Prosa
Prosa es la forma que toma naturalmente el lenguaje (tanto el oral como el escrito) para expresar los
conceptos, y no está sujeta, como el verso, a medida y cadencia. Se identifica con lo contrapuesto
al ideal y la perfección. Coloquialmente, "prosa" es equivalente a "palabrería".
La métrica es el conjunto de regularidades formales y sistemáticas que caracterizan
la poesía versificada y la prosa rítmica. El estudio métrico comprende tres partes fundamentales:
el verso, la estrofa y el poema.
La entonación es la variación de la altura tonal de la voz con que se pronuncia un enunciado.
La estructura sintáctica hace referencia al orden de las palabras, partes de la oración, oraciones y
frases, para expresar las ideas en forma lógica y adecuada, es decir, sin ambigüedades o en forma no
entendible.
La Prosa Medieval
Hasta el siglo XIII no existe prosa literaria en castellano. El romance había sido considerado una
lengua apropiada para la comunicación oral y el verso, pero no para la composición de obras
científicas, filosóficas y literarias, que se escribían en latín o árabe. Con la decisión de Alfonso X de
convertir el castellano en la lengua oficial de la cancillería y de traducir textos latinos y árabes al
castellano comienza un proceso de dignificación de la prosa romance. Este proceso culminará con
la creación en el siglo XIV de la prosa de ficción, cuyo máximo exponente es don Juan Manuel.
Dignificación: Hacer que tenga dignidad una persona o una cosa, o que aumente la que tiene.
Orígenes:
Durante la Edad Media el título más usado y significativo de este grupo genérico fue el de exemplo
o enxiemplo.35 La enseñanza de éste procede de la semejanza y de la comparación, de manera que
la obra ha de leerse entera para sacar de ella provecho y poderlo aplicar a los casos de la vida real.
Según Derek William Lomax, la evolución de las colecciones de exempla es la siguiente:
comenzaron siendo libros de consulta escritos por clérigos para clérigos. Posteriormente, fueron
adaptados por los clérigos para los seglares bien en forma de sermones, bien como lecturas
piadosas. Finalmente, algunos seglares comienzan a escribir este tipo de obras para seglares —Don
Juan Manuel y el Conde Lucanor—. Estas colecciones no presentaban los cuentos de forma aislada,
sino formando un conjunto unitario.
Las características de este género son:
Organización primitiva y desarrollo lineal de los argumentos por relación de causa-efecto hacia un
fin determinado.
El diálogo es escaso y secundario.
Se escriben para un medio cortesano y testimonian la existencia de un público oyente —las menos
veces, lector— de gente noble que está en condiciones de apreciar un grado más alto que el sencillo
cuento folklórico.
Suelen ser traducciones de obras orientales.
La literatura religiosa
Su producción más importante en la primera mitad del siglo XIII es la constituida por los
romanceamientos de la Biblia. Estas vulgarizaciones acaban imponiéndose cuando el latín deja de
ser comprensible; no obstante, esta divulgación traía como secuelas la libre interpretación y una
mayor facilidad para caer en la herejía.
La literatura doctrinal
Este género tiene su origen en las numerosas instrucciones para confesores en latín.19 El que esta
lengua se hiciera ininteligible para no pocos clérigos y la obligatoriedad de la confesión anual,
dispuesta en el V Concilio lateranense, debió obligar a que se hicieran las correspondientes
traducciones
La literatura sapiencial o gnómica de la España medieval se compone de un conjunto de libros
de apólogos breves y sentencias del siglo XIII atribuidas a sabios griegos indeterminados en la
mayor parte de los casos, cuya fuente primordial son las colecciones de dichos célebres compiladas
por la literatura árabe entre los siglos IX y XI. Este género reúne varios de los primeros ejemplos de
prosa en castellano.
Alfonso X el Sabio
La gran aportación de la obra alfonsí fue hacer del castellano una lengua de cultura, capaz de
transmitir información sobre materias que hasta entonces habían quedado reservadas al latín o al
árabe.
Alfonso X el sabio:
-Establece en el siglo XIII el castellano como lengua oficial
-Encarga a la escuela de traductores de Toledo la traducción de textos literarios y jurídicos
-Él mismo dirigió la actividad científica y literaria desarrolló en su corte
EL CUENTO MEDIEVAL
Ya desde el siglo XIII se traducen varias colecciones de cuentos de procedencia oriental. Estos
cuentos o fábulas tenían un propósito didáctico: servían para ilustrar o ejemplificar un
comportamiento, una regla, etcétera. Por esto reciben el nombre de «ejemplos» o, en castellano
medieval, «exemplos».
Los temas más frecuentes son:
-el amor al saber y la necesidad de su difusión.
-la salvación del alma.
-la aparición de un rey sabio
Don Juan Manuel
Don Juan Manuel (Escalona, 5 de mayo de 1282-Córdoba? 1348), miembro de la casa real y
escritor en lengua castellana, fue uno de los principales representantes de la prosa medieval
de ficción, sobre todo gracias a su obra El conde Lucanor, conjunto de cuentos moralizantes que se
entremezclan con varias modalidades de literatura sapiencial.
La novedad más evidente de la obra de don Juan Manuel respecto a Alfonso X es que en sus libros
introduce la ficción, esto es, que los hechos que cuenta no son históricos, sino puramente literarios.
Don Juan Manuel es el primer escritor que muestra una clarísima conciencia de autor. Se preocupó
de que sus obras fueran correctamente transmitidas, a la vez que demuestra su conocimiento de los
recursos estilísticos y del lenguaje.
Además, don Juan Manuel no duda en entremeterse en las páginas de sus obras, así como en la cita
de las obras o los autores de los que ha tomado sus relatos.
El conde Lucanor
Con sus obras, don Juan Manuel pretende instruir a un público amplio y para ello se sirve de
elementos amenos, como la narración de hechos ficticios.
El conde Lucanor está dividido en cinco libros, que se pueden agrupar en tres partes:
Una colección de cincuenta y un ejemplos, que es la parte más extensa y central del libro. Un
conde, Lucanor, expone a su tutor, Petronio, diversas dudas relacionadas con problemas de tipo
práctico. Petronio responde contándole un ejemplo o cuento con alguna enseñanza.
Un conjunto de cien proverbios, que tienen un contenido moral y filosófico.
Un tratado sobre la salvación del alma.
Los dos personajes principales, el conde Lucanor y su consejero, aparecen en las tres partes,
dotándolas de unidad.
El tema constante de la obra es cómo salvar el alma dentro del estamento al que pertenece cada uno.
Todos los ejemplos tienen una estructura fija:
Diálogo inicial en el que Lucanor expone a Petronio su problema, y que sirve como marco para el
ejemplo.
Ejemplo o relato de Petronio como respuesta a las dudas de Lucanor.
Aplicación que hace Petronio de la enseñanza general que se desprende del relato al problema
concreto planteado por el conde.
Intervención de don Juan Manuel, que incluye una moraleja.
El estilo de cada una de las tres partes es diferente: en los ejemplos es claro y sencillo, mientras que
en los proverbios es conciso y a veces oscuro. En la tercera parte vuelve a ser claro, pero el
contenido doctrinal dificulta su comprensión.