03 Berkhof, 2007
03 Berkhof, 2007
LUIS
BERKHOF:
TEOLOGÍA
SISTEMÁTICA
709
5. ¿Cómo explica usted el énfasis católico romano sobre la iglesia como organización
externa?
6. ¿Por qué no insistieron los Reformadores en la libertad completa de la iglesia,
separada del estado?
7. ¿Cuál fue la diferencia en cuanto a este punto entre Lutero y Calvino?
8. ¿Qué controversias se levantaron en Escocia con respecto a la iglesia?
9. ¿Cómo se explican los diferentes conceptos de la iglesia en Inglaterra y en Escocia?
10. ¿Cómo afectó el racionalismo a la doctrina de la iglesia?
11. ¿Cuáles son los grandes peligros que amenazan a la iglesia en la actualidad?
LA ESENCIA DE LA IGLESIA
EL CONCEPTO CATOLICORROMANO
como una organización externa cobraba mayor prominencia a medida que transcurría el
tiempo. Había un énfasis cada vez más creciente sobre su organización jerárquica, y se le
añadió la cúspide con la institución del papado. Los católicos romanos en la actualidad
definen a la iglesia como: "La congregación de todos los fieles, habiendo sido bautizados,
profesan la misma fe, participan, de los mismos sacramentos, y son gobernados por sus
legítimos pastores, bajo una cabeza visible en toda la tierra". Hacen una distinción entre la
ecclesia doten y la ecclesia audies, es decir. "entre la iglesia que consiste de aquellos que
gobiernan, enseñan y edifican, y la iglesia que recibe la enseñanza, el gobierno y los
sacramentos". En el sentido más estricto de la palabra no es la ecclesia audiens sino la
ecclesia docens la que constituye la iglesia. Esta participa directamente en los gloriosos
atributos de la iglesia, pero la primera está adornada con ellos sólo en forma indirecta. Los
católicos admiten de buena gana que hay un lado invisible de la iglesia, pero prefieren
reservar el nombre "iglesia" para la comunión visible de los creyentes. Con frecuencia
hablan del "alma de la iglesia" pero parece que no están por completo de acuerdo en cuanto
a la connotación exacta del término. Devine define el alma de la iglesia como "la sociedad
de aquellos que son llamados a la fe en Cristo, y que están unidos a Cristo mediante dones
y gracias sobrenaturales".313 Sin embargo, Wilmers la encuentra en "todas aquellas gracias
espirituales y sobrenaturales que constituyen la iglesia de Cristo, y que capacitan a sus
miembros para alcanzar su última finalidad". Dice "Lo que en general llamamos alma es
aquel principio que empapa y da vida al cuerpo, capacitando a sus miembros para cumplir
sus funciones particulares. Al alma de la iglesia pertenecen la fe, la aspiración común de
todos hacia el mismo fin, la autoridad invisible de los superiores, la gracia interior de la
santificación, las virtudes sobrenaturales y otros dones de gracia". 314 El primer escritor
encuentra el alma de la iglesia en ciertas personas calificadas, en tanto que el segundo
reconoce que es un principio que empapa a todo el cuerpo, algo que guarda con la iglesia la
misma relación que el alma del hombre guarda con su cuerpo. Pero sea lo que sea aquello
que los católico romanos concedan de buena gana, no admitirán que lo que puede llamarse
"la iglesia invisible" preceda lógicamente a la visible. Dice Moehler: "Los católicos
enseñan: Primero es la iglesia visible, luego sigue la invisible: La primera da nacimiento
a la segunda". Esto quiere decir que la iglesia es la maten fide lium (madre de los creyentes)
desde antes de ser una communio fidelium (comunidad de creyentes). Sin embargo,
Moehler concede que hay un sentido en el que "la iglesia interna" es primero que "la
externa", es decir, en el sentido de que no somos miembros vivos de la segunda sino hasta
que pertenecemos a la primera. Discute todo el asunto de la relación de aquellas dos entre
313
The Creed Explained, p. 259.
314
Handbook of the Christian Religion, p. 103.
711
El concepto griego ortodoxo acerca de la iglesia está relacionado estrechamente con el del
católico romano, y sin embargo, difiere del de estos en algunos puntos importantes. La
griega ortodoxa no reconoce a la católico romana como la verdadera iglesia, sino que
demanda ese honor para sí misma. No hay sino una iglesia verdadera, y esa es la griega
ortodoxa. Aunque con mayor franqueza que los católico romanos reconoce los dos
diferentes aspectos de la iglesia, visible e invisible, a pesar de todo, coloca el énfasis de la
iglesia en su organización externa. No encuentra la esencia de la iglesia en que sea ella una
comunión de los santos, sino en la jerarquía episcopal que ha retenido, no obstante, de que
rechaza el papado. La infalibilidad de la iglesia se sostiene, pero su infalibilidad reside en
los obispos, y por tanto en los Concilios y Sínodos Eclesiásticos. Dice Gavin: "En su
carácter invisible (la iglesia) es la portadora de los dones y poderes divinos, y está
comprometida en hacer que la humanidad se transforme en el Reino de Dios. Como visible,
ella está constituida por hombres que profesan una fe común, observan costumbres
comunes, y usan medios visibles de gracia". Al mismo tiempo se rechaza la idea de "una
iglesia invisible e ideal, de la cual los diferentes cuerpos de cristianos integrados en
distintas organizaciones, y que a sí mismas se llaman 'iglesias' sean organizaciones
parciales o incompletas". La iglesia es "una entidad actual, tangible y visible, no un ideal
irrealizado e irrealizable".317
EL CONCEPTO PROTESTANTE
315
Chap. V, especialmente los párrafos XLVI - XLVIII
316
Pág. 59.
317
Greek Orthodox Thought pp. 241,242.
712
318
Art. XXVII.
319
Cap. XVII.
320
Cap. XXV.
713
Esto quiere decir que la iglesia de Dios es visible por una parte, y por la otra invisible. Se
dice que Lutero fue el primero que hizo esta distinción, pero los otros Reformadores la
714
3. A la iglesia de todos los países y de todos los lugares, que el hombre posiblemente
no ve
Ahora bien, es indudablemente cierto que la iglesia triunfante es invisible para aquellos que
están sobre la tierra, y que Calvino en sus Institutos también la concibe como incluida en la
iglesia invisible, pero la distinción, principalmente y sin duda, intentaba aplicarse a la
iglesia militante. Como regla se aplica de esta manera en la teología Reformada. Acentúa el
hecho de que la iglesia tal como existe sobre la tierra es, tanto visible como invisible. Se
dice que esta iglesia es invisible, porque su esencia es espiritual y esa esencia no puede ser
discernida por el ojo físico; y también porque es imposible determinar infaliblemente
quienes pertenecen a ella y quiénes no. La unión de los creyentes con Cristo es unión
mística; el Espíritu que los une constituye un lazo invisible; y las bendiciones de salvación,
tales como la regeneración, la conversión genuina, la fe verdadera y la comunión espiritual
con Cristo son todas invisibles para el ojo natural; y sin embargo, estas cosas
constituyen la forma real (carácter ideal) de la iglesia. Que el término "invisible" tenga que
entenderse en ese sentido se hace evidente por el origen histórico de la distinción entre la
iglesia visible y la invisible en los días de la Reforma. La Biblia atribuye ciertos atributos
gloriosos a la iglesia y la representa como el medio para recibir bendiciones eternas y
salvadoras. Roma aplica esto a la iglesia como institución externa, más particularmente a la
ecclesia representativa o a la jerarquía como la distribuidora de las bendiciones de
salvación, y de esta manera ignora y prácticamente niega la comunión inmediata y directa
de Dios con sus hijos, colocando un mediador sacerdotal humano entre Él y ellos. Este es el
715
error que los Reformadores procuraron erradicar, acentuando el hecho de que la iglesia de
la cual dice la Biblia cosas tan gloriosas no es la iglesia considerada como institución
externa, sino la iglesia considerada como el cuerpo espiritual de Jesucristo, la cual en
esencia es invisible al presente, aunque tiene una organización relativa e imperfecta en la
iglesia visible y está destinada a gozar de un cuerpo perfecto visible en el fin de los siglos.
La iglesia invisible como es natural toma una forma visible. De la manera precisa que el
alma se adapta al cuerpo y se expresa por medio de él, así la iglesia invisible que consiste
no de meras almas sino de seres humanos que tienen alma y cuerpo, necesariamente asume
una forma visible en una organización externa por medio de la cual se expresa. La iglesia se
hace visible en la profesión y en la conducta cristiana, en el ministerio de la palabra y de los
sacramentos, y en una organización externa y su gobierno. Al hacer esta distinción entre la
iglesia invisible y la visible, McPherson dice, "el protestantismo procuró encontrar el justo
medio entre el externalismo mágico y sobrenatural de la idea romanista y la extravagante
depreciación de los ritos externos que caracteriza el espiritualismo fanático y sectario". 321
Es muy importante recordar que, aunque tanto la iglesia invisible como la visible pueden
considerarse universales, las dos no son conmensurables en cada uno de sus aspectos ; es
posible que algunos que pertenecen a la iglesia invisible nunca lleguen a ser miembros de la
organización visible, como acontece con personas del campo misionero que se convierten
en su lecho de muerte, y que otros sean excluidos temporalmente de la iglesia en su carácter
de creyentes extraviados que por algún tiempo quedan fuera de la comunión de la iglesia
visible. Por otra parte, en la iglesia como institución externa puede haber niños y adultos no
regenerados que aunque profesan ser de Cristo, no tienen fe verdadera en El; y estos, en
tanto que permanezcan en esa condición, no pertenecen a la iglesia invisible. En la
Confesión de Westminster se encontrarán buenas definiciones de la iglesia visible y de la
invisible.
Esta distinción no debe identificarse con la que precede, como algunas veces se ha hecho.
Es una distinción que se aplica a la iglesia visible y que dirige la atención a dos diferentes
aspectos de la iglesia considerada como un cuerpo visible 322 Es un error pensar que la
iglesia se hace visible solamente en los oficios propios, en la administración de la palabra y
321
Chr. Dogmatics, p. 417.
322
Compárese Kuyper, Enc. III, p. 204: Bavinck, Geref. Dogm. IV., p. 331; Ten Hoor, Afscheiding of
Doleantic, pp. 88 y sig.; Doeges, De Moeder den Geloovigen, pp. 10 y sig.; Steen, De Kerk, pp. 51 y sigts.
716
los sacramentos y en ciertas formas del gobierno de la iglesia. Aun cuando todas esas cosas
estuvieran ausentes, la iglesia todavía sería visible en la vida comunal de los creyentes y en
su profesión, así como también en su posición conjunta en contra del mundo. Pero en tanto
que se enfatiza el hecho de que la distinción que estamos considerando es una diferencia
dentro de la iglesia visible no debemos olvidar que tanto la iglesia como organismo y como
institución (llamadas también apparitio e institutio) tienen su trasfondo espiritual en la
iglesia invisible. No obstante, aunque es verdad que se trata de dos aspectos diferentes de
una sola iglesia visible, representan diferencias importantes. La iglesia como un organismo
es la coetus fidelium, la comunión de los creyentes que están unidos en la atadura del
espíritu, en tanto que la iglesia como una institución es la maten fidelium, la madre de los
creyentes, un Heilsanstalt, un medio de salvación, una agencia para la conversión de los
pecadores y el perfeccionamiento de los santos. La iglesia como un organismo existe
carismáticamente; En ella se manifiestan toda clase de dones y talentos, y se utilizan en la
obra del Señor. Por otra parte, la iglesia como una institución existe en forma institucional
y funciona mediante los oficios y medios que Dios ha instituido. Las dos están coordinadas
en cierto sentido, y sin embargo hay una determinada subordinación de la una hacia la otra.
La iglesia como una institución u organización (mater fidelium) es un medio para una
finalidad, y ésta se encuentra en la iglesia como un organismo, la comunidad de los
creyentes (coetus fidelium).
Para escapar a la objeción que surge de la anterior definición, poco a poco se vino haciendo
costumbre definir a la iglesia desde el punto de vista de alguna característica espiritual
subjetiva de aquellos que pertenecen a ella, especialmente el llamamiento eficaz o la fe, ya
sea nombrando esa determinada característica además de la elección, o sustituyéndola por
la elección. De esta manera la iglesia se definió como la compañía de los elegidos que son
llamados por el Espíritu de Dios (coetus electorum vocatorum), como el cuerpo de aquellos
que son eficazmente llamados (coetus vocatorum) o todavía más comunmente, como la
comunidad de los fieles o creyentes (coetus fidelium). En estas definiciones las primeras
dos sirven para designar a la iglesia con referencia a su esencia invisible, pero no dan
indicación alguna del hecho de que también tenga un lado visible. Sin embargo, esto se ha
hecho en la última de las definiciones mencionadas, porque la fe se revela en la confesión y
en la conducta.
Desde el punto de vista del bautismo y de la profesión, la iglesia está definida como la
comunidad de aquellos que están bautizados y que profesan la fe verdadera: o como la
comunidad de aquellos que profesan la religión verdadera junta-mente con sus niños. Se
verá de inmediato que esto define a la iglesia de acuerdo con su manifestación externa.
Calvino define a la Iglesia como "la multitud de hombres dispersos por el mundo, que
profesan la adoración de un solo Dios en Cristo; que están iniciados en esta fe por medio
del bautismo; que testifican su unidad en doctrina y caridad por medio de la participación
en la Santa Cena; que están de acuerdo en la Palabra de Dios, y que para la predicación de
esa Palabra sostienen el ministerio ordenado por Cristo". 323
323
Institutos IV, 1, 7.
718
En los Padres de la iglesia primitiva el reino de Dios, el más grande bien, se considera,
principalmente, como una entidad futura, la meta hacia la que se dirige el actual desarrollo
de la iglesia. Algunos de ellos lo consideran como el reino por venir, milenario, del Mesías,
aunque la historia no sostiene las exageradas pretensiones de algunos escritores
premilenarios en cuanto a su número. Agustín contempló el reino como una realidad
presente y lo identificó con la iglesia. Para él era principalmente idéntico con los piadosos y
santos, es decir, con la iglesia considerada como una comunidad de creyentes; pero usó
algunas expresiones que parecen indicar que también lo veía incorporado en la
organización episcopal de la iglesia. La iglesia católico romana identificó francamente el
reino de Dios con sus institución jerárquica, pero los Reformados volvieron al concepto de
que el reino en esta dispensación es idéntico con la iglesia invisible. Bajo la influencia de
Kant y especialmente de Ritschl fue despojado de su carácter religioso y llegó a ser
considerado como un reino de finalidades éticas. Con frecuencia se define en la actualidad
como un nuevo principio introducido en la sociedad y destinado a transformarla en todas
sus relaciones, o como la organización moral de la humanidad por medio de la acción
motivada por el amor, el fin último de la creación.
Aunque el reino de Dios y la iglesia invisible son hasta cierto punto idénticos, sin embargo,
deben distinguirse con cuidado. La ciudadanía en el uno y la feligresía en la otra están
determinadas por igual mediante la regeneración. Es imposible estar en el reino de Dios sin
estar en la iglesia, considerada como el cuerpo místico de Jesucristo. Al mismo tiempo es
posible hacer una diferencia entre el punto de vista desde el cual los creyentes son
considerados el reino y aquel otro del cual se deduce su nombre de iglesia. Constituyen el
reino, en su relación con Dios en Cristo como su gobernante, y una iglesia, en
consideración a su sepa-ración del mundo en devoción a Dios, y en su unión orgánica entre
unos y otros. Como una iglesia, están llamados a ser los instrumentos de Dios para preparar
el camino y para introducir el orden ideal de las cosas; y considerados como reino,
representan la realización inicial de ese orden ideal, entre ellos mismos.
Los católicos romanos insisten en no hacer diferencia, identificando al reino de Dios con la
iglesia, y su iglesia pretende tener poder y jurisdicción sobre todos los dominios de la vida,
tales como la ciencia y el arte, el comercio y la industria, y también las organizaciones
sociales y políticas. Este es un concepto del todo equivocado. También es un error sostener,
como lo hacen algunos cristianos Reformados, en virtud de un concepto erróneo de la
iglesia considerada como organismo, que las sociedades educativas cristianas, las
organizaciones voluntarias de gente joven o adulta para el estudio de los principios
cristianos y su aplicación en la vida, las un iones de trabajadores cristianos, y las
organizaciones políticas cristianas, son manifestaciones de la iglesia como un organismo,
porque esto nos trae otra vez bajo el dominio de la iglesia visible y bajo el control directo
de sus oficiales. Como es natural, esto no significa que la iglesia no tenga responsabilidad
con respecto a tales organizaciones. Sin embargo, significa que son manifestaciones del
reino de Dios, en el cual diversos grupos de cristianos tratan de aplicar los principios del
reino a cada dominio de la vida. La iglesia visible y también el reino, pueden identificarse
hasta cierta medida. La iglesia visible puede en verdad decir que pertenece al reino, que es
una parte del reino, y aun ser la parte organizada visible más importante de las fue rzas del
reino. Participa del carácter de la iglesia invisible (siendo las dos una misma) como medio
para la realización del reino de Dios. De manera semejante a la iglesia visible, el reino
participa también de las imperfecciones a las que lo expone un mundo pecador. Esto se
hace muy evidente según la parábola del trigo y la cizaña, y también la de la red. Hasta
donde la iglesia visible sirve de instrumento para el establecimiento y extensión del reino,
está, de consiguiente, subordinada a éste como un medio para un fin. Puede decirse que el
reino es un concepto más amplio que la iglesia, porque aspira a nada menos que al control
720
EN EL PERIODO PATRIARCAL
EN EL PERIODO MOSAICO
Después del Éxodo el pueblo de Israel no solo estuvo organizado en nación, sino que
también constituyó la iglesia de Dios. Fueron enriquecidos con instituciones en las que no
solamente la devoción familiar o la fe de la tribu, sino la religión de toda la nación encontró
expresión. La iglesia todavía no obtenía una organización independiente, pero tenia su
existencia institucional en la vida nacional de Israel. La forma particular que asumió fue la
de un estado-iglesia. No podemos decir que los dos se coaligaron por completo. Había
funcionarios e instituciones civiles y religiosas dentro de los límites de la nación. Pero al
mismo tiempo, toda la nación constituía la iglesia; y la iglesia se limitaba a una nación, la
de Israel, aunque los extranjeros también podían entrar en ella siendo incorporados a la
nación. En este periodo hubo un marcado desarrollo de la doctrina, un crecimiento en la
cantidad de verdad religiosa conocida, y mayor claridad en la aprehensión de la verdad. La
adoración de Dios se regularice hasta los menores detalles, siendo en gran parte ritual y
ceremonial, y se estableció en un santuario céntrico.
721
EN EL NUEVO TESTAMENTO
Además, la adoración ritual del pasado dejo su lugar a una adoración más espiritual, en
armonía con los grandes privilegios del Nuevo Testamento.
La explicación dada en los párrafos anteriores se funda sobre la hipótesis de que la iglesia
existió en la dispensación antigua tanto como en la nueva, y que fue esencialmente la
misma en ambas, a pesar de las diferencias reconocidas en su carácter institucional y
administrativo. Esto esta en armonía con las enseñanzas de nuestros Símbolos
Confesionales. La Confesión Belga dice en el Articulo XXVII: "Esta iglesia ha sido desde
el principio del mundo, y será hasta el fin de el; lo que se hace evidente por hecho de que
Cristo es un Rey eterno, y que no lo seria si no tuviera súbditos". En completo acuerdo con
esto el Catecismo de Heidelberg dice en lo correspondiente al Día del Señor, XXI: "Que el
Hijo de Dios desde el principio del mundo recoge de entre toda la raza humana, defiende, y
preserva para si mismo, mediante su Espíritu y Palabra, en la unidad de la fe verdadera, una
iglesia elegida para la vida eterna". La iglesia es, esencialmente, tal como quedo indicado
en lo anterior, la comunidad de los creyentes, y esta comunidad existe desde el principio de
la dispensación antigua hasta el tiempo presente y continuara existiendo sobre la tierra
hasta el fin del mundo. Sobre este punto no podemos convenir con aquellos premilenarios
que, bajo la influencia de un dispensacionalismo divisivo, pretenden que la iglesia es una
institución exclusivamente del Nuevo Testamento, y que no tuvo existencia sino hasta el
derramamiento del Espíritu Santo en el día de Pentecostés y que será removida de la tierra
antes de que comience el milenio. A esos les gusta definir la iglesia como "el cuerpo de
Cristo", que es un nombre característicamente del Nuevo Testamento, y parecen olvidar
que también se le llama "el tiempo de Dios" y "Jerusalén", que son nombres decididamente
722
con sabor de Antiguo Testamento, compárese I Cor. 3: 16, 17; II Cor. 6: 16; Ef. 2: 21; Gal
4: 26; Heb. 12: 22. No debemos cerrar nuestros ojos al hecho patente de que el nombre
"iglesia" (qahal en el hebreo, y que se traduce ekklesia en la Septuaginta) se aplica a Israel
en el Antiguo Testamento repetidas veces, Josué 8: 35; Esdras 2: 65; Joel 2: 16. El hecho de
que en nuestras traducciones bíblicas del Antiguo Testamento la traducción del original es
"reunión", "asamblea", o "congregación", en tanto que en el Nuevo Testamento se le
traduce "iglesia", puede haber dado lugar a que surgiera un mal entendimiento respecto a
este punto ; pero permanece el hecho de que en el Antiguo Testamento tanto como en el
Nuevo la palabra original denota una congregación o asamblea del pueblo de Dios, y como
tal sirve para designar la esencia de la iglesia. Jesús, po r otra parte, dijo que El fundaría la
iglesia en el futuro, Mat. 16: 18, pero también la reconoció como una institución ya
existente, Mat. 18: 17. Esteban habla de "la iglesia en el desierto", Hech. 7: 38; y Pablo
testifica con claridad la unidad espiritual de Israel y de la iglesia en Rom. 11: 17-21 y en Ef.
2: 11- 16. En esencia, Israel constituye la iglesia de Dios en el Antiguo Testamento, aunque
su institución externa difiera mucho de la iglesia del Nuevo Testamento.
LA UNIDAD DE LA IGLESIA
control de todo lo que queda debajo de el. De esta manera la iglesia catolicorromana
presenta a los ojos una estructura verdaderamente imponente.
324
Articulos XXVII - XXIX.
325
Art. XXVII.
724
acuerdo con la pura Palabra de Dios; todas las cosas contrarias, por lo tanto, quedan
rechazadas y Jesucristo reconocido como la misma Cabeza de la iglesia. De
consiguiente la iglesia verdadera puede con toda certeza ser conocida, y de ella
ningún hombre, tiene derecho de separarse". 326 La unidad de la iglesia visible
también fue enseñada por los teólogos Reformados del periodo de la post-Reforma
y también fue acentuada fuertemente en la teología escocesa. Hasta dice Walker :
"Las iglesias verdaderas de Cristo, lado a lado una de la otra, que forman
organizaciones separadas, con gobiernos separados, les parecen (a los teólogos
escoceses) por completo inadmisibles, a menos que se les tolere en forma muy
limitada, y por razones de conveniencia temporal" 327 En los Países Bajos esta
doctrina se eclipso en recientes años en la proporción en la que una multi, o
pluriformidad de iglesias se acentuó atendiendo a los hechos históricos y a las
condiciones existentes. Al presente de nuevo se acentúa en algunas de las
discusiones corrientes. En atención a las divisiones actuales de la iglesia es muy
natural que surja el problema respecto a saber si estas divisiones no van en contra de
la doctrina de la unidad de la iglesia visible. En respuesta a esto debe decirse que
algunas divisiones, tales como aquellas que se deben a diferencias de localidad o de
lenguaje, son perfectamente compatibles con la unidad de la iglesia ; pero otras,
tales como las que se originan en perversiones doctrinales o en abusos
sacramentales, en realidad estorban esa unidad. Las primeras resultan de la
dirección providencial de Dios, pero las Últimas se deben a la influencia del pecado:
al oscurecimiento del entendimiento, al poder del error, o a los caprichos del
hombre; y por tanto la iglesia tendrá que luchar por el ideal, derrotando esos
obstáculos. La pregunta todavía surgirá, de si una iglesia invisible no debe encontrar
expresión en una sola organización. Difícilmente se podrá decir que la Palabra de
Dios requiera esto con toda claridad, y la historia ha demostrado que esto no puede
sostenerse y que tampoco merece consideración. El único intento que se ha hecho
de mayor alcance para unir a toda la iglesia en una gran organización externa no
demostró producir buenos resultados, sino que condujo a la internalización, al
ritualismo y al legalismo. Además, la multiformidad de iglesias, tan característica
del protestantismo, hasta donde resulta de la dirección providencial de Dios y de un
proceder legítimo, surgió de la manera más natural, y esta en completa armonía con
la ley de diferenciación, según la cual un organismo en su desarrollo evoluciona de
lo homogéneo a lo heterogéneo. Es muy posible que las riquezas inherentes del
organismo de la iglesia encuentren mejor y más completa expresión en la variedad
326
Art. XXIX.
327
Scottish Theology and Theologians, pp. 97 y sig.
725
actual de iglesias que la que producirían en una sola organización externa. Esto no
quiere decir, de consiguiente, que la iglesia no deba luchar por una mayor medida
de unidad externa. El ideal seria siempre dar la mayor expresión adecuada a la
unidad de la iglesia. En la actualidad hay un movimiento de unión de iglesias muy
fuerte, pero este movimiento, hasta donde se ha desarrollado en nuestro día, aunque
indudablemente nace de motivos dignos de alabanza, de parte de algunos, todavía es
de muy dudoso valor. Cualquiera unión externa que se efectúa debe ser la expresión
natural de una unión interna, pero el movimiento actual busca en forma parcial
fabricar una unión externa no fundada en una unidad interna, olvidando que
"ninguna agregación artificial que procure unificar lo que naturalmente es dispar
puede proporcionar una garantía en contra de las luchas de partido dentro de aquella
agregación". Tal agregación es anti bíblica hasta donde se procura la unidad a
expensas de la verdad y ha estado marchando sobre las oscilaciones de subjetivismo
en religión. A menos que cambie de color y que luche por una mayor unidad en la
verdad, no producirá verdadera unidad sino nada mas uniformidad, y aunque logre
que la iglesia s a mas eficiente desde el punto de vista de los negocios, no lograr
aumentar la verdadera eficiencia espiritual propia de la iglesia. Barth da la nota
correcta cuando dice: "La búsqueda de la unidad de la iglesia debe ser idéntica de
hecho con la búsqueda de Jesucristo como la Cabeza concreta y Señor de la iglesia.
Las bendiciones de la unidad no pueden separarse de Aquel que bendice; en El la
iglesia tiene su fuente y realidad; por medio de su Palabra y Espíritu se nos revela y
sólo en la fe puede convertirse en realidad entre nosotros". 328
LA SANTIDAD DE LA IGLESIA
328
The Church and the Churches, p. 28.
329
The Creed Explained, p. 285.
726
que la iglesia es santa también, "porque hubo santos en ella, en todos los tiempos,
cuya santidad Dios ha confirmado también por medio de milagros y de gracias
extraordinarias". 330
LA CATOLICIDAD DE LA IGLESIA
330
Catechism of the Catholic Religion, p. 140.
727
2. El concepto protestante. Una vez más, los protestantes aplican este atributo, en
primer lugar, a la iglesia invisible, que puede también llamarse católica en un
sentido mucho más verdadero que cualquiera de las organizaciones existentes, ni
siquiera exceptuando a la iglesia de Roma. Con justicia se resienten de la arrogancia
del católico romano que se apropian este atributo para su organización jerárquica,
excluyendo a todas las otras iglesias. Los protestantes insisten en que la iglesia
invisible es, ante todo, la verdadera iglesia católica, porque incluye a todos los
creyentes sobre la tierra, en cualquier tiempo particular, sin excepción de alguno;
porque, en consecuencia, también ella tiene sus miembros entre todas las naciones
del mundo que han sido evangelizadas; y porque ejercita una influencia dirigente
sobre la vida entera del hombre en todas sus fases. En segundo lugar, también los
protestantes atribuyen la catolicidad a la iglesia visible. En nuestra discusión acerca
de la unidad de la iglesia visible, ya se hizo notorio que los Reformadores y las
Confesiones Reformadas expresan su creencia en una iglesia católica visible, y esta
opinión ha sido repetida por teólogos Reformados, holandeses, escoceses y
americanos hasta el día presente, aunque en recientes años algunos de los
holandeses expresaron duda acerca de ella. Se debe admitir que esta doctrina
presenta muchos problemas difíciles, que todavía están pidiendo solución. No es
fácil señalar con precisión en qué consiste justamente esta iglesia católica visible.
Además, surgen problemas como estos :
a. ¿Lleva consigo esta doctrina una completa condenación del
denominacionalismo, según el Dr. Henry Van Dyke parece pensarlo?
b. ¿Significa esto que alguna denominación es la iglesia verdadera, en tanto
que otras son falsas, o es mejor distinguir entre iglesias de mayor o menor
pureza en su formación?
c. ¿En qué punto una iglesia local o denominacional deja de ser parte
integrante de aquella única iglesia visible?
d. ¿Es esencial para la unidad de la iglesia visible una sola institución u
organización externa o no? Estos son algunos de los problemas que todavía
demandan un estudio más amplio.
331
Art. XXIX.
729
332
Cap. XXV, párrafos 2, 4, 5.
730
eso de ser una verdadera iglesia. Pero hay un límite más allá del cual una iglesia no
puede continuar representando mal a la verdad o negándola sin perder su carácter
verdadero y convirtiéndose en una iglesia falsa. Esto es lo que acontece cuando se
niegan los artículos fundamentales de la fe, y la doctrina y la vida no quedan ya bajo
el control de la Palabra de Dios.
4. ¿Hay pasajes en la Escritura en los que la palabra ekklesia se usa, sin sombra de
duda, para designar como una unidad al cuerpo completo de aquellos que por todo
el mundo abiertamente profesan a Cristo?
5. ¿Se usa siempre esta palabra como la designación para un grupo de iglesias bajo un
gobierno común, tal como el que llamamos una denominación?
6. ¿La visibilidad de la iglesia (iglesia visible) consiste únicamente en la visibilidad de
sus miembros?
7. Si no, ¿en qué sentido se convierte en visible?
8. ¿Permanece la iglesia visible en alguna otra relación con Cristo que no sea nada más
la externa, y goza de alguna otra cosa que no sean solamente promesas y privilegios
externos?
9. ¿Difiere la esencia de la iglesia visible de la esencia de la iglesia invisible?
10. ¿Qué objeciones se han levantado en contra de la distinción entre la iglesia como
una institución y la iglesia como un organismo?
11. ¿Cuál es la diferencia fundamental entre el concepto católico romano y el
Reformado acerca de la iglesia?
1. Bannerman, The Church of Christ, I, pp. 1.67; Ten Hoor, Afscheiding en Doleantie
and Afscheiding of Doleantie
2. Bavinck, Geref. Dogm. IV, pp. 295.354
3. Devine, The Creed. Explained, pp. 256.295
4. Doekes, De Moeder der Geloovigen, pp. 7.64; Steen, De Kcrk, pp. 30.131
5. Hort, The Christian Ecclesia, especialmente pp 1.21, 107.122;
6. Kuyper, Dict. Dogm., De Ecclesia, pp. 3,267; id., Tractaat Van de Reformatie cler
Kerken, ibid., E. Voto II, pp. 108.151
7. Litton, Introd. to Dogm. Theol., pp. 357.378
8. McPherson, The Doctrine of the Church in Scottish Theology, pp. 54,128
9. Moehler, Symbolism, pp. 310.362;
10. Morris, Ecclesiology, pp. 13.41;
11. Pieper, Christl. Dogm. III, pp. 458.492
12. Pope, Chr. Theol. III, pp. 259.287;
13. Schaff, Our Father's Faith and Ours, 213.239;
14. Strong, Syst. Theol., pp. 887.894;
15. Valentina, Chr. Dogm. II, pp. 362.377
16. Van Dyke, The Church, Iler Ministry and Sacraments, pp. 1.74