República Bolivariana de Venezuela
Universidad Experimental de los Llanos Centrales “Rómulo Gallegos”
Área de Ingeniería Agronómica
Ecologia
La Climatología
Profesora: Yelina Arraiz Alumno: Cristhian
Morales
C.I: 27646027
Sección: 1
La Climatología
La climatología es la ciencia que estudia el clima y sus variaciones a lo largo del
tiempo. Aunque utiliza los mismos parámetros que la meteorología, su objetivo es
distinto, ya que no pretende hacer previsiones inmediatas, sino estudiar las
características climáticas a largo plazo.
El clima es el conjunto de fenómenos meteorológicos que caracterizan las
condiciones habituales o más probables de un punto determinado de la superficie
terrestre.
Cuando una comarca, ciudad, ladera, etc., tiene un clima diferenciado del clima
zonal, decimos que es un topoclima; éste se caracteriza por estar mayormente
afectado por el estado local del resto de los factores geográficos. Además llamamos
microclima al que no tiene divisiones inferiores como el que hay en una habitación,
debajo de un árbol o en la esquina de una determinada calle. Determina de manera
fundamental, las características principales de la arquitectura bioclimática.
El clima tiende a ser regular en períodos muy largos, incluso geológico, determinando
de gran manera la evolución del ciclo geográfico de una región, lo que permite el
desarrollo de una determinada vegetación y un tipo de suelos determinados por la
latitud. Pero, en períodos geológicos, el clima también cambia de forma natural, los
tipos de tiempo se modifican y se pasa de un clima a otro en la misma zona.
Las observaciones de temperatura, presión atmosférica, vientos, humedad y
precipitaciones, así como el tipo o tipos de tiempo que se recogen en las estaciones
meteorológicas. Con estos datos se elaboran tablas de valores medios que se trasladan
a climogramas, representaciones gráficas de la variación anual de temperatura y
precipitaciones, como variables principales.
Estudio
Para el estudio de la climatología tenemos que considerar tres métodos que son
fundamentales:
La climatología analítica; que está basado en el análisis estadístico de las
características que se consideran más significativas. En ella se establecen los valores
medios de los elementos atmosféricos y establecer la probabilidad de que se alcancen
determinados valores extremos.
La climatología dinámica; que proporciona una visión dinámica y de conjunto de las
manifestaciones cambiantes que se registran en la atmósfera como una unidad física.
Es una explicación matemática de la atmósfera mediante las leyes de la mecánica de
fluidos y de la termodinámica.
La climatología sinóptica; consiste en el análisis de la configuración de los elementos
atmosféricos en un espacio tridimensional y a unas horas concretas y de su evolución.
Se pretenden descubrir leyes empíricas e incrementar el conocimiento acerca de la
atmósfera.
El uso de estos métodos estadísticos ha tenido considerables críticas entre los
partidarios de la climatología dinámica y sinóptica. Se criticaba su alejamiento de la
realidad atmosférica en un momento en el que los avances en el campo de la física, en
las técnicas de captación de datos y en los métodos de cálculo parecían permitir un
conocimiento detallado del sistema atmosférico. Sin embargo, se vio defraudado
debido a la aparición de considerables limitaciones en un enfoque exclusivamente
dinámico en climatología. El descubrimiento del caos en determinados sistemas
dinámicos no lineales como la atmósfera, conlleva la necesidad de un
replanteamiento de los métodos estadísticos como vía para entender unos
mecanismos imposibles de entender por medios exclusivamente físicos.
La estadística ha evolucionado considerablemente en los últimos años apoyada en el
desarrollo y popularización de los recursos informáticos. Esta metodología puede
todavía aportar conocimientos a la climatología debido a su capacidad de atrapar lo
básico del clima en un lugar. La solución perfecta sería la combinación de ambos
enfoques ya que a pesar de las insuficiencias del método analítico, su ejecución es
conveniente como paso previo al estudio dinámico.
En el caso de los climas semiáridos, resulta mucho más complejo desentrañar sus
mecanismos físicos, apareciendo un importante componente aleatorio que debe
estudiarse por procedimientos analíticos.
Hay que subrayar que una climatología aplicada es fundamentalmente analítica-
estadística.
Factores climáticos.
La atmósfera está en continuo movimiento, lo que se denomina circulación
atmosférica. Concretamente los factores climáticos obedecen a las características
geográficas influyentes en el clima y hay que distinguir:
Energía solar: nivel de radiación de los rayos solares.
Latitud: distancia al Norte o Sur del Ecuador terrestre.
Altitud y relieve: altura a partir del nivel del mar.
Orientación: forma y posición de la Tierra en el sistema solar.
Continentalidad: ubicación geográfica de las tierras continentales.
Otros factores relacionados con la distribución geográfica de tierras, mares, llanuras,
bosques, montañas y desiertos.
La temperatura.
La temperatura del aire es fundamental para cualquier estudio climatológico, sin ellas
no se puede establecer una distribución de temperaturas, y definir los fenómenos del
clima.
Para ello recurrimos a los mapas de isotermas. En éstas se vuelcan los valores de
temperaturas medias y se unen todos los puntos con igual valor. Si lo que queremos
es una visión global de las temperaturas de los planetas, se reflejan las isotermas
anuales; el resultado es una disminución de temperaturas desde el ecuador hacia los
polos, y dentro de la misma latitud temperaturas más frías en los continentes que en
los océanos. La diferencia de climas oceánicos y continentales puede ser apreciada
conociendo la llamada amplitud térmica, consistente en la diferencia entre
temperaturas medias más altas y más bajas de un mes o un año. En una distribución
de temperaturas mundiales, éstas disminuyen conforme nos desplazamos desde el
ecuador hacia los polos. La amplitud térmica es mínima en el ecuador.
Tipos de climas.
En la clasificación de los climas tomamos los parámetros principales que son las
temperaturas y las precipitaciones.
Podemos dividir los climas en tres grandes grupos y dos variantes que son:
- Cálidos
- Templados
- Fríos
- Variantes; desérticos y monzones.
Los climas cálidos:
Altas temperaturas a lo largo del año, sin diferenciación de las estaciones. En algunos
casos las lluvias se suceden de forma continua a lo largo de todo el año, mientras que
en otros se distinguen una estación seca y otra lluviosa de seis meses cada una. En la
zona del trópico no hiela nunca, aunque las temperaturas no son tan elevadas como en
los desiertos subtropicales, debido a que la humedad del aire se encuentra
habitualmente entre el 80% y el 100%, lo cual dificulta la penetración de los rayos
solares. En la zona ecuatorial las temperaturas son casi constantes y no hay estación
seca, pero según nos alejamos del ecuador las lluvias ya son discontinuas a lo largo
del año, dando lugar a una estación seca.
Los climas templados:
Hay tres variedades:
- Los de tipo mediterráneo.
- Occidental
- Oceánico
Se encuentran entre los paralelos 30º y 60º. Las precipitaciones y temperaturas
definen con claridad dos estaciones, una fría que es el invierno y otra cálida que es el
varano, más acusado en las variedades de tipo mediterráneo, y menos en los
oceánicos. En los de tipo mediterráneo y continental existen menos precipitaciones.
El clima oceánico es lluvioso con pocos aguaceros, sin estación seca, con las
precipitaciones repartidas a lo largo de todo el año, con poca oscilación entre invierno
y verano.
El clima continental se caracteriza por altos contrastes entre invierno y verano, con
menos precipitaciones, son principalmente de carácter estacional en otoño y
primavera, con inviernos fríos y secos, y veranos cálidos y lluviosos; gran amplitud
anual de temperaturas.
El clima mediterráneo se distingue por veranos cálidos y secos, e inviernos suaves y
lluviosos.
Los climas fríos:
Inviernos que duran la mayor parte del año, no conocen el verano. El mes más cálido
no suele alcanzar los 10º de temperatura media. Se dan en las regiones polares y la
alta montaña. En las regiones polares hay un largo invierno de 8 a 9 meses, con
heladas e intenso frío, debido a la inclinación con que llegan los rayos solares y la
larga duración de la noche invernal, que es de 14 horas en el círculo polar hasta 6
meses en pleno polo. En el clima de montaña, alcanza temperaturas que dependen de
la latitud; con la altura existe menos absorción de calor solar, dando lugar a
disminuciones de temperatura del orden de 1º C. por cada 160 metros de elevación.
La amplitud térmica varía muy poco en las cumbres, en comparación con los valles,
en que el aire absorbe mayor cantidad de radiación solar.
Dentro de las variantes:
Los climas desérticos.
Pueden ser considerados como variantes de climas cálidos y templados. Este tipo de
climas tienen rasgos diferentes entre sí, pues no se dan las mismas condiciones
climáticas en el desierto del Sahara, que en los de Asia central, o los que se
encuentran próximos a la costa americana.
Sus factores comunes son la escasez de precipitaciones y los altos contrastes de
temperatura entre el día y la noche. El resultado es una amplitud extrema, con
sequedad del aire muy alta.
Los climas monzones.
Se originan por la diferencia de temperaturas existente entre el océano Índico y el
subcontinente indio. Mientras que en el monzón de verano, estación húmeda, el
viento sopla del mar hacia tierra llevando consigo intensas lluvias, en el monzón de
invierno el viento sopla de tierra hacia el mar, y tiene lugar la estación seca
Importancia del la climatología
La importancia de la climatología radica en que por medio de ella se puede conocer
las características del clima en una región determinada y se puede saber cómo el
clima ha cambiado en el lugar de acuerdo con la historia. Es una rama fundamental en
el campo de la agricultura pues es posible determinar la influencia que pueden ejercer
los elementos climáticos en una determinada región en relación con el cultivo de un
determinado producto, permitiendo mejorar los sistemas agrícolas. Además, es un
buen medio de prevención ante posibles catástrofes, pues permite saber de antemano
las condiciones de clima de una determinada región.