Seminario Supervisado 2019-Nuevo Testamento
Seminario Supervisado 2019-Nuevo Testamento
Este manual contiene 16 lecciones de estudio individual supervisado que corresponden a las 16 unidades de la Guía
de estudio del Nuevo Testamento para alumnos del curso de estudio individual supervisado de seminario. Es probable
que necesite planificar cuatro clases adicionales con el fin de administrar y repasar las evaluaciones del aprendizaje
requeridas, para un total de 16 clases. Usted puede adaptar las lecciones y el ritmo de avance según sea necesario
de acuerdo con el número de semanas que tenga para impartir este curso.
Fecha Unidad Lecturas semanales para los Alumnos Lección del Maestro
20/07/2019 1 Dia 1 – El Plan de Salvación El Plan de Salvación,
Día 2 – La Función del Alumnos Introducción y
Día 3 – El estudio de las Escrituras contexto del Nuevo
Día 4 – Introducción y contexto al Nuevo Testamento Testamento
27/07/2019 2 Día 1 – Mateo 1 - 2 Mateo 1 - 5
Día 2 – Mateo 3
Día 3 – Mateo 4
Día 4 – Mateo 5
03/08/2019 3 Día 1 – Mateo 6 - 7 Mateo 6:1-13: 23
Día 2 – Mateo 8 - 10
Dia 3 – Mateo 11 - 12
Día 4 – Mateo 13:1-23
10/08/2019 4 Día 1 – Mateo 13:24-58 Mateo 13:24-17:27
Día 2 - Mateo 14
Dia 3 – Mateo 14
Dia 4 – Mateo 16-17
17/08/2019 5 Día 1 – Mateo 18-20 Mateo 18 - 22
Día 2 – Mateo 21: 1-16
Día 3 – Mateo 21_17-22:14
Día 4 – Mateo 22:15-46
24/08/2019 6 Día 1 – Mateo 23 Mateo 23:1-26:30
Día 2 – Jose Smith-Mateo, Mateo 24
Día 3 – Mateo 25
Día 4 – Mateo 26:1-30
31/08/2019 7 Día 1 – Mateo 26:31-75 Mateo 26:31 Marcos
Día 2 – Mateo 27-28 3:35
Día 3 – Marcos 1
Día 4 – Marcos 2-3
07/09/2019 8 Día 1 – Marcos 4-5 Marcos 4-9
Día 2 – Marcos 6-8
Día 3 – Marcos 9:1-29
Día 4 – Marcos 9: 30-50
14/09/2019 9 Día 1 – Marcos 10-16 Marcos 10 Lucas 4
Día 2 – Lucas 1
Dia 3 – Lucas 2
Día 4 – Lucas 3-4
2
Al termino de la clases Juan 14-15 se debe tomar la Evaluaciones del Aprendizaje del Nuevo Testamento de
Mateo - Juan
3
A continuación, se proporciona un resumen de los acontecimientos, las doctrinas y los principios que
aprendieron los alumnos al estudiar las cuatro lecciones de estudio individual supervisado de la Unidad 1. Al
saber lo que los alumnos han estado estudiando le ayudará a prepararse para la clase. El resumen no forma
parte de la lección y no se ha creado con la intención de que se comparta con los alumnos. Dado que la
lección que va a enseñar sobre la Unidad 1 se centra en solo algunos de los principios y las doctrinas que se
mencionan en el resumen, es posible que a veces sienta la inspiración de repasar o tratar otros de ellos, de
acuerdo con la inspiración del Espíritu y las necesidades de los alumnos.
Al estudiar el Plan de Salvación, los alumnos aprendieron que Jesucristo fue escogido en la vida preterrenal
para ser el Redentor del género humano, y que Él creó la Tierra bajo la dirección del Padre Celestial.
También aprendieron las siguientes verdades: Jesucristo vino para salvarnos de nuestros pecados. Debido a
la resurrección de Jesucristo, todas las personas resucitarán. Jesucristo juzgará a toda la humanidad. Si
ejercemos la fe en Jesucristo y vivimos de acuerdo con Su evangelio, entonces podemos recibir la vida
eterna.
Los alumnos aprendieron que el Espíritu Santo enseña la verdad. Además, descubrieron que si procuramos
aprender por la fe, invitamos al Espíritu Santo a entrar en nuestro corazón para enseñar y testificar de la
verdad.
Los alumnos aprendieron la importancia de leer todo el Nuevo Testamento y estudiar las Escrituras a diario.
Asimismo, descubrieron que necesitamos más las Escrituras hoy en día que en cualquier otra época anterior,
y que a medida que estudiamos las Escrituras, recibimos sabiduría y luz, y se nos corrige e instruye para
conducirnos a la salvación. También aprendieron que al estudiar las Escrituras a diario, recibimos el “agua
viva” o alimento espiritual que necesitamos.
Los alumnos aprendieron que conforme se familiaricen con el contexto histórico y cultural del Nuevo
Testamento, podrán entender y aplicar mejor sus enseñanzas. También aprendieron que Jesucristo fue
enviado para llevar salvación a todas las personas, y que conforme nosotros vengamos a Jesucristo,
tendremos un mayor deseo de invitar a los demás a venir a Él.
4
Introducción
La lección tiene por objeto preparar e instar a los alumnos a estudiar el Nuevo Testamento al presentarles
dos temas principales que se hallan en las enseñanzas de Jesucristo y Sus antiguos apóstoles. A medida que
los alumnos estudien el Nuevo Testamento, aprenderán cómo responder a la reiterada invitación que hace el
Salvador de venir a Él y recibir Su ayuda y guía en nuestra vida.
Antes de la clase, escriba en la pizarra la siguiente pregunta: ¿Cuáles son algunas de las difíciles cargas que
los jóvenes afrontan hoy en día?
Lleve a la clase una caja o mochila vacía y objetos pesados para poner en ella, por ejemplo, piedras o libros
grandes. Invite a un alumno a pasar al frente del salón y pídale que sostenga la caja vacía o que se ponga la
mochila vacía. Pida a la clase que conteste la pregunta que está en la pizarra y solicite a otro alumno que
escriba las respuestas de los alumnos en la pizarra. Después de cada respuesta, coloque un objeto pesado en
la caja o mochila, hasta que se llene.
Pida a los alumnos que expliquen los problemas o dificultades que pudieran causarle a alguien las cargas
que figuran en la pizarra.
Explique que el Nuevo Testamento enseña sobre el ministerio terrenal y el posterior a la resurrección de
Jesucristo, inclusive Sus enseñanzas, Sus milagros, Su sacrificio expiatorio y Sus visitas a los primeros
discípulos de la Iglesia. En todas Sus enseñanzas y en Su trato con los demás hay una verdad presente que se
repite, y que puede ayudarnos con las cargas que llevamos.
Explique que Mateo 11 contiene un ejemplo de ese importante tema que los alumnos verán a menudo
durante su estudio del Nuevo Testamento este año. Invite a un alumno a leer Mateo 11:28 en voz alta. Pida a
la clase que siga la lectura en silencio en busca de la invitación que el Salvador extiende a quienes llevan
cargas pesadas.
Para ayudar a los alumnos a comprender lo que significa venir a Cristo, invite a uno de ellos a leer Mateo
11:29–30 en voz alta. Pida a la clase que siga la lectura en silencio en busca de las indicaciones del Salvador
a quienes desean venir a Él.
Explique que un yugo es una viga de madera que une o junta una par
de bueyes o de otros animales, y que les permite tirar las cargas juntos.
¿Cuál es el propósito y la utilidad de los yugos? (Aunque el yugo es un peso o una carga, permite
que ambos animales combinen sus fuerzas y energías para aumentar su productividad).
¿Qué creen que signifique tomar el yugo del Salvador sobre nosotros?
Invite a un alumno a leer en voz alta las siguientes palabras del élder David A. Bednar, del Cuórum de los
Doce Apóstoles. Pida a la clase que preste atención a la forma en que podemos tomar sobre nosotros el yugo
del Salvador y a las bendiciones que recibimos al hacerlo.
“El yugo coloca a los animales lado a lado, a fin de que puedan moverse juntos para lograr una
tarea.
“Consideren la invitación particular e individual que hace el Señor de ‘llevad mi yugo sobre
vosotros’. El hacer y guardar convenios sagrados nos ata al Señor Jesucristo y al yugo junto con
Él. En esencia, el Salvador nos está invitando a depender de Él y a tirar de la carga junto con Él, aunque
nuestros mejores esfuerzos no sean iguales ni se puedan comparar a los de Él. Cuando confiamos en Él y
tiramos de la carga junto con Él durante la jornada de la vida terrenal, realmente Su yugo es fácil y ligera Su
carga.
“No estamos solos ni es necesario que lo estemos nunca. Podemos seguir adelante en nuestra vida diaria con
la ayuda del cielo. Mediante la expiación del Salvador podemos ‘recibir de [Él] la fuerza’ (‘Señor, yo te
seguiré’, Himnos, Nº 138)” (Véase “Soportar sus cargas con facilidad”, Liahona, mayo de 2014, pág. 88).
Indique que la promesa del Salvador de hallar “descanso”, que está en Mateo 11:28–29, no significa
necesariamente que Él eliminará nuestros problemas o dificultades. A menudo, el Salvador nos dará la paz y
la fortaleza que necesitemos para vencer o sobrellevar las pruebas, haciendo así que nuestras cargas sean
más ligeras. Si somos fieles al afrontar los problemas de la vida terrenal, el descanso supremo que
recibiremos es la exaltación con Dios (véase D. y C. 84:23–24).
Pida a los alumnos que mediten en el modo en que el Salvador les ha dado descanso cuando han venido a Él.
Invite a algunos alumnos a compartir sus experiencias con la clase.
Invite a los alumnos a fijar metas específicas tocante a las formas en que pueden venir a Jesucristo a lo largo
de este año de estudio del Nuevo Testamento. Ínstelos a incluir en las metas el estudio diario de las
Escrituras y la lectura de todo el Nuevo Testamento este año.
6
Los libros del Nuevo Testamento testifican que Jesucristo es el Hijo de Dios y nuestro Salvador
Escriba los nombres de los autores de los cuatro Evangelios en la pizarra: Mateo, Marcos, Lucas y Juan.
Explique que cada uno de esos discípulos de Jesucristo anotaron acontecimientos y enseñanzas de la vida del
Salvador. A sus anales se les llaman los Evangelios. La palabra Evangelio significa “buenas nuevas”.
Indique que la Traducción de José Smith cambia el título de cada uno de los Evangelios a testimonio, por
ejemplo, “El Testimonio de San Mateo”.
¿Por qué es beneficioso tener más de un evangelio o testimonio de la vida y las enseñanzas de
Jesucristo?
Explique que, aunque los cuatro Evangelios varían en algunos detalles y en sus perspectivas, todos ellos
narran los acontecimientos de la vida del Salvador y de Su ministerio terrenal entre los judíos. Los cuatro
Evangelios testifican que Jesucristo es el Hijo de Dios y el Salvador del mundo. Dirija la atención de los
alumnos al cuadro “Un vistazo a la vida terrenal de Jesucristo”, que está al final de la lección Unidad 1:
Día 4. Invítelos a utilizar el cuadro para determinar algunos de los acontecimientos más importantes del
ministerio terrenal del Salvador.
Según el cuadro, ¿cuál fue la duración del ministerio terrenal del Salvador?
¿Dónde estuvo el Salvador durante la mayor parte de Su ministerio?
Invite a los alumnos a valerse del cuadro para comprender mejor el contexto de los cuatro Evangelios
conforme estudien el Nuevo Testamento.
Invite a los alumnos a consultar el índice de la Biblia. Explique que mientras que los Evangelios narran el
ministerio del Salvador, los libros desde Hechos hasta Apocalipsis narran el ministerio de los antiguos
apóstoles de Cristo después de Su crucifixión, resurrección y ascensión. Dichos apóstoles viajaron a lo largo
de la tierra de Israel y del Imperio Romano predicando el Evangelio y estableciendo ramas de la Iglesia. Al
estudiar los hechos y los escritos de esos apóstoles, podemos fortalecer nuestra fe en el Salvador y aprender
a recibir las bendiciones de Su expiación. Asimismo, podemos ver lo mucho que se asemeja La Iglesia de
Jesucristo de los Santos de los Últimos Días a la antigua iglesia de Jesucristo.
Si lo desea, testifique sobre el Nuevo Testamento e invite a los alumnos a buscar las verdades que los
bendecirán conforme estudien la vida y las enseñanzas de Jesucristo y Sus apóstoles en el Nuevo
Testamento.
Explique que en la siguiente unidad los alumnos aprenderán algunos de los detalles referentes al nacimiento
del Hijo de Dios. También estudiarán las enseñanzas de Jesucristo sobre el modo en que podemos ser
verdaderamente dichosos en la vida y llegar a ser perfectos como el Padre Celestial.
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Mateo 1–5 (Unidad 2)
El siguiente resumen de los acontecimientos, las doctrinas y los principios que los alumnos aprendieron al
estudiar Mateo 1–5 (Unidad 2) no se ha creado con la intención de que se enseñe como parte de la lección.
La lección que usted va a enseñar se centra en sólo algunas de esas doctrinas y principios. Siga las
impresiones del Espíritu Santo conforme considera las necesidades de sus alumnos.
Día 1 (Mateo 1–2)
Conforme los alumnos estudiaron sobre la genealogía del Salvador, aprendieron que Jesucristo es el Hijo
divino del Padre Celestial y de María. Del ejemplo de los Magos que fueron a adorar a Jesús los alumnos
aprendieron que si buscamos sincera y diligentemente al Salvador, se nos guiará a Él. Al leer acerca de
cómo se inspiró a José a tomar a su familia y huir a Egipto para ponerse a salvo, los alumnos descubrieron
que si prestamos atención al Espíritu, podemos recibir revelación y guía.
Día 2 (Mateo 3)
Al leer sobre Juan el Bautista y el bautismo de Jesucristo, los alumnos aprendieron las siguientes verdades:
Demostramos al Señor el verdadero arrepentimiento al cambiar nuestros deseos y acciones para seguir Sus
enseñanzas. El bautismo por inmersión efectuado por alguien que posee autoridad es esencial para la
salvación. El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo son tres Seres distintos y separados.
Día 3 (Mateo 4)
A medida que los alumnos leyeron sobre las reacciones del Salvador frente a las tentaciones del demonio,
aprendieron que al recordar y poner en práctica las verdades que se enseñan en las Escrituras, podemos
resistir las tentaciones del diablo. También aprendieron que Jesucristo llevó luz a la vida de quienes estaban
en tinieblas. Al leer sobre Pedro, Andrés, Santiago [Jacobo] y Juan, los alumnos hallaron las siguientes
verdades: Si respondemos de inmediato a las invitaciones del Salvador de seguirlo, Él puede hacer más de
nuestra vida de lo que nosotros podemos por nuestra propia cuenta.
Día 4 (Mateo 5)
En esa lección, los alumnos leyeron una parte del Sermón del Monte del Salvador. De ese sermón,
aprendieron las siguientes verdades: A medida que cultivamos atributos cristianos, hallaremos mayor
felicidad. El contaminarnos con los pecados del mundo puede impedir que seamos una bendición para otras
personas. Nuestro ejemplo recto puede alentar a los demás a acercarse más al Padre Celestial. Además, los
alumnos aprendieron acerca de la ley mayor que Jesucristo enseñó a Sus discípulos.
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Introducción
Esta lección puede ayudar a los alumnos a entender lo que debemos hacer para llegar a ser perfectos como
nuestro Padre Celestial. Asimismo, conforme los alumnos repasen las leyes mayores del Señor, podrán
considerar maneras de mejorar la forma en que obedecen los mandamientos de Él.
Jesucristo enseña a Sus discípulos cómo llegar a ser perfectos como el Padre Celestial
Antes de que empiece la clase, escriba la siguiente pregunta en la pizarra: ¿Qué mandamiento creen que sea
el más difícil de guardar para la gente? Al empezar la lección, pida a los alumnos que contesten la
pregunta. Escriba sus respuestas en la pizarra.
Invite a un alumno a leer Mateo 5:48 en voz alta. Pida a la clase que siga la lectura en silencio en busca de
un mandamiento que es difícil obedecer. Si lo desea, sugiera a los alumnos que marquen la Traducción de
José Smith que figura en la nota a al pie de página de Mateo 5:48.
Invite a los alumnos a leer la nota b al pie de página de Mateo 5:48 en silencio para conocer el significado de
la palabra perfecto y pídales que expliquen lo que averigüen. Explique que llegar a ser completa o
plenamente desarrollados quiere decir llegar a ser como el Padre Celestial.
A medida que los alumnos prosigan el estudio del Sermón del Monte del Salvador en Mateo 5, invítelos a
buscar principios que deban seguir a fin de progresar para llegar a ser perfectos como nuestro Padre
Celestial.
Para resumir Mateo 5:17–20, explique que el Salvador enseñó que Él venía a cumplir la ley de Moisés, y no
a destruir ni abrogar ninguna de las verdades eternas de esta. Jesucristo restauró la plenitud del Evangelio
que se había perdido a causa de la iniquidad y la apostasía, corrigió las falsas enseñanzas, y cumplió las
profecías que hicieron los profetas del Antiguo Testamento. Con el tiempo, como parte de la restauración de
la plenitud del Evangelio, algunos aspectos de la ley de Moisés, como la circuncisión y el sacrificio de
animales, se dejaron de realizar.
Explique que en Mateo 5:21–48 se hallan las enseñanzas del Salvador sobre diversas leyes y tradiciones que
los judíos habían adquirido o agregado a la ley de Moisés. Al explicar el verdadero significado de las leyes,
Jesucristo enseñó una forma de rectitud más elevada. Los miembros de Su reino deben vivir esa ley mayor.
Esas leyes mayores brindan guía para ayudar a los discípulos de Jesucristo a evitar quebrantar los
mandamientos de Dios.
Para ayudar a los alumnos a recordar algo de lo que han aprendido sobre la ley mayor en su estudio
individual supervisado, si lo desea, escriba los siguientes enunciados en la pizarra: No matarás. No
cometerás adulterio.
Pida a los alumnos que expliquen lo que Jesucristo enseñó a Sus discípulos en cuanto a esas leyes. (Si no lo
recordaran, invítelos a consultar Mateo 5:21–26 y Mateo 5:27–30, respectivamente).
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Para resumir Mateo 5:31–37, explique que el Señor enseñó acerca del divorcio, del matrimonio y en cuanto
a efectuar juramentos.
Invite a los alumnos a imaginar que un compañero de la escuela dice cosas crueles y descorteses sobre ellos.
Pregunte a los alumnos cómo reaccionarían.
Invite a un alumno a leer Mateo 5:38 en voz alta. Pida a la clase que siga la lectura en silencio y que preste
atención a lo que la ley de Moisés enseñaba sobre castigar a las personas por sus pecados u ofensas. Pídales
que den un informe de lo que encuentren. Explique que la frase “Ojo por ojo, y diente por diente” significa
que según la ley de Moisés, el castigo tenía que ser equivalente a la gravedad de la ofensa.
Divida la clase en grupos de dos. Invite a uno de los dos alumnos del grupo a leer Mateo 5:39–42 y al otro
alumno a leer Mateo 5:43–47. Pídales que presten atención a la ley mayor. Tras concederles suficiente
tiempo, pida a los alumnos que traten las siguientes preguntas con su compañero, (puede escribirlas en la
pizarra o entregárselas en un volante):
¿Qué nos enseña la ley mayor sobre cómo debemos actuar con quienes cometen ofensas contra nosotros?
Después de darles suficiente tiempo, invite a algunos alumnos a compartir sus respuestas con la clase.
Invite a un alumno a volver a leer Mateo 5:45 en voz alta. Pida a la clase que siga la lectura en silencio y que
preste atención a lo que ocurrirá si amamos a nuestros enemigos y hacemos el bien a los que nos aborrecen.
¿Qué ocurrirá si amamos a nuestros enemigos y hacemos el bien a los que nos aborrecen?
Ya que sabemos que todos somos hijos de Dios procreados en espíritu, ¿qué piensan que signifique
en ese versículo ser hijos de nuestro Padre Celestial? (Significa llegar a ser como Él y ser herederos
de Su reino).
¿De qué modo ejemplificó el Salvador el amar a Sus enemigos y el hacer el bien a los demás durante
Su vida?
Invite a los alumnos a reflexionar sobre lo que han aprendido en Mateo 5 acerca de lo que debemos hacer
para llegar a ser perfectos como el Padre Celestial.
¿Cuáles son algunas de las cosas que tenemos que hacer para llegar a ser perfectos como nuestro
Padre Celestial? (Aunque los alumnos empleen otras palabras, deben reconocer un principio parecido
al siguiente: Si obedecemos las enseñanzas y mandamientos del Salvador, podemos llegar a ser
perfectos como nuestro Padre Celestial).
Recuerde a los alumnos que solo por medio de Jesucristo y mediante Su gracia podemos llegar a ser
perfeccionados (véase Moroni 10:32).
Para ayudar a los alumnos a comprender el proceso de llegar a ser perfectos, invite a un alumno a leer en voz
alta las siguientes palabras del élder Russell M. Nelson, del Cuórum de los Doce Apóstoles:
“No debemos desalentarnos si nuestros esfuerzos más sinceros en busca de la perfección nos
parecen demasiado arduos [difíciles] e interminables. La perfección queda pendiente; llegará en su
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totalidad únicamente después de la Resurrección y sólo por medio del Señor; está en espera de todos los que
le aman a Él y guardan Sus mandamientos” (véase “La inminencia de la perfección”, Liahona, enero de
1996, pág. 102).
Aliente a los alumnos a seguir obedeciendo los mandamientos de Dios a fin de que, con el tiempo, puedan
llegar a ser como nuestro Padre Celestial.
A fin de preparar a los alumnos para la próxima unidad, invítelos a considerar las siguientes preguntas: ¿Qué
es la Regla de Oro? ¿Qué enseñó el Señor sobre juzgar a los demás? ¿Qué ocurre con quienes sirven a dos
señores? ¿Qué deben hacer las personas para que el Señor las sane? Explique que en la unidad siguiente los
alumnos tendrán la oportunidad de conocer la respuesta a esas preguntas y aprender sobre la comisión que el
Salvador dio a Sus apóstoles.
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El siguiente resumen de los acontecimientos, las doctrinas y los principios que los alumnos aprendieron al
estudiar Mateo 6:1–13:23 (unidad 3) no se ha creado con la intención de que se enseñe como parte de la
lección. La lección que usted va a enseñar se centra en solo algunas de esas doctrinas y principios. Siga las
impresiones del Espíritu Santo conforme considera las necesidades de sus alumnos.
Día 1 (Mateo 6–7)
Al continuar su estudio del Sermón del Monte, los alumnos aprendieron lo siguiente: Si llevamos a cabo
actos de devoción para complacer a nuestro Padre Celestial en lugar de para buscar la atención de los demás,
entonces Él nos recompensará en público. No podemos servir a Dios y a las riquezas. Cuando pedimos,
buscamos y llamamos en nuestra búsqueda de la verdad, nuestro Padre Celestial nos responderá y nos
bendecirá con revelación personal. Podemos discernir los falsos profetas por sus frutos.
Día 2 (Mateo 8–10)
En esta lección, los alumnos aprendieron que Jesús puede sanarnos de nuestras dolencias y enfermedades y
que llama apóstoles y confiere sobre ellos Su autoridad. Los alumnos también descubrieron que cuando
estamos en el servicio del Señor, Él nos inspirará qué decir cuando sea necesario, y que si perdemos nuestra
vida (damos nuestro tiempo) por la causa de Jesucristo, entonces encontraremos propósito en nuestra vida.
Día 3 (Mateo 11–12)
Los alumnos aprendieron que conforme procuramos aprender de Jesucristo y testificamos de Él, nuestro
propio testimonio de Él puede fortalecerse, y que si venimos a Jesucristo, Él aliviará nuestras cargas y nos
hará descansar. Además, los alumnos aprendieron acerca de estar totalmente comprometidos a seguir a Dios
y de reemplazar las malas influencias de sus vidas por buenas influencias.
Al estudiar la parábola del sembrador, los alumnos aprendieron que los afanes del mundo pueden
distraernos, quitar nuestra atención del Señor y ahogar nuestra fe y nuestro testimonio de la palabra de Dios.
Para evitar que eso ocurra y llegar a estar convertidos al Salvador, debemos recibir la palabra de Dios y
esforzarnos por profundizar nuestro testimonio.
12
Introducción
Como está registrado en Mateo 7, para continuar Su Sermón del Monte, Jesucristo enseñó a Sus discípulos a
juzgar con justo juicio. También enseñó acerca de recibir revelación personal y de hacer la voluntad de
nuestro Padre Celestial.
Mateo 7:1–5
Como parte del Sermón del Monte, Jesucristo enseña a Sus discípulos acerca de juzgar con justo juicio.
Antes de que empiece la clase, escriba la siguiente pregunta en la pizarra: ¿Debemos juzgar a los demás o
no? Al comenzar la clase, invite a algunos alumnos a responder esa pregunta.
Muestre la lámina El Sermón del Monte (Libro de obras de arte del Evangelio, 2009, nro. 39; véase también
LDS.org). Explique que al continuar Su Sermón del Monte, Jesús enseñó a Sus discípulos acercar de juzgar.
Invite a un alumno a leer Mateo 7:1 en voz alta, y pida a la clase que siga la lectura en silencio para
averiguar lo que el Señor enseñó acerca de juzgar. Indique que el versículo 1 a menudo se malentiende, en el
sentido de que nunca se debe juzgar. Pida a un alumno que lea la nota a al pie de página de Mateo 7:1.
Invite a un alumno a leer Mateo 7:2 en voz alta, y pida a la clase que siga la lectura en silencio para saber lo
que nos sucederá, según la manera de juzgar a los demás. Pídales que den un informe de lo que encuentren.
(Si lo desea, explique que la expresión “la medida con que medís” significa la forma en la que miden o
juzgan).
¿Qué sucederá si juzgamos a los demás con justo juicio? (Después de que los alumnos respondan,
ayúdeles a reconocer el siguiente principio: Si juzgamos a los demás con justo juicio, Dios tendrá
la misma misericordia y justicia hacia nosotros).
Si es posible, distribuya una copia a cada alumno de la siguiente declaración tomada de Leales a la fe. Invite
a un alumno a leerla en voz alta, y pida a la clase que siga la lectura en silencio y que preste atención a los
tipos de juicios que debemos o no debemos hacer y cómo podemos juzgar con justo juicio.
“A veces la gente piensa que es incorrecto juzgar de cualquier manera a otras personas. Aunque es verdad
que no debes condenar a los demás ni juzgarlos injustamente, será necesario que en el transcurso de su vida
juzgues conceptos, situaciones y personas…
“El juzgar es un empleo importante del albedrío y requiere gran cuidado, en especial al formar juicios acerca
de otras personas. Todos tus juicios deben ser guiados por las normas de rectitud. Recuerda que solo Dios,
que conoce el corazón de todos, puede hacer el juicio final de las personas (véase Apocalipsis 20:12; 3 Nefi
27:14; D. y C. 137:9 )…
13
“En lo posible, juzga las situaciones de las personas en lugar de juzgar a las personas mismas. Siempre que
sea posible, evita juzgar hasta tener un buen conocimiento de los hechos y sé siempre sensible al Espíritu
Santo, que puede guiarte en tus decisiones” (véase Leales a la Fe: Una referencia del Evangelio, 2004,
págs. 110–111).
Muestre una pequeña astilla y una pieza larga y gruesa, ambas de madera. Explique que cuando el Salvador
enseñó a Sus discípulos acerca de juzgar, hizo referencia a una pequeña astilla de madera como una paja y a
un gran trozo de madera como una viga (véase la nota b al pie de página de Mateo 7:3). Invite a un alumno a
leer Mateo 7:3 en voz alta, y pida a la clase que siga la lectura en silencio para averiguar lo que el Señor
enseñó acerca de juzgar a los demás.
¿Qué pueden representar la paja y la viga en la analogía del Salvador? (Representan las faltas, las
debilidades o los pecados pequeños y los grandes).
¿Cómo replantearían la enseñanza del Salvador del versículo 3?
Invite a dos alumnos a pasar al frente del salón de clases y dé instrucciones a uno de ellos para que sostenga
la viga por delante de sus ojos. Pregunte al otro alumno:
¿Te gustaría que el compañero de clase que tiene la viga quitara una astilla de tu ojo? ¿Por qué no?
¿Qué tendrías que hacer para ver con la claridad suficiente como para quitar la astilla de madera del
ojo de tu compañero?
Invite a los dos alumnos a sentarse. Pida a un alumno que lea en voz alta Mateo 7:4–5, e invite a la clase que
siga la lectura en silencio para ver las faltas de quién dijo el Salvador que debemos preocuparnos.
¿Debe nuestra preocupación y corrección centrarse en las faltas de los demás o en las nuestras? ¿Por
qué?
¿Qué principio podemos aprender de esos versículos que pueda ayudarnos a evitar juzgar
injustamente a los demás? (Los alumnos quizás utilicen diferentes palabras, pero deben reconocer el
siguiente principio: Si nos centramos en la eliminación de nuestros propios pecados y
debilidades, entonces seremos menos propensos a juzgar injustamente a los demás. Anote ese
principio en la pizarra).
¿De qué manera puede ayudarnos ese principio cuando vemos una falla en alguna otra persona?
Podría dar a los alumnos un pequeño trozo de madera para que lo conserven y les recuerde ese principio.
Invite a los alumnos a reflexionar acerca de los pecados o las debilidades que podrían eliminar de sus
propias vidas. Anímelos a pedir al Señor que los ayude a eliminar sus propios defectos en lugar de juzgar
injustamente a los demás.
Mateo 7:24–27
Muestre una piedra y una bandeja con arena. Pregunte a los alumnos si preferirían edificar su casa sobre
roca o sobre arena. Invítelos a explicar por qué.
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Pida a un alumno que lea Mateo 7:24–27 en voz alta, y pida a la clase que siga la lectura en silencio para ver
qué dijo Jesús que es como edificar una casa sobre la roca y qué es como edificar una casa sobre la arena.
Según el versículo 24, ¿qué acciones dijo el Salvador que harían que alguien fuera como el hombre
prudente que edificó sobre la roca?
Según el versículo 26, ¿qué acciones dijo el Salvador que harían que alguien fuera como el hombre
insensato que edificó sobre la arena?
¿Qué creen que representan la lluvia, los ríos y los vientos en esas analogías (véase el versículo 27;
véase también Helamán 5:12)?
¿Qué principios acerca de actuar según las enseñanzas del Señor podemos aprender de esas
analogías? (Los alumnos quizás utilicen diversas palabras, pero deben reconocer los siguientes
principios: Si oímos las enseñanzas del Señor y actuamos según ellas, Él nos fortalecerá para
soportar nuestras pruebas. Si oímos las enseñanzas del Señor pero no las seguimos, no
tendremos el apoyo que necesitamos cuando lleguen las pruebas).
Invite a los alumnos a ser como el hombre prudente al decidir actuar según los principios que enseñó el
Salvador. Si lo desea, conceda tiempo a los alumnos para que escriban de qué manera aplicarán uno o más
de los principios de esta lección o de su estudio del resto del Sermón del Monte del Salvador.
Diga a los alumnos que durante la próxima semana va a leer acerca del plan malvado que condujo a la
muerte de Juan el Bautista. También aprenderán respuestas a las siguientes preguntas: ¿Porqué mandó
Herodes decapitar a Juan? ¿Por qué se hundió Pedro en el agua después de haber caminado sobre ella con
éxito? Pida a los alumnos que reflexionen sobre lo que se siente cuando un amigo cercano o un familiar
muere. Invítelos a que, conforme estudian la siguiente unidad, presten atención a la forma en la que el
Salvador reaccionó ante la muerte de un ser querido y a lo que sucedió en el Monte de la Transfiguración.
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El siguiente resumen de los acontecimientos, las doctrinas y los principios que los alumnos aprendieron al
estudiar Mateo 13:24–17:27 (Unidad 4) no se ha creado con la intención de que se enseñe como parte de la
lección. La lección que usted va a enseñar se centra en sólo algunas de esas doctrinas y principios. Siga las
impresiones del Espíritu Santo conforme considera las necesidades de sus alumnos.
De la parábola del trigo y la cizaña, los alumnos aprendieron que el Señor recogerá a los justos durante los
últimos días, y luego destruirá a los inicuos en Su venida. En otras parábolas aprendieron que la Iglesia
restaurada de Jesucristo llenaría toda la tierra, y las bendiciones eternas que reciben aquellos que se
sacrifican para obtener el evangelio de Jesucristo.
Día 2 (Mateo 14)
En Mateo 14 los alumnos llegaron a entender que al mostrar compasión hacia los demás aun cuando nos
sentimos tristes, seguimos el ejemplo de Jesucristo. También aprendieron que, si procuramos la ayuda de
Dios cuando nuestra fe flaquea, Él nos puede elevar por encima de nuestros temores y nuestras dudas.
Día 3 (Mateo 15)
De la enseñanza del Salvador a los escribas y fariseos, los alumnos aprendieron que si deseamos acercarnos
a Dios, debemos poner Sus mandamientos por encima de cualquier tradición o costumbre que podamos
tener. También aprendieron que si escogemos albergar pensamientos y deseos malos o inapropiados, esos
pensamientos y deseos nos contaminarán, y que si ejercemos la fe en Jesucristo, podemos recibir
bendiciones conforme a nuestros deseos justos.
Día 4 (Mateo 16–17)
En su estudio de Mateo 16–17, los alumnos aprendieron que la Iglesia de Jesucristo está edificada sobre la
revelación que proviene de Dios. También aprendieron acerca de las llaves del sacerdocio que se confirieron
en la antigüedad y en nuestros días, las cuales permiten a los siervos del Señor administrar Su Iglesia sobre
la tierra.
16
Introducción
Jesucristo reprende a los fariseos y saduceos que buscaban una señal de Su divinidad. Pedro dio testimonio
de que Jesús es el Cristo, y se le prometieron las llaves del reino de los cielos. Las siguientes ideas didácticas
pueden ayudar a los alumnos a entender cómo fortalecer su testimonio.
Para comenzar la lección, pida a los alumnos que escojan la frase de la pizarra que describa mejor cómo les
gustaría a ellos recibir un testimonio del Evangelio. Invite a algunos alumnos a decir la frase que eligieron y
por qué la escogieron.
A medida que los alumnos estudian Mateo 16, invítelos a buscar verdades sobre cómo nos ayuda el Señor a
recibir y fortalecer nuestro testimonio del Evangelio.
Invite a un alumno a leer en voz alta Mateo 16:1, y pida a los alumnos que sigan la lectura en silencio para
averiguar lo que los fariseos y saduceos deseaban de Jesús.
Invite a varios alumnos a turnarse para leer en voz alta Mateo 16:2–4, y pida a la clase que siga la lectura en
silencio para saber qué respondió el Salvador a los fariseos y saduceos.
Explique que Jesús se refería al profeta Jonás del Antiguo Testamento, que había sido tragado por un “gran
pez” (Jonás 1:17). La “sepultura” de Jonás y su posterior liberación del vientre del pez después de tres días
simbolizaban la muerte, la sepultura y la resurrección de Jesucristo de la tumba al tercer día.
El élder Bruce R. McConkie, del Cuórum de los Doce Apóstoles, explicó la señal del profeta Jonás: “La
sepultura de Jonás y su liberación del ‘gran pez’ (Jonás 1:15–17; 2) simboliza la muerte, la sepultura y la
resurrección de Cristo” (Mormon Doctrine, 2ª ed., 1966, págs. 711–712).
Para resumir Mateo 16:5–12, explique que el Salvador advirtió a Sus discípulos en cuanto a las falsas
enseñanzas de los fariseos y saduceos.
Mateo 16:13–20
Explique que después de reprender a los fariseos y saduceos por buscar una señal, Jesús enseñó a Sus
discípulos cómo recibir un testimonio de la verdad. Invite a un alumno a leer Mateo 16:13–14 en voz alta, y
pida a la clase que siga la lectura en silencio para saber qué preguntó Jesús y cuál fue la respuesta que dieron
Sus discípulos.
¿Qué preguntó el Salvador a Sus discípulos? ¿Qué respondieron ellos? (Tal vez deba explicar que
Elías y Jeremías son los profetas del Antiguo Testamento).
¿Qué nos indica su respuesta en cuanto a la comprensión que tenían las personas de quién era Jesús
en ese momento de Su ministerio?
Nota: En la lección del día 4, los alumnos estudiaron el pasaje de dominio de las Escrituras Mateo 16:15–19.
Podría tomar unos minutos para repasar con ellos ese pasaje.
Invite a un alumno a leer Mateo 16:15–17 en voz alta, y pida a la clase que siga la lectura en silencio para
saber cuál fue la segunda pregunta que hizo el Salvador.
¿Cuál fue la segunda pregunta que hizo el Salvador? ¿Cómo respondió Pedro?
Según el versículo 17, ¿cómo supo Pedro que Jesús es el Hijo de Dios? (Señale que el Padre
Celestial le había revelado esa verdad por medio del Espíritu Santo).
¿Qué verdad aprendemos de esos versículos en cuanto a cómo podemos obtener un testimonio de
Jesucristo? (Es posible que los alumnos utilicen otras palabras, pero deben reconocer la siguiente
verdad: Obtenemos un testimonio de Jesucristo por medio de la revelación que proviene del
Espíritu Santo).
¿Por qué creen que es importante para nosotros recibir un testimonio por medio de la revelación del
Espíritu Santo en lugar de hacerlo de alguna otra manera?
Para ayudar a los alumnos a comprender mejor el papel del Espíritu Santo en ayudarnos a obtener un
testimonio del Salvador, invite a un alumno a leer en voz alta la siguiente declaración del presidente Joseph
Fielding Smith:
“Al hablarle al espíritu del hombre, el Espíritu de Dios tiene el poder de impartir la verdad
con mayor efecto y entendimiento que cuando se imparte la verdad mediante contacto
personal, incluso con seres celestiales. Por medio del Espíritu Santo la verdad se entrelaza
con la fibra y nervios mismos del cuerpo, de manera que no puede olvidarse” (Enseñanzas
de los Presidentes de la Iglesia: Joseph Fielding Smith, 2013, pág. 195).
¿Cuáles son algunas de las cosas que podemos hacer para prepararnos para recibir revelación por
medio del Espíritu Santo?
¿Cómo llegaron ustedes a saber que Jesucristo es el Hijo de Dios y su Salvador? ¿Qué hicieron para
prepararse a fin de recibir ese testimonio del Espíritu Santo?
Invite a los alumnos a meditar en cómo podrían fortalecer su testimonio o qué deberían hacer para recibir un
testimonio por medio del Espíritu Santo, e ínstelos a proceder conforme a cualquier inspiración que reciban.
18
Pida a los alumnos que piensen en una ocasión en que les resultó difícil perdonar a otra
persona. Invítelos a reflexionar en las siguientes preguntas: ¿Por qué se sintieron justificados
al no perdonar a esa persona? ¿Por qué debemos perdonar a los demás sus ofensas aun
cuando nos sentimos justificados al no perdonarlos? Invite a los alumnos a buscar respuestas
a esas preguntas a medida que continúan con su estudio durante la próxima semana.
19
El siguiente resumen de los acontecimientos, las doctrinas y los principios que los alumnos aprendieron a
medida que estudiaron Mateo 18:1–22:26 (unidad 5) no se ha creado con la intención de que se enseñe como
parte de la lección. La lección que usted va a enseñar se centra en sólo algunas de esas doctrinas y
principios. Siga las impresiones del Espíritu Santo conforme considera las necesidades de sus alumnos.
Día 1 (Mateo 18–20)
De la parábola del siervo despiadado, los alumnos aprendieron que si queremos que Dios nos perdone,
entonces debemos estar dispuestos a perdonar a los demás. También aprendieron en cuanto a la santidad del
matrimonio.
A medida que los alumnos estudiaron en cuanto a la entrada triunfal del Salvador en Jerusalén, aprendieron
que al reconocer a Jesucristo y hablar de Él públicamente, podemos ayudar a otras personas a desarrollar el
deseo de saber más de Él. De cuando el Salvador purificó el templo, los alumnos aprendieron que la casa del
Señor es un lugar sagrado, y Él que desea que la tratemos con reverencia. También aprendieron que al asistir
al templo, el Señor nos puede sanar.
Los alumnos estudiaron en cuanto a cómo el Salvador maldijo una higuera y luego usó varias parábolas
mientras enseñaba en el templo. Aprendieron que para entrar en el reino de Dios, debemos obedecer a
nuestro Padre Celestial y arrepentirnos de nuestros pecados, en lugar de solamente decir o fingir que le
obedecemos. Otra verdad que los alumnos aprendieron fue que, como miembros de la Iglesia de Jesucristo,
somos responsables de producir frutos de rectitud.
Los alumnos aprendieron que Jesús continuó Su instrucción en el templo y enseñó a las personas que el
Señor espera que seamos buenos ciudadanos y que obedezcamos las leyes de la tierra. El Salvador enseñó
que aquellos que no están sellados a su cónyuge por la autoridad del sacerdocio en la vida terrenal o
mediante las ordenanzas del templo por medio de un representante, no se casarán en el mundo venidero. Los
alumnos también aprendieron que si de verdad amamos a Dios y amamos a nuestros semejantes como a
nosotros mismos, procuraremos guardar todos los mandamientos de Dios.
20
Introducción
Esta lección puede ayudar a los alumnos a comprender la importancia de hacer y guardar convenios
sagrados con Dios. También pueden aprender la importancia de alegrarse cuando otras personas reciban
bendiciones de Dios.
Sugerencias didácticas
Mateo 19:28–20:16
Pida a un alumno que pase al frente de la clase; dígale que si puede hacer diez flexiones, recibirá un pequeño
premio (puede ser diez dulces). Después de que el alumno haga las diez flexiones, entréguele el premio y
pida otro voluntario. Pida al segundo alumno que haga una flexión, y después pregunte a la clase lo que
piensan que debería recibir ese alumno y por qué. Luego invite a ambos a tomar asiento. Informe a la clase
que más adelante en la lección, el segundo alumno recibirá el premio basándose en lo que aprenda la clase
de las Escrituras.
Explique que cuando Jesús estaba enseñando en la costa de Judea, Pedro preguntó lo que recibirían los
discípulos por haber dejado sus posesiones terrenales y seguir al Salvador.
Invite a un alumno a leer Mateo 19:28–30 en voz alta, y pida a la clase que siga la lectura en silencio en
busca de lo que el Salvador respondió a Pedro.
De acuerdo con el versículo 29, ¿qué heredará todo el que abandone todo para seguir al Salvador?
Explique que después el Salvador enseñó a Sus discípulos una parábola para ayudarles a entender el deseo
del Padre Celestial de dar a todos Sus hijos la oportunidad de recibir la vida eterna. En esa parábola, un
hombre contrata a obreros en diferentes momentos del día para trabajar en su viña. Podría explicar que un
día laboral normal en los tiempos del Nuevo Testamento habría sido desde alrededor de las 6:00 h hasta las
18:00 h, con pequeñas variaciones en el tiempo dependiendo de la época del año.
Invite a los alumnos a trabajar en grupos pequeños. Pida a cada grupo que lea Mateo 20:1–7 en busca de
cuánto tiempo trabajó cada grupo de obreros y el salario acordado. (Un denario era una moneda romana que
equivalía al salario de un obrero por trabajar un día).
Una vez que haya transcurrido suficiente tiempo, pida a varios alumnos que pasen a la pizarra y llenen las
primeras dos columnas del cuadro (o pídales que las llenen en las copias que les haya dado).
Invite a un alumno a leer en voz alta Mateo 20:8–10, y pida a la clase que siga la lectura en silencio para ver
el salario que recibió cada grupo de obreros.
¿Qué pago recibió cada grupo de obreros? (Después de que los alumnos respondan, escriba 1
denario en cada recuadro de la columna titulada “Monto pagado”).
Si estuvieras entre los obreros que habían trabajado todo el día, ¿qué pensamientos o sentimientos
habrías tenido al recibir la misma recompensa que los que habían trabajado solo una hora?
Invite a un alumno a leer Mateo 20:11–14 en voz alta, y pida a los alumnos que sigan la lectura en silencio
para averiguar lo que los obreros que habían trabajado todo el día dijeron al señor de la viña, y lo que él les
dijo a ellos.
Para ayudar a los alumnos a reconocer una verdad de esa parábola, explique que el salario de un denario
puede representar la vida eterna, como se menciona en Mateo 19:29. Escriba la siguiente frase incompleta en
la pizarra: Dios da la vida eterna a todas las personas que…
Si la recompensa en esa parábola representa la vida eterna, ¿qué podría representar el trabajo? (Los
alumnos podrían dar diferentes respuestas, pero asegúrese de recalcar que en esa parábola, el trabajo
puede representar hacer convenios sagrados con Dios y cumplirlos. Después que los alumnos
contesten, complete la verdad en la pizarra de esta manera: Dios da la vida eterna a todas las
personas que escogen hacer convenios sagrados con Él y cumplirlos).
Destaque que esa verdad nos ayuda a entender la misericordia del Padre Celestial hacia las personas que no
hacen convenios ni los guardan al principio de su vida, y por aquellos que no han tenido la oportunidad de
hacerlo hasta después de morir (véase D. y C. 137:7–8).
¿Por qué piensas que es importante que sepamos que Dios da la vida eterna a todas las personas que
escogen hacer convenios sagrados con Él y cumplirlos, sin importar cuando ocurra eso?
Recuerde a los alumnos acerca del segundo alumno que solamente hizo una flexión y pregunte:
¿Qué recompensa piensan que ese alumno debería recibir por hacer una flexión? (Dé a ese alumno la
misma recompensa que le dio al alumno que hizo diez flexiones).
Pida a un alumno que lea Mateo 20:15–16 en voz alta, y pida a la clase que siga la lectura en silencio para
ver cómo respondió el señor de la viña a los que se quejaron de su bondad hacia los otros obreros.
¿Qué piensas que quiso decir el señor de la viña cuando preguntó “es malo tu ojo, porque yo soy
bueno”? (versículo 15).
Explique que el élder Jeffrey R. Holland, del Cuórum de los Doce Apóstoles, parafraseó la pregunta así:
“¿Por qué debes tú tener celos porque yo elijo ser bondadoso?”. (“Los obreros de la viña”, Liahona, mayo de
2012, pág. 31).
¿Qué significa, en el versículo 16, que “muchos son los llamados, pero pocos los escogidos”? (Ser
llamado significa estar invitado a participar en la obra del Padre Celestial. Ser escogido significa
recibir Sus bendiciones, incluso la bendición de la vida eterna. Véase también D. y C. 121:34–40).
22
¿Qué principio podemos aprender del versículo 16? (Los alumnos pueden mencionar una variedad de
principios, incluyendo el siguiente: Si elegimos ser celosos de las bendiciones que el Padre Celestial les
da a otras personas, entonces podríamos perder las bendiciones que Él nos quiere dar).
Lea en voz alta la siguiente declaración del élder Jeffrey R. Holland, y pida a los alumnos que mediten en
cuanto a cómo podrían ser tentados a tener celos de las bendiciones que el Padre Celestial otorga a otras
personas:
“…habrá ocasiones en nuestra vida cuando otra persona reciba una bendición inesperada o algún
reconocimiento especial. Ruego que no nos sintamos heridos, y desde luego que no sintamos
envidia cuando la buena fortuna le llegue a otra persona. El que otro reciba no nos quita nada a
nosotros. No estamos en una carrera el uno contra el otro para ver quién es el más rico o el que
tiene más talento o es el más hermoso o incluso el más bendecido. La carrera en la que realmente
estamos es la carrera contra el pecado…
“…codiciar, poner mala cara o procurar la desdicha de otros no mejora su posición; ni el degradar a otros
eleva la imagen de ustedes. Por tanto, sean bondadosos y estén agradecidos de que Dios es bondadoso. Es
una forma feliz de vivir” (“Los obreros de la viña”, págs. 31, 32).
Comparta su testimonio de las verdades que mencionaron los alumnos al estudiar la parábola de los obreros
de la viña.
Escriba la siguiente frase en la pizarra. Dé tiempo a los alumnos para terminar la declaración en el cuaderno
de clase o el diario de estudio de las Escrituras: De acuerdo con lo que he aprendido de esta parábola, haré
lo siguiente: …
Después de darles tiempo suficiente, invite a algunos alumnos que se sientan cómodos a compartir con la
clase lo que escribieron.
Para ayudar a los alumnos a prepararse para la siguiente unidad, invítelos a pensar en la mejor manera de
prepararse para la segunda venida del Señor ¿Qué verdades se estaban enseñando cuando Jesucristo dio la
parábola de las diez vírgenes, la de los talentos, y la de las ovejas y los cabritos? ¿Qué ordenanza instituyó el
Salvador para remplazar la Pascua judía? Invite a los alumnos a buscar respuestas durante su estudio la
próxima semana.
23
El siguiente resumen de las doctrinas y los principios que los alumnos aprendieron al estudiar Mateo 23:1–
26:30 (unidad 6) no se ha creado con la intención de que se enseñe como parte de la lección. La lección que
usted va a enseñar se centra en solo algunas de esas doctrinas y principios. Siga las impresiones del Espíritu
Santo conforme considera las necesidades de sus alumnos.
Día 1 (Mateo 23)
Los alumnos estudiaron la reprimenda de Jesús a los líderes judíos y aprendieron que podemos elegir
obedecer las leyes de Dios incluso cuando vemos que los demás actúan hipócritamente. Aprendieron que si
tratamos de ponernos por encima de los demás, seremos humillados y que si somos humildes y brindamos
servicio, el Señor nos elevará. También aprendieron que al esforzarnos por llegar a ser espiritualmente
limpios en el interior, eso se reflejará en nuestras acciones externas, y si estamos dispuestos a dejar que el
Salvador nos junte, entonces recibiremos Su cuidado y protección.
Día 2 (Mateo 24)
Los alumnos aprendieron lo siguiente del discurso del Salvador acerca de la segunda venida: Si
permanecemos firmes y no somos vencidos, entonces seremos salvos. Antes de la segunda venida de
Jesucristo, los elegidos del Señor serán recogidos y el Evangelio será predicado en todo el mundo. Si
atesoramos la palabra del Señor, entonces no seremos engañados. Únicamente el Padre Celestial sabe
cuándo ocurrirá la segunda venida del Salvador. Si estamos atentos a las señales y obedecemos los
mandamientos del Señor, entonces estaremos preparados para la segunda venida del Salvador.
Día 3 (Mateo 25)
Conforme los alumnos estudiaron la parábola de las diez vírgenes, aprendieron que no podemos pedir
prestada la preparación espiritual y que nos preparamos para la Segunda Venida al incrementar nuestro
testimonio y conversión mediante la rectitud diaria. También aprendieron que para estar listos para la
segunda venida del Señor y ser dignos de permanecer en Su presencia debemos llegar a conocerlo. Los
alumnos estudiaron brevemente la parábola de los talentos y aprendieron que el temor puede evitar que
usemos los dones y habilidades espirituales que el Señor nos ha dado, y que si no desarrollamos y usamos
nuestros dones espirituales para bien, entonces los perderemos.
Conforme los alumnos estudiaron los últimos días del ministerio terrenal de Jesucristo, aprendieron que cuando los
discípulos de Jesucristo oyen la palabra del Señor, ellos examinan sus propias vidas para saber cómo se aplica a ellos.
Aprendieron que los emblemas de la Santa Cena representan el cuerpo y la sangre de Jesucristo, que Él sacrificó por
nosotros, y que Jesucristo instituyó la Santa Cena para que nosotros lo recordáramos a Él y recordáramos Su expiación
por nuestros pecados. También aprendieron que cuando nos arrepentimos y participamos de la Santa Cena con
verdadera intención, podemos recibir la remisión de nuestros pecados.
24
Introducción
A medida que Jesucristo enseñó a sus discípulos acerca de Su segunda venida mientras se encontraba en el
monte de los Olivos, Él relató la parábola de los talentos.
Antes de la clase, coloque cinco monedas en un lado del salón y dos al otro lado. Coloque otras ocho
monedas en su bolsillo.
Para comenzar la lección, invite a tres alumnos a ir al frente de la clase para ayudarle a dramatizar una
parábola que Jesucristo enseñó a Sus discípulos como parte de Su instrucción acerca de Su segunda venida.
Invite a un alumno a leer Mateo 25:14–18 en voz alta, y pida a la clase que siga la lectura en silencio para
averiguar qué recibió cada siervo y lo que hizo con ello.
¿Qué le dio el señor a cada uno de sus siervos? (Explique que los talentos de esa parábola se refieren
a una cantidad de dinero. Saque las ocho monedas de su bolsillo y entregue cinco a un alumno, dos al
siguiente y una al tercer alumno).
¿Qué hizo cada siervo con el dinero que se le había dado?
Invite al alumno con cinco monedas a recuperar las cinco monedas adicionales que hay en un lado del salón.
Pida al alumno con dos monedas que recupere las dos monedas adicionales al otro lado del salón. Invite al
alumno con una moneda que esconda o pretenda enterrar la moneda.
Pida a los alumnos que le regresen las monedas y tomen asiento. Escriba los siguientes elementos de la
parábola en la pizarra (sin las interpretaciones en paréntesis):
Los talentos (Los dones y las habilidades que el Señor da a Sus discípulos)
¿Qué podrían representar los elementos de la parábola? (En caso de ser necesario, ayude a los
alumnos a reconocer a quién y qué representan los elementos. Escriba la interpretación junto a los
elementos en la pizarra. (Explique que algunos dones y habilidades que tenemos en la vida terrenal
los recibimos y desarrollamos en nuestra vida preterrenal. Podemos elegir continuar desarrollando
esos dones y otros durante la vida terrenal).
De acuerdo con Mateo 25:15, ¿por qué le dio el señor diferentes cantidades de dinero a cada siervo?
(Después de que los alumnos respondan, señale que la frase “a cada uno conforme su capacidad”
indica que Dios nos da a cada uno los dones y las habilidades que necesitamos de acuerdo con
nuestras circunstancias. A todos se nos ha dado un don espiritual de Dios [véase D. y C. 46:11].
Explique que la cantidad de talento que se nos ha dado no es una indicación de nuestro valor
personal).
25
Lea en voz alta las siguientes preguntas, e invite a los alumnos a meditar en ellas:
¿Qué siervo creen que es más parecido a ustedes: al que se le dieron cinco, dos o un talento? ¿Por
qué?
Invite a un alumno a leer Mateo 25:19–21 en voz alta, y pida a la clase que siga la lectura en silencio para
saber lo que señor le dijo al siervo que había recibido cinco talentos.
Explique que ser puesto “sobre mucho” y “[entrar] en el gozo de tu señor” (Mateo 25:21) significa cumplir
con nuestro potencial divino y recibir la vida eterna con el Padre Celestial.
¿Qué principio podemos aprender de la experiencia del primer siervo? (El siguiente es un principio
que los alumnos pueden reconocer: Si usamos fielmente los dones y las habilidades que el Señor
nos ha dado, entonces podemos alcanzar nuestro potencial divino y recibir la vida eterna).
¿Cuáles son algunos ejemplos de cómo podemos usar fielmente los dones y las habilidades que el
Señor nos ha dado?
Señale que el segundo siervo pudo haberse quejado cuando vio que el primer siervo había recibido cinco
talentos y él solo dos. En vez de hacerlo, él usó fielmente los talentos que se le habían dado.
Invite a un alumno a leer Mateo 25:22–23 en voz alta, y pida a la clase que siga la lectura en silencio para
conocer lo que señor le dijo al siervo que había recibido dos talentos.
Pida a la clase que medite si alguna vez han sentido que otra persona tenía más o mejores dones y
habilidades de los que ellos tenían. Haga referencia al principio que escribió en la pizarra.
¿Cómo el recordar ese principio puede ayudarnos cuando sentimos que otra persona ha recibido más
o mejores dones que nosotros?
Invite a un alumno a leer en voz alta la siguiente declaración del élder Quentin L. Cook, del Cuórum de los
Doce Apóstoles:
“El cultivo de nuestros propios talentos es la mejor manera de medir nuestro progreso personal… El
comparar las bendiciones aleja casi por seguro nuestro gozo. No podemos ser agradecidos y envidiosos al
mismo tiempo. Si realmente queremos tener el Espíritu del Señor y experimentar gozo y felicidad, debemos
regocijarnos en nuestras bendiciones y ser agradecidos” (“¡Regocijaos!” Liahona, enero de 1997, págs. 32–
33).
¿Cómo podemos descubrir los dones y las habilidades que el Señor nos ha dado?
Dé una hoja de papel a cada alumno y pídales que escriban sus nombres en la parte superior. Invítelos a
pasar sus hojas al alumno que está sentado junto a ellos. Pida a los alumnos que escriban un don o una
26
habilidad que ven en la persona cuyo nombre aparece en la hoja. Dígales que continúen pasando sus hojas
por el salón y escriban dones y habilidades que hayan observado.
Tras unos minutos, pida a los alumnos que devuelvan las hojas a sus dueños originales. Dé tiempo a los
alumnos para leer acerca de los dones y las habilidades que los demás ven en ellos. Después pídales que
escriban en sus hojas una respuesta para la siguiente pregunta:
¿Cuál es una manera en la que pueden usar uno de sus dones para impulsar la obra del Señor?
Señale que la parábola de los talentos incluye advertencias con respecto a los dones y las habilidades que se
nos han dado. Invite a varios alumnos a turnarse para leer Mateo 25:24–30 en voz alta, y pida a la clase que
siga la lectura en silencio y que busque cómo respondió el señor al siervo que escondió el talento. el talento.
¿Por qué el último siervo escondió su talento? ¿Cómo respondió el señor ante la decisión de ese
siervo?
Aunque el siervo no había perdido nada del dinero de su señor, ¿qué había de malo en las acciones
del siervo?
¿Cómo creen que el señor le habría respondido al siervo si este hubiera traído dos talentos?
Invite a los alumnos a compartir su testimonio acerca de los principios que han analizado. Aliéntelos a usar
sus dones y habilidades para impulsar la obra del Señor.
Explique que la próxima semana los alumnos estudiarán en detalle la expiación de Jesucristo, que comenzó
con Su sufrimiento en el Jardín de Getsemaní y continuó con los juicios ilegales, la burla, los azotes y Su
muerte hasta la crucifixión, y por fin concluyó con Su gloriosa resurrección.
27
El siguiente resumen de las doctrinas y los principios que los alumnos aprendieron al estudiar Mateo 26:31–
Marcos 3 (unidad 7) no se ha creado con la intención de que se enseñe como parte de la lección. La lección
que usted va a enseñar se centra en solo algunas de esas doctrinas y principios. Siga las impresiones del
Espíritu Santo conforme considera las necesidades de sus alumnos.
A medida que los alumnos estudiaron el sufrimiento de Jesús en el jardín de Getsemaní, aprendieron que
Jesucristo sometió Su voluntad a la del Padre a fin de llevar a cabo la Expiación y que seguimos el ejemplo
de Jesucristo cuando optamos someter nuestra voluntad a la del Padre Celestial. De las instrucciones que el
Salvador dio a los apóstoles en Getsemaní, los alumnos aprendieron que si velamos y oramos
continuamente, tendremos fortaleza para resistir la tentación.
Día 2 (Mateo 27–28)
Del relato de la crucifixión del Salvador, los alumnos aprendieron que, como parte de la Expiación,
Jesucristo sintió el distanciamiento del Espíritu del Padre Celestial. También aprendieron que Jesucristo
sufrió para cumplir la voluntad del Padre Celestial, como lo prometió en Mateo 26. A medida que los
alumnos estudiaron el relato del velo del templo que se rasgó en dos al momento de la muerte del Salvador,
aprendieron que eso simboliza la verdad de que a causa de la expiación de Jesucristo, todos podemos entrar
a la presencia de Dios si nos arrepentimos y guardamos nuestros convenios.
Día 3 (Marcos 1)
Del relato de Jesús de cuando echó fuera un espíritu inmundo, los alumnos aprendieron que el Salvador tiene
poder sobre el diablo y sus seguidores. Los alumnos también aprendieron que así como Jesús tuvo
compasión y limpió al leproso, al ejercer fe y nos acerquemos al Salvador, Él tendrá compasión de nosotros
y nos limpiará del pecado.
Día 4 (Marcos 2–3)
Al estudiar el perdón y la sanación del paralítico, los alumnos aprendieron que Jesucristo tiene el poder de
sanarnos espiritual y físicamente. Conforme estudiaron acerca de Jesús cuando comió con publicanos y
pecadores, aprendieron que el Salvador desea ayudarnos a arrepentirnos de nuestros pecados y ser sanados.
Al leer acerca de la ocasión en la que los fariseos condenaron a Jesús y a Sus discípulos por quebrantar el
día de reposo, los alumnos aprendieron que podemos guardar el día de reposo al glorificar a Dios y hacer
buenas obras.
28
Introducción
Jesucristo resucitó y apareció a muchas personas, incluyendo a Sus apóstoles. Mandó a Sus apóstoles que
llevaran el evangelio a todas las naciones.
Pida a los alumnos que piensen si ellos o alguien que conozcan han enfrentado el fallecimiento de un ser
cercano. Luego pregunte a la clase:
Pida a los alumnos que al estudiar Mateo 28 busquen verdades que los ayudarán a encontrar consuelo
cuando un ser querido fallece.
Explique que temprano, el primer día de la semana, o domingo, María Magdalena y otra mujer llamada
María fueron al sepulcro en el que se encontraba el cuerpo de Jesús.
Invite a algunos alumnos a turnarse para leer Mateo 28:1–6 en voz alta, y pida a la clase que siga la lectura
en silencio para averiguar lo que las mujeres encontraron al acercarse al sepulcro.
¿Qué encontraron las mujeres al acercarse al sepulcro? (Explique que la Traducción de José Smith
aclara que las mujeres vieron dos ángeles, no uno [véase Mateo 28:2, nota a al pie de página véase
también Juan 20:12]).
¿Cómo creen que ustedes habrían reaccionado si vieran dos ángeles?
Según el versículo 4, ¿cómo reaccionaron los guardias?
Según los versículos 5–6, ¿qué dijeron los ángeles a las mujeres?
¿Qué verdad aprendemos de esas palabras? (Después de que los alumnos respondan, anote la
siguiente verdad en la pizarra: Jesucristo resucitó de entre los muertos).
Estudien la entrada titulada “Resurrección” en la Guía para el Estudio de las Escrituras. Después analicen las
preguntas que se encuentran a continuación y anoten sus respuestas en los espacios correspondientes.
Pida a algunos alumnos que compartan con la clase lo que aprendieron al completar el volante.
Pida a un alumno que lea en voz alta la siguiente declaración del presidente Gordon B. Hinckley:
“El milagro de aquella mañana de Resurrección, del primer domingo de Pascua, es un milagro para
toda la humanidad. Es un milagro realizado mediante el poder de Dios, cuyo Hijo Amado dio Su
vida para expiar los pecados de todos nosotros —un sacrificio de amor por cada hijo e hija de
Dios. Al hacerlo, rompió el sello de la muerte…
“Y al igual que Él tomó Su cuerpo y se levantó de la tumba, todos disfrutaremos una reunión de cuerpo y
espíritu para llegar a ser almas vivientes en el día de nuestra propia resurrección.
“Por lo tanto, nos regocijamos como muchos, y como debiera todo el género humano, cuando recordamos el
acontecimiento más glorioso y más consolador de todos los acontecimientos en la historia de la humanidad:
la victoria sobre la muerte” (véase “La victoria sobre la muerte”, Liahona, julio de 1985, pág. 51).
Invite a un alumno a leer en voz alta Mateo 28:7–10, y pida a la clase que siga la lectura en silencio para
saber lo que se dijo que hicieran las mujeres que estaban en el sepulcro de Jesús.
Según el versículo 7, ¿qué mandaron los ángeles que hicieran las mujeres?
¿Por qué creen que las mujeres partieron “con temor y gran gozo”? (Mateo 28:8).
¿Qué les ocurrió a las mujeres cuando se dirigían a contar a los discípulos su experiencia?
Para resumir Mateo 28:11–15, explique que mientras las mujeres se apresuraban para llevar las noticias de la
resurrección de Jesús a los discípulos, los principales sacerdotes se enteraron de lo que estaba sucediendo
por los soldados que custodiaban el sepulcro. Los líderes judíos temían que el pueblo se enterara de la
verdad, de modo que pagaron a los guardias para que divulgaran mentiras de que los discípulos del Salvador
se habían llevado Su cuerpo del sepulcro mientras los guardias dormían.
Pida a un alumno que lea Mateo 28:16–18en voz alta, e invite a la clase a seguir la lectura en silencio en
busca de la bendición que recibieron los once apóstoles cuando obedecieron el mensaje que las mujeres les
dieron y fueron a Galilea.
¿Qué bendición recibieron los once apóstoles por obedecer el mensaje de ir a Galilea? (Vieron al
Señor resucitado).
Invite a los alumnos a ponerse de pie y leer juntos Mateo 28:19–20 en voz alta. Recuérdeles que ese es un
pasaje de dominio de las Escrituras.
Pida a la clase repase los versículos 19–20 para saber lo que el Salvador mandó a Sus apóstoles que hicieran
después de que lo vieron.
¿Qué se mandó a los apóstoles que hicieran después de que vieron al Salvador?
¿Qué podemos aprender de su experiencia acerca de la responsabilidad que tenemos a medida que
obtenemos un testimonio de Jesucristo? (Después de que los alumnos respondan, anote la siguiente
verdad en la pizarra: A medida que obtenemos un testimonio de Jesucristo, tenemos la
responsabilidad de testificar a los demás acerca de Él).
Recuerde a los alumnos que como parte de su lección de estudio individual supervisado de Mateo 27–28,
hicieron una lista de maneras en las que podían testificar de Jesucristo a los demás (asignación 3 en la
Unidad 7: Lección del Día 2). Invite a los alumnos a compartir lo que escribieron y a explicar y dar ejemplos
de sus ideas. Si lo desea, escriba sus ideas en la pizarra.
30
Considere invitar a los alumnos a compartir sus testimonios de Jesucristo con la clase, en grupos pequeños o
de dos en dos. Tal vez también quiera compartir su testimonio de Jesucristo con la clase. Recuerde a los
alumnos que también escribieron una meta en su diario de estudio de las Escrituras en la asignación acerca
de cómo testificarán de Jesucristo a los demás. Invite a algunos alumnos a compartir sus metas con la clase.
Explique a los alumnos que en la próxima unidad aprenderán más acerca de los milagros que Jesucristo
efectuó, tales como caminar sobre el agua, echar demonios fuera de un hombre y levantar a una muchacha
de entre los muertos. Pregunte a los alumnos si en alguna ocasión han visto una tempestad y cómo se
sintieron durante el transcurso de la misma. Invítelos a pensar si alguna vez han sentido que han tenido
tempestades o dificultades severas en sus vidas. A medida que estudian Marcos 4–9, invítelos a que durante
la próxima semana busquen maneras de encontrar paz en medio de tiempos difíciles.
31
Marcos 4–9 (Unidad 8)
El siguiente resumen de los acontecimientos, las doctrinas y los principios que sus alumnos aprendieron al
estudiar Marcos 4–9 (unidad 8) no se ha creado con la intención de que se enseñe como parte de la lección.
La lección que usted va a enseñar se centra en solo algunas de esas doctrinas y principios. Siga las
impresiones del Espíritu Santo conforme considera las necesidades de sus alumnos.
Día 1 (Marcos 4–5)
Los alumnos aprendieron que si buscamos la ayuda del Señor en tiempos de dificultad o temor, Él puede
traernos paz. También aprendieron que cuando experimentamos el poder del Salvador en nuestras vidas,
podemos testificar a los demás de Sus bendiciones y compasión. De las historias de la hija de Jairo y de la
mujer con el flujo de sangre, los alumnos aprendieron que si mostramos nuestra fe en Jesucristo por medio
de nuestros esfuerzos para acercarnos a Él, Él puede sanarnos, y que ejercer fe en Jesucristo requiere que
continuemos creyendo en Él incluso en tiempos de incertidumbre.
Día 2 (Marcos 6–8)
Del milagro de la alimentación de más de 5,000 personas, los alumnos aprendieron que cuando le brindamos
al Salvador todo lo que tenemos, Él puede multiplicar nuestra ofrenda para lograr Sus propósitos. Los
alumnos también aprendieron que podemos seguir el ejemplo del Salvador al percibir las necesidades de los
demás y ayudar a satisfacerlas.
Del relato de Jesús de cuando echó fuera de un muchacho un espíritu inmundo, los alumnos aprendieron que
si creemos en Jesucristo, todas las cosas nos serán posibles. Otros principios de esa lección incluyen los
siguientes: Si nos aferramos a lo que creemos y buscamos la ayuda del Señor, Él nos ayudará a fortalecer
nuestra fe. Podemos incrementar nuestra fe en Jesucristo por medio de la oración y del ayuno.
A medida que los alumnos estudiaron Marcos 9:30–50, aprendieron que si influimos para que las personas
que creen en Jesucristo pequen, se nos hará responsables ante Dios. De las enseñanzas del Salvador en esos
versículos, los alumnos aprendieron que es mejor apartarnos de las influencias injustas que terminar alejados
de Dios.
32
Introducción
Esta lección puede ayudar a los alumnos a comprender que procurar complacer a los demás en lugar de
hacer lo que sabemos que es correcto puede conducirnos a malas decisiones, dolor y lamentaciones.
Jesús es rechazado en Nazaret y envía a los Doce Apóstoles; se narra la muerte de Juan el Bautista
Para iniciar la clase, invite a los alumnos a pensar en la última vez que sintieron presión para hacer lo que
sabían que no era correcto.
Escriba la siguiente declaración en la pizarra (esta declaración se encuentra en “Las decisiones correctas”,
Liahona, enero de 1995, pág. 42):
“Esas personas quieren que te unas a ellas porque se sienten mejor con lo que hacen cuando otros también lo
hacen” (Élder Richard G. Scott).
¿Cuáles son algunos ejemplos de cómo los demás pueden tratar de presionarlos a hacer algo que
ustedes saben que está mal?
Pida a los alumnos que a medida que estudian Marcos 6, busquen verdades que puedan ayudarlos a evitar
ceder ante la presión social negativa.
Invite a un alumno a leer Marcos 6:17–18 en voz alta, y pida a la clase que siga la lectura en silencio para
averiguar lo que Herodes había hecho a Juan el Bautista. Pida a los alumnos que den un informe de lo que
encuentren.
Herodes se había divorciado de su esposa y se había casado con Herodías, la esposa de su hermano Felipe.
Ese hecho fue una descarada violación a la ley judía (véase Levítico 18:16), y Juan el Bautista lo había
condenado vocalmente. La oposición de Juan a ese matrimonio enfureció a Herodías, así que Herodes
encarceló a Juan para calmarla.
Invite a un alumno a leer Marcos 6:19–20 en voz alta, y pida a la clase que siga la lectura en silencio para
saber lo que Herodías deseaba hacer con Juan el Bautista.
Invite a varios alumnos a turnarse para leer Marcos 6:21–29 en voz alta, e invite a la clase a seguir la lectura
en silencio para descubrir lo que Herodes le hizo a Juan el Bautista.
De acuerdo con el versículo 26, ¿cómo se sintió Herodes por haber matado a Juan el Bautista?
¿Por qué Herodes mandó decapitar a Juan si sabía que era incorrecto y no deseaba hacerlo? (Herodes
estaba preocupado por la opinión de aquellos que estaban con él).
¿Qué principio podemos aprender de las decisiones de Herodes acerca de lo que ocurre cuando
tratamos de complacer a los demás en lugar de hacer lo que es correcto? (Los alumnos pueden usar
33
diferentes palabras, pero deben reconocer el siguiente principio: Procurar complacer a los demás
en lugar de hacer lo que sabemos que es correcto puede conducirnos a malas decisiones, dolor
y lamentaciones).
A fin de ayudar a los alumnos a comprender mejor esa verdad, póngalos en grupos de dos a cuatro personas
y pídales que sugieran varios ejemplos de situaciones en las que deben elegir entre procurar complacer a los
demás y hacer lo que saben que es lo correcto. Cuando haya transcurrido suficiente tiempo, invite a cada
grupo a dar un informe. Conforme lo hagan, escriba algunos de sus ejemplos en la pizarra.
¿De qué maneras has visto que ceder ante la presión, como en esos ejemplos, trae aflicción y
remordimiento?
¿En qué ocasiones has visto a alguien elegir hacer lo que era correcto en vez de procurar complacer a
los demás?
¿Qué puede ayudarnos a elegir hacer lo que sabemos que es lo correcto en lugar de tratar de
complacer a los demás?
Lea en voz alta la siguiente declaración del presidente Spencer W. Kimball acerca de tomar decisiones
correctas:
“Las decisiones correctas son más fáciles de tomar cuando se toman con bastante anticipación y
con nuestros objetivos finales en mente; eso nos evita mucha angustia [en momentos de decisión],
cuando estamos cansados y la tentación es grande” (Enseñanzas de los Presidentes de la Iglesia:
Spencer W. Kimball, 2006, pág. 121).
Invite a los alumnos a meditar en la próxima semana y determinen posibles situaciones en las que quizás
tengan que elegir entre complacer a los demás y hacer lo que es correcto. Aliéntelos a planificar cómo
responderán a esa presión si se enfrentan a ella.
Explique que cuando Herodes Antipas oyó acerca de los muchos milagros que Jesús llevaba a cabo en
Galilea, temió que Juan el Bautista se hubiera levantado de los muertos y estuviera efectuando esos milagros
(véase Marcos 6:14–16).
Marcos 7–8
Explique que en Marcos 7–8 se hallan dos relatos en los que el Salvador sana a alguien. Divida la clase en
grupos de de dos. Asigne a un alumno de cada grupo que lea Marcos 7:31–35 y al otro que lea Marcos 8:22–
25. Después invite a los alumnos a describir a su compañero el milagro de sanación en los versículos que
leyeron.
Después de darles tiempo suficiente, invite a los alumnos a explicar cómo el Salvador sanó a esas dos
personas.
¿Qué lecciones podemos aprender del hecho de que el ciego no sanó completamente en un principio?
Invite a un alumno a leer en voz alta las siguientes palabras del élder Bruce R. McConkie, del Cuórum de los
Doce Apóstoles. Pida a los alumnos que presten atención a las razones por las que Jesús pudo haber sanado
al hombre gradualmente o en etapas.
“Este milagro es singular; es la única ocasión de la que se tiene constancia en la que Jesús sanó a
una persona por etapas. Podría ser que nuestro Señor lo hiciera así para fortalecer la débil pero
creciente fe de aquel hombre ciego. Parecería que los sucesivos contactos físicos con Jesús
34
“Por cierto que la forma en que se llevó a cabo esa curación nos enseña que el hombre debe procurar la
gracia sanadora del Señor con todas sus fuerzas y toda su fe, aunque eso baste solamente para una curación
parcial, después de lo cual, tal vez gane la seguridad añadida de la fe para sanar completamente. El hombre
también suele ser curado gradualmente de sus males espirituales, paso a paso, a medida que logra poner su
vida en armonía con los planes y propósitos de Dios” (Doctrinal New Testament Commentary, 3 tomos,
1965–1973, tomo I págs. 379–380).
¿De qué manera el ser sanado gradualmente aumenta la fe de una persona en Jesucristo?
¿Por qué es importante comprender que algunas bendiciones, tales como el obtener un testimonio del
Evangelio o recibir una sanación física o espiritual, con frecuencia vienen gradualmente o en etapas,
en vez de inmediato o todas a la vez?
Para resumir Marcos 8:27–28, explique que Jesús preguntó a Sus discípulos quién decían los demás que Él
era. Le respondieron diciendo que algunos decían que era Juan el Bautista u otro profeta.
Invite a un alumno a leer Marcos 8:29 en voz alta, y pida a la clase que siga la lectura en silencio para saber
lo que Pedro declaró acerca de Jesús.
¿Quién dijo Pedro que era Jesús? (La palabra Cristo es el equivalente griego para Mesías).
Para resumir Marcos 8:30–31 explique que Jesús enseñó a los discípulos que los judíos lo rechazarían y le
darían muerte. Invite a un alumno a leer Marcos 8:32–33 en voz alta, y pida a la clase que siga la lectura en
silencio para averiguar cómo reaccionó Pedro a esas noticias.
Explique que a causa de las expectativas judías populares de un Mesías conquistador, fue difícil para Pedro,
así como para muchos judíos de esa época, entender y aceptar la idea de un Mesías que padecería y moriría.
¿Cómo era Pedro similar al hombre ciego de Marcos 8:22–25? (Pedro llegó a “ver” gradualmente la
verdad. Él tenía fe en el Salvador, pero su comprensión de la misión del Salvador se desarrolló paso
a paso).
¿Cómo los ha ayudado el Señor a ustedes o a alguien que conozcan a ver la verdad gradualmente con
más claridad?
Para concluir la lección de hoy, invite a los alumnos a leer en silencio Marcos 8:34–38, y mediten cómo la
lección de hoy puede ayudarles a poner al Señor en primer lugar en sus vidas.
Explique que los alumnos concluirán su estudio del Evangelio de Marcos e iniciarán su estudio de los
escritos de Lucas. Invítelos a que al leer nuevamente acerca de los acontecimientos finales de la vida de
Jesucristo y Su expiación busquen nuevos detalles y presten atención a los insultos que le hicieron a Jesús
mientras se encontraba en la cruz. En el Evangelio de Lucas leerán uno de los capítulos más famosos de la
Biblia —Lucas 2— y relatos de los abatidos, marginados y pecadores.
Marcos 10–Lucas 4 (Unidad 9)
El siguiente resumen de las doctrinas y los principios que los alumnos aprendieron al estudiar Marcos 10–
Lucas 4 (Unidad 9) no se ha creado con la intención de que se enseñe como parte de la lección. La lección
que usted va a enseñar se centra en sólo algunas de esas doctrinas y principios. Siga las impresiones del
Espíritu Santo conforme considera las necesidades de sus alumnos.
Día 1 (Marcos 10–16)
A medida que los alumnos estudiaron en cuanto a la invitación del Salvador de que los niños pequeños
vinieran a Él, aprendieron que al recibir el Evangelio como niños pequeños, estaremos preparados para
entrar en el reino de Dios. Al leer acerca de la reprimenda de Jesucristo al joven rico, aprendieron que
debido a que Él nos ama, el Señor nos ayudará a saber lo que nos falta en nuestros esfuerzos de seguirlo, y si
le pedimos, Él nos enseñará lo que debemos hacer para heredar la vida eterna. El relato de la viuda que da
sus blancas y el de María ungiendo al Salvador ayudaron a los alumnos a aprender que si estamos dispuestos
a dar todo lo que tenemos al Señor, Él aceptará nuestra ofrenda aunque parezca pequeña en comparación a la
de otras personas, y que el Señor está complacido cuando le damos lo mejor.
Día 2 (Lucas 1)
En esta lección, los alumnos estudiaron en cuanto a la promesa del ángel Gabriel de que Zacarías y Elisabet
tendrían un hijo. También aprendieron que Gabriel le dijo a María que ella sería la madre del Hijo de Dios.
De esas Escrituras, los alumnos aprendieron las siguientes verdades: Las palabras que habló el Señor
mediante Sus siervos se cumplirán a Su tiempo. Jesucristo es el Hijo de Dios el Padre. Ninguna cosa es
imposible con Dios. Si tratamos fielmente de cumplir con la función que el Señor tiene para nosotros, Él
puede hacer grandes cosas en nuestra vida.
Día 3 (Lucas 2)
Cuando los alumnos estudiaron acerca del nacimiento de Jesucristo, aprendieron que debido a que el
Salvador nació en la tierra, podemos sentir gran gozo. También aprendieron que al obedecer instrucciones
divinas, podemos recibir nuestro propio testimonio de Jesucristo y que cuando recibimos nuestro propio
testimonio de Jesucristo, querremos compartirlo con otras personas. Al estudiar en cuanto a la juventud de
Jesús, aprendieron que podemos seguir el ejemplo de Jesús cuando obtenemos sabiduría y crecemos física,
espiritual y socialmente.
Día 4 (Lucas 3–4)
En esta lección, los alumnos aprendieron acerca de Juan el Bautista y del bautismo de Jesucristo. También
aprendieron en cuanto a la declaración de Jesús en Nazaret de que él era el Mesías. De esos relatos, los
alumnos aprendieron las siguientes verdades: Jesucristo separa a los justos de los inicuos. Jesús es el Mesías
que se envió para sanar a los quebrantados de corazón y librar a aquellos que están cautivos espiritualmente.
Cuando demostramos nuestra fe en Jesucristo, podemos ver ocurrir milagros.
Introducción
36
Esta lección puede ayudar a los alumnos a comprender una porción de lo que Jesucristo sufrió como parte de
Su expiación. Además, pueden llegar a entender algunas de las razones por las que el Salvador sufrió por
nosotros.
Jesús comienza Su expiación al sufrir en Getsemaní por nuestros pecados; Judas Iscariote le traiciona y se le
lleva ante los líderes judíos
¿Has pensado alguna vez que nadie te entiende a ti o por lo que estás pasando?
¿Has pensado alguna vez que no se te pueden perdonar tus pecados pasados?
Invite a los alumnos que a medida que estudien Marcos 14, busquen verdades que podrían ayudar a alguien
que pudiera tener esos sentimientos.
Invite a un alumno a leer Marcos 14:32–34 en voz alta, y pida a la clase que siga la lectura en silencio para
saber cómo se sintió el Salvador en el Jardín de Getsemaní.
Después de que los alumnos respondan, escriba las siguientes palabras en la pizarra: afligido, angustiado,
muy triste
Explique que esas son palabras que se refieren al sufrimiento por el que pasó Jesucristo como parte de Su
expiación.
¿Qué nos enseñan esas palabras en cuanto a la expiación de Jesucristo? (Después de que los alumnos
respondan, anote la siguiente verdad en la pizarra: Como parte de Su expiación, Jesucristo sufrió y
se afligió en el Jardín de Getsemaní).
A fin de ayudar a los alumnos a comprender esa doctrina, invite a un alumno a leer en voz alta las siguientes
palabras del élder Neal A. Maxwell, del Cuórum de los Doce Apóstoles:
“[En] Getsemaní, el Jesús atormentado empezó a ‘angustiarse’ (Marcos 14:33), o, según el griego,
a estar ‘asombrado’ y ‘anonadado’.
“¿Podemos imaginar a Jehová, el Creador de este y otros mundos, ‘asombrado’? … ¡Nunca había
sentido en carne propia el intenso y agotador proceso de una expiación! Por tanto cuando la
angustia le sobrevino en toda su intensidad, era mucho, muchísimo peor de lo que aun Él, con su intelecto
inigualable, pudo haber imaginado. ¡No es de extrañar que haya aparecido un ángel para fortalecerlo! (Véase
Lucas 22:43).
“El peso acumulado de todos los pecados terrenales, pasados, presentes y futuros, cayó con toda su fuerza
sobre aquella alma perfecta, inmaculada y sensible. De alguna manera, todas nuestras dolencias y
enfermedades también formaron parte de la terrible aritmética de la Expiación. (Véase Alma 7:11–12; Isaías
53:3–5; Mateo 8:17 )…
37
“En esa adversidad, ¿esperaría Él que apareciera la zarza con el carnero del rescate? No lo sé. Su sufrimiento
—que era intensidad multiplicada por infinidad— provocó más tarde el clamor de Su alma en la cruz, un
clamor de desamparo. (Véase Mateo 27:46 )…
“La maravillosa y gloriosa Expiación ha sido el acto principal en toda la historia de la humanidad. Es el eje
alrededor del cual gira todo lo demás que tenga importancia; pero empezó a girar gracias a la sumisión
espiritual de Jesús” (Véase “Dispuestos a someternos”, Liahona, julio de 1985, págs. 69–70).
Invite a varios alumnos a turnarse para leer en voz alta Marcos 14:35–42. Pida a la clase que siga la lectura
en silencio para saber lo que hizo el Salvador a causa de Su intenso sufrimiento.
¿Qué hizo el Salvador debido a Su intenso sufrimiento? (Ayude a los alumnos a entender que el
sufrimiento de Jesús era tan severo que pidió que si fuera posible, no lo tuviera que pasar).
Explique que otros pasajes de las Escrituras nos pueden ayudar a entender el sufrimiento de Jesucristo y por
qué Él estaría dispuesto a sufrir por nosotros.
Escriba las siguientes referencias en la pizarra: Isaías 53:3–5 y Alma 7:11–13. Divida la clase en grupos de
dos e invítelos a leer los versículos juntos y se fijen en lo que sufrió el Salvador y por qué sufrió. Pida a los
alumnos que escriban en su cuaderno de clase o en su diario de estudio de las Escrituras cómo completarían
la frase escrita en la pizarra basándose en lo que aprendieron en Isaías 53:3–5 y Alma 7:11–13. (Quizá tenga
que explicar que la palabra socorrer, en Alma 7:12, significa brindar alivio o acudir en ayuda de alguien).
Después de darles suficiente tiempo, invite a algunos alumnos a comentar cómo terminaron la frase. Sus
respuestas deberían ser parecidas a la siguiente: Jesucristo sufrió nuestros dolores, aflicciones, tentaciones,
malestares, enfermedades y pesares, con el fin de que pudiera saber cómo socorrernos. Jesucristo sufrió por
nuestros pecados para que pudiera eliminar nuestras transgresiones. Recuerde a los alumnos que el
sufrimiento del Salvador por los pecados de la humanidad comenzó en Getsemaní y continuó hasta terminar
en Su crucifixión en la cruz.
Para ayudar a los alumnos a sentir la importancia de la verdad de que, como parte de Su
expiación, Jesucristo sufrió y sintió pesar en el Jardín de Getsemaní, considere mostrar el video
“Testigo especial—Élder Holland” (2:38), donde el élder Jeffrey R. Holland, del Cuórum de los
Doce Apóstoles, testifica del sufrimiento del Salvador en Getsemaní. El video se halla disponible en
LDS.org.
¿Cómo te podría ayudar saber lo que el Salvador sufrió y por qué lo hizo al enfrentar pruebas,
dolores y aflicciones? (Véase D. y C. 45:3–5).
¿En qué oportunidades has sentido que el Señor te socorría en un momento de dolor, enfermedad o
pesar?
¿Qué sentimientos has tenido al arrepentirte y sentir que se eliminaban o borraban tus pecados
mediante la expiación de Jesucristo?
Para resumir Marcos 14:43–16:20, explique que se llevó a Jesús a un juicio ilegal ante el sanedrín (líderes
judíos) y se le condenó a morir. Después de que el Salvador murió en la cruz y resucitó, se apareció a Sus
apóstoles y los mandó a predicar, prometiéndoles que las señales seguirían a los creyentes. (Nota: La
muerte, el entierro y la resurrección de Jesucristo ya se cubrieron en detalle cuando los alumnos estudiaron
Mateo 27–28).
38
Pida a un alumno que lea Marcos 16:15 en voz alta, y pida a la clase que siga la lectura en silencio para
saber qué encargó el Señor a Sus apóstoles.
¿Cómo puedes ayudar a cumplir con el encargo de predicar el Evangelio a “todo el mundo” hoy en
día y en el futuro?
Para terminar esta lección, podría testificar de las verdades que han analizado hoy.
Pida a los alumnos que piensen si alguna vez se han preguntado si pueden ser perdonados de sus pecados.
Explique que al estudiar Lucas 5:1–10:37 la semana entrante, aprenderán sobre la disposición del Salvador
de perdonar sus pecados y lo que pueden hacer para ser perdonados.
39
El siguiente resumen de los acontecimientos, las doctrinas y los principios que los alumnos aprendieron al
estudiar Lucas 10:38–17:37 (Unidad 11) no se ha creado con la intención de que se enseñe como parte de la
lección. La lección que usted va a enseñar se centra en sólo algunas de esas doctrinas y principios. Siga las
impresiones del Espíritu Santo conforme considera las necesidades de sus alumnos.
De las palabras del Salvador a Marta, los alumnos aprendieron que si elegimos dedicarnos a los asuntos
espirituales por encima de las cuestiones temporales, recibiremos bendiciones eternas. Jesús enseñó también
que si oramos y buscamos constantemente las bendiciones del Padre Celestial en épocas de necesidad,
entonces Él, en Su propio tiempo y a Su propia manera, contestará nuestras oraciones. Otras verdades que
los alumnos aprendieron son: El Señor nos manda que no codiciemos las posesiones de este mundo. Si
procuramos sacar a luz el reino de Dios y Su justicia, Él nos ayudará a proveer para nuestras necesidades y
preparará un lugar para nosotros en Su reino.
Día 2 (Lucas 13–15)
En esos capítulos, los alumnos aprendieron los siguientes principios: Si tratamos de ayudar a las personas
que son menos afortunadas que nosotros, el Señor nos recompensará en la Resurrección. Si ponemos otras
prioridades por encima del Señor y Su evangelio, perderemos las bendiciones del Evangelio que podríamos
haber recibido. Los discípulos de Jesucristo deben estar dispuestos a sacrificarlo todo para seguirlo a Él.
Cuando ayudamos a otras personas a sentir el deseo de arrepentirse, sentimos gozo, y los cielos se regocijan.
Día 3 (Lucas 16)
De las parábolas del Salvador en Lucas 16:1–12 aprendemos que si nos preparamos sabiamente para nuestro
futuro eterno y utilizamos con rectitud las riquezas de la tierra, podemos ser bendecidos con las riquezas
eternas. También aprendieron los siguientes principios: Si somos avaros y no utilizamos con rectitud
nuestras riquezas terrenales, finalmente sentiremos pesar y remordimiento. La conversión llega por creer y
prestar atención a las palabras de los profetas, no por presenciar milagros o ver ángeles.
Día 4 (Lucas 17)
En Lucas 17, los apóstoles le piden a Jesús que les aumente la fe. Los alumnos aprendieron que nuestra fe
aumentará a medida que nos esforcemos por hacer todo lo que el Padre Celestial manda y recordemos que
siempre estamos en deuda con Él. Los alumnos aprendieron también que recibimos las bendiciones del
Señor cuando hacemos lo que Él nos manda, y que es importante expresar gratitud por las bendiciones que
recibimos.
40
Introducción
El Salvador respondió a las quejas de los fariseos sobre Su asociación con los publicanos y pecadores al
narrar la parábola de la oveja perdida, la de la moneda perdida y la del hijo pródigo.
Jesús enseña la parábola de la oveja perdida, la de la moneda perdida y la del hijo pródigo.
Para comenzar la lección, pregunte a los alumnos si alguna vez han perdido algo que para ellos era de gran
valor.
Invite a los miembros de la clase a pensar en alguien a quien conozcan que pudiera estar espiritualmente
perdido, y pídales que reflexionen sobre cómo se sienten en cuanto a esa persona.
Explique que Lucas 15 contiene las enseñanzas del Salvador sobre los que están espiritualmente perdidos.
Invite a los alumnos a buscar verdades en Lucas 15 sobre cómo se siente el Padre Celestial hacia los que
están espiritualmente perdidos, y la responsabilidad que nosotros tenemos hacia ellos.
Pida a un alumno que lea Lucas 15:1–2 en voz alta, e invite a la clase a seguir la lectura en silencio para
averiguar de qué se quejaban los fariseos
Explique que para responder, el Salvador narró tres parábolas: una sobre una oveja perdida, otra sobre una
moneda perdida y otra sobre un hijo perdido. Pídales que presten atención a por qué se perdió el sujeto de
cada parábola, y cómo fue encontrado.
Explique que en la parábola de la oveja perdida y la moneda perdida, el Salvador describió cómo el pastor y
la mujer que perdió la moneda buscaron con gran diligencia hasta que encontraron lo que se había perdido.
Invite a un alumno a leer en voz alta Lucas 15:4–6, 8–9 y pida a la clase que siga la lectura en silencio para
saber cómo se sintieron el pastor y la mujer cuando encontraron la oveja y la moneda.
¿Cuál es la diferencia en la manera en que se perdieron la oveja y la moneda? (La oveja se perdió al
seguir el curso natural de la vida, y sin ninguna culpa por su parte, mientras que la moneda se perdió
por causa de la negligencia o el descuido de su dueña [véase David O. McKay, en Conference
Report, abril de 1945, págs. 120–122]).
¿Qué palabra se utiliza para describir cómo se sintieron el pastor y la mujer?
Invite a los alumnos a leer Lucas 15:7, 10 en silencio para averiguar con qué comparó el Salvador el gozo
del pastor y el de la mujer. (El regocijo en los cielos por un pecador que se arrepiente).
41
Explique que la tercera parábola de Lucas 15 es la historia de un hijo pródigo (que significa una persona
derrochadora o imprudentemente extravagante), su hermano mayor y el padre de ambos.
Podría separar a los alumnos en grupos de tres y entregue a cada grupo una copia del siguiente
volante. Invítelos a leer Lucas 15:11–32 en voz alta en sus grupos y pida a un alumno que
considere la parábola desde la perspectiva del hijo pródigo, al segundo alumno que lo haga
desde la perspectiva del padre, y al tercero desde la perspectiva del hermano mayor.
Cuando los alumnos terminen de leer, pídales que analicen con su grupo las preguntas que aparecen en el
volante.
En lugar de pedir a los alumnos que lean y analicen la parábola, podría mostrar el video “El Hijo
Pródigo” (5:35), en La Vida de Jesucristo – Videos de la Biblia. Proporcione a cada alumno una
copia del siguiente volante, y pida a los alumnos que busquen las respuestas a las preguntas a
medida que ven el video. Ese video está disponible en LDS.org.
El hijo pródigo
El padre
El hermano mayor
¿Por qué se perdió el hijo pródigo? (A diferencia de la oveja y la moneda, el hijo pródigo se perdió
debido a su propia rebeldía).
Al comprender que el padre de esa parábola representa al Padre Celestial, ¿qué aprendemos en
cuanto al modo en que el Padre Celestial reacciona ante aquellos que se vuelven a Él por medio del
arrepentimiento? (Los alumnos deben reconocer un principio similar al siguiente: Si nos volvemos al
Padre Celestial por medio del arrepentimiento y buscamos Su perdón, Él se regocijará y nos
recibirá de nuevo con los brazos abiertos. Anote ese principio en la pizarra).
¿Cómo puede ese principio ayudar a los que se sienten espiritualmente perdidos?
42
Invite a un alumno a leer en voz alta la siguiente declaración del élder Jeffrey R. Holland, del Cuórum de los
Doce Apóstoles, y pida a los miembros de la clase que presten atención a la información de por qué el
hermano mayor estaba enojado:
“Pensando que no le valoran a él y sintiendo quizás más que un poco de compasión por sí mismo,
ese hijo obediente —y es sumamente obediente— olvida por un momento que él nunca ha tenido
que conocer la inmundicia ni la desesperación, ni el temor ni el aborrecimiento de sí mismo.
Olvida por un momento que todo becerro de su padre ya es suyo, lo mismo que toda la ropa y
todos los anillos de su progenitor. Olvida por un momento que su fidelidad siempre ha sido y
siempre será recompensada.
“… a él, que tiene prácticamente todo y que, con su diligencia y particular obediencia lo ha ganado, le falta
una cosa que podría hacerle el hombre completo del Señor que casi es. Él todavía tiene que llegar a tener la
compasión, la misericordia y la caritativa amplitud de visión para ver que no es un rival el que regresa, sino
su hermano…
“Sin duda, ese hermano menor había estado prisionero, vale decir, prisionero del pecado, de la estupidez y
del chiquero. Pero el hermano mayor también vive en una especie de prisión, pues hasta ahora no ha podido
salir de la cárcel de sus dañinos conceptos; está obsesionado por los celos. Piensa que su padre no sabe
valorarle y que su hermano le ha privado de sus derechos cuando en realidad no es así” (véase “El otro hijo
pródigo”, Liahona, julio de 2002, pág. 70).
Según el élder Holland, ¿por qué estaba enojado el hermano mayor? ¿En qué sentido estaba perdido
el hermano mayor también?
¿Qué debemos recordar cuando vemos a Dios ser misericordioso y bendecir a aquellos que se
arrepienten y se vuelven a Él?
¿Qué principio podemos aprender de esa parábola en cuanto a llegar a parecernos más a nuestro
Padre Celestial? (Los alumnos deben reconocer un principio similar al siguiente: Podemos llegar a
ser más como nuestro Padre Celestial al reaccionar con compasión y gozo cuando otras
personas se arrepienten).
Recuerde a los alumnos la persona en que pensaron al comienzo de esta lección que podría estar
espiritualmente perdida, e ínstelos a considerar, con espíritu de oración, cómo podrían ayudar a esa persona
a arrepentirse y acercarse más al Padre Celestial. Invítelos también a pensar en qué sentido podrían ellos
mismos estar perdidos y necesitar arrepentirse y volverse al Salvador.
Invite a los alumnos a reflexionar en alguna ocasión en que alguien los trató mal, y en cómo se sintieron.
Explique que, al estudiar la siguiente unidad, aprenderán cómo eligió reaccionar el Salvador ante aquellos
que lo trataron mal. Pídales que se fijen en otros detalles del relato que hace Lucas del sufrimiento de
Jesucristo en Getsemaní, y en lo que comió Jesús después de Su resurrección.
43
Lucas 18–Juan 1 (Unidad 12)
El siguiente resumen de los acontecimientos, las doctrinas y los principios que los alumnos aprendieron al
estudiar Lucas 18–Juan 1 (unidad 12) no se ha creado con la intención de que se enseñe como parte de la
lección. La lección que usted va a enseñar se centra en solo algunas de esas doctrinas y principios. Siga las
impresiones del Espíritu Santo conforme considera las necesidades de sus alumnos.
Día 1 (Lucas 18–21)
En esta lección, los alumnos estudiaron las parábolas del juez injusto y del fariseo y el publicano. También
leyeron sobre un hombre ciego que buscó la ayuda del Señor y sobre Zaqueo. De esos relatos, los alumnos
aprendieron que si somos sinceros y constantes al ejercer la fe en el Señor, podemos obtener Su
misericordia.
Día 2 (Lucas 22)
Al leer los alumnos el consejo del Señor a Pedro, aprendieron que cuando estamos convertidos al evangelio
de Jesucristo, podemos fortalecer a otras personas. También aprendieron las siguientes verdades al leer
acerca del sufrimiento del Salvador en Getsemaní: Si estamos dispuestos a obedecer a nuestro Padre
Celestial, Él nos dará la fortaleza para hacer Su voluntad. Jesucristo sudó grandes gotas de sangre cuando
sufrió en el jardín de Getsemaní.
Día 3 (Lucas 23–24)
En esta lección, los alumnos leyeron acerca de la crucifixión, sepultura y resurrección de Jesucristo.
Aprendieron las siguientes verdades: Podemos seguir el ejemplo de Jesucristo al escoger perdonar a quienes
nos tratan mal. En el momento de su muerte, el espíritu de todas las personas entra en el mundo de los
espíritus. Jesucristo tiene un cuerpo resucitado de carne y huesos.
Día 4 (Juan 1)
Al estudiar los alumnos las palabras de Juan el Amado y de Juan el Bautista, aprendieron que Jesucristo
estuvo con Dios en el principio, que todas las cosas fueron hechas por Él y que Él es la Luz del Mundo. Al
leer acerca de cómo algunos de los discípulos llegaron a conocer a Jesucristo, aprendieron que si aceptamos
la invitación a aprender sobre Jesucristo y seguirlo, recibiremos nuestro propio testimonio de Él.
44
Introducción
Esta lección puede ayudar a los alumnos a comprender cómo invitar al Espíritu Santo a enseñarles de
Jesucristo. Además, aprenderán que Jesucristo es un ser resucitado de carne y huesos.
Pida a los alumnos que reflexionen acerca de si alguna vez han tenido dificultades para saber si un concepto
del Evangelio es verdadero.
Explique que en Lucas 24:13 aprendemos que dos discípulos partieron de Jerusalén el mismo día en que un
grupo de mujeres encontró vacío el sepulcro de Jesús. Viajaron unos 10–12 kilómetros “a una aldea llamada
Emaús”. El estudiar su experiencia en el camino a Emaús nos puede servir para saber cómo fortalecer
nuestro testimonio de Jesucristo y Su evangelio.
Invite a un alumno a leer Lucas 24:14–17 en voz alta, y pida a la clase que siga la lectura en silencio para
averiguar quién se unió a los dos discípulos mientras caminaban.
Invite a los alumnos a turnarse para leer en voz alta Lucas 24:17–33, y pida a la clase que siga la lectura en
silencio y que presten atención a lo que los discípulos aprendieron de Jesús mientras caminaban con Él sin
reconocerlo.
Si se encuentra disponible en su idioma, en lugar de leer Lucas 24:17–33 podría mostrar el video
“Cristo se aparece en el camino a Emaús” (3:32) de Videos de la Biblia: La vida de Jesucristo, el
cual se encuentra en LDS.org. Pida a los alumnos que presten atención a lo que los discípulos
aprendieron de Jesús mientras caminaban con Él sin reconocerlo. Antes de mostrar el video,
explique que el diálogo que aparece en él proviene de Lucas 24:17–33, de modo que los alumnos
puedan seguir la lectura en sus ejemplares de las Escrituras si así lo desean.
Indique que en este video no oímos lo que Jesús les enseñó a los discípulos mientras caminaban. Invite a un
alumno a leer Lucas 24:27 en voz alta, y pida a la clase que siga la lectura en silencio y que busque lo que
Jesús les enseñó a los discípulos.
Invite a los alumnos a reflexionar acerca de lo que pueden haber aprendido los discípulos del hecho de que
Jesús utilizó las Escrituras para enseñarles en lugar de simplemente revelar quién era Él. Si lo desea, pida a
unos cuantos alumnos que compartan sus ideas.
45
¿Qué principio enseñan esos versículos sobre los efectos de nuestro propio estudio de las Escrituras?
(Después de que los alumnos respondan, escriba el siguiente principio en la pizarra: Al estudiar las
Escrituras invitamos al Espíritu Santo a enseñarnos acerca de Jesucristo).
Además del ardor en nuestro corazón, ¿de qué otra manera describirían lo que podríamos sentir
cuando el Espíritu Santo testifica de Jesucristo?
Pida a los alumnos que encuentren un pasaje de las Escrituras que les haya ayudado a sentir que el Espíritu
Santo les enseñaba acerca de Jesucristo. Invítelos a compartir sus pasajes y el efecto que tuvo lo que
sintieron. Si lo desea, comparta también un pasaje de las Escrituras que le haya ayudado personalmente.
Recuerde a los alumnos que aun cuando es importante leer el Nuevo Testamento para obtener crédito de
Seminario, es todavía más importante estudiar las Escrituras de una manera que invite al Espíritu Santo a
fortalecer sus testimonios del Salvador.
Si es posible, entregue copias de un marcador que contiene la siguiente declaración del élder
D. Todd Christofferson, del Cuórum de los Doce Apóstoles, o invite a los alumnos a escribir la
declaración en una hoja de papel o cartulina en blanco que pueda servir como marcador. (En la
versión en línea de esta lección se encuentra disponible una hoja PDF para imprimir, que contiene
varios marcadores).
“… el propósito central de todas las Escrituras es llenar nuestras almas de fe en Dios el Padre y
en Su Hijo Jesucristo…
“… La fe viene por el testimonio del Espíritu Santo a nuestra alma, de Espíritu a espíritu, al
escuchar o leer la palabra de Dios. Y la fe madura al seguir deleitándonos en la palabra…
“… Estudien las Escrituras de manera detenida y deliberada. Medítenlas y oren acerca de ellas. Las
Escrituras son revelación y brindarán revelación adicional” (D. Todd Christofferson, “La bendición de las
Escrituras”, Liahona, mayo de 2010, págs. 34–35).
Invite a un alumno a leer en voz alta la declaración del élder Christofferson, y pida al resto de la clase que
siga la lectura en silencio y que busque maneras en las cuales pueden mejorar su estudio personal de las
Escrituras.
Invite a los alumnos a establecer la meta de estudiar las Escrituras de maneras que inviten al Espíritu Santo a
aumentar su fe en Jesucristo y su conocimiento de Él. Podría sugerirles que escriban esa meta en el dorso del
marcador de manera que puedan usarlo como recordatorio durante su estudio de las Escrituras.
Lucas 24:36–39
Explique que los discípulos que estaban con Jesús en el camino a Emaús regresaron inmediatamente a
Jerusalén y relataron su experiencia a los apóstoles y a otros discípulos (véase Lucas 24:33–35).
Invite a la clase a leer en voz alta al unísono el pasaje de dominio de las Escrituras que se halla en Lucas
24:36–39 para ver qué sucedió mientras los discípulos informaban sobre su experiencia a los apóstoles.
46
Muestre la lámina Jesús muestra Sus heridas (Libro de obras de arte del Evangelio, 2009, nro. 60; véase
también LDS.org).
¿Qué pidió Jesús que hicieran Sus discípulos para ayudarlos a comprender que Él no era solamente
un espíritu sino que tenía un cuerpo físico?
¿Qué doctrina aprendemos en esos versículos? (Los alumnos quizás reconozcan varias doctrinas,
pero asegúrese de hacer hincapié en que Jesucristo es un ser resucitado con un cuerpo de carne y
huesos. Escriba esa doctrina en la pizarra; véase también D. y C. 130:22).
Invite a algunos alumnos a compartir sus testimonios de la resurrección del Salvador y a explicar por qué esa
doctrina es importante para ellos, o invítelos a compartir lo que escribieron en su diario de estudio de las
Escrituras para la asignación 3 de la lección de la Unidad 12: Día 3. Para concluir, testifique de la realidad
de la resurrección de Jesucristo.
Explique a los alumnos que al estudiar Juan 2–6 aprenderán las respuestas a las siguientes preguntas: ¿Cuál
fue el primer milagro público de Jesús? ¿De qué manera ayudó ese milagro a Su madre? ¿Por qué purificó
Jesús el templo? ¿A quién declaró primero Jesús que Él es el Mesías? ¿Qué le reveló a esa mujer acerca de
su vida, que solo Él podía saber? ¿Por qué el Salvador se refirió a Sí mismo como el agua viva y el Pan de
Vida? Los alumnos también leerán sobre la forma en que Jesucristo ministró en majestad y poder.
47
Juan 2–6 (Unidad 13)
El siguiente resumen de los acontecimientos, las doctrinas y los principios que los alumnos aprendieron al
estudiar Juan 2–6 (unidad 13) no se ha creado con la intención de que se enseñe como parte de la lección. La
lección que usted va a enseñar se centra en solo algunas de esas doctrinas y principios. Siga las impresiones
del Espíritu Santo conforme considera las necesidades de sus alumnos.
Día 1 (Juan 2)
Conforme los alumnos leyeron acerca del primer milagro del Salvador de convertir el agua en vino,
aprendieron que Jesucristo tiene poder sobre los elementos físicos. También aprendieron que el Salvador
amaba y respetaba a Su madre. A medida que estudiaron el relato de Jesús cuando purificó el templo, los
alumnos aprendieron que el templo es la casa de Dios.
Día 2 (Juan 3)
Los alumnos aprendieron las siguientes verdades de las enseñanzas del Salvador a Nicodemo: Ser bautizado
y recibir el don del Espíritu Santo son cosas necesarias para renacer espiritualmente y recibir la exaltación
en el reino celestial. Todo el género humano puede obtener vida eterna por medio de la expiación de
Jesucristo. El Padre Celestial ama tanto a Sus hijos que ha enviado a Su Hijo Unigénito para sufrir por los
pecados de ellos. Si creemos en Jesucristo, lo que incluye arrepentirnos de nuestros pecados y obedecer Su
palabra, podemos tener vida eterna por medio de Su expiación. Del ejemplo de Juan el Bautista, los alumnos
aprendieron que podemos influir en los demás para bien al conducirlos a Jesucristo.
Día 3 (Juan 4)
Conforme los alumnos leyeron acerca de las enseñanzas del Salvador a la mujer samaritana en el pozo,
aprendieron las siguientes verdades: Si venimos a Jesucristo y participamos fervientemente de Su evangelio,
entonces podremos recibir la vida eterna. Jesucristo conoce todos nuestros pecados y nos brinda Su
evangelio para ayudarnos a vencerlos. Si adoramos al Padre en espíritu y en verdad, Él nos bendecirá con Su
espíritu. Conforme obtenemos un testimonio de Jesucristo, nos llenamos con un deseo de compartirlo con
los demás.
Día 4 (Juan 5–6)
A medida que los alumnos leyeron acerca de la ocasión en la que el Salvador sanó a un hombre enfermo,
aprendieron que por medio del poder y de la misericordia de Jesucristo, podemos ser sanados. También
aprendieron que solamente al venir a Jesucristo podemos recibir la vida eterna. Del sermón del Salvador
acerca del Pan de Vida, los alumnos aprendieron que un firme testimonio de Jesucristo nos ayudará a
mantenernos fieles durante los momentos en los que puede ser difícil seguir al Salvador o vivir Sus
enseñanzas.
48
Introducción
El día después de que alimentó milagrosamente a una multitud de más de 5.000 personas, Jesús enseñó que
Él es el Pan de Vida.
Muestre una hogaza de pan. Invite a los alumnos a resumir el relato de cuando el Salvador alimentó a más
de 5.000 personas con cinco panes y dos peces.
¿Qué podrían haber pensado si hubieran presenciado ese milagro y descubrieran que Jesús tenía la
capacidad de proveer alimento milagrosamente?
Explique que Juan 6:22–25 registra que muchas de las personas que Jesús había alimentado milagrosamente
viajaron a Capernaúm en busca de Él.
Invite a un alumno a leer Juan 6:26–27 en voz alta, y pida a la clase que siga la lectura en silencio para saber
lo que Jesús dijo a las personas.
Explique que la Traducción de José Smith de Juan 6:26 aclara, “Les respondió Jesús y dijo: De cierto de
cierto os digo que me buscáis no porque deseáis guardar mis palabras, ni porque habéis visto los milagros,
sino porque comisteis el pan y os saciasteis” (Traducción de José Smith, Juan 6:26 [en Juan 6:26, nota a al
pie de página]).
De acuerdo con el Salvador, ¿por qué lo buscaban esas personas? (Las palabras del Salvador
sugieren que lo habían seguido para obtener más alimento de parte de Él).
Explique que “la comida que permanece para vida eterna” (Juan 6:27) se puede referir a las verdades eternas
del evangelio del Salvador.
Invite a un alumno a leer Juan 6:28–31 en voz alta, y pida a la clase que siga la lectura en silencio para
averiguar lo que las personas deseaban que Jesús hiciera para probarles que Él era el Mesías.
¿Qué quería la gente que Jesús hiciera por ellos? (Explique que el maná era “pan del cielo” [Juan
6:31] que Dios proveyó para los hijos de Israel mientras anduvieron errantes por el desierto; véase
Éxodo 16:14–15, 35).
49
Invite a algunos alumnos a turnarse para leer Juan 6:32–35 en voz alta, y pida a la clase que siga la lectura
en silencio para ver lo que el Salvador enseñó a las personas en respuesta a su petición de una señal.
¿Qué enseñó el Salvador acerca de Sí mismo cuando se refirió al maná o pan del cielo?
Si lo desea, sugiera a los alumnos que marquen la frase “Yo soy el pan de vida”, en Juan 6:35.
¿De qué formas podemos comparar al Salvador y Sus enseñanzas con el pan?
¿Qué creen que signifique que aquellos que vienen a Jesucristo “nunca tendrá[n] hambre”? (Juan
6:35). (Una posible respuesta es que Él los alimentará espiritualmente).
¿Qué verdad podemos aprender de las enseñanzas del Salvador en el versículo 35? (Aunque los
alumnos usen diferentes palabras, deben reconocer un principio parecido al siguiente: Si venimos a
Cristo, Él nos alimentará espiritualmente. Escriba ese principio en la pizarra).
Divida los alumnos en grupos de dos. Pídales que trabajen juntos para hacer una lista en su cuaderno de
apuntes o en su diario de estudio de las Escrituras de algunas cosas que pueden hacer para venir a Jesucristo
y maneras en las que Él nos alimentará espiritualmente. Invite a algunos alumnos a dar un informe de sus
respuestas a la clase.
Podría invitar a algunos alumnos a comentar cómo han recibido alimento espiritual al venir al Salvador.
A fin de preparar a los alumnos para reconocer un principio adicional que el Salvador enseñó, invite a
algunos alumnos a pasar al frente de la clase y dé un pedazo de pan a cada uno. Invítelos a oler el pan e
imaginar a qué sabe.
¿Cuánto los alimentaría si solo lo olieran, se imaginaran su sabor y lo llevaran con ustedes todo el
día?
¿Qué deben hacer para beneficiarse de lo que el pan les puede ofrecer?
Invite a algunos alumnos a turnarse para leer Juan 6:49–54 en voz alta, y pida a la clase que siga la lectura
en silencio para averiguar cómo la experiencia que tuvieron sus compañeros de clase con el pan se puede
relacionar con lo que el Salvador enseñó en esos versículos.
¿En qué forma es el Pan de Vida diferente al pan común? (A diferencia del pan que solo puede
satisfacernos por un corto tiempo, Jesucristo nos brinda bendiciones que perdurarán para siempre).
Según los versículos 53–54, ¿qué enseñó el Salvador a la gente que hiciera?
Explique que el Salvador usó los términos coméis y bebéis simbólicamente. A fin de ayudar a la clase a
comprender las enseñanzas del Salvador, invite a los alumnos voluntarios a comer el pan. Después invítelos
a volver a sus asientos.
¿Qué les ocurre al pan y a sus nutrientes al ser ingeridos? (Las vitaminas y los nutrientes se vuelven
parte del cuerpo, dándole fuerza y buena salud).
¿Qué creen que signifique comer y beber la sangre de Jesucristo? (Puede significar interiorizar Sus
enseñanzas y Expiación. También puede representar participar de la Santa Cena, que el Salvador
instituiría después).
De acuerdo con Juan 6:54, ¿qué bendiciones podemos recibir si interiorizamos o aplicamos las
enseñanzas y expiación de Jesucristo? (Después de que los alumnos respondan, anote el siguiente
50
Invite a un alumno a leer en voz alta las siguientes palabras del élder Bruce R. McConkie, del Cuórum de los
Doce Apóstoles. Pida a la clase que preste atención a las maneras en que él dijo que podemos interiorizar las
enseñanzas y la expiación de Jesucristo.
“Comer la carne y beber la sangre del Hijo de Dios es, primero, aceptarlo en el más literal y
completo sentido, sin reserva alguna, como la descendencia personal en la carne del Eterno Padre;
y, segundo, es guardar los mandamientos del Hijo aceptando Su evangelio, uniéndose a Su Iglesia
y perseverando en obediencia y rectitud hasta el fin. Aquellos que sigan este curso y coman de Su
cuerpo y beban de Su sangre tendrán la vida eterna, o sea, la exaltación en el cielo más alto del
mundo celestial” (Doctrinal New Testament Commentary, 3 tomos, 1965–1973, tomo I, pág. 358).
¿Cómo sugirió el élder McConkie que interioricemos las enseñanzas y la expiación de Jesucristo?
Explique que la vida eterna es vivir por siempre con nuestro Padre Celestial y Su Hijo Jesucristo y llegar a
ser como Ellos. Invite a un alumno a leer Juan 6:56–57 en voz alta, y pida a la clase que siga la lectura en
silencio para determinar cómo podemos llegar a ser como Ellos al interiorizar las enseñanzas y la expiación
de Jesucristo. Pida a los alumnos que den un informe de lo que encuentren.
Explique que el Salvador no residirá físicamente en nosotros, sino que Su influencia divina permanecerá con
nosotros para ayudarnos a llegar a ser más como Él y el Padre Celestial.
Para resumir Juan 6:59–66 explique que algunos de los discípulos de Jesús rechazaron Sus enseñanzas y
dejaron de seguirlo.
Comparta su testimonio acerca de las verdades que los alumnos han reconocido. Invite a los alumnos a
escribir en su cuaderno de apuntes o en su diario de estudio de las Escrituras una meta de lo que harán con el
fin de interiorizar mejor la expiación del Salvador o alguna de Sus enseñanzas.
Diga a los alumnos que en la siguiente unidad aprenderán sobre la forma en que Jesucristo trató a una mujer
que fue sorprendida cometiendo adulterio y lo que Él dijo para dispersar a la multitud que quería matarla.
Puede pedir a los alumnos que cierren los ojos e imaginen cómo sería estar ciego. Después, pregunte lo que
podrían haber sentido al ser sanados de ceguera y ver por primera vez. Los alumnos leerán acerca de un
hombre ciego que no solamente recibió la vista física, sino que también recibió la espiritual y obtuvo un
testimonio de que Jesús era el Cristo, el Hijo de Dios. También aprenderán por qué el Salvador se llama a Sí
mismo el Buen Pastor y sobre el poder que dijo que recibió del Padre.
51
Juan 7–10 (Unidad 14)
El siguiente resumen de los acontecimientos, las doctrinas y los principios que los alumnos aprendieron al
estudiar Juan 7–10 (unidad 14) no se ha creado con la intención de que se enseñe como parte de la lección.
La lección que usted va a enseñar se centra en solo algunas de esas doctrinas y principios. Siga las
impresiones del Espíritu Santo conforme considera las necesidades de sus alumnos.
Día 1 (Juan 7)
Al estudiar las enseñanzas de Jesús en Jerusalén durante la fiesta de los tabernáculos, los alumnos
aprendieron que si hacemos la voluntad del Padre Celestial, entonces recibiremos un testimonio de Su
doctrina. También reconocieron el principio de que si venimos a Jesucristo y creemos en Él, entonces
seremos llenos del Espíritu Santo.
Día 2 (Juan 8)
Del relato de la mujer sorprendida en adulterio, los alumnos aprendieron que reconocer nuestras propias
imperfecciones nos puede ayudar a evitar condenar a otras personas y que el Salvador nos muestra
misericordia al darnos oportunidades de arrepentirnos. Después, los alumnos aprendieron que Jesucristo es
la Luz del Mundo y que si seguimos al Salvador, evitaremos la oscuridad espiritual y seremos llenos de Su
luz. También aprendieron los siguientes principios: Al aprender de Jesucristo, llegamos a conocer al Padre.
Si seguimos la palabra de Jesucristo, entonces seremos Sus discípulos y conoceremos la verdad, la cual nos
hará libres. Si cometemos pecado y no nos arrepentimos, entonces nos convertimos en esclavos del pecado.
Jesucristo es Jehová, el Dios del Antiguo Testamento.
Día 3 (Juan 9)
In Juan 9, los alumnos aprendieron acerca de cuando Jesús sanó a un hombre ciego de nacimiento. De ese
relato, aprendieron las siguientes verdades: Dios puede usar nuestras adversidades para mostrar Sus obras y
Su poder. Al permanecer fieles a lo que sabemos a pesar de la oposición, nuestro testimonio se fortalecerá.
Al ejercer fe en Jesucristo, nuestra visión y nuestro entendimiento espirituales llegan a ser más claros.
Día 4 (Juan 10)
En esta lección, los alumnos aprendieron que, como el Buen Pastor, Jesucristo nos conoce a cada uno y dio
Su vida por nosotros. Como el Hijo literal de Dios, Jesucristo tenía el poder de dar Su vida y volverla a
tomar. Los alumnos también reconocieron el principio de que si llegamos a conocer la voz del Buen Pastor y
le seguimos, Él nos llevará a la vida eterna.
52
Introducción
Mientras el Salvador estaba en Jerusalén por la fiesta de los tabernáculos, algunos escribas y fariseos le
llevaron a una mujer que era culpable de adulterio, y le preguntaron si debía ser apedreada. El confundió a
los acusadores y mostró misericordia hacia la mujer.
Invite a los alumnos a pensar en las veces en las que se hayan encontrado con personas o hayan tenido
asociación con alguien cuya apariencia o comportamiento no estuvieran en armonía con las normas del
Señor.
¿Qué desafíos podríamos afrontar cuando estamos con otras personas cuya apariencia o
comportamiento no están en armonía con las normas del Señor? (Los alumnos podrían contestar que
quizás seamos tentados a juzgar a esas personas injustamente o a tratarlas mal).
¿Qué debemos hacer en situaciones en las que estemos con otras personas cuya apariencia o
comportamiento no están en armonía con las normas del Señor?
Pida a los alumnos que, al estudiar Juan 8:1–11, busquen verdades que les ayuden a responder esa pregunta.
Explique que después de la fiesta de los tabernáculos, Jesucristo permaneció un tiempo en Jerusalén y
enseñó a las personas en el templo (véase Juan 8:1–2).
Invite a un alumno a leer en voz alta Juan 8:3–6, y pida a la clase que siga la lectura en silencio para ver lo
que sucedió cuando Jesús enseñó a las personas.
Explique que si Jesús decía que apedrearan a la mujer, habría estado apoyando un castigo que no era popular
entre el pueblo judío y que estaba prohibido por la ley romana. Si Jesús decía que no apedrearan a la mujer,
se le acusaría de desechar la ley de Moisés o tratar irrespetuosamente las prácticas aceptadas del pasado.
(Véase Bruce R. McConkie, Doctrinal New Testament Commentary, 3 tomos, 1965–1973, tomo I, pág. 450–
451).
Invite a un alumno a leer en voz alta Juan 8:7–8, y pida a la clase que siga la lectura en silencio para saber
cómo respondió el Señor.
Invite a un alumno a leer en voz alta Juan 8:9, y pida a la clase que siga la lectura en silencio para averiguar
qué pasó cuando los fariseos y los escribas pensaron en la declaración del Salvador.
Recuerde a los alumnos que la mujer era culpable de adulterio, que es un pecado sumamente grave (véase
Alma 39:3–5).
¿Qué sentimientos pudo haber tenido esa mujer cuando se dio a conocer su pecado ante Jesús y una
gran multitud de gente?
Invite a un alumno a leer Juan 8:10-11 en voz alta, y pida a la clase que siga la lectura en silencio para saber
cómo respondió el Salvador a la mujer.
Para ayudar a los alumnos a entender que el Salvador no estaba aprobando el pecado de la mujer, pida a un
alumno que lea la siguiente declaración del presidente Spencer W. Kimball:
“Lo que le mandó fue: ‘Vete, y no peques más’. Estaba instruyendo a la mujer pecadora que
fuera,abandonara su mala vida, no pecara más y transformara su vida. Estaba diciendo: Ve,
mujer, y comienza tu arrepentimiento; y le estaba indicando el paso inicial, a saber, que
abandonara sus transgresiones” (El milagro del perdón, 1977, pág. 163).
¿Qué verdades aprendemos acerca del Salvador en Juan 8:10–11? (Es posible que los alumnos
utilicen otras palabras, pero deben reconocer la siguiente verdad: El Salvador nos muestra
misericordia al darnos oportunidades de arrepentirnos. Escriba esa verdad bajo la pregunta de la
pizarra).
¿Cómo el comprender esa verdad puede ayudarnos cuando pecamos?
¿Cómo pueden ayudarnos las dos verdades que hemos aprendido en esta lección en situaciones
donde estamos con otras personas cuya apariencia o comportamiento no están en armonía con las
normas del Señor?
Comparta la siguiente adición al final de Juan 8:11 de la Traducción de José Smith: “Y la mujer glorificó a
Dios desde aquella hora, y creyó en su nombre” (Traducción de José Smith, Juan 8:11 [en nota c al pie de
página de Juan 8:11]).
De acuerdo con la Traducción de José Smith de Juan 8:11, ¿qué efecto tuvo la misericordia del
Salvador en la mujer?
Pida a los alumnos que escriban en su cuaderno de apuntes o en su diario de estudio de las Escrituras los
sentimientos que tienen hacia el Salvador por Su disposición a mostrarnos misericordia y darnos
oportunidades de arrepentirnos. Si lo desea, dé tiempo para que los alumnos compartan lo que escribieron.
Podría compartir su testimonio de los principios que se analizaron en esta lección.
54
Aliente a los alumnos a buscar respuestas a las siguientes preguntas a medida que estudien Juan 11–15.
¿Cómo sería ver a alguien levantarse de los muertos? ¿Por qué está registrado en las Escrituras que “lloró
Jesús” (Juan 11:35)? ¿Qué hizo Jesús por Sus apóstoles que normalmente harían los sirvientes? ¿Qué
prometió el Salvador que recibirían Sus discípulos para consolarlos después de que Él se fuera?
55
Juan 11–15 (Unidad 15)
El siguiente resumen de los acontecimientos, las doctrinas y los principios que los alumnos aprendieron al
estudiar Juan 11–15 (Unidad 15) no se ha creado con la intención de que se enseñe como parte de la lección.
La lección que usted va a enseñar se centra en solo algunas de esas doctrinas y principios. Siga las
impresiones del Espíritu Santo conforme considera las necesidades de sus alumnos.
Día 1 (Juan 11)
Conforme los alumnos leyeron sobre cuando Jesús levantó a Lázaro de entre los muertos, aprendieron los
siguientes principios: Podemos decidir ejercer fe en Jesucristo aun durante nuestras pruebas. Jesucristo es la
Resurrección y la Vida. Si creemos en Jesucristo, podemos obtener la vida eterna. Si decidimos ejercer fe en
Jesucristo durante nuestras pruebas, se confirmará y aumentará nuestra fe en Él.
Día 2 (Juan 12)
En esta lección, los alumnos estudiaron sobre María, la hermana de Marta y de Lázaro, la unción de los pies
de Jesús, y la entrada triunfal del Salvador en Jerusalén. También estudiaron acerca de las enseñanzas del
Salvador en Jerusalén. De las enseñanzas del Salvador, los alumnos aprendieron las siguientes verdades: Los
milagros, por sí solos, no hacen que la gente crea en Jesucristo. El que nos importe más complacer a los
demás que complacer a Dios puede impedirnos reconocer abiertamente que creemos en Jesucristo y en Su
evangelio. Si creemos en Jesucristo, no tenemos que vivir en oscuridad espiritual.
Día 3 (Juan 13)
Al leer el relato de cuando el Salvador lavó los pies de los apóstoles, los alumnos aprendieron las siguientes
verdades: A medida que sigamos el ejemplo del Salvador al servir a los demás, seremos más dichosos.
Conforme nos amemos unos a otros como Jesucristo nos ama, los demás sabrán que somos Sus discípulos.
Día 4 (Juan 14–15)
En esta lección, los alumnos estudiaron las enseñanzas que el Salvador expuso a Sus apóstoles antes de
empezar Su sacrificio expiatorio. Aprendieron que solo podemos entrar en el reino del Padre Celestial
mediante la expiación de Jesucristo y al seguir Su camino. También aprendieron que demostramos nuestro
amor por Jesucristo al guardar Sus mandamientos y que el Espíritu Santo puede consolarnos, enseñarnos y
recordarnos todas las cosas. Al estudiar sobre la vid y los pámpanos, los alumnos aprendieron que si
guardamos los mandamientos, permaneceremos en el amor del Salvador y recibiremos una plenitud de gozo.
56
Introducción
Esta lección puede ayudar a los alumnos a entender lo que debemos hacer para regresar al Padre Celestial.
Además, conforme los alumnos estudien el consejo del Señor que está escrito en Juan 14, podrán considerar
cómo pueden seguir mejor el camino del Salvador.
Si es posible, muestre un mapa de su ciudad e invite a los alumnos a buscar su ubicación actual en él. En el
mapa, busquen otro lugar que los alumnos conozcan. Pídales que escriban en una hoja de papel cómo llegar
de su ubicación actual a dicho sitio. Invite a uno o dos alumnos a comentar sobre lo que escribieron.
Escriba Reino Celestial en la pizarra. Pida a los alumnos que consideren las indicaciones que darían a
alguien que desee saber cómo llegar al reino celestial.
Recuerde a los alumnos que, al estudiar Juan 14 en sus lecciones diarias, aprendieron una verdad que podría
ayudarles a saber cómo regresar al Padre Celestial y entrar en el reino celestial. Explique que en esa lección
aprenderán más sobre esa verdad.
Para ayudar a los alumnos a entender el contexto de Juan 14, recuérdeles que el Salvador celebró la Pascua
con Sus apóstoles en un aposento alto de Jerusalén. Tras la cena de la Pascua, Jesús dijo a Sus discípulos que
pronto partiría (véase Juan 13:33).
Invite a varios alumnos a turnarse para leer en voz alta Juan 14:1–5, y pida a la clase que siga la lectura en
silencio para conocer lo que Jesús enseñó a Sus apóstoles para consolarlos.
Explique que en la Traducción de José Smith Juan 14:3 [en inglés] se afirma: “Y cuando me vaya, prepararé
un lugar para vosotros, y vendré otra vez y os recibiré para mí mismo; para que donde yo esté, vosotros
también estéis”.
Invite a un alumno a leer en voz alta las siguientes palabras del profeta José Smith. Pida a la clase que preste
atención a lo que la expresión significa.
“[La declaración] ‘En la casa de mi Padre muchas moradas hay’… Debería decir: ‘En el reino de
mi Padre muchos reinos hay’, a fin de que sean herederos de Dios y coherederos conmigo… Hay
moradas para aquellos que obedecen una ley celestial, y hay otras moradas para aquellos que no
cumplen con la ley, cada cual en su propio orden” (Enseñanzas de los Presidentes de la Iglesia:
José Smith, 2007, pág. 231).
Si lo desea, sugiera a los alumnos que escriban las palabras reino y reinos en las Escrituras, encima de las
palabras casa y moradas, en Juan 14:2.
¿Qué enseñanzas de Juan 14:1–4 habrán sido de consuelo para los apóstoles?
Según el versículo 5, ¿cómo respondió Tomás cuando el Salvador enseñó que Sus apóstoles
conocían el camino al reino del Padre Celestial?
57
Invite a un alumno a leer en voz alta Juan 14:6, y pida a la clase que siga la lectura en silencio para
determinar cómo respondió Jesús la pregunta de Tomás. Recuérdeles que se trata de un pasaje de dominio de
las Escrituras.
Dibuje un camino en la pizarra. En un extremo del camino, escriba Nosotros, y en el otro, El reino del
Padre Celestial. Escriba El Camino debajo de la senda, e indique que esas palabras se refieren al camino que
lleva de un lugar a otro.
¿De qué forma es el Salvador el Camino? (Los alumnos quizás respondan que el Salvador nos
muestra cómo vivir a fin de llegar a ser semejantes a Dios y cómo ser dignos de morar en la
presencia del Padre Celestial).
¿De qué modo es Jesucristo la Verdad? (Es la fuente de toda verdad y vivió toda la verdad de manera
perfecta).
¿De qué forma es Jesucristo la Vida? (Él hace posible que venzamos la muerte física y resucitemos
con un cuerpo físico inmortal, y venzamos la muerte espiritual para obtener la vida eterna. Él es “la
luz que existe en todas las cosas, que da vida a todas las cosas” [D. y C. 88:13]).
Debajo del dibujo de la senda de la pizarra, escriba Jesucristo es junto a “El Camino”.
Según lo que hemos analizado y lo que han aprendido en sus lecciones diarias, ¿cómo resumirían el
significado de la afirmación del Salvador de que “nadie viene al Padre sino por mí”? (Juan 14:6).
(Los alumnos pueden usar diferentes palabras, pero deben reconocer una verdad parecida a la
siguiente: Solo mediante la expiación de Jesucristo y al seguir Su camino podemos entrar en el
reino del Padre Celestial).
¿Qué sucederá si intentamos seguir un camino que no sea el del Salvador?
Invite a un alumno a leer en voz alta la siguiente declaración del élder Lawrence E. Corbridge, de los
Setenta. Pida a la clase que preste atención a lo que sucederá si tratamos de seguir un camino que no es el
del Salvador.
“El camino del Señor no es difícil; la vida es difícil, no el Evangelio. Hay ‘oposición en todas las cosas’
[2 Nefi 2:11], en todo lugar, para todos. La vida es difícil para todos nosotros, pero también es sencilla.
Tenemos dos opciones solamente: O podemos seguir al Señor y ser investidos con Su poder y tener paz, luz,
fuerza, conocimiento, confianza, amor y gozo, o seguimos otro camino, cualquier otro, cualquiera que fuera
y lo seguimos solos, sin Su apoyo, sin Su poder, sin guía, en oscuridad, tribulación, duda, angustia y
desesperación. Entonces pregunto, ¿qué camino es más fácil?…
¿Cuál es el camino del Salvador? (De ser necesario, recuerde a los alumnos que el camino del
Salvador incluye cultivar la fe en Él y en el Padre Celestial; arrepentirse; recibir las ordenanzas de
salvación, tales como el bautismo y las ordenanzas del templo; y perseverar hasta el fin con fe y
obediencia).
Pida a los alumnos que mediten en las experiencias que puedan haber tenido en las que se les haya
bendecido por seguir el camino del Salvador. Invite a algunos de ellos a compartir sus experiencias.
Invítelos a meditar en lo bien que están siguiendo el camino del Salvador. Pídales que piensen en alguna
forma en que puedan seguir mejor al Salvador y que establezcan la meta de poner en práctica esa acción.
Para resumir Juan 14:7–14, explique que el Salvador enseñó a Sus apóstoles que uno de Sus propósitos en
venir a la tierra era revelar por medio de Sus palabras y hechos la verdadera naturaleza del Padre Celestial.
También prometió a Sus apóstoles que tendrían poder para hacer grandes obras.
Invite a los alumnos a buscar respuesta a las siguientes preguntas conforme terminen de estudiar el
Evangelio de Juan: ¿Qué dijo Jesús a Su madre mientras colgaba en la cruz? ¿Quién fue la primera persona a
quien se apareció Jesucristo después que resucitó? ¿Quién se negó a creer el testimonio de los demás de que
Jesús había resucitado? Invite a los alumnos a imaginar lo que diría el Salvador a los discípulos que habían
sido testigos de Él y de Su resurrección, pero que después decidieron volver a sus antiguos oficios en vez de
predicar el Evangelio. Pídales que busquen en la próxima unidad lo que el Salvador dijo a aquellos
discípulos.
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Juan 16–21 (Unidad 16)
El siguiente resumen de los acontecimientos, las doctrinas y los principios que los alumnos aprendieron al
estudiar Juan 16–21 (Unidad 16) no se ha creado con la intención de que se enseñe como parte de la lección.
La lección que usted va a enseñar se centra en sólo algunas de esas doctrinas y principios. Siga las
impresiones del Espíritu Santo conforme considera las necesidades de sus alumnos.
De lo que Jesús enseñó a Sus apóstoles después de la Última Cena, los alumnos aprendieron que el Espíritu
Santo puede guiarnos a toda verdad y mostrarnos las cosas que están por venir. Los alumnos también
aprendieron que el Espíritu Santo revela verdades e instrucción que provienen del Padre Celestial y de
Jesucristo. Gracias a que Jesucristo ha vencido al mundo, podemos ser de buen ánimo y tener paz.
Día 2 (Juan 17)
Al estudiar la oración intercesora de Jesucristo, los alumnos aprendieron que para recibir la vida eterna,
debemos llegar a conocer al Padre Celestial y a Su Hijo, Jesucristo. También aprendieron que como
discípulos de Jesucristo, debemos estar en el mundo pero no ser del mundo. Al leer en cuanto a cómo
suplicó Jesús que Sus discípulos pudieran ser uno con Él y con el Padre, los alumnos aprendieron que al
venir a Jesucristo y recibir las bendiciones de Su expiación, podemos llegar a ser uno con el Padre y con el
Hijo.
Día 3 (Juan 18–19)
Del ejemplo egoísta de Pilato, los alumnos aprendieron que anteponer nuestros propios intereses al hecho de
hacer lo correcto nos conducirá al pecado. Al estudiar el relato que hizo Juan de la Crucifixión, los alumnos
aprendieron que podemos seguir el ejemplo del Salvador al elegir ayudar a los demás aun cuando nosotros
mismos estemos necesitados.
Día 4 (Juan 20–21)
En esta lección, los alumnos estudiaron el relato que hizo Juan de la resurrección de Jesucristo. Ellos
aprendieron que Jesucristo venció la muerte mediante Su resurrección. De la experiencia de Tomás
aprendieron que seremos bendecidos si elegimos creer en Jesucristo aunque no podemos verlo.
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Introducción
El Señor resucitado se apareció a Sus discípulos mientras estos pescaban. En la playa, Jesús comió con Sus
discípulos y pidió a Pedro que demostrara su amor por Él al apacentar Sus ovejas.
Sugerencias didácticas
Juan 21:1–17
El Señor resucitado se aparece a algunos de Sus discípulos en el mar de Tiberias (el mar de Galilea)
Invite a los alumnos a acercarse a la pizarra y escribir dentro del corazón dos o tres de sus
cosas favoritas. Explique que esas pueden incluir personas, posesiones o pasatiempos.
Cuando los alumnos hayan terminado, si lo desea, anote también algunas de sus cosas
favoritas.
Para resumir Juan 21:1–2, explique que después de ver al Señor resucitado en dos ocasiones,
Pedro y algunos de los demás discípulos se hallaban en la playa del mar de Galilea (también llamado mar de
Tiberias).
Invite a un alumno a leer Juan 21:3 en voz alta, y pida a la clase que siga la lectura en silencio para saber lo
que Pedro decidió hacer.
¿Qué actividad creen que añadiría Pedro a nuestra lista de cosas favoritas en la pizarra? (Después de
que los alumnos respondan, escriba Pescar en la pizarra).
¿Cuánto tiempo pescaron Pedro y los demás discípulos? ¿Qué cantidad de peces pescaron?
Pida a los alumnos que piensen en cómo creen que se sentirían Pedro y los demás discípulos tras una larga
noche pescando sin ningún resultado.
Invite a un alumno a leer Juan 21:4–6 en voz alta, y pida a la clase que siga la lectura en silencio para saber
qué sucedió a la mañana siguiente.
¿Qué sucedió después que los discípulos estuvieron toda la noche pescando sin éxito?
Para resumir Juan 21:7–14, explique que mientras los discípulos trataban de levantar la red llena de peces
para ponerla en la barca, Juan señaló que el hombre de la playa era el Señor. Pedro saltó al mar con
impaciencia y nadó hacia Jesús mientras los demás fueron en su barca. Cuando los discípulos llegaron a la
playa, Jesús estaba preparando una comida para ellos.
Pida a un alumno que lea la siguiente declaración del élder Jeffrey R. Holland, del Cuórum de los Doce
Apóstoles:
“Tras una reunión llena de júbilo con el Jesús resucitado, Pedro tuvo una conversación con el
Salvador que yo considero que es el momento crucial del ministerio apostólico de Pedro en forma
general y ciertamente para él en lo personal, impulsando a un hombre, fuerte como la roca, a una
devota vida de servicio y liderazgo. Contemplando las pequeñas barcas rotas, las redes
deshilachadas y el asombroso montón de 153 peces, Jesús habló a Su apóstol de más antigüedad”
(“El primer y grande mandamiento”, Liahona, noviembre de 2012, pág. 84).
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Invite a un alumno a leer Juan 21:15–17 en voz alta, y pida a la clase que siga la lectura en silencio y busque
una pregunta que Jesús le hizo reiteradamente a Pedro. Si lo desea, sugiera a los alumnos que marquen lo
que encuentren.
Para ayudar a los alumnos a comprender por qué haría Jesús esa pregunta y esperaría que Pedro le
respondiera tres veces, pida a un alumno que lea en voz alta las siguientes palabras del élder Holland:
“A lo que Jesús respondió (y aquí vuelvo a reconocer mi elaboración no basada en las Escrituras),
diciendo quizás algo como esto: ‘Entonces Pedro, ¿por qué estás aquí? ¿Por qué estamos otra vez
en esta misma playa, cerca de estas mismas redes, teniendo la misma conversación? ¿No fue obvio
en aquel entonces y no es obvio ahora que si quiero pescar, puedo conseguir peces? Lo que
necesito, Pedro, son discípulos; y los necesito para siempre. Necesito que alguien alimente mis
ovejas y salve mis corderos. Necesito que alguien predique mi evangelio y defienda mi fe. Necesito a
alguien que me ame, que verdaderamente me ame, y que ame lo que nuestro Padre Celestial me ha
comisionado hacer… De modo que, Pedro, por segunda, y supuestamente la última vez, te pido que dejes
todo esto y vayas a enseñar y testificar, a trabajar y servir fielmente hasta el día en que hagan contigo
exactamente lo que hicieron conmigo’” véase (“El primer y grande mandamiento”, pág. 84).
¿Qué principio podemos aprender de la conversación que tuvo el Señor con Pedro? (Después de que
los alumnos respondan, escriba el siguiente principio en la pizarra: Si amamos al Salvador y al
Padre Celestial más que a cualquier otra cosa, apacentaremos Sus ovejas).
¿Quiénes son las ovejas del Padre Celestial y Jesucristo? ¿Cómo las apacentamos?
Para ayudar a los alumnos a entender cómo podemos apacentar las ovejas del Padre Celestial y de Jesucristo,
invite a un alumno a leer en voz alta la siguiente declaración del élder Robert D. Hales, del Cuórum de los
Doce Apóstoles:
“Ése es el llamado de Cristo a todo cristiano hoy: ‘Apacienta mis corderos… Apacienta mis
ovejas’; comparte mi evangelio con jóvenes y ancianos por igual, elevándolos, bendiciéndolos,
consolándolos, animándolos y edificándolos, especialmente a los que no piensen ni crean lo mismo
que nosotros” (véase “Ser un cristiano más cristiano”, Liahona, noviembre de 2012, pág. 91).
Para ayudar a los miembros de la clase a entender cómo pueden poner en práctica el principio de amar a
Dios más que a cualquier otra cosa, invite a tres alumnos a turnarse para leer en voz alta las siguientes
situaciones hipotéticas. Después de leer cada una de ellas, haga las siguientes preguntas.
1. Un grupo de muchachos invita a un joven a sentarse con ellos durante el almuerzo, y él espera
hacerse amigo suyo. Durante la conversación, uno de los muchachos del grupo comienza a burlarse
públicamente de otro joven.
2. A una jovencita le encanta jugar al fútbol. Ella dedica muchas horas a la semana a jugar al fútbol y
tiene poco tiempo para otras cosas, tales como la noche de hogar y el estudio personal de las
Escrituras.
3. Un joven ha estado muy ocupado con actividades académicas y extraescolares. Lleva toda la semana
esperando que llegue la noche del viernes para pasar un poco de su escaso tiempo libre con sus
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amigos. Esa noche, justo antes de llamar a uno de ellos, le llama su compañero de orientación
familiar para ver si puede ir con él a ayudar a una de las familias que tienen asignadas y que necesita
ayuda urgente.
“Mis queridos hermanos y hermanas, no sé exactamente cuál será nuestra experiencia el día del
juicio, pero me sorprenderá mucho si en algún momento de la conversación Dios no nos pregunta
exactamente lo mismo que Cristo le preguntó a Pedro: ‘¿Me amaste?’ (“El primer y grande
mandamiento”, pág. 84).
Comparta su testimonio de la importancia de elegir amar al Padre Celestial y a Jesucristo por encima de todo
lo demás, y de mostrar ese amor al apacentar Sus ovejas.
Haga referencia a las cosas anotadas dentro del corazón que hay en la pizarra, y a la pregunta que hay escrita
junto a ellas: “¿Me amas más que estos?” Subraye la palabra estos e invite a los alumnos a responder las
siguientes preguntas en su cuaderno de apuntes o en su diario de estudio de las Escrituras:
Si Jesús te hiciera la misma pregunta, ¿a qué cosas de tu vida crees que se referiría Él al decir
“estos”?
¿Cómo responderías Su pregunta?
Al concluir el estudio de los Evangelios, invite a varios alumnos a compartir lo que escribieron en la
asignación de la lección del día 4 en su diario de estudio de las Escrituras sobre el relato, el acontecimiento o
la enseñanza del ministerio terrenal del Salvador que les ha ayudado a creer o a fortalecer su convicción de
que Jesucristo es el Hijo de Dios.
Durante su estudio de Hechos 1–5, invite a los alumnos a buscar respuestas a las siguientes preguntas:
¿Quién dirigiría la Iglesia después de la muerte y resurrección del Salvador? ¿Cómo fueron elegidos otros
apóstoles? ¿Qué milagro ocurrió el día de Pentecostés? ¿Qué influencia tuvo el Espíritu Santo en el milagro
de aquel día? ¿Qué milagro realizó Pedro en el templo, y qué le sucedió por causa de ello? ¿Qué le sucedió a
Ananías y a Safira por mentir a su líder del sacerdocio?