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VIA CRUCIS LATIN ESPAÑOL SAN ALFONSO LIGORIO. Viernes Santo

Este documento presenta la primera estación del Vía Crucis, en la que Jesús es condenado a muerte. Describe cómo Pilato no encuentra culpa en Jesús pero cede a los gritos de la multitud para liberar a Barrabás en su lugar. El documento guía al lector a contemplar esta injusticia y a expresar arrepentimiento por los pecados que condenaron a Jesús. Concluye con la primera estrofa del Stabat Mater y una reflexión del Papa Benedicto XVI sobre cómo Jesús guardó silencio ante la injusticia.
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VIA CRUCIS LATIN ESPAÑOL SAN ALFONSO LIGORIO. Viernes Santo

Este documento presenta la primera estación del Vía Crucis, en la que Jesús es condenado a muerte. Describe cómo Pilato no encuentra culpa en Jesús pero cede a los gritos de la multitud para liberar a Barrabás en su lugar. El documento guía al lector a contemplar esta injusticia y a expresar arrepentimiento por los pecados que condenaron a Jesús. Concluye con la primera estrofa del Stabat Mater y una reflexión del Papa Benedicto XVI sobre cómo Jesús guardó silencio ante la injusticia.
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VIA CRUCIS

ORACIÓN ANTE EL ALTAR MAYOR

V AMOS a recorrer, oh Jesús, en unión con María, la madre de los dolores, la vía dolorosa por la que
tú has pasado para consumar nuestra redención en el calvario. Llene esta meditación de los
principales misterios de tu pasión nuestras almas de dolor por nuestros pecados y de reconocimiento
por tu gran amor para con nosotros.

CONFITEOR YO, PECADOR

C ONFÍTEOR Deo omnipoténti, beátæ Maríæ,


semper Vírgini, beáto Michaéli archángelo, Y O,
pecador, confieso a Dios todopoderoso, a
Santa María siempre Virgen, a San Miguel
beáto Joánni Baptístæ, sanctis apóstolis Petro et Arcángel, a San Juan Baptista, a los Santos
Paulo, ómnibus Sanctis, et tibi pater: quia Apóstoles Pedro y Pablo, a todos los Santos, y a
peccávi nimis cogitatióne, verbo et ópere: mea Vos, Padre, que he pecado mucho de
culpa, mea culpa, mea máxima culpa. Ídeo pensamiento, palabra y obra: por mi culpa, por
precor beátam Maríam semper Vírginem, mi culpa, por mi gran culpa. Por tanto, ruego a
beátum Michaélem archángelum, beátum Santa María siempre Virgen, a San Miguel
Joánnem Baptístam, sanctos apóstolos Petrum Arcángel, a San Juan Bautista, a los Santos
et Paulum, omnes sanctos, et te, pater: oráre pro Apóstoles Pedro y Pablo, a todos los Santos, y a
me ad Dóminum Deum nostrum. Vos, Padre, que roguéis por mí a Dios nuestro
Señor.

* En el rezo privado se omite el «et tibi pater» y el «et te, * En el rezo privado se omiten los dos «y a Vos, Padre».
pater».

SIGNUM CRUCIS SEÑAL DE LA CRUZ

P ER signum ✠ Crucis de inimícis ✠ nostris


líbera nos, ✠ Deus noster. In ✠ nómine P la señal ✠ de la Cruz de nuestros ✠
OR
enemigos líbranos, ✠ Dios nuestro. En el ✠
Patris, et Fílii, et Spíritus Sancti. Amen. nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu
Santo. Amén.

AD INITIO AL INICIO

D ÓMINE,labia mea aperies. Et os meum


annuntiabit laudem tuam. Deus, in S EÑOR,
abrid mis labios, y mi boca proclamará
tu alabanza. Dios mío, ven en mi auxilio.
adjutórium meum intende. Dómine, ad Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre,
adjuvándum me festina. Gloria Patri, etc. etc.

ORATIO ORACIÓN (SAN A. M. LIGORIO)

D ÓMINE, Jesu Christe, tu tam amánter hanc


viam ingréssus es, ut mortem pro me obíres; S EÑORmío, Jesucristo, Vos anduvisteis con
tan grande amor este camino para morir por
ego vero multóties eo devéni, ut te contémnerem. mí, y yo os he ofendido tantas veces apartándome
Nunc autem ex tota ánima mea amo te, et quia de Vos por el pecado; mas ahora os amo con todo
te amo, pǽnitet me ex íntimo corde quod tibi mi corazón, y porque os amo, me arrepiento
displícui. Ignósce mihi, et pátere ut in hac via me sinceramente de todas las ofensas que os he
tibi cómitem adjúngam. Tu, amóre mei ductus, hecho. Perdóname, Señor, y permíteme que os
pergis ad locum ubi pro me moritúrus es, et ego acompañe en este viaje. Vais a morir por mi
vicíssim, tui amóre ductus, desídero te comitári, amor, así pues, yo también quiero vivir y morir
ut una tecum, amantíssime Redémptor, moriar. por el vuestro, amado Redentor mío. Si, Jesús
O mi Jesu, volo conjúnctim tecum et vívere et mío, quiero vivir siempre y morir unido a Vos.
mori.
III‐I
HIC GENUFLECTIT ARRODILLARSE AQUÍ

A DORÁMUS te, Christe, et benedícimus tibi.


Quia per sanctam Crucem tuam redemísti T E adoramos, Cristo y te bendecimos. Porque
has redimido al mundo por tu santa cruz.
mundum.

I. STATIO PRIMUM I. PRIMERA ESTACIÓN


JESUS CONDEMNÁTUR AD MORTEM JESÚS CONDENADO A MUERTE

D IXIT itaque ei Pilátus: Ergo Rex es tu?


Respóndit Jesus: Tu dicis, quia Rex sum P ILATO le dijo: «¿Entonces, tú eres rey?». Jesús
le contestó: «Tú lo dices: soy rey. Yo para esto
ego. Ego in hoc natus sum et ad hoc veni in he nacido y para esto he venido al mundo: para
mundum, ut testimónium perhíbeam veritáti: dar testimonio de la verdad. Todo el que es de la
omnis, qui est ex veritáte, audit vocem meam. verdad escucha mi voz». Pilato le dijo: «Y ¿qué es
Dicit ei Pilátus: Quid est véritas? Et cum hoc la verdad?». Dicho esto, salió otra vez a donde
dixísset, íterum exívit ad Judǽos, et dicit eis: estaban los judíos y les dijo: «Yo no encuentro en
Ego nullam invénio in eo causam. Est autem él ninguna culpa. Es costumbre entre vosotros
consuetúdo vobis, ut unum dimíttam vobis in que por Pascua ponga a uno en libertad.
Pascha: vultis ergo dimíttam vobis Regem ¿Queréis que os suelte al rey de los judíos?».
Judæórum? Clamavérunt ergo rursum omnes, Volvieron a gritar: «A ese no, a Barrabás». El tal
dicéntes: Non hunc, sed Barábbam. Erat autem Barrabás era un bandido. (Jn 18, 37-40)
Barábbas latro. (Jn 18, 37-40)
III‐II
C ONSIDÉRA quómodo Jesus Christus, jam
flagellátus et spinis coronátus, injúste C ONSIDERA cómo Jesús, después de haber sido
azotado y coronado de espinos, fue
tandem a Piláto ad mortem crucis condemnétur. injustamente sentenciado por Pilato a morir
crucificado.

O adoránde Jesu, non Pilátus, sed iníqua mea


vita te ad mortem condemnávit. Per O H adorado Jesús mío: fueron mis pecados,
más bien que Pilato, los que os sentenciaron
méritum laboriosíssimi hujus itinéris, quod ad a muerte. Por los méritos de este doloroso paso,
Calváriæ montem instítuis, precor te, ut me os suplico me asistáis en el camino que va
semper in via, qua ánima mea in æternitátem recorriendo mi alma para la eternidad. Os amo,
tendit, benígne comitéris. Amo te, o Jesu, mi ¡Oh, Jesús, amor mío! más que a mí mismo, y me
Amor, magis quam meípsum, et ex íntimo corde arrepiento de todo corazón de haberos ofendido;
pǽnitet me quod tibi displícui. Ne sinas me no permitáis que vuelva a separarme de Vos otra
íterum a te separári. Da mihi perpétuum vez; haced que os ame siempre y disponed de mí
amórem tui, et dein fac de me quídquid tibi como os agrade.
placúerit. Quod tibi plácitum est, hoc idem mihi
est accéptum.

Pater noster, etc. Padre nuestro, etc.


Ave Maria, etc. Ave María, etc.
Gloria Patri, etc. Gloria al Padre, etc.

Miserére nostri, Dómine. Miserére nostri. Ten piedad, Señor, de nosotros. Ten piedad.
Fidélium ánimæ per misericórdiam Dei Descansen en paz, por la misericordia de Dios,
requiéscant in pace. Amen. las almas de los fieles. Amén.

STABAT MATER (I. STANTIA) STABAT MATER (Iª ESTROFA)

S TABATMater dolorósa
Juxta Crucem lacrimósa, L A Madre piadosa estaba
junto a la cruz y lloraba,
Dum pendébat Fílius. mientras el Hijo pendía.

Iª REFLEXIÓN DE BENEDICTO XVI Iª PETICIÓN DE BENEDICTO XVI

Jesús calla, custodia en sí la verdad.

P ILATO no encuentra en Jesús ningún motivo


de condena, y tampoco encuentra en sí mismo H UMILDE Jesús, también nosotros nos
dejamos condicionar por lo que está fuera. Ya
la fuerza de oponerse a la condena. Su oído no sabemos escuchar la voz sutil, exigente y
interior permanece sordo a la Palabra de Jesús y liberadora, de nuestra conciencia que dentro
no comprende su testimonio de la verdad. llama e invita amorosamente: «No salgas fuera,
«Escuchar la verdad es obedecerla y creer en ella». entra dentro de ti mismo: porque en tu hombre
Es vivir libremente bajo su guía y darle el propio interior reside la verdad».

V
corazón. Pilato no es libre: está condicionado
EN,
Espíritu de la Verdad, ayúdanos a
desde fuera, pero esa verdad que ha escuchado
encontrar en el «hombre escondido en el
sigue resonando en su interior como un eco que
fondo de nuestro corazón» el rostro santo del Hijo
llama a su puerta e inquieta. Así, sale fuera, ante
que nos renueva en la semejanza divina.
los judíos; «salió otra vez», subraya el texto, casi
como un impulso de huir de sí mismo. Y la voz que
le llega desde fuera prevalece a la Palabra que
está dentro. Aquí se decide la condena de Jesús,
la condena de la verdad.
III‐III
HIC GENUFLECTIT ARRODILLARSE AQUÍ

A DORÁMUS te, Christe, et benedícimus tibi.


Quia per sanctam Crucem tuam redemísti T E adoramos, Cristo y te bendecimos. Porque
has redimido al mundo por tu santa cruz.
mundum.

II. STATIO SECUNDUM II. SEGUNDA ESTACIÓN


JESUS ONERÁTUR LIGNO CRUCIS JESÚS ES CARGADO CON LA CRUZ

C UM ergo vidíssent eum pontífices et minístri,


clamábant, dicéntes: Crucifíge, crucifíge C UANDO lo vieron los sumos sacerdotes y los
guardias, gritaron: «¡Crucifícalo,
eum. Dicit eis Pilátus: Accípite eum vos et crucifícalo!». Pilato les dijo: «Lleváoslo vosotros y
crucifígite: ego enim non invénio in eo causam. crucificadlo, porque yo no encuentro culpa en él».
Respondérunt ei Judǽi: Nos legem habémus, et Los judíos le contestaron: «Nosotros tenemos una
secúndum legem debet mori, quia Fílium Dei se ley, y según esa ley tiene que morir, porque se ha
fecit. […] Tunc [Pilátus] ergo trádidit eis illum, hecho Hijo de Dios» […] Entonces [Pilato] se lo
ut crucifigerétur. Suscepérunt autem Jesum et entregó para que lo crucificaran. Tomaron a
eduxérunt. Et bájulans sibi Crucem, exívit in Jesús, y, cargando él mismo con la cruz, salió al
eum, qui dícitur Calváriæ, locum, hebráice sitio llamado «de la Calavera», que en hebreo se
autem Gólgotha. (Jn 19, 6-7; 16-17) dice Gólgota. (Jn 19, 6-7; 16-17)

III‐IV
C ONSIDÉRAquómodo Jesus Christus, portans
húmeris crucem, fúerit inter eúndum, C ONSIDERA cómo Jesús, andando este camino
con la cruz a cuestas, iba pensando en ti y
memor tui, offeréndo pro te ætérno Patri ofreciendo a su Padre, por tu salvación, la
mortem, quam erat obitúrus. muerte que iba a padecer.

A MABILÍSSIME Jesu, ampléctor omnes res


advérsas, quas mihi usque ad óbitum O H amabilísimo Jesús mío: abrazo todas las
tribulaciones que me tenéis destinadas
tolerándas præfixísti, et, per durum illum, quem hasta la muerte, y os ruego, por los méritos de la
in portánda tua cruce pertulísti, labórem, precor pena que sufristeis llevando vuestra Cruz, me
te, ut vires mihi subminístres, quibus ego deis fuerza para llevar la mía con perfecta
quóque crucem meam, ǽquo ac patiénti ánimo, paciencia y resignación. Os amo, ¡Oh Jesús,
portáre váleam. Amo te, o Jesu, mi Amor, amor mío!, más que a mí mismo, y me arrepiento
pǽnitet me quod tibi displícui. Ne sinas me de todo corazón de haberos ofendido; no
íterum a te separári. Da mihi perpétuum permitáis que vuelva a separarme de Vos otra
amórem tui, et dein fac de me quídquid tibi vez; haced que os ame siempre y disponed de mí
placúerit. como os agrade.

Pater noster, etc. Padre nuestro, etc.


Ave Maria, etc. Ave María, etc.
Gloria Patri, etc. Gloria al Padre, etc.

Miserére nostri, Dómine. Miserére nostri. Ten piedad, Señor, de nosotros. Ten piedad.
Fidélium ánimæ per misericórdiam Dei Descansen en paz, por la misericordia de Dios,
requiéscant in pace. Amen. las almas de los fieles. Amén.

STABAT MATER (II. STANTIA) STABAT MATER (IIª ESTROFA)

C UJUS ánimam geméntem,


Contristátam et doléntem, C UYA alma triste y llorosa,
traspasada y dolorosa,
Pertransívit gládius. fiero cuchillo tenía.

IIª REFLEXIÓN DE BENEDICTO XVI IIª PETICIÓN DE BENEDICTO XVI

Jesús lleva la cruz, carga con el peso de la verdad

P ILATO vacila, busca un pretexto para soltar a


Jesús, pero cede a la voluntad que prevalece H UMILDE Jesús, en el transcurso cotidiano de
la vida nuestro corazón mira hacia abajo, a
y alborota, que apela a la Ley y lanza su pequeño mundo, y, completamente embebido
insinuaciones. Una vez más se repite la historia en la búsqueda del propio bienestar, permanece
del corazón herido del hombre: su mezquindad, su ciego ante la mano del pobre y del indefenso que
incapacidad para levantar la mirada fuera de sí mendiga nuestra escucha y pide auxilio. A lo sumo
mismo, para no dejarse engañar por las ilusiones se conmueve, pero no se mueve.

V
del pequeño provecho personal y elevarse,
EN,
Espíritu de la Verdad, abraza nuestro
impulsado por el vuelo libre de la bondad y la
corazón y atráelo hacia ti. «Conserva sano su
honestidad. El corazón del hombre es un
paladar interior, para que pueda gustar y beber la
microcosmos. En él se deciden los grandes retos
sabiduría, la justicia, la verdad, la eternidad».
de la humanidad, se resuelven o se acentúan sus
conflictos. Pero la opción es siempre la misma:
tomar o perder la verdad que libera.

III‐V
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A DORÁMUS te, Christe, et benedícimus tibi.


Quia per sanctam Crucem tuam redemísti T E adoramos, Cristo y te bendecimos. Porque
has redimido al mundo por tu santa cruz.
mundum.

III. STATIO TERTIUM III. TERCERA ESTACIÓN


JESUS PROCÚMBIT PRIMUM SUB ÓNERE CRUCIS JESÚS CAE LA PRIMERA VEZ DEBAJO DE LA CRUZ

V ENÍTE ad me, omnes, qui laborátis et oneráti


estis, et ego refíciam vos. Tóllite jugum V ENID a mí todos los que estáis cansados y
agobiados, y yo os aliviaré. Tomad mi yugo
meum super vos, et díscite a me, quia mitis sum sobre vosotros y aprended de mí, que soy manso
et húmilis corde: et inveniétis réquiem animábus y humilde de corazón, y encontraréis descanso
vestris. Jugum enim meum suáve est et onus para vuestras almas. Porque mi yugo es
meum leve. (Mt 11, 28-30) llevadero y mi carga ligera». (Mt 11, 28-30)

C ONSIDÉRA primum hunc Jesu Christi sub


cruce lapsum. Habébat carnem ex sæva C ONSIDERA esta primera caída de Jesús
debajo de la Cruz. Sus carnes estaban
flagellatióne multifárie sáuciam, caput despedazadas por los azotes; su cabeza coronada
redimítum spinárum coróna: profúderat insúper de espinas, y había ya derramado mucha sangre,
cruórem in tanta cópia, ut vix pedem præ vírium por lo cual estaba tan débil, que apenas podía
defectióne, movére posset. Et quóniam gravi caminar; llevaba al mismo tiempo aquel enorme
III‐VI
crucis ónere premébatur, et immisericórditer a peso sobre sus hombros y los soldados le
milítibus propellébatur, accídit ut plúries inter empujaban; de modo que muchas veces
eúndum humi procúmberet. desfalleció y cayó en este camino.

O O
mi Jesu, non est onus crucis, sed H amado Jesús mío: más que el peso de la
peccatórum meórum pondus, quod tantis te Cruz, son mis pecados los que os hacen
affícit dolóribus. Rogo te, per primum hunc tuum sufrir tantas penas. Por los méritos de esta
lapsum, ut ab omni in peccátum me lapsu primera caída, libradme de incurrir en pecado
tueáris. Amo te, o Jesu, ex toto corde meo; mortal. Os amo, ¡Oh Jesús, amor mío!, más que
pǽnitet me quod tibi displícui. Ne sinas me a mí mismo, y me arrepiento de todo corazón de
íterum in peccátum prolábi. Da mihi perpétuum haberos ofendido; no permitáis que vuelva a
amórem tui, et dein fac de me quídquid tibi separarme de Vos otra vez; haced que os ame
placúerit. siempre y disponed de mí como os agrade.

Pater noster, etc. Padre nuestro, etc.


Ave Maria, etc. Ave María, etc.
Gloria Patri, etc. Gloria al Padre, etc.

Miserére nostri, Dómine. Miserére nostri. Ten piedad, Señor, de nosotros. Ten piedad.
Fidélium ánimæ per misericórdiam Dei Descansen en paz, por la misericordia de Dios,
requiéscant in pace. Amen. las almas de los fieles. Amén.

STABAT MATER (III. STANTIA) STABAT MATER (IIIª ESTROFA)

O quam tristis et afflícta


Fuit illa benedícta O H, cuán triste y afligida
se vio la Madre escogida,
Mater Unigéniti! de tantos tormentos llena.

IIIª REFLEXIÓN DE BENEDICTO XVI IIIª PETICIÓN DE BENEDICTO XVI

Jesús cae, pero…, manso y humilde, se levanta

L AS caídas de Jesús a lo largo del Camino de la


Cruz no pertenecen a la Escritura; han sido H UMILDE Jesús, nuestras caídas, entretejidas
de fragilidad y pecado, hieren el orgullo de
trasmitidas por la piedad tradicional, custodiada nuestro corazón, lo cierran a la gracia de la
y cultivada en el corazón de tantos orantes. En la humildad e interrumpen nuestro camino hacia ti.

V
primera caída, Jesús nos hace una invitación, nos
EN, Espíritu de la Verdad, líbranos de toda
abre un camino, inaugura para nosotros una
manifestación de autosuficiencia y
escuela. Es la invitación a acudir a él en la
concédenos reconocer en cada caída un peldaño de
experiencia de la impotencia humana, para
la escalera para subir hacia ti.
descubrir cómo se ha injertado en ella el poder
divino. Es el camino que lleva a la fuente del
auténtico descanso, el de la gracia que basta. Es
la escuela donde se aprende la mansedumbre que
calma la rebelión y donde la confianza ocupa el
lugar de la presunción. Desde la cátedra de su
caída, Jesús nos imparte sobre todo la gran lección
de la humildad, el camino «que lo llevó a la
resurrección». El camino que, después de cada
caída, nos da la fuerza para decir: «Ahora
comienzo de nuevo, Señor; pero no sólo, sino
contigo».
III‐VII
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A DORÁMUS te, Christe, et benedícimus tibi.


Quia per sanctam Crucem tuam redemísti T E adoramos, Cristo y te bendecimos. Porque
has redimido al mundo por tu santa cruz.
mundum.

IV. STATIO QUARTUM IV. CUARTA ESTACIÓN


JESUS FIT PERDOLÉNTI MATRI ÓBVIUS JESÚS CAE LA PRIMERA VEZ DEBAJO DE LA CRUZ

S TABANT juxta Crucem Jesu Mater ejus, et


soror Matris ejus, María Cléophæ, et Salóme J UNTOa la cruz de Jesús estaban su madre, la
hermana de su madre, María, la de Cleofás,
et María Magdaléne. Múlier, ecce fílius tuus: y María, la Magdalena. Jesús, al ver a su madre
dixit Jesus; ad discípulum autem: Ecce Mater y junto a ella al discípulo al que amaba, dijo a su
tua. Múlier, ecce fílius tuus, dixit Jesus Matri: madre: «Mujer, ahí tienes a tu hijo». Luego, dijo
deinde dixit discípulo, quem diligébat: Ecce al discípulo: «Ahí tienes a tu madre». Y desde
Mater tua. Et ex illa hora accépit eam discípulus aquella hora, el discípulo la recibió como algo
in sua. (Jn 19, 25-27) propio. (Jn 19, 25-27)

C ONSIDÉRA quális fuérit, in hac via, Fílii et


Matris occúrsus. Jesus et María se mútuo C ONSIDERA el encuentro del Hijo con su Madre
en este camino. Se miraron mutuamente
aspéxerunt, mutúique eórum aspéctus, fuérunt Jesús y María, y sus miradas fueran otras tantas
tótidem sagíttæ, quibus amántia eórum péctora flechas que traspasaron sus amantes corazones.
transverberábantur.
III‐VIII
A MANTÍSIME Jesu, per acérbum dolórem,
quem in hoc occúrsu expértus es, redde me, A MANTÍSIMO Jesús mío: por la pena que
experimentasteis en este encuentro,
precor, sanctíssimæ Matri tuæ vere devótum. Tu concededme la gracia de ser verdadero devoto de
vero, perdólens mea Regína, intercéde pro me, et vuestra Santísima Madre. Y Vos, mi afligida
obtíne mihi talem cruciátum Fílii tui memóriam, Reina, que fuisteis abrumada de dolor,
ut mens mea in pia illórum contemplatióne alcanzadme con vuestra intercesión una
perpétuo detineátur. Amo te, o Jesu, mi Amor; continua y amorosa memoria de la Pasión de
pǽnitet me quod tibi displícui. Ne sinas me vuestro Hijo. Os amo, ¡Oh Jesús, amor mío!, más
íterum in te peccáre. Da mihi perpétuum que a mí mismo, y me arrepiento de todo corazón
amórem tui, et dein fac de me quídquid tibi de haberos ofendido; no permitáis que vuelva a
placúerit. separarme de Vos otra vez; haced que os ame
siempre y disponed de mí como os agrade.

Pater noster, etc. Padre nuestro, etc.


Ave Maria, etc. Ave María, etc.
Gloria Patri, etc. Gloria al Padre, etc.

Miserére nostri, Dómine. Miserére nostri. Ten piedad, Señor, de nosotros. Ten piedad.
Fidélium ánimæ per misericórdiam Dei Descansen en paz, por la misericordia de Dios,
requiéscant in pace. Amen. las almas de los fieles. Amén.

STABAT MATER (IV. STANTIA) STABAT MATER (IVª ESTROFA)

Q UÆ mærébat, et dolébat,
Pia Mater, dum vidébat C UANDO triste contemplaba
y dolorosa miraba
Nati pæas ínclyti. del Hijo amado la pena.

IVª REFLEXIÓN DE BENEDICTO XVI IVª PETICIÓN DE BENEDICTO XVI

Junto a la cruz de Jesús la madre «está»: ésta es su oración y su maternidad

S AN Juan nos dice que la Madre estaba junto a


la cruz de Jesús, pero ningún evangelista nos H UMILDE Jesús, cuando las adversidades y las
injusticias de la vida, el dolor inocente y la
habla directamente de un encuentro entre los dos. violencia cruel nos hacen imprecar contra ti, tú
En realidad, en este estar de la Madre se nos invitas a estar, como tu Madre, a los pies de
concentra la expresión más densa y alta del la cruz. Cuando nuestras expectativas y nuestras
encuentro. En la aparente pasividad del verbo iniciativas, vacías de futuro y marcadas por el
estar vibra la íntima vitalidad de un dinamismo. fracaso, nos llevan a huir hacia la desesperación,
Es el dinamismo intenso de la oración, que se tú nos llamas a la fuerza de la espera. ¡Hemos
ensambla con su sosegada pasividad. Orar es olvidado verdaderamente la importancia del estar
dejarse envolver por la mirada amorosa y franca como expresión del orar!

V
de Dios, que nos descubre a nosotros mismos y nos
EN, Espíritu de la Verdad, sé tú el «clamor de
envía a la misión. En la oración auténtica, el
nuestro corazón», que, incesante e inefable,
encuentro personal con Jesús nos hace madre y
está confiadamente en la presencia de Dios.
discípulo amado, genera vida y trasmite amor.
Dilata el espacio interior de la acogida y entreteje
lazos místicos de comunión, confiándonos el uno
al otro y abriendo el tú al nosotros de la Iglesia.

III‐IX
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A DORÁMUS te, Christe, et benedícimus tibi.


Quia per sanctam Crucem tuam redemísti T E adoramos, Cristo y te bendecimos. Porque
has redimido al mundo por tu santa cruz.
mundum.

V. STATIO QUINTUM V. QUINTA ESTACIÓN


JESUS IN BAJULÁNDA CRUCE A CYRENǼO ADJUVÁTUR JESÚS ES AYUDADO POR EL CIRINEO A LLEVAR LA CRUZ

E T cum dúcerent eum, apprehendérunt


Simónem quendam Cyrenénsem, veniéntem M IENTRASlo conducían, echaron mano de un
cierto Simón de Cirene, que volvía del
de villa: et imposuérunt illi crucem portáre post campo, y le cargaron la cruz, para que la llevase
Jesum. (Lc 23, 26) detrás de Jesús. (Lc 23, 26)

C ONSIDÉRA quómodo Judǽi, vidéntes Jesum


ad quémlibet passum ánimam propemódum C ONSIDERA cómo los judíos, al ver que Jesús
iba desfalleciendo cada vez más, temieron
præ lassitúdine efflántem, et timéntes ex áltera que se les muriese en el camino y, como deseaban
parte ne, quem crucis supplício afféctum verle morir de la muerte infame de la Cruz,
volébant, in via morerétur, compéllant Simónem obligaron a Simón el Cirineo a que le ayudase a
Cyrenǽum ad bajulándam crucem post llevar la Cruz.
Dóminum.

III‐X
O dulcíssime Jesu, nolo sicut Cyrenǽus,
repudiáre crucem, libénter eam ampléctor O H dulcísimo Jesús mío: no quiero rehusar la
Cruz, como lo hizo el Cirineo, antes bien la
in méque recípio, ampléctor speciátim quam acepto y la abrazo; acepto en particular la
mihi præfinísti mortem cum ómnibus, quos hæc muerte que tengáis destinada para mí, con todas
secum addúctura est, dolóribus. Conjúngo eam las penas que la han de acompañar, la uno a la
cum morte tua, sicque conjúnctam eam in vuestra, y os la ofrezco. Vos habéis querido morir
sacrifícium tibi óffero. Tu amóre mei mortuus es; por mi amor, yo quiero morir por el vuestro y por
volo ego quóque mori amóre tui, ea mente ut rem daros gusto; ayudadme con vuestra gracia. Os
tibi gratam fáciam. Tu vero adjúva me tua amo, ¡oh Jesús, amor mío! más que a mí mismo,
grátia. Amo te, o Jesu, mi Amor, pǽnitet me y me arrepiento de todo corazón de haberos
quod tibi displícui. Ne sinas me íterum tibi ofendido; no permitáis que vuelva a separarme
displícere. Da mihi perpétuum amórem tui, et de Vos otra vez; haced que os ame siempre y
dein fac de me quídquid tibi placúerit. disponed de mí como os agrade.

Pater noster, etc. Padre nuestro, etc.


Ave Maria, etc. Ave María, etc.
Gloria Patri, etc. Gloria al Padre, etc.

Miserére nostri, Dómine. Miserére nostri. Ten piedad, Señor, de nosotros. Ten piedad.
Fidélium ánimæ per misericórdiam Dei Descansen en paz, por la misericordia de Dios,
requiéscant in pace. Amen. las almas de los fieles. Amén.

STABAT MATER (V. STANTIA) STABAT MATER (Vª ESTROFA)

Q UIS est homo, qui non fleret,


Matrem Christi si vidéret Y ¿cuál hombre no llorara
si a la Madre contemplara
In tanto supplício? de Cristo en tanto dolor?

Vª REFLEXIÓN DE BENEDICTO XVI Vª PETICIÓN DE BENEDICTO XVI

Jesús aprende la obediencia del amor a lo largo del camino de la pasión

S IMÓN de Cirene es un hombre retratado por los


evangelistas con una particular precisión en el H UMILDEJesús, cuando la vida nos propone
un cáliz amargo y difícil de beber, nuestra
nombre y la proveniencia, la parentela y la naturaleza se cierra, recalcitrante, no osa dejarse
actividad; es un hombre fotografiado en un lugar atraer por la locura de ese amor más grande que
y en un tiempo determinado, obligado de algún convierte la renuncia en alegría, la obediencia en
modo a llevar una cruz que no es suya. En libertad, el sacrificio en grandeza del corazón.

V
realidad, Simón de Cirene es cada uno de
EN,
Espíritu de la Verdad, haznos obedientes
nosotros. Recibe el madero de la cruz de Jesús,
a la visita de la cruz, dóciles a su signo que
como un día hemos recibido y acogido su signo en
nos abraza totalmente: «cuerpo y alma, mente y
el santo bautismo. La vida del discípulo de Jesús
voluntad, inteligencia y sentimientos, lo que
es esta obediencia al signo de la cruz, en un gesto
hacemos y dejamos de hacer», y que agranda todo
cada vez más marcado por la libertad del amor. Es
a la medida del amor.
el reflejo de la obediencia del maestro. Es el pleno
abandono a dejarse instruir, como él, por la
geometría del amor, por las mismas dimensiones
de la cruz: «la anchura de las buenas obras; la
longitud de la perseverancia en la adversidad; la
altura de la expectación de los que esperan y
miran hacia arriba; la profundidad de la raíz de la
gracia divina, que se hunde en la gratuidad».
III‐XI
HIC GENUFLECTIT ARRODILLARSE AQUÍ

A DORÁMUS te, Christe, et benedícimus tibi.


Quia per sanctam Crucem tuam redemísti T E adoramos, Cristo y te bendecimos. Porque
has redimido al mundo por tu santa cruz.
mundum.

VI. STATIO SEXTUM VI. SEXTA ESTACIÓN


JESUS VERÓNICÆ SUDÁRIO ABSTÉRGITUR VERÓNICA ENJUGA CON UN SUDARIO EL ROSTRO DE JESÚS

Q UÓNIAM Deus, qui dixit de ténebris lucem


splendéscere, ipse illúxit in córdibus nostris P UES el Dios que dijo: «Brille la luz del seno
de las tinieblas» ha brillado en nuestros
ad illuminatiónem sciéntiæ claritátis Dei, in corazones, para que resplandezca el
fácie Christi Jesu. (2 Co 4, 6) conocimiento de la gloria de Dios reflejada en el
rostro de Cristo. (2 Co 4, 6)

C ONSIDÉRA quómodo sancta illa fémina


Verónica, videns Jesum dolóribus conféctum C ONSIDERAcómo la santa mujer Verónica, al
ver a Jesús tan fatigado y con el rostro
ejúsque Vultum sudóre ac sánguine mádidum, bañado en sudor y sangre, le ofreció un lienzo, y
pórrigat ei linteólum in quo ipse, abstérsa fácie, limpiándose con él nuestro Señor, quedó impreso
sacram sui Imáginem impréssam relínquit. en éste su santa imagen.

III‐XII
O mi Jesu, formósa erat antea Fácies tua;
verum hac in via non ámplius formósa O H Jesús mío: en otro tiempo vuestro rostro
era hermosísimo; más en este doloroso viaje,
appáret, sed est vulnéribus et cruóre omníno las heridas y la sangre han cambiado en fealdad
defórmis. Hei mihi! Quam formósa quóque erat su hermosura. ¡Ah Señor mío! También mi alma
ánima mea, cum grátiam tuam per Baptísmum quedó hermosa a vuestros ojos cuando recibí la
recepísset: peccándo eam postea defórmem gracia del bautismo, mas yo la he desfigurado
reddídi. Tu solus, mi Redémptor, prístinam después con mis pecados. Vos sólo, ¡oh Redentor
venustátem ei restítuere vales; quod ut fácias, mío!, podéis restituirle su belleza pasada:
per tuæ Passiónis méritum te precor. Amo te hacedlo por los méritos de vuestra Pasión. Os
Jesu, mi Amor; pǽnitet me quod tibi displícui; ne amo, ¡oh Jesús, amor mío!, más que a mí mismo,
sinas me íterum tibi displícere. Da mihi y me arrepiento de todo corazón de haberos
perpétuum amórem tui, et dein fac de me ofendido; no permitáis que vuelva a separarme
quídquid tibi placúerit. de Vos otra vez; haced que os ame siempre y
disponed de mí como os agrade.

Pater noster, etc. Padre nuestro, etc.


Ave Maria, etc. Ave María, etc.
Gloria Patri, etc. Gloria al Padre, etc.

Miserére nostri, Dómine. Miserére nostri. Ten piedad, Señor, de nosotros. Ten piedad.
Fidélium ánimæ per misericórdiam Dei Descansen en paz, por la misericordia de Dios,
requiéscant in pace. Amen. las almas de los fieles. Amén.

STABAT MATER (VI. STANTIA) STABAT MATER (VIª ESTROFA)

Q UISnon posset contristári,


Christi Matrem contemplári Y ¿quién no se entristeciera,
piadosa Madre, si os viera
Doléntem cum Fílio? sujeta a tanto rigor?

VIª REFLEXIÓN DE BENEDICTO XVI VIª PETICIÓN DE BENEDICTO XVI

Jesús aprende la obediencia del amor a lo largo del camino de la pasión

A lo largo del Camino de la Cruz, la piedad


popular señala el gesto de una mujer, denso H UMILDE Jesús, nuestra mirada es incapaz de
ir más allá: más allá de la indigencia, para
de veneración y delicadeza, casi un rastro del reconocer tu presencia, más allá de la sombra del
perfume de Betania: Verónica enjuga el rostro de pecado, para descubrir el sol de tu misericordia,
Jesús. En ese rostro, desfigurado por el dolor, más allá de las arrugas de la Iglesia, para
Verónica reconoce el rostro transfigurado por la contemplar el rostro de la Madre.

V
gloria; en el semblante del Siervo sufriente, ella
EN, Espíritu de la Verdad, derrama en
ve al más bello de los hombres. Ésta es la mirada
nuestros ojos «el colirio de la fe» para que no
que provoca el gesto gratuito de la ternura y
se dejen atraer por la apariencia de las cosas
recibe la recompensa de la impronta del Santo
visibles, sino que aprendan el encanto de las
Rostro. Verónica nos enseña el secreto de su
invisibles.
mirada de mujer, «que mueve al encuentro y
ofrece ayuda: ¡ver con el corazón!».

III‐XIII
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A DORÁMUS te, Christe, et benedícimus tibi.


Quia per sanctam Crucem tuam redemísti T E adoramos, Cristo y te bendecimos. Porque
has redimido al mundo por tu santa cruz.
mundum.

VII. STATIO SEPTIMUM VII. SÉPTIMA ESTACIÓN


JESUS PROCÚMBIT ÍTERUM SUB ÓNERE CRUCIS JESÚS CAE POR SEGUNDA VEZ BAJO LA CRUZ

C HRISTUS passus est pro nobis, vobis


relínquens exémplum, ut sequámini vestígia C RISTO padeció por vosotros, dejándoos un
ejemplo para que sigáis sus huellas. Él no
ejus. Qui peccátum non fecit, nec invéntus est cometió pecado ni encontraron engaño en su
dolus in ore ejus: qui cum male dicerétur, non boca. Él no devolvía el insulto cuando lo
maledicébat: cum paterétur, non comminabátur: insultaban; sufriendo, no profería amenazas;
tradébat autem judicánti se injúste: qui peccáta sino que se entregaba al que juzga rectamente.
nostra ipse pértulit in córpore suo super lignum: Él llevó nuestros pecados en su cuerpo hasta el
ut, peccátis mórtui, justítiæ vivámus: cujus leño, para que, muertos a los pecados, vivamos
livóre sanáti estis. (1 P 2, 21-24) para la justicia. Con sus heridas fuisteis curados.
(1 P 2, 21-24)

C ONSIDÉRA álterum Jesu Christi sub cruce


lapsum, quo lapsu perdolénti Dómino omnes C ONSIDERA la segunda caída de Jesucristo
debajo de la Cruz, en la cual se le renueva el

III‐XIV
venerándi cápitis et tótius córporis plágæ dolor de las heridas de su cabeza y de todo su
recrudéscunt, ómnesque cruciátus renovántur. cuerpo al afligido Señor.

M ANSUETÍSSIME Jesu, quam frequénter


concessísti mihi véniam! Ego vero in
eádem relápsus sum peccáta, meásque in te
P ACIENTÍSIMO Jesús mío: Vos tantas veces me
habéis perdonado, y yo he vuelto a caer y a
ofenderos. Ayudadme, por los méritos de esta
offénsas renovávi. Per méritum novi hujus tui nueva caída, a perseverar en vuestra gracia
lapsus adjúva me, ut in grátia tua usque ad hasta la muerte. Haced que en todas las
óbitum persevérem. Fac ut in ómnibus, quæ me tentaciones que me asalten, siempre y
invasúræ sunt, tentatiónibus me tibi semper prontamente me encomiende a Vos. Os amo, ¡oh
comméndem. Amo te ex toto corde meo, o Jesu, Jesús, amor mío! más que a mí mismo, y me
mi Amor; pǽnitet me quod tibi displícui: ne sinas arrepiento de todo corazón de haberos ofendido;
me íterum tibi displícere. Da mihi perpétuum no permitáis que vuelva a separarme de Vos otra
amórem tui, et dein fac me quídquid tibi vez; haced que os ame siempre y disponed de mí
placúerit. como os agrade.

Pater noster, etc. Padre nuestro, etc.


Ave Maria, etc. Ave María, etc.
Gloria Patri, etc. Gloria al Padre, etc.

Miserére nostri, Dómine. Miserére nostri. Ten piedad, Señor, de nosotros. Ten piedad.
Fidélium ánimæ per misericórdiam Dei Descansen en paz, por la misericordia de Dios,
requiéscant in pace. Amen. las almas de los fieles. Amén.

STABAT MATER (VII. STANTIA) STABAT MATER (VIIª ESTROFA)

P RO peccátis suæ gentis


Vidit Jesum in torméntis,
Et flagéllis súbditum.
P OR los pecados del mundo
vio a Jesús en tan profundo
tormento la dulce Madre;

VIIª REFLEXIÓN DE BENEDICTO XVI VIIª PETICIÓN DE BENEDICTO XVI

Jesús no mostró poder, sino que enseñó paciencia

J ESÚS cae de nuevo bajo el peso de la cruz.


Sobre el madero de nuestra salvación, no sólo
pesa la enfermedad de la naturaleza humana,
H UMILDEJesús, en las injusticias y
adversidades de esta vida nosotros no
resistimos con paciencia. Frecuentemente
sino también las adversidades de la existencia. pedimos, como signo de tu potencia, que nos libres
Jesús ha llevado el peso de la persecución contra del peso del madero de nuestra cruz.
la Iglesia de ayer y de hoy, de esa persecución que
mata a los cristianos en el nombre de un dios
extraño al amor, y de aquella que ataca la V EN,
Espíritu de la Verdad, enséñanos a
caminar según el ejemplo de Cristo para
dignidad con «labios embusteros y lengua «cumplir sus grandes preceptos de paciencia con
fanfarrona». Jesús ha llevado el peso de la la preparación del corazón».
persecución contra Pedro, la que se alzó contra la
voz limpia de la «verdad que interroga y libera el
corazón». Jesús, con su cruz, ha llevado el peso de
la persecución contra sus siervos y discípulos,
contra aquellos que responden al odio con el amor,
a la violencia con la mansedumbre. Jesús, con su
cruz, ha llevado el peso del exasperado «amor a sí
mismo hasta el desprecio de Dios» y que pisotea al
hermano. Todo lo ha llevado voluntariamente,
todo lo ha sufrido «con su paciencia, para
enseñarnos la paciencia».

III‐XV
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A DORÁMUS te, Christe, et benedícimus tibi.


Quia per sanctam Crucem tuam redemísti T E adoramos, Cristo y te bendecimos. Porque
has redimido al mundo por tu santa cruz.
mundum.

VIII. STATIO OCTAVUM VIII. OCTAVA ESTACIÓN


JESUS PLORÁNTES MULIÉRES ALLÓQUITUR JESÚS SE DIRIGE A LAS MUJERES DOLIENTES

M ULTA turba pópuli, et mulíerum, quæ


plangébant et lamentabántur eum. L O seguía un gran gentío del pueblo, y de
mujeres que se golpeaban el pecho y
Convérsus autem ad illas Jesus dixit: Filiæ lanzaban lamentos por él. Jesús se volvió hacia
Jerúsalem, nolíte flere super me, sed super vos ellas y les dijo: «Hijas de Jerusalén, no lloréis por
ipsas flete et super fílios vestros. Quóniam ecce mí, llorad por vosotras y por vuestros hijos,
vénient dies, in quibus dicent: Beátæ stériles, et porque mirad que vienen días en los que dirán:
veníres, qui non genuérunt, et úbera, quæ non ‹Bienaventuradas las estériles y los vientres que
lactavérunt. Tunc incípient dícere móntibus: no han dado a luz y los pechos que no han criado›.
Cádite super nos; et cóllibus: Operíte nos. Quia Entonces empezarán a decirles a los montes:
si in víridi ligno hæc fáciunt, in árido quid fiet? ‹Caed sobre nosotros›, y a las colinas:
(Lc 23, 27-31)
‹Cubridnos›; porque, si esto hacen con el leño
verde, ¿qué harán con el seco?». (Lc 23, 27-31)

III‐XVI
C ONSIDÉRA quómodo muliéres, vidéntes
Jesum lassitúdine exanimátum et cruóre C ONSIDERA cómo algunas piadosas mujeres,
viendo a Jesús en tan lastimoso estado, que
inter eúndum diffluéntem, commiseratióne iba derramando sangre por el camino, lloraban
permoveántur, lacrimásque profúndant. Ad de compasión; mas volviéndose les dijo: «No
flentes autem convérsus: «Nólite, ínquit, flere lloréis sobre mí, sino sobre vosotras mismas y
super Me, sed super vos ipsas flete et super fílios sobre vuestros hijos».
vestros».

O perdólens Jesu, défleo mea in te peccáta ob


pœnas quidem quibus me dignum A FLIGIDO Jesús mío: lloro las ofensas que os
he hecho, por los castigos que me han
reddíderunt, sed máxime ob moléstiam quam merecido, pero mucho más por el disgusto que os
tibi intulérunt, tibi qui me tantópere amásti. Ad he dado a Vos, que tan ardientemente me habéis
fletum minus Inférnus quam amor tui me amado. No es tanto el Infierno, como vuestro
excítat. O mi Jesu, amo te magis quam meípsum; amor, el que me hace llorar mis pecados. Os amo,
pǽnitet me quod tibi displícui; ne sinas me ¡oh Jesús, amor mío!, más que a mí mismo, y me
íterum tibi displícere. Da mihi perpetéum arrepiento de todo corazón de haberos ofendido;
amórem tui, et dein fac de me quídquid tibi no permitáis que vuelva a separarme de Vos otra
placúerit. vez; haced que os ame siempre y disponed de mí
como os agrade.

Pater noster, etc. Padre nuestro, etc.


Ave Maria, etc. Ave María, etc.
Gloria Patri, etc. Gloria al Padre, etc.

Miserére nostri, Dómine. Miserére nostri. Ten piedad, Señor, de nosotros. Ten piedad.
Fidélium ánimæ per misericórdiam Dei Descansen en paz, por la misericordia de Dios,
requiéscant in pace. Amen. las almas de los fieles. Amén.

STABAT MATER (VIII. STANTIA) STABAT MATER (VIIIª ESTROFA)

V suum dulcem natum


IDIT
Moriéndo desolátum, Y muriendo al Hijo amado,
que rindió, desamparado,
Dum emísit spíritum. el espíritu a su Padre.

VIIIª REFLEXIÓN DE BENEDICTO XVI VIIIª PETICIÓN DE BENEDICTO XVI

Jesús nos mira y suscita el llanto de la conversión

J ESÚS, el Maestro, sigue formando nuestra


humanidad a lo largo del Camino del Calvario.
Encontrando a las mujeres de Jerusalén acoge con su
H UMILDE Jesús, en tu cuerpo sufriente y
maltratado, denigrado y escarnecido, no
sabemos reconocer las heridas de nuestra
mirada de verdad y misericordia las lágrimas de
compasión derramadas sobre él. Dios, que ha llorado infidelidad y de nuestras ambiciones, de nuestras
sobre Jerusalén, educa ahora el llanto de esas mujeres traiciones y de nuestras rebeliones. Son heridas
para que no se quede en una estéril conmiseración que gimen e invocan el bálsamo de nuestra
externa. Las invita a reconocer en él la suerte del inocente
conversión, mientras nosotros hoy ya no sabemos
injustamente condenado y quemado, como leño verde,
como «castigo saludable». Les ayuda a que examinen el llorar por nuestros pecados.

V
leño seco del propio corazón y experimenten, así, el dolor
EN,Espíritu de la Verdad, ¡derrama sobre
benéfico de la compunción. Brota aquí el llanto auténtico,
cuando los ojos confiesan con las lágrimas no sólo el nosotros el don de la Sabiduría! En la luz del
pecado, sino también el dolor del corazón. Son lágrimas amor que salva danos el conocimiento de nuestra
benditas, como las de Pedro, signo de arrepentimiento y miseria, «las lágrimas que deshacen la culpa, el
prenda de conversión, que renuevan en nosotros la gracia
del Bautismo.
llanto que merece el perdón».
III‐XVII
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A DORÁMUS te, Christe, et benedícimus tibi.


Quia per sanctam Crucem tuam redemísti T E adoramos, Cristo y te bendecimos. Porque
has redimido al mundo por tu santa cruz.
mundum.

IX. STATIO NONUM IX. NOVENA ESTACIÓN


JESUS PROCÚMBIT TÉRTIUM SUB ÓNERE CRUCIS JESÚS CAE POR TERCERA VEZ BAJO LA CRUZ

V OS autem estis, qui permansístis mecum in


tentatiónibus meis: et ego dispóno vobis, V OSOTROS sois los que habéis perseverado
conmigo en mis pruebas, y yo preparo para
sicut dispósuii mihi Pater meus regnum, ut vosotros el reino como me lo preparó mi Padre a
edátis et bibátis super mensam meam in regno mí, de forma que comáis y bebáis a mi mesa en
meo. […]Simon, Simon, ecce, Sátanas expetívit mi reino. […] Simón, Simón, mira que Satanás
vos, ut cribráret sicut tríticum: ego autem rogávi os ha reclamado para cribaros como trigo. Pero
pro te, ut non defíciat fides tua: et tu aliquándo yo he pedido por ti, para que tu fe no se apague.
convérsus confírma fratres tuos. Y tú, cuando te hayas convertido, confirma a tus
(Lc 22, 28-30; 31-32) hermanos». (Lc 22, 28-30; 31-32)

C ONSIDÉRA tértium Jesu Christi sub cruce


lapsum. Procúmbit quia nímia erat ejus C ONSIDERA la tercera caída de Jesucristo.
Extremada era su debilidad y excesiva la
debílitas, et nímia sævítia carníficum, qui crueldad de los verdugos, que querían hacerle
III‐XVIII
volébant ut gressum acceleráret, dum vix unum apresurar el paso, cuando apenas le quedaba
gradum fácere posset. aliento para moverse.

O incleménter habíte Jesu, per méritum íllius


vírium defectiónis, qua in via ad Calvárium O H atormentado Jesús mío: por los méritos de
la debilidad que quisisteis padecer en
laboráre voluísti, tanto, precor, me vigóre vuestro camino al Calvario, dadme la fortaleza
confórta, ut nullum ámplius ad humána judícia necesaria para vencer los respetos humanos y
respéctum hábeam, ac vitiósam meam natúram todos mis desordenados y perversos apetitos, que
edómem: quod utrúmque in causa fuit cur tuam me han hecho despreciar vuestra amistad. Os
olim amicítiam contempsérim. Amo te, o Jesu, amo, ¡oh Jesús, amor mío!, más que a mí mismo,
mi Amor, ex toto corde meo; pǽnitet me quod tibi y me arrepiento de todo corazón de haberos
displícui: ne sinas me íterum tibi displícere. Da ofendido; no permitáis que vuelva a separarme
mihi perpétuum amórem tui, et dein fac de me de Vos otra vez; haced que os ame siempre y
quídquid tibi placúerit. disponed de mí como os agrade.

Pater noster, etc. Padre nuestro, etc.


Ave Maria, etc. Ave María, etc.
Gloria Patri, etc. Gloria al Padre, etc.

Miserére nostri, Dómine. Miserére nostri. Ten piedad, Señor, de nosotros. Ten piedad.
Fidélium ánimæ per misericórdiam Dei Descansen en paz, por la misericordia de Dios,
requiéscant in pace. Amen. las almas de los fieles. Amén.

STABAT MATER (IX. STANTIA) STABAT MATER (IXª ESTROFA)

E IA Mater,fons amóris,
Me sentíre vim dolóris O H Madre, fuente de amor,
hazme sentir tu dolor
Fac, ut tecum lúgeam. para que llore contigo.

IXª REFLEXIÓN DE BENEDICTO XVI IXª PETICIÓN DE BENEDICTO XVI

Jesús, con su debilidad, fortalece nuestra fragilidad

C ON su tercera caída, Jesús confiesa el amor


con el que ha abrazado por nosotros el peso de H UMILDE Jesús, ante las pruebas que criban
nuestra fe nos sentimos desolados: no nos
la prueba y renueva la llamada a seguirle hasta el acabamos de creer que nuestras pruebas hayan
final, en fidelidad. Pero nos concede también sido ya las tuyas, y que tú nos invitas
echar una mirada más allá del velo de la promesa: simplemente a vivirlas contigo.

¡V
«Si perseveramos, también reinaremos con él».
EN, Espíritu de la Verdad, en las caídas que
Sus caídas pertenecen al misterio de su
marcan nuestro camino! Enséñanos a
encarnación. Nos ha buscado en nuestra
apoyarnos en la fidelidad de Jesús, a creer en su
debilidad, bajando hasta lo más hondo de ella,
oración por nosotros, para acoger esa corriente de
para levantarnos hacía él. «Nos ha mostrado en sí
fuerza que sólo él, el Dios con nosotros, puede
mismo la vía de la humildad, para abrirnos la vía
darnos.
del regreso». «Nos ha enseñado la paciencia como
arma con la que se vence el mundo». Ahora, caído
en tierra por tercera vez, mientras «compadece
nuestras debilidades», nos indica la manera de no
sucumbir en la prueba: perseverar, permanecer
firmes y constantes. Simplemente: «Permanecer
en él».

III‐XIX
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A DORÁMUS te, Christe, et benedícimus tibi.


Quia per sanctam Crucem tuam redemísti T E adoramos, Cristo y te bendecimos. Porque
has redimido al mundo por tu santa cruz.
mundum.

X. STATIO DECIMUM X. DÉCIMA ESTACIÓN


JESUS VÉSTIBUS SPOLIÁTUR JESÚS ES DESPOJADO DE SUS VESTIDOS

M ILITES [...] acceperunt vestimenta ejus et


fecérunt quátuor partes: unicuique míliti L OS soldados […] cogieron su ropa, haciendo
cuatro partes, una para cada soldado, y
partem, et túnicam. Erat autem túnica apartaron la túnica. Era una túnica sin costura,
inconsútilis, désuper contéxta per totum. tejida toda de una pieza de arriba abajo. Y se
Dixérunt ergo ad ínvicem: Non scindámus eam, dijeron: «No la rasguemos, sino echémosla a
sed sortiámur de illa, cujus sit. Ut Scriptúra suertes, a ver a quién le toca». Así se cumplió la
implerétur, dicens: Partíti sunt vestiménta mea Escritura: «Se repartieron mis ropas y echaron a
sibi: et in vestem meam misérunt sortem. Et suerte mi túnica». Esto hicieron los soldados.
mílites quidem hæc fecérunt. (Jn 19, 23-24) (Jn 19, 23-24)

C ONSIDÉRA quam violénter Jesus vestiméntis


suis spoliétur. Cum enim vestis intérior C ONSIDERA cómo al ser despojado Jesús de sus
vestiduras por los verdugos, estando la
arcte carni flagéllis dilaniátæ adhǽreret, túnica interior pegada a las carnes desolladas
III‐XX
carnífices, avelléndo vestem, cutem ei quóque por los azotes, le arrancaran también con ella la
avéllunt. Súbeat te commiserátio Dómini tui, piel de su sagrado cuerpo. Compadece a tu Señor
eúmque sic allóquere: y dile:

I NNOCENTÍSSIME Jesu, per méritum dolóris


quem inter hanc spoliatiónem passus es, I NOCENTE Jesús mío: por los méritos del dolor
que entonces sufristeis, ayudadme a
adjúva me, precor, ut omnem in res creátas desnudarme de todos los afectos a las cosas
afféctum éxuam, et tota voluntátis meæ terrenas, para, que pueda yo poner todo mi amor
inclinatióne ad Te solum convértar, qui meo en Vos, que tan digno sois de ser amado. Os amo,
nimis dignus es amóre. Amo te ex toto corde meo; ¡oh Jesús, amor mío!, más que a mí mismo, y me
pǽnitet me quod tibi displícui; ne sinas me arrepiento de todo corazón de haberos ofendido;
íterum tibi displícere. Da mihi perpétuum no permitáis que vuelva a separarme de Vos otra
amórem tui, et dein fac de me quídquid tibi vez; haced que os ame siempre y disponed de mí
placúerit. como os agrade.

Pater noster, etc. Padre nuestro, etc.


Ave Maria, etc. Ave María, etc.
Gloria Patri, etc. Gloria al Padre, etc.

Miserére nostri, Dómine. Miserére nostri. Ten piedad, Señor, de nosotros. Ten piedad.
Fidélium ánimæ per misericórdiam Dei Descansen en paz, por la misericordia de Dios,
requiéscant in pace. Amen. las almas de los fieles. Amén.

STABAT MATER (X. STANTIA) STABAT MATER (Xª ESTROFA)

F AC, utárdeat cor meum


In amándo Christum Deum, Y que por mi Cristo amado,
mi corazón abrasado
Ut sibi compláceam. más viva en él que conmigo.

Xª REFLEXIÓN DE BENEDICTO XVI Xª PETICIÓN DE BENEDICTO XVI

Jesús queda desnudo para revestirnos con la vestidura de hijos

J ESÚS queda desnudo. El icono de Cristo


despojado de sus vestiduras es rico de H UMILDE Jesús, delante de tu desnudez
descubrimos lo esencial de nuestra vida y de
resonancias bíblicas: nos devuelve a la desnudez nuestra alegría: ser en ti hijos del Padre. Pero
inocente de los orígenes y a la vergüenza de la confesamos también la resistencia a abrazar la
caída. En la inocencia original, la desnudez era la pobreza como dependencia del Padre, a acoger la
vestidura de la gloria del hombre: su amistad desnudez como hábito filial.

V
trasparente y hermosa con Dios. Con la caída, la
EN, Espíritu de la Verdad, ayúdanos a
armonía de esa relación se rompe, la desnudez
reconocer y a bendecir en cada expolio que
sufre vergüenza y lleva consigo el recuerdo
sufrimos una cita con la verdad de nuestro ser, un
dramático de aquella pérdida. La desnudez
encuentro con la desnudez redentora del
significa la verdad del ser. Jesús, despojado de sus
Salvador, un trampolín que nos lanza hacia el
vestiduras, tejió en la cruz el hábito nuevo de la
abrazo filial con el Padre.
dignidad filial del hombre. Esa túnica sin costuras
queda allí, íntegra para nosotros; la vestidura de
su filiación divina no se ha rasgado, sino que,
desde lo alto de la cruz, se nos ha dado.

III‐XXI
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A DORÁMUS te, Christe, et benedícimus tibi.


Quia per sanctam Crucem tuam redemísti T E adoramos, Cristo y te bendecimos. Porque
has redimido al mundo por tu santa cruz.
mundum.

XI. STATIO UNDECIMUM XI. UNDÉCIMA ESTACIÓN


JESUS CLAVIS AFFÍGITUR CRUCI JESÚS ES FIJADO CON CLAVOS A LA CRUZ

U BI crucifixérunt eum, et cum eo alios duos,


hinc et hinc, médium autem Jesum. Scripsit L O crucificaron y con él a otros dos, uno a cada
lado, y en medio, Jesús. Y Pilato escribió un
autem et títulum Pilátus: et pósuit super letrero y lo puso encima de la cruz; en él estaba
crucem. Erat autem scriptum: Jesus Nazarénus, escrito: «Jesús, el Nazareno, el rey de los judíos».
Rex Judæórum. Hunc ergo títulum multi Leyeron el letrero muchos judíos, porque estaba
Judæórum legérunt, quia prope civitátem erat cerca el lugar donde crucificaron a Jesús, y
locus, ubi crucifíxus est Jesus. Et erat scriptum estaba escrito en hebreo, latín y griego. Entonces
hebráice, græce et latíne. Dicébant ergo Piláto los sumos sacerdotes de los judíos dijeron a
pontífices Judæórum: Noli scríbere Rex Pilato: «No escribas: ‹El Rey de los judíos›, sino:
Judæórum, sed quia ipse dixit: Rex sum ‹Este ha dicho: Soy el rey de los judíos›». Pilato
Judæórum. Respóndit Pilátus: Quod scripsi, les contestó: «Lo escrito, escrito está».
scripsi. (Jn 19, 18-22) (Jn 19, 18-22)

III‐XXII
C ONSIDÉRA quómodo Jesus in crucem
coniciátur, et exténsis bráchiis, vitam suam C ONSIDERA cómo Jesús, tendido sobre la Cruz,
alarga sus pies y manos y ofrece al Eterno
in sacrifícium pro nostra salúte ætérno Patri Padre el sacrificio de su vida por nuestra
ófferat. Carnífices clavis eum affígunt, dein salvación; le enclavan aquellos bárbaros
erígunt crucem, et infámi patíbulo suffíxum verdugos y después levantan la Cruz en alto,
sǽvæ morti permíttunt. dejándole morir de dolor sobre aquel patíbulo
infame.

O contemptíssime Jesu, affige pédibus tuis


cor meum, ut amóris vínculo ligátum O Hdespreciado Jesús mío: Clavad mi corazón
a vuestros pies para que quede siempre ahí
semper tecum remáneat, necque ámplius a te amándoos y no os deje más. Os amo, ¡oh Jesús,
avellátur. Amo te magis quam meípsum; pǽnitet amor mío!, más que a mí mismo, y me arrepiento
me quod tibi displícui: ne permíttas me íterum de todo corazón de haberos ofendido: no
tibi displícere. Da mihi perpétuum amórem tui, permitáis que vuelva a separarme de Vos otra
et dein fac de me quídquid tibi placúerit. vez: haced que os ame siempre y disponed de mí
como os agrade.

Pater noster, etc. Padre nuestro, etc.


Ave Maria, etc. Ave María, etc.
Gloria Patri, etc. Gloria al Padre, etc.

Miserére nostri, Dómine. Miserére nostri. Ten piedad, Señor, de nosotros. Ten piedad.
Fidélium ánimæ per misericórdiam Dei Descansen en paz, por la misericordia de Dios,
requiéscant in pace. Amen. las almas de los fieles. Amén.

STABAT MATER (XI. STANTIA) STABAT MATER (XIª ESTROFA)

S ANCTA Mater, istud agas,


Crucifíxi fige plagas Y porque a amarte me anime
en mi corazón imprime
Cordi meo válide. las llagas que tuvo en sí.

XIª REFLEXIÓN DE BENEDICTO XVI XIª PETICIÓN DE BENEDICTO XVI

Jesús, elevado sobre la tierra, atrae a todos hacia sí

J ESÚS crucificado está en el centro; la


inscripción regia, alta sobre la cruz, abre las S Jesús, crucificado por nosotros. Tú eres
EÑOR
la confesión del gran amor del Padre por la
profundidades del misterio: Jesús es el rey y la humanidad, el icono de la única verdad creíble.
cruz es su trono. La realeza de Jesús, escrita en Atráenos hacia ti, para que aprendamos a vivir
tres lenguas, es un mensaje universal: para el «por amor de tu amor».
sencillo y el sabio, para el pobre y el poderoso,
para quien se acoge a la Ley divina y para quien
confía en el poder político. La imagen del V EN,Espíritu de la Verdad, ayúdanos a elegir
siempre a «Dios y su voluntad frente a los
crucificado, que ninguna sentencia humana podrá intereses del mundo y sus poderes, para
remover nunca de las paredes de nuestro corazón, descubrir, en la impotencia externa del
será para siempre la palabra regia de la Verdad: Crucificado, la potencia siempre nueva de la
«Luz crucificada que ilumina a los ciegos», «tesoro verdad».
cubierto que sólo la oración puede abrir», corazón
del mundo. Jesús no reina dominando, con un
poder de este mundo, él «no tiene ninguna legión».
Jesús reina atrayendo: su imán es el amor del
Padre que en él se da por nosotros «hasta el
extremo». «Nada se libra de su calor».
III‐XXIII
HIC GENUFLECTIT ARRODILLARSE AQUÍ

A DORÁMUS te, Christe, et benedícimus tibi.


Quia per sanctam Crucem tuam redemísti T E adoramos, Cristo y te bendecimos. Porque
has redimido al mundo por tu santa cruz.
mundum.

XII. STATIO DUODECIMUM XII. DUODÉCIMA ESTACIÓN


JESUS MÓRITUR IN CRUCE JESÚS MUERE EN LA CRUZ

P ÓSTEA sciens Jesus, quia ómnia consummáta


sunt, ut consummarétur Scriptúra, dixit: S ABIENDO Jesús que ya todo estaba cumplido,
para que se cumpliera la Escritura, dijo:
Sítio. Vas ergo erat pósitum acéto plenum. Illi «Tengo sed». Había allí un jarro lleno de vinagre.
autem spóngiam plenam acéto, hyssópo Y, sujetando una esponja empapada en vinagre
circumponéntes, obtulérunt ori ejus. Cum ergo a una caña de hisopo, se la acercaron a la boca.
accepísset Jesus acétum, dixit: Consummátum Jesús, cuando tomó el vinagre, dijo: «Está
est. Et inclináte cápite trádidit spíritum. cumplido». E, inclinando la cabeza, entregó el
(Jn 19, 28-30) espíritu. (Jn 19, 28-30)

C ONSIDÉRA tuum cruci suffíxum Jesum, qui


post trium horárum cum morte luctam, C ONSIDERA cómo Jesús, después de tres horas
de agonía en la Cruz, consumido de dolores y
dolóribus tandem consúmptus addícit corpus exhausto de fuerzas su cuerpo, inclina la cabeza
morti, et inclináto cápite emíttit spíritum. y entrega su espíritu.
III‐XXIV
O mórtue Jesu, exósculor, pietátis sensu
íntime commótus, hanc crucem in qua tu, O H difunto Jesús mío: Beso enternecido esa
Cruz en que por mí habéis muerto. Yo, por
mei causa, vitæ tuæ finem implevísti. Ob mis pecados, tenía merecida una mala muerte,
commíssa peccáta infelícem mihi mortem mas la vuestra es mi esperanza. Ea, pues, Señor,
promérui; sed mors tua est spes mea. Per Mortis por los méritos de vuestra santísima muerte,
tuæ mérita, concéde mihi precor, ut in ampléxu concededme la gracia de morir abrazado a
pedum tuórum extrémum spíritum, tui amóre vuestros pies y consumido por vuestro amor. En
flagrans, aliquándo reddam. In manus tuas vuestras manos encomiendo mi alma. Os amo,
comméndo spíritum meum. Amo te ex toto corde ¡oh Jesús, amor mío!, más que a mí mismo, y me
meo; pǽnitet me quod tibi displícui: ne sinas me arrepiento de todo corazón de haberos ofendido;
íterum tibi displícere. Da mihi perpétuum no permitáis que vuelva a separarme de Vos otra
amórem tui, et dein fac de me quídquid tibi vez; haced que os ame siempre y disponed de mí
placúerit. como os agrade.

Pater noster, etc. Padre nuestro, etc.


Ave Maria, etc. Ave María, etc.
Gloria Patri, etc. Gloria al Padre, etc.

Miserére nostri, Dómine. Miserére nostri. Ten piedad, Señor, de nosotros. Ten piedad.
Fidélium ánimæ per misericórdiam Dei Descansen en paz, por la misericordia de Dios,
requiéscant in pace. Amen. las almas de los fieles. Amén.

STABAT MATER (XII. STANTIA) STABAT MATER (XIIª ESTROFA)

T UI nati
vulneráti,
Tam dignáti pro me pati, Y de tu Hijo, Señora
divide conmigo ahora
Pænas mecum dívide. las que padeció por mí.

XIIª REFLEXIÓN DE BENEDICTO XVI XIIª PETICIÓN DE BENEDICTO XVI

Jesús vive su muerte como un don de amor

«T ENGO sed». «Está cumplido». En estas dos


palabras, Jesús nos muestra, con una ¡S EÑOR Jesús, muerto por nosotros! Tú pides
para dar, mueres para entregar y, al mismo
mirada hacia la humanidad y otra hacia el Padre, tiempo, nos haces descubrir en el don de sí mismo
el ardiente deseo que ha impregnado su persona y el gesto que crea el espacio de la unidad. Perdona
su misión: el amor al hombre y la obediencia al el vinagre de nuestro rechazo y de nuestra
Padre. Un amor horizontal y un amor vertical: ¡he incredulidad, perdona la sordera de nuestro
aquí el diseño de la cruz! Y desde el punto de corazón a tu grito sediento que sigue subiendo
encuentro de ese doble amor, allí donde Jesús desde el dolor de tantos hermanos.

V
inclina la cabeza, mana el Espíritu Santo, primer
EN, Espíritu Santo, heredad del Hijo que
fruto de su retorno al Padre. En este soplo vital
muere por nosotros: sé tú el faro que nos guíe
del cumplimiento, vibra el recuerdo de la obra de
«hasta la verdad plena» y «la raíz que nos conserve
la creación ahora redimida. Pero también la
en la unidad».
llamada a todos los que creen en él, a «completar
en nuestra carne lo que falta a los padecimientos
de Cristo». ¡Hasta que todo esté cumplido!

III‐XXV
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A DORÁMUS te, Christe, et benedícimus tibi.


Quia per sanctam Crucem tuam redemísti T E adoramos, Cristo y te bendecimos. Porque
has redimido al mundo por tu santa cruz.
mundum.

XIII. STATIO TERTIUM DECIMUM XIII. DECIMOTERCERA ESTACIÓN


JESUS DEPÓNITUR DE CRUCE JESÚS ES BAJADO DE LA CRUZ

V ENÉRUNT ergo mílites: et primi quidem


fregérunt crura et alteríus, qui crucifíxus est F UERON los soldados, le quebraron las piernas
al primero y luego al otro que habían
cum eo. Ad Jesum autem cum veníssent, ut crucificado con él; pero al llegar a Jesús, viendo
vidérunt eum jam mórtuum, non fregérunt ejus que ya había muerto, no le quebraron las
crura, sed unus mílitum láncea latus ejus piernas, sino que uno de los soldados, con la
apéruit, et contínuo exívit sanguis et aqua. Et lanza, le traspasó el costado, y al punto salió
qui vidit, testimónium perhíbuit: et verum est sangre y agua. El que lo vio da testimonio, y su
testimónium ejus. Et ille scit, quia vera dicit: ut testimonio es verdadero, y él sabe que dice la
et vos credátis. Post hæc autem rogávit Pilátum verdad, para que también vosotros creáis.
Joseph ab Arimathǽa (eo quod esset discípulus Después de esto, José de Arimatea, que era
Jesu, occúltus autem propter metum discípulo de Jesús aunque oculto por miedo a los
Judæórum), ut tólleret corpus Jesu. Et permísit judíos, pidió a Pilato que le dejara llevarse el
Pilátus. Venit ergo et tulit corpus Jesu. (Jn 19, cuerpo de Jesús. Y Pilato lo autorizó. Él fue
32-35; 38) entonces y se llevó el cuerpo. (Jn 19, 32-35; 38)
III‐XXVI
C ONSIDÉRA quómodo duo ex Jesu discípulis,
Joséphus nempe et Nicodémus, eum C ONSIDERA cómo, habiendo expirado ya el
Señor, le bajaron de la Cruz dos de sus
exanimátum de cruce tollant et inter bráchia discípulos, José y Nicodemo, y le depositaran en
perdoléntis Matris repónant, quæ mortuum los brazos de su afligida Madre, María, que le
Fílium peramánter recípit et arcte compléctitur. recibió con ternura y le estrechó contra su pecho
traspasado de dolor.

O mœrens Mater, per amórem quo Fílium


tuum amas, accípe me in servum tuum et O Madre afligida: Por el amor de este Hijo,
H
admitidme por vuestro siervo y rogadle por
precáre eum pro me. Tu vero, o mi Redémptor, mí. Y Vos, Redentor mío, ya que habéis querido
quóniam pro me mortuus es, fac benígne ut morir por mí, recibidme en el número de los que
amem te; te enim solum volo, nec extra te áliud os aman más de veras, pues yo no quiero amar
quídpiam mihi opto. Amo te, o mi Jesu, pǽnitet nada fuera de Vos. Os amo, ¡oh Jesús, amor mío!,
me quod tibi displícui: ne sinas me íterum tibi más que a mí mismo, me arrepiento de todo
displícere. Da mihi perpétuum amórem tui, et corazón de haberos ofendido; no permitáis que
dein fac de me quídquid tibi placúerit. vuelva a separarme de Vos otra vez; haced que
os ame siempre y disponed de mí como os agrade.

Pater noster, etc. Padre nuestro, etc.


Ave Maria, etc. Ave María, etc.
Gloria Patri, etc. Gloria al Padre, etc.

Miserére nostri, Dómine. Miserére nostri. Ten piedad, Señor, de nosotros. Ten piedad.
Fidélium ánimæ per misericórdiam Dei Descansen en paz, por la misericordia de Dios,
requiéscant in pace. Amen. las almas de los fieles. Amén.

STABAT MATER (XIII. STANTIA) STABAT MATER (XIIIª ESTROFA)

F AC me tecum pie flere,


Crucifíxo condolére, H AZME contigollorar
y de veras lastimar
Donec ego víxero. de su pena mientras vivo.

XIIIª REFLEXIÓN DE BENEDICTO XVI XIIIª PETICIÓN DE BENEDICTO XVI

El cuerpo de Jesús es acogido en el abrazo de la Madre

L A lanzada en el costado de Jesús, de herida se


convierte en abertura, en una puerta abierta
que nos deja ver el corazón de Dios. Aquí, su
S EÑOR Jesús, entregado a la madre, figura de la
Iglesia-Madre. Ante del icono de la Piedad
aprendemos la entrega al sí del amor, al abandono
infinito amor por nosotros nos deja sacar agua que y la acogida, la confianza y la atención concreta,
vivifica y bebida que invisiblemente sacia y nos
la ternura que sana la vida y suscita la alegría.
hace renacer. También nosotros nos acercamos al
cuerpo de Jesús bajado de la cruz y puesto en
brazos de la madre. Nos acercamos «no
caminando, sino creyendo, no con los pasos del
V EN,
Espíritu Santo, guíanos, como has guiado
a María, en la gratuidad irradiante del amor
«derramado por Dios en nuestros corazones con el
cuerpo, sino con la libre decisión del corazón». En
don de tu presencia».
este cuerpo exánime nos reconocemos como sus
miembros heridos y sufrientes, pero protegidos
por el abrazo amoroso de la madre. Pero nos
reconocemos también en estos brazos maternales,
fuertes y tiernos a la vez. Los brazos abiertos de
la Iglesia-Madre son como el altar que nos ofrece
el Cuerpo de Cristo y, allí, nosotros llegamos a ser
Cuerpo místico de Cristo.
III‐XXVII
HIC GENUFLECTIT ARRODILLARSE AQUÍ

A DORÁMUS te, Christe, et benedícimus tibi.


Quia per sanctam Crucem tuam redemísti T E adoramos, Cristo y te bendecimos. Porque
has redimido al mundo por tu santa cruz.
mundum.

XIV. STATIO QUARTUM DECIMUM XIV. DECIMOCUARTA ESTACIÓN


JESUS SEPÚLCHRO CÓNDITUR JESÚS ES CONDUCIDO AL SEPULCRO

A CCEPÉRUNT ergo corpus Jesu, et ligavérunt


illud línteis cum aromátibus, sicut mos est T OMARON el cuerpo de Jesús y lo envolvieron
en los lienzos con los aromas, según se
Judǽis sepelíre. Erat autem in loco, ubi acostumbra a enterrar entre los judíos. Había un
crucifíxus est, hortus: et in horto monuméntum huerto en el sitio donde lo crucificaron, y en el
novum, in quo nondum quisquam pósitus erat. huerto, un sepulcro nuevo donde nadie había
Ibi ergo propter Parascéven Judæórum, quia sido enterrado todavía. Y como para los judíos
juxta erat monuméntum, posuérunt Jesum. era el día de la Preparación, y el sepulcro estaba
(Jn 19, 40-42) cerca, pusieron allí a Jesús. (Jn 19, 40-42)

C ONSIDÉRA quómodo discípuli exánimem


Redemptórem ad locum sepultúræ déferant. C ONSIDERA cómo los discípulos llevaron a
enterrar al Redentor, acompañándole
Mœrens Mater eos comitátur, et própriis también su Santísima Madre afligida, que le
mánibus corpus Fílii sepultúræ accommódat. depositó en el sepulcro con sus propias manos.
III‐XXVIII
Sepúlchrum dein occlúditur, et omnes a loco Después cerraron la puerta del sepulcro y se
recédunt. retiraron.

O sepúlte Jesu, exósculor hunc, qui te


recóndit, lápidem; sed post tríduum ex O H Jesús mío sepultado: Beso esa losa que os
encierra. Vos resucitasteis después de tres
sepúlchro resúrges. Per tuam resurrectiónem fac días; por vuestra resurrección os pido y os suplico
me, precor, extrémo die gloriósum tecum me hagáis resucitar glorioso en el día del juicio
resúrgere, et veníre in Cœlum, ubi tecum semper final para estar eterna-mente con Vos en la
conjúnctus, te laudábo et in ætérnum amábo. Gloria, amándoos y bendiciéndoos. Os amo, ¡oh
Amo te, et dóleo quod tibi displícui: ne sinas me Jesús, amor mío!, más que a mí mismo, me
íterum tibi displícere. Da mihi perpétuum arrepiento de todo corazón de haberos ofendido;
amórem tui, et dein fac de me quídquid tibi no permitáis que vuelva a separarme de Vos otra
placúerit. vez; haced que os ame siempre y disponed de mí
como os agrade.

Pater noster, etc. Padre nuestro, etc.


Ave Maria, etc. Ave María, etc.
Gloria Patri, etc. Gloria al Padre, etc.

Miserére nostri, Dómine. Miserére nostri. Ten piedad, Señor, de nosotros. Ten piedad.
Fidélium ánimæ per misericórdiam Dei Descansen en paz, por la misericordia de Dios,
requiéscant in pace. Amen. las almas de los fieles. Amén.

STABAT MATER (XIV. STANTIA) STABAT MATER (XIVª ESTROFA)

J UXTA Crucem tecum stare,


Et me tibi sociáre P ORQUE acompañar deseo
en la cruz, donde le veo
In plactu desídero. tu corazón compasivo.

XIVª REFLEXIÓN DE BENEDICTO XVI

La tierra del silencio y de la espera custodia a Jesús, semilla fecunda de vida nueva

U N jardín, símbolo de la vida con sus colores, acoge el misterio del hombre creado y redimido. En
un jardín, Dios puso a su criatura, y de allí la desterró tras la caída. En un jardín comenzó la
Pasión de Jesús, y en un jardín un sepulcro nuevo acoge al nuevo Adán que vuelve a la tierra, seno
materno que custodia la semilla fecunda que muere.

E S el tiempo de la fe que aguarda silenciosa, y de la esperanza que sabe percibir ya en la rama seca
el despuntar de un pequeño brote, promesa de salvación y de alegría.

A HORA la voz de «Dios habla en el gran silencio del corazón».

III‐XXIX
ORATIO AD DÓMINUM NOSTRUM JESUM CHRISTUM CRUCIFÍXUM ORACIÓN A NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO CRUCIFICADO

E N ego, o bone et dulcíssime Jesu, ante


conspéctum tuum génibus me provólvo, ac M IRADME,¡oh mi amado y buen Jesús!,
postrado en vuestra presencia: Os ruego,
máximo ánimi ardóre te oro atque obtéstor, ut con el mayor fervor, imprimáis en mi corazón
meum in cor vívidos fídei, spei et caritátis vivos sentimientos de Fe, Esperanza y Caridad,
sensus, atque veram peccatórum meórum verdadero dolor de mis pecados y firmísimo
pœniténtiam, eáque emmendándi firmíssimam propósito de jamás ofenderos; mientras que yo,
voluntátem velis imprímere; dum magno ánimi con el mayor afecto y compasión de que soy
afféctu et dolóre tua quinque vúlnera mecum capaz, voy considerando y contemplando
ipse consídero ac mente contémplor, illud præ vuestras cinco llagas, teniendo presente lo que
óculis habens, quod jam in ore ponébat tuo David de Vos, ¡oh buen Jesús!, dijo el profeta David:
prophéta de te, o bone Jesu: Fodérunt manus «Han taladrado mis manos y mis pies; se pueden
meas et pedes meos: dinumeravérunt ómnia ossa contar todos mis huesos» (Ps 21, 17-18). Amén.
mea (Ps 21, 17-18). Amen.
6 Pater noster. 6 Padre nuestro
6 Ave Maria. 6 Ave María.
6 Gloria Patri. 6 Gloria al Padre.
* Rezar los 5 primeros Pater, Ave y Gloria con los brazos en cruz en honor a las cinco llagas de nuestro Señor y la sexta tanda
por las intenciones del Soberano Pontífice.

In ✠ nómine Patris, et Fílii, et Spíritus Sancti. En el ✠ nombre del Padre, y del Hijo, y del
Amen. Espíritu Santo. Amén.

III‐XXX

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