podrían aparecer como
pertenecientes al futuro.
PÁGINA 10: Esta ilustración muestra, sobre su rampa de lanzamiento, un cohete-cigarro
volante, con numerosas ventanillas. El objeto es rigurosamente similar al descrito por los
pilotos Chiles y Whitted [Amazing Stories - Abril de 1931].
PÁGINA 11: Esta ilustración muestra la punta de un puro volando, detrás de cuyas
ventanillas se encuentran los observadores. El cigarro volador cruza sobre un planeta donde se
corta una enorme cavidad cilíndrica, en medio de la cual hay una nave cigarroide. Aquí
encontramos el concepto de planeta vacío y habitado internamente, que también fue
ampliamente explotado en la ciencia ficción y la literatura misteriosa [Amazing Stories - Julio de
1930].
PÁGINA 12: Esta ilustración no es muy diferente a la anterior, que incluso quizás la inspiró.
Encontramos la nave con los ocupantes detrás de los ojos de buey y, esta vez, otra embarcación
cigarroide casi perfectamente lisa [Amazing Stories - Julio de 1932].
PÁGINA 13: La ilustración, en la parte superior de la página, muestra un cigarro volador
muy clásico, barriendo el suelo con sus potentes proyectores luminosos [Amazing Stories - Junio
de 1938]. A la izquierda, al pie de la misma página, un dibujo tomado de una aventura del
famoso héroe Buck Rogers ilustra el mismo concepto [Amazing Stories - agosto de 1928]. Los
cigarros voladores a menudo aparecían en los cómics de Buck Rogers. Aquí hay un ejemplo, que
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data de 1930, justo a la derecha de la ilustración anterior. Aquí, la máquina de cigarros de Buck
Rogers está lidiando con una “rueda voladora” de Saturno (flywheel).
PÁGINA 14: Esta ilustración muestra numerosas naves cigarroides en el espacio [Amazing
Stories - Agosto de 1930].
PÁGINA 15: Esta ilustración muestra una vez más a las naves cigarroides en el espacio. Esta
vez son acompañadas por otros ingenios esféricos [Amazing Stories - Abril de 1934].
PÁGINA 16: Esta ilustración muestra buques cigarroides con ojos de buey en todo su
fuselaje [Amazing Stories – Marzo de 1935].
PÁGINA 17: Esta ilustración muestra una gran nave cigarroide a punto de entrar en una
gigantesca estación espacial cilíndrica. Aquí encontramos la noción desarrollada en la ufología
de antaño, según la cual los puros transportaban naves espaciales más pequeñas [Amazing
Stories - Enero de 1931].
PÁGINA 18: Esta ilustración muestra ingenios cigarroides penetrando en una inmensa
ciudad bajo una esfera [Amazing Stories – Septiembre de 1934].
PÁGINA 19: Esta ilustración muestra a las naves cigarroides dirigiéndose hacia la Tierra
[Amazing Stories - Mayo de 1934].
PÁGINA 20: Esta ilustración muestra una gigantesca nave cilíndrica, con detalles como los
de los aviones [Amazing Stories – Octubre de 1936].
PÁGINA 21: Esta ilustración muestra otro tipo de nave cigarroide [Amazing Stories -
Octubre de 1943].
PÁGINA 22: Asombrosa ilustración, mostrando a la vez una nave cigarroide y una multitud
de pequeñas naves semejantes a platillos [Wonder Stories Quaterly – Invierno de 1932].
PÁGINA 23: Esta historieta ilustra una expedición polar, en el curso de la cual los ingenios
volantes son lanzados al suelo, bajo el peso de gruesos insectos. Estos ingenios se transforman
entonces en vehículos semejantes a automóviles, para combatir mejor a los insectos. Se destaca
la forma discoidal del ingenio volante asaltado [Amazing Stories - Noviembre de 1926].
PÁGINA 24: Ingenios en busca de discos plateados, translúcidos en su centro [Amazing
Stories – Mayo de 1926].
PÁGINA 25: Esta ilustración muestra tres naves discoidales marcianas, colocándose en un
triángulo equilátero perfecto alrededor de una nave terrestre esférica y capturándola con sus
rayos [Amazing Stories - Abril de 1928].
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PÁGINA 26: Esta ilustración muestra a un terrícola hecho prisionero por criaturas de otros
mundos. Debemos notar su gran tamaño, pero también, y especialmente, su cabeza voluminosa,
con ojos redondos pero fijos, en cuencas que parecen extenderse hacia las sienes a la manera
de los seres descritos por Barney y Betty Hill [Amazing Stories - Abril de 1934].
PÁGINA 27: En esta ilustración vemos un terrícola rodeado de muchos seres pequeños con
cabeza grande y, en el cielo, más allá de las ventanas, máquinas voladoras que representan tanto
el cigarro como el platillo [Amazing Stories - Junio de 1926].
PÁGINA 28: De nuevo, pequeños seres de gran cabeza [Amazing Stories - Febrero de 1941].
PÁGINA 29: Esta ilustración es tan sorprendente que merece una explicación más
detallada. Estaba en el clímax de una historia, que contaba cómo el último de los Centauros
había ayudado al líder del clan de los “primeros-humanos-más-parecidos-a un-mono” a liberar
a su compañero, hecho prisionero por una raza de extraterrestres. Esta raza vino a la Tierra
para cazar seres vivos y hacer comida con ellos. Tales extraterrestres, pequeños y endebles,
tenían una nave espacial que se parecía un poco a un pájaro sin alas y entraban por una escotilla
[Amazing Stories - Marzo de 1944].
PÁGINA 30: Esta ilustración muestra una escena marciana con seres pequeños,
enfermizos, cabezones en el suelo, y, en el cielo, ¡naves casi triangulares! [Wonder Stories
Quaterly - Invierno de 1932].
PÁGINA 31: Esta última ilustración muestra una vez más seres pequeños y enfermizos con
cabezas enormes en relación con sus cuerpos [Wonder Stories - Agosto de 1930].
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Los temas ufológicos en las
historietas prearnoldianas
Marc Hallet
Lieja (Bélgica) – Marzo de 2013
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INTRODUCCIÓN Y EXPLICACIONES
Tras la reciente distribución de mi resumen sobre algunas ilustraciones prearnoldianas
que tocan el tema de la ufología, mi amigo Wim van Utrecht me señaló un sitio
estadounidense que pude explorar en profundidad. Este sitio es: http://comicbookplus.com/
Como su nombre lo indica, está más particularmente interesado en los cómics (historietas),
es decir, en los cómics estadounidenses y extranjeros, antiguos o recientes. Por supuesto,
miré más específicamente en los cómics estadounidenses de los años 20, 30 y 40.
¿Qué he notado? Que desde una perspectiva de ciencia ficción, sólo unos pocos temas
recurrentes parecían alimentar la imaginación de los autores. Así que parecían preocuparse
más por la creación de extraordinarios monstruos alienígenas que por naves
interplanetarias verdaderamente nuevas. Es bastante simple: casi todas las naves espaciales
interplanetarias fueron derivadas de cohetes con o sin aletas. Pero veamos esto con más
detalle...
PÁGINA 6: [Amazing Mystery Funnies– Septiembre de 1940] Aquí vemos una nave
espacial sin duda inspirada, en ese momento, por el cohete. Podemos adivinar fácilmente que
el mismo concepto inspiró más tarde el cigarro volador con ojos de buey a lo largo de toda
su cabina.
PÁGINA 7: [Amazing Mystery Funnies– Septiembre de 1940] Esta máquina
interplanetaria aterriza verticalmente y así hace pensar un poco en el famoso “cigarro de las
nubes” del que habló Aimé Michel, y que se veía a menudo en esta posición en el cielo.
PÁGINA 8: [Amazing Mystery Funnies - Julio de 1940] Este ingenio interplanetario
ilustraba una serie de aventuras del héroe interplanetario Jon Linton, pero…
PÁGINA 9: [Amazing Mystery Funnies - Julio de 1940] ...no era muy diferente de cualquier
otro que apareció en la serie Space Patrol de Basil Wolverton. ¡Lo que demuestra que en ese
momento no nos importaba mucho imaginar naves interplanetarias realmente diferentes
entre sí!
PÁGINA 10: [Amazing Mystery Funnies - Junio de 1940] En este extracto de Space Patrol,
vemos (abajo a la derecha) seres de pequeño tamaño, con una cabeza grande, casi calva y
ojos muy rasgados. Un tema cien veces repetido aquí y allá...
PÁGINA 11: [Amazing Mystery Funnies – Junio de 1940] No dejemos a Space Patrol para
demostrar que, a diferencia de las naves interplanetarias, los autores de la época
desbordaban imaginación para crear criaturas de otros mundos...
PÁGINA 12: [Planet Comics - Febrero de 1940] Sin embargo, los enanos con grandes
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cabezas calvas y orejas grandes eran parte de los “clásicos”. ¡Aquí hay un villano que se
parece extrañamente a Nicolas Sarkozy!
PÁGINA 13: [Amazing MysteryFunnies - Agosto de 1939] El enano cabezón
(generalmente “malvado”) también se utiliza para representar al “científico loco”. Pero muy
a menudo el científico loco tiene el cabello largo o despeinado. Aquí hay un ejemplo ...
PÁGINA 14: [Amazing Mystery Funnies - Julio de 1940] Hablé antes de las naves
interplanetarias cigarroides inspiradas en el cohete. En ese momento ya aparecía otra
noción: la de bases espaciales o vehículos espaciales. Lo encontraremos en ufología con los
cigarros voladores portando platillos ... Aquí una nave cigarroide emergiendo de una base
espacial...
PÁGINA 15: [Amazing Mystery Funnies - Julio de 1940] ...y aquí se ve otra nave entrando,
así como extraterrestres saliendo de una nave que ha ingresado en una base espacial.
PÁGINA 16: [Planet Comics - Marzo de 1940] Así, los cómics de la época desarrollaron
principalmente una pequeña cantidad de temas, centrados en enfrentamientos entre
diferentes pueblos y razas, y los ilustradores se enfocaron principalmente en crear
aterradoras criaturas extraterrestres...
PÁGINA 17: [Planet Comics - Enero de 1940] Pero dentro de estos cómics, que en última
instancia eran bastante convencionales, a veces podían aparecer algunas sorpresas...
PÁGINA 18: [Planet Comics - Enero de 1940] ...como aquí (abajo a la izquierda) donde
una nave cigarroide se encuentra con una nave interplanetaria que ya te hace pensar más en
futuros platillos voladores…
PÁGINA 19: [Planet Comics - Marzo de 1940] ...o como aquí, donde un barco cigarroide
se enfrenta a naves triangulares.
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