En 1513, Diego Velázquez de Cuéllar fue enviado por los reyes de España como
adelantado de la Corte para las nuevas posesiones del reino. Fue nombrado
gobernador de Cuba, con la facultad de fundar villas y efectuar repartimientos de
indios, entre otras.
Ya Velázquez había fundado la primera villa en territorio cubano, Nuestra Señora
de la Asunción de Baracoa en 1511. En 1513 fundó San Salvador de Bayamo, así
preparó la fase siguiente de la conquista, la exploración del resto de la isla, paso
previo a la creación de nuevas villas. En enero de 1514 se fundó La Trinidad. El 2
de febrero de 1514 se fundó la única villa de la costa norte (que sería trasladada al
interior), Santa María del Puerto del Príncipe (actual Camagüey). Entre abril y
mayo de 1514 se fundaron San Cristóbal de La Habana y Sancti Spíritus. El 24 de
junio de 1514 se funda San Juan de los Remedios. Por último, en agosto de 1515,
quedó establecida Santiago de Cuba.
Estas villas constituían la base legal, organizativa y política en cada región lo cual
se lograba al establecer en cada acto de fundación, la institución del municipio, y
también garantizaban la concentración y permanencia en el territorio de un núcleo
conquistador mediante la vecindad.
La encomienda fue la institución que trazó el rasgo de carácter de la primera
colonia. Esta institución colocaba a los aborígenes cubanos en manos de los
españoles encomenderos, quienes debían cristianizarlos y enseñarles a trabajar.
El 10 de febrero de 1516, por petición de Velázquez, se creó el obispado de Cuba,
cuya sede original estuvo en Baracoa y fue trasladada en 1523 a Santiago de
Cuba. Esta villa sería la primera capital de la Cuba española hasta que la sede del
gobernador fue trasladada definitivamente a San Cristóbal de La Habana, a
mediados del siglo xvi. Por otro lado, la villa de San Cristóbal de La Habana, que
había sido fundada en 1514 en la costa sur del occidente de la isla, fue trasladada
de lugar en, al menos, dos ocasiones hasta que, el 16 de noviembre de 1519,
quedó finalmente emplazada en su actual ubicación. Esta última fecha se
considera como la fundación definitiva de la ciudad.
Cuba quedó integrada en el virreinato de Nueva España cuando este se creó en el
año 1535. La isla y sus provincias conformaban la Gobernación de Cuba, que era
una dependencia de la Capitanía General de Santo Domingo. Posteriormente
recibió mayor autonomía desde 1764 como fruto de las reformas borbónicas
llevadas a cabo en el Virreinato de Nueva España por el Conde de Floridablanca.
La Gobernación de Cuba comprendía, además de la isla de Cuba, Jamaica (hasta
1655), la provincia de La Florida (desde 1567) y la Luisiana española (desde
1763). En el 1777 se constituyó la Capitanía General de Cuba como entidad
sucesora de la Gobernación y con mayor autonomía y atribuciones, que incluía los
mencionados territorios.
Óleo del puerto de La Habana (1639).
El sector económico más importante en estos primeros años de la colonia fue la
extracción de oro y otras formas de minería con el empleo de aborígenes
encomendados así como algunos esclavos negros que se integraron desde muy
temprano al conglomerado étnico que, siglos después, constituiría el pueblo
cubano. Una vez agotados los yacimientos de oro, este sector recaería sobre el
cobre de Santiago del Prado.
Ya en 1503, los Reyes Católicos fundaban la Casa de Contratación de Sevilla
destinada a organizar y regular el comercio español con sus nuevos territorios, lo
que despertó los celos de otras potencias europeas.
Castillo del Morro (1589).
A consecuencia de las guerras entre Francia y España, hicieron su presencia en el
Caribe los primeros corsarios franceses, a los que se sumaron después, piratas
ingleses y holandeses. Sin embargo, fueron los franceses los que atacaron la isla,
como Roberto de Baal y Jacques de Sores.
Para repelerlos, la corona puso en marcha dos proyectos, ambos ventajosos para
la nueva capital, La Habana. El primero fue el Sistema de Flotas o Puerto Único,
mediante el cual todas las embarcaciones de las Indias Occidentales
(Hispanoamérica) tenían que partir juntas rumbo a España desde el otrora Puerto
de Carenas (la bahía de La Habana), lo que desarrolló un auge comercial sin
precedentes en la ciudad, con el crecimiento de su población y la diversificación
de su actividad por la creación de nuevos oficios. El segundo plan fue dirigido a
fortificar la ciudad, el cual tuvo como precedente la construcción en 1538 de la
segunda fortaleza de América, la llamada Castillo de la Real Fuerza.
De años posteriores datan las fortificaciones del Morro y la Punta, destinadas a
proteger la bahía. Este desarrollo económico de La Habana contrastaba
sobremanera con la reducida actividad comercial de las poblaciones alejadas, las
cuales iniciaron un comercio de contrabando con los corsarios extranjeros.
Siglo XVIII: la ilustración cubana
En el siglo xviii casi todas las tierras ya estaban repartidas en la isla, en particular
las occidentales y las de las grandes sabanas, pero muchas se mantenían
improductivas y despobladas. La producción de tabaco se incrementó entre 1713 y
1720. Paralelo al proceso tabacalero, se dio el azucarero. Las nuevas fábricas o
trapiches se ubicaron en las proximidades de los centros urbanos. En 1740 se
creó la Real Compañía de Comercio de La Habana, a ella se le otorgó el privilegio
del control y conducción del tabaco, los azúcares y el coambre de Cuba a España,
como parte del control metropolitano.
El desarrollo de las ciudades y villas fue marcadamente desigual. La Habana llegó
a ser a mediados de siglo, la tercera urbe y el primer puerto del Nuevo Mundo con
una activa y bulliciosa vida portuaria y comercial. En 1728 se fundó la Real y
Pontificia Universidad de San Gerónimo de La Habana y el colegio de San José,
que junto a los conventos de Belén y San Francisco, imparten la enseñanza en la
capital y el Seminario de San Basilio el Magno en Santiago de Cuba.
Mapa de las Indias Occidentales, México y América Central, la denominada
"Nueva España" con Cuba en el centro, dibujado por Herman Moll en 1736.
En esta etapa comienzan a observarse las primeras luchas sociales de Cuba
como consecuencia de las medidas monopólicas tomadas por la Corona
acentuados ahora por el "Estanco del Tabaco", que prohibía la venta del producto
a particulares, colocaba un precio arbitrario y establecía las cantidades a comprar.
Los movimientos se concentran en los vegueros y los cobreros, lo que dio lugar a
protestas y sublevaciones, la tercera de las cuales fue reprimida mediante la
ejecución de once vegueros en Santiago de las Vegas, próxima a la capital.
Imposibilitados de vencer al monopolio, los más ricos habaneros decidieron
participar de sus beneficios.
Al estallar la Guerra de los Siete Años, entre Francia e Inglaterra, España entraría
a favor de la primera. Esta contienda sirvió de escenario para que los ingleses
dirigieran la mayor armada que había cruzado el Atlántico bajo la dirección de Sir
Jorge Pockock con el objetivo de tomar La Habana. La ciudad fue defendida de
forma combativa tanto por los criollos, dirigidos por José Antonio Gómez (capitán
de milicia de la cercana villa de Guanabacoa, muerto a consecuencia de los
combates) como por españoles dirigidos por el capitán español don Luis de
Velasco. Sin embargo, el 12 de agosto de 1762 se firmó la capitulación de la
ciudad. Al día siguiente entraban triunfantes las tropas británicas. Esta ocupación
duró once meses.
El 6 de julio de 1763 tomaba posesión del gobierno de Cuba, en nombre del rey de
España, el teniente general Ambrosio de Funes y Villalpando, conde de Ricla. A
cambio de la estratégica posición, se le entregaba a Gran Bretaña la península de
La Florida.
Las prioridades del conde de Ricla y sus sucesores ilustrados estaban dirigidas al
fortalecimiento militar de la isla. Este objetivo debía cumplirse aplicando una nueva
política que se basaba en la necesidad de crear una amplia base económica y
ágiles mecanismos administrativos que le permitieran que el sistema defensivo
fuese lo más autóctono y potente posible.
Castillo de Jagua (1742).
El castillo de Jagua fue erigido por el rey Felipe V de España en 1742 para
proteger la b