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(2, her 4S AV of
Madre, peregrina y misionera,
esperanza de los nicaragtienses.
d
2020-2021
“Maria, reina en
nuestra patria,
reina de la Paz™CATEQUESIS
JUBILEO MARIANO
2020Presentacién
NICARAGUA! — Catequesis para la Misién Fatima-Nicaragua
Un saludo de paz y bien en nuestro Sefior Jesuctisto a todos los agentes de pas-
toral, sacerdotes, religiosas, laicos comprametidos en la provincia eclesiastica
de Nicaragua.
Ennombre de la Conferencia Episcopal de Nicaragua come delegado de la Mision
Fatima y con la colaboracidn de la comisi6n de catequesis, les presentamos es-
tos siete temas de catequesis 1, Fatima un don de Dios para la Iglesia y el mundo.
2. Maria en {a religiosidad popular 3. Maria creyente y colaboradora de Cristo 4.
Maria estrella de la Evangelizacién 5. Maria, mujer eucaristica 6. Los dolores
de la Virgen Maria 7. Los dogmas marianos que se deben impartir en
preparacién a la visita de la imagen de la virgen de Fatima que tiene como lema
“Maria Reina de nuestra patria: Reina de la Paz*
Debemos tomar en cuenta que el objetivo de la Misién Fatima es generar un pro-
ceso de evangelizacién y misin, desde la fe en Cristo y en el amor ala Santisima
Virgen Maria que promuevan y protejan el don de la vida y la convivencia entre
hermanos de un solo pueblo, en una cultura de esperanza y caridad como aporte
de una iglesia que debe ser casa y escuela de formacién para superar la realidad
social marcada por la divisién, el dolor y la desconfianza que esta jubileo mariano
‘sea un tiempo de reflexi6n y de compromiso cristiano, abandonando las actitudes
de pecado, individualismo, violencia, divisiones, autoritarismo, indiferencia para
promover una persona nueva en la familia, en la sociedad basada en los valores
humans y cristianos hacia el bien de todos los nicaragienses.
Debe ser nuestro compromise que la Misién Fatima en Nicaragua tenga un am-
biente como fruto un proceso de evangelizacién y misién permanente, que debe
de continuar en los barrios y las comunidades rurales u otros espacios.
Las catequesis deben de iniciarse unos dias antes de la llegada de la imagen ala
Parroquia, como también durante el tiempo que este en el templo, Recibamos la
Misién Fatima como un jubileo mariano con ardor, fervor y compromiso cristiano
durante los afios 2020-2021 Aprovechemos estas catequesis para gustar y vivir
profundamente la presencia de fa imagen peregrina de la Vir
nuestrag parroquias.
S.E.R. Mons. Carlos Enrique
Obispo de Jinotega
wee cal Nort. 1. al Este Apdo 247 * Managua, Nicaragua. A. * Tel: (S08) 22664202 /
22EBOIES / 2268-0583 / Fax: (S05) 22668069 * Emal cenfcablenetcomni* wan cernicaageaog
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JUBILEO MARIANO - CATEQUESIS
ILE MARIANO = CATEQUESIS
INTRODUCCION
La visita de Maria a la casa de Isabel provoce alegria, gozo y felicidad, el
Niflo salto de gozo en el seno de Isabel y la recibe con alegria ala madre del
Salvador“ quién soy yo para que venga la madre de Mi Sefior a visitarme? Le
1, 29-45. Asi como Isabel se llend de dicha y bendiciones, nuestra provincia
eclesidstica de Nicaragua se regocija por la visita de la sagrada Imagen de
Nuestra sefiora de Fatima desde Portugal, donde visitara todas las didcesis
de nuestra amada Patria.
Es por ello, que los seiiores obispos de la conferencia episcopal, en un
espiritu misionero han querido que se preparen estas peregrinaciones, con
unas catequesis previas a las visitas a las didcesis y a las parroquias, para
preparar al pueblo santo de Dios, a una verdadera acogida pero con un ver-
dadero sentido evangelizador. No debemos olvidar que Maria es modelo de
ser discipulo, por eso la Iglesia la invoca como estrella de la evangelizacion.
Ponemos ante ustedes siete catequesis de la Santisima virgen Maria, donde
reflexionaremos:
Fatima un Don de Dios para la Iglesia y el mundo
Maria en la religiosidad Popular
Maria creyente y colaboradora de Cristo
Maria Estrella de la evangelizacién
Maria mujer Eucaristica
Catequesis Sobre el Camino y los Dolores de la Virgen Maria. (Via -
Crucis de Maria)
g. Maria y los dogmas Marianos
Esperemos que sean de mucho provecho en sus didcesis y en sus parro-
quias y sobre todo que nuestra madre intercede siempre por nosotros.
A pao gee
——JUBILEO MARIANO - CATEQUESIS
TEMA |: FATIMA UN DON DE DIOS
PARA LA IGLESIA Y EL MUNDO.
|. Fatima y la misién Materna de Maria.
“Maria, hija de Adén, al aceptar el mensaje divino, se convirtid en Madre de
Jestis, y al abrazar de todo corazén y sin entorpecimiento de pecado alguno
Ja voluntad salvifica de Dios, se consagré totalmente como esclava del Sefior
ala persona y a la obra de su Hijo, sirviendo con diligencia al misterio de la
redencién con El y bajo El, con la gracia de Dios omnipatente. Con razén,
pues, piensan los Santos Padres que Maria no fue un instrumento puramente
pasivo en las manos de Dios, sino que cooperd a la salvacién de los hombres
con fe y obediencia libre. Como dice San Ireneo, obedeciendo, se convirtio
en causa de salvacién para si misma y para toda el género humano”. (Lumen
Gentium n.56)
La Madre de Dios tiene un lugar preciso y singular en el plan de salvaci6n; y
como la misién de Maria en la liberacién de los hombres es consecuencia
de su maternidad divina, la misiOn revertira en si misma caracteres mater-
nos. Santa Maria es verdadera Madre de Jestis, perfecto Dios y perfecto
hombre. Ahora bien, dada la indisolubilidad que se da en Cristo entre su ser
y su misién, la maternidad de Santa Maria hace, al mismo tiempo, esencial
referencia a la mision de su Hijo. Ella, por tanto, coopera en la salvacion de
los hombres ejerciendo precisamente su maternidad
Ciertamente afirmamos que hay “un séfo mediador entre Dios y los hombres,
el hombre Cristo Jesus” (Tm 2,5) pero la Iglesia ha entendido que “La misién
Maternal de Maria para con los hombres no oscurece ni disminuye en modo
alguno la mediacién Unica de Cristo, sino que sirve para demostrar su po-
der. Pues todo el influjo salvifico de la Santisima Virgen sobre los hombres
no dimana de una necesidad ineludible, sino del divino beneplacito y de la
superabundancia de los méritos de Cristo; se apoya en la mediacion de éste,
depende totalmente de ella y de la misma saca todo su poder. Y, lejos de
impedir la unién inmediata de los creyentes con Cristo, la fomenta. (Lumen
Gentium n.60)
Desde esta perspecliva podemos entender mejor lo que significa Fatima
y la misin que como Madre de la humanidad ha realizado la Santisima
Virgen y podemos afirmar que lo que ha sucedido en esta humilde aldea es
un don de parte de Dios a la Iglesia y al mundo.
La Virgen en Fatima no nos dice algo nuevo o distinte al evangelio de su
hijo Jesucristo; todo cuanto Dios ha querido revelar o decir alos hombres lo
Leen ee, EEE
6JUBILEO MARIANO - CATEQUESIS
ha dicho por medio de su palabra encarnada como Io afirma el Catecismo
de la Iglesia: “Muchas veces y de muchos modos habié Dios en el pasado a
nuestros padres por media de los profetas; en estos vitimos tiempos nos ha
hablado por su Hija” (Hb 1,1-2). Cristo, el Hijo de Dios hecho hombre, és la
Palabra tinica, perfecta e insuperable de! Padre. En El lo dice todo, no habra
otra palabra mas que esta. (Catecistno de la Iglesia Catélica n, 65)
La Virgen como diligente Madre llena de ternura con sus hijos viene a recor-
darnos tado lo que su hijo nos ha pedido en el evangelio, quiere ayudarnos
a vivir mas intimamente unidos a Dios y recordarnos que dando la espalda
a Dios lo Unico que nos espera es la destruecidn y el caos.
Il. Un mundo necesitado de Dios.
(Contexto de las apariciones)
El suceso de mayor trascendencia, destinado a condicionar decisivamente
fa historia del mundo-en el siglo XX, fue la revalucién rusa de 1917. Termi-
nados los afios de guerea civil con la victoria bolchevique, Rusia irrumpia
en el escenario mundial como el primer estado marxista de la historia, ofi-
cialmente ateo, doctrinalmente anticristiano y fundado en una concepcian
materialista del hombre y de la vida.
EI siglo XX vio los dos conflictos bélicos mas grandes que han acontecido
en la historia de la humanidad, dos guerras mundiales que han dejado mi-
llones de muertos; e! comunismo que triunfé y cayd, pero sdlo después de
haber hundido en la miseria a paises enteros. El comunismo es totalmente
opuesto al cristianismo, El papa Pio XI lo calificd como fa gran herejia de
todos los tiempos, una absoluta negacién de la ley de Dios. Cada uno de
los diez mandamientos tiene su contrario en un sistema cuyos seguidores
lo consideran como la esperanza de la humanidad. San Juan Pablo li, en
su libro “Cruzando ef umbral de fa esperanza”, expone que en la actualidad
existe una guerra entre los partidarios del Evangelio y sus opositores para
ganarse el alma del mundo. Estos ditimos, seglin San Juan Pablo Il, tienen
‘$US propios recursos y programas y se oponen al Evangelio con gran deter-
minacion.
Fue en este cantexto marcado por el caos y la violencia en que la Santisima
Virgen se aparecio y sefialo la gravisima crisis moral que afecta especial-
mente al Occidente; anuncié los castigas, que ya fueron las dos Guerras:
Mundiales; indicé el remedio para evitar una mayor catastrofe que amenaza
al mundo, y dio un mensaje de esperanzaJUBILEO MARIANO - CATEQUESIS
Ill. Nifios en el seno de una familia cristiana,
Ilamados por Dios a una misi6n.
Ato largo de la historia de la salvacién siempre Dios ha mostrado predilec-
cidn por los ‘pequefios”, los humildes “Dispersé a los soberbios y enaltecio
a fos humildes” (Le 1,51-52) La vida de Lucia, de Francisco y de Jacinta,
pequefios pastores de Fétima, es una historia de gracia y misericordia.
En estos nifios vemos actuar la misma fuerza paraddjica que sella toda
Ia historia de la salvacién: la desproporcién infinita entre ta historia de los
soberbios y de los poderasos, con sus esquemas, estrategias y conflictos, y
la historia de los humildes que, en la verdad de su existencia, son invitados
por Dios a ser fermento de transformacién de la humanidad.
Nacidos en Aljustrel, pequefio lugar de la Parroquia de Fatima, al inicio del
siglo XX, fos hermanos Francisco y Jacinta y su prima Lucia crecen en un
ambiente familiar modesto, en una tierra salvaje, wanquila y aislada. No
sabian leer ni escribir, y poco sabian de geografia, de historia y del pensa-
miento del mundo que se encontraba mas alla de su sierra. Recibieron una
educacion cristiana muy simple, como era de esperar en el ambiente serrano
en el que vivian. La madre de Lucia introdujo a su hija y a sus sobrinos en
la catequesis, y es la propia Lucia quien, un poco mayor que los primos, les
contara las historias biblicas y ensefiara las oraciones que aprendiera con
su madre. Con todo, a pesar de la simplicidad de su iniciacién cristiana, los
padres no dejaron de ofrecerles un ejemplo de vida de fe comprometida
la participacién dominical en la Eucaristia, la oracién en familia, ta verdad
y el respeto por todos, la caridad para con los pobres y los necesitados. A
estos nifios pastores, de vidas sencillas podemos aplicar lo que nos dice el
evangelio pues en el seno de sus familias fueron “Creciendo en sabiduria,
estatura y gracia delante de Dios y de los hombres”. (ic 2,52)
Acomo era costumbre y segtin su edad se les asigno una tarea dentro del
hogar, a los siete afios Lucia comenz6 a pastorear el rebafto de la familia.
Algiin tiempo después, son los primos los que piden acompafiarla, quar-
dando también el rebafio de sus padres, Los tres pasaban gran parte de su
tiempo en la sierra con las ovejas, distraidos en la alegria de su infancia.
Vivian con intensidad, como sdlo los nifios saben hacer. Sus padres les
habian recomendado que hicieran el rosario después de la merienda, lo
que ellos no dejaban de hacer. Como videntes de la misericordia de Dios,
los pastorcites ensefiaran el mensaje que acogieron a través de sus vidas
sencillas, Son constituidos testimonios de la presencia del amor de Dios (1
Jn 48)JUBILEO MARIANO - CATEQUESIS
IV. El mensaje de Fatima.
Las apariciones y el mensaje de Fatima son uno de los pocos eventos
sobrenaturales que la Iglesia ha reconocido: la Santisima Virgen Maria se
aparecié sels veces a tres pastorcitos, Lucia, Jacinta y Francisco, les dio un
mensaje pidiendo la conversién de los hombres y oraciones por las almas
de los pecadores, que incluyé una visién del infierno. Les anuncid también
el final del primer conflicto mundial, la Il Guerra mundial, la difusién de
los errores de Rusia soviética por e! mundo, su conversién y el triunfo del
Inmaculado Coraz6n de Maria.
E113 de mayo de 1917 aparece por primera vez la Santisima Virgen a los tres
Pastorcitos “Felfces fos puros de coraz6n porque verdn a Dios” (Mt 5,8) Era
una tranquila y luminosa majiana de domingo, éste fue el momento elegido
por Dios, para transmitir al mundo, por medio de !a Santisima Virgen Maria,
a tres humildes pastorcitos, un mensaje de gran trascendencia que “sigue
fesonando con toda su fuerza profética’, en el decir de San Juan Pablo Ii,
invitando a la oraciGn, a la conversion y “reparacién de sus propios pecados
y los de todo el mundo” (12-5-1997).
éQueréis ofreceros a Dios? Con esta osadia la Sefiora més brillante que
el sol irrumpe en la vida de los tres nifios en Cova de Iria y durante seis:
meses, cada dia 13, la Virgen Maria vendra a renovar esta invitacion, por
la cual los tres nifios se hardn testigas humildes del coraz6n de Dios, en la
complejidad de un mundo sufrido y dividide por la guerra y el odio.
Aquel dia sobre una encina, se les aparece la Madre de Dios: “era. una sefiora
toda vestida de blanco, més brillante que el sol”, en palabras de Lucia. Su
semblante, era de una belleza indescriptible, no era ni triste ni alegre, sino
serio, tal vez con un aire de suave censura: “Vengo a pediras que volvdis aqui
durante seis meses seguidos, fos dias 13, a ia misma hora’. Después les dijo:
"rezad el rosario todas los dias, para alcanzar fa paz en el mundo y ef fin de la
guerra”. En julio, la tercera aparicién, les dice: “La guerra va a terminar. Pero,
sino dejan de ofender a Dios, en el reinado de Pio XI comenzard otra peor.
Cuando vedis una noche iluminada por una luz desconocida, sabed que es la
gran sefial que Dios os da de que va a castigar af mundo por sus crimenes,
par medio de a guerra, del hambre y de persecuciones a la iglesia y al Santo
Padre*. La impiedad avanzaba dominando la tierra; en 1939 comenzaba la
Segunda Guerra Mundial
La Santisima Virgen viene a recordarnos que el corazon de Dios no es
indiferente a la historia humana, que el pecado es indiferencia para con el
coraz6n de Dios, que el corazon de Dios es misericordioso, Dios siempre
busea al hombre que yace enredado en sus dramas; y que los que acogen
——
aJUBILEO MARIANO - CATEQUESIS:
la luz del coraz6n de Dios son invitados a asociarse, por la oracién y por el
sacrificio, a su cuidade por la humanidad.
El Mensaje de la Virgen invita en palabras del obispo de Leiria - Fatima don
Antonio Marto - “a toda /a Iglesia y al mundo a un serio examen de conscien-
cia’, sefialando que “después de fas Escrituras, es la denuncia mas fuerte e
impresionante del pecado del mundo” (5-2-2016).
Las ‘Apariciones y signos sobrenaturales salpican Ja historia, entran en el
vive de los acontecimientos humanos y acompafian ef camino del mundo,
sorprendiendo a creyentes y no creyentes. Estas manifestaciones, que no
pueden contradecir el contenido de la fe, deben confluir hacia ef objeto
central de! anuncio de Cristo: el amor de! Padre que suscita en los hombres
fa conversi6n y dala gracia para abandonarse a EI con devocién filial. Este es
también el mensaje de Fatima que, con un angustioso ilamamiento a la con-
versién y a la penitencia, impulsa en realidad hacia el coraz6n del Evangelio”.
(Cardenal Joseph Ratzinger)
La visién de Fatima tiene que ver sobre todo con la lucha de los sistemas
ateos contra la Iglesia y los cristianos, y describe el inmenso sufrimiento de
los testigos de la fe del ultimo siglo del segundo milenio. Es un interminable
Via Crucis dirigido por los Papas del Siglo XX. (Cardenal Angelo Sodano
13-05-2000)
V. Reto Actual.
El mensaje de Fatima fue confirmado por los acontecimientos anunciados
que paulatinamente se desarrollaron en el mundo. Las palabras de la Virgen
no son cosa del pasado porque su mensaje no es distinto al que Jess nos
ha dado en el evangelio; antes bien la Sefiora ha querido recordarnos la
urgencia de la llamada de su hijo Jesueristo a la conversién. “Convertios
porque ef Reino de los cielos ha llegado" (Mt 4. 17)
El remedio que nos propone la Virgen: una conversi6n por medio de la ora-
ci6n, la expiacion y el sacrificio. Si no renunciamos al camino del pecado,
del odio, de la venganza, de la injusticia violando los derechos de la persona
humana, de inmoralidad y de violencia sequiremos autodestruyéndonos, no
digamos que de este modo es Dios que nos castiga; al contrario, somos
nosotros mismos que preparamos nuestro castigo. Dios nos advierte con
premura y nos llama al buen camino, respetando la libertad que nos ha
dado; por eso somos responsables de la construccién de una sociedad
auténticamente humana.
Consagrarnos al Inmaculado Corazén de Maria no es otra cosa que tomar
como modelo y procurar imitar a aquella que ha amado perfectamente a
=10-JUBILEO MARIANO - CATEQUESIS:
a ECMARIANO ~ CATEQUESIS.
Dios y a los hombres, esforzamos por ser como ella cooperadores activos
en edificacién de un mundo més justo y menos egoista, es ser portadores
del amor misericordioso de Dios que se ofrece a todos sin distincién alguna.
Por ello, aqui presentamos 7 cosas que todo catdlico debe saber sobre
estas apariciones y que no podemos olvidar:
A. La Virgen se aparecié 6 veces en Fatima
Aunque se suele hablar de la “aparicién” de la Virgen de Fatima, en realidad
fueron seis las veces en que Maria se aparecié a los tres pastorcitos en
1917,
Lucia y sus primos Francisco y Jacinta Marto vivian ene! pueblo de Aljustrel,
en Fatima, y trabajaban como pastores de los rebafios de sus familias. El 13
de mayo de 1917 los tres nifios vieron una aparicion de la Virgen Maria que
les dijo, entre otras cosas, que regresaria durante los proximos seis meses
todos los dias 13. la misma hora.
Maria también revel a los nifios, en la segunda aparici6n, que Francisco y
Jacinta moririan pronto y que Lucia sobreviviria para dar testimonio de las
apariciones.
En la tercera aparicién de la Virgen, el 13 de julio, a Lucia se le revela el
secreto de Fétima. Segin los informes, se puso palida y grité de miedo
Namando a fa Virgen por su nombre. Hubo un trueno y Ia vision termind.
El.dia 13 de agosto, en que debja darse la cuarta aparicién, los nifios no lle-
garon a Cova da Iria pues fueron retenidos por el administrador de Ourém.
Asi, el encuentro con fa Virgen ocurrié el 19 de agosto en un lugar llamado
Valinhos.
Los nifios volvieron a ver ala Virgen el 13 de septiembre en Cova da Iria.
En la sexta y ultima aparicién, el 13 de octubre, ante miles de peregrinos
que llegaron a Fatima, se produjo el denominado "Milagro del sol’, en el
que luego de la aparicién de la Virgen a los pastorcitos, se pudo ver al sol
temblar en una especie de “danza”, segin los testimonios.
B. Francisco y Jacinta murieron pronto,
y Lueia se hizo religiosa
Una pandemia de gripe espafiola barrid Europa en 1918 y maté a cerca de
20 millones de personas. Francisco y Jacinta contrajeron la enfermedad
ese afio y fallecieron en 1919 y 1920, respectivamente. Por su parte, Lucia
entré en el convento de las Hermanas Daroteas.JUBILEO MARIANO - CATEQUESIS
El 13 de junio de 1929, en Ia capilla del convento en Tuy (Espafia), Lucia
tuvo otra experiencia mistica en la que vio a la Santisima Trinidad yala
Virgen Maria. Esta ultima les dijo: "Ha llegado ef momenta en que Dios le
pide al Santo Padre, en unién con todos los obispos del mundo, hacer la
consagracién de Rusia a mi Inmaculado Corazén, prometiendo salvarla por
este medio" (S. Zimdars-Schwartz, Encuentro con Maria, 197),
El 13 de octubre de 1930, el Obispo de Leiria (ahora Leiria-Fatima) proclamé
las apariciones de Fatima como auténticas.
C. Sor Lucia escribié el secreto de Fatima 18
afios después de las apariciones
Entre 1935 y 1941, bajo las érdenes de sus superiores, Sor Lucfa escribié
cuatro memorias de los acontecimientos de Fatima.
En la tercera memoria -publicada en 1941- escribié las dos frimeras partes
del secreto y explicé que habia una tercera parte que el cielo atin no le
permitia revelar.
En la cuarta memoria afiadié una frase al final de la segunda parte del
Secreto: “En Portugal, se conservard siempre ef dogma de la fe, etc".
Esta frase fue la base de mucha especulacién. Se dijo que la tercera parte
del secreto se referia a una gran apostasia.
Tras la publicacién de la tercera y cuarta memoria, el mundo puso atencién
en el secreto de Fatima y las tres partes del mensaje, incluyendo la peticion
de la Virgen para que Rusia se consagre a su Inmaculado Corazén a través
del Papa y los obispos del mundo.
El 31 de octubre de 1942 Pio XII consagré no solo Rusia, sino a todo el
mundo al Inmaculado Corazén de Maria. Lo que falté, sin embargo, fue la
Participacién de los obispos del mundo.
En 1943, el Obispo de Leiria ordené a Sor Lucia poner el tercer secreto de
Fatima por escrito, pero ella no se sentia en libertad de hacerlo hasta 1944,
El texto fue guardado en un sobre lacrado en el que Sor Lucia eseribid que
no debia abrirse hasta 1960.
D. La tercera parte del secreto de Fatima
fue leida por varios Papas
EI secreto se mantuvo con el Obispo de Leiria hasta 1957, cuando fue
solicitado (junto con copias de otros escritos de la Hermana Lucia) por la
Congregacién para la Doctrina de la Fe. Seguin el Cardenal Tarcisio Bertone,
el secreto fue leido por Juan XXIII y Pablo WI.
=e ee a —
“125JUBILEO MARIANO - CATEQUESIS:
“Juan Pablo Hl, por su parte, pidid el sobre que contiene la tercera parte del
‘secreto' tras el intento dz asesinato que sufrid el 13 de mayo 1981".
Después de leer el secteto, el Santo Padre se dio cuenta de la conexién
entre el intento de asesinato y Fatima: “Fue fa mano de una madre que guid
la trayectoria de la bala’, detallé. San Juan Pablo II decidié que se hiciera
piblico en el aio 2000.
E. Las claves del secreto: arrepentimiento y conversion
El entonces Cardenal Joseph Ratzinger (Benedicto XVI), Prefecto de la
Congregacién para la Doctrina de la Fe, sefialé que la clave de la aparicion
de Fatima es su llamado al arrepentimiento y a la conversién. (Comentario
Teolégico)
Las tres partes del secreto sirven para motivar al individuo al arrepentimien-
toy lo hacen de una manera contundente.
F. La primera parte del secreto es una visién del infierno
La primera parte del secreto -la visién del infierno- es para muchos la mas
importante, porque revela a las personas lo que les espera después de la
muerte si no se arrepienten de sus pecados y no se convierten.
G. La segunda parte del secreto es sobre la
devocién al Inmaculado Coraz6n
En la segunda parte Maria dice:
“Has vista el infierno donde van Jas almas de los pobres pecadores. Para
salvarlas, Dios quiere establecer en el munda [a devocién a mi Inmaculado
Corazén".
Después de explicar la visién del infierno, Maria hablé de una guerra que
“iniciaré durante el pontificado de Pio XI.”
Esta fue la Segunda Guerra Mundial, ocasionada, segiin las consideraciones
de Sor Lucia, por la anexion de Austria a Alemania durante el pontificado de
Pio XI (J. de Marchi, Temoignages sur les apparitions de Fatima, 346).
Que este gran don Fatima sea para nosotres descubrir a este Dios misericor-
dioso que a través de la Madre nos llama a la conversién y a consagrarnos
al corazén de Maria para que vivimos como verdaderos hijos de Dios.
El mensaje de la Virgen es hoy un mensaje de esperanza: “Al fin mi inma-
culado Coraz6n triunfard” esto significa que al final sera Dios quien triunfe,
serd el bien el que reinara sobre la humanidad, aunque en este momento no
—_——
-13-JUBILEO MARIANO - CATEQUESIS:
seamos capaces de ver realizada esta promesa hemos de esperar confia-
dos en Dios y comprometidos en la edificacién de una sociedad yun mundo
Més justo, mas humano donde se manifieste la belleza del amor de Dios.
“Enjugard las lagrimas de sus ojos, y no habra ya muerte ni tlanto, ni gritos ni
fatigas, porque el mundo viejo habré pasado, Voy a hacer nuevas todas las
cosas” (Ap 21. 4,5)
La llamada de la Virgen a la conversién y a la penitencia, pronunciada al
inicio del siglo XX, conserva todavia hoy una estimulante actualidad. «La
Sefiora del mensaje parecfa leer con una perspicacia especial los signos de
los tiempos, fos signos de nuestro tiempo... La invitacion insistente de Maria
santisima a fa penitencia es fa manifestacién de su solicitud materna por
el destino de fa familia humana, necesitada de conversion y pesdén» (Juan
Pablo Il, Mensaje para la Jomada Mundial del Enfermo 1997)
Que podamos también hoy nosotros encarnar en nuestra vida el Evangelio
de Nuestro Sefior para que asi llenemos de la luz de su amor nuestros
ambientes tan necesitados de este don
Elaborada por: Padre Miguel TorufioJUBILEO MARIANO - CATEQUESIS
TEMA Ii: MARIA EN LA
RELIGIOSIDAD POPULAR.
Nocidn: segun el Papa San Juan Pablo Il, la religiosidad popular “Consti-
tuye una expresion de la fe que se vale de los elementos culturales de un
determinado ambiente, interpretando la sensibilidad de los participantes de
manera eficaz (Mensaje del Papa Juan Pablo li) a la Asamblea Plenaria de
la Congregacién para el culto Divine y la disciplina para los sacramentos 21
de septiembre 2001).
Esta realidad adopta diversos nombres: religion del pueblo, piedad popular
9 catolicismo popular (Puebla 444).
{Qué es la religién de! pueblo? {Qué se entiende por religiosidad popular?
a) Es expresién de la fe catdlica
b) Es unconjunto de profundas creencias selladas por Dios, de las actitu-
des basicas que de esas convicciones derivan y las expresiones que las
manifiestan (Puebla 444 y 911, Santo Domingo 36)
c) Es un acervo de valores que responden con sabiduria cristiana a los
grandes interrogantes de la existencia (puebla 448)
Caracteristicas
v Las manifestaciones de piedad popular son muy diversas, de cardcter
comunitario é individual; entre ellas se encuentra: el culto a Cristo pa-
ciente y muerto, la devocién al Sagrado Corazén, diversas devociones.
a la Santisima Virgen Maria, el culto a los Santos y 2 los difuntos, las
procesiones, los novenarios, las fiestas patronales, las peregrinaciones
a santuarios, los sacramentales, las promesas, etc, (Puebla 912)
¥ Tiene capacidad de congregar multitudes, por eso en el dmbito de la
piedad populat, la Iglesia cumple con su imperative de universalidad.
(Puebla 449, Cf. Evangelii Nuntiandi 48)
¥ Esta religidn del pueblo es vivida frecuentemente los "pobres y senci-
Hos" (evangelii Nuntiandi 48) pero abarca todos los sectores sociales
y es a veces tinos de los pocos vinculos que redinen a los hombres en
nuestras naciones politicamente divididas (Puebla 447)
Religiosidad Popular y piedad popular.
El directorio sobre la piedad y {a liturgia (9-10) hace una distincién entre
religiosidad popular y piedad popular.JUBILEO MARIANO - CATEQUESIS:
En efecto, sequin el directorio la religio: in,
necesariamente, con la revelacién cristiana (catdlica), se refiere mas bien a
josa presente en cada hombre y cultura.
Religiosidad popular.
Lareligiosidad del popular", se refiere a una experiencia universal en el co-
taz6n de toda persona, como en la cultura de todo pueblo y en sus manifes-
taciones colectivas, esta siempre presente una dimensién religiosa. Todo
pueblo tiende a expresar su visi6n total de la trascendencia y su concepcién
de la naturaleza, de la sociedad, y de la historia a través de mediaciones
culturales, de gran significado humano y espiritual.
La religiosidad popular no tiene relacion con la revelaci6n cristiana. Pero en
muchas regiones, expresandose en la sociedad Ilena de diversos elementos
cristianos viene llamado un “catolicismo popular® que coexisten arménica-
mente elementos de sentido religiosos de la vida, de la cultura propia del
pueblo de la revelacidn cristiana.
Piedad popular.
Es mas especificamente cristiana como puede verse en el directorio y en
Verbum Domini de Benedicto XV
La piedad popular, considerada como un “verdadero tesoro del pueblo de
Dios", manifiesta una sed de Dios que solo los sencillos y los pobres pueden
conocer; vuelve capaces de generosidad y de sacrificio hasta el heroismo,
cuando se trata de manifestar la fe; comparte un sentimiento vivo de los
atributos de Dios: la paternidad, la providencia, la presencia amorosa y
constante, genera aptitudes interiores, solamente observados en otros lu-
gares en el mismo grado: paciencia, sentido de la cruz en la vida cotidiana,
desprendimiento, apertura a los demas, devocidn.
Una caracteristica de América es la existencia de una “piedad popular”
enraizada en diversos lugares. Estd presente en todos los niveles y sectores
sociales revirtiendo una especial importancia como lugar de encuentro
con Cristo para todos aquellos que con espiritu de pobreza y humildad de
coraz6n buscan a Dios (Mt. 11, 25). Las experiencias de esta piedad son nu-
merosas “las peregrinaciones a los santuarios de Cristo, de Virgen Maria, de
los Santos; la oracién por las almas del purgatorio, el uso de sacramentales:
“agua bendita, candelas, rosarios, crucifijos, medallas, escapularios”. Estos
y tantas otras cosas como expresiones de “fe popular” ofrecen oportunida-
des para que los fieles encuentran a un Cristo vivo (Verbum Domini 16)JUBILEO MARIANO - CATEQUESIS
Necesidad de Purificacién.
Ante los signos de desgastes y deformacién de la religiosidad popular esta
la “necesidad que debe ser evangelizada” de nuevo, de tal manera que el “ca-
tolicismo popular" sea asumido, purificado, completado, (Puebla 457). Debe
ser reinterpretada, para ello se requiere conocer los simbolos, el lenguaje
silencioso, con el fin de lograr un dialogo vital, comunicar la buena Nueva
con una renovacidn catequista (Puebla 457)
Es bueno recordar las palabras del Papa Juan Pablo li, que afirma que la ‘re-
ligiosidad popular” convenientemente evangeliza y gozosamente celebrada,
orientada en torno a los misterios de Cristo y de la Virgen Maria, puede ser,
Por sus raices eminentemente catdlica, un antidote contra los rectos y una
Qarantia de fidelidad al mensaje de la salvacién.
(Discurso de Juan Pablo II y la IV Conferencia general del Episcopado
Latinoamericano, 12)
Evangelizar la piedad popular. .
El magisterio eclesiastico dice que se debe “evangelizar’ |a “piedad popular”,
ponerla en contacto con la palabra del Evangelio para que sea fecunda. Esto
la ‘iberara* progresivamente de sus defectos; purificandola la consolidard,
haciendo que lo ambiguo se aclare en fo que se refiere a los contenidos de
fe, esperanza y caridad".
En esta labor de “evangelizacién” de la piedad popular, en el sentido pastoral
invita a actuar con una paciencia grande y con prudente tolerancia, inspiran-
dose en la metodologia que ha empleado [a Iglesia a lo largo de fa historia
para hacer frente a los problemas de enculturaci6n de la fe cristiana y de
la liturgia, o de cuestiones sobre las devociones populares (directorio de
piedad y liturgia 66)
Evangelizar a través de la religiosidad popular.
“conociendo mejor cada una de las formas de expresar la fe podemos apro-
vecharlas debidamente para evangelizar- catequizar a nuestros hermanos
bautizados que viven un “catolicismo debilitado” (puebla 461-467) y Hevarlos
a una adhesién persona a Jesucristo y a /a Iglesia”, siguiendo las normas
de la Iglesia contenidos en la Evangelii Nuntiandi (48), y Puebla (444-469)
tenemos que hacer un gran esfuerzo por evangelizar mediante la religiosi-
dad popular. Hay que saber aprovechar cualquier fiesta para evangelizar al
pueblo, para que descubra el espiritu cristiano de esa fiesta.
7-JUBILEO MARIANO - CATEQUESIS:
ee eS
Devocién Mariana en la piedad popular.
La comunicacidn ratificada de Dios en Cristo, tal como nos lo presentan las
Sagradas Escrituras y la reflexién tealégica posterior, tiene esencialmente
una dimensién mariana.
a) Ladimensién mariana pertenece a la esencia del cristianismo
b) La auténtica repuesta cristiana a este llamado de Cristo en su Iglesia
incluye necesariamente esta dimensién mariana, cuya vivencia de fese
expresa a través del culto y la devocién.
La intima unién de Maria con el Misterio de Cristo y de la Iglesia es el
fundamento del culto especial y del todo singular con que la Iglesia honra a
Maria. Mas por su intima unién con el Verbo encarnado, con el Padre y con
el Espiritu Santo, contribuye poderosamente al culto de adoracién que se
tinde a la Santisima Trinidad
Por consiguiente:
a) Ha de procurarse que el culto a la Virgen se encuentre inserto en los
tiempos liturgicos del afio, adviento, navidad, cuaresma, pascua.
b) Las fiestas marianas deben ser depuradas de sus exceso: de modo
que aparezcan siempre dentro del misterio sacrificio de Cristo y dela
Iglesia.
La devocién mariana brota de la madurez de la fe cristiana:
Para lograr la vivencia de la devocién mariana se requiere, primeramente,
una evangelizacién cuyo centro es el misterio de Cristo, en el cual Maria
ocupa un puesto particular y singularisimo, como Madre de Dios y Madre
de la Iglesia.
Esto se lograra con una catequesis y catequista bien formados.
La devocién a la persona de Maria, tiene diversas expresiones que deben
ser respetadas como tantas manifestaciones de la multiforme accién del
Espiritu Santo.
Analizando la historia de la Religiosidad
Se constata la presencia de Maria a lo largo de la evoluci6n cristiana, desde
los albores de la evangelizaci6n hasta nuestros dias.
a) Laconservacién de la fe cristiana en nuestro pueblo debe seg uir tenien-
do un apoyo indiscutible en la devocién mariana.
b) Esta devocién debe ser fuerte al servicio del préjimo y en el apostolado,
es decir “fuente de vida cristiana”
a
8-JUBILEO MARIANO - CATEQUESIS:
c) El verdadero devoto de Maria debe imitarla en su actividad apostdlica
de dar a Cristo a los hombres, por eso, la catequesis deber ser tarea
preferencial de los grupos eclesiales.
Teniendo en cuenta la ensefianza de la Iglesia,
En cuanto a la veneracion de las imagenes y que ademas, la cultura moderna
esta influida por los medios de comunicacién social.
Podemos decir:
a) Las imagenes de Nuestra Sefiora son medios efectivos para trasmitir
el mensaje evangélico, pero su calidad debe mejorarse para que sea
expresién de los valores cristianos.
b) Urge dar alos fieles la debida formacién respecto a la veneraci6n de las
imagenes de modo que no se incurra en lamentables deformaciones de
la piedad.
Valor de piedad popular.
EI sentido religioso del pueblo cristiano ha encontrado ‘en todo tiempo
su expresion en formar variados de piedad, que acompaiian la vida de la
Iglesia, uno son la veneracién de los religiosos, la visitas a los santuarios,
las peregrinaciones, las procesiones, el via erucis, el rosario, las medallas,
los escapularios, el agua bendita, la cruz, la sal y el aceite. La Iglesia, ala
luz de la fe, ilumina y favorece las formas auténticas de piedad popular.
‘Que son las sacramentales.
Son signos sagrados instituidos por la Iglesia, por medio de los cuales
se santifican algunas circunstancias de la vida. Se trata de una oracién
acompafiada de la sefial de la Cruz o de otros signos. Entre los sacramen-
tales ocupa una parte importante, las bendiciones, exorcismos, todos son
alabanzas a Dios y una oracién para obtener sus dones y la dedicacién de
cosas u objetos al culto de Dios {catecismo catdlico 1166)
El culto a fa Virgen Maria y a los Santos
Significado:
Honrar a Dios que triunfa en ellos. Tomar un ejemplo de vida eristiana como
repuesta a la vocacién bautismal. Sentido de intercesién, ellos imptoran
sobre nosotros los beneficios divinos
19-JUBILEO MARIANO - CATEQUESIS:
Maria Madre de Dios en nuestro pueblo.
Las devociones marianas sé deben a los evangelizadores espafioles que
con los religiosos nos ensefiaron esas veneraciones de la Virgen Maria, por
que “Adoracién’, significa “lamar” ‘amar al extremo’. Cuando se aplica auna
deidad, significa ‘amar al extremo a una deidad’.
Los mercedarios nos trajeron la Virgen de la Merced, redentora de cautivos.
Los franciscanos la Inmaculada Concepcién y su afecto devocional, la
“qriteria” \a Virgen del trono en el viejo, La conchita en Granada.
jLos dominicos nos trajeron la Virgen del Rosario y devocién mds profunda
el rezo del Rosario? ;Para qué se reza el Rosario?
a) Por la paz del mundo
b) Por la salud de los enfermos
c) Como fuerte signo de alegria
d) Enunanovena como at de gracias, o de peticién, o en preparaci6n
auna fiesta religiosa
¥ Los carmelitas la Virgen del Carmen y su escapulario café, como signo
de proteccién y de consagracién al inmaculado corazén de Maria
¥ Los agustings la Virgen de la Candelaria y la devocién de las candelas
benditas
¥ Guadalupe originaria de México enraizada en nuestro pueblo, |a devo-
cién manifestada en la danza folclorica
¥ La medalla milagrosa: trafda por los Padres de San Vicente de Paul y
las hijas de la caridad.
Y La dolorosa, presente en la cuaresma, pasién y en la devocién de la
oracién por los difuntos
~ Lapresencia de Maria llena de gozo, en pascua y pentecostés.
Recordar las apariciones de Maria.
Guadalupe México, medalla Milagrosa y Lourdes Francia, Fatima en Portu-
gal, La virgen Maria entrega sus mensajes que se relacionan a su amor por
nosotros.
Fatima aparece como la Sefiora del Rosario, pide se rece diariamente el
Rosario por la paz, la oracién por los pecadores, ta oraci6n al Inmaculado
Corazén de Maria, el uso del escapulario café como signo de la consagra-
cién a su inmaculado corazén y los cinco primeros sabados por los pecados
cometidos contra su corazén.
Elaborada por: fray Francisco Javier Munguia Alvarado
iJUBILEO MARIANO - CATEQUESIS
TEMA III: MARIA CREYENTE Y
COLABORADORA DE CRISTO
Entrar en el misterio santisimo de la vida de la Virgen, es clertamente,
querer entrar en el misma misterio de Dios, porque el cristiano no puede
comprender la accién de Maria, sin necesariamente meditar antes en la
accion de Dios, accidn que no es otra que el designio de salvacién en la
triada profecia-alianza- amistad.
Me atrevo a encuadrar las operaciones de la Virgen justamente en estos
tres elementos que se insertan en el plan salvador de Dios. Pero antes,
partamos de la doctrina catélica del pecado original que, entendido como
el rechazo al precepto divino de no comer del arbo! del conocimiento del
bien y del mal, sin embargo, debemos ver mas alla del simple hecho que
fuestros protoparentes “comen”, sino que “comiendo’, desobedecen el
mandato divino. Por eso el pecado original es un pecado de desobediencia,
de soberbia que tiene como fin querer tener el mismo conécimiento de Dios.
En este contexto, el hombre después de la caida, ve las gracias de Dios
como profecia, porque tiene esperanza en una salvacién (Cf. Gn 3, 15);
como alianza, porque Dios siempre quiere estar en comunidn con el hom-
bre; y de amistad, porque Dios llama al abrirse a la gracia desbordante en
una relacién de unién de conocimiento y de voluntad, que solo poseen los
amigos.
Pero, es de preguntarse {Qué papel juega la Virgen Santisima en esto
que hasta ahora se ha abordado? La respuesta es sencilla. Partamos del
presupuesto que Maria era una joven judia. Como joven judia, confesaba su
fe en el verdadero y unico Dios, Yahvé. Por eso, lo mas originario dela fede
Maria es la certeza que Dios existe, y que ese Dios es el Seficr del Universo,
el Todopoderoso.
Ella, al igual que sus contemporaneos, aguardaban en las promesas de
salvacidn ya vaticinadas en los profetas, resuenan a nuestros oidos aquelia
del profeta Isaias: mirad que la Virgen concebira y dard a luz un hijo (Is 7,14
} 0 bien una rama saldrd del tronco de Jesé, un brote surgird de sus raices
(Is 11, 1). Esto Maria to conocia, pero también lo crefa.
Por eso, la Virgen, desde antes que naciese Jesiis, era ya una mujer creyen-
te, estaba llena de la fe judfa que se recoge en el Antiquo Testamento, fe
que constituyé el fundamento de !o que vendria después con la anunciacion
del Angel y sin la cual no habria ocurrido la Encarnacion del Verbo.
“21-JUBILEO MARIANO - CATEQUESIS.
Ree eet ee
Ahora bien, me parece oportuno, en esta reflexién, llegar a uno de los tex-
tos marianos que fundamentan la presencia de Maria en la historia de la
salvacién. Me refiero al texto paulino de Gilatas 4, 4: “Llegada Ia plenitud
de Jos tiempos, envié Dios a su Hijo, nacido de mujer, nacido bajo la Ley”.
Hemos dicho que ha sido en ta actitud de la Santisima Virgen en la cual se
ha consolidado toda la esperanza del pueblo de Israel, asi lo afirma el Papa
Francisco cuando dice: “en Maria”
se cumple ka larga historia de la fe del pueblo del Antiguo Testamento, que
incluye la historia de tantas mujeres fieles, comenzando por Sata, mujeres
que, junto z los patriarcas, fueron testigos del cumplimiento de las prome-
sas de Dios y del surgimiento de la vida nueva” (Lumen Fidei, 58).
Enreferencia aesta fe dela Virgen, y sin caer en ningiin tipo de minimalismo.
sobre la figura de la Santisima Virgen Maria, Madre de la segunda persona
de la Trinidad Beata, se puede decir que, fue una fe sencilla y ordinaria,
plenamente humana, que no se manifest6 en acciones maravillosas, sino
en el sacrificio escondido y silencioso de una mujer que escucha y que ver-
daderamente cumple la Palabra de Dios y la pone en practica (Le 11, 27-28).
Por tal razén, la Virgen es imagen perfecta de fe, pues creyd que nada es
imposible para Dios y con su fiat, hace posible que el Mesfas encuentre una
morada entre los hombres. Pero es al mismo tiempo, la Virgen es maestra
de fe. Es por la fe que la Virgen penetra en el soberano misteric de Dios
Uno y Trino, y como madre y maestra de fe, nos ensefia justamente ese
conocimiento divino, ella nos ha unido inefablemente al hombre con Dios.
Ahora bien, tener presente la imagen de Maria como creyente, nos lleva
necesariamente a contemplarla como colaboradora de Dios en el proyecto
de salvacién. De tal forma, la conjuncién del binomio fe- colaboracién,
encuentra respuesta en toda la vida de la Virgen.
Decir que Maria es solamente la primera discipula o la primera creyente,
seria reducir la funcién de mediadora en la Redencion de Cristo. Definir la
mision de la Virgen bajo un perfil pasivo de escucha es quitar el elemento
activo, que ciertamente la Virgen tuve y tiene en el proyecto de salvacién de
Dios trazado por Cristo.
Esto lo entendieron perfectamente los santos padres, quienes vieron en la
Virgen el canal de la gracia, ne por méritos propios, sino por los de Cristo,
su Hijo. Asi pues, San lreneo afirma: “Ef nudo dela desobediencia de Eva fue
desatado por fa obediencia de Maria; lo que até Ja virgen Eva por Ia increduli-
dad, la virgen Maria lo desaté por la fe".
Asimismo, siglos més tarde, San Agustin de Hipona ve la virginidad y la
maternidad de Maria, como los dos pilares que definen su mision en la his-
-22-JUBILEO MARIANO - CATEQUESIS
toria de la salvacién: coma Madre del Verbo y modelo de la Iglesia. Maria,
al aceptar libremente el plan de Dios, cancibe por la fe al Hijo de Dios en
su corazon antes de formarlo en sus entraiias. Escribe el santo: “Por tanto,
solo esta mujer, no solo en su espiritu sino también en su cuerpo es virgen y
madre. Es madre en el Espiritu, pero no de avestra Cabeza, ef mismo Salvador,
porque ela nacié espiritualmente de El (_.) sino que ella es claramente madre
de ios miembros; es decir, de nosotros, porque elfa cooperd con su caridad,
para que tos fieles cristianos, miembros de la Cabeza, nacieran en la Iglesia”
(De Sancta Virginitate, 6).
Con todo esto, no se pretende decir que la colaboracién en la obra de la
salvacién se reduce solamente al momento de la Encarnacién, sino que, al
contrario, va mas alla. De esta forma lo expresa el Concilio Vaticano Il, en la
Constitucién Dogmatica sobre la Iglesia, al nimero 61:
Cencibiendo a Cristo, engendrandolo, alimentandolo, presentandolo al Pa-
dre en el templo, padeciendo con su Hijo cuando moria en la cruz, cooperd
en forma enteramente impar a la obra del Salvador con la ebediencia, la fe,
la esperanza y la ardiente caridad con el fin de restaurar la vida sobrenatural
de las almas. Por eso es nuestra madre en el orden de la gracia.
De esta manera, Maria se ubica a modo de intermediario entre Dios y los
hombres. En un sentido general podemos hablar de una mediacion que
se refiere a dos enunciados: (a) la obra de la redencién desarrollada por
Cristo en esta tierra (Io que en Teologfa se llama Redencién objetiva) y (b) la
distribucidn de los frutos de la salvacién a los sujetos concretos (redencién
subjetiva).
Nosotros, en consonancia con el Doctor Angélico, Santo Tomas de Aquine,
decimos que es mediador, aquel que une a aquellos entre los cuales se
ejercita la funcién de mediar porque los extremos vienen unidos a partir del
término intermedio. Por eso, el intermediario es alguien que se encuentra
en el medio de los dos extremos y se encarga de unirlos. Es por eso que
Jesucristo es mediador, porque une a Dios y los hombres.
Ahora bien, el inico mediader es Jesucriste; sin embargo, pueden existir
otras personas que pueden colaborar en el sentido de disponer a la union
con Dias o de transmitir la salvaci6n como ministros. Es precisamente en
esta linea que se dice que Marfa es mediadora entre Dios y los hombres:
Uno solo es nuestro Mediador segiin las palabras del Apdstol: «Porque uno
es Dios, y uno también el Mediador entre Dios y los hombres, el hombre Cristo
Jesiis, que se entregd a si mismo para redencién de todose (1 Tm 2, §-6). Sin
embargo, la misién maternal de Marfa para con los hombres no oscurece
ni disminuye en modo alguno esta mediaci6n Unica de Cristo, antes bien
sirve para demostrar su poder. Pues todo el influjo salvifico de la Santisima
-23-JUBILEO MARIANO - CATEQUESIS
Virgen sobre los hombres no dimana de una necesidad ineludible, sino del
divino beneplacito y de la superabundancia de los méritos de Cristo; se
apoya en la mediacién de éste, depende totalmente de ella y de la misma
saca todo su poder. Y, lejos de impedir la uni6n inmediata de los creyentes
con Cristo, |a fomenta. (Lumen Gentium, 60).
Por tal razén, la Iglesia recomienda vivamente la intercesién de la Santisima
Virgen, para que los fieles se unan més intimamente al unico Mediador.
En este sentido, la Santisima Virgen es profecifa cumplida porque en su
persona se da la plenitud de los tiempos con el nacimiento del Salvador;
es alianza porque permite que el hombre una vez mas Se una a su Sefior,
través de su si libre, y es amistad, porque por su vientre santisimo ha venido
Cristo, nuestra Salvador que nos reconcilia con Dios.
El cristiano cat6lico no puede, ni debe relegar la figura de la Virgen al margen
del misterio cristiano. Es inaceptable que un catélico considere marginal
la Encarnacion del Verbo que cambié la historia de la humanidad y en la
cual Maria, acepté colaborando activamente. De igual modo, las palabras
de Cristo en fa Cruz narradas por el Evangelista San Juan: “Madre, he ahi
a tu hijo; Hijo, he ahi a tu madre” no son pata ser consideradas periféricas,
asi como tampoco lo es el Evento de Pentecostés, en el cual la Beatisima
Virgen Maria fue envuelta. Es necesario pues, que el fiel catélico dirija su
mirada a la Estrella del Mar y aumente su fervor, su devocién y su piedad en
la llena de gracia.
Digamos con San Bernardo:
Si se levantan los vientos de las tentaciones, si tropiezas en los escollos de
las tribulaciones, mira a la estrella, llama a Maria. Si eres agitado de las on-
das dela soberbia, si de la detraccion, si de la ambici6n, side la emulacién,
mira a la estrella, llama a Maria. Si la ira, o la avaricia, o el deleite carnal
impele violentamente la navecilla de tu alma, mira a Maria. Si, turbado a la
memoria de la enormidad de tus crimenes, confuso a vista de la fealdad
de tu conciencia, aterrado a la idea del horror del juicio, comienzas a ser
sumido en la sima sin suelo de la tristeza, en el abismo de la desesperacién,
piensa en Maria. En los peligros, en las angustias, en las dudas, piensa en
ia, invoca a Maria. No se aparte Maria de tu boca, no se aparte de tu
corazon; y para conseguir fos sufragios de su intercesién, no te desvies de
los ejemplos de su virtud. No te descaminaras si la sigues, no desesperaras
sila ruegas, no te perderds si en ella piensas. Siella te tiene de su mano, no
caeras; si te protege, nada tendrds que temer; no te fatigaras, si es tu guia,
llegaras felizmente al puerto, si ella te ampara. (San Bernardo, Sobre las
excelencias de la Virgen Madre, 2, 17).
Elaborada por: Pbro. Aarén Tercero
2JUBILEO MARIANO - CATEQUESIS:
TEMA Iv: MARIA, “ESTRELLA
DE LA EVANGELIZACION’
Papa Pablo VI, en la conclusién de la Exhortacién Apostlica acerca de la
Evangelizacién del mundo contemporaneo, «Evangelii Nuntiandi», engarza
en la corona de advocaciones de la Virgen una nueva piedra preciosa lla-
mandola «Estreita de la Evangelizacién» (n. 82). Lo hace como de pasada,
pero coincidiendo con la fecha de la Solemnidad de la Inmaculada Con
cepcién de Maria, 8 de diciembre, y con la historica efeméride del décimo
aniversario de la clausura del Concilio Vaticana II; coincidencia, pensamos,
no meramente coyuntural.
El mismo Pontifice, y en este contexto, se remonta a Pentecostés y ve a la
Virgen presidiendo con su oracién e| comienzo de la Evangelizacién bajo el
influjo del EspirituSanto, Nos hacemos, pues, la pregunta: {Es esta presencia
de Maria en circunstancia temporal tan trascendental ta rafz, origen y causa
de esta nueva advocacién? jLa Virgen «es /a Estrella de o Evangelizacién»
por haberse encontrado reunida con los Apostoles en el Cenaculo el Dia de
Pentecostés? gEs meramente circunstancial su presencia con ellos, y por
tanto este titulo es algo accidental, epidérmico al ser y misién de la Virgen
Maria? O, por el contrario, gsu misi6n, por voluntad divina, es esencialmente
evangelizadora y, por consiguiente, es algo como si fuera circunstancial a
‘su ser y existencia?
A primera vista, y |a primera ImpresiGn es que tal titulo le conviene a la
Virgen, pues gc6mo no va a ser de alguna manera evangelizadora y apéstoi
la que es Madre de! Verbo encarnads, Reina de los Apéstoles y Madre de
la Iglesia? Nos pide el coraz6n de hijos llamar a nuestra Madre “Estretla
de Ja Evangelizacién’. Pero, ,slo por una corazonada? {0 hay razones y
argumentos verdaderos, teoldgicos, para invocarla asi?
Primeramente, creo necesario tener una idea clara de lo que es «evange-
lizar», y, precisamente a la luz de la exhortacién apostdlica para ver si la
Virgen ha sido, por su misién y vida, verdaderamente evangelizadora y, con
toda razon se la deba llamar «Estrella de la Evangelizaciéa».
éCémo evangeliza la Virgen?
Siguiendo el principio de asaciacién de Maria a Jesucristo, Verbo encarna-
do, toda la vida de la Virgen, por voluntad de Dios, farma parte del Evangelio.
Su existencia es evangelizadora ya que responde al modelo existente en la
mente divina para llevar a cabo la salvacién del género humano. Aunque
No tuviéramos otras razones para llamarla e invocarla como «Estrella de fa
"25-JUBILEO MARIANO - CATEQUESIS:
Evangelizecion», su unidn con Cristo, por voluntad del Padre, es razén mas
que suficiente para ser y tenerla como auténtica evangelizadora.
Ella evangeliza irradiando las virtudes que irradia Jestis. Cristo, por ser
Dios, es fuente de todas las virtudes y perfecciones; la Virgen, por ser su
Madre y fiel reflejo del plan divino, es espejo de las virtudes de su Hijo. “A
Jesus por Maria”, repetimos con frecuencia. ¥ Jestis es camino para ir al
Padre (Jn 14, 6).
Los titulos y advocaciones con los que la Iglesia y la devocién popular se
dirigen a la Virgen, son expresion clara y convencida de que tedos ellos
fresponden a unas perfecciones de Maria como depositaria y teflejo de las
perfecciones divinas. Contemplarlas y tratar de imitarles es recibir una
Catequesis verdaderamente evangelizadora.
La Virgen vivié en su existencia terrena el Sermon de las Bienaverturanzas;
y podemos decir que es verdadera montafia de elas, desde la pobreza y hu-
mildad evangélicas, pasando por la pureza y el llanto hasta la persecucién
por el Reino de Dios. Maria no es sol, porque el sol de la perfeccién es Cris-
to; pero es estrella radiante y luminosa. Ella evangeliza a quien se asome al
Evangelio. ¥, sia miramos con los ojos limpios de {a fe, la veremos la mas
pobre entre los pobres, la mas humilde entre fos humildes, la mas pura entre
los castos; virgen de virgenes, compasiva como nadie, doliente singular,
suftida y oferente como ningdn ser creado.
Es suficiente y necesario contemplarla con ojos puros de hijo para ver que
la Madre es océano de todas las virtudes. No es endiosarla. Es verla como.
es. Y es lo.que es porque Dios la quiso asi; sin sentirse menguado en nada
Por Ella, sino proclamado y pregonado por Ella en su vida y en sus palabras:
«Prociama mi alma la grandeza de! Sefior_» (Lc 1, 46-55).
«Maria se puso en camino hacia la montafia, a una ciudad de Juda» (Lc 2,39).
Maria, modelo para la nueva evangelizacién
La Iglesia sigue empefiada en su misi6n de anunciar el Evangelio a todos
los hombres, de llevar adelante la llamada nueva evangelizacion. En esta
misién evangelizadora, de llevar a los demas el bien, la luz o la belleza,
debemos contemplar siempre a Maria como verdadern modelo, es decir,
come estrella y camino que nos muestra por donde tenemos que ir y como
tenemos que hacer las cosas.
En esta ocesién, y al hilo del evangelio de san Lucas en el que nos narra la
visitaci6n de la Virgen a su prima santa Isabel, reflexionamos sobre algunas
actitudes esenciales para todo evangelizador. Nos ird bien actualizarlas ¥
ponerlas en practica, cada dia. Nos lo decia el papa Pablo Vien la enciJUBILEO MARIANO - CATEQUESIS
———$}. $$ ILEO MARIANO - CATEQUESIS
iandi: “En la mafiana de Pentecostés, Ella presidié con su
oracién ef comienzo de la evangelizacion Bajo ef influjo del Espiritu Santo.
Sea Ella la estrella de fa evangelizacién siempre renovada que la Iglesia, décil
al mandate del Sefior, debe promover y realizar, sobre todo en estos tiempos
dificiles y llenos de esperanza”.
Conocer para amar. Amar para redimir
Dicen, y con razén, que es necesaria conocer para poder amar, y que sdlo
amando de veras podemos ayudar, salvar y redimir. Es, ldgicamente, el cami-
no que tenemos que transitar para llevar adelante la nueva evangelizacién.
Nos dice Jestis, para confirmar la ley que hemos enunciado, que él es el
buen pastor y que, como buen pastor, canoce a sus ovejas. Que asi son fos
buenos pastores, conocen a todas y a cada una de sus ovejas; conocen su
historia y, también, de qué pie cojean; es decir, las conocen a cada una por
su nombre__
No se puede evangelizar desde el anonimato y en a distancia psicolégica.
Es necesario conocer a aquellos a quienes queremos hacerles el bien y lle:
varies la luz y la salvacion. Como los buenos pastores, también los buenos
evangelizadores pracuran conocer a los que quieren ayudar y hacerse cargo
de su vida y problemas.
Maria es estrella y camino, verdadero modelo, de ese estilo evangelizador
que pasa por el conocer bien a las ovejas, Ella, antes de salir de casa,
interioriz6 en su coraz6n la verdad y los problemas de su prima; pensé en
ella y pens6 muchas veces, se hizo cargo de lo que estaba viviendo y de lo
estaba necesitando: la ayuda y compaiiia de alguien. Maria nos ensefia a
pensar y orar por aquellos a los que queremos evangelizar, a hacer nuestros
los problemas y necesidades de los demas.
Se puso en camino y lo hizo con decision y premura
El evangelio nos recuerda que para sembrar el ‘trigo de la Palabra hay que
salir al campo y salir cada mafiana. El Senor nos lo dejé como mandato
prioritario y decisivo, antes de subir al cielo: id al mundo entero y predicad
el evangelio...
Se trata de un mandato siempre apasionante y siempre urgente, un mandato
que tenemos que cumplir con ilusién, fervor y alegria, llevando nosotras la
luz que queremos dar, el Evangelio y el bien que queremos ofrecer. Porque
nadie da lo que no tiene.
Maria es el modelo; ella es la estrella y el camino que nos ensefia a salir
de nuestra casa y nuestro interés para ponernos en camino hacia la casa
ere
gz:JUBILEO MARIANO - CATEQUESIS
y la vida de los demas. Con Palabras de Pablo VI hay que recordar que la
evangelizacidn no se puede hacer a través de evangelizadores tristes y des-
alentados, impacientes o ansiosos, sino decididos y ilenos de entusiasmo.
Salir y salir como Maria.
Eso dice el salmista de los labradores que siembran sus campos. Detras
de esas lagrimas estén todos los trabajos de los labradores para preparar
los campos, a veces con mucho dolor y sufrimiento, derramar las semillas,
‘siempre con temor y temblor, y cuidar la cementera, con otros mil esfuerzos
y fatigas, hasta la hora de las espigas y cosechas, hasta la hora de volver
cantando.
La evangelizacién pide esfuerzos y lagrimas, no se puede hacer sin dificul-
tad. Nos lo recordaba Benedicto XVI con estas palabras: “estdis entre los
protagonistas de la nueva evangelizacién que la igiesia ha emprendido y lleva
adelante, no sin dificuitad, pero con el mismo entusiasmo de los primeros
cristianos..".
Maria se nos muestra también como modelo de lucha y superacin de toda
dificultad a fa hora de evangelizar. Ella hizo ef camino hacia la montafia,
hacia el encuentro con Isabel, con determinacién, ciertamente, pero tam-
bién a precio de algunas dudas y temores, a precio de soledad y cansancio.
No olvidemos la recomendacion de Pablo VI: “Conservemos Ia dulce y
confortadora alegria de evangelizar, incluso cuando hay que sembrar entre
lagrimas”.
El poderoso ha hecho grandes obras por mi
Es el canto y oracién de Maria al encontrar a su prima en la montafia. Maria
feconoce que todo !o que alli esté pasando, el gozo incontenible de su
prima Isabel asi como el salto de alegria de su hijo en el vientre osu propia
y desbordante alegria, son obra de Dios. Es ef poderoso el que lo hace todo,
el que hace en ella y en su prima las grandes maravillas. Es el poderoso el
que se ha fijado en ella y la ha colmado de gracia..
La obra de la evangelizacién es la obra de Dios y de su Espiritu. Eles el amo
de la vifiay el viftador principal. El es el que construye la casa y riega los
campos, desde el amanecer y hasta la caida del sol. El es el que hace las
grandes obras de fa conversién y la evangelizacién.
Hermosa yurgente leccién de Maria para todos los evangelizadores. Leccién
de fe y humildad, y leccidn de esperanza y para la esperanza. No estamos
solos nunca: ni en la siembra ni en la siega. El va con nosotros y Fl hace
fecunda nuestra tarea; cuida de nosotros y cuida de nuestros sembrados.
-28-JUBILEO MARIANO - CATEQUESIS
Se quedé unos tres meses
Finalmente, Maria nos ensefia a estar y acompafiar. Nos ensefia a quedar-
nos junto al necesitado, a hacer camino junto a aquellos a los que quere-
mos ayudar y evangelizar. No basta con la visita répida y fugaz: hay que
gastar o perder tiempo haciendo camine con los demas, al estila del buen
samaritano y el propio Jestis, acompafiando a los de Ematis. Aprendamos,
pues, a quedarnos y hacer compafifa. Que Maria nos ensefie la pedagogia
del acompaiiamiento.
Elaborada por: Pro. Eduarda CarrilloJUBILEO MARIANO - CATEQUESIS
Peregrina y Misionera, Esperanza de los Nicaragiienses
TEMA V: MARIA, MUJER EUCARISTICA
“Feliz la que ha creido* (Lc 1, 45), Maria ha anticipado también en el ‘misterio
de la Encarnacién la fe eucaristica de la Iglesia. Cuando, en la visitacién,
lleva en su seno ef Verbo hecho came, se convierte de algin modo en
‘tabemdculo- el primer tabernaculo de la Historia- donde el Hijo de Dios,
todavia invisible a los ojos de los hombres, se ofrece a ia adoracion de
isabel, como irradiando su luz a través de los ojos y la voz de Maria. Y la
mirada embelesada de Maria al contemplar el rastro de Cristo recién nacido
yal estrechario en sus brazos, Nd eS acaso el inigualable modelo de amor
en el que ha de inspirarse cada comunién eucaristica?
Maria, con toda su vida junto a Cristo y No solamente en el calvario, hizo
suya la dimensi6n sacrificial de la Eucaristia. Cuando llevé al nifio Jesis a
‘templo de Jerusalén para presentarla al Sefior (Le 2, 22), escuché anunciar
al anciano Simeon que aquel nifio seria sefial de contradiccién y tambien
que una espada traspasaria su propia alma ( Le 2,34-35). Se preanunciaba
asi el drama del Hijo crucificado ¥. en cierto modo, se prefiguraba el stabat
Mater (estaba de pie la Madre} de la Cruz. Prepardndose dia a dia para el
Calvario, Maria vive una especie de Eucaristia anticipada se podria decir, una
comunién espiritual de deseo y ofrecimiento que culminard en la unién con
el Hijo en la Pasion y se manifestara después, en el periodo post-pascual en
Su participacin en la celebracién eucaristica, presidida por los apdstoles,
como memorial de la Pasién.
éC6mo imaginar los sentimientos de Maria al escuchar, de la boca de Pedro,
Juan, Santiago y los otros apdstoles, fas: palabras de Ultima Cena:
“Tomé luego pan, dio gracias, fo Partié y se los dio, diciendo: Este es mi
Cuerpo que se entrega por vosotros; haced esto en recuerdo mio."? (Le22, 19)
El Libro de los Hechos de los Apéstoles cuenta que Maria estaba presente
junto con los Apéstoles, todos “concordes en fa oracién’, en la primera
comunidad reunida después de la Ascensién en espera de Pentecostés.
“Esta presencia suya- dice Juan Pablo Il- no pudo faltar ciertamente en jas
celebraciones cucaristicas de jos fieles de 2 primera generacién cristiana
asiduos “en la fraccin del pan” (Hech 2,42). Asi lo insiniia le tradici6n
antigua.
‘San Bartolomé confirma que Maria, cuando fue a anunciar a los Apéstoles
la resurreccién de Cristo, su Hijo, “les encontrd ofreciendo ef sacrificio
(eucaristico) y tomé parte con ellos en el Cuerpo y en fa Sangre de Cristo”.
-30-JUBILEO MARIANO - CATEQUESIS
Aquel cuerpo entregado como sacrificio y presente en los signos sacra-
mentales, jera el mismo cuerpa concedido en su seno! Recibir la Eucaristia
debia significar para Maria como si acogiera de nuevo en su seno el corazon
que habia latido al unisono con el suyo y revivir lo que habia experimentado
en primera persona al pie de la cruz.
EN EL SENO DE MARIA TUVO LUGAR
LA PRIMERA EUCARISTIA
“Elia es, mujer Eucaristica durante toda su vida" (San Juan Pablo Il), en la
Virgen Maria, la Madre de Dios, Cristo ha celebrado la primera Eucaristia: Su
seno fue el primer altar del divino banquete.
~ Maria dice a los Apéstoles que, cuando estaba en el Templo de Dios, ef
Sefior le dio a comer pan y a beber vino, y le dijo: “Al cabo de tres afios te
mandaré mi Palabra y ti concebirds un hijo por medio def cual sera salvada
foda ia creacién. Tt seras ef céliz del mundo. {Paz a ti, mj amadal jMi paz
estard siempre contigo!” (Evangelio apécrifo de San Bartolomé).
“La antigifedad cristiana designaba con fas mismas palabras “Corpus Chris-
ti” al Cuerpo de Cristo nacido de la Virgen Marfa, al Cuerpo euearistico y al
Cuerpo eclesial de Cristo” (Benedicto XVI); hablando del rilagro Eucaristico
firma San Ambrosio: “Le gue nosotros contemplamos es e! Cuerpo nacido
de la Virgen”.
‘San Juan Pablo Il, nos ha dicho que la Virgen Maria ha practicado su fe
eucaristica antes incluso de que ésta fuera instituida, por el hecho mismo
de haber ofrecido su seno virginal para la encarnacién del Verbo de Dios.
La Eucaristia, mientras remite a la pasidn y resurreccin, esta el mismo
tiempo en continuidad con la Encarnacién.
“Maria concibié en la Anunciacién al Hijo divino, incluso en la realidad fisica
de su cuerpo y su sangre, anticipando en silo que en cierta medida se realiza
‘sacramentalmente en todo creyente que recibe, en las especies del pan y de!
vino, el Cuerpo y la Sangre del Sefior” ( Ecclesia
de Eucharistia- San Juan Pablo Il: 22, 307).
Esta maternidad- San Juan Pablo {l,- ha sido comprendida y vivida particular-
mente por el pueblo cristiano en el sagrado Banquete- celebracién liturgica
del misterio de la Redencién-, en el cual Cristo, su verdadero cuerpo nacido
de Maria Virgen, se hace presente.
-31-JUBILEO MARIANO - CATEQUESIS
LA EUCARISTIA EN LA VIDA DE MARIA
El Pan eucaristico que recibimos es el verdadero Cuerpo nacido de Maria
Virgen. Jestis es “carne y sangre de Maria”. Podemos descubrir de esta
forma una semejanza profunds entre el hagase de Maria y el amén que cada
fiel pronuncia antes de recibir el Cuerpo de Cristo. A Maria le pidié el Ange!
creer que Aquel que nacerfa de su seno era el Hijo de Dios y a nosotros se
nos pide de manera andloga creer que es e! mismo Sefior Jests quien esta
presente de forma verdadera, real y substancial bajo fa apariencia del pan.
En la visitacién de Maria a su prima Isabel podemos descubrir a la Madre
como “ef primer “tabérnaculo “de a historia” donde el Sefior Jestis, todavia
‘oculto alos ojos y oidos de los hombres, “se ofrece a la adoracidn de Isabel,
como “irradiando™ su luz a través de los ojos y fa voz de Maria”.
Maria es verdaderamente la “Custodia viva def Sefior”, el “admirable osten-
sorio del Cuerpo de Cristo”
En la Eucaristia, la Iglesia se une plenamente a Cristo y a su sactificio,
haciendo suyo el espiritu de Maria. Es una verdad que se puede profundizar
teleyendo el Magnificat en perspectiva eucaristica. La Eucaristia, en efecto,
como el canto de Maria, es ante todo alabanza y accién de gracias. Cuando
Maria exclama: “Mi alma engrandece al Sefior, mi espititu exulta en Dios, mi
Salvador’, lleva a Jestis en su seno. Alaba al Padre por Jesiis, pero también
lo alaba en Jesus y con Jesiis. Esto es precisamente [a verdadera actitud
eucaristica.
Maria hizo suya la dimensién sacrificial de la Eucaristia con toda su vida,
especialmente al pie de la cruz: Preparindose dia a dia para el Calvario,
Maria vive una especie de “Eucaristia anticipada” se podria decir, una “co-
munién espiritual” de deseo y ofrecimiento, que culminara en la union con el
Hijo en la pasién y se manifestara después, en el periodo post-pascual, en
su participacién en la celebracién eucaristica, presidida por los Apostoles,
como “memorial” de la pasién.
Para Maria recibir la Eucaristia debia ser una experiencia singularmente
Paraddjica, puesto que es como si de nuevo acogiera a su Hijo en su cora-
z6n yy en su vientre, participara de nuevo en su crucifixién y lo reconociese
resucitado, realmente presente segiin su promesa: “Yo estoy con vosotros
todos los dias hasta el fin del mundo” ( Mt 28,20).
Elaborado por. Presb. Uriel Antonio Vallejos
32JUBILEO MARIANO - CATEQUESIS
TEMA VI: CATEQUESIS SOBRE EL CAMINO
Y LOS DOLORES DE LA VIRGEN MARIA.
(Via - Crucis de Maria)
INTRODUCCION.
Resulta muy fecunda la antftesis Eva-Maria, sacada del proto evangelio, la
cual fue explicada por Justine y desarrollada mas ampliamente por San Ire-
neo. Esta antitesis domind por mucho tiempo la mariologia. La infidelidad y
desobediencia de Eva trajo la perdicién. La fe y obediencia de Maria trajo la
salvacion. Otra idea patristic, desarrollada por
San Ireneo, San Hipélito, Tertuliano y particularmente san Agustin, se referia
a laidentificacién de la funcion de Maria con [a de la Iglesia en la historia de
la salvacién. La Iglesia segun ellos es madre de los creyentes en Cristo por
tal razén de predicarles la palabra divina, como por ej bautismo, Maria dio a
juz a la cabeza de la Iglesia.
Por ota parte, de la vida de Marfa sabemos que era una joven de raza judia,
que vivia en el pequefio pueblo de Nazeret , y estaba comprometida en
matrimonio con José, descendiente del rey David (Lucas 1, 26-27), hombre
“justo” y “sincero” (Mateo 1,19) .lgualmente, las Escrituras nos aportan una
valiosa informaci6n sobre las virtudes en ella, como la obediencia absoluta
al mandato de Dios, al responder al angel
“Hagase en mi segun tu palabra *, y su humildad llamandose a si misma
como la ” esciava del sefior” (Lucas 1,38}.
Maria, joven, sencilla, sus palabras demuestran que tiene ingenuidad,
sinceridad e inocencia, no conoce la malicia, en plena anunciacian, alla le
dice al Angel, ,Cémo puede ser eso, si yo soy virgen?, habra pensado como.
es posible, esto sin conocer varén. (Lucas 1,34) Ella no estd objetando el
hecho de ser virgen, sino que esta preguntando algo de mucha importancia.
La conversacién debe haber sido muy suave, el Angel le dice: Para Dios,
nada es imposible, (LucasT, 37) Esto, porque el acontecimiento que nos
trae la salvacién, es por una manifestaci6n de Dios.
Maria entré en la economia Ue la salvacion por su fe. Lila primero concibi
por la fe al Hijo de Dios como autor de la salvacion en su corazon, y luego lo
concibid en su came, como dicen a menudo los padres de la Iglesia. Por su
“si” al mensaje divino, Maria contribuyé 4 la salvacion de los hombres, de la
misma manera que Eva habia contribuido a su perdicion (Lumen Gentium,
56). Esto no significa que Dios hiciera depender de Maria la realizacién de
Ee
33+JUBILEO MARIANO - CATEQUESIS
su designio salvador; significa mas bien que los hombres, segtin el designio
eterno de Dios, deben asentir (a su vez Por obra de la gracia divina) a su
propia salvacién. En Maria se concentra el si de jas hombres a Dios ya Cris-
to como salvador. En su si creyente, Maria racibié la salvacién para todos
los hombres. “As/ Maria al abrazar de todo corazén 'y sin entorpecimiento de
pecado alguno fa voluntad de Bios, se consagré totalmente como esclava det
‘Seiior ala persona y a la obra de su Hijo, sirviendo con diligencia al misterio
de fa redencién con él y bajo ! por la gracia de! Dios omnipotente” (Lumen
‘Gentium, 56).
La participacién de Maria tiene su fundamento en que ella dio la vida al
salvador histérico y acompafié su obra por el amor y la fe hasta la muerte de
cruz; pero no se agota en eso. La gracia de Cristo no descansa en si misma,
sino que esta ordenada a los hombres. Este hecho es constitutivo, y llama
ala aceptacién y apropiacién. Solo ahi acaba e! sentido esencial dela obra
de Cristo. Maria ejecuté esta funcion de apropiacion la primera y de manera
Perfecta, pero la ejecutd, no en un aislamiento individual Gnicamente para
si, sino para todos en un espiritu de apertura. Su apropiacién personal tiene
significacién eclesial. La salvacién de Cristo se realiza concretamente en
los sacramentos de la Iglesia, como dice el concilio vaticano II “La gracia
de Cristo esta presente y puede alcanzarse en la Iglesia”. Maria es el primer
miembra y, a la vez, el miembro més preciara de la Iglesia.
EL CAMINO QUE LA VIRGEN MARIA,
JUNTO A SU AMADO HIJO
|. Maria se sorprendié:
¥, entrando, (el Angel) le dijo: “Alégrate, llena de gracia, el Sefior esta conti-
90. por estas palabras se preguntaba qué significaria aquel saludo. (Lc. 1,
28-29)
Breve comentario.
“Esta turbacién nacié de ver al angel en forma humana” (como dice San
Ambrosio) y también nacié de oir aquella salutacion tan nueva. Esta la
hacia creerse indigna de la honra que le anunciaba el Sngel, y aun temer que
Pudiera ser una ilusién, pues era una mujer humilde y sencilla,
Todos los Padres de la Iglesia sienten uniformemente que se obré en Maria
el inefable misterio de la Concepcién de Jesucriste y encarnacién del Verbo
en el momento mismo en que pronuncié estas palabras, Hagase en mi
segin tus palabras; que descubren la prefunda humildad y obediencia conJUBILEO MARIANO - CATEQUESIS
que se sujeté a las.drdenes de Dios, y un ardiente deseo que se cumpliese
lo que le habia sido anunciado.
Il. Maria se puso en camino: En aquellos dias
se fue con prontitud a la regién montafiosa, a una ciudad de Judd; entrd en
casa de Zacarias y saludé a Isabel. (Lc. 1, 39-40)
Breve comentario.
Ella siempre se puso en camino, como la discipula perfecta del padre, come
la mujer misionera, la que lleva la buena noticia del Evangelio viviente.
Maria, no actiia nunca sola sino siempre esta en perfecta unién entre Madre
e hijo, donde esta Maria ahf esta Jestis, Maria es la mujer del encuentro, nos
conduce, nos acompaiia. Nuestra vida cuando es orientada cristianamente
se hace fecunda, ella es la gran servidora de Dios y de los hombres y Dios
les cambia sus planes para servir a los demés.
Ill. Marfa en los dolores de parto no encuentra posada.
Maria es la virgen dolorosa, es la Madre que sufre
los desprecios de sus vecinos, y de su tierra. (Lc 2,7)
Breve comentario.
Si Maria Santisima, tuvo dolores de parto,
es un tema en discusidn por los tedlogos. |,
Los dolores de parto no contradicen el
dogma de la Inmaculada Concepcién,
es cierto que Maria es Inmaculada, se
asocié plenamente a la pascua, por la
que su hijo (Inmaculado) vence sobre
el pecato, abrazando el sufrimiento por
amor. Ella abraza la cruz y colabora con
‘su hijo; cuando entre los hermanos hay }
amer de verdad, todo sufrimiento se FF
suaviza y hasta se convierte en expresion
que supera el dolorQUBILEO MARIANO - CATEQUESIS
—_————
IV. Fueron a toda prisa y encontraron a Maria y a
José, y al nifio acostado en el pesebre. (Lc 2, 16)
Breve comentario.
Entre los hombres de buena voluntad, o benevolencia, amor, etc. Mucho:
Padres de la Iglesia, han explicado las palabras: en el sentido que se le:
da ordinariamente: ¥ paz en la tierra a los hombres. de buena voluntad; estc
es, temeroses de Dios, y piadosos, etc. Mas otros intérpretes expresan gut
estas dos palabras buena voluntad, no pueden aplicarse a los hombres
sino que se refieren a Dios mismo, cuyo beneplacito fue el principio de est:
paz tan deseada, por lo que mira a los hombres, como el fruto principal de
la Encamacién del Hijo de Dios. De este modo debe juntarse buena voluntac
con paz, y él sentido serd esto, paz y reconciliacién, que provenga, no de los
méritos de los hombres, sino de la gratuita misericordia que
Dios quiere usar con ellos.
V. Maria, por su parte, guardaba todas estas cosas
y las meditaba en su corazon. (Lc 2, 19)
Breve comentario.
Creyeron fo que se les habia dicho, y lo divulgaron. ¥ viendo como co-
mespondian perfectamente a todo io que habian escrito los profetas. Los
momentos doloresos de la vida de Jesiis, llegan a su culmen en el Gélgota,
por eso es normal que Maria, siempre este llorando y meditando todo el
acontecimiento de su hijo.
Vi. Maria Ofrece desde su pobreza, conforme
alo que se dice en la Ley del Seiior.
Breve comentario.
La misma razén que oblig6 al Sefiora mos-
arse en traje de pecador, sujetandase a
laley de la circuncisién, oblige también 2
Maria a que pareciese impura, y a sujetar-
se a la de la purificacién; abatiendo con
este raro ejemplo de humildad [a soberbia
de los que, siendo pecadores, impuros y
rebeldes, quieren ganarse el concepto de
buenos, limpios, o irreprensibles.JUBILEO MARIANO - GATEQUESIS
Las ceremonias que en esta ocasién se observaban, se pueden leer en
Lev 12,2, y en Ex 13,2.25. Este era un cordero (Lev 12,8). Mas las mujeres
pobres ofrecian dos tértolas o dos pichones. Lo que descubre la pobreza
de la Virgen y de San José. Maria cumple el requisito dela ley, es una mujer
que no se deja atormentar, por la situacién legal, sino que afronta ese rito,
y de lo poco que tiene ofrece su sacrificio, ella es 1a mujer de la esperanza.
Vil. La Profecia de Simedn:
Les bendijoy dijo a Maria, su madre: “Este estd puesto para caida y elevacion
de muchos en israel, y como signo de contradiccidn jy a ti misma una espada
te atravesaré el alma! - a fin de que queden al descubierto las intenciones de
muchos corazones.” (Le 2, 34-35)
Breve comentario.
‘A San José y a Maria habia sido revelada los grandes misterios de Jesu-
cristo; mas el ver que se ban cumpliendo parte por parte;y el oir a Simeén
profetizar de esta manera, no podia menos de despertar en sus corazones
vivos sentimientos de admiracién y agradecimiento hacia Dios.
Esta es una sefial. Por ella se significan los ultrajes, persecuciones y envi-
dias que padeceria el Sefior de parte de las judios, desde el principio de su
predicacién, hasta que le acabasen de herir, como dice San Agustin, con fa
espada de su lengua, haciéndole morir en una cruz. Estas palabras explican
el martirio y dolor de Maria en la Pasién de su Hijo. Contemplamos a la
Madre con el corazén atravesado, por la espada del dolor.
VII. “Levantate, toma contigo al nifio y a su madre y
huye a Egipto; y estate alli hasta que yo te diga.
Porque Herodes va a buscar al nifio para matarle.”
Else levanté, tomé de noche al nifio y a su
madre, y se retiré a Egipto; (Mt 2, 13-14)
Breve cometario.
Pero jel Libertador del mundo debia temer la colera y el furor de Herodes,
y salvarse de sus manos por medio de la huida? ¢No parece cosa poco
decorosa e indigna del Sefior universal de todas las cosas, atender a la
seguridad de su Hijo por unos medios que tienen todo el aire de temor y de
flaqueza? Pero esta misma pregunta se puede hacer acerca de todos los
abatimientos que tuvo el Sefior desde el punto mismo en que desde el seno
del Padre descendié a encarnarse en el seno de Maria. Viniendo al mundo,
—_—
“37JUBILEO MARIANO - CATEQUESIS:
quiso mostrar, que é1 era el que venia a ser desechado y despreciado entre
los hombres, el varén de dolores, que sabe lo que es flaqueza (Is 53,3).
IX. La Desesperacién de Maria:
Alno encantrarle, se volvieron a Jerusalén en su busca. Al cabo de tres dias
le encontraron en el Templo sentado en medio de los maestros, escuchan
dolo y haciéndoles preguntas; (Lc 2, 45-46)
Breve comentario.
Es verosimil que al salir de Jerusalén, se juntase algunos grupos de per
‘sonas conocidas, y que José y Maria, creyendo que los segufa en aquella
‘compafiia, caminaron todo aquel dia, no dudando que se incorporaria con
ellos por la tarde, cuando llegasen al lugar en donde debian pasar |a noche,
Pero quedaron extrafiamente sorprendidos, cuando vieron que habienda
llegads todos, no le hallaron entre sus parientes y conocidas. Por lo que,
volviendo otra dia a Jerusalén, y llegando ya tarde no pudieron hacer
gencias por él, ni hallarle en el templo hasta fa mafiana del dia siguiente.
¥ asi se debe explicar lo que se dice en el v. 46, que tres dias después le
hallaron en el templo. En el templo, o en el pértico de los israelitas, que es-
taba al descubierto, o en |a sinagoga principal, que estaba vecina al templo,
y se comprendia en su recinto exterior. En medio de los doctores, quiere
decir estar sentado, se emplea con frecuencia para decir simplemente estar
presente; estar en un lugar, no como maestro, porque todavia no era su
hora, sino como discipulo.
X. La Preocupacién de Maria:
Y no tenian vino, porque se habfa acabado el vino de la boda. Le dice a
Jesiis su madre: “No tienen vino.” Jess le responde: “; Qué tengo yo con-
tigo, mujer? Todavia no ha ilegado mi hora." Dice su madre a los sirvientes:
“Haced lo que éf os diga.” (Juan 2, 3-5)
Breve comentario.
La prueba de esta verdad, esto es, del ser
divino que se ocultaba en Jesucrislo, debia
ser la prodigiosa conversién del agua en vino.
Esto prueba la fe de la Virgen. No se dio por f
ofendida, ni se acobardé por la respuesta del
Hijo; antes bien, llena de una justa y humilde
confianza, cuando parecia que no quedaba lu-
gar para tenerla, habld y dio Grdenes, como que
-38-JUBILEO MARIANO - CATEQUESIS
estaba cierta y asegurada del milagro que al parecer le habla sido negado.
El primer milagro que hizo Jesucristo, fue por la intercesion de Maria, para
que por aqui entendiésemos que, pues el eterno Padre quiso que por ella
recibiésemos a su mismo Hijo unigénito, en quien nos dio todas las cosas,
queria también que por su mediacién nos viniesen de él todas las gracias.
XI. Junto ala cruz de Jestis estaban su madre y la
hermana de su madre, Maria, mujer de Cleofas, y
Maria Magdalena. Jestis, viendo a su madre y junto
aella al discipulo a quien amaba, dice a su madre:
“Mujer, ahi tienes a tu hijo.” (Juan. 19, 25-26)
Breve comentario.
iQué privilegio y qué honra pata San Juan! El mismo Jesucristo dio a la
Santfsima Virgen en su lugar, por suya, entre sus prendas, en su casa,
consigo. La llevé a su casa, para que viviese en su compafiia; y la traté con
el respeto que se debe a una madre, y tal madre. Maria fue fiel a la cruz de
su hijo, nunca se acobardo, Maria fue la mujer del dolor y abrazé !a cruz con
amor ¥ dolor.
XU. Cuando tomé Jesis el vinagre, dijo: “Todo
esté cumplido.” E inclinando fa cabeza
entregé el espiritu. (Juan 19, 30)
Breve comentario.
Consumadas son todas las cosas pertenecientes a la salud de los hombres.
Se llevé a su perfeccién con sdlo él sacrificio de Jesucristo la obra de la
redencién, y tuvieron su cumplimiento todas las profecias. Se acabaron ya
las ceremonias de la ley, sus titos y sacrificios.
Considera el indescriptible dolor con que se estremecié el corazén de
Maria en el Gélgota, al contemplar la inhumana crueldad con que su hijo
fue despojado de la tinica que se adheria a sus llagas, para luego ser
despladadamente clava en la Cruz, en medio de las insultos proferidos por
la muchedumbre. Las horas de la dolorosa agonia, los atroces espasmos,
las contracciones, los calambres que retorcieron todos los miembros de
su divino Hijo, !a sangre fluyendo de las innumerables heridas. Finalmente,
una muerte igual de dolorosa. Junto con la lanza que abrié el costado de
Jesus, el corazén de Maria fue traspasado por la espada que en otro tiempo
le fuera anunciada.
=39-JUBILEO MARIANO CATEQUESIS
Xlll. Tomaron el cuerpo de Jestis, lo pusieron en los
brazos de su madre y después lo envolvieron
en lienzos con los aromas, conforme a la
costumbre judia de sepultar. (Juan 10, 40)
Breve comentario.
Imaginemos y consideremos el amargo dolor que lleno el corazon de Maria
al recibir en sus brazas el cuerpo atormentado y ya sin vida de sus querido
Hijo, muerto en la desolacion y en medio de terribles dolores, todo cubierto
de heridas y Nagas profundas, que doior tan duro de aquella Madre, al ver
@ Su Unico hijo ensangrentado, eso acontece hoy en dia, en las Madres que
Horan, que claman justicia por sus hijos.
XIV. La Soledad de Maria.
Alll, pues, porque ere el dia de la Preparacién de los judios y el sepulcro
estaba cerca, pusieron a Jesiis. (Juan 19, 42)
Breve comentario.
La soledad que sintid Maria dentro su alma al
contemplar el cuerpo ya sin vida de su amado
Hijo, amortajado, cubierto el rostro con un fa
sudario y tendido en ta fria losa. La soledad
que sintié su alma al tener que dejar el cuerpo
de su hijo yaciendo en el sepulcro; la profunda
pena al ver rodar la piedra que sellaba la entra-
da de la tumba.
Referencia de consultas,
¥ Homilfas del Papa Benedicto XVI,
¥ ¢Tuvo Maria Dolores de Parto? (Pbro. Jadi
Rivero}
~ Reflexiones de Mons. Silvio Baez (Maria Madre del Silencio, Advienta
2018)
¥ Documento del Concilic Vaticano Il. (Lumen gentium)
¥ Papa Benedicto XVI (Spe Salvi)
~40-JUBILEO MARIANO - CATEQUESIS:
TEMA VII: LA VIRGEN MARIA Y
LOS DOGMAS MARIANOS
Los catélicos adoramés Gnicamente a Dios, pero pese al amor que le pode-
mos profesar, nos podemos sentir jntimidados por El e incluso pensar que
es alguien distante a nosotros, imposible de alcanzar.
Por ello, es que, después de la Santisima Trinidad, la Virgen Maria es fun-
damental en nuestra vida de fe y en la historia del Cristianismo. Ademas de
su ejemplo de vida y de las muchas ensefianzas qué podemos desprender
de su testimonio; su rol, los atributas que Dios le concede y su constante
intervencién en medio de la historia, la convierten, no solo en un personaje
histérico digno de ser estudiado, sino que en algo mucho mas grande. El
problema es que, al no ser una diosa sino una criatura, como todos noso-
tros, muchos se han confundide y han puesto en duda quién es realmente
Maria. Por eso, la iglesia a !o largo de los siglos, ha ido desarrofiando una
rama de la teologia que ha denominado “Mariologia”.
Teniendo claro el papel de la mariolagia en el pensamiento teolégico y vista
que nuestra provincia eclesidstica de Nicaragua, viviré este jubileo mariano
con la visita de la Sagrada Imagen de la Virgen de Fatima. Es por allo, que
necesitamos reflexionar en la persona de nuestra Madre Mariay los dogmas.
marianos, que son indispensable en nuestra fe, del papel de la Virgen Maria
en Ia historia de la salvacion y todos los atributos que !a iglesia le ha dado
e largo de su peregrinacién por este mundo.
De ellos, hoy en dia la Iglesia afirma que existen Dogmas Marianos, es decir
verdades de la fe que son irrefutables y que forman parte de lo que creemos
y de cémo debemes vivir y celebrar nuestra fe, en particular, lo relacionado
ala veneracion Mariana. Estos son muy importantes en nuestra experiencia
espiritual, de hecho se celebran con especial dedicacién en el calendario
litargico y en muchos paises esos dias son feriados.
Durante la historia de |a Iglesia se han discernido y decretado cuatro Dog-
mas Marianos:
¥ La Maternidad Divina de Maria
Y La Virginidad Perpetua de Marfa
¥ Inmaculada Concepcidn de Maria
v
La Asuncion de la Virgen Maria
TS
-at-JUBILEO MARIANO - GATEQUESIS:
|. LA MATERNIDAD DIVINA DE MARIA
La Maternidad Divina és el fundamento del culto Mariano, Jestis es hombie
y Dios al mismo tiempo, no es dos Personas en una, sina que una persona
que integra estas dos naturalezas. Maria entofices, es madre de Jesiis en
su integridad, siendo as/ Madre de Dios. Cerca de 200 ‘obispos se reunieron
en el afio 431 a discutir el tema y Hegaron ala conclusién de que ‘La Virgen
Maria sies Madre de Dios porque su Hijo, Cristo, es Dios“. E| Papa Clemen-
tino, en el concilio de Efesa lo expresd asi: “Si alguao no confesare que el
Emmanuel (Cristo) es verdaderamente Dios, y que por tania, la Santisima
Virgen es Madre de Dios, porque parié segdn la carne ai Verbo de Dios hecho
carne, sed’anatema’.
La Fiesta de "Marfa, Madre de Dios” (Theotokos) es la mas antigua que se
conoce en Occidente. En las Catacumbas 0 antiquisimos subterraneos de
Roma, donde se reunian los primeros cristianos para celebrar la Santa Misa,
$€ encuentran pinturas con esta inscripcién, Esta fiesta tiene la maxima
categoria litirgica, pues es une Solemnidad, por lo tanto no solo es impeor-
tante participar de la Eucaristia ese dia, sino que para los catdlicos es una
obligacién.
Ante la maternidad virginal de Maria estamos frente a la verdad fundamen-
tal dela Mariologia, De ella se derivan las demds verdades mariolégicas, no
on una necesidad ldgica; pero si con su desarrollo razonado, El Vaticano ||
presenta la maternidad de Maria como Principio unificador y esclarecedor
de todo el misterio de Marfa: “La Virgen Maria..., es reconocida y venerada
como verdadera madre ce Dios y del Redentor. Redimida de modo eminente,
esta enriquecida con Ja suma prertogativa y dignidad de ser la Madre de
Dios Hijo, y por eso, hije predifecta del Padre ¥ Sagrario def Espiritu Santo;
con el don de una gracia tan extraordinaria, aventaja con creces a todas las
Criaturas, celestiales y terrenas”.
Es necesario reconocer que la base escrituristica de la Mariologia en rela-
cidn con las verdades definidas Por la Iglesia en este campo, es més bien
escasa. Pero, hay que admitir que merced al Principio basico de que Maria
es quien ha recibido la maxima Participacién en la humanidad de Cristo, es
posible integrar en una unidad llena de sentido, todas las verdades marianas
y, a la vez, situarlas en relacién formalmente més correcta, con las verdades
englobantes de la encarracién y la redencién
La centralidad de la maternidad divina de Maria esta en intima relacion con
el sentido pleno (histérico-salvifico) de dicha maternidad;
” Es Un hecho bioldgico concreto y real. Marfa es verdadera madre de
Jestis. Ella aporté a la generacién de su Hijo, todo lo que cualquier ma-
-42-“JUBILEO MARIANO - CATEQUESIS
dre aporta al hecho generativo del propio hijo. La dimensién humana,
biolégica, histérica de la matemidad de Maria, imoide hacer de ella un
“mito, un ser “celeste”, algo asi como una “diasé” del paganismo,
~ Pero la materidad de Maria no tiene un horzonte exclusivamente
humano: su horizonte, su objetivo, su trascendencia es histdrico-salvi-
fica: se caracteriza por la “peculiaridad” del Hijo que engendra y por el
destino salvifico de ese Hijo.
Veamos un poco el fundamento Biblico, y porque la Iglesia tiene la certeza
que el dogma de la maternidad divina, encontramos los siguientes textos
A. Eseritura
En todo el NT se destaca, de forma indudable el hecho de ser Maria la
Madre de Jestis: Mt 1,18-25: 211.21; 12,46-50; 13.55: Mc 3,31-35; 6,3; Le
1,35.39-44; 2,48.51; Jn 2,1; 6,42; 19,25-27, Gal 44-6.
Este dato fundamental, va siendo desarrollado progresiyamente y com-
pletado con otros datos que iluminan la figura biblica de Maria. En efecto,
en el NT las afirmaciones referentes a Maria van en progresivo aumento
a partir de los escritos mas antiquos hasta los més recientes, tanto en lo
que respecta a los pormenores, como a su interpretacién. Las afirmaciones
sobre Maria en el NT se despliegan paulatinamente en amplitud y hondura.
Yello es compresible. La predicacién apostélica debla primero anunciar los
acontecimientes publicos de la vida, muerte y resurteccion de Cristo, asf
como la salvacion ofrecida y el reino de Dios, y lueg® presentar la figura de
Ja Iglesia y la ordenacién de la vida cristiana, Por e! contrario, las tradicio-
nes acerca de la madre de Jesiis se hallaban necesariamente limitadas a
al estrecho citculo de los ya creyentes. No obstante el NT en su conjunto,
deja ver claramente que en la Iglesia “era ya obvio Un especial aprecio de la
madre def Sefior”.
B. Testimonio de fe de los Santos Padres-
La maternidad de Maria pertenece al depésito de las primeras verdades de
fe que la Iglesia ha confesado. Se encuentra en casi todos los simbolos, a
partir del s. Il. A decir verdad, las primeras confesiones de fe que se cono-
cen son enteramente cristaldgicas; |a mayor parte de las veces brevisimas,
y no hablan del misterio de la participacién de Maria, aunque de ordinario
podemos encontrar alguna insinuacion @ ella, desde principios del s. Il. A
continuacién presentamos algunos textos:
San Ignacio de Antioquia: Nuestro Dios Jesiis, el Ungido, fue llevado por
Maria en su seno conforme a la dispensacién d@ Dios; del linaje, cierto,
————— Ee
-43-JUBILEO MARIANO-- CATEQUESIS
de David; por obra, empero del Espiritu Santo. Os vi llenos de certidumbre
€n lo tocante a nuest’o Sefior, el cual es, con toda verdad, del linaje de
David segtin la came, hijo de Dios segdn la voluntad y poder de Dios, nacido
verdaderamente de una virgen, bautizado por Juan
San Justino: Nos revel él todas aquellas cosas de la Eseritura que por su
gracia hemos conocido; pues lo hemos reconocido como el primogénito de
Dios anterier a todas las cosas creadas, y a la vez hijo de los patriarcas, el
cual se hizo carne de la Virgen descendiente de aquellos.
Tertuliano: Esta es la norma de fe... un sola Dios... Su Hijo se llama el
Vetho, lo vieron los Patriarcas en diversos modos en él nombre de Dios, los
profetas io oyeron, y por Ultimo se hizo carne en el sena de Maria por obra
del Espiritu de Dios Padre y de efla nacié.
San Ireneo: Creemos en un solo Dias. por Jesucristo, Hijo de Dios; el cual,
por el eminentisimo amor por su creatura, acepté Ja generacién de una
virgen, y asf unié al hombre con Dios.
La denominacién de “Madre de Dios” fue atribuida a Hipdlito de Roma
(¥235/236) y a Origenes. Pero, al parecer, sin un fundamento objetivo,
La primera vez que indudablemente aparece usado el titulo de Theotdkos
aplicado a Maria, es en une Carta de Alejandro de Alejandria (a. 325) en la
que afirma: “Nuestro Sefior Jesueristo ha recibida real ¥ no aparentemente
un cuerpo de Ja Madre de Dios (Theotékos) Maria"36. Es éste el primer
testimonio rigurosamente cierto, transmitido por Teodoreto en su Historia
Eclesidstica. Entre los Padres latinos es San Ambrosio el que encabeza a
todos los demés en el uso de ia denominacién Mater Dei dada a Maria.
I. LA VIRGINIDAD PERPETUA DE MARIA
2.1. Significado y alcance de la virginidad de Maria
(Qué queremos decir cuando, con la Tradicién eclesial, afirmamos que
Maria es la “siempre Virgen’?
El sentido pleno de la virginidad de Maria comprende cuatro aspectas
distintos y complementarios:
1. Ante todo, la integridad fisica corporal. Este significarfo tisico es, en
verdad, primordial y basico.
2. La ausencia de relaciones sexuales intimas entre Maria y José, ni antes
del nacimiento de Jesus, ni después. Se trata, Por consiguiente, en
este caso, de una concepcién humana (la de Jestis), que no es fruto de
relaciones sexuales entre Maria y su esposo José.
—eJr—
-44-JUBILEO MARIANO - CATEQUESIS:
3. La decisién explicita y firme, por parte de Maria, de no tener esas tela-
ciones 2omo fruto de una opcién personal, libre y clara.
4. La dimensién religiosa. El motivo fundamental de tal decisién es de
naturaleza y rafz religiosa: es decir, procede del deseo decidido y mani-
fieste de pertenecer més directa, inmediata, plena y exclusivamente a
Dios, con toda la persona, en todas las dimensiones y virtualidades de
la misma.
En resumen, segin la Tradicién de la Iglesia, la yirginidad de Maria
abarca tres momentos temporales sucesivos:
a. La concepcién de Jesueristo en el seno de Maria sin concurso de
varon.
b. Elnacimiento de Jesis sin que se produjeran en el cuerpo de Maria
los efectos biolégicos propios de todo alumbramiento.
c. La ausencia de nuevos hijos, por parte de Maria, después del naci-
miento de Cristo o
2.2. La virginidad de Maria en el NT
Los textos fundamentales son Mt 1,18-26 y Le 1,26-38.
1. Los textos de Mt 1-2 y Le 1-2 En relacién con el contenido histérico de
los relatos de la infancia de Mt y Le encontramos tres posturas:
a) Una, segiin la cual, el nacimiento virginal de Jess no pudo ser,
sencillamente, un acontecimiento histérico-biolégico.
b) Una segunda posicién es la de aquellos que sostienen que Jestis,
por ser Hijo de Dios, no pudo tener absolutamente sobre la tierra
un padre humano. La concepcién virginal de Jests se desprende,
no solo de la exégesis, sino también de la condicin divina del
Concebido.
Una via intermedia viene sefialada por aquellos autores que: piensan
que la pura exégesis, en si misma y por ‘si misma, no puede formu
lar, en este tema, una solucién definitiva; necesita ser considerada
‘en el marco de la TradiciGn viva de la Iglesia. Muchos tedlagos
(Ratzinger, et al) afirman que las afirmaciones evangélicas de Mt
y Le “representan fa interpretacién de un hecho. Si desapareciera ef
‘contenido real, se convertirian en un discurso vacio que no sélo ca-
yeceria de seriedad, sina que serfa incluso fraudulento”. En definitiva
estos autores (Laurentin et al) concluyen que "si se interpreta la
concepci6n virginal como un puro ‘simbolo, si se supone que Jess
o}
i
~45-JUBILEO MARIANO - CATEQUESIS:
fue fruto natural del matrimonio de José y Maria, se modifica of
sentido de la narracién evangélica’
2.3. La virginidad de Maria en la tradicién eclesial
1. Jests, “nacido de fa Virgen". La fe del s. II El cristianismo primitivo
Postapostolico estd recorrido por corrientes heterodoxas que atacan la
concepcian virginal de Jesus,
a) Los judeo-cristianos ebionitas, que niegan la divinidad de Cristo y
Su concepciér virginal.
5) b) los paganos que impugnan mordazmente (Celso) porque consi-
deran inconveniente que Dios se encarne en el seno de una mujer.
c) Los gndsticos y docetas, partiendo del supuesto de que la materia
6s mala, niegan la realidad de! cuerpo de Jestis reduciéndolo a una
apariencia 0 4 un cuerpo espiritual... Frente a estos ataques la igle-
sla reacciona con una cantidad sorprendente de testimonios que
decumentan cémo la concepcién virginal era conocida y aceptada
durante el s. | por cristlanos de origen y paises diversas
Ignacio de Antioquia (110) afirma que Jestis “ha nacido verdaderamente
de una virgen" (Estm, 1; cf. Ef 19). Justing también afirma la concepcién
virginal, para ét Marfa es “Ja Virgen”. |reneo (202) afirma que si Jestis hu-
biese nacido de semen humano como los demds, hubiera sido solamente
un hombre, incapaz de traer fa salvacién; deduce que “cuante fa virgen Eva
até con su incredulidad, fo desato la virgen Maria con su fe”. A diferencia de
Ignacio y Justino, irenea introduce el tema del parta virginal
Tertuliano en el s. ill afirma que Cristo “es de madre virgen porque no tiene
4 un hombre por padre”. Lo mismo afirma Clemente Alejandrino (21 5).
origenes (254), Hipdlito de Roma (235).
Los apécrifos, muestran que ta elaboracion de una doctrina popular en for-
ma de relato 0 de poesia sobre la Virginidad de Maria precede ala especula-
cién teoldgica, Los apéerifos del s. || (a excepcién det Evangelio de Mateo
ebionita y del Evangelio de Felipe gnéstico) concuerdan en la afirmacién de
que Maria es virgen al concebir y al dar a luz a Jesiis.
La Perpetua Virginidad de Maria es el dogma matiano mas antiquo de la
Iglesia, segdn el cual Maria fue virgen antes, durante y después del parto y
No tuvo otros hijos. Afirma la "real ¥ perpetua virginidad incluso en ef acto de
dar a luz el Hijo de Dios hecho hombre",
El en concilio de Constantinopla {afio 553) le otorgé a Maria el titulo de
“virgen Perpetua” (aeiparthenos),
-46-JUBILEQ MARIANO - CATEQUESIS
Santo Tomas de Aquino también ensefic esta doctrina (Summa theologiae
Ili.28.2) que Maria dio el nacimiento milagroso sin abertura del Utero, y sin
perjuicio para el himen, Esta doctrina ya era un dogma desde el cristianismo
primitiva, habiendo sido declarada por notables escritores como San Justi-
no Martir y Origenes. E! Papa Pablo lV lo reconfirmo en el Cum Quorundam
el 7 de agosto de 1555, en el Concilio de Trento.
lll, LAINMACULADA CONCEPCION DE MARIA
La doctrina sobre la Inmaculada Concepcién de Santa Maria, es decir, la
afirmacién de su total preservacién de toda mancha de pecado desde el
primer instante de su concepcién, tal y como hoy se profesa en la iglesia, es
el resultado de un largo proceso en el que alo largo de los siglos el pueblo
cristiano primero y los tedlogas después han ido tomando una conciencia
cada vez mas clara de las implicaciones que se encuentran en la afirmacion
de la plenitud de la gracia y de la total santidad de la Madre del Sefior. “A lo
largo de los siglos, la Iglesia ha tomado conciencia de que Maria
la «llena de gracia» por Dios (Lc 1,28) habia sido redimida desde su concep-
cin”. Se trata de una toma de conciencia que comienza por la expresion
de la fe que se manifiesta en la celebracién litdrgica y en la piedad popular,
prosigue en la profundizacién y discusién teolégica, y culmina en la defini-
cién dagmatica realizada por Pio IX.
Para comprender el lento y secular proceso que ha llevado a la definicién
dogmdtica de la inmaculada concepcién de Maria, es preciso situarse en el
contexto de la fe eclesial, la cual madura y crece en la comprension de las
verdades reveladas bajo el influjo del Espiritu y mediante el ejercicio de los.
distintos carismas (cf. DV 8). Del Espiritu Santo deriva, en efecto, el sensus.
fidei o sentido cristiano, descrito por la Escritura como uncidn que hace
discernir la verdad de la mentira y ensefia todas las casas desde dentro (cf.
{Jn 2,20-21.27). Todo el pueblo cristiano es sujeto prioritario de este sensus:
fidei, que le hace capaz de una percepcién espontanea del dato revelado y
de sus virtualidades y le habilita para desarrollar la revelacion, “Crece la
inteligencia lo mismo de las cosas que de Jas palabras transmitidas, ora por
Ja contemplacién y estudio de los creyentes que las meditan en su corazén
(cf. Le 2,79,51), ora por ia intima inteligencia que experimentan de las cosas
espirituales, ora por Ja predicacin de quienes, junto con la sucesion del
episcopado, recibieron ef carisma cierto de la verdad” (DV 8).
-47-JUBILEO MARIANO - CATEQUESIS
A. DEFINICION DEL DOGMA
Después de varias consultas a diversas comisiones constituidas al efecto,
el papa Pio IX, haciendo suya la decisién positiva del episcopado mundial, la
doctrina papal anterior |a difusién det culto y el sentir de la piedad popular,
decidid definir como dogma la Inmaculada Concepcién de Maria. La hizo
medi i i i
"Declaramos, prociamamos y definimos que /a doctrina que sostiene que la
bjenaventurada Virgen Maria fue preservada inmune de toda mancha de Ja
culpa original en ef Primer instante de su Concepeidn por singular gracia y
Drivilegio de Dios omnipotente, en atencién a ios méritos de Cristo Jesus,
Salvador del género humano, esté revelada por Dios y debe ser, por tanto,
firme y constantemente sreida Por todos los fieles” (DS 2803).
Contenido de la definicién
¥ Se habla de Marfa como Persona receptora: se |e atribuye una gracia
recibida, que por lo mismo no Puede probarse: sing reconocerse
como otorgada, si el Sefior asi ha querido revelarlo. El Magisterio ha
ensefiado que, en efecto, ha sidg revelado que Maria ha sido concebida
inmaculada.
¥ Se califica la Concepcién inmaculada come une “singular gracia y ‘privi-
fegio". Por Io tanto ne se refiere al modo de santificacién comun a todos
los cristianos.
Y La razdn es “en virtud de los métitos de Cristo Jestis, Salvador def
géneto humano”. Es decir, que Maria eg redimida, y su santificacién se
Fealiza no en virtud dela gracia de la creaci6n concedida originalmente
4 fa, Sino én virtud de fa obra de Cristo, Esto
distingue también la gracia de Maria, de ta que santificé a ‘Su Hijo: Este
fue enteramente santo ‘POT Su UniGn hipostética can ef Verbo; Maria Io
fue como redimida Por su Hijo.
“inmune de foda mancha de culpa original’, significa que Maria ha sido
liberada del pecado mismo; pera en ninguna parte se halla definido
que ella hubiese sido también Preservada de todas las consecuencias
del pecado de Addn (de las cuales ni Jestis mismo quiso ser exento).
Es decis, nn se afirma que Maria fue preservada de la enfermedad, del
dolor o dela muerte, o del cansancio, etc. Tampaco se afirma gue Marfa
estuviese libre dela Concupiscencia desordenada que nace del pecado
¥ que a él se arienta (fomes peceati).JUBILEO MARIANO - CATEQUESIS
B. Fundamentacién biblica
Aunque no existe en la Sagrada Escriture ningiin texto explicito sobre esta
verdad, en la Bula definitoria del dogma de la inmaculada encontramos
varios pasajes biblicos aducidos por el papa Pio IX. Los textos de la Es-
critura sobre los que tradicionalmente se ha yenido fundande la doctrina
de la Concepcién Inmaculada de Maria son el Protoevangelio (Gn 3,15) y
el saludo del angel a Maria en el relato de la Anunciacién (“ena de gracia”,
Le 1,28), asi como el saludo de Isabel a Maria (bendita té_; Lc 1,42). ;Qué
valor inmaculista pueden tener estos textos?
1. Hay que tener presente, en primer lugar, que ‘la Tradicién y la Escritura
estan estrechamente unidas y compenetradas; manan de fa misma fuen-
te, se unen en un mismo caudal, corren hacia el mismo fin” (DV 9). Por
50 ‘fa iglesia no saca exclusivamente de la Escritura la certeza acerca
ge todo fo revelado” (DV 9). Escritura y Tradicion, pues, estan en intima
y¥ complementaria relacién en orden a las verdades reveladas. De aqui
que no todas las verdades pertenecientes al depdsito de la Revelaciény
por consiguiente con un valor salvifico, se contienen de forma explicita
en la Escritura; y, por eso mismo, no todas pueden ‘probarse” {en sen-
tido filoséfico o cientifico) por la materialidad de la letra de la Escritura
exclusivamente.
Este principio aparece aplicado en la Bula Ineffabilis Deus, en cuya
reelaboracién definitiva el argumento biblico no se presenta separado,
sino que esté comprendido en la Tradicion; o mejor, se introduce donde
se habla de los padres y escritores eclesiasticos que interpretan la
Sagrada Escritura. La Bula Ineffabilis Deus no hace, por tanta, prapia-
mente hablando un “argumento de Escritura® en favor de! dogma de la
Inmaculada: la argumentacién no se hace basandose en la Escritura y
en la Tradicion, sino en la Escritura con la Tradici6n, o mejor, sobre la
Escritura en el contexto de la Tradicién.
2. Lo que se propone Pio IX en su Documento es hacer ver la continuidad
de la tradicién en esta doctrina mariana, a partir precisamente de la
lectura e interpretacién que, de forma continuada hace la Tradicién de
algunos pasajes de la Escritura.
3. “Pues bien Ja Bula Ineffabilis Deus ensefia que la Cscritura, si se la fee
con Jos ojos de fa Iglesia, revela una plenitud de sentido que no brota de
la simple formulacién del texto, es decir, de Ja letra sola. También por
lo que respecta a la Virgen, los libros sagrados contienen expresiones
que, en germen, pueden insinuar ia perfecta santidad de ia Madre de
Dios desde el primer momento de su concepcién en el seno matero. La
Iglesia, guiada por el Espiritu Santo (Jn 16,13) ha sondeado la riqueza
~49-JUBILEO MARIANO - CATEQUESIS
vittual de esas palabras, hasta madurar SU propia fe en fa inmaculada
concepcién de Maria’.
Aplicande estas principios a los referidos textos de Gn y Le, podemos
concluir:
a) Ambos textos, tienen un verdadero sentido matioldgico: n en virtud
Ge la letra exclusivamente, sino en virtud de su relacion intima con la
Tradicion y el Magisterio.
b) Ambos textos oftecen un sélido fundamento para deducciones ma-
tioldgicas en general e inmaculistas en particular, aunque ninguno de
ellos, ni en virtud de si mismo, ni siquiera en virtud de [a Tradician o
del Magisterio Gnicamente, constituyen, propiamente hablando, un
argumento apadictico a favor del dagma de la Inmaculada, Esla fede
'a Iglesia (sensus fidei y sensus fidelium) a que ha Hegade a ver en
toda su plenitud las implicaciones encerradas virtualmente en dichos
textos. Como dice J.F Alfaro, “la fe de fa Iglesia llegé al conocimiento
explicito de la salvacién privitegiada de Marfa (inmaculada concepeién
J asuncién), no tanto a través de determinados textos biblicos (Gn 3,15,
etc.) cuanto més bien por la reflexién sobre et winculo especial de Maria
con Cristo por su ‘maternidad-en-la-fe” fa contribucidn privilegiada de
Maria al misterio dela redencién implica su participacién personal Dtivi-
fegiada en fa gracia de Cristo... Profundizando (bajo la accién det Espiritu
Santo) en ef dato neotestamentario fundamental sobre Maria, la iglesia
creyente descubrié en ella a ‘la plenamente salvada por Cristo’: su unién
Plena con ef Redenter, implica su participaciéa plena en la redencién’.
Llegamos aqui una vez més a la conclusién de que el primer argumento
aducido por la Bula Ineffabilis Deus a favor del dogma de la Inmaculada
No es el argumento de la Escritura, sino justamente la fe viva de la iglesia
universal.
Maria es, por excelencia, la obra del Espiritu desde el primer instante de su
existencia. la obra del Espiritu es, Por antonomasia, obra de gratificacion.
Desde este punto de vista, la Inmaculada significa que, tanto en Maria iy
especialmente en Maria) como en nosotros, “todo es gracia" de Dios y que
nada, en nuestra salyacion, Procede de nosotros mismas, Es el Espiritu
Santo el que, de forma misteriosa pero real, nos va trabajando y haciendo
crecer, como trabajé @ hizo crecer a Maria desde el primer instante de su
vida terrena. La autocorrunicacién de Dios mediante su Espiritu, gratificd
tadicalmente a Maria haciendo de ella “la toda santa” una nueva criatura
(cf. 2Cor 5,17).
Digamos entonces que Dios, como muestra de su honor y poder nos trajo
a la Virgen Maria engendrada y nacida totalmente libre de defecto, que
-50-JUBILEO MARIANO - CATEQUESIS
significa libre del menor vestigio del pecado original, que es lo unico que
podria mancharla. Esto fue posible por los Méritos de Jesuctisto_
IV, LA ASUNCION DE LA VIRGEN MARIA.
A ejemplo de Pio IX, el papa Pio XII hizo en 1946 una consulta a todo el epis-
copade catélico rogando que diera a conacer con qué devocién, conforme a
su fey piedad, el clero y pueblo confiado a su gobierno pastoral veneraban
la Asuncién de la beatisima Virgen Maria61. Y sobre todo, proseguia la
Carta, “deseamos vivamente conocer si vosotros, venerables hermanos,
juzgéis, segiin westra sabiduria y prudencia, que la Asuncién corporal de la
bienaventurada Virgen Maria puede ser propuesta y definida, y si esto, con
vuesiro clero y pueblo, ansiosamente lo desedis”. De las 1191 respuestas:
que llegaron al Papa, 1169 fueron afirmativas (98,2%) y sdlo 22 (1,8%) mani-
festaron alguna duda sobre la oportunidad y conveniencia de la definicién,
El eco ampliamente positive de la consulta animé a Pio XII a iniciar los
preparativos para la definicién dogmatica de la Asuncién dé Marfa, que tuvo
lugar el 1 de noviembre de 1950, fiesta de Todos los Santos.
A. Ladefinicién del dogma.
La definicién dogméatica de la Asuncién aparece en la Constitucién dog-
méatica Munificentissimus Deus (MD) firmada por Pio X!l como “episcopus
ecclesiae catholicae” y por 38 cardenales presentes en e| momento de la
proclamacién.
Con la previsién de muchos y felices frutos para toda la Iglesia e incluso
para la humanidad, como consecuencia de este gesto, sé llega a las pala-
bras de la definicidn (MD 44-45):
“Por tanto, después de elevar a Dios muchas y reiteradas preces e invocar la
juz del Espititu de la Verdad, para gloria de Dios omnipotente, que otorgé 2
Ja Virgen Maria su peculiar benevolencia; para honor de su Hijo, Rey inmortal
de los siglos y Vencedor del pecado y de Ja muerte; pasa acreditar la gloria
de esta misma augusta Madre y para gozo y alegria de toda Ia Iglesia, con
la avtoridad de Nuestro Sefior Jesucristo, de los bienaventurados apdstoles
Pedro y Pablo y con Ja nuestra, pronunciamos, declaramos y definimos ser
dogma de revelacion divina que la iInmaculada Madre de Dios, siempre Virgen
Maria, cumplido el curso de su vida ferrena, fue asunta en cuerpo y alma ala
gloria celestial. Por eso, si alguno, lo que Dios no quiera, osase negar 0 poner
en duda voluntariamente lo que por Nos ha sido definido, sepe que ha caido
de la fe divina y catélica®
51-JUBILEO MARIANO - CATEQUESIS:
B. Algunas observaciones
Este contenido en general y las palabras definitorias en particular, sugieren
algunas observaciones importantes:
1. Ante todo, estamos, a partir de ese Momento, ante un dogma de fe y no
ante una opinidn piadosa més o menos asumible.
2. Estamos, ademés, ante una verdad revelada: es decir, ante una realidad
que fo podia ser conocida, como tal, con las solas fuerzas naturales
9 con la sola luz de la raz6n. Por el contrario, se trata de una verdad
que debe estar, de forma explicita o de forma implicita contenida en
el depésito de la Revelacién ¥ por tanto, en una relacion estrecha y
esencial con todo lo que es el mensaje de la salvacién: una verdad cuya
naturaleza revelada se basa “més que en textos: concretos y especificos
biblicos 0 patristicos, litérgicos 0 ieonograficos, en el conjunto de las
diversas indicaciones contenidas en a Tradicién ¥, NO en ultimo término,
en la fe universal de los fieles, gue tomados en bloque, atestiguan una
Segura revelacién del Espiritu Santo”.
3. Et sujeto dela Asuncién es Dios, la que es asumida es Marfa, su unidad
Personal en alma y cuerpo, no hay que olvidarlo.
4. Existe una estrecha conexién entre la Asuncién y otras verdades revela-
das como son:
La dignidad incomparable de la Mmaternidad divina. Su misteriosa
union con Cristo hasta el punto de haber sido prevista y decretada su
existencia en el mismo y unico decreto en que fue prevista y querida la
Presencia del Redentor entre los hombres. La concepcién inmaculada
de Matia como consecuencia de su plenitud de gracia. La virginidad sin
mancha de su divina maternidad.
Su insigne santidad, superior a la de todos los hombres y angeles.
5. Por otra parte, ia Constitucién dogmatica Munificentissimus Deus,
presenta el dogma de la Asuncién como una verdad fundada en una
convergencia de razones. Se trata, en efecto, de una verdad: Fundada
en Ia Sagrada Escritura, profundamente arraigada en el alma de los
fieles, confirmada por el culto eclesidstico desde tiempo remotisimos,
Umamente cn consonancia con las verdades Teveladas, espléndida-
mente ilustrada y explicada por el estudio de la ciencia y sabiduria de
los tedlagos.
6. Respecto al tema dela muerte o node Maria, la Constitucién dogmatica
Munificentissimus Deus no toma Postura alguna. Ademds no contiene
ningUn dato sobre el hecho de la muerte, asi como tampoco acerca del
fmomenio o de la forma en que tuvo lugar ef acontecimiento de la Asun-
-52-JUBILEO MARIANO - CATEQUESIS
cin. Se limita a afirmar el hecho precisando, eso si, que se trata de una
Asuncién en “cuerpo y alma”, es decir, en la totalidad de la persona.
C. La fundamentaci6n biblica.
La Constitucién dogmatica Munificentissimus Deus, no pretet encontrar
en la Escritura un testimonio directo e inmediato de la Asun “muesira
simplemente como Ja glorificacién final de Maria esté implicada en las dos
afirmaciones escrituristicas: la unién de Maria con Jesds, y el ral de /a mujer
en Ja jucha contra el demonio”
Hemos de reconocer, pues, que no existe, propiamente, hablando, una ar-
gumentacién biblica acerca de la Asuncién de Maria. No se puede sefialar
ningun texto biblico en particular, como testimonio fundante de ese misterio
Mariano. La fundamentacién biblica se suele hacer con la base de los textos
del AT y del NT, por alusiones mAs o menos préximas ¢ inclusos poéticas,
de jas que se ha servido la tradicién de la Iglesia “con cierta libertad”. “La
Escritura no presenta un argumento, Marca una orientacién que seré desa-
rroffada por fa evolucién dogmédtica bajo la asistencia del Espiritu Santo, que
guia y protege a /a iglesia en la inteligencia de fa palabra revelada”.
Entre los textos que se suelen citar como particularmente aptos para ilus-
trar de forma mas 0 menos directa el hecho de la Asuncién, se han usado
a lo largo de la Tradicién de la Iglesia (y aparecen en el texto de la MD), los
salmos 44,10.14-16 y 131,8; el Ct 3,6; 4,8; 6,9, el Ap 12,1ss, Le 1,28 y 1Cor
15,20-27.53-56,
Se puede pensar, pues, aunque siempre en un sentido muy amplio, en un
fundamento biblico de la Asuncion, que consiste, por una parte, en el hecho
global de la unién del destino de Maria con Jestis: un destino comin que
unié efectivamente a Maria con Jestis durante su vida y que los une mas
alla de la muerte; y, por otra, en la armonia de la Asuncisn con el conjunto de
verdades reveladas en general y con los datos de la vida de Maria como nos
‘os presenta la Escritura en particular. La unidad de predestinacién de Maria
con Cristo, la piedad filial de Este para con su Madre, la asociacién de Maria
a Cristo como la nueva Eva al nuevo Adan y particularmente la exigencia de
glorificacicn incluso del cuerpo como aspecto especifice del triunfo sobre
el pecado y sobre la muerte (victoria preanunciada en el Protoevangelio (Gn
3,15), forman el cuadro general en que, desde un punto de vista biblico, se
fundamenta el misterio de la Asuncidn de Maria
En definitiva zPor qué decimos “asuncién” de Maria y no “ascensién” como
cuando hablamos de Jesiis? El Misterio de la Asuncién consiste, dentro de
otras cosas, en que la Virgen Maria es elevada, ascendida, por angeles, no
por sus propios medios. Es decir, es Dios quien desea preservarla al final
-§3-JUBILEO MARIANO - CATEQUESIS
de sus dias; por eso histérica mente se la ha retratado rodeada de angeles
que la
Jevantan entre nubes. Jesus en cambio, sube a los cielos BOF sus propios
medios, pues es Digs,
Maria, Asunta al cielo, no es para el creyente un simple objeto de contem-
placion estética. El misterio de Marfa es una realidad dindmica, llena de
significado real pata Ella misma a la luz de Cristo y para toda la Comuni-
designio de Dios sobre ella y, al mismo tiempo, como camino a seguir en
que esta Comunidad est llamada a dar frente a ese designio.
Maria es un preanuncio real ¥ personal de lo que toda la Iglesia en general y
cada una de los bautizados en Particular, desea y espera ser
Elaborada por: Phro. Mario José Jarquin PérezJUBILEO MARIANO - CATEQUESIS
INDICE
TEMA I: FATIMA UN DON DE DIOS PARA LA
IGLESIA Y EL MUNDO.
|. Fatima y la misién Materna de Maria. a
Il. Unmundo necesitado de Dios. (Contexto de las apariciones)....... 7
Ill. Nifios en el seno de una familia cristiana,
llamados por Dios a una mision.. . . .
iv. Elmensaje de Fatima. ......
TEMA II: MARIA EN LA RELIGIOSIDAD POPULAR. ......... 15
TEMA III: MARIA CREYENTE Y COLABORADORA DE CRISTO 21
TEMA IV: MARIA, “ESTRELLA DE LA EVANGELIZACION” ... 25
TEMA V: MARIA, MUJER EUCARISTICA............-.--4+ 30
TEMA Vi: CATEQUESIS SOBRE EL CAMINO Y
LOS DOLORES DELA VIRGEN MARIA............. 33
|. Maria se sorprendié:. -
Il. Maria se puso en camino: En aquellos dias che ences 35
| Maria en los dolores de parto no encuentra
posada. Maria es la virgen dolorosa, es la Madre
que sufte las desprecios de sus vecinos, y de su tierra. (Le 2,7)... 35
IV, Fueron a tode prisa y encontraron a Maria ya
José. y al nific acostade en el pesebre. (Le 2, 16)................ 36
V. Maria, por su parle, ‘guardaba tadas estes cosas
ylas meditaba en su coraz6n. (le 2,19)... woceeee es 36
Vi
Maria Ofrece desde su pobreza, Sante alo
que se dice en la Ley del Sefior. i
‘Vil. La Profecia de Simean:.
Vill. "Levdntate, toma contigo al nifio i a su macrey
huye a Egipto; y estate alli hasta que yo te diga.JUBILEO MARIANO - CATEQUESIS
Porque Hetodes va a buscar al nifio para matarle."
£i se levantd, tomd de noche al nifio yasumadre,
y se retird a Egipto: (Mt 2.13-14) 20.0. nxmaparosed
IX. La Desesperacién de Marie cee bOI ee OB
X. La Preocupacién de Maria: bee “4 arenes ao
Junto a la cruz ce Jess estaban su madre y la
hermana de su madre, Maria, mujer de Cleofas,
y Marfa Magdalena. Jesus, viendo a su madre y
Junto 4 ella al diseiaula a quien amaba, dice a su
madi ujer, abi tienes a tu hijo," (Juan. 19, 25: 26} eee OO
Cuando tomo Jesus e! vinagre, dijo: ‘Todo esta
cumplido." E inclinando la cabeza entregé el espiriu, (Juan 19, 30), 39
XII Tomaron el cuerpo de Jestis, lo pusieron en los
brazos de su made y después lo enyalvieran en
lienzos con las aromas, conforme a la costumbre
judia de sepultar, (Juan 10, 40). . a be neene ee -. 40
XIV. La Soledad de Maria. ceesswetbnnns® siieeerene 40
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TEMA VII: LA VIRGEN MARIA Y LOS DOGMAS MARIANO ... 41
|. LAMATERNIDADDIVINA DE MARIA... 42
Nl LA VIRGINIDAD PERPETUA DE MARIA, : vee A
lL LAINMACULADA CONCEPCION DE MARIA ..........00.0..0.... 47
MM LA ASUNCION DE LA VIRGEN MARIA. o.oo BT
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