0 calificaciones0% encontró este documento útil (0 votos) 231 vistas30 páginas1996 - Esteva Gustavo - Desarrollo
Texto de Gustavo Esteva sobre Desarrollo
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1796199
17.12.2009 08:53
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Buch/Zeitschrit: __Schlasseltexte der Friedensforschung / Wolfgang Dietrich ... (Hg.)
ISBN/ISSN: 3-7000-0502-4
Quelle: HBZ
ID: HT014896946
Erscheinungsort: Wien (u.a]
Verlag: ur
Aufsatztitel: Desarrollo
Aufsatzautor: Gustavo Esteva
Jahrgang; 2006
Band/Heft: 2
Seitenangabe: 325-354
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Lieferantencode: 82
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[2] Aachen BTH <82>
{3] Siegen UB <487>
[4] Duisburg UB <464>
{5] Manster UuLB
LUheberecttshinweis: Mit der Enigegennahme der Lieferung ist der Empngetverpichtet, die gesetzichon Urheberrechtsbestmmungen
zu beachten.Desarrollo”
Gustavo Esteva
Para decir «sin, para afirmar y aceptar, los brasilefios dicen «no» - pois
fiao, Nadie se confunde. Al enraizar su lenguaje en su propia cultura y
Jugar con las palabras para que hablen en sus contextos, los brasilefios
enriquecen su conversacién.
Al decir «desarrollo», sin embargo, la mayor parte de la gente dice
actualmente lo contrario de Jo que quiere expresar. Todo mundo se
confunde. Por usar sin sentido critico esta palabra sobrecargada, ya
condenada a la extincién, se esté transformando su agonia en una
condicién crénica. Han empezado a emanar todo género de pestes del
cadaver insepulto del desarrollo. Ha Ilegado el tiempo de revelar su secreto
y verlo en toda su desnudez.
La inyencién del subdesarrollo
A finales de la segunda guerra mundial, Estados Unidos era una maquina
productiva formidable e incesante, sin precedente en la historia. Constituia
sin disputa el centro del mundo. Eran el amo. Todas las instituciones
creadas en esos afios reconocieron ese hecho: hasta en la Carta de las
Naciones Unidas se escuch6 el eco de la Constitucién norteamericana,
Pero los norteamericanos querian algo més. Necesitaban hacer enteramente
explicita su nueva posicién en el mundo, Y querian consolidar su
hegemonfa y hacerla permanente. Para esos fines, concibieron una
campatia politica a escala global que portara claramente su sello.
Concibieron incluso un emblema apropiado para identificar la campaiia. Y
eligieron cuidadosamente 1a oportunidad de lanzar uno y otra -el 20 de
enero de 1949, Ese dia, el dia en que el presidente Truman tomé posesién,
se abrié una era para el mundo -la era del desarrollo.
Debemos emprender (dijo Truman) un nuevo programa audaz que permita
que los beneficios de nuestros avances cientificos y nuestro progreso
* Publicado por primera vez en castellano como Esteva, Gustavo (1996): «Desarrollo», en
Sachs, Wolfgang (Ed.): Diccionario del desarrollo. Una guia del conocimiento como
Poder, Lima, Pratec, 52-76.326 Gustavo Esteva
industrial sirvan para la mejoria y el crecimiento de las dreas
subdesarrolladas.
El viejo imperialismo - la explotacién para beneficio extranjero no
tiene ya cabida en nuestros planes. Lo que pensamos es un
programa de desarrollo basado en los conceptos de un trato justo
democratico.'
Al usar por primera vez en este contexto la palabra «subdesarrollo»,
Truman cambié el significado de desarrollo y creé el emblema, un
eufemismo, empleado desde entonces para aludir de manera discreta 0
descuidada a la era de la hegemonfa norteamericana.
Nunca antes una palabra habia sido universalmente aceptada el mismo dia
de su acufiacién politica. Una nueva percepcién, de uno mismo y del otro,
qued6 establecida de pronto. Doscientos afios de construccién social del
significado hist6rico-politico del término «desarrollo» fueron objeto de
usurpacién exitosa y metamorfosis grotesca, Una propuesta politica y
filos6fica de Marx, empacada al estilo norteamericano como lucha contra
el comunismo y al servicio del designio hegeménico de Estados Unidos,
logré permear ta mentalidad popular, lo mismo que la letrada, por el resto
del siglo,
El subdesarrollo comenz6, por tanto, el 20 de enero de 1949. Ese dia, dos
mil millones de personas se volvieron subdesarrolladas. En realidad, desde
entonces dejaron de ser lo que eran, en toda su diversidad, y se
convirtieron en un espejo invertido de la realidad de otros: un espejo que
los desprecia y los envia al final de Ia cola, un espejo que reduce la
definicién de su identidad, la de una mayoria heterogénea y diversa, a los
términos de una minoria pequefia y homogeneizante.
Truman no fue ef primero en emplear la palabra. Wilfred Benson, quien
fuera miembro del Secretariado de la Oficina Intemacional del Trabajo,
fue probablemente la persona que la inventd, cuando se refirié a las «areas
subdesarrolladas» al escribir sobre las bases econémicas de la paz en
* Harry S. Truman, Discurso de Investidura, 20 de enero de 1949, en Documents on
American Foreign Relations (Documentos sobre las Relaciones _Exteriores
‘Norteamericanas), Connecticut: Princeton University Press, 1967,Desarollo 327
1942. Pero Ja expresién no tuvo mayor eco, ni en el piblico ni en los
expertos. Dos afios mas tarde, Rosenstein-Rodan siguié hablando de «areas
econdmicamente atrasadas». Arthur Lewis, también en 1944, se refirié ala
‘brecha entre Jas naciones ricas y Jas pobres. A lo largo de 1a década, la
expresién aparecié ocasionalmente en libros técnicos 0 en documentos de
Naciones Unidas. Slo adquirié relevancia cuando Truman la presenté
como emblema de su propia politica. En este contexto, adquirié una
virulencia colonizadora insospechada,
Desde entonces, el desarrollo connota por lo menos una cosa: escapar de
wha condicién indigna Mlamada subdesarrollo. Cuando Nyerere propuso
que el desarrollo fuera la movilizaciéa politica de un pueblo para alcanzar
sus propios objetivos, consciente como estaba de fa locura de seguir fas
metas que otros habian establecido; cuando Rodolfo Stavenhagen propone
actualmente el etnodesarrallo o el desarrollo con autoconfianza, consciente,
de que debe «mirarse hacia adentroy y «buscar en la propia culturan, en
vez de seguir adoptando puntos de vista prestados y ajenos; cuando Jimoh
Omo-Fadaka plantea el desarrollo de abajo hacia arriba, consciente de que
ninguna de las estrategias basads en el disefic de arriba hacia abajo ha
logrado alcanzar sus objetivos explicitos; cuando Orlando Fals Borda y
Anisur Rahman insisten en el desarrollo participative, conscientes de las
exclusiones practicadas en nombre del desarrollo; cuando Jun Nishikawa
Propone «otro» desarrollo para Japén, consciente de que la era actual esté
terminando; cuando ellos y muchos otros califican el desarrollo y emplean
la palabra con advertencias y restricciones, como si se estuvieran
refiriendo a un campo minado, no parecen estar al tanto de la
contraproductividad de sus empefios. El campo minado exploté ya.
Para que alguien pueda concebir la posibilidad de escapar de una
condicién determinada, ¢s primero necesario que sienta que ha caido en
€sa condicién. Para quienes forman actualmente las dos terceras partes de
la poblacién del mundo, pensar en el desarrollo ~en cualquier clase de
desarrollo requiere primero percibirse como subdesarrollados, con toda la
carga de connotaciones que esto conlleva.
En la actualidad, para dos terceras partes de la gente en el mundo, el
subdesarrollo es una amenaza cumplida; una experiencia de vida
Subordinada y Mevada por el mal camino, de discriminacién y
? Wilfted Benson, “The Economie Advancement of Underdeveloped Areas” (El Progreso
Econdtmico de las areas subdesarrolladas), in The Economic Basis of Peace (La Base
EconSmica de la Paz), Londres: National Peace Council, 1942.328 Gustavo Esteva
subyugacién. Dads esta condicién previa, el simple hecho de asociar con el
desarrollo las intenciones propias las anula, las contradice, las esclaviza.
Impide pensar en objetivos propios, como queria Nyerere; socava la
confianza en uno mismo y en la cultura propia, como exige Stavenhagen;
solicita la administracién de arriba hacia abajo, contra la que se rebeld
Jimoh; convierte la participacién en un truco manipulatorio para involucrar
a la gente en la lucha para obtener lo que los poderosos quieren imponerle,
que era precisamente lo que Fals Borda y Rahman trataban de evitar.
Una metafora y su retorcida historia
El desarrollo ocupa ia posicién central de una constelacién seméntica
increiblemente poderosa. Nada hay en la mentalidad moderna que pueda
compararsele como fuerza conductora del pensamiento y del
comportamiento, Al mismo tiempo, muy pocas palabras son tan tenues,
fragiles e incapaces de dar sustancia y significado al pensamiento y la
accién como ésta.
En el lenguaje ordinario, el desarrollo describe un proceso a través del cual
se liberan las potencialidades de un objeto u organismo, hasta que alcanza
su forma natural, completa, hecha y derecha, De aqui se deriva el uso
metaférico del término para explicar el crecimiento natural de plantas y
animales. Por medio de esta metafora, se hizo posible mostrar la meta del
desarrollo y, mucho después, sw programa. El desarrollo o evolucién de los
seres vivos, en biologia, se refirié al proceso a través del cual tos
organismos logran realizar su potencialidad genética: la forma natural del
ser prevista por el bidlogo, El desarrollo se frustra siempre que la planta o
el animal no logran cumplir se programa genético, o lo sustituyen por otro.
En tales casos de fracaso, su crecimiento no es desarrollo, sino mas bien
una anomalia: comportamiento patolégico, e incluso antinatural, El estudio
de estos «monstruos» adquirié importancia critica para la formulacién de
las primeras teorias bioldgicas.
Entre 1759 (Wolff) y 1859 (Darwin), el desarrollo evolucioné de una
nocién de transformacién que supone un avance hacia la forma apropiada
de ser a una concepcién de cambio que implica encaminarse hacia una
forma cada vez mas perfecta, Durante este periodo, evolucién y desarrollo
Hegaron a emplearse como términos intercambiables entre los cientificos.Desarollo 329
La transferencia de la metéfora biolégica a Ia esfera social ocurrié en la
ultima parte del siglo XVIII. Justus Moser, un conservador que fundé la
historia social, empled desde 1708 la palabra Entwicklung para aludir al
proceso gradual de cambio social. Cuando se refirié a la transformacién de
algunas situaciones politicas, Ja describié casi como si fueran procesos
naturales. En 1774, Herder comenz6 a publicar su interpretacién de la
historia universal, en la que present6 correlaciones giobates comparando
edades de Ia vida con la historia social, Sin embargo, fue ms lejos en esta
comparacion, aplicando a sus elaboraciones la nocién organolégica de
desarrollo, acufiada en las discusiones cientificas de su tiempo. Con
frecuencia empled la imagen del germen para escribir el desarrollo de las
formas organizativas. A finales de} siglo, con base en la escala biologica
de Bonnet, traté de combinar la teoria de la naturaleza con la filosofia de la
historia, en un intento de crear una unidad sistemdtica y congruente, Segin
4, el desarrollo histérico era la continuacién del desarrollo natural, y
ambos no eran sino variantes del desarrollo homogéneo del cosmos, creado
por Dios.
Hacia 1800, Entwicklung comenz6 @ aparecer como verbo reflexive. El
autodesarrollo se puso de moda. Dios, entonces, comenzé a desaparecer de
‘a concepcion popular de) universo. Unas décadas mas tarde, se abrieron
todas las posibilidades al sujeto humano, autor de su propio desarrollo,
emancipado del designio divino. El desarrollo se convirtié en la categoria
central del trabajo de Marx: lo mostré como un proceso histérico que se
desenvuelve con el mismo cardcter necesario de las leyes naturales. Tanto
el concepto hegeliano de historia como el concepto darwinista de
evolucién se entrelazaron en el desarrollo, reforzados con el aura cientifica
de Marx,
Cuando la metéfora regresé al terreno verniculo, adquirié un virulento
poder colonizador, pronto aprovechado por los politicos, Convirtid la
historia en programa: un destino necesario e inevitable, El modo industrial
de produccién, que no era sino una forma, entre muchas, de la vida social,
se convirtié en Ja definicién del estadio terminal del camino unilineal de la
evolucién socia]. Este estadio !legé a ser la culminacién natural de las
potencialidades ya existentes en el hombre neolitico, como su evolucién
ligica. La historia fue asi reformulada en términos occidentales.
La metifora del desarrollo dio hegemonia global a una genealogia de la
historia puramente occidental, privando a los pueblos de culturas
diferentes de la oportunidad de definir las formas de su vida social. La330 Gustavo Esteva
secuencia verndcula (desarrollar es posible después de enrollar) se invirtié
con la transferencia. Las leyes cientificas tomaron el lugar de Dios en la
funcién de enrollar, definiendo el programa. Marx rescaté una iniciativa
factible, basada en el conocimiento de estas leyes, Truman se apoderé de
esta percepeién, pero transfirié el papel de primer motor - la condicién de
primum movens - de los comunistas y el proletariado a los expertos y el
capital (siguiendo asi, irénicamente, los precedentes establecidos por
Lenin y Stalin).
Los escombros de metéforas empleadas a lo largo del siglo XVII
comenzaron a formar parte del Ienguaje ordinario en el XIX, cuando la
palabra «desarrollo» concentré una variedad de connotaciones. Esta
sobrecarga de sentidos termind por disolver su significado preciso.
La Enciclopedia de todos los sistemas de ensefianza y educacién fue
publicada en Alemania en 1860. Su entrada «desarrollo» indicaba que
«este concepto se aplica a casi todo lo que el hombre hace y conoce». La
palabra, dijo Eucken en 1878, «se ha vuelto casi indtil para la ciencia,
salvo en ciertos campos».
Entre 1875 y 1900 se publicaron, en inglés, libros cuyos titulos aludian al
desarrollo de la constitucién ateniense, 1a novela inglesa, el sistema de
transporte en Estados Unidos, el matrimonio, la funcién patemal y demas.
Algunos autores preferian «evolucién» en el titulo de sus libros, que
estudiaban el termémetro o la idea de Dios. Otros preferian «crecimiento»
en el titulo. Pero todos ellos empleaban «desarrollo» en el texto, como su
principal término operative?
A principios del siglo XX, se generalizé un nuevo uso del término.
«Desarrollo urbano» definié, desde entonces, una forma especifica de
reformular el entorno de las ciudades, con base en el bulldozer y la
produccién industrial masiva, homogénea, de espacios urbanos e¢
instalaciones especializadas. Este uso especifico, empero, anticipacién del
trumanismo, no logré establecer la imagen generalizada que actualmente
se asocia con la palabra,
En la tercera década de este siglo, 1a asociacién entre desarrollo y
colonialismo, establecida cien afios antes, adquirié un significado
diferente. Cuando el gobierno britinico transformé su Ley del Desarrollo
3 Pegey Rosenthal, Words and Values: Some Leading Words and Where They Lead Us
(Palabras y Valores: Algunas palabras guias y a donde nos conducen), Oxford: Oxford
University Press, 1984,Desarolfo 331
de las Colonias en la Ley de Desarralio y Bienestar de las Colonias en
1939, reflej6 Ia profunda mutacién econémica y politica que se habia
producido en menos de una década. Para dar a la filosofia del protectorado
colonial un sentido positivo, los britdnicos adujeron la necesidad de
garantizar a los nativos niveles minimos de nutricién, salud y educacién.*
Tras identificar el nivel de civilizacién con el nivel de produccién, el
tmandato dual se fusiond en uno solo: desarrollo.*
A lo largo del siglo, los sentidos asociados con el desarrollo urbano y el
colonial convergieron con ;muchos otros para transformar Ja palabra
«desarrollo», paso a paso, en un término cuyos contornos resultan tan
precisos como los de una ameba. Es ahora un simple algoritmo, cuyo
significado depende del contexto en que se emplea. Puede aludir a un
Proyecto de vivienda, a la secuencia légica del pensamiento, al despertar
de la mente de un nifio, a Ja parte media de una partida de ajedrez o a la
explosién de los pechos de una quinceafiera. Sin embargo, aunque carece,
por sf mismo, de toda denotacién precisa, se encuentra firmemente
asentado en la percepcidn popular e intelectual. Y siempre aparece como la
evocacién de una red de significados en que la persona que lo emplea esta
imemediablemente atrapada.
Desarrollo no puede desligarse de las palabras con las cuales se le formé -
crecimiento, evolucién, maduracién, De] mismo modo, quienes la emplean
actualmente no pucden liberarse de Ia red de sentidos que da una ceguera
especifica a su Jenguaje, su pensamiento y su accién. No importa el
Contexto en que se emplee, o Ia connotacién precisa que la persona que lo
usa quiera darle, Ja expresién se encuentra calificada y coloreada por
significados acaso indeseables. La palabra implica siempre un cambio
favorable, un paso de lo simple a lo complejo, de lo inferior a lo superior,
de lo peor a lo mejor. La palabra indica que uno lo esté haciendo bien,
Porque avanza en el sentido de una ley necesaria, ineluctable y universal y
hacia una meta deseable. La palabra retiene hasta ahora el significado que
le dio hace un siglo el creador de la ecologia, Haeckel: «Desarrollo es, a
Partir de ahora, la palabra magica con la que podemos resolver todos los
“W.K. Hancock, citado en H. W. Arendt, “Economic Development: A Semantic History”
Desarrollo Econsmico: Una Historia Seméntica}, en Economic Development and Cultural
Ghange, Vol,26, abril de 1981.
Wolfgang Sachs, “The Archeology of the Development Idea” (La Arqueologia de la Ides
el Desarrollo), Interculture, Vol. 23, Nim.4, otofio de 1990 [publicado en castellano en
Opciones, México, No. 2-7, 1992).332 Gustavo Esteva
misterios que nos rodean o que, por lo menos, nos puede guiar a su
solucién».
Para dos terceras partes de la gente en el mundo, sin embargo, este
significado positivo de la palabra «desarrollo» -profundamente enraizado
tras dos siglos de construccién social - es un recordatorio de Jo que no son.
Les recuerda una condicién indescable e indigna. Para escapar de ella,
necesitan hacerse esclavos de las experiencias y suefios de otros.
Colonizando el anticolonialismo
En la concepcién grandiosa del discurso de Truman, no hay lugar para la
precision técnica o teérica. El emblema define un programa consciente de
la legada de Mao, que ve la evolucién como antidoto de la revolucién (en
la tradicin de Herder), aunque adopta simulténeamente el impetu
revolucionario de que Marx doté a la palabra, La concepcién de Truman
emplea a veces «desarrollo» en el sentido transitivo de los administradores
coloniales brithnicos, a fin de establecer claramente 1a jerarquia de las
iniciativas que promueve. Pero a veces pasa también con dificultad al
empleo intransitivo el término, en la més refinada tradicién hegeliana.
Como se dio por sentado que el subdesarrollo mismo «estaba ahi,» que era
algo real, comenzaron a aparecer «explicaciones» del fendmeno. Empezo
de inmediato una intensa biisqueda de sus causas materiales e histéricas,
Algunos, como Hirschman, no dieron importancia al periodo de gestacién.
Otros, por lo contrario, convirtieron este aspecto en el elemento central de
sus elaboraciones, y describieron con penoso detalle ta explotacién
colonial en todas sus vatiantes y la acumulacion originaria de capital,
Comenzé también a prestarse atencién pragmatica a los factores internos
extemos que parecian ser causa actual de subdesarrollo: relacién de
precios del intercambio, intereambio desigual, dependencia,
proteccionismo, imperfecciones del mercado, corrupci6n, falta de
democracia o de espiritu empresarial...
En América Latina, el Cuerpo de Paz, el Programa del Punto Cuarto, la
Guerra contra Ja Pobreza, y 1a Alianza para el Progreso contribuyeron a
enraizar la nocién de subdesarrollo en la percepcién popular, y a
profundizar la invalidez creada con ella. Ninguna de esas campafias fue
comparable en su efecto al que lograron, en el mismo sentido, los tedricos
latinoamericanos de la dependencia y otros intelectuates de izquierda,Desarollo 333
dedicados a criticar todas y cada una de las estrategias de desarrollo que
Jos norteamericanos pusieron sucesivamente de moda,
Para ellos, como para muchos otros, Truman simplemente habia empleado
una nueva palabra para designar algo que ya estaba ahi: el atraso o la
pobreza. De acuerdo con ellos, los paises «atrasados» 0 «pobres» estaban
ex esa condicién por los saqueos previos del proceso de colonizacién y la
Violacién continua a que los sujetaba la explotacién capitalista a escala
nacional ¢ internacional: el subdesarrofio era la creacién del desarrollo. Al
adoptar de modo acritico ef punto de vista al que creian oponerse, su
eficiente critica de 1a ambigtiedad e hipocresia de los promotores
occidentales det desarrollo dio carécter virulento a la fuerza colonizadora
de la metéfora. (,Cémo ignorar, dijo alguna vez Marx, «el hecho
indudable de que India esté atada al yogo inglés por un ejército hind’
sustentado por la India?»).
La discusién misma del origen o las causas actuales del subdesarrollo
ilustra fa medida en que se admite como algo real, concreto, cuantificable e
identificable: un fendmeno cuyo origen y modalidades pueden ser objeto
de investigacion, La palabra define una percepcién. Y ésta se convierte, a
Su vez, en un objeto, un hecho. Nadie parece poner en duda que el
concepto aluda a fendmenos reales. Nadie se da cuenta que es un adjetivo
comiparativo ouya base de sustentacion es el supuesto, ny occidental pero
inaceptable e indemostrable, de la unidad, homogeneidad y evalucién
‘ineal del mundo. Despliega una falsificacién de la realidad, producida
mediante el desmembramiento de la totalidad de procesos interconectados
que constituyen la realidad del mundo, y la sustituyen con uno de sus
fragmentos, aislado del resto, como punto general de referencia.®
Inflacién conceptual
El desarrolo, que suftié la mas dramitica y grotesca metamorfosis de su
historia en manos de Truman, se etmpobrecié aun mas en las manos de sus
Primeros promotores, que lo redujeron a crecimiento econdmico. Para
Cllos, el desarrollo consistia simplemente en el crecimiento del ingreso por
Persona en las dreas econémicamente subdesarrolladas. Esta fue la meta
ee
“Eric Wolf, Europa y la gente sin historia, México: Fondo de Cultura Eeon6mica, 1987,334 Gustavo Esteva
propuesta por Lewis en 1944 e insinuada por la Carta de Naciones Unidas
en 1947,
El dictum de Lewis, en 1945, «Debe observarse ante todo que nuestro
tema es el crecimiento, y no la distribucién»,’ refleja el acento
convencional en el crecimiento econémico que perme6 todo el campo de!
pensamiento sobre desarrollo, Paul Baran, de lejos el m&s influyente
economista del desarrollo entre los izquierdistas, escribié en 1957 sobre la
economfa politica del crecimiento y definié crecimiento o desarrollo como
el incremento en Ja produccién per capita de bienes materiales,’ Walter
Rostow, que fuvo un impacto impresionante en el pensamiento
institucional y en el publico, presentd su «umanifieste no comunista» en.
1960, como una descripcidn de las etapas del crecimiento econémico, bajo
el supuesto de que esta sola variable puede caracterizar a toda la sociedad.”
Desde luego, ambos abordaban mucho mas que un crecimiento econémico
miope, pero su acento reflejé el espiritu de los tiempos... y el meollo de la
cuestién.””
Tal orientacién no constitufa una subestimacién de las consecuencias
sociales del crecimiento econdmico répido ni el desprecio por las
realidades sociales. El primer Informe sobre la Situacién Social Mundial,
publicado en 1952, desperté inusitado interés tanto dentro como fuera de
las instituciones de Naciones Unidas. El Informe se concentré en la
descripcién de las «condiciones sociales existentes» y sdlo de modo
incidental abordé los programas para mejorarlas. Pero quienes proponian
esos programas hallaron en él inspiracién y apoyo para su preocupacién
por medidas inmediatas de alivio a Ia pobreza. Como muchos otros,
estaban tratando de desarrollar en los paises «subdesarrollados» los
” W. Arthur Lewis, The Theory of Economic Growth (La Teoria del Crecimiento
Econémico), Homewood, 1.: Richard D, Irwin, 1995.
* Paul N. Baran, La Economia Politica del Crecimiento, México: Fondo ée Cultura
Econémica, 1959. (La primera edici6n en inglés, por Monthly Review Press es de 1957.)
° Walter Rostow, Las Etapas del Crecimiento Econémico, México: Fondo de Cultura
Econémica, 1961. (La primera edicién en inglés, por Cambridge University Press, es de
1960.)
}° Baran supuso que el desarrollo econémico siempre implicaba una profunda
transformacién de las estructuras econdmicas, socizles y politicas de la sociedad, y de las
organizaciones dominantes de produccién, distribucién y consumo, Pero igualé tanto el
crecimiento como el desarrollo con el incremento en la produccién per cdpita de bienes
materiales. Rostow reconocié que 1a historia moderna no puede reducirse a clasificaciones
fimitadas y arbitrarias de etapas de crecimiento econémico, pero encontré que tal
generalizacién puede ser la clave de los desafios actuales.Desarollo 335
servicios sociales basicos y las «profesiones de atencién» que encontraban
en los paises avanzados. Estas preocupaciones pragmaticas, asi como las
tempranas intuiciones tedricas que iban mis alld de Ja vision dogmatica de
quienes sélo se ocupan de indicadores econdmicos, estaban, sin embargo,
eclipsadas por Ja obsesién general con la industrializacion generalizada y
el crecimiento del PNB que dominaba en la década de 1950. Prevalecia el
optimismo; de acuerdo con indicadores estadisticos e informes oficiales,
tanto la situacién social como Ios programas sociales de estos paises
estaban mejorando continuamente. Tal progreso, de acuerdo con ja
sabiduria convencional, no era’ sino la consecuencia natural del
crecimiento répido del PNB.
La controversia endémica entre los dedicados a la medicién de variables
econdmicas y los especiatistas en servicios sociales no se elimind con tal
evolucién. Los Jnformes sobre la situacién social, periédicamente
elaborados por Naciones Unidas, lo documentaron tangencialmente, La
expresién «desarrollo social», lentamente introducida en los Informes,
aparecié sin definicién, como una vaga contraparte del «desarrollo
econdmico», y como un sustituto de la nocién estética de «situacién
Social, Se percibid lo «sociaby y lo «econdmicoy como realidades
tintas. La idea de cierto «equilibrio» entre estos «aspectos» se convirtid
Primero en un desideratum y més tarde en el objeto de un examen
sistematico, El Consejo Econémico y Social de Naciones Unidas (Ecosoc)
Tecomendé en 1962 Ja integracion de ambos aspectos en el desarrollo. Ese
mismo afio, las Propuestas de Accién de la Primera Década del Desarrollo
de Naciones Unidas (1960-1970) establecieron que:
El problema de los paises subdesarrollados no es mero
crecimiento, sino desarrollo... El desarrollo es crecimiento mis
cambio [afiadieron]. El cambio, a su vez, es social y cultural tanto
como econémico, y cualitativo tanto como cuantitativo... El
concepto clave debe ser mejorar la calidad de vida de la gente."
La creacién del Instituto de Investigaciones de Naciones Unidas para el
Desarrollo Social (Unrisd), en 1963, fue por si misma una ilustracion de
las preocupaciones del periodo. Otra resolucién del Ecosoc, en 1966,
™ Naciones Unidas, The UN Development Decade: Proposals for Action (La Désada del
Desarrollo de las Naciones Unidas: Propuestas para la Accién), Nueva York, UN, 1962.
(Hay edicibn en espaol).336 Gustavo Esteva
seconocié la interdependencia de los factores econdmicos y sociales y la
necesidad de armonizar la planeacién econdmica con Ia social.
A pesar de este cambio gradual, a lo largo de la Primera Década del
Desarrollo de Naciones Unidas el desarrollo siguié siendo percibido como
un camino definible de crecimiento econémico, que pasaba por varias
etapas, y la «integracién» fue la palabra clave que vinculaba ef aspecto
social con el econémico. En Ja década de 1960, como el Unrisd reconocié
més tarde, ef desarrollo social «fue visto en parte como una precondicién
del crecimiento econémico y en parte como la justificacién moral de este y
de los sacrificios que implicaba».'?
A finales de la década, sin embargo, muchos factores contribuyeron a.
enfriar el optimismo sobre el crecimiento econémico: se hicieron mas
perceptibles que al principio de la década las deficiencias de fas politicas y
los procesos en curso; se ampliaron jos atributos que debian ser integrados;
y se hizo claro que el crecimiento répido estaba siempre acompajiado de
crecientes desigualdades. Para entonces, los economistas se sentian més
inclinados a reconocer los aspectos sociales como «obstéculos sociales».
Evidencias uniformes permeaban a los érganos oficiales:
El hecho de que el desarrollo deje atris, o incluso cree de alguna
manera, grandes zonas de pobreza, estancamiento, marginalidad y
exclusion real del progreso econémico y social es demasiado obvio
y urgente para dejarse de lado."
Conceptualmente, existia una rebelién generalizada contra la camisa de
fuerza de las definiciones econdmicas del desarrollo, que constrefiian sus
metas a indicadores cuantitativos mds o menos irrelevantes. El presidente
del Banco Mundial, Robert S. McNamara, planteé muy claramente el
asunto en 1970. Tras reconocer que una alta tasa de crecimiento no habia
traido consigo un progreso satisfactorio en el desarrollo durante la Primera
Década, insistié en que fa de 1970, debia contener algo mds que medidas
burdas de crecimiento econémico.'* Sin embargo, el «destronamiento del
" UNRISD, Un enfogue de Ia investigacién del desarrollo, Ginebra: UNRISD, 1979,
" Naciones Unidas, “Report of the 1969 Meeting of Experts on Social Policy and
Panning” (Informe del Encuentro de Expertos en Politica Sociel y Planificacién 1969), en
International Soctal Development Review, nim. 3, 1971.
"Robert S, McNamara, “The True Dimension of the Task” (La Verdadera Dimension dela
area), en International Development Review, 1970,Vol. 1Desarollo 337
PNB», como se llamé entonces a esta cruzada, no llegé muy lejos: no fue
posible lograr consenso internacional o académico sobre cualquier otra
definicion.
Mientras la Primera Década consideraba separadamente los aspectos
sociales y econémicos del desarrollo, la Segunda comprendié la mezcla de
los dos. Se formuld un nuevo paradigma, el de la integracién, tras
Teconocer la necesaria integracién de los recursos fisicos, los procesos
técnicos, los aspectos econdmicos y el cambio social, La Estrategia para el
Desarrollo Internacional, proglamada el 24 de octubre de 1970, demandé
una estrategia global, basada en la accién conjunta y concentrada en todas
as esferas de la vida econémica y social. EJ punto de flexion, sin embargo,
no estuvo en la Estrategia sino en una resolucién casi simultanea de
Naciones Unidas, que establecié un proyecto para la identificacién de un
enfoque unificado del desarrollo y la planeacién, «que debe integrar
Plenamente los componentes econémicos y sociales en la formulacién de
Politicas y programas». Fl enfoque deberia incluir los componentes
disefiados:
(a) No dejar a sector alguno de la poblacién fuera del alcance del
cambio y el desarrollo.
(b) Efectuar un cambio estructural que favorezca el desarfollo
nacional y active a todos los sectores de Ja poblacién para
participar en el proceso de desarrollo.
(©) Proponerse la equidad social, incluyendo ei logro de una
istribucién equitativa del ingreso y la riqueza en la nacién.
(d) Dar alta priotidad al desarrollo de las potencialidades
‘humanas...a proporcionar oportunidades de empleo y a satisfacer
las necesidades de los nifios.'®
Comenzé asi una biisqueda de un enfoque unificado para el andlisis y la
planeacién de! desarrollo, que examiné simultaneamente ta integracién
intrasectorial y espacial, regional, y el «desarrollo participativo». Fue un
Proyecto frustrante y de corta vida, como empresa de Naciones Unidas. Su
critica de las ideas y métodos de desarrollo econémico dominantes
encontré gran resistencia. Y su incapacidad de ofrecer remedios
universales simples lo condend a una répida extincién. El proyecto,
° UNRISD, The Quest for a Unified Approach to Development (La Bisqueda ge un
Enfoque Unificado del Desarrollo), Ginebra, UNRISD, 1980,338 Gustavo Esteva
empero, incubé Ja mayor parte de las ideas y lemas que animaron el debate
sobre €l desarrollo durante fos siguientes afios,
La Segunda Década, que se inicié con esta preocupacién por encontrar un
enfoque unificado, evoluciond de hecho en la direccién opuesta: la
dispersion. Se trajeron en rapida sucesi6n, al centro de las preocupaciones,
«problemas basicosn, como el ambiente, 1a poblaciéa, el hambre, la mujer,
el habitat 0 el empleo. Cada «problema» siguié por un tiempo su carrera
independiente, concentrando la atencion publica e institucional, Mas tarde,
se demostrd la compleja relacion de cada «problema» con todos los demis,
y comenz6 el ejercicio pertinente de unificacién, colocando a uno de los
«problemas» en el centro del proceso. Los candidatos clave para la
unificacién fueron objeto de constante disputa, derivada de las viejas
controversias sobre prioridades y de Jos pleitos cotidianos entre los
cuerpos burocrdticos por su supervivencia y la asignacién de recussos.
La busqueda del principio unificador se desplazé a otro terreno. En 1974 la
Declaracién de Cocoyoe puso el acento en que el propésito del desarrollo
«mo debe ser desarrollar las cosas, sino al hombre», «Cualquier proceso de
crecimiento», afiadié, «que no conduzca a la satisfaccién (de las
necesidades basicas)- 9 que, aun peor, Ia perturbe - es una parodia de la
idea de desarrollo». La Declaracién también subrayé la necesidad de la
diversidad y de «seguir muy diferentes caminos al desarrollo», asi como la
meta de Ja autosuficiencia y el requerimiento de «cambios econdmicos,
sociales y politicos fundamentalesn,'© Algunas de estas ideas se ampliaron
después en las propuestas de la Fundacién Dag Hammarskjold, la cual
planted, en 1975, otro desarrollo.” Siguiendo las ideas de Johan Galtung,
para quien el desarrollo debe ser «desarrollo de un pueblo», los expertos
juzgaron que el hombre debe tener mayor influencia en el proceso de
desarrollo y que este debe ser, como insistia Unesco, desarrollo integrado:
«aun proceso total y multi-relacional, que incluye tados los aspectos de la
vida de una colectividad, de sus relaciones con el mundo exterior y de su
propia conciencia».'*
La Declaracién de Cocoyoc fue adoptada por los panicipames tn el Simposio sobre
Patron de uso de recursos, ambiente y desarrollo, del PNUD y la Unctad, en Cocoyoc,
México, en octubre de 1974,
1” Fundacién Dag Hammarskjold, “What Now? Another Development” (z¥ ahora qué?
Otro Desarrollo), mumeta especial de Development Dialogue, Uppsala: la Fundacién, 1975,
(lay edicién en espatiol).
* Unesco, Plan d mayen terme (1977-1982) (Plan « Mediano Plazo (1977 - 1982)),
documento 19 c°4, 197. (Hay una ediciin en espaticl).Desarollo 339
En 1975, la Séptima Sesién Especial de la Asamablea General de Naciones
Unidas demand6 un enfoque més efectivo que el de la Estrategia para el
Desarrollo Intemacional (adoptada en 1970), a fin de alcanzar los objetivos
sociales de] desarrollo, La Conferencia sobre Empleo, Distribucién del
Ingreso y Progreso Social, organizada por la OIT en junio de 1976, ofrecié
una respuesta: el Enfoque de Necesidades Basicas, «ditigido al logro de
ciertos niveles minimos de vida especificos antes del fin del siglon."”
Uno de Ios documentos de apoyo del Enfoque reconocié explicitamente
que el desarrollo no eliminaria el hambre y Ja miseria, y que, por el
contrario, seguramente agravaria los niveles de «pobreza absoluta» de una
quinta parte, y probablemente de dos quintas partes, de la poblacién. El
Enfoque propuso fa idea de ocuparse directamente de satisfacer esas
necesidades, en vez de esperar su satisfaccion como resultado del proceso
de desarrollo, Por dos o tres afios la propuesta se puso de moda. El Banco
Mundial la encontré particularmente atractiva, puesto que parecia la
Secuela natural de sus experimentos con «grupos meta», que comenzaron
€n 1973 cuando su estrategia de desarrollo se concentré en los pobres
murales y los pequefios productores. Tenia la virtud de ofrecer
«aplicabilidad universal», pero af mismo tiempo ser suficientemente
elativa como para aplicarse en los términos «especificos de cada pais». En
1976, la satisfaccién de las necesidades basicas de la poblacién de cada
Pais definié la parte central y primera del Programa de Accién de la
Confetencia Mundial Tripartita sobre Empleo, Distribucién del Ingreso y
Progreso Social de la OIT.
Los expertos de Unesco, por su parte, promovieron el concepto de
desarrollo endégeno, Por algin tiempo, esta concepcién gand aceptacién
sobre las demds. Parecia claramente herética, en abierta contradiccin con
la sabiduria convencional. A partir de una critica rigurosa de la hipdtesis
del desarrollo «en etapas» (Rostow), la tesis del desarrollo endégeno
techaz6 la necesidad o la posibilidad - por no hablar de la conveniencia -
de imitar mecénicamente a las sociedades industriales. Propuso, en vez de
¢llo, tomar debidamente en cuenta las particularidades de cada nacién. Sin
embargo, apenas se tomd en cuenta el hecho de que esta sensata
Consideracién leva a un callején sin salida en ia teoria y la practica
mismas del desarrollo; contiene una contradiccién en los términos. Si el
impulso es verdaderamente endégeno, es decir, si las iniciativas realmente
ae nes
” OI, Employment, Growth and Basic Needs (Empleo, Crecimiento y Necesidades
Bisicas). Ginebra, OIT, 1976. (Hay una edicién en espatiol.)340 Gustavo Esteva
provienen de las diversas culturas y de sus diferentes sistemas de valores,
nada permite creer que de cllas surgird necesariamente el desarrollo -
independientemente de cémo se le defina- 0 incluso un impulso que leve
en esa direccién. Si se le aplica adecuadamente, Ja concepcién Neva a la
disolucién de la nocién misma de desarrollo, tras darse cuenta de la
imposibilidad de imponer un solo modelo cultural en todo el mundo -como
una conferencia de expertos de Unesco reconocié apropiadamente en
1978.
La siguiente década, la de 1980, fue Hamada la «década perdida para el
desarrollo». A pesar de los fuegos de attificio de los cuatro tigres asiaticos,
prevalecié el pesimismo. E] «proceso de ajuste signified para muchos
paises abandonar o desmantelar, en nombre del desarrollo, la mayor parte
de sus logros previos. En 1985, la era del posdesarrolfo parecfa estar en la
perspectiva.””
La de 1990, en contraste, dio lugar a un nuevo ethos desarrollista, que ha
seguido dos direcciones claramente distintas. En el Norte, exige el
redesarrollo, es decir, desarrollar de nuevo lo que se habia desarroilado
mal o resultaba ya obsoleto, En Estados Unidos y lo que fue la Union
Soviética, en Espafia o Suiza, en Austria, Polonia o Inglaterra, la atencién
publica se concentra en la velocidad y condiciones bajo las cuales se podra
destruir, desmantelar, exportar o sustituir lo que estaba previamente
desarroffado (medicina socializada, plantas nucleares, produccién de acero,
industria manufacturera anterior al microchip, fabricas contaminantes 0
plaguicidas venenosos).
En el Sur, el redesarrollo exige también desmantelar lo que habia quedado
dei «proceso de ajuste» de Ia década de 1980, a fin de hacer espacio para
los desperdicios del Norte (desechos radioactivos, plantas manufactureras
obsoletas o contaminantes, mercancias invendibles o prohibidas...) y para
Jas maquiladoras, esas seudo fébricas fragmentarias y temporales que el
Norte mantendré en operacién durante ef periodo de transicién. La
obsesion con la competitividad, por temor a ser dejado fuera de la carrera,
compele a aceptar ta destruccién de secciones completas de lo que fue
«desarrollado» en los ultimos 30 afios. Sacrificado en el altar del
redesarrollo, se fe insertard en disefios transnacionales congruentes con la
demanda del mercado mundial,
® Gilbert Rist, Towards Post-Development Age (Hacia la era del posdesarrollo), Ginebra,
Fundacién Christophe Eckenstein,1990,Desarollo 341
En el Sus, sin embargo, el acento del redesarrollo no estar en tales
empresas, que existen en la forma de enclaves tecnologicos y
sociopoliticos. Bl redesarrollo implica més bien, en el Sur, la colonizacién
econémica del llamado sector informal, En nombre de la modernizacion y
bajo la bandera de fa guerra a Ia pobreza -lanzada como siempre contra los
pobres, no contra la pobreza misma- redesarrollar el Sur significa lanzar el
liltimo y definitivo asalto contra la resistencia organizada al desarrollo y la
economia.
Conceptual y politicamente, el redesarrollo esté ahora tomando Ia forma de
desarrollo sostenible, por «auestro futuro comin», tal como prescribié la
Comisién Brundtland. O bien, lo promueven activamente, como
tedesarrollo verde y democritico, quienes asumen que 1a lucha contra el
comunismo, el tema basico del discurso de Truman, ha quedado atrds. En
esta interpretacidn convencional, empero, se ha concebido el desarrollo
sostenible como una estrategia para sostener el «desarrollo», no para
apoyar el florecimiento y Ja perduracién de una vida social y natural
infinitamente diversa.
La década actual también ha visto el nacimiento de un ejercicio
burocratico para dar al desarrollo otra oportunidad de vida. El Programa de
Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) publicé en 1990 el primer
Informe sobre el Desarrollo Humano.” El informe sigue claramente los
pasos de quienes intentan cuantificar lo econdmico, aunque presta
apropiada consideracién a los esfuerzos del Unrisd por medir y analizar el
desarrollo socioecondmico y la tradicién de los Informes sobre la situacion
social en el mundo.
De acuerdo con este Informe, el «desarrollo humano» se presenta como un
Proceso y un nivel de logro. Como proceso, es «la ampliacion de las
elecciones humanas relevantes», Como nivel de logro, es «la medida de
comparacién intemacional en que s¢ han logrado esas elecciones, en
sociedades dadas». Los autores del Informe encuentran formas muy
expeditas de superar los desafios tradicionales de la cuantificacién y la
‘omparaci6n internacional, asi como les acertijos conceptuales de su tarea.
Presentan el desarrollo humano por medio de un «nivel internacionalmente
Comparative de privacién», que muestra cudn lejos del caso nacional ms
exitoso se encuentran fos demds paises. La meta ms ambiciosa del
a ee
>! PNUD, Human Development Report (Informe sobre el Desarrollo Humano), dirigido por
Mahbub tl Hag y un grupo de expertas del PNUD, Nueva York; Oxford University Press,
1990, (Hay una edicién en espafiol).342 Gustavo Esteva
Informe es generar un indice de Desarrollo Humano, uque sintetice, en una
escala numérica, el nivel global de desarrollo humano en 130 paises». Su
método: combinar Ia privacién de esperanza de vida, de alfabetismo de
adultos y del PNB real per cépita, El Informe también incluye el andlisis
de las condiciones sociales existentes en esos paises para el periodo 1960-
1988, tras reunir datos sobre una amplia coleccién de variables y una serie
de proyeccianes, que presentan «metas sociales viables» a alcanzarse para
el afio 2000.
iNo deja de ser valeroso adoptar como unidad de medida el PNB per cépita
en términos reales en délares! Los autores del Informe piensan que la
esperanza de una larga vida, junto con el alfabetismo total, no son
suficientes para dar a un ser humano margen suficiente para elegir, si al
mismo tiempo esta privado de acceso a los recursos para la satisfaccién de
sus necesidades materiales. Pero medir estas tiltimas esté plagado de
dificultades; el Informe las reconoce y opta por una solucién simple - un
refinamiento técnico de Ja vieja y apropiada unidad de medida, el PNB,
La expansién del reino de la escasez
Durante el siglo XIX, pero en realidad mucho antes en Europa, la
construccién social del desarrollo se asocié con un disefio politico: extraer
de la sociedad y la cultura una esfera auténoma, la econdmica, ¢ instalarla
en el centro de la politica y la ética. Esa transformacién brutal y violenta,
que concluyé primero en Europa, estuvo siempre asociada con la
dominacién colonial en el resto del mundo. Economizaci6n y colonizacién
eran sinénimos, Lo que Truman logré fue liberar la esfera econdmica de
las connotaciones negativas acumuladas en dos siglos, desligando el
desarrollo del colonialismo. No mis del «viejo imperialismo», dijo
Truman. En retrospectiva, es posible ver que el acento en el crecimiento
econémico de los primeros desasrollista, postrumanianos no era una
desviacién ni una interpretacién equivocada de 1a propuesta de Truman:
mas bien, era la expresién de su esencia misma.
Como construccién conceptual, la economia trata de subordinar a su
dominio y subsumir en su logica cualquier otra forma de interaccién social
en cualquier sociedad que invade. Como designio politico, adoptado por
algunos como propio, la historia econémica es una historia de conquista y
dominacion. Lejos de ser la evolucién idflica desetita por los padresDesarollo 343
fundadores de la teoria econdmica, la emergencia de la sociedad
econdmica es una historia de violencia y destruccién que a menudo adopta
cardcter genocida. No es de extrafiar que la resistencia haya aparecido en
todas partes.
Establecer el valor econdmico exige desvalorizar todas las dems formas
de existencia social.” El desvalor produce una metamorfosis grotesca de
las destrezas en carencias, de los ambitos de comunidad en recursos, de los
hombres y mujeres en mano de obra comercializable, de la tradicién en
carga, de la sabiduria en ignorancia, de la autonomfa en dependencia.
Metamorfosea grotescamente las actividades autonomas de fa gente que
encarnan deseos, destrezas, esperanzas e interacciones entre si y con el
ambiente, en necesidades cuya satisfaccién require la intermediacién del
mercado,
El individuo desvalido, cuya supervivencia se vuelve ahora necesariamente
dependiente del mercado, no fue invencién de los economistas; tampoco
nacié con Adan y Eva, como ellos sostienen. Fue una creacién histérica,
Fue creado por el proyecto econémico que reformulé la humanidad. La
metamorfosis grotesca de hombres y mujeres autonomos en desvalorizados
«hombres econémicos» fue de hecho una precondicién para la emergencia
de la sociedad econémica, una condicién que debe renovarse,
Teconfirmarse y profundizarse continuamente para que el dominio
econémico pueda proseguir, El desvalor es el secreto del valor econémico,
no puede crearse sino con violencia y frente a continua resistencia.
La teoria econémica no reconoce limites a su aplicacién. Este argumento
se presenta bajo el supuesto de que ninguna sociedad se encuentra libre del
«problema econémico», como los economistas denominan a su definicién
de 1a realidad social. Al mismo tiempo, reconocen con orgullo que su
disciplina, como ciencia, fue una invencién. Les encanta rastrear sus raices
hasta la antigiiedad, y emplean a Aristoteles y a sus preocupaciones sobre
el valor como ejemplo pertinente. Pero consideran estas antiguas
intuiciones como meras huellas iniciales, heraldos del advenimiento de los
xn patrones de la ciencia, que descubrieron la economia en el siglo
1.
Desde luego, Ios economistas no inventaron los nuevos patrones de
Comportamiento que emergieron con la sociedad econdmica a través de la
creacién del mercado modema. Pero los padres fundadores de la disciplina
—_
” Ivin Mich, “El desvalory la ereacién social del desecho”, Tecno-politica, Doc. 87-08.344 Gustavo Esteva
fueron capaces de codificar sus observaciones en una forma que se
acomodaba bien a las ambiciones de los intereses emergentes: ofrecieron
fundamento «cientifico» al designio politico de uma nueva clase
dominante. Cuando esa forma fue recibida como «verdad» por el pablico y
absorbida en el lenguaje comin, fue capaz de transformar las percepciones
populares desde adentro y cambiar el significado de palabras y supuestos
previos.
Los padres furdadores de la teoria econémica vieron en la escasez la
piedra angular de su construccién teérica. El hallazgo marcé la disciplina
para siempre. Toda la construccién de la teoria econémica se sustenta en la
premisa de la escasez, postulada como una condicién universal de la vida
social. Los economistas fueron capaces de transformar este hallazgo en un.
prejuicio popular, una verdad evidente por si misma para todos. El
«sentido comin» esta en Ja actualidad tan inmerso en la forma econémica
de pensar que ningun hecho de la vida cotidiana que la contradiga parece
suficiente para provocar una reflexién critica sobre su cardcter.
La escasez connota falta, rareza, restriccién, deseo, insuficiencia, incluso
frugalidad. Puesto que todas estas connotaciones aluden a condiciones que
aparecen en todas partes y en todos fos tiempos se encuentran ahora
mezcladas con {as denotaciones econémicas de Ja palabra, como terminus
technicus, con lo que el prejuicio popular sobre la universalidad de Ia
teoria econémica, con su premisa de la escasez, se ve constantemente
reforzado.
Poca atencién se presta al hecho de que la «ley de la escasez» formulada
por los economistas, que ahora aparece en cualquier libro de texto, no
alude directamente a las situaciones communes denotadas por Ja palabra. La
subita falta de aire fresco durante un incendio no es escasez de aire en el
sentido econdmico. No lo es la frugalidad que se autoimpone un monje, la
insuficiencia de punch en un boxeador, la rareza de una flor, o las iltimas
Teservas de trigo mencionadas por un faraén que se consideran la primera
referencia histrica conocida ai hambre.
La dey de la escasez» fue construida por los economistas para denotar el
Supuesto técnico de que los deseos del hombre son grandes, por no decir
infinitos, mientras que sus medios son limitados aunque mejorables. El
supuesto implica elecciones sobre la asignacién de medios (recursos). Este
«hecho» define el «problema econémico» par excellence, cuya «solucién»
Proponen los economistas por medio del mercado o de! pian. La
Percepcién popular, especialmente em ja porcién norte del mundo,Desarollo 345
comparte incluso este significado técnico de la palabra escasez,
asumiéndolo como una verdad evidente en si misma. Pero es precisamente
la universalidad de este supuesto lo que ya no puede sostenerse.
Pocos afios antes del discurso de Truman, al finalizar la guerra, Karl
Polanyi publicd The Great Transformation (La Gran Transformacién).>
Convencido de que el determinismo econdmico era un fendmeno del siglo
XIX, que el sistema de mercado distorsiond violentamente nuestras
concepciones del hombre y la sociedad, y que estas concepciones
distorsionadas resultaban ser Jos principales obstaculos para la solucién de
los problemas de nuestra _civilizacién,”* Polanyi documenté
cuidadosamente Ia historia econémica de Europa como Ja historia de la
creacién de la economia como una esfera auténoma, desligada del resto de
la sociedad. Mostré que el mercado nacional no aparecié como la
emancipacién gradual y espontdnea de la esfera econémica del control
gubernamental, sino precisamente lo contrario: el mercado fue el resultado
de una intervencién consciente y a menudo violenta del gobierno. En los
afios siguientes, Polanyi senté los fundamentos de fa historia econémica
comparada.
Después de él, muchos otros siguieron su camino, trazando de nuevo la
historia econémica como un capitulo mas de Ia historia de las ideas. Louis
Dumont, entre otros, ha mostrado que el descubrimiento de la economia
por medio de la invencién de la teoria econémica fue, de hecho, un
proceso de construccién social de ideas y conceptos.* Las «leyes»
econémicas de los economistas clésicos no eran sino invenciones
deductivas que transformaron los pattones tecién observados de
comportamiento social, adoptados con la emergencia de la sociedad
econémica, en axiomas universales disefiados para Hlevar a cabo un nuevo
Proyecto politico. El supuesto de la previa existencia de «leyesy o
«hechos» econdmicos, construido por los economistas, es insostenible si se
le confronta con lo que sabemos de sociedades y culturas antiguas, y con
Jo que atin ahora es posible observar en algunas partes de] mundo.
® Kael Polanyi, The Great Transformation, Nueva York: Rinehart and Co., 1944, (En
$spttol, La gran transformacién, México: Fondo de Cultura Econémica, 1990).
Karl Polanyi, "On belief in economic determinism” (Sobre la fe en el determinismo
seonémico), Sociological Review, Vol . XXXIX, section primera, 1947,
Louis Dumont, From Mandeville to Marx: The Genesis and Triumph of Economic
Meology (De Mandeville a Marx: La génesis y ef triunfo de {a idealogia econémica),
Chicago, University of Chicago Press, 1977.346 Gustavo Esteva
Marshall Sahlins y Pierre Clastres, entre otros, han dado cuenta detallada y
‘bien documentada de culturas en que supuestos no econémicos gobienan
Ia vida de la gente y que rechazan el supuesto de la escasez siempre que
aparece entre ellas.” Hombres y mujeres a quienes se ubica actualmente en
Ios mérgenes de la economia mundial, los Hamados marginales, encuentran
apoyo en esa tradicién cuando siguen desafiando los suptiestos econémicos
en fa teorfa y en la practica. En todo el mundo, descripciones de un
conjunto enteramente nuevo de experiencias de esos pueblos estin tratando
de encontrar su lugar.en los estantes de las bibliotecas, pero no encajan
bien en las clasificaciones sociales distorsionadas por los anteojos de los
economistas.
Nuevos émbitos de comunidad
Luchar para limitar la esfera econémica no es, para el hombre comin en
los margenes 0 para la mayoria de la gente en Ia tierra, una reaccién
mecinica a la invasién econémica de sus vidas. No son ludditas. Mas bien,
ven su resistencia como una forma de reconstituir creativamente sus
formas bsicas de interaccién social, a fin de liberarse de las cadenas
econémicas. Han creado asi, en sus vecindades, pueblos y barrios, nuevos
Ambitos de comunidad que les permiten vivir en sus propios términos.
En estos nuevos ambitos de comunidad, existen formas de interaccién
social que surgieron en la era de la posguerra. Estos grupos son los
herederos de una diversificada coleccién de ambitos de comunidad, de
comunidades e incluso de culturas completas, que fueron destruidos por la
forma econémica, industrial, de interaccién social, Tras la extincién de sus
tegimenes de subsistencia, trataron de adoptar diversas formas de
acomodamiento a la forma industrial, El hecho de no haberlo logrado, nia
través de la sociedad industrial ni a partir de los remanentes de las formas
tradicionales de interaccién, fue la precondicién de las invenciones
sociales cuya consolidacién y florecimiento fueron adicionalmente
estimulados por la llamada crisis del desarrollo.
Para la gente en los margenes, desligarse de la légica econémica del
mercado o del plan se ha convertido en la condicién misma de su
* Marshall Sablins, Stone Age Economics (Economia de la Edad de Piedra), Nueva York:
Aldine,1972, y Pierre Clastres, La societé contre I'état (La sociedad contra el estado),
Paris: Les Editions de Minuit, 1974,Desarollo 347
supervivencia, Se ven forzados a confinar su interaccién econémica -para
algunos muy frecuente ¢ intensa- a los campos que estin fuera de los
espacios en que organizan sus propios modos de vida. Esos espacios
fueron su refugio durante la era del desarrollo. Tras experimentar lo que
significa la supervivencia en la sociedad econémica, recuentan ahora las
bendiciones que encontraron en tales refugios, aunque trabajan
activamente para regenerarlos.
Al igualar Ia educacién con la obtencién de diplomas, de acuerdo con la
definicién econémica del apendizaje, carecian de maestros y escuelas.
Ahora, al reinsertar el aprendizaje en la cultura, disfrutan la opulencia de
enriquecer constantemente su conocimiento, con alguna ayuda de amigos
que aportan experiencias y remedios de otras tradiciones.
‘Tras igualar la salud con la dependencia de servicios médicos, carecfan de
doctores, centros de salud, hospitales, medicamentos. Ahora, después de
Teconocer otra vez que sanar no es sino la capacidad auténoma de lidiar
con el ambiente, estén regenerando su propia capacidad curativa,
disfrutando los beneficios de la sabiduria tradicional de sus curanderos y
de la rica capacidad terapéutica de sus entomos, Para esto reciben también
alguna ayuda de sus amigos, cuando se necesitan medios externos para
atender algo que esta fuera de su alcance o de su entomo tradicional.
Después de igualar Ia comida con las actividades técnicas de produccién y
Consumo, vinculadas a la intermediacién del mercado o del estado,
carecian de ingresos suficientes y suftian escasez de alimentos. Ahora,
estén regenerando y enriqueciendo sus relaciones entre si y con el medio,
utriendo de nuevo sus vidas y sus tierras. Por lo general logran lidiar bien
con los faltantes que atin los afectan, a veces muy severamente - como
consecuencia del tiempo y esfuerzo que se requieren para remediar los
dafios causados por el desarrollo o por su incapacidad temporal de escapar
de las dafiinas interacciones econémicas que ain necesitan mantener. No
¢s facil, por ejemplo, salirse de las cosechas comerciales o liberarse de la
adiceién al crédito o los insumbs industriales; pero el cultivo intercalado,
al que muchos han comenzado a regresar, regenera la tierra y la cultura, y
con el tiempo permite mejorar la nutricion.
Grupos campesinos y marginales de las ciudades comparten ahora con
quienes se han visto obligados a abandonar el centro econémico los mil
trucos que aprendieron para limitar Ia economia, burlarse del credo
€conémico, o reformular y refuncionalizar la tecnologia moderna. La
«crisis» de la década de 1980 expuls6 de la némina a quienes ya habian348 Gustavo Esteva
sido educados en la dependencia de ingresos y del mercado, gente que
carecia de una red social que les permiticra sobrevivir por si mismos. El
proceso plantea grandes desafios y tensiones a todos, pero también ofrece
una oportunidad creativa de regeneracién, una vez que descubren Ia
medida en que pueden apoyarse mutuamente.
La logica basica de la interaccién social dentro de los nuevos émbitos de
comunidad previene que la escasez aparezca en ellos. La gente no adopta
fines ilimitados, puesto que sus fines no son sino el otro lado de sus
medios, su expresion directa. Si sus medios son limitados, como son, sus
fines no pueden ser ilimitados. Dentro de los nuevos ambifos de
comunidad, las necesidades se definen con verbos que describen
actividades que encarnan deseos, destrezas e interacciones con otros y con
ef medio. Las necesidades no estén separadas en diversas «esferas» de la
realidad: carencias y expectativas de un lado, y satisfactores del otro, que
se retinen a través de{ mercado o del plan.
‘Una de las més interesantes facetas de la regeneracién en curso en los
tuevos dmbitos de comunidad que estén creando hombres y mujeres
ordinarios és precisamente la recuperacién de su propia definicién de
necesidades, desmantelada por el desarrollo en la percepcién y en la
prictica. Al fortalecer formas de interacci6n insertas en el tejido social y al
romper el principio econémico del intercambio de equivalentes, estén
recuperando sus formas auténomas de vivir. Al reinstalar o regenerar
formas de comercio que operan fuera de las reglas del mercado o del plan,
estén enriqueciendo sus vidas cotidianas y limitando el impacto y el
alcance de fas operaciones comerciales que ain necesitan mantener, al
tiempo que reducen Ia transformacién de su tiempo y de los frutos de su
esfuerzo en mercancias.
El actor principal de la economia, el hombre econémico, no encuentra
respuestas factibles para lidiar con la «crisis» del desarrollo, y
frecuentemente reacciona con desolacion, agotamiento, incluso
desesperacién. Constantemente cae en el juego politico de demandas y
promesas, o en el juego econdmico de intercambiar el presente por el
futuro, fas esperanzas por expectativas, En contraste, el actor principal de
los nuevos dmbitos de comunidad, el hombre comin o comunitario,
disuelve 0 previene {a escasez, en sus esfuerzos imaginativos para lidiar
con sus predicamentos. Sélo necesita libertad en sus espacios y limitado
apoyo a sus iniciativas. Puede mezclarlas y combinarlas en coaliciones
politicas, cada vez mas capaces de reorientar las politicas y cambiar losDesarollo 349
estilos politicos. Apoyada en recientes experiencias, la nueva conciencia
que surge de los margenes puede despertar a otros, ampliando esas
coaliciones hasta el punto critico en que comienza a ser factible una
inversién del dominio econémico.
La economia de los economistas no es sino un juego de reglas con el que
st gobiemnan las sociedades modemas. Los hombres y las sociedades no
son econédmicos, aun después de haber creado instituciones y formas de
interaccién de naturaleza econémica, aun después de haber instituido ta
econornia, Y esas reglas econdimicas se derivan de Ia escascz cronica de la
sociedad modema. Lejos de ser la ley de hierro de cualquier sociedad
‘humana, la escasez es un accidente histérico: tuvo un principio y puede
tener un fin, Ha {legado el tiempo de su fin. Este es el tiempo de los
margenes, del hombre comdin o comunitario.
A pesar de Ia economia, el hombre comitin, en los margenes, ha sido capaz
de mantener viva otra Idgica, otro juego de reglas. En contraste con la
economia, esta Idgica se halla inserta en el tejido social. Ha Hegado el
tiempo de confinar la economia a su lugar adecuado: en el margen. Como
los marginales ban hecho.
El Llamado
Este ensayo es una invitacién a celebrar y un llamado a Ja accién politica.
Celebra la aparicion de nuevos Ambitos de comunidad, abiertos
cteativamente por hombres y mujeres ordinarios ante el fracaso de las
estrategias de los desarrollistas para transformar a hombres y mujeres
tradicionales en hombres econémicos. Estos nuevos ambitos de comunidad
son prueba viviente de la habilidad e ingenio de la gente comin, para
Teaccionar con imaginacién socioldgica y seguir sw propio camino, dentro
de ambientes hostiles.
Este ensayo es también un !amado. Plantea, ante todo, establecer controles
Politicos para proteger estos nuevos dmbitos de comunidad y ofrecer a los
hombres comunes un contexto social mds favorable para sus actividades e
innovaciones. Tales controles politicos sélo podrén implementarse cuando
se logre que la conciencia publica de los limites del desarrollo se encuentre
firmemente enraizada en la sociedad. Atin aquellos todavia convencidos de
que las metas del desarrollo son ideales pertinentes para los Ilamados
Subdesarrollados, deben reconocer honestamente las _actuales350 Gustavo Esteva
imposibilidades estructurales para la materializacién universal de tales
metas: la mayor parte de la gente carecera de automévil familiar, no podré
registrarse en un Sheraton ni comerd en McDonald’s; tampoco lograra diez
afios de escolaridad y acceso a servicios médicos de buena calidad. El
cinismo de quienes, conociendo tales limites, siguen proclamando el mito,
debe ser expuesto pitblicamente.
Este ensayo demanda testimonios piblicos y solicita el debate piblico
sobre las formas poseconémicas que estén apareciendo en todas partes, a
fin de limitar el daiio'econémico y crear espacio para las nuevas formas de
vida. Desafia la imaginacién social para concebir controles politicos que
permitan el florecimiento de las iniciativas poseconémicas,
Este ensayo también demanda investigaciones y discusién piiblica sobre
los asuntos que dan contenido a coaliciones de cindadanos para la
implementacién de controles politicos en la esfera econémica, al reinsertar
las actividades econémicas en el tejido social. Demanda una nueva
evaluacién piblica digna de los puntos de vista que estin emergiendo en
forma de rumores entre los hombres y mujeres ordinarios, que definen
limites a la economia al tratar de renovar la politica en Ia base social.
‘Los nuevos dmbitos de comunidad, creados por hombres ordinarios, son
heraldos de una era que dé fin al privilegio y la licencia, Este ensayo
celebra la aventura de esos hombres,
El desarrollo se ha evaporado. La metéfora abrié un campo de
conocimiento y por un tiempo dio a Jos cientificos algo en qué creer.
Después de algunas décadas, esta claro que este campo de conocimiento es
una tierra minada, inexplorable. Ni en Ja naturaleza ni en la sociedad existe
una evolucion que imponga como ley una transformacién hacia «formas
cada vez mas perfectas». La realidad est abierta a la sorpresa. El hombre
moderno ha fracasado en su pretensién de ser dios.
Enraizarse en el presente requiere una imagen del futuro, No es posible
actuar aqui y ahora, en el presente, sin tener una imagen del instante
siguiente, del posterior, de un cierto horizonte temporal. Esa imagen del
futuro ofrece guia, animo, orientacién, esperanza. A cambio de imagenes
culturalmente establecidas, construidas por hombres y mujeres concretos
en sus espacios locales, a cambio de mitos concretos, verdaderamente
reales, se ofrecié al hombre modemo una expectativa ilusoria, implicita en
Ja connotacién de desarrollo y en su red semantica: crecimiento, evolucién,
maduracién, modernizacién. También se le ofrecié una imagen de} futuroDesarollo 351
como mera continuacién del pasado: eso es el desarrollo, un mito
conservador, si no reaccionario.
Ha Ilegado el tiempo de recobrar sentido de la realidad. Es tiempo de
Tecuperar serenidad. Muletas como las que offece la ciencia son
innecesarias cuando se camina sobre los propios pies, en el camino propio,
sofiando los propios sweiios - no los que se toman en préstamo del
desatroilo,
Bibliografia
Sobre ln historia y fundamentos del pensamiento econdmico, y fas teorias y conceptos de
desarrollo tos grandes diccionarias soa muy titles: el Oxford English Dictionary, desde
‘luego, pero también la Great Soviet Encyclopedia y los diccionarios clisicos slemanes y
fanceses,
Entre las bibliografias, encuentro particularmente tiles: Jorge Garcia-Bouza, A
Basic Needs Analytical Bibliography (Uae Bibliografia Analitica sobre las Necesidades
Bisicas), Paris: OECD Development Centre, 1980; Guy Gran, An Annotated Guide to
Global Development (Una Guia Anotada al Desarrollo Global), Pittsburgh: University of
Pittsburgh, 1987; Elsa Assidon et al., Economie et Sociologie du Tiers-Monde: Un guide
bibliographique et documentaire (Economia y Sociologia del Tercer Mundo: Una guia
bibliogrifica y documental), Paris: Editions L'Harmattan, 1981; Charles W. Bergquist,
Alterzative Approaches to the Problem of Development: 4 Selected and Annotated
Bibliography (Enfoques Alternativos al Problema del Desarrollo: Uns Bibliografia
Seleccionads y Anotada), Durham: Carolina Academic Press, 1979; Guy Caire,
“Bibliographic analytique et critique” (Bibliografia analitica y critica) en Jacques Austruy,
Le Scandale duu Developpement (El Escindslo del Desarrollo), Poris: Editions Marcel
Riviere,1965. También la seleccién de Gerarld Meier (ver abajo).
AN, Agarwala y S.P. Singh, Economia del subdesarrollo, Madrid: Tecnos, 1973,
¢s una coleccién de articulos y ensayos “clésicos”, que representan Ia percepcién intelectual
en la décads de 1950. Los de Colin Clark, Paul Baren, Hla Myint, Arthur Lewis,
Rosenstein-Rodan y H.W. Singer parecen particularmente interesantes.
La sabiduria convencional puede ser rastreada en J. Aiechina, Contribution dit
systeme des Nations Unies a Uelaboration de nouvelles conceptions theoriques du
developpement (Contribucién del sistema de las Naciones Unidas a la elaboracién de
‘uevas concepciones teéricas del desarrollo), Ulan-Bator: Unesco, 1980; Gerald Meier,
Leading Issues in Economic Development (Temas Conductores en ef Desarrollo
Econémico), Oxford: Oxford University Press, 1984, que incluye muy buenas selecciones
bibliogréficas; Paul Iseaman et al., Poverty and Human Development: A World Bank
Publication (Pobreza y Desarrollo Humano: Una Publicacién del Banco Mundial), Nueva
York: Oxford University Press, 1980; y Le developpement: ideologies et pratiques (El
desarrollo: ideologias y pricticas), Paris: Orstom,1983; asi como en el texto no muy
Convencional, UNRISD, The Quest for a Unified Approach to Development (La Bisqueda
¢.un Enfoque Unificado del Desarrollo), Ginebra: UNRISD, 1980.SHHSAAAMHARARHHOHAHDIVOSHR SO BRAAMEA”
352 Gustavo Esteva
Los clisicos postrumanianos son aun itiles: Rail Prebisch, “El desarrollo
econémico de la América Latina y sus principales problemas”, en Boletin Econdmico para
América Latina, Vol.7, 1950; Bert F. Hoselitz, The Progress of Underdeveloped Areas (El
Progreso de las reas subdesarrolladas), Chicago: University of Chicago Press, 1951; W.
Arthur Lewis, Teoria del desarrollo econémico (que en el original es Theory of Economic
Growth), México: Fondo de Cultura Econdmica, 1958; Paul Baran, Economia politica del
crecimiento, México: Fondo de Cultura Econémica, 1959; Gunnar Myrdal, Teoria
econémica y regiones’ subdesarrolladas, México: Fondo de Cultura Econémica, 1959;
Albert O. Hirschman, La estrategia del desarrollo econdmico, México: Fondo de Cultura
Econémica, 1961; Raymond Barre, Desarrollo econdmico: anélisis y politica, México:
Fondo de Cultura Econémica, 1962; y W.W. Rostow, Las eapas del crecimiento
econdmico: un manifiesto no comunista, México: Fondo de Cultura Econémica, 1960,
En cuanto al debate sobre los limites del crecimiento, ver Willem L.. Otmans, ed.
On Growth; The Crisis of Exploding Population and Resource Depletion (Sobre el
Crecimiento; La Crisis de la Explosién Demografica y del Agotamiento de los Recursos),
Utrecht: A. W. Bruna, 1973; H. V. Hodson, The Diseconomics of Growth (La Diseconomia
del Crecimiento), Nueva York: Ballantine Books, 1972; Joseph Hodara ¢ Ivin Restrepo,
{iene limites el crecimiento?, México: Editorial El Manual Moderno, 1977; y Fred Hirsch,
Social Limits to Growth (Limites Sociales al Crecimiento), Cambridge: Harvard University
Press,1980.
Sobre criticas radicales: Ivan Illich, Celebration of Awareness (Celebracién del
Darse Cuenta), Londres: Calder & Boyars, 1971, Toward a History of Needs (Hacia una
Historia de las Necesidades), Nueva York, Pantheon Books, 1977, y Alternativas, México:
Joaquin Mortiz, 1984; Jacques Attali et al., Le mythe du delveloppement (El Mito del
Desarrollo), Paris: Editions du Seuil, 1977; Gilbert Rist et al, Fault-ll refuser le
developement? (Hace falta rechazar el desarrollo?), Paris: PUF,1985; T. Verhelst, No Life
Without Roots (No Hay Vida sin Raices), Londres: Zed Books, 1989; y Robert Vachon et
al,, Alternatives au Developpement (Altemativas al Desarrollo), Montreal, Centre
Interculturel Monchanin, 1988. En “Development: Metaphor, Myth, Threat” (Desarrollo:
Metafora, Mito, Amenaza) en Development, 1985:3.1 propuse que el futuro de los estudios
sobre el desarrollo debe encontrarse en la arqueologia (para explorar las ruinas dejadas por
ol desarrollo), y en “Regenerating People’s Space” (Regenerando el Espacic del Pueblo) en
Alternatives, Vol.12, 1987, pp. 125-52, destaqué algunas précticas sociales posteriores al
fallecimiento del desarrollo,
Sobre la historia conceptual del desarrollo, ademas de los diccionarios, ver; H. W.
Arendt, The Rise and Fall of Economic Growth: A Study in Contemporary Thought (El
Ascenso y Caida del Crecimiento Econémico: Un Estudio del Pensamiento
Contemporineo), Chicago y Londres: University of Chicago Press, 1978, y “Economic
Development: A Semantic History” (Desarrollo Econémico: Una Historia Seméntica), en
Economic Development and Cultural Change, Vol. 26, abril de 1981; Lord Robbins, The
Theory of Economic Development in the History of Economic Thought (La Teoria del
Desarrollo Econémico en la Historia del Pensamiento Econdmico), Londres: Macmillan St.
Martin's Press, 1968; G. Canguilhem et al, Du developement a evolution (Del desarrollo
a la evolucién), Paris: PUF, 1962; Teodor Shanin, Late Marx and the Russian Road: Marz
and “The Peripheries of Capitalism” (El Viejo Marx y el Camino Ruso: Marx y “Las
Periferias del Capitalismo™), Nueva York: Monthly Review Press, 1983; Albert Hirschman,
“The Rise and Decline of Development Economies” (El Ascenso y Caida de la Economia
del Desarrollo), en Essays tn Trespassing (Ensayos en Trasgresién), Cambridge: 1981;Desarollo 353
Asturo Escobar, Power and Visibility: The Invention and Management of Development in
the Third World (Poder y Visibitidad: La Invencién y la Administracién del Desarrollo en
el Tercet Mundo), Berkeley: disertacién de doctorado, 1987; Franz Hinkelammert,
Meologias del desarrollo y dialéctica de ta historia, Buenos Aires, Paidés, 1970; Enrique
E, Sénchez Ruiz, Réquiem por la modernizacién: perspectivas cambiantes en estudios del
desarrollo, México: Universidad de Guadalajara, 1986; Magnus Blomstrom y Bjom
Hettne, Development Theory in Transition (La Teoria del Desarrollo en Transicién),
Londres: Zed Books, 1984; y Wolfgang Sachs, “The Archeology of the Development Idea”
(La Arqueologla de le Idea de Desarrollo), Interculture, Vol. 23, No.4, otofio de 1990.
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