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El Bautismo Del Creyente

El documento discute el significado y simbolismo bíblico del bautismo del creyente. Explica que el bautismo de Jesús fue por inmersión y sirvió para identificarse con los pecadores, el pueblo de Israel y el propósito de Dios, e iniciar su ministerio público. También instituyó el bautismo para su iglesia como un acto de obediencia, confesión pública de fe, y compromiso de vivir una vida nueva en Cristo.
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El Bautismo Del Creyente

El documento discute el significado y simbolismo bíblico del bautismo del creyente. Explica que el bautismo de Jesús fue por inmersión y sirvió para identificarse con los pecadores, el pueblo de Israel y el propósito de Dios, e iniciar su ministerio público. También instituyó el bautismo para su iglesia como un acto de obediencia, confesión pública de fe, y compromiso de vivir una vida nueva en Cristo.
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EL SIGNIFICADO DEL BAUTISMO

 
EL BAUTISMO DEL CREYENTE
INTRODUCCION:

El bautismo ha sido y es una ordenanza establecida por el mismo Señor Jesucristo,


pero tanto su significado como su simbolismo han sido alterados con el correr de los
tiempos debido a una errónea interpretación bíblica.
La práctica del bautismo no era algo nuevo en los días de Jesús, pues los judíos lo
practicaban antes de Cristo como un ritual de limpieza y purificación (Ex. 29: 4, 30:
18- 21, Lv. 8: 6, 11: 24- 25, 28, 40, Núm. 19: 10, 18- 21, 30: 24). Para ingresar a la
religión judía, las personas nacidas fuera del judaísmo se sometían al " bautismo de
prosélitos". Sin embargo, en la venida de Cristo, El le dio un nuevo significado que se
perpetuó a lo largo de todo el Nuevo Testamento, desde el comienzo de la iglesia
primitiva.
No se trata de un rito religioso, ni de un sacramento que limpie del pecado o de un
requisito para la salvación, sino de un acto de obediencia a la Palabra de Dios y de
una manifestación pública de la fe en Jesucristo.
Bíblicamente tenemos que decir que Juan el Bautista fue quien comenzó utilizando el
bautismo como una marca o símbolo de pureza delante de la ley. El bautismo de Juan
era un llamado al arrepentimiento para perdón de los pecados y el hecho de que la
gente se bautizara representaba la limpieza de sus malas obras, pero no significaba
en ninguna manera la regeneración (Marcos 1: 4- 5). Sin embargo, su bautismo no
era el mismo que el de la iglesia, de manera tal que sus discípulos tuvieron que ser
bautizados nuevamente. (Hech. 19: 3- 9). El bautismo de Juan tenía que ver con una
preparación de la nación para el reino del Mesías y Juan no bautizaba a aquellos que
no estuvieran dispuestos a arrepentirse de sus pecados y de sus malas obras como
demostración de esa preparación (Lucas 3: 1- 18).
Hay una serie de preguntas que surgen cuando se habla del bautismo, muchas de
ellas son por falta de información correcta y otras por falta de interpretación bíblica.
Esto implica una responsabilidad de parte del creyente en aceptar las enseñanzas y
obedecer el mandato de Dios.

 ¿Dónde se halla la ordenanza del bautismo y cómo debe ser practicado por la
iglesia?.
 ¿Por qué razón el creyente debe bautizarse?.
 ¿El bautismo es un complemento de la salvación o una confesión pública de la
salvación?.

 
 ¿Es bíblico el bautismo de un infante?

¿Qué simboliza el bautismo?

 ¿Con qué nos identifica el bautismo?


1
 ¿Cuáles son los requisitos del bautismo?

Para poder entender estas preguntas es necesario estudiar los significados del
bautismo y su simbolismo, su implicación y su identificación bíblica, como así también
el deber que tienen todos los creyentes que han sido regenerados por la obra del
Espíritu Santo en la salvación. El estudio desde la perspectiva de la Palabra de Dios
nos da las razones por las que debe ser bautizado la persona que ha creído en Cristo
y al mismo tiempo nos ayuda a refutar a aquellos que niegan el bautismo bíblico.
I- ¿QUÉ ES EL BAUTISMO?
A- DEFINICION: Es un acto de obediencia a la ordenanza establecida por el Señor
Jesús. (Mt. 28: 19).
B- DESCRIPCION DEL BAUTISMO:
El bautismo de Jesús. (San Mateo 3: 13- 17)
¿Cómo fue el bautismo de Jesús? Fue un bautismo de:
1- INMERSION: por las muchas aguas. (San Marcos 1: 9- 10, San Juan 3: 23)
a) El mismo Señor Jesús adoptó este rito judío y le dio un nuevo significado. La
descripción del bautismo de Jesús es el gran ejemplo que iba a ser seguido y a
caracterizar el bautismo bíblico de todos los creyentes en todos los tiempos de la
iglesia de Jesucristo. (Hechos 2: 38- 41, 8: 37- 39).
b) El bautismo de Jesús iba a representar el bautismo de lo cristianos en la misma
forma en que él fue bautizado, por inmersión. Está forma también está sugerida en
otras descripciones bíblicas del bautismo del creyente con su significado teológico y
simbólico. (Rom. 6: 3- 4, Col. 2: 12).
2- IDENTIFICACION: (San Mateo 3: 13- 17).
Su bautismo fue una identificación:
a) Con los pecadores:
¿Por qué se sometió Jesús al bautismo de Juan? Jesús no tenía necesidad de tal
bautismo, pues el bautismo de Juan era un llamado al arrepentimiento y confesión de
pecados. En principio, el Señor se sometió al bautismo de Juan como señal de
aprobación e identificación con la causa de Juan, pero principalmente fue una
identificación con los pecadores, aunque El no tenía pecado, sin embargo fue en
cierta manera un anticipo del Calvario (San Lucas 12: 50, San Marcos 10: 39). Jesús
se identificó, no como pecador, sino con los pecadores como lo era la gente a la cual
vino a salvar. (2ºCorintios 5: 17, Lc. 4: 14- 19, 5: 31- 32, Mt. 4: 17, 19).
b) Con el pueblo de Israel:
El Señor se estaba identificando con un pueblo que tenía el deseo de volver a Dios.
"Dios en su justicia planeó una manera en que su Hijo fuese presentado a Israel."
(Raúl Ferrero).
El bautismo de Jesús en sentido alegórico fue una identificación con el remanente fiel
dentro del pueblo de Israel. Aunque muchos no lo recibieron, sin embargo, dentro de
ese grupo de personas arrepentidas que eran separadas de esa masa social para
esperar al Mesías, estaba aquel pueblo que esperaba su redención. (San Juan 1: 28,
31, San Mateo 3: 3, Lc. 2: 28- 32, 38).
c) Con el propósito de Dios:
"para que cumplamos toda justicia" (San Mateo 3: 15). La justicia de Dios revela la
voluntad de Dios y Jesús vino a cumplir toda justicia. En esta presentación pública, el
2
Señor comenzó satisfaciendo y sometiéndose a la voluntad del Padre mediante el
bautismo. El Señor se identificó con el propósito de Dios cumpliendo la voluntad del
Padre y públicamente lo demostró a través de su bautismo.
3- INICIACION DE SU MINISTERIO PUBLICO
El bautismo de Jesús fue el comienzo de su ministerio público. El Señor no comenzó
su ministerio haciendo milagros ni dando sermones sino mostrando su obediencia al
padre por medio de su bautismo.
Cuando el Señor se vio obligado a mostrar las credenciales de su ministerio
mesiánico a los líderes religiosos en San Mateo 21: 23- 27, lo hizo mencionando el
bautismo de Juan que fue el inicio de su ministerio de autoridad y aprobación divina.
En su bautismo, tanto el Padre, como Juan y la manifestación del Espíritu Santo
sellaron su ministerio y la obra de su Hijo en este mundo.
4- INSTITUCION A SU IGLESIA. (San Mateo 29: 19).
a) El Señor continuó practicando el bautismo a través de sus discípulos como norma
de su discipulado para aquellos que iban a seguirle. (Juan 4: 1- 2).
b) El Señor lo comisionó a su iglesia. (San Mateo 28: 19).
¨ El bautismo iba a ser una evidencia de la manifestación de su fe
y de obediencia al mandato de Jesucristo.
¨ El requisito del bautismo iba a ser sólo "el que creyere", como una confesión pública
de su fe, de haber aceptado a Cristo como Salvador y Señor. (Hechos 8: 35- 38).
¨ El bautismo es un acto público de nuestra conversión sincera a Cristo y de nuestro
compromiso de seguir al Señor en una vida santa. (Romanos 6: 4).
¨ El bautismo no salva sino que evidencia lo que el Salvador hizo en nuestra vida por
la fe. (Romanos 10: 9- 10). El bautismo no es un requisito de la fe, sino una respuesta
de nuestra fe en Cristo.
c) La iglesia primitiva lo consideró requisito para formar parte de la iglesia. (Hechos 2:
38, 41- 42).
1- El bautismo es una identificación con el verdadero Salvador y de incorporación a la
iglesia.
2- El bautismo fue dado después de creer en el Señor y antes de un servicio pleno a
Dios como signo de haber nacido de nuevo.
3- El bautismo nos permite formar parte de las actividades de la iglesia y de la
comunión en la Cena del Señor. (Hechos 2: 41- 45).
¿QUÉ IMPLICACIONES HAY EN EL BAUTISMO DEL CREYENTE?
El bautismo del creyente es:
1. El Cumplimiento: del mandato de Jesús. (San Mateo 28: 19). No es una opción sino
un acto de obediencia a la Palabra de Dios. (San Marcos 16: 16).
2. Una Confesión: pública de la fe en Jesucristo. (Hechos 8: 35- 38). El bautismo no
es un acto privado, sino público de lo que Cristo ha hecho en la salvación.
3. El Comienzo: de formar parte de los ministerios y servicios en la iglesia. (Hechos 2:
41- 47). Es el bautismo por inmersión que nos identifica con la iglesia local y a su vez
nos involucra en las actividades de los ministerios de la iglesia.
4. Un Compromiso: de andar en una vida nueva. (Romanos 6: 4). El bautismo es un
sello de permanencia en Cristo. En el bautismo sellamos nuestro pasado al ser
sumergidos en las aguas para morir al pecado y nos levantamos del agua para andar
en santidad de vida en Cristo.(Gál. 2: 20).
3
5. Una Certificación: simbólica de una muerte y resurrección demostrado por el acto
del bautismo, su co-sepultura y co-resurrección con Cristo. Por el bautismo el
creyente asegura el hecho de lo que ocurrió interiormente en su vida y es certificado
por un testimonio exterior de la salvación que Cristo efectuó y de la muerte de un
pasado simbólica (Col. 2: 12, Rom. 6: 3- 4, 6).

II- ¿QUÉ SIGNIFICA EL BAUTISMO?


LAS FORMAS DE BAUTISMO:
En cuanto al modo de bautismo, hay por lo menos tres formas de prácticas pero por
inferencias bíblicas del significado del simbolismo que está detrás del bautismo, nos
damos cuenta que hay sólo un bautismo que está de acuerdo a la Palabra de Dios.
1- ASPERSION: Griego: rentídzo. Habla de rociamiento.
2- DERRAMAMIENTO: Griego: epicheo. Este es similar al primero pero depende de la
práctica
3- INMERSION: Griego: baptidzo. Este implica que la persona es zambullida o
cubierta totalmente por el agua. Los dos primeros son una práctica católica pero no
están en la Biblia como una forma bíblica del verdadero bautismo.
A- EL SIGNIFICADO BIBLICO DE LA PALABRA BAUTISMO.
1. El significado esencial y del que todos los comentaristas están de acuerdo es que
la palabra bautismo (del griego baptidzo) implica sumergir, inmergir o introducir.
2. La idea de este concepto fue usada por los clásicos griegos para indicar el
hundimiento de un barco en el mar.
3. En la literatura clásica la usaban para señalar la acción de un herrero cuando
introducía un pedazo de hierro al rojo vivo en una vasija de agua para templarlo.
4. La forma de bautismo bíblico por inmersión surge también porque la mayoría
acepta el bautismo de Juan y se cree que fue él quien introdujo el modo bíblico (San
Marcos 1: 9- 10, Hechos 8: 38- 39, San Juan 3: 23).
Sin embargo, "el bautismo deriva su significado no del agua, ni del creyente
sumergido en ella sino de la obra salvadora de Cristo". (Walter Beban).
5. El ejemplo del entierro de un muerto nos ayuda a entender de manera gráfica el
bautismo bíblico. Es costumbre que antes que sea sepultado completamente, los
parientes y amigos del difunto le echan un poquito de tierra. Sin embargo, eso no
cubre todo el ataúd, por lo tanto viene el sepulturero y con grandes palas de tierra
tapa el cajón por completo.
6- De igual manera el bautismo del creyente por inmersión certifica un bautismo
bíblico. (Hechos 8: 38- 39). No es el agua bautizando a la persona sino el creyente
bautizado en agua.

III- ¿POR QUÉ DEBO BAUTIZARME?


Hay tres conceptos bíblicos sobre el bautismo que sirven como norma para la iglesia y
nos dan las razones por las cuales todo creyente que ha confiado en Cristo debe ser
bautizado.
A- FUE ESTABLECIDO COMO PRECEPTO POR EL SEÑOR. (San Mateo 28: 19,
San Marcos 16: 16).
1. El bautismo es el cumplimiento de un mandato dado por Jesús y a su vez es una
confesión pública de su salvación por la fe en Jesucristo.
4
2. Es como lo expresa Walter Beban: "fue el signo y señal de que habían aceptado a
Cristo como Salvador y Señor". (Hechos 2: 38, 41).
3. La razón fundamental por la que todo creyente debe bautizarse es sencillamente
obedecer a lo que el Señor ordenó. Esto implica que toda decisión de bautizarse es
independiente de los años de conversión o del llamado del pastor o por el sólo hecho
de que otros se bauticen.
4. Todo creyente debe entender que el bautismo es una ordenanza establecida por el
Señor y no debe hacerlo como una imposición de los hombres. FF Bruce dijo: "la idea
de un cristiano no bautizado nunca se encuentra en el Nuevo Testamento".
5. En el pasaje de San Mateo 28: 19 se puede observar que el hecho de bautizarse
es un requisito para seguir a Cristo y de igual manera, el creyente que desea seguir al
Señor aceptará el hecho de ser bautizado para obedecer su mandato.
6. El creyente que no es bautizado está en desobediencia a la Palabra de Dios y se
puede considerar también como pecado porque el desobedecer cualquier
mandamiento en la Biblia equivale a pecado. (Santiago 4: 17).
7. El bautismo no salva ni santifica sino que produce satisfacción por haber cumplido
con un mandato de la Palabra de Dios y la bendición de ser obediente a Cristo.
8. Siendo que el bautismo simboliza una relación o unión con Cristo, el bautismo no
tendría ningún significado si esta previa relación no fuera una realidad. Muchos
bautizan niños como una prenda de que la relación personal ocurrirá luego en su vida,
obligando a Dios a salvar a los niños y prometiendo su decisión por Cristo para
después ser salvo. "Bíblicamente la realidad de una relación precede al símbolo de la
relación (bautismo)".
B- FUE UNA PRACTICA DE LOS APOSTOLES. (Hechos 2: 38, 41, 8: 36- 39, 10: 47,
16: 33).
1. Los apóstoles siguieron el patrón bíblico de bautismo por inmersión y cada vez que
llamaron a la gente luego de su confesión de fe en Cristo le exigieron el bautismo que
el Señor les había ordenado. Hech. 10: 47- 48.
2. La iglesia primitiva consideró al bautismo por inmersión como requisito para formar
parte de la iglesia. (Hechos 2: 41- 42).
3. Las iglesias que no tienen esta práctica del bautismo por inmersión están fuera de
los preceptos establecidos por el Señor.
4. El Nuevo Testamento presenta varios ejemplos de bautismo de bautismo que
consideraron como práctica única al bautismo por inmersión debido a que expresa
completamente todo el contenido simbólico del bautismo bíblico.

HECHOS 2: 38- 41 .....................................................................................


......................................................................................................................
HECHOS 8: 12, 37- 39................................................................................
......................................................................................................................
HECHOS 10: 47- 48....................................................................................
...................................................................................................................
SAN JUAN 3: 28.........................................................................................
1º CORINTIOS 1: 14- 26.............................................................................
......................................................................................................................
C- FUE ENSEÑADO COMO PRINCIPIO EN LAS EPISTOLAS.
5
ROMANOS 6: 3- 4......................................................................................
......................................................................................................................
1º CORINTIOS 1: 14- 16.............................................................................
......................................................................................................................
GALATAS 3: 27..........................................................................................
......................................................................................................................
1º CORINTIOS 12: 13.................................................................................
......................................................................................................................
EFESIOS 4: 5...............................................................................................
......................................................................................................................
COLOSENSES 2: 12...................................................................................
......................................................................................................................

IV- ¿QUÉ SIMBOLIZA EL BAUTISMO?


A- DEFINICION: El bautismo simboliza lo que Dios ha hecho en el corazón del
creyente por medio de la fe en Jesucristo y la unión del creyente con Cristo por obra
del Espíritu Santo a través de la salvación. (Col. 8: 12, Rom. 6: 3- 4).
B- DESARROLLO:
1. El bautismo no es el medio por el cual se obtiene la regeneración, sino que es el
signo, emblema, figura de la obra que ya ha sido efectuada en el alma por el Espíritu
y la Palabra de Dios. (Ef. 1: 13- 14).
2. El hecho simbólico de que somos sepultados juntamente con Cristo en su muerte y
resurrección queda claro en el bautismo del creyente.
3. Esto implica una nueva vida en Cristo siendo una persona resucitada (al salir del
agua) en la misma manera que Dios resucitó a Cristo y esto queda simbolizado en el
bautismo por inmersión. (Rom. 6: 3-4, 6).
4. En la Biblia encontramos tres pasajes clásicos que no hablan del bautismo por
agua sino del bautismo del Espíritu Santo y éstos son:
1º CORINTIOS 12: 13............................................................................
.................................................................................................................
ROMANOS 6: 3- 9.................................................................................
.................................................................................................................
COLOSENSES 2: 12..............................................................................
.................................................................................................................
5. Analizando estos pasajes nos damos cuenta que Pablo toma la figura del bautismo
para hablar del Espíritu Santo en la unión del creyente por la fe en la muerte de
Jesucristo y por la operación del Espíritu Santo y el poder de Dios.
6. Hay dos cosas bíblicas que produce el bautismo del Espíritu Santo:
SIGNIFICADO:
· El bautismo del Espíritu Santo nos introduce en el cuerpo de Cristo. Este hecho
constituye la revelación fundamental en relación con lo que ocurre cuando somos
bautizados por el Espíritu (1º Corintios 12: 13). Esto se refiere a la posición que
ocupamos al haber resucitado con la consiguiente exigencia de vivir en conformidad
con este hecho. "El instrumento mediante el cual se coloca al creyente en la esfera
del cuerpo resucitado de Cristo es el Espíritu Santo" Charles Ryrie.
· El bautismo del Espíritu efectúa nuestra unión con Cristo. Este hecho ocurre cuando
6
la persona oye el evangelio y confía en Cristo, inmediatamente es sellada con el
Espíritu en el momento de la salvación y al mismo tiempo la introduce o nos bautiza
poniéndonos en el cuerpo de Cristo con todos los otros creyentes, e igualmente
efectúa nuestra unión con Cristo. El Espíritu nos une con Cristo de tal manera que su
muerte es nuestra muerte, su sepultura es nuestra sepultura y su resurrección es
nuestra resurrección y todo esto queda simbolizado por el bautismo por agua. "Está
claro que el bautismo con agua no puede obrar esta unión con Cristo en su muerte y
resurrección pero está igualmente claro que tiene que haber alguna relación entre el
bautismo por el Espíritu y el bautismo con agua. La relación es simplemente que el
bautismo con agua constituye una demostración exterior de lo que el Espíritu hace en
el corazón": (Charles Ryrie).

SIMBOLISMO:
1. EL SIGNIFICADO PRÁCTICO:
El bautismo representa el renunciamiento a la vieja vida de pecado (Romanos 6: 4).
Esto implica que todo creyente bautizado debe por lo tanto andar en una nueva vida
porque sepulta su vieja vida en el bautismo. Esto no da por sentado una muerte para
siempre al pecado y al mundo, sino el simple hecho de un andar en la nueva vida
resucitada. Es una demostración al mundo de la unión y relación con Cristo. La idea
es que habiendo resucitado con Cristo debemos llevar una vida santa. Si nuestra vida
no lo demuestra, entonces desmentimos nuestra resurrección con Cristo que está
simbolizada en el bautismo.
2. EL SIMBOLISMO PRETERITO:
El bautismo es una representación simbólica y pública de algo que ya ha ocurrido
interiormente en el corazón del creyente en el momento de la salvación. Al
sumergirnos en el agua estamos simbolizando lo que ya pasó en nuestras vidas:
hemos muerto con Cristo y hemos resucitado en novedad de vida. "En Colosenses 2:
12, el apóstol utiliza la figura del bautismo para describir la muerte del creyente, su
sepultura y su co-resurrección con Cristo. Es mediante el bautismo del Espíritu Santo
que el creyente es unido vitalmente con Cristo. El creyente verdadero no sólo ha
muerto y ha sido sepultado sino que también ha sido resucitado con Cristo para andar
en vida nueva". (Evis Carballosa).
C- DESCRIPCION:
Los tres tiempos del bautismo:
1. El tiempo de inmersión:
 Es el tiempo en que la persona se sumerge en el agua.
 Nos recuerda la muerte de Cristo en lugar de los pecadores.
 Simboliza el entierro del creyente que ha muerto a su vieja vida de pecado.
(Col. 2: 12, Rom. 6: 4, Gál. 2: 20).

2. El tiempo de sumersión:
 Es el tiempo en que la persona está totalmente cubierta por el agua.
 Nos recuerda la sepultura de Cristo, luego de su muerte en la cruz.
 Simboliza la elección del creyente que ha tomado la decisión de cambiar de
vida para seguir a Cristo. (Rom. 6: 4, Gál. 2: 20).

7
3. El tiempo de emersión:
 Es el tiempo en que la persona sale del agua.
 Nos recuerda que Jesús resucitó de los muertos para nuestra justificación.
(Rom. 4: 25, Col. 2: 12).

Simboliza la exhibición pública del creyente en su nueva vida por la fe en Jesucristo.


El creyente resucita para mostrar al mundo lo que Cristo ha hecho en su vida en la
salvación y para seguir una vida diferente como nueva criatura en Cristo. (2º Cor. 5:
17, Rom. 6: 4).

LAS CARACTERISTICAS DEL BAUTISMO.-

1. ES UN ACTO INDIVIDUAL:
"cada uno de vosotros" (Hechos 2: 38). Nadie puede decidir ni creer por otro, cada
uno debe tomar la decisión de obedecer a Cristo.

2. ES UN ACTO INMEDIATO:
"y enseguida se bautizó", "él con todos los suyos" (Hechos 16: 33, 8: 36- 38). El
requisito no es tiempo sino fe en Jesucristo.

3. ES UN ACTO DE INMERSION:
"y descendieron ambos al agua" (Hechos 8: 38). Sólo la completa inmersión puede
expresar todo el simbolismo que hay detrás del bautismo.

4. ES UN ACTO DE IDENTIFICACION:
" en el nombre de..." (Hechos 2: 38). El hecho de bautizarse en el nombre de una
persona significaba pertenecer a aquella persona. El bautismo del creyente es una
clara identificación pública de su relación con Cristo.

5. ES UN ACTO DE INCORPORACION:
(a la iglesia visible). En Hechos 2: 41- 47 tenemos referencias que muestran que por
medio del bautismo los creyentes llegaban a ser miembros de la comunidad cristiana.
En la iglesia primitiva el bautismo era el signo externo de admisión en la congregación
de los creyentes en Cristo. (Hechos 2: 41). El bautismo nos incorpora a una iglesia
local tomando lugar con los demás creyentes. "El bautismo ha sido el rito introductorio
a la iglesia visible" (Don Fanning).

6. ES UN ACTO DE INICIACION MINISTERIAL:


Nos inicia para las actividades y servicios de la iglesia. (Hechos 2: 41- 42). El
bautismo nos permite desarrollar un ministerio público en comunión con la iglesia
local.

V- ¿QUÉ IDENTIFICA EL BAUTISMO?


Hay varios aspectos que van identificando al creyente que pasa por las aguas del
bautismo. Es una identificación:

8
1. Con Cristo: Hechos 2: 38.
Este hecho sucede sólo cuando el creyente pasa por las aguas del bautismo donde
manifiesta su fe al haber creído en Cristo como su Salvador personal, y hace pública
su identidad con Cristo a través del bautismo. En el griego la frase "en el nombre" es
un término técnico que era usado para el comercio y que significa "a la cuenta de
alguien", es decir de un propietario. Esto significa que el creyente en el bautismo
confiesa ser de propiedad de Cristo y por lo tanto su identidad es con EL. Es como
reza el himno "ahora soy de Cristo, mío también es El", esta identificación también se
hace pública ante el mundo donde confesamos nuestra identidad de pertenecer a
Cristo por medio del bautismo.
2. Con el Cambio de su nueva vida en Cristo. Rom. 6: 4, Gál. 2: 20.
El bautismo simboliza la ruptura de la vieja vida de pecado y representa el cambio a
una nueva vida por la resurrección con Cristo. Ahora se trata de vivir una vida
santificada haciendo morir las obras de la carne o del viejo hombre, mostrando al
mundo su cambio de vida. Esto no significa la erradicación total de la vieja naturaleza,
pero sí declara que estos males ya no tienen derecho sobre nosotros, sabiendo que
nuestro viejo hombre fue crucificado con El.
Debemos vivir nuestra vida nueva no permitiendo más el dominio del pecado sino
mostrando nuestro comportamiento diferente, nuestra relación vital por estar unidos a
Cristo.
3. Con el Cuerpo de Cristo (su iglesia). Rom. 6: 3.
 La transición de muerte a vida se hace pública por el bautismo tomando lugar
con los demás creyentes. En principio debemos decir que el creyente ha sido
bautizado y vitalmente unido con Cristo por la fe en su muerte y por la obra del
Espíritu Santo en la salvación. (Rom. 6: 3, Col. 2: 12).
 La unión del creyente con Cristo y con su cuerpo queda efectuada por el
bautismo del Espíritu en el momento de la salvación y esta inserción en el
cuerpo de Cristo constituye una nueva posición quedando identificado
públicamente por las aguas del bautismo. (Rom. 6: 3- 4, 1º Cor. 12: 19, Col. 2:
12). La unión con Cristo es unión con su cuerpo, la iglesia, de la cual El es
cabeza (1º Cor. 12: 12- 13, Rom. 12: 4- 5, Ef. 2: 15- 16). "No puede haber unión
con la cabeza sin ser unido con el cuerpo". Don Fanning. Esto queda
demostrado por aquellos que fueron añadidos a la iglesia primitiva (Hech. 2:
41). Cuando ellos proclamaron a Cristo y las personas respondieron por fe, eso
incluyó un compromiso de su vida para identificarse públicamente con Cristo y
su iglesia. De esta manera vamos declarando nuestra identificación de
pertenecer a una iglesia local por medio del bautismo.
 El bautismo es una identificación a una iglesia local donde declaramos
públicamente ser miembro con los demás creyentes. El bautismo cristiano es
un signo tanto de la unión mística de los creyentes como la unión con el Señor
y una señal de pertenencia a una iglesia local.

VI- ¿PARA QUÉ DEBO BAUTIZARME?


La expresión de nuestra fe en la iglesia es por medio del bautismo, pero también por
la Santa Cena. Esto nos lleva a considerar que el bautismo del creyente es para la
9
participación de la Cena del Señor, por lo tanto el creyente bautizado puede y debe
hacer digna participación en la celebración de la Cena.
 
EL SIGNIFICADO DE LA CENA DEL SEÑOR
 
I- UN RECORDATORIO. Luc. 22: 19, 1º Cor. 11: 23- 25.
Bíblicamente la Cena del Señor es un recuerdo o memorial en relación y recordación
de alguien y de algo. Así como la Pascua fue un recuerdo para el pueblo de Israel de
la redención de su pueblo de la esclavitud de Egipto, así la Cena del Señor es un
recuerdo de la redención de Cristo por mí. (Exodo 12: 14, 13: 3- 9, Dt. 16: 3, Ef. 1: 7,
1º Pedro 2: 24). La Cena es para recordar, pero no significa que el creyente vive de
recuerdo muertos, sino que este memorial pasado tiene una realidad presente.
¿QUÉ DEBE RECORDAR EL CREYENTE EN LA CENA DEL SEÑOR? La Cena es
para recordar:
A. SU PERSONA: "en memoria de mí" (1º Cor. 11: 24- 25).
 El recuerdo en la celebración de la Cena es concerniente a la persona de
Cristo, es decir que la Cena debe ser cristocéntrica.
 Todos nuestros pensamientos y aspiraciones deben girar en torno a su
persona, aunque nuestra recordación es del pasado, sin embargo, tiene una
realidad presente hoy en día.
 El creyente no debe divagar con su mente en otras cosas que le hagan olvidar
el objetivo de la adoración y la obra de su amor. La atención de los
pensamientos del creyente y su adoración deben ser hacia la persona de
Cristo. La Cena es una celebración solemne y nuestros pensamientos acerca
de El deben ser lo mismo.
 Este recuerdo de su persona debe ser por medio de su Palabra comenzando
desde Belén hasta el monte Calvario siguiendo hasta su pronta venida.
 Nuestro recuerdo es de una persona que vivió, murió y resucitó al tercer día:
"por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo y le dio un nombre que es
sobre todo nombre, para que el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los
que están en los cielos, en la tierra y debajo de la tierra y toda lengua confiese
que Jesucristo es el Señor para gloria de Dios Padre". (Fil. 2: 9- 11).
 Nuestros pensamientos y sentimientos se hacen vívidos en cuanto a El cuando
le recordamos dignamente discerniendo los símbolos que representan su
cuerpo y su sangre vertida por nuestros pecados. Así que todas las veces que
comamos del pan y bebamos de la copa recordamos su persona y obras que
son los motivos de nuestra adoración y agradecimiento.

B. SUS PADECIMIENTOS. (Mt. 16: 21, Mr. 10: 45, 1º Cor. 11: 24- 25).
Este es el punto más solemne y donde gira todo el sentido del significado en la Cena
del Señor sobre el recuerdo de su muerte vicaria en la cruz del Calvario. Todo este
concepto está involucrado en el pan y el vino (el cuerpo y la sangre del Señor) nos
hablan de la muerte sacrificial y sustitutiva de Cristo en la cruz. El pasaje más clásico
que nos lleva a pensar en todos sus sufrimientos y salvación es Isaías 53.
Proféticamente Isaías iba profetizando los padecimientos del Mesías y esto lo
podemos mirar en la Cena del Señor por medio del pan y la copa.
10
¨ EL PAN: SU SUFRIMIENTO Y PADECIMIENTO. (Is. 53: 4- 7, Mt. 26: 67- 68, Mr. 14:
65, Mt. 27: 27- 31).
 El pan va representando el cuerpo del Señor Jesús que sufrió el castigo de
nuestra paz por el padecimiento de nuestros pecados y que lo llevó todo en su
cuerpo sobre el madero (1º Pedro 2: 24).
 La corona de espinas que penetró su sien, los azotes que molieron su espalda,
los puñetazos y la caña con la cual golpearon su cabeza fueron parte de su
sufrimiento físico, pero el mayor sufrimiento fue la carga de nuestros pecados
sobre sus hombros.
 Cuando comemos el pan, éste nos hace pensar en los padecimientos que sufrió
en su cuerpo, como dice Isaías 53 "mas él herido fue por nuestras rebeliones,
molido por nuestros pecados".
 Pablo habla en 1º Corintios 11: 29 de un "discernir" el cuerpo del Señor.
Aunque el creyente no come el mismo pan, sin embargo debe producir el
mismo sentido que el pan original. No se trata de comer un mero pan sino un
pan que simboliza el cuerpo de nuestro Señor a quien debemos rendir toda
adoración y reverencia.

¨ EL VINO: SU SACRIFICIO Y PRECIO. (Mt. 27: 32- 35, Jn. 19: 17- 18, Is. 53: 7, 1º
Cor. 6: 20, 1º Pedro 1: 18- 19, Hech. 20: 28).
 El vino simboliza el sacrificio cruento y el gran precio de Cristo por nuestros
pecados.
 El apóstol Pedro dice que el oro y la plata no serían suficientes para comprar el
rescate por nuestra alma.
 El ejemplo tipológico lo tenemos en el Antiguo Testamento donde Abraham, un
tipo de Dios el Padre, Isaac, un tipo de Cristo, el Hijo (Gn. 22: 1- 13).
 Abraham así como Dios ofreció a su único Hijo en sacrificio por nuestros
pecados. (Jn. 3: 16, 1º Jn. 4: 9- 10). Este sacrificio tenía un precio, es decir que
nosotros deberíamos
pagar con nuestras vidas el pecado de haber desobedecido la ley de Dios.
(Rom. 3: 23, 6: 23).
 El pago por nuestros pecados era la muerte, pero Cristo vino a ser nuestro
sustituto muriendo en nuestro lugar y su sangre vino a ser el precio que tuvo
que pagar por nuestros pecados.
 La Biblia dice que "sin derramamiento de sangre no hay remisión de pecados"
(Heb. 9: 22). No había nada ni nadie en el cielo o en la tierra que pudiera pagar
semejante precio.
 La Cena es entonces para recordar sus padecimientos y el alto precio que
Cristo tuvo que pagar mediante la sangre de su cruz. Todo esto queda
simbolizado en el pan y el vino: Sufrimiento y Sacrificio.

C. SU PRONTA VENIDA: "hasta que el venga" (1º Cor. 11: 26, Mr. 14: 25, Mt. 26: 29,
Lc. 22: 16, 18).

11
 En la Cena recordamos su pronta venida pero también anunciamos al mundo
que EL vuelve. El creyente no sólo proclama su victoria en la cruz sino también
su venida gloriosa.
 Nuestra mente no debe restringirse solamente a los sufrimientos y sacrificio
representados en el pan y el vino sino que debemos remontarnos con nuestra
mirada al anhelo más ardiente que tiene que ver con aquel día glorioso cuando
nuestro corazón palpite el retorno del Señor de la Cena. Por esta razón la
celebración de la Cena del Señor no debe tornarse en un velatorio. Es una
fiesta donde recordamos a un Cristo que murió pero que resucitó al tercer día
conforme a las Escrituras. (1º Cor. 13: 4- 6).
 Por esta razón el Nuevo Testamento no presenta la Cena como un velatorio
sino la exaltación de un Salvador muerto y resucitado y pronto para venir, con
énfasis en el gozo de su persona por el Espíritu.
 Mas allá de la proclamación de su muerte, el creyente debe celebrar la Cena
con el gozo puesto en su pronta venida.
 El creyente bautizado desde el primer día de su bautismo debe procurar no
faltar a esta reunión que nos lleva a recordar cada domingo la venida de Aquel
que prometió no sólo su regreso sino un lugar en sus moradas. (Jn. 14: 1- 3).

II- UNA REVISION: (1º COR. 11: 28, 31).


LA PRUEBA DE EXAMEN: "cada uno pruébese a sí mismo"
La prueba en la Cena del Señor donde nos levantamos en juicio y críticas unos con
otros es una prueba de adentro donde hacemos un examen de nuestras vidas.
¿Cuál fue la actitud de los corintios? (1º Cor. 11: 18- 19). Los corintios se levantaban
en pleitos unos con otros en vez de revisar sus vidas, se reprochaban entre sí y como
consecuencia de esto, la Cena del Señor era deshonrada.
En la Cena del Señor debería haber un tiempo en el cual cada uno tendría que hacer
una revisión de su vida para poder participar dignamente de la Cena del Señor. No se
trata tanto de ver la condición espiritual de cada uno sino del corazón delante del
Señor, pues si se tratase de la condición no seríamos dignos, sin embargo por el
corazón reconciliado con Dios y los hermanos podemos tomar dignamente la Cena
del Señor.
En la celebración de la Cena en la iglesia de los corintios había tres actitudes que
puede haber en nosotros cuando participamos de la Cena:
EL REPROCHE DE PABLO: 1º Cor. 11: 17- 22.
Pablo reprochó seriamente ciertas actitudes a los corintios por permitirse conductas
indignas en la celebración de la Cena.
a) IRREVERENCIA HACIA LA PERSONA DE CRISTO. (v. 20- 21).
La Cena del Señor en la iglesia de los corintios comenzaba con una fiesta donde
todos disfrutaban del amor y terminaban aborreciéndose unos a otros. NO tenían
cuidado de lo sagrado de los símbolos ni de lo solemne de la Cena. Esta actitud de
irreverencia les llevó a participar sin tener en mente la persona del Señor.
b) INSENSIBILIDAD HACIA EL PECADO. (v. 17, 18, 21, 24).

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Había entre los corintios toda clase de problemas personales y pecados ilícitos. Ellos
fueron insensibles hacia sus propios pecados y como consecuencia había divisiones,
disensiones, diferencias y desprecios unos a otros.
c) INDIGNIDAD EN LA PARTICIPACION DE LA CENA. (v. 27, 29).
Los corintios no distinguían la sagrada relación simbólica de los elementos con la
persona de Cristo. Esta clase de actitudes eran reprobadas por el apóstol Pablo,
porque no son apropiadas en la Cena del Señor.
LA REVISION PERSONAL (11: 28- 29).
a) EL CORAZON. (v. 28, 31).
¿Cómo estamos con el Señor? Es una revisión donde hacemos una mirada íntima
hacia lo profundo de nuestro corazón para ver nuestra vida de comunión y de
confesión con el Señor. La manera de celebrar la Cena va a depender de cómo
estamos espiritualmente con el Señor. No puede haber una participación digna
cuando hay pecados no confesados en nuestro corazón. No se nos habla de
condición sino del corazón contrito y humillado delante del Señor que reconoce sus
debilidades y confiesa sus pecados para poder estar libre de estorbo para la
adoración. No se trata de no asistir a la Cena sino de arreglar nuestro corazón con el
Señor y celebrar dignamente la Cena.
b) LA CONCIENCIA: (v. 28, Mt. 5: 23 - 24).
¿Cómo estamos con los demás? La prueba de examen no es sólo del corazón sino
también de la conciencia. La conciencia es aquel juez interno que dictamina sobre
nuestras acciones y actitudes si son correctas o no. El Señor pone de manifiesto que
si un hermano o hermana tiene algo contra nosotros, o nosotros con él, debemos
dejar la ofrenda y reconciliarnos primero. Esto significa, en principio, que tenemos un
problema de conciencia por algo que no hemos arreglado y por ende un problema de
comunión con tal hermano. En consecuencia no podemos tomar la Cena con una
conciencia cargada de sentimientos y rencores. 1º Juan dice "si nuestra conciencia no
nos reprende, mayor que nuestra conciencia es Dios (1º Juan 3: 20). La limpieza de
corazón y de conciencia son imprescindibles para la adoración en la Cena del Señor.
c) EL COMER EL PAN: (v. 28, 29). ¿Qué discernimos?
El pan nos habla de los sacrificios cruentos que el Señor padeció en su cuerpo sobre
el madero, pero no habla de consagración de un pan especial, sino del simbolismo
que representa. Nosotros no decimos: "esta estatua o monumento es San Martín",
pero decimos que el pan es figura del cuerpo de Cristo. Discernir el cuerpo sería ver
las realidades que representa, como también la unidad del cuerpo que el pan
representa. Es una proclama de nuestra unión con Cristo. El pan también es una
confesión de comunión con Cristo, pero también es señal de comunión con todos los
creyentes. "Compartir la Cena juntos implica comunión entre creyentes. Ser unidos
con Cristo es ser unidos con su pueblo que también está con El" (Don Fanning).
Siendo uno solo el pan, nosotros siendo muchos somos un cuerpo, pues todos
participamos del mismo pan. (1º Cor. 10: 12).
d) LA COPA QUE BEBEMOS. (v. 27, 25). ¿Qué recordamos?
La copa habla del sacrificio del Señor y de su sangre derramada. Es decir, la copa es
un símbolo que representa el precio de su sangre por nuestros pecados. La Biblia nos
habla de la sangre contrastada con los sacrificios y la sangre de los animales del
Antiguo Testamento que no podían quitar el pecado. (Heb. 10: 11- 19). La sangre es
13
el precio por el cual Cristo compró su iglesia (Hech. 20: 28). El pan y el vino (cuerpo y
sangre hablan de la muerte sacrificial de Cristo. Al morir la sangre era separada del
cuerpo del animal, de la misma manera cuando el Señor murió tuvo que verter su
sangre en la cruz para limpiar nuestros pecados y hacer perfectos a los santificados
(Hebreos 10: 14). Cada vez que tomamos de la copa recordamos el gran precio de su
redención y su entrega de amor.
LA REVERENCIA POR SU PERSONA: (11: 27, 31- 32, 20- 22).
"El que come y bebe indignamente, sin discernir...". Es una grave falta del creyente
cuando no tiene la debida reverencia hacia la persona y la presencia del Señor en la
Cena. La reverencia debe estar más que el porte de cada uno en la actitud hacia los
símbolos por lo que ellos representan.
¿Qué quiere decir comer y beber indignamente?
En principio, si la persona no es consciente de la función de los símbolos sagrados y
de lo que ellos significan. Esto significa no estar consciente de la grandeza del acto
del que participa, ni tener reverencia ante su persona. Hay un peligro en participar
indignamente de la Cena y perder la reverencia hacia los símbolos por lo que ellos
representan. Pablo no habla de la condición cuando se refiere a lo "indigno", sino más
bien habla de la manera. No se trata de ser dignos sino de celebrar dignamente la
Cena.
La indignidad consiste en no discernir:
 Los Símbolos por lo que ellos Representan: el pan y la copa, representando el
cuerpo y la sangre del Señor. (Lc. 22: 19- 20).
 Los Significados de cada uno y lo que ellos nos Recuerdan:
El pan que simboliza su cuerpo significa los sufrimientos que padeció por
nuestros pecados. La copa que simboliza su sangre significa el sacrificio que
propició el perdón de nuestros pecados. El sacrificio del Cordero que fue
inmolado por nuestros pecados.
 Lo Solemne y Reverente de la celebración (comp. Ex. 12: 14, 1º Cor. 11: 12-
20). El comportamiento irrespetuoso e irreverente de los corintios hizo que la
celebración no pudiese ser solemne y reverente sino una fiesta más. Ellos
participaban sin:

1. Recordar al Señor.
2. Reflexionar sobre los símbolos
3. Reverenciar lo solemne de la celebración.

En la Cena es importante la solemnidad por todo lo que implica esta reunión pero
también el gozo debe caracterizar la celebración de la Cena.
A. EL PELIGRO A EVITAR. (11: 27, 29, 31, 32).
El hecho de tomar la Cena indignamente hizo que los corintios padecieran ciertas
enfermedades y hasta padecer la muerte.
¿Cuáles son los peligros que debemos evitar?
Culpabilidad del cuerpo: "será culpable del cuerpo" (v. 27, 29). ¿Cuál fue el problema
en Corinto? 1º Cor. 11: 29. "la falta de discernir del cuerpo significa que ellos no
estaban actuando considerando el cuerpo como uno" Don Fanning. ¿Qué hicieron

14
estos corintios? (11: 18). La Cena del Señor no demanda perfección sino armonía y
amor entre los hermanos manifestado por el cuerpo en unidad. Lo que nos exhorta a
examinarnos es nuestra relación con el cuerpo de Cristo (si estamos contribuyendo a
la unidad) y con Cristo mismo.
Castigo por el Señor: (v. 30- 32). Los corintios tomaban la Cena sin tener en cuenta
los peligros que puede traer la participación indigna en esta reunión. Pablo los
previene de ciertos peligros y hace mención de ciertas personas que habían sido
castigadas por el Señor. Vemos la dimensión, la dureza y los detalles del castigo del
Señor:
 muchos Doloridos (enfermos)
 muchos Debilitados
 muchos Duermen.

LA IMPORTANCIA DE LA OFRENDA A DIOS.

Lc. 21: 1- 3, 1º Cor. 16: 1- 2, 2º Cor. 8 y 9.


El tema de la ofrenda es tan importante como la adoración y el amor a Dios y es algo
que todo creyente debe entender para que pueda ofrendar de manera inteligente y
conforme a los principios escriturales. Así como hay principios acerca de cómo vivir la
vida cristiana, también hay preceptos sobre la mayordomía y finanzas. La ofrenda a
Dios debe tener una prioridad en nuestro amor a Dios y su obra. Una de las formas de
medir nuestro amor a Dios es en la manera en que nos desprendemos de nuestras
posesiones materiales. "La medida de nuestro dar, va a determinar la medida de
nuestro amor a Dios".
Hay tres principios que debemos conocer en cuanto a la ofrenda:
 DIOS ES DUEÑO DE TODO. (Sgo. 1: 16- 17, Hech. 14: 17, 17: 24, Is. 45: 12,
18).
Lo que poseo: "porque nada hemos traído a este mundo y sin duda nada
podremos llevar". (1º Tim. 6: 7, Sal. 49: 17).
 DIOS ES DADOR DE TODO. (Sgo 1: 17, Hech. 14: 17).
Lo que proveo: "porque, ¿quién soy yo y quién es mi pueblo para que
pudiésemos ofrendar voluntariamente cosas semejantes? Pues todo es tuyo y
de lo recibido de tu mano te damos". (1º Crón. 29: 12- 16).
 DIOS ES DIGNO DE TODO. (Apoc. 4: 11, 5: 12).
Lo que programo: "porque en El fueron dadas todas las cosas...fue dado por
medio de El y para El... para que en todo tenga la preeminencia". (Col. 1: 16-
18).
En todo el programa de ofrendas la gloria y la obra de Dios deben tener
prioridad en nuestro dar a Dios, porque El es digno en todo y en todo debe ser
preeminente

NUEVE MANERAS BÍBLICAS DE OFRENDAR A DIOS.


¿Cómo debemos dar a Dios?
1. COMO PROSPERAMOS: (1º Cor. 16: 2).
"en la semana" , la proporción depende de cómo hayamos prosperado. 2º Cor. 8: 3
"conforme a su fuerza", 2º Cor. 9: 8. En el N. T. No encontramos una regla fija sobre
15
la cantidad que deberíamos dar al Señor. Esto marca un contraste distinguido con las
normas del A. T. Que demandaban el diezmo de los levitas (Lev. 27: 30- 33, Núm. 18:
21- 28). Al mismo tiempo ellos entregaban el diezmo de lo que recibían a los
sacerdotes. A esto debe agregarse el diezmo para los levitas, extranjeros, huérfanos y
viudas (Dt. 14: 28- 29) y también tenían que dar el diezmo para las fiestas nacionales
(Dt. 12: 6- 17, 14: 22- 27). A todo esto si tendríamos que agregarle el impuesto para el
templo (Neh. 10: 32- 33), el ahorro anual durante seis años para que la tierra
descanse por un año (Ex. 23: 10- 11) y otras ofrendas, estaríamos hablando del 30%
de sus ingresos anuales. En contraste con esto, a nosotros se nos dice que debemos
dar "según hayamos prosperado". En el N. T. No tenemos un patrón de la cantidad
que debemos dar al Señor, pero sí una proporción. Sin embargo la proporción no
debe ser menos de lo que el Señor nos haya prosperado. "El dar proporcionalmente
no significa que hemos de empezar dando el diezmo y luego hacer lo que más
podamos cuando podamos. El dar proporcionalmente consiste en dar según lo que
Dios nos haya prosperado" (Charles Ryrie).
Aunque no hay un patrón determinada, podemos adoptar la práctica de dar cierto
porcentaje de acuerdo a nuestros ingresos semanales, quincenales o mensuales.
Esto puede implicar que cada uno deba poner el porcentaje partiendo según el Señor
lo prospere. Si las bendiciones fueron abundantes esa semana o mes, la proporción
que debemos al Señor ha de ser conforme a la bendición recibida. Debemos tener
presente que "nunca se promete en el día de hoy bendiciones materiales como
recompensa automática por la fidelidad en cualquier aspecto de la vida cristiana, ni
incluso en el dar. Lo que Dios promete son bendiciones espirituales (Ef. 1: 3) y la
provisión de las necesidades materiales (Fil. 4: 19). El que uno prospere
materialmente no es necesariamente señal de profunda santidad y fidelidad en el
diezmo, como también, por el contrario la pobreza no es indicador de estar fuera de la
voluntad de Dios (el propio caso de Pablo en Fil. 4: 12)". (Charles Ryrie).

2. COMO PROPONE. (2º Cor. 9: 7).


"el corazón". No se trata de la cantidad sino del corazón con que damos. (1º Sam. 16:
7, 2º Cor. 8: 3). El corazón siempre determinará la cantidad de la ofrenda, porque si
hay un corazón abierto y sensible a las necesidades, siempre será abundante la
ofrenda, tal vez no tanto en cantidad sino en calidad. Este es un versículo (9: 7)
donde Dios evalúa el corazón del ofrendante y Pablo pone dos negativos que son
contrarios al verdadero dar:
 No con tristeza.
 No por necesidad.

La tristeza brota cuando hay un corazón mezquino y egoísta y la necesidad cuando


hay un corazón obligado. Dios no quiere hacernos sentir la obligación de dar cuando
vemos una necesidad, sino mas bien El espera que lo hagamos de buena voluntad.
"Porque si primero hay la voluntad dispuesta, será acepta según lo que uno tiene, no
según lo que no tiene" (8: 10- 12). Sin embargo, debemos saber que el corazón es el
ente regulador que va a determinar los motivos, la medida y la manera en que
debemos dar.
CINCO ACTITUDES DE UN CORAZÓN DADIVOSO:
16
Un corazón dadivoso da:
Y Con gozo: (2º Cor. 8: 2, 9: 7, Prov. 15: 13, 22: 9). El gozo brota del corazón y se
refleja en el rostro y se debe manifestar en el dar cristiano.
Y Con gracia: (2º Cor. 8: 1, 6, 7, 9: 12, 14). El verdadero dar cristiano fluye de lo que
Dios nos da en su gracia. "de gracia recibisteis, dad de gracia". (Mt. 10: 8).
Y Con generosidad: (1º Cor. 8: 2, 9: 5, 11). Esto implica que dieron con manos
abiertas, no con mezquindad. (Hech. 2: 44- 49).
Y Con gratitud: (2º Cor. 9: 11- 12). La gratitud brota de un corazón dadivoso que
reconoce las bendiciones recibidas. No es la cantidad recibida lo que determina el
grado de gratitud, sino las bendiciones recibidas y el hecho de beneficiar a otros con
lo mucho o con lo poco que el Señor nos de.
Y Con gusto: (2º Cor. 8: 3). El agrado de ofrendar expresa la gratitud de un corazón
dadivoso que da, no por exigencia, sino espontáneamente por amor y por agradar al
Señor. Los macedonios dieron, no porque les sobrar o porque tuviera en abundancia,
sino porque hubo primeramente una entrega de su corazón al Señor y a pesar de su
profunda pobreza, dieron "más allá de sus fuerzas" porque vieron el privilegio de
ofrendar y cómo uno puede ser de bendición cuando hay un corazón dispuesto a dar
(8: 1- 5, 12).
3. CON PREPARACIÓN. (2º Cor. 9: 1- 5).
Esta preparación implicó cinco maneras de dar. Dieron con:
 Sabiduría. (2º Cor. 9: 2). Estaban preparados y habían preparado la ofrenda el
año pasado.
 Sacrificio. (2º Cor. 9: 6, 8: 3, Lc. 22: 1- 5). "más allá de sus fuerzas" El sacrificio
de dar no se mide por la cantidad sino por la calidad. Ellos dieron calidad
porque dieron estando en profunda pobreza (8: 2).
 Sensibilidad. (2º Cor. 9: 5, 1º Jn. 3: 17). No dieron por exigencia sino porque
fueron sensibles a las necesidades de los demás. No se trata de la cantidad
sino del corazón con que damos.
 Sinceridad. (2º Cor. 8: 8, 1º Jn. 3: 18). No dieron para demostrar su pobreza
sino el privilegio que es ofrendar para Dios y su obra. La sinceridad no se
evidencia en cuanto damos sino en como damos.
 Satisfacción. (2º Cor. 9: 7). La ofrenda tendrá calidez y cantidad cuando damos
con un corazón lleno de satisfacción.

4. COMO PRUEBA. (2º Cor. 8: 24, 8, 9, 5, 1º Jn. 3: 16- 17).


"de amor al Señor". La medida de nuestro dar determinará la medida de nuestro amor
al Señor. (Prov. 3: 9). El dar es más que el cumplimiento de un mandamiento, es un
acto de amor al Señor. David dijo: "por cuanto tengo mi afecto por la casa de Dios" (1º
Crón. 29: 3). Una de las formas de medir nuestro amor a Dios es la manera en que
nos desprendemos de nuestros bienes materiales. Pablo pone de manifiesto el
ejemplo supremo de la ofrenda de amor que fue demostrada en la entrega del Señor
Jesucristo en la cruz. (1º Jn. 3: 16, Jn. 3: 16). El Señor Jesús dejó su gloria para
manifestar su
gracia en nuestra pobreza espiritual. El se hizo pobre para que fuésemos ricos,
herederos de Dios y coherederos con Cristo (Rom. 8: 17, 1º Pe. 1: 4). "Pero nuestro
17
amor al Señor puede demostrarse con algo que forma parte importante de la vida de
cada uno, esto es el uso del dinero. La forma en que empleemos nuestro dinero
demostrará la realidad de nuestro amor por Dios". (Charles Ryrie).
La cantidad de nuestra ofrenda probará la calidad de nuestro amor al Señor. Aunque
no siempre demos en la misma proporción, sin embargo la manera y cualquiera sea la
medida que demos de nuestro dinero será la prueba de cuanto amamos a Dios.
5. COMO PRIVILEGIO. (2º Cor. 8: 4, 9: 1, 12, 13).
"De servir a los santos" ¿Quiénes son los santos? Eran los pobres en Jerusalén.
Rom. 15: 25- 28, 1º Cor. 16: 3).
En este pasaje de 2º Cor. 8: 1- 5 nos encontramos con la gran paradoja de la sublime
gracia de Dios: los más pobres dando a los pobres en Jerusalén. Los macedonios no
dieron para demostrar su pobreza, sino la gracia de Dios en sus vidas y el privilegio
de servir a los santos a través de la ofrenda. No dieron porque eran ricos sino porque
eran ricos en generosidad. Ellos dieron como prioridad al Señor, se dieron
primeramente al Señor y como privilegio de hacer un servicio para los santos. Ellos no
vieron su pobreza como una excusa delante del Señor y de los hermanos
necesitados, sino que vieron el privilegio de poder contribuir a pesar de no tener lo
suficiente para poder dar algo sabiendo que se quedaban sin nada. Los macedonios
no dieron porque fueron enseñados o exhortados o por exigencia del apóstol Pablo,
sino por el contrario, dieron espontáneamente porque nació de su corazón el deseo
de participar del privilegio de ayudar a los santos. Es importante describir que su dar
no fue por necesidad (aunque era evidente en los santos de Jerusalén) ni tampoco
dieron para demostrar que a pesar de su pobreza podían dar, sino que el motivo y el
móvil de su ofrenda fue el privilegio de servir a Dios a través de servir a los santos.
Dicho de otra manera, damos a Dios cuando damos a los hermanos y a la obra. El
ejemplo de los macedonios nos debe llevar a reflexionar acerca de cómo estamos
dando nosotros. Si damos por necesidad, o porque hemos sido exhortados o para
demostrar que damos más que otros o como dieron los macedonios tomándolo como
un privilegio. Si damos teniendo en cuenta el privilegio de ofrendar será de poca
importancia la proporción que demos, teniendo presente que el Señor no mira tanto la
medida de nuestras ofrendas sino los motivos de nuestro corazón. (Lc. 22: 1- 5, Col.
3: 23- 24, 2º Cor. 8: 4- 9, 1º Cor. 4: 5).
6. CON PRIVACIDAD. (1º Cor. 16: 2, Mt. 6: 1- 4).
"ponga aparte algo" La privacidad de la ofrenda determinará la pureza de la
proporción que hemos apartado para el Señor.
El poner aparte algo nos enseña que el dar no es algo obligatorio que la iglesia o los
líderes imponen. La palabra griega que Pablo usa describe tanto la prudencia, la
pureza y la privacidad de la ofrenda, esta palabra habla de reunir y guardarlo aparte.
Es la palabra griega "tesaurizo" de donde proviene nuestra palabra tesorería. En los
tiempos de Pablo, la caja donde depositaban las ofrendas se llamaba tesaulos. Esto
describe a un creyente que ha pensado sabiamente y santamente una determinada
cantidad para luego distribuirla en distintas necesidades a las que el Señor le guíe. La
privacidad está ligada con el planeamiento, "cada uno dé como propuso", o como
"planeó de antemano". La ofrenda debe ser apartada en privado y planificada con
anticipación, porque es un dinero santo, por el cual hemos orado y meditado en la
cantidad para darlo el domingo en la Cena del Señor.
18
La privacidad y el planeamiento determinarán una ofrenda santa y sabia para el
Señor. El creyente no debe esperar el domingo por al mañana para llevar a cabo esta
práctica, debe hacerlo durante la semana para pensar con sabiduría en el dinero que
dará al Señor. Luego que el creyente ha planeado en privado sobre una cantidad de
dinero disponible para dar, ese dinero no debe ser tocado porque formará parte de su
adoración al Señor y debe distribuirlo según el espíritu le guíe.
7. CON PERIODICIDAD. (1º Cor. 16: 2).
"el primer día de la semana" El dar periódicamente evidencia la solicitud en beneficio
de suplir una necesidad urgente.
El dar periódicamente tiene que ver, según vemos en el pasaje, el día del Señor, que
para nosotros correspondería al día domingo. Este es un día especial en el cual
podemos reflexionar sobre nuestra adoración y ofrenda al Señor, tanto en lo espiritual
como en lo material. Además es un día en el cual el creyente está distanciado de las
responsabilidades y distracciones del mundo, por lo tanto, es un día oportuno para
adorar y ofrendar dignamente al Señor. "El depositar en el fondo debe hacerse cada
domingo. El día del Señor, el domingo, es el día que el Señor ha señalado para llevar
las cuentas, determinar las proporciones y colocar en el fondo. Las escrituras no dicen
mucho acerca de lo que el cristiano debe o no debe hacer el domingo, excepto que
debe reunirse con los otros creyentes en adoración (Heb. 10: 25) y hacer sus
ofrendas (1º Cor. 16: 2)" (Charles Ryrie).
Pablo alentaba a los cristianos a traer de su dinero semanalmente porque era una
manera de crecer espiritualmente y contribuir para una necesidad oportuna. También
era una manera de que las ofrendas no se acumulen en sus casas y sean tentados a
gastarlas.
8. CON PROPÓSITO. (2º Cor. 8: 4, 9: 12, Heb. 13: 16, 1º Cor. 16: 1).
El deseo y la disposición que los creyentes macedonios habían manifestado al
apóstol Pablo, a pesar de su profunda pobreza, era porque querían formar parte del
propósito y el privilegio de participar en la ofrenda para los santos en Jerusalén. . Así
como la ofrenda misma tiene un propósito en su distribución, de igual manera el
ofrendador debe tener un propósito cuando da. En Sgo 2: 15- 16, el apóstol describe
la acción de la fe demostrada por las buenas obras. El concluye diciendo: "la fe si no
tiene obras es muerta en sí misma" (Sgo. 2: 17). De igual manera el amor que no da
es un amor endurecido y egoísta (1º Jn. 3: 17- 18).
Los creyentes macedonios sabían que su ofrenda, sea poco o mucho, cumpliría un
propósito definido en la vida de los hermanos pobres en Jerusalén y rogaron a Pablo
que les concediera tal privilegio y dieron más de lo que Pablo había esperado.
¿Cuáles son los propósitos bíblicos que deben formar parte del programa de ofrenda
del creyente?
A. Los necesitados. (Rom. 12: 15, Hech. 11: 27, 30, 20: 25, Prov. 19: 17, 11: 24- 25).
B. El sostén de los misioneros. (Fil. 4: 15- 16, 1º Cor. 9: 1, 4- 7, 11, 1º Tim. 5: 17).
C. Las viudas. (1º Tim. 5: 9- 10, Hech. 6: 1).
D. La casa de Dios (la iglesia). (1º Crón.29: 3- 5, Esdras 2: 68- 69, Neh. 10: 32- 33).
E. Los ministerios de la iglesia. (Neh. 10: 32- 39).
Cada creyente debe dar de su dinero con un propósito definido, sabiendo que el
requisito divino es "hacer bien a todos" aunque primeramente se debe ayudar a los de
la familia de la fe (Gál. 6: 9- 10). Es un deber cristiano prever y proveer para los
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necesitados ya que somos un cuerpo en Cristo y todos miembros los unos de los
otros, ninguno debe mirar por lo suyo propio sino que debe también observar a los
que le rodean y suplir sus necesidades dentro de las posibilidades que el Señor le dé.
(Rom. 12: 3- 8, 1º Cor. 12: 14- 21, 26, Fil. 2: 4, 1º Jn. 3: 17- 18, Sgo 1: 27). Sin
embargo, muchas veces vemos las necesidades en el cuerpo de Cristo, pero no está
en nosotros el propósito de ayudar y no hacemos nada por aliviar una carga (Gál. 6:
8, Hech. 20: 25, 1º Tes. 5: 14). El Señor Jesucristo vino a este mundo y murió en la
cruz con un propósito: salvar nuestra alma de la perdición. El creyente debe tener el
propósito de solventar una necesidad cada vez que se congregue (Heb. 10: 24, 25).
9. DEBE SER PERSONAL. (1º Cor. 16: 2).
"cada uno de vosotros". "El dar es un asunto personal en el que cada creyente
mantiene una responsabilidad individual y directa con el Señor como si fuera el único
cristiano en el mundo". (Charles Ryrie).
Cada creyente tiene una obligación moral y espiritual delante de Dios y de la iglesia
en cuanto a su responsabilidad de ofrendar. Así como un día enfrentará solo el
tribunal de Cristo para responder sobre su vida delante del Señor, también debe ser
responsable delante de la bolsa de la ofrenda cada domingo y frente al Señor con
algo o con nada. El Señor no mira la medida de nuestra ofrenda sino los motivos del
corazón (Lc. 21: 1- 4, 2º Cor. 8: 1- 5). El dar es un asunto personal y cada uno es
responsable por lo que da y por la manera y los motivos cuando da. Pero no debemos
olvidar a aquel que juzga con justicia, que escudriña la mente y el corazón, ante el
cual no hay nada que se esconda de su presencia porque todo lo ve, a El debemos
rendir nuestras ofrendas porque el Señor será en aquel día quien diga: "bien buen
siervo y fiel, sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré" (Mt. 25: 25).
El bautismo ha sido y es una ordenanza establecida por el mismo Señor Jesucristo,
pero tanto su significado como su simbolismo han sido alterados con el correr de los
tiempos debido a una errónea interpretación bíblica. Este pequeño libro, aunque
escrito de manera sencilla, provee un comentario claro y conceptual del significado
del bautismo bíblico.

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