[go: up one dir, main page]

0% encontró este documento útil (0 votos)
246 vistas9 páginas

Opera Napolitana

1) La ópera surgió en Florencia a finales del siglo XVI impulsada por la Camerata Florentina, aunque fue en Venecia donde se estableció definitivamente gracias a su clima de libertad y tradición teatral. 2) En Venecia destacó la escuela veneciana con compositores como Monteverdi y Cavalli, popularizando la ópera e influyendo en su desarrollo musical. 3) Más adelante, la ópera floreció también en Nápoles con la escuela napolitana que enfatizó
Derechos de autor
© © All Rights Reserved
Nos tomamos en serio los derechos de los contenidos. Si sospechas que se trata de tu contenido, reclámalo aquí.
Formatos disponibles
Descarga como DOCX, PDF, TXT o lee en línea desde Scribd
0% encontró este documento útil (0 votos)
246 vistas9 páginas

Opera Napolitana

1) La ópera surgió en Florencia a finales del siglo XVI impulsada por la Camerata Florentina, aunque fue en Venecia donde se estableció definitivamente gracias a su clima de libertad y tradición teatral. 2) En Venecia destacó la escuela veneciana con compositores como Monteverdi y Cavalli, popularizando la ópera e influyendo en su desarrollo musical. 3) Más adelante, la ópera floreció también en Nápoles con la escuela napolitana que enfatizó
Derechos de autor
© © All Rights Reserved
Nos tomamos en serio los derechos de los contenidos. Si sospechas que se trata de tu contenido, reclámalo aquí.
Formatos disponibles
Descarga como DOCX, PDF, TXT o lee en línea desde Scribd
Está en la página 1/ 9

Ópera Italiana en el Barroco:

Escuela Veneciana y Napolitana.


Nacimiento de la ópera en Italia

A finales del siglo XVI, Florencia fue el primer centro donde germinó la semilla
de la ópera. La Camerata Florentina fue un movimiento musical en el que
participaban compositores, poetas y aristócratas, sentó los principios del nuevo
género, destacando en esta tarea Vicenzo Galilei, Giulio Caccini y Jacopo Peri.
Fue su pasión por el teatro griego, la que les llevo a imitar con el canto la
palabra hablada. Los expertos consideran que la primera ópera en sentido
estricto producida por los florentinos fue Daphne de Jacopo Peri, representada
en 1567. No obstante, desde un punto de  vista estilístico, cabe atribuir ese
mérito a Orfeo de Monteverdi, puesta en escena en Mantua en 1607.
https://www.youtube.com/watch?v=wni1GVRlMtc

Ópera barroca en Venecia, Italia

Durante la primera mitad del siglo XVII la ópera se difundió rápidamente por
varias ciudades de Italia. En Roma y en Venecia el nuevo espectáculo fue
acogido con particular entusiasmo. La ópera romana floreció gracias al favor
que le dispensaron los príncipes Barberini y otros mecenas de la alta sociedad
romana.
No fue, sin embargo, en Roma sino en Venecia donde realmente se concentró
el mayor interés por la ópera y de donde comenzó este nuevo género musical a
difundirse por toda Europa. Fue en Venecia, además, donde la ópera, que era
aristocrática, se convirtió en un espectáculo para el pueblo. Esto ocurrió en
1637, cuando se estrenó el Teatro de San Cassiano, primer teatro público de
ópera que existió en Italia. Esta nueva orientación de la ópera tuvo una gran
influencia sobre el estilo musical que el nuevo género adoptó en lo sucesivo.

Teatro San Cassiano

No es una mera
coincidencia que fuera
precisamente en
Venecia donde se instalara definitivamente la ópera. Es muy poco probable que
el género hubiera alcanzado tanta fama de intentarse el experimento en otro
lugar. Y es que el ambiente de la mítica ciudad era idóneo para la ópera por
varios motivos.

En primer lugar, Venecia se diferenciaba del resto de ciudades italianas en


cuanto al clima de libertad que se vivía en la república. Una libertad tanto
política como religiosa, que propiciaba la realización de numerosas actividades
lúdicas y todo tipo de espectáculos extravagantes

Por otra parte, existía una tradición teatral muy importante de comedia hablada


(commedia dell’arte), lo que suponía dos ventajas. Por un lado la existencia de
unas infraestructuras aprovechables para la ópera y, por otro, la disposición de
un público ya acostumbrado a ir al teatro, que era una parte fundamental de la
vida social veneciana.

El hecho de que, en las primeras décadas del siglo, cuatro teatros de ópera
estuvieran a la vez en activo, dio lugar a una feroz competencia y a la creación
de estrategias para atraer al público a las nuevas producciones. En este
aspecto es muy importante el uso frecuentísimo de la publicidad,
especialmente a través de los libretos, que alababan el aspecto visual de las
producciones. La contratación de los cantantes era uno de los puntos más
importantes de la producción de una ópera, pues de éstos dependía el éxito o
fracaso de la misma. Los teatros intentaban asegurarse la presencia de
estrellas internacionales para atraer a la mayor cantidad de público posible y en
ellos se gastaban cantidades de dinero muy superiores a las que recibía el
compositor. Siendo Cavalli el compositor mejor pagado de la ciudad, los
cantantes más importantes ganaban
hasta seis veces más que él.
Francesco Cavalli.

Ya que del público dependía que un teatro se mantuviera o que tuviera que


cerrar sus puertas, desde el principio se adquirió la estrategia de adaptar los
espectáculos al gusto de los asistentes. Esto influyó también en las
características intrínsecas de la ópera, que fueron definiéndose y
estandarizándose a lo largo del siglo hasta adoptar unas fórmulas que
garantizaran su éxito. El público también exigía una renovación constante del
repertorio, de los temas, los decorados y el vestuario, clave para evitar el
estancamiento y favorecer el desarrollo del género.

Los compositores de la escuela veneciana se diferencian de los de la florentina


por introducir en sus óperas mayor riqueza melódica y por usar frecuentemente
en éstas argumentos históricos en vez de mitológicos, además decreció la
importancia de los coros, alcanzó gran desarrollo el cantante y el aria, y nació
el empleo de introducciones instrumentales.
El gran maestro de la escuela veneciana fue Claudio Monteverdi (1567-1643)
que vivió en Mantua y en Venecia, donde compuso gran parte de su obra
operística.
Fue él quien dio a la opera el impulso que necesitaba para alcanzar un
verdadero desarrollo. Se separó de la opera florentina y concedió mayor
importancia a la orquesta buscando
un timbre más de acuerdo con la
expresión escénica, para lo cual
usó armonías más audaces y
renovadoras. En Mantua estrenó la
primera ópera de fama duradera,
Orfeo (1607) y un año después
compuso una nueva ópera,
Ariadna.
Claudio Monteverdi

En el año 1613, Monteverdi se instala en Venecia, donde fue nombrado


maestro de la capilla de San Marcos. Su obra se hace más realista, su temática
se hace más histórica que mitológica, y sus líneas melódicas fueron cada vez
más interesantes e incluso recurrió a algún tema popular.
La apertura del primer teatro público de ópera en 1637, el San Cassiano, hizo
que se dieran a conocer sus más importantes operas: El retorno de Ulises y la
coronación de Popea.
https://www.youtube.com/watch?v=YYc_rHlNz7U

Otros compositores importantes de la ópera veneciana fueron Cavalli y Cesti.

Francesco Cavalli (1602-1676) fue compositor aristocrático, que trato temas


de la mitología antigua y de la historia romana y oriental, buscó el equilibrio
entre texto y música, y trató de evitar el uso de los coros. Su opera mas popular
fue Egisto.

Antonio Cesti (1623-1669) es considerado un artista popular, con abundancia


de coros en sus obras y con recitativos de gran colorido. Su opera más famosa
fue La manzana de oro.

A finales del siglo XVII y durante todo el siglo XVIII la supremacía de la ópera
pasa a la escuela napolitana.

Ópera Barroca en Nápoles, Italia


El desarrollo de la ópera en Nápoles comienza en las últimas décadas del siglo
XVI. El fundador de la escuela napolitana fue Francesco Provenzale (1610-
1704), autor de numerosas óperas la mayoría de las cuales se ha perdido.

La ópera napolitana se convierte en la antítesis del ideal de dominio de la


poesía sobre la música de los florentinos. Se caracteriza por la primacía de
la música y aún más, del solo de canto sobre todos los demás elementos,
también llamado bel canto. Los libretos son sólo pretextos para la música, en
la que no hay preocupación mayor por la expresión dramática. Igualmente
se dejan de lado los coros y el ballet.

El gusto exagerado por el canto trajo como consecuencia el descuido de la


expresión dramática. Los cantantes adornaban las arias a su gusto e
improvisaban haciendo notar su virtuosismo. Esto trajo consecuencias para
la ópera. Se produjo una verdadera tiranía de los “divos”, que obligaban a
los compositores a acomodarse a sus exigencias, atentando así contra el
objetivo estético y la expresión dramática.

El que resume y representa todo lo auténtico y trascendente de la escuela


napolitana es el siciliano Alessandro Scarlatti (1660-1725) que vivió gran
parte de su vida en Nápoles, donde murió.

Alessandro Scarlatti.

Scarlatti, a
diferencia de sus
contemporáneos,
posee una
verdadera fuerza
dramática y cuida
mucho de la orquestación en sus obras, contribuyendo además a un
verdadero progreso en la disposición de los instrumentos, que influirá
decisivamente en la conformación de la orquesta moderna. Por cierto, sus
méritos artísticos lo aislaron ante los gustos imperantes en Italia, y su
influencia en sus contemporáneos fue escasa: Pero este aislamiento
había de quedar compensado posteriormente con su proyección más allá
de Italia, sobre todo en Alemania e Inglaterra con la obra de Händel.

Escribió más de 100 óperas, unos 20 oratorios, más de 400 cantatas, 200
misas, motetes y numerosas composiciones instrumentales.

Entre sus más de cien óperas se puede destacar en particular La Griselda


(1721). https://www.youtube.com/watch?v=_M62Dr5LmmY

La ópera bufa

El origen de la ópera bufa es decir, graciosa, divertida, es enteramente popular


y puede considerarse como el opuesto de la ópera seria. Este género nace por
iniciativa de los empresarios que se dieron cuenta que al pueblo llano le
gustaba la ópera pero no le interesaban demasiado ni la mitología ni la antigua
historia griega o romana, y el pueblo llano era un amplio sector de público que
también merecía tener óperas que fueran de su interés. Los argumentos de la
ópera bufa son livianos y graciosos y se inspira en la vida real; predomina el
elemento cómico, y con frecuencia se emplea el dialecto napolitano en el
diálogo. Su intriga suele carecer de complicaciones; la acción se desarrolla
entre dos o tres personajes.

Las primeras manifestaciones de la ópera bufa se realizan bajo la forma de


Intermezzi (intermedios o entremeses) que solían representarse entre los actos
de la ópera seria. Estas pequeñas farsas o comedias musicales “representaban
una reacción contra la tiesura pedante de la ópera y contra la monotonía de las
arias; era la burla, la parodia contra un género que empezaba a fatigar”. Los
libretistas, que ya empezaban a tener voz y voto, no estaban dispuestos a
introducir en sus óperas catalogadas como serias a ningún personaje cómico,
así que estos intermezzi cada vez fueron adquiriendo más relevancia por el
interés que despertaban entre el público.

Hoy en día cuando se va a ver una ópera, en los descansos el público


abandona las salas para ir a tomar un refresco, el aire o a charlar, pero antes
no era así. Los cantantes debían descansar, pero el público no estaba cansado
y para comer, charlar o pasear no necesitaba salir de la sala, puesto que todo
esto lo podía hacer allí mismo ya que no estaba mal visto.

Precisamente era en estos descansos, cuando se relajaba la tensión


dramática de la ópera seria, era cuando se podían ver situaciones cómicas con
el pueblo llano como protagonista.

En los inicios el idioma empleado era el napolitano, que era el que hablaban
los espectadores y entendían perfectamente. En los intermezzi los cantantes
no eran castrati, ni sopranos de primer nivel, ni tan siquiera tenores. En los
intermezzi bufos aparecían los bajos y barítonos que apenas tenían cabida en
las óperas serias; sopranos y tenores de menos nivel también eran los que
actuaban en estas piezas. Un acercamiento a la realidad era también que cada
personaje tenía la voz que correspondía a su personaje y a su sexo. Las
normas también eran mucho más relajadas, y se interpretaban dúos y tríos,
algo que no se veía, o muy raramente, en otro tipo de óperas.

En cuanto a las temáticas que se trataban en estos intermezzi, pues


lógicamente también debían ser del interés del público, así se encuentran
temas críticos con las modas o costumbres locales del momento, se
ridiculizaban diversos tipos de personajes públicos, etc.

Poco a poco, el público se mostraba más proclive a presenciar una ópera


completa de carácter bufo. Y así fue como nacieron las óperas bufas.

Entre los primeros compositores de ópera bufa figuran: Nicola Logroscino


(1700-1763), quien fue uno de los iniciadores del nuevo género. Es autor de
muchas óperas bufas y se le atribuye la invención de los trozos de conjunto
para finalizar los actos de dichas óperas.
Giovanni Battista Pergolesi (1710-1736), uno de los mayores genios
musicales de su tiempo, fue el primero en dejar un modelo perfecto de la ópera
bufa con su obra maestra La Serva Padrona. https://www.youtube.com/watch?
v=ZUa3AN-_hM0

La Serva Padrona fue originalmente un intermedio.; Consta de dos actos en los


que sólo intervienen tres personajes: una soprano, un bajo y un actor mudo. A
la frescura de las arias y dúos se aúnan la gracia y comicidad de los recitativos
y la maestría con que está tratada la orquesta. El éxito de esta obra fue tan
grande que pronto la fama de Pergolesi se extendió por toda Europa. Pergolesi
murió a la edad de 26 años, pese a lo cual su producción musical es muy
abundante y variada

Giovanni Battista Pergolesi

Entre los sucesores de


Pergolesi, los más notables
en el campo de la ópera
bufa, son: Giovanni
Paisiello (1740-1816), autor
de un Barbero de Sevilla que
gozó de mucha fama en su época hasta que fue eclipsado por la ópera
homónima de Rossini. Baldassare Caluppi (1706-1786), a quien sus
contemporáneos apodaban “Il Buranello”, autor, entre otras, de una divertida
ópera bufa titulada Il filósofo di campagna. Y por último, Doménico Cimarosa
(1749-1801), cuya ópera bufa Il Matrimonio segreto es, junto con la Serva
Padrona de Pergolesi, una de las obras de este género mejor logradas que se
hayan compuesto en el siglo XVIII.

https://www.youtube.com/watch?v=LyNSRIW1TCY

También podría gustarte