Este argumento le permite afirmar que: 1) “la lógica regulación/emancipación coexiste
con la tensión apropiación/violencia, de tal modo que la universalidad de la primera no
se contradice con la existencia de la segunda; 2) las líneas abismales continúan
estructurando el conocimiento moderno y el derecho moderno; 3) esas dos líneas
abismales son constitutivas de las relaciones políticas y culturales basadas en
Occidente, y de las interacciones en el sistema- mundo moderno” (ídem).
La lógica de la apropiación/violencia ha ido ganando fuerza en detrimento de la lógica
de regulación/emancipación; hasta tal punto que el dominio de la
regulación/emancipación además de contraerse está contaminándose internamente
por la lógica de la apropiación/violencia.
“Como una ecología de los saberes, el pensamiento pos abismal se presupone sobre
la idea de una diversidad epistemológica del mundo, el reconocimiento de la
existencia de una pluralidad de conocimientos más allá del conocimiento científico.
Esto implica renunciar a cualquier epistemología general” ESTO SE DEBE A QUE
NO HAY UN CONOCIMIENTO ÚNICO, COMO SE HA HECHO CREER EN
OCCIDENTE
El segundo capítulo se abre con el interrogante de si es posible un Occidente no
occidentalista. Citando a Goody, Santos afirma “una verdadera historia global sólo
será posible en la medida en que sea superado tanto el eurocentrismo como el
antieurocentrismo eurocéntrico, tanto el occidentalismo como el orientalismo” (p. 46).
Recurre a Luciano de Samosata, Nicolás de Cusa y Blas Pascal como punto de
partida para reflexionar sobre las condiciones teóricas y epistemológicas del
occidentalismo. Propone construir un modo de interpelar las teorías y las disciplinas a
partir de una racionalidad más amplia que llama razón cosmopolita asentada en los
procedimientos inconvencionales de la sociología transgresora de las ausencias y de
las emergencias.
Se parte de la idea de que la racionalidad que subyace al pensamiento ortopédico
occidental es una racionalidad indolente, que no reconoce y, por eso, desperdicia,
mucho de la experiencia social disponible en el mundo. Según esta corriente
sociológica se debe recurrir a una racionalidad más amplia que revele la disponibilidad
de mucha experiencia social declarada inexistente (los saberes ausentes) y la
posibilidad de mucha experiencia social emergente, declarada imposible (los saberes
emergentes).
Por ejemplo la preocupación de la
preservación de la biodiversidad puede llevar a una ecología entre el saber
científico y el saber campesino o indígena.
Es decir que de acuerdo a esta propuesta, la superioridad de un cierto saber no
está ya definida por el grado de institucionalización o profesionalización de dicho
saber, sino que está definida por su aporte pragmático para una determinada
práctica.