El regreso del Amado, parte IV
Apóstol Sergio Enríquez O.
Cuarto servicio devocional
Guatemala, 17 de mayo del Año de la Reconciliación
Continuado con el desarrollo del tema del “El regreso del Amado”, partiremos del siguiente
versículo:
Juan 14:3 LBLA Y si me voy y preparo un lugar para vosotros, vendré otra vez y os tomaré
conmigo; para que donde yo estoy, allí estéis también vosotros.
En este versículo el Señor utiliza los tiempos pasado presente y futuro, y esto nos lleva a que lo
primero que tenemos que entender que cuando el Señor dice: “donde estoy, allí estéis” se
refiere al momento que es antes de la parousía.
Las palabras griegas que hemos estado analizando son:
• 602 Apokalupsis
• 3952 Parousía
• 2015 Epifanía
• 5319 Phaneros
• 5316 Phaino
El tiempo actual entonces es Apokalupsis, el futuro es Parousía y final de la gran tribulación
Epifanía.
Cuando analizamos el Apokalupsis, es necesario que vayamos a los siguientes pasajes:
• 1 Corintios 1:7
• 2 Tesalonicenses 1:7
• 1 Pedro 1:7
• 1 Pedro 1:13
• 1 Pedro 4:13
Sin embargo, cuando entramos en el desarrollo de la palabra griega 3952 Parousía que
corresponde al evento futuro, el cual no se encuentra muy lejano y se puede dar en cualquier
momento, que luego de hacer los cálculos existe la posibilidad de que suceda en el 2021, o
bien puede suceder antes; sin embargo, en apokalupsis se puede aparecer en este preciso
momento.
Hemos analizado y explicado los siguientes pasajes y dijimos que estos siete versículos tienen
que desarrollarse en la parousía:
1) Mateo 24:3
2) Mateo 24:27
3) Mateo 24:37
4) Mateo 24:39
5) 1 Corintios 15:23
6) 1 Tesalonicenses 2:19
7) 1 Tesalonicenses 3:13
En el capítulo 24 del Libro de Mateo, dice que la parousía del Hijo del hombre será como en los
días de Noé, pero no habla de los días de Lot. Cuando se habla de estos dos días juntos es en
el libro de Lucas 17, pero en Mateo solo refiere de los días de Noé porque nos habla de un
justo que salva a su familia y los días de Lot nos habla de un justo que pierde a su familia, así
www.ebenezer.org.gt
El regreso del Amado, parte IV
Apóstol Sergio Enríquez O.
Cuarto servicio devocional
Guatemala, 17 de mayo del Año de la Reconciliación
que no está asociado con la parousía, porque el justo que pierde a su familia será después de
la parousía.
1 Tesalonicenses 4:15 LBLA Por lo cual os decimos esto por la palabra del Señor: que
nosotros los que estemos vivos y que permanezcamos hasta la venida del Señor, no
precederemos a los que durmieron.
En este verso, cuando hace mención de la “venida” se refiere a la parousía no a la epifanía. En
la parousía vienen los santos que el Señor trae, hay otros que son vivientes, otros son
transformados y los muertos son resucitados, que es justamente antes de los 150 días de la
pre-tribulación.
1 Tesalonicenses 5:23 LBLA Y que el mismo Dios de paz os santifique por completo; y que
todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea preservado irreprensible para la venida de
nuestro Señor Jesucristo.
Este versículo es una ministración integral del Dios de Paz, y no solamente la ministración de la
paz de Dios, que es una de las ministraciones que el Señor nos instruyó a dar a los demás y a
donde vayamos. Pero tenemos que distinguir que es diferente la paz de Dios, a la que da el
sacerdote al pueblo en el libro de Números 6:26. Ya que el Dios de Paz, es quien aplastará a
satanás por debajo de vuestros pies, es quien santifica nuestro cuerpo, alma y espíritu y lo
conserva irreprensible para su venida, la cual es una manifestación extraordinaria de nuestros
Señor.
En estos tiempos de aflicción debemos clamar porque la paz de Dios esté con nosotros, sin
embargo, es preciso hacer mención que no hay paz para el impío. Entonces si hay un impío, no
le podemos ministrar paz porque no la recibirá, antes tendrá que arrepentirse y cambiar su
forma de pensar para que la paz pueda llegar hasta él. De esta manera, la paz de Dios precede
al Dios de Paz, es como una anunciación.
Si estamos sintiendo paz en medio de este tiempo tan convulsionado y las situaciones que
acontecen, lo que se nos está anunciando es que viene el Dios de Paz para ministrarnos y
prepararnos para la parousía. Si estamos inquietos por los acontecimientos actuales, debemos
ir delante del Señor y confesarle que no tenemos paz y que necesitamos de su ministración.
2 Tesalonicenses 2:1-2 LBLA Pero con respecto a la venida de nuestro Señor Jesucristo y a
nuestra reunión con El, os rogamos, hermanos, que no seáis sacudidos fácilmente en vuestro
modo de pensar, ni os alarméis, ni por espíritu, ni por palabra, ni por carta como si fuera de
nosotros, en el sentido de que el día del Señor ha llegado.
En este versículo dice: “…con respecto a la parousía de nuestro Señor y a nuestra reunión con
Él…” Esta palabra “reunión” se refiere al término Episunagogue, que significa reunirnos
alrededor de Él, ¿cuándo? En el momento de la parousía, y ¿dónde?, en el cielo. Esto es
interesante porque la palabra Episunagogue solo aparece dos veces en la Biblia, una de ellas
es el versículo anterior, y la otra es un versículo que conocemos que dice: “…no dejando de
congregarnos como algunos tienen por costumbre”. Hebreos 10:25.
De esto podemos decir que los que se reunirán en el cielo con el Señor son los que hicieron su
www.ebenezer.org.gt
El regreso del Amado, parte IV
Apóstol Sergio Enríquez O.
Cuarto servicio devocional
Guatemala, 17 de mayo del Año de la Reconciliación
episunagogue aquí en la tierra. Episunagogue es una palabra compuesta por: Epi y
Sunagogue, que es de donde viene la palabra sinagoga que significa “congregar y reunir”; y el
prefijo Epi significa “ir más allá”; es decir, juntarnos para ir más allá, que como dice el apóstol
Pablo es llegar hasta lo que encontramos dentro de la congregación como la revelación, los
salmos y la interpretación de lenguas como ejemplos a mencionar.
La palabra parousía aparece 24 veces en la Biblia pero 18 veces refiere a la venida del Señor
Jesucristo.
Santiago 5:7 LBLA Por tanto, hermanos, sed pacientes hasta la venida del Señor. Mirad cómo
el labrador espera el fruto precioso de la tierra, siendo paciente en ello hasta que recibe la lluvia
temprana y la tardía.
En este verso, cuando hace mención de la venida del Señor se refiere a la parousía que es el
final de la iglesia aquí en la tierra. Seamos pacientes porque seremos llevados a una nueva
dimensión donde la paciencia y la fe dejarán de ser, por eso dice la Biblia, “ahora permanecen
estas tres cosas, la fe, la esperanza y el amor, pero de estas tres cosas solo el amor
permanecerá”. 1 Corintios 13:13.
Santiago 5:7 LBLA Por tanto, hermanos, sed pacientes hasta la venida del Señor. Mirad
cómo el labrador espera el fruto precioso de la tierra, siendo paciente en ello hasta que recibe
la lluvia temprana y la tardía.
En este versículo habla de la lluvia temprana que servirá para sembrar la preciosa semilla;
luego vendrán las lluvias intermedias, y posteriormente, la lluvia tardía.
Santiago 5:8 LBLA Sed también vosotros pacientes; fortaleced vuestros corazones, porque la
venida del Señor está cerca.
Este pasaje nos llama a ser pacientes y la forma de cómo lo vamos a lograr es fortaleciendo
nuestro corazón, y esto se alcanzará si lo guardamos porque de él mana la vida (Pr. 4:23).
2 Pedro 1:16 LBLA Porque cuando os dimos a conocer el poder y la venida de nuestro Señor
Jesucristo, no seguimos fábulas ingeniosamente inventadas, sino que fuimos testigos oculares
de su majestad.
Para que podamos explicar el poder y la parousía, tenemos que haber sido testigos de alguna
manifestación de su majestad, pero no se trata de un ejercicio mental, ni intelectual o teológico,
sino que tenemos que haber tenido una experiencia y ser testigos del Señor.
El apokalupsis se da desde el año 33 ½ hasta la parousía, donde hubo una manifestación
ocular. El apóstol Pablo nunca anduvo con el Señor Jesucristo en su ministerio, es más, fue
perseguidor de sus discípulos, hasta que Él se le apareció, y lo veía a través de un
apokalupsis. Ahora resulta que para dar a conocer el poder y la parousía, tenemos que haber
sido testigos oculares de su majestad, es decir, a quien Él llamó y se le presentó como al
apóstol Pablo.
1 Juan 2:28 LBLA Y ahora, hijos, permaneced en El, para que cuando se manifieste,
www.ebenezer.org.gt
El regreso del Amado, parte IV
Apóstol Sergio Enríquez O.
Cuarto servicio devocional
Guatemala, 17 de mayo del Año de la Reconciliación
tengamos confianza y no nos apartemos de El avergonzados en su venida.
¿Por qué alguien se tendría que apartar avergonzado durante la parousía del Señor? Porque
con la episunagogue viene el tribunal de Cristo, en otras palabras, con la parousía viene la
episunagogue, con la episunagogue viene el Bimá de Cristo, y en el Bimá muchos se alejarán
avergonzados, porque es un tribunal para galardonar, y de alguna manera aunque sea colateral
trae castigo.
A partir del tribunal de Cristo se llevan al hijo tecnón o más que vencedor, y los demás se
alejan avergonzados, esto se da en la parousía. Los más que vencedores son llevados
después que pasan por el tribunal de Cristo, y los que se alejan avergonzados son regresados
a la tierra, porque el arrebatamiento se da en los cielos no en la tierra, por eso es que la
parousía lo que hace es que se lleva a todos al Bimá de Cristo, y quienes salen bien librados
son llevados hacia arriba y los avergonzados regresan a la tierra, y el dragón es echado a tierra
porque no pudo sostener la batalla con Miguel y sus ángeles, y va detrás de la mujer furioso.
Este verso nos llama a permanecer en el Señor, y una de las formas es a través de la Santa
Cena.
La Parousía del Señor (gran tribulación)
2 Pedro 3:12 RVG Esperando y apresurándoos para la venida del día de Dios, en el cual los
cielos, siendo encendidos, serán deshechos, y los elementos siendo quemados, se fundirán.
La palabra “apresurándoos” que aparece en este pasaje en otras versiones dice “apresurando
el día del Señor”. Nosotros no podemos apresurar la parousía del Señor, pero si nos podemos
apresurar porque la parousía viene ya, debido a que el tiempo se ha terminado.
www.ebenezer.org.gt