NUTRICIÓN Y ALIMENTACIÓN EQUINOS
La alimentación del caballo tendrá en cuenta las necesidades propias de los equinos y las
exigencias particulares de cada especialización más aún si se trata de caballos de gran valor
o aptitud deportiva, recordando que a medida que se eleva la intensidad del trabajo el nivel
de selección (en otras palabras, a medida que el caballo es “más fino”) las exigencias
alimenticias aumentan; éstas tendrán que ser satisfechas en aras de conservar la salud y
obtener mejores resultados, sin exagerar no obstante, los costos económicos. Aquí conviene
señalar que el potencial o la precocidad genética no se manifestaran plenamente a menos
que la alimentación adecuada lo permita, en otras palabras “la raza entra por la boca
PRÁCTICAS DE ALIMENTACIÓN DEL EQUINO. Racionar consiste en balancear, o
compensar las necesidades nutritivas mediante los aportes alimentarios suficientes,
equilibrados y adaptados (a la especie, edad, producción, etc.) palatables (apetentes) y al
mismo tiempo, en lo posible, económicos. La alimentación de los caballos podrá realizarse
por tres sistemas a saber:
- Pastoreo (en potrero).
- Mixto (combina pastoreo y pesebrera).
- Estabulación (el alimento se consume en la cuadra o establo).
Dependiendo del nivel de especialización y de las necesidades particulares el cuidador
podrá escoger uno cualquiera de los sistemas anteriores. Cabe recordar entonces que:
Para conducir en forma adecuada la alimentación del equino es imperativo tener en cuenta
la Fisiología digestiva lo que permite mejorar la utilización del alimento y sobre todo para
evitar trastornos de origen gastrointestinal, a los que el caballo es parcialmente sensible.
La ausencia de sustancias tóxicas que alterarían el valor higiénico del alimento, así como el
adecuado equilibrio nutricional permite asegurar la calidad de la ración como un factor
esencial.
La alimentación deberá ajustarse en forma individual en función de los gustos, apetito,
facultades digestivas, metabolismo y consumo. El ajuste de la alimentación de cada caballo
es primordial y requiere el conocimiento, el control, la atención y la destreza de un
cuidador o propietario competente lo que garantizará el éxito final.
Tales normas generales sumadas a ciertas reglas sencillas son de importancia primordial y
se refieren al abrevamiento, control de la cantidad de alimento, reparto de las comidas,
presentación de la ración y calidad higiénica de los alimentos utilizados
ABREVAMIENTO
La cantidad de agua que necesita un caballo depende de las condiciones climáticas y de la
intensidad del trabajo realizado. En término medio, un caballo necesita diariamente
alrededor de 55 litros de agua. Es también útil en el plano nutricional que en el caballo beba
DESPUÉS del consumo de forraje (Para facilitar el tránsito de los mismos) pero ANTES de
la ingestión de los alimentos concentrados. Practicándolo así se evitaran las indigestiones
estomacales y se impedirán las bajas de digestibilidad que afecta a los concentrados cuando
se evacuan muy rápido del estomago bajo el efecto del flujo de agua. Puede ser útil, en
algunos casos, para mejorar la palatabilidad del agua agregar cloruro de sodio, te, heno o
yerbas aromáticas particularmente si tenemos en cuenta aquí, la importancia de la
integridad del cierre de los labios y la función de la lengua en el proceso de abrevamiento.
CANTIDAD DE ALIMENTO SUMINISTRADO
La cantidad de alimento será siempre ajustada a las necesidades y principalmente el dar
concentrado variara constantemente según la intensidad del trabajo muscular. Toda
sobrecarga nutritiva es peligrosa. Predispone a los cólicos y a los accidentes de tipo
congestivo (inflamación de la lámina de los cascos, “golpe de sangre” (mioglobinuria), etc.
Por eso, siempre que sea posible, esta indicado agregar a las raciones en donde la avena es
el componente principal, una cierta cantidad de forrajes (pasto), zanahorias o cualquier otra
materia prima suculenta, igualmente puede suministrarse salvado, linaza o sulfato de
magnesio ya que los tres son favorables por su acción laxante
Reparto de comidas.
Es aconsejable entonces repartir la cantidad de alimento total del día, en por lo menos tres
comidas para los caballos en actividad, pudiendo aumentarse según la intensidad y clase de
trabajo. Los concentrados, se repartirán a lo largo del día ya que se consumen rápidamente
y su digestión se acomoda mejor a cortos periodos de descanso. En cambio, los forrajes
deberán suministrarse en la tarde, ya que las horas de reposo de la noche permite una
masticación y una digestión más lenta evitando también el aburrimiento y el peligro de la
aparición de “pica” y de tic en los caballos nerviosos. Como ejemplo podría utilizarse el
modelo propuesto por el profesor Wolter como sigue:
- Mañana: Una tercera parte de los granos (1/3) y una parte (1/4) del forraje
- Mediodía: Lo mismo de la mañana, 1/3 y ¼.
- Tarde: Una tercera parte de los granos y la mitad del forraje; 1/3 y ½.
PRESENTACIÓN, HIGIENE Y CALIDAD DEL ALIMENTO.
Cualquier método que se use, beneficiara al caballo en por lo menos tres de las cuatro
posibilidades siguientes:
Asegura una buena manifestación.
Asegura la velocidad de ingestión.
Reducirá el gasto del transito digestivo.
Acelerara la velocidad de digestión. Es de interés también a la hora de alimentar los
equinos utilizar fuetes energéticas de rápida asimilación como es el caso de la melaza, la
panela molida o el azúcar natural, de gran valor para el esfuerzo muscular.
En lo posible se evitara consumir alimentos de pésima calidad, sucios o de escasa o nula
eficacia nutritiva. Los alimentos no serán:
Polvorientos (henos) o muy pulverizados (gramos).
Fermentados o rancios (maíz).
Mohosos: o contaminados por toxinas de hongos. Cabe recordar el peligro de la
contaminación por cualquiera de las siguientes clases de hongos y toxinas.
Toxina T2 de Fusarium trcinctum.
Aflatoxina de Aspergillus flavus (hemorragias).
Cladosporium herbaram (encefalitis).
Fusarium graminearum (diarreas).
Fusarium monoliforme (encefalomalacia).
Ocratoxinas, Rubratoxinas, etc.
Contaminados por semillas o plantas venenosas; son fuente de intoxicación: el helecho
águila, el sorgo en hierba, la cola de caballo, el cornezuelo de centeno, la arveja silvestre
entre otros. Contaminados por huevos, larvas o adultos de parásitos gastrointestinales: hace
mención a los forrajes recolectados de praderas húmedas, potreros no rotados, rastrojos,
potreros con mal drenaje y zonas verdes de áreas urbanas infestadas por perros y otros
mamíferos (incluso el hombre).
REPRODUCCIÓN DE LOS EQUINOS
La reproducción de los animales guarda especial significado para la perpetuación de todas y
cada una de las especies, los equinos no escapan a este patrón de comportamiento
reproductivo. La interacción de los gametos producidos por ambos sexos constituye la base
del proceso reproductivo y por tanto, de la perpetuidad de las especies. Si bien en el macho
la gametogénesis se produce de forma continua, en la hembra, la formación y liberación de
las células germinales es un proceso cíclico debido a las interacciones endocrinas que se
producen entre el hipotálamo, la hipófisis y los ovarios.
La vida reproductiva se caracteriza en general por la gametogénesis y por un deseo sexual
denominado libido, se hace posible en la pubertad y continua en gran parte de la vida media
hasta la vejez de los animales. La mayor parte de los machos tienen capacidad para una
vida reproductiva durante todo el año, mientras que las hembras presentan una vida sexual
regida por los ciclos estrales.
En algunas especies la primera ovulación se presenta durante un estro silencioso ya que
durante este la hembra no presenta el comportamiento sintomático del estro. Para que el
periodo de estro transcurra con receptividad sexual, es necesario que las hormonas
esteroides circulen por el torrente sanguíneo. El desarrollo ovárico comprende periodos o
etapas que se inician con la orogénesis o desarrollo de ovulo derivado de una célula sexual
primitiva, la ovulación y la formación del cuerpo lúteo. Estos procesos a su vez influyen
sobre otras partes del sistema reproductor en sucesión cíclica que se denomina como ciclo
estral.
De todos los animales domésticos la yegua es la más difícil de manejar reproductivamente,
es un animal poliéstrico, con un ciclo estral de 21 días en promedio. La yegua reproductora
es aquella que ha alcanzado su completa constitución anatómica y nerviosa para criar
animales propios de la raza a la que pertenece.
La pubertad en las hembras se alcanza entre los 18 – 16 meses dependiendo del estado de
nutrición, desarrollo corporal y raza, la osificación completa termina a los 5 años, motivo
por el cual sería ideal servir las hembras a esta edad.
En cuanto el macho reproductor o padrillo la pubertad y producción de espermatozoide los
alcanza entre los 13 – 14 meses, la madures sexual la alcanza a los dos años y medio y tiene
completa capacidad a los 4 años considerándose adulto a los 5 año
APARATO REPRODUCTOR DE LA HEMBRA.
Los órganos reproductivos de la yegua están constituidos por dos ovarios y el sistema de
conductos femeninos que incluye los oviductos, útero, cérvix, vagina, vestíbulo vaginal y
labios vulvares. Los genitales internos están sostenidos por el ligamento ancho el cual se
subdivide teóricamente en mesovario porque sostiene los ovarios, mesosalpinx porque
sostiene los salpinges u oviductos y mesometrio porque sostiene el útero Los genitales
externos están constituidos por los labios mayores que posee la vulva, cuya posición es
vertical, pero con la edad cambia a horizontal, lo cual también puede ocurrir en hembras
preñadas por la tracción que ejerce el útero grávido.
APARATO REPRODUCTOR DEL MACHO. El aparato reproductor masculino consta de
escroto, cordones espermáticos, testículos, glándulas accesorias, pene, prepucio y sistema
de conductos masculinos. El sistema de conductos incluye los vasos eferentes, los
conductos deferentes y la uretra externa.
CICLO ESTRAL. Por ciclo estral se entiende una serie de cambios hormonales que se
traducen en un comportamiento corporal que tiene su momento culminante cuando la
hembra permite ser copulada por el macho. Fases o etapas del ciclo estral:
Proestro (precelo), Estro (celo o calor), postestro (metaestro o diestro).
En el precelo son perceptibles, en los genitales externos, ciertas alteraciones tales como
edematización y enrojecimiento de los labios vulvares, las hembras muestran cierta
inquietud y comportamiento alterado, pero rechazan el macho.
El período de celo se caracteriza sobre todo por disposición para permitir el acercamiento y
monta por parte del macho, hay secreción de feromonas en la orina
VARIACIONES DEL CICLO ESTRAL DE LA YEGUA.
1) Clasificación de la conducta receptiva de la yegua:
a) Muy receptiva (celo fuerte).
b) Receptiva (celo moderado).
c) Poco receptiva (celo débil).
d) Flemática.
e) Pasivamente resistente.
f) Medianamente resistente.
g) Activamente resistente.
2) Manifestaciones externas de celo:
a) Busca el padrillo.
b) Adopta "posición característica".
c) Levanta y tuerce la cola.
d) Clitorea (guiño o centelleo vulvar).
e) Orina escasa y repetitivamente.
f) Se deja montar.
3) Manifestaciones externas de no celo:
a) Amaina las orejas.
b) Aprieta o revolea la cola.
c) Patea.
d) Relincha.
e) Muerde.
f) No se deja montar.
Bibliografía
Alarcon Gil, G. (2018). Modulo Sistema de prooducción Equina. Bogotá, Colombia:
UNAD. Recuperado de: http://hdl.handle.net/10596/10614