Revista
mensual de
publicación
en Internet
Número 52º -
Mayo 2.004
Secciones: LAS TIC EN LA DIDÁCTICA MUSICAL
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Por Isabel Francisca Álvarez Nieto.
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“No hay que enseñar lo que se puede enseñar,
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sino lo que se puede aprender”
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La relación, y conjunta evolución, de la música con lo
tecnológico no es reciente, siempre ha estado ligada a los
medios existentes en cada época para organizar el sonido
de un modo aceptable desde la perspectiva estética.
No obstante, dentro de todas las mejoras y
descubrimientos técnicos, es preciso resaltar aquellos de
finales del s.XIX, en especial el logro de sistemas de
registro y reproducción sonora, la grabación. Este registro
ha permitido guardar elementos musicales irrepetibles,
tales como las improvisaciones.
Pero aplicar las Tecnologías de la Información y la
Comunicación (T.I.C.) o Nuevas Tecnologías (NN.TT.) ha
supuesto, hoy en día, una nueva revolución, al permitir
un enorme crecimiento, evolución y mejora de los
procesos creativo – musicales.
Las T.I.C. cuentan, entre otras, con las siguientes
utilidades en su aplicación musical, permiten:
- Editar partituras.
- Realizar grabaciones.
- Ralentizar una interpretación para ajustarla a las
necesidades de cada momento.
- Sustentar interacciones multimedia de imagen,
audición, vídeo, animación, texto, etc.
- Introducir instrumentos.
- Espaciar el tiempo de interpretación con el de
generación del sonido.
- Estudiar, con acompañamiento musical, sin
necesidad de intérpretes.
- Emplear correctores técnicos a tiempo real o
diferido.
Todas las ventajas que proporcionan las NN.TT. influyen
de manera positiva en el proceso de enseñanza
aprendizaje:
o Permiten aunar en poco espacio música,
imagen y movimiento.
o Facilitan el trabajo del profesor.
o Permiten desarrollar habilidades y
aptitudes para enfrentarse a la actual
sociedad, tan fuertemente mediatizada
por la tecnología.
o Facilitan y motivan para el conocimiento
y estudio de los instrumentos de la
orquesta sinfónica.
o Sirven para incentivar e ilusionar a los
alumnos con medios que encuentran
motivantes y cercanos a su experiencia
cotidiana.
o Facilitan y acercan el estudio de la música
a todo aquel que cuente con Internet,
gracias a propuestas de aprendizaje
musical en línea.
o Permiten la convergencia de educación,
cultura, imagen y sonido, fomentando la
creatividad.
o Sirven de punto de partida para
actividades de expresión vocal e
instrumental.
o Favorecen el correcto aprendizaje de las
destrezas.
o Facilitan el acercamiento y consumo
musical.
Estas posibilidades, sin embargo, no se ven
correspondidas con una habitual aplicación por parte de
los docentes. Los motivos, seguramente, los encontramos
en sus inconvenientes, así:
§ El coste previo de los materiales
que, en el caso de la enseñanza a
distancia, supone un ordenador por
alumno.
§ La inversión en aprendizajes y
manejo de programas que el
profesor debe realizar a costa de su
tiempo libre.
§ La necesidad de valorar las T.I.C.
como un medio y no como un fin en
sí mismas, sopesando si su empleo
supone una ventaja o no para
mejorar la práctica de enseñanza y
el aprendizaje de los alumnos.
§ La tendencia habitual a emplear las
NN.TT. en la educación musical
como algo incompatible con las
formas tradicionales de enseñanza,
cuando lo más fructífero sería
emplearlas combinadas.
§ La necesidad de motivar al
profesorado para que se acerque a
las NN.TT. desde el impacto social
que están teniendo, pues sólo así
podrán descubrir que facilitan la
práctica pedagógica y podrán
sentirse realmente interesados.
Pero, no hay duda de que las Tecnologías de la
Información y la Comunicación están ahí, y de que, a
corto plazo, su uso se va a generalizar entre los docentes
en sus intervenciones educativas, si bien ya se utilizan en
numerosos colegios, institutos, conservatorios y
universidades.
No obstante, como ya he referido anteriormente, no quiero
que se extraiga de mis palabras la defensa a ultranza de las
Nuevas Tecnologías. Su uso se está imponiendo y, de
echo, el que no se ponga al día, corre el riesgo de quedar
anclado en el pasado; época que, por otra parte, supuso el
empleo de técnicas, materiales y medios que en ningún
caso creo que deban despreciarse, bien al contrario,
considero que su empleo debe ser, cuando menos, paralelo
al del uso de los nuevos medios informáticos, valorando
siempre su uso en función del tiempo que requiere su
realización en relación al de aplicación, las características
de los alumnos, las circunstancias y posibilidades del aula,
la mejor exposición del tema, etc.
Así, se pueden emplear medios informáticos y no
informáticos, como por ejemplo: la radio o reproductores,
para analizar una obra; los acetatos, para crear o modificar
sobre la marcha el elemento a trabajar; las diapositivas,
para analizar la disposición de los componentes de una
orquesta; la televisión, para analizar cómo influye en un
anuncio publicitario la música; los diaporamas,
combinando algunos de los anteriores; los periódicos, para
localizar una información que posteriormente se va a
comentar, etc.
Unos y otros tienen múltiples posibilidades educativas,
culturales, de expresión, de desarrollo de la creatividad y
de motivación que los profesores debemos valorar
adecuadamente y estar preparados para utilizar llegado el
momento.
Bibliografía:
- Gertrudix, M. (2003): Música y narración en los
medios audiovisuales. Ed. Laberinto.
- Parcerisa, A. (1996): Materiales Curriculares:
Cómo elaborarlos, seleccionarlos y usarlos.
Graó. Barcelona.
- Schaeffer, P. (1988): Tratado de los objetos
musicales. Alianza Música. Madrid.