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Las Revoluciones Como Cambios de La Visión Del Mundo

Este documento discute cómo los cambios de paradigma científicos pueden conducir a cambios en la visión del mundo de los científicos. Explica que durante las revoluciones científicas, los científicos aprenden a ver cosas familiares de nuevas maneras y ven cosas nuevas. También señala que la experiencia y el entrenamiento determinan en gran medida cómo los científicos perciben el mundo.

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Las Revoluciones Como Cambios de La Visión Del Mundo

Este documento discute cómo los cambios de paradigma científicos pueden conducir a cambios en la visión del mundo de los científicos. Explica que durante las revoluciones científicas, los científicos aprenden a ver cosas familiares de nuevas maneras y ven cosas nuevas. También señala que la experiencia y el entrenamiento determinan en gran medida cómo los científicos perciben el mundo.

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192 NATURALEZA DE LAS REVOLUCIONI~S

siendo dicho recurso a criterios externos lo que


de manera más clara hace revolucionarios los de-
bates sobre paradigmas. No obstante, también
está en juego algo aún más fundamental que las X. LAS REVOLUCIONES COMO CAMBIOS
normas y los valores. Hasta ahora sólo he defen- DE LA VISIÓN DEL MUNDO
dido que los paradigmas son constitutivos de la
ciencia. Ahora quiero mostrar un sentido según
el cual también son constitutivos de la naturaleza. AL EXAMINAR los documentos de la investigación
del pasado desde el punto de vista de la historio-
grafía contemporánea, el historiador de la cien-
cia puede sentir la tentación de proclamar que
cuando cambian los paradigmas, el propio mun-
do cambia con ellos. Guiados por un nuevo para-
digma, los científicos adoptan nuevos instrumen-
tos, miran en lugares nuevos y, lo que resulta más
importante, durante las revoluciones ven cosas
nuevas y diferentes cuando miran con instru-
mentos familiares en lugares en los que ya antes
habían mirado. Parecería más bien como si la co-
munidad profesional hubiese sido transportada
repentinamente a otro planeta en el que los obje-
tos familiares se viesen bajo una luz diferente,
estando además acompañados por otros que no
resultan familiares. Por supuesto, no ocurre nada
por el estilo; no hay ningún traslado geográfico y
fuera del laboratorio los asuntos ordinarios con-
tinúan normalmente como antes. Con todo, los
cambios de paradigma hacen que los científicos
vean de un modo distinto el mundo al que se
aplica su investigación. En la medida en que su
único acceso a dicho mundo es a través de lo que
ven y hacen, podemos estar dispuestos a afirmar
que tras una revolución los científicos responden
a un mundo distinto.
Las demostraciones conocidas de los cambios

193
194 CAMBIOS DE LA VISIÓN DEL MUNDO CAMBIOS DE LA VISIÓN DEL MUNDO 195

en la Gestalt visual resultan muy sugerentes en que habitaba antes. Ésta es otra de las razones
cuanto prototipos elementales de estas transfor- por las que las escuelas guiadas por paradjgmas
maciones del mundo de los científicos. Lo que diferentes siempre se enfrentan a algunos malen-
antes de una revolución eran patos en el mundo tendidos.
del científico, son conejos después de ella. La per- Está claro que los experimentos de la Gestalt,
sona que antes veía el exterior de una caja desde en su forma más común, ilustran tan sólo la na-
arriba, ve luego su interior desde abajo. Las trans- turaleza de las transformaciones perceptivas.
formaciones de este tipo acompañan comúnmen- Nada nos dicen acerca de la función de los para-
te al proceso de aprendizaje científico, por más digmas o de las experiencias previamente asimi-
que en general sean más graduales y casi siempre ladas en el proceso de la percepción. Mas sobre
irreversibles. Al mirar las curvas de nivel, el estu- este particular exjste una abundante bibHografía
diante no ve más que líneas sobre un papel allí psicológica, gran parte de la cual surge del traba-
donde el cartógrafo ve una imagen del terreno. Al jo original del Instituto de Hanover. Un sujeto ex-
mirar una fotografía de una cámara de niebla, el perimental que se pone unos anteojos con lentes
estudiante sólo ve líneas discontinuas y confusas, inversoras de la imagen, inicialmente ve el mun-
mientras que el físico ve un registro de sucesos do cabeza abajo. Al principio su aparato percep-
subnucleares familiares. Es preciso pasar por al- tivo funciona como si hubiese sido entrenado para
gunas de esas transformaciones de la visión antes funcionar sin los anteojos, por 10 que el resultado
de que el estudiante se convierta en un habitante es una desodentación extrema y una aguda crisis
del mundo del científico, capaz de ver lo que ve el personal. Pero, una vez que el sujeto ha comen-
científico y capaz de responder como él. Con to- zado a aprender a manejarse en este nuevo mun-
do, el mundo al que tiene entonces acceso el estu- do, todo su campo visual se invierte, normalmen-
diante no está fijado de una vez por todas ni por te tras un periodo intermedio en el que la visión
la naturaleza del medio, por una parte, ni por la resulta sencillamente confusa. A partir de enton-
naturaleza de la ciencia, por la otra. Más bien ces, se ven de nuevo los objetos como se veían
está determinado conjuntamente por el medio y antes de ponerse los anteojos. La asimilación de
por la particular tradición de ciencia normal en un campo visual previamente anómalo ha reac-
la que el estudiante ha sjdo entrenado. Por con- cionado transformando el propio campo.l Tanto
sjguiente, en tiempos revolucionados, cuando literal como metafóricamente, la persona acos-
cambja la tradición de la ciencia normal, la per- tumbrada a las lentes inversoras ha sufrido una
cepción que tiene el científico de su medio ha de transformación revolucionaria de la visión.
reeducarse; en algunas situaciones familiares, ha
de aprender a ver una nueva Gestalt. Una vez que 1 Los experimentos originales se deben a George M. Strat-
lo haya hecho, el mundo de su investigación pa- ton, "Vision without Inversion of the Retinal Image", Psycho-
recerá ser aquí y allá inconmensurable con aquel logical Review, IV (1897), pp. 341-360, 463-481. Se puede en-
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Los sujetos del experimento de los naipes anó- do inmensamente sugerentes los tipos de experi-
malos discutido en el capítulo VI experimentaron mentos descritos antes. N. R. Hanson, en particu-
una transformación muy semejante. Hasta que lar, ha empleado las demostraciones de la Gestalt
aprendieron, gracias a una exposición prolonga- para elaborar algunas de las mismas consecuen-
da, que el universo contenía cartas anómalas, cias de las creencias científicas de las que me
sólo veían el tipo de barajas para el que los había ocupo aquí. 3 Otros colegas han señalado repeti-
equipado la experiencia previa. Con todo, una vez damente que la historia de la ciencia tendría más
que la experiencia ha suministrado las categorías sentido y resultaría más coherente si se pudiese
adicionales requeridas, eran capaces de ver todas suponer que de vez en cuando los científicos ex-
las cartas anómalas en la primera exposición lo perimentan cambios en la percepción como los
bastante larga como para permitir alguna identi- descritos más arriba. Sin embargo, por más que
ficación de cualquier tipo. Hay también otros ex- los experimentos psicológicos sean sugerentes,
perimentos que demuestran que el tamaño, color, en este caso no pueden ser más que eso. Mues-
etc., que se percibe en los objetos presentados ex- tran características de la percepción que podrían
perimentalmente varían también según el entre- ser centrales en el desarrollo científico, pero no
namiento y la experiencia previos del sujeto. 2 Al demuestran que las observaciones precisas y con-
explorar la rica bibliografía experimental de la troladas realizadas por los científicos que investi-
que se han sacado estos ejemplos, surge la sospe- gan compartan en absoluto esas características.
cha de que la propia percepción tiene como pre- Además, la naturaleza misma de esos experimen-
rrequisito algo similar a un paradigma. Lo que ve tos hace imposible una demostración directa de
una persona depende tanto de a qué mira como tal cuestión. Si los ejemplos históricos han de ha-
también de qué le ha enseñado a ver su experien- cer que parezcan pertinentes estos experimentos
cia visual y conceptual previa. En ausencia de tal psicológicos, hemos de reparar antes en qué ti-
aprendizaje, sólo puede darse "una lujuriante y pos de elementos de juicio podemos esperar que
zumbante confusión", para decirlo con las pala- la historia pueda o no ofrecer.
bras de William James. El sujeto de una demostración de la Gestalt sa-
En años recientes, varias de las personas inte- be que su percepción se ha transformado porque
resadas en la historia de la ciencia han encontra- puede cambiar adelante y atrás reiteradamente
contrar una panorámica más al día en Harvey A. Carr, An ln- mientras sostiene en sus manos el mismo libro o
troduction to Space Perception (Nueva York, 1935), pp. 18-57. la misma hoja de papel. Consciente de que nada
2 Véanse los ejemplos en Albert H. Hastorf, "The Influence ha cambiado en su entorno, acaba centrando la
of Suggestion on the Relationship between Stimulus Size and atención no en la figura (el pato o el conejo), sino
Perceived Distance", Journal of Psychology, XXIX (1950), pp.
195-217; así como Jerome S. Bruner, Leo Postman y John Ro- 3 N. R. Hanson, Patterns of Discovery (Cambridge, 1958),
drigues, "Expectations and the Perception of Color", Ameri- cap. r [hay traducción española, Patrones del descubrimiento,
can Journal of Psychology, LXIV (1951), pp. 216-227. Madrid, Alianza, 1977].
198 CAMBIOS DE LA VISIÓN DEL MUNDO CAMBIOS DE LA VISIÓN DEL MUNDO 199

en las líneas del papel que está mirando. Incluso luz era "a veces una onda y a veces una partícula"
puede terminar aprendiendo a ver esas líneas sin fue ~n periodo de crisis, un periodo en el que
ver ninguna de las figuras, pudiendo decir enton- algo Iba mal, y que sólo terminó con el desarrollo
ces (algo que antes no hubiera podido decir de de la mecánica ondulatoria y la constatación de
manera legítima) que lo que realmente ve son esas que la luz era una entidad autoconsistente distin-
líneas, aunque las vea alternativamente como un ta tanto de las ondas como de las partículas. Por
pato o como un conejo. Igualmente, el sujeto del tanto, en las ciencias, si las transformaciones per-
experimento del naipe anómalo sabe (o, más exac- ceptivas acompañan a los cambios de paradigma,
tamente, se le puede persuadir de ello) que su no hemos de esperar que los científicos den fe
percepción ha de haber cambiado porque una directamente de dichos cambios. Al mirar la Lu-
autoridad externa, el experimentador, le asegura na, el converso al copernicanismo no dice "acos-
que al margen de lo que viera, estaba mirando tumbraba a ver un planeta, mas ahora veo un sa-
todo el tiempo un cinco de corazones negro. En télite". Tal manera de expresarse daría a entender
amos casos, como en todos los experimentos psi- que en cierto sentido el sistema tolemaico había
cológicos semejantes, la efectividad de la demos- sido correcto en algún momento. Por el contra-
tración depende de que ésta sea analizable de rio, un converso a la nueva astronomía dice, "an-
este modo. A menos que haya una norma externa taño tomaba a la Luna por un planeta (o veía la
respecto de la cual demostrar la existencia de un Luna como un planeta), pero estaba equivocado".
cambio de visión, no podría extraerse conclusión Ese tipo de afirmaciones es recurrente después
alguna cerca de la existencia de posibilidades de las revoluciones científicas. Si ordinariamente
perceptivas alternativas. enmascara un cambio en la visión científica o al-
Sin embargo, con la observación científica la guna otra transformación mental con los mismos
situación es exactamente la inversa. Los científi- efectos, no podemos esperar un testimonio direc-
cos no poseen recurso alguno más allá de lo que to acerca de dicho cambio. Hemos de buscar por
ven con sus ojos e instrumentos. Si hubiese algu- el contrario testimonios indirectos y comporta-
na autoridad superior respecto de la cual se pu- mentales en el sentido de que el científico con un
diese mostrar que su visión se había transforma- paradigma nuevo ve de modo distinto de como
do, entonces dicha autoridad se convertiría en la había visto antes.
fuente de sus datos, mientras que la conducta de Volvamos pues a los datos y preguntémonos
su visión se transformaría en una fuente de pro- qué tipo de transformaciones en el mundo del
blemas, al modo en que la del sujeto experimen- científico puede descubrir el historiador que cree
tallo es para el psicólogo. Surgirían los mismos en tales cambios. El descubrimiento de Urano
tipos de problemas si el científico pudiera cam- debido a sir William Herschel suministra un pri-
biar atrás y adelante como el sujeto de los experi- mer ejemplo que además mantiene un estrecho
mentos de la Gestalt. El periodo durante el cual la paralelismo con el experimento del naipe anóma-
200 CAMBIOS DE LA VISIÓN DEL MUNDO CAMBIOS DE LA VISIÓN DEL MUNDO 201

lo. Al menos en 17 ocasiones distintas entre 1690 trella O cometa) suministradas por el paradigma
y 1781, algunos astrónomos, incluyendo a varios anteriormente dominante.
de los más eminentes observadores europeos, ha- El cambio de visión que permitió a los astróno-
bían visto una estrella en posiciones que nosotros mos ver Urano, el planeta, con todo no parece
suponemos ahora que tienen que haber estado haber afectado exclusivamente a la percepción de
ocupadas en aquel momento por Urano. Uno de ese objeto anteriormente observado. Sus con-
los mejores observadores de dicho grupo había secuencias tuvieron más alcance. Probablemen-
visto de hecho la estrella en cuatro noches sucesi- te, aunque los elementos de juicio no son claros,
vas de 1769 sin percatarse del movimiento que el pequeño cambio paradigmático inducido por
podría haber sugerido otra identificación. Cuan- Herschel contribuyó a preparar a los astrónomos
do Herschel observó por primera vez el mismo para el descubrimiento rápido, tras 1801, de nu-
objeto 12 años más tarde, lo hizo con un telesco- merosos planetas menores o asteroides. Debido a
pio mucho mejor fabricado por él mismo. Como su pequeño tamaño, éstos no mostraban la am-
resultado de ello, fue capaz de darse cuenta de pliación anómala que había alertado a Herschel.
que ofrecía el tamaño aparente de un disco lo que Sin embargo, los astrónomos, preparados para el
era al menos inusual para una estrella. Algo an- hallazgo de planetas adicionales, fueron capaces
daba mal, y por consiguiente pospuso la identifi- de identificar 20 de ellos con instrumentos nor-
cación hasta examinar mejor las cosas. Dicho males en los primeros 50 años del siglo XIX. 5 La
examen puso de manifiesto el movimiento de Ura- historia de la astronomía suministra muchos otros
no entre las estrellas y por consiguiente ¡Herschel ejemplos de cambios en la percepción científica
anunció que había visto un nuevo cometa! Tan inducidos por el paradigma, algunos de los cua-
sólo varios meses más tarde, y tras infructuosos les resultan incluso más claros. ¿Acaso podría ser
intentos de hacer encajar el movimiento observa- accidental, por ejemplo, que los astrónomos de
do en una órbita cometaria, Lexell sugirió que la Occidente vieran por primera vez cambios en los
órbita probablemente era planetaria. 4 Una vez cielos, anteriormente inmutables, durante el me-
aceptada esta sugerencia, en el mundo del astró- dio siglo posterior a la propuesta del nuevo para-
nomo profesional había unas cuantas estrellas digma copernicano? Los chinos, cuyas creencias
menos y un planeta más. Un cuerpo celeste que cosmológicas no impedían los cambios celestes,
había sido observado intermitentemente durante habían registrado la aparición de muchas estre-
casi un siglo, se vio de modo distinto después de llas nuevas en los cielos en fechas mucho más
1781 porque, como el naipe anómalo, ya no se po- tempranas. Asimismo, incluso sin la ayuda del te-
día hacer encajar en las categorías perceptivas (es-
5 Rudolph Wolf, Geschichte der Astronomie (Munich, 1877),
pp. 513-515, 683-693. Nótese en particular hasta qué punto la
4 Peter Doig, A Concise History of Astronomy (Londres, explicación de Wolf hace difícil explicar estos descubrimien-
1950), pp. 115-116. los como consecuencia de la ley de Bode.
202 CAMBIOS DE LA VISIÓN DEL MUNDO CAMBIOS DE LA VISIÓN DEL MUNDO 203

lescopio, los chinos habían registrado sistemáti- Si podemos quedar satisfechos con el uso coti-
camente la aparición de las manchas solares si- diano del verbo ver, reconoceremos rápidamente
glos antes de que las vieran Galileo y sus contem- que ya nos hemos topado con muchos otros ejem-
poráneos. 6 No fueron las manchas solares y la plos de cambios en la percepción científica que
nueva estrella los únicos ejemplos de cambio ce- acompañan a los cambios de paradigma. El uso
leste que aparecieron en los cielos de la astro- ampliado de percepción y de ver requerirá ense-
nomía occidental inmediatamente después de guida de una defensa explícita, pero permítaseme
Copérnico. Mediante el uso de instrumentos tra- antes ejemplificar su aplicación en la práctica.
dicionales, algunos tan sencillos como un hilo, los Reconsideremos por un momento dos de nues-
astrónomos de finales del siglo XVI descubrieron tros ejemplos anteriores tomados de la historia
repetidamente que los cometas vagabundeaban a de la electricidad. Durante el siglo XVII, cuando
su arbitrio a través del espacio anteriormente su investigación estaba guiada por una u otra teo-
reservado a los inmutables planetas y estrellas.? ría de los efluvios, los electricistas veían una y
La propia facilidad y rapidez con la que los as- otra vez que las motas rebotaban o caían de los
trónomos vieron nuevas cosas al mirar los viejos cuerpos electrificados que las habían atraído. Al
objetos con los viejos instrumentos puede indu- menos eso es lo que los observadores del siglo
cirnos a decir que, después de Copérnico, los as- XVII decían ver, y no tenemos más razones para
trónomos vivían en un mundo distinto. En cual- dudar de sus informes de percepción que de los
quier caso, su investigación procedía como si así nuestros propios. Situado ante el mismo aparato,
fuese. un observador moderno vería una repulsión elec-
Hemos extraído los ejemplos anteriores de la trostática, más bien que un rebote mecánico o
astronomía porque los informes de observacio- gravitatorio, pero históricamente con una sola
nes celestes se expresan frecuentemente con un excepción universalmente ignorada, la repulsión
vocabulario que consta de términos hasta cierto electrostática no fue vista como tal hasta que el
punto puramente observacionales. Sólo en tales aparato a gran escala de Hauksbee amplió enor-
informes podemos esperar encontrar algo que se memente sus efectos. Sin embargo, la repulsión
aproxime a un paralelismo pleno de las observa- tras la electrificación por contacto fue solamente
ciones de los científicos con las de los sujetos uno de los diferentes efectos de repulsión que vio
experimentales del psicólogo. Pero no es necesa- Hauksbee. Mediante sus investigaciones, más bien
rio insistir en tal paralelismo pleno, y tenemos que por un cambio de Gestalt, la repulsión se con-
mucho que ganar relajando nuestras exigencias. virtió repentinamente en la manifestación funda-
mental de la electrificación, siendo entonces la
6 Joseph Needham, Science and Civilization in China, III
(Cambridge, 1959), pp. 423-429, 434-436. atracción lo que hacía falta explicar. 8 Los fenóme-
7 T. S. Kuhn, The Copernican Revolution, pp. 206-209 [en la x Duane Roller y Duane H. D. Roller, The Development, pp.
traducción española, La revolución copernicana, pp. 270-273]. 21·29.
CAMBlOS DE LA VISIÓN DEL MUNDO CAMBlOS DE LA VISIÓN DEL MUNDO 205
204

nos eléctricos visibles a comienzos del siglo XVIII miento del oxígeno, Lavoisier vio la naturaleza
eran más sutiles y más variados que los que veían como mínimo de manera diferente. Y, en ausen-
los observadores del siglo XVII. Una vez más, tras cia de algún recurso a esa hipotética naturaleza
la asimilación del paradigma de Franklin, el elec- fija que "vio de manera diferente", el principio
tricista que miraba una botella de Leyden v.eía de economía nos incita a decir que tras descu-
algo distinto de lo que había visto antes. El artIlu- brir el oxígeno Lavoisier trabajaba en un mundo
gio se había convertido en un condensado~par~ distinto.
el que no era preciso ni la forma de botella nI el VI- Enseguida indagaré las posibilidades de evitar
drio. En lugar de ello pasaron a primer plano las esta expresión extraña, pero antes necesitamos
dos capas conductoras, una de las cuales no ha- otro ejemplo de su uso, derivado éste de una de
bía formado parte del aparato original. Como ates- las partes mejor conocidas del trabajo de Galileo.
tiguan gradualmente tanto. las di~cu,si~:)lles es- Desde la remota antigüedad, la mayoría de las
critas como las representacIOnes plctoncas, dos personas habían visto algún grave oscilando aquí
placas metálicas con un no conductor entre ellas9 y allá colgado de una cuerda o de una cadena
se habían convertido en el prototipo de la clase. hasta terminar deteniéndose. Para los aristotéli-
Simultáneamente fueron descritos de nuevo otros cos, quienes creían que un cuerpo pesado se mue-
efectos de inducción, mientras que otros fueron ve por su propia naturaleza desde una posición
observados por primera vez. alta hasta un estado de reposo natural en otra
Los cambios de este tipo no se limitan a la as- inferior, el cuerpo oscilante estaba simplemente
tronomía y la electricidad. Ya hemos señalado a~­ cayendo con dificultad. Limitado por la cuerda,
gunas de las transformaciones similares de la VI- sólo podría conseguir el reposo en el punto más
sión que se pueden obt~ner de l~ hist?ria de l~ bajo después de un movimiento tortuoso y un
química. Lavoisier, deClamas, VIO oXlg~n? alh tiempo considerable. Por el contrario, cuando Ga-
donde Priestley había visto aire desfloglstlzado lileo veía el cuerpo oscilante, veía un péndulo, un
y donde otros no habían visto nada en absoluto. cuerpo que era casi capaz de repetir el mismo
Con todo, al aprender a ver oxígeno, Lavoisier te- movimiento una y otra vez hasta el infinito. Y al
nía que cambiar también su visión ~e muchas ver tal cosa, Galileo observó además otras propie-
otras sustancias más familiares. Por ejemplo, te- dades del péndulo, construyendo en tomo a él mu-
nía que ver un mineral ~ompuest? all~ donde chas de las partes más significativas y originales
Priestley y sus contemporaneo s hablan VIsto una de su nueva dinámica. Por ejemplo, Galileo deri-
tierra elemental, y se dieron además otros ca~­ vó de las propiedades del péndulo sus únicos ar-
bias semejantes. Como resultado del descubn- gumentos plenos y convincentes sobre la inde-
pendencia del peso y la tasa de caída, así como de
la relación entre la caída vertical y la velocidad
9 Véase el análisis del capítulo VTI y la bibliografía incluida
en la referencia que se cita allí en la nota 9.
terminal de los movimientos por planos inclina-
CAMBIOS DE LA VISIÓN DEL MUNDO CAMBIOS DE LA VISIÓN DEL MUNDO 207
206

dos. 10 Vio todos estos fenómenos naturales de sepamos, que vieron en los movimientos oscila-
modo distinto de como habían sido vistos ante- torios lo que en parte veía en ellos Galileo. Buri-
dan describe el movimiento de una cuerda vi-
riormente.
¿Por qué se produjo ese cambio de visión? Gra- brante diciendo que el ímpetu se imprime en ella
cias al particular genio de Galileo, por supuesto. cuando es golpeada inicialmente; a continuación
Pero repárese en que el genio no se manifiesta aquí el ímpetu se consume en desplazar la cuerda con-
por una observación más precisa u objetiva del tra la resistencia de su tensión; la tensión hace
cuerpo oscilante. Descriptivamente la percepc.ión volver luego a la cuerda a su posición, confirién-
aristotélica es igualmente exacta. Cuando GalIleo dole un ímpetu creciente hasta alcanzar el punto
informó de que el periodo del péndulo era inde- medio del movimiento; tras ello, el ímpetu des-
pendiente de la amplitud, para amplitudes hasta plaza la cuerda en la dirección opuesta, una vez
de 90°, su visión del péndulo lo llevó a ver mucha más en contra de la tensión de la cuerda, y así
más regularidad de la que nosotros podemos des- prosigue un proceso simétrico que puede prolon-
cubrir ahí. 11 Lo que parece haber estado implica- garse indefinidamente. Andando el siglo, Oresme
do más bien fue la explotación por parte del ge- bosquejó un análisis similar de la piedra osci-
nio de las posibilidades perceptivas disponibles lante que hoy se ofrece como la primera discu-
gracias a un cambio del paradigma medieval. Ga- sión de un péndulo. 12 Su punto de vista está muy
lileo no recibió una educación completamente próximo a aquel con el que Galileo abordó ini-
aristotélica. Por el contrario, aprendió a analizar cialmente el péndulo. En el caso de Oresme al
los movimientos en términos de la teoría del ím- menos, y casi con certeza también en el de Ga-
petu, un paradigma tardomedieval que sostenía lileo, se trataba de un punto de vista que había
que la continuación del movimiento de un grave hecho posible la transición del paradigma origi-
se debe a un motor interno implantado en él por nal del movimiento de Aristóteles al paradigma
el proyector que inició su movimiento. Jean Buri- escolástico del ímpetu. Hasta que no se inventó
dan y Nicole Oresme, los escolásticos del siglo XIV dicho paradigma escolástico, el científico no po-
que ofrecieron la formulación más perfecta de la día ver péndulos, sino sólo piedras oscilantes.
teoría del ímpetu, son las primeras personas, que Los péndulos fueron engendrados por algo muy
similar a un cambio de Gestalt inducido por el
10 Galileo Galilei, Dialogues Concerning Two New Sciences,
paradigma.
trad. H. Crew y A. de Salvio (Evanston, IIlinois, 1946), pp. 80-
81, 162-166 [hay traducción española, Consideraciones Y de- No obstante, ¿realmente hemos de describir lo
mostraciones matemáticas sobre dos nuevas ciencias, Madrid, que separa a Galileo de Aristóteles o a Lavoisier
Editora Nacional, 1976, pp. 175-178 y 289-292; las páginas de Priestley como un cambio de visión? ¿Veían
del volumen VIII de la edición de las Opere de A. Favaro son
127-129 y 206-208.]
11 lbidem, pp. 91-94, 244 [traducción citada, pp. 190-194 Y 12 M. Clagett, The Science of Mechanics in the Middle Ages

396-398; Opere, VIII, pp. 138-141 y 277-278]. (Madison, Wisconsin, 1959), pp. 537-538, 570.
208 CAMBIOS DE LA VISIÓN DEL MUNDO CAMBIOS DE LA VISIÓN DEL MUNDO 209

realme nte estas person as cosas diferen tes cuan- g~rantiza que la crisis se pueda pospo ner indefi-
do miraba n los mismo s tipos de objeto s? ¿Hay mdam ente. Las investi gacion es actual es en cier-
algún sentid o legítim o en el que podam os decir t~s partes de la filosofía, la psicolo gía, la lingüís -
que desarr ollaba n su investi gación en mundo s tlca e inclus o la histori a del arte, coinci den en
distint os? No se pueden poster gar por más tiem- sugeri r que el paradi gma tradici onal está un tan-
po estas pregun tas, pues es obvio que hay otro to sesgad o. El desaju ste se vuelve tambié n cada
modo mucho más usual de descri bir todos los vez más visible por el estudio históri co de la cien-
ejempl os históri cos bosque jados más arriba. Sin cia, hacia el que se dirige aquí necesa riamen te
duda mucho s lectore s prefer irán decir que lo que casi toda nuestr a atenció n.
cambi a con un paradi gma es tan sólo la interpr e- Ningu no de estos temas promo tores de crisis
tación que hace el científ ico de las observ acione s, h~ produ~ido aún una alterna tiva viable al para-
las cuales por sí misma s están fijadas de una vez dIgma epIstem ológico tradici onal, mas empiez an
por todas por la natura leza del medio y del apa- a sugeri r cuáles habrán de ser alguna s de las ca-
rato percep tivo. Según esta maner a de ver las co- racterí sticas de dicho paradi gma. Yo, por ejem-
sas, tanto Priestl ey como Lavois ier vieron ambos plo, soy doloro samen te consci ente de las dificul-
oxígen o, por más que interp retara n sus obser- tad~s crea.da s al d~cir que cuand o Aristó teles y
vacion es de modo distint o. Tambi én Aristó teles GalIleo mIrab an pIedra s oscilan do, el primer o
y Galileo habría n visto péndu los, aunqu e diver- veía una caída obstac ulizad a mientr as que el se-
gían en su interpr etació n de lo que cada uno ha- gundo veía un péndul o. Las misma s dificul tades
bía visto. se presen tan de modo aún más fundam ental con
Permít aseme decir de entrad a que este enfoqu e las frases iniciales de este capítul o: aunque el mun-
tan usual de lo que ocurre cuand o los científ icos do ~o c~mbie con. un cambio de paradi gma, tras él
cambi an su maner a de pensar sobre cuestio nes el Clenllfico trabaja en un mundo distinto . No obs-
fundam entale s no puede ser ni totalm ente erró- tante, estoy conven cido de que hemos de apren-
nea ni una mera equivo cación . Por el contra rio, der a confer ir sentid o al menos a enunc iados
es una parte esenci al de un paradi gma filosófico pareci dos a éstos. Lo que ocurre durant e una re-
iniciad o por Descar tes y desarr ollado al mismo volució n científ ica no es plenam ente reduct ible a
tiempo que la dinám ica newton iana. Dicho para- una re.inte rpretac ión de datos aislado s y estable s.
digma ha sido de utilida d tanto a la ciencia como En pnme r lugar, los datos no son inequí voca-
a la filosofía. Su explota ción, como la de la propia mente esta~les. Un péndul o no es una piedra que
dinámi ca, ha sido fecund a para una compr ensión cae y el oXIgeno no es aire desflog istizad o. Por
fundam ental que tal vez no hubier a podido lo- consig uiente , los datos que los científ icos reco-
grarse de otra maner a. Pero como tambié n indica gen de estos divers os objeto s son ellos mismo s
el ejempl o de la dinám ica newton iana, ni siquie- di~ti~tos, Como verem os ensegu ida. Y lo que es
ra el más sorpre ndente de los éxitos del pasado mas Impor tante, el proces o media nte el cual el
CAMBIOS DE LA VISIÓN DEL MUNDO 211
210 CAMBIOS DE LA VISIÓN DEL MUNDO

individuo o la comunidad realiza la transición de Mas la empresa interpretativa, y ése era el pro-
la caída obstaculizada al péndulo o del aire des- blema del penúltimo párrafo, tan sólo puede ar-
flogistizado al oxígeno, no se parece a una i.n ter - ticular un paradigma, no corregirlo. Los paradig-
pretación. ¿Cómo podr~a s~rlo en aus~nCla de mas no pueden ser en absoluto corregidos por la
unos datos fijos que el Clentlfico pueda mterpre- ciencia normal, la cual, como ya hemos visto, en
tar? Más que un intérprete, el científico que abra- última instancia sólo conduce al reconocimiento
za un nuevo paradigma es como la persona que de anomalías y a la crisis. Además, estas crisis no
lleva lentes inversoras. Aunque se enfrenta a la terminan por interpretación y deliberación, sino
misma constelación de objetos que antes, y sabe merced a un acontecimiento relativamente re-
que es así, con todo los encuentra transformados pentino y no estructurado semejante a un cam-
completamente en muchos de sus det~lle~. bio de Gestalt. Entonces los científicos tienden a
Estas observaciones no pretenden mdIcar que hablar de que "las escamas caen de los ojos" o del
no sea típico de los científicos interpretar datos y "destello de luz" que "baña" un rompecabezas an-
observaciones. Por el contrario, Galileo interpre- tes sumido en las tinieblas, lo que permite que sus
taba las observaciones sobre el péndulo, Aristóte- componentes se vean de un modo nuevo que por
les interpretaba las observaciones sobre las pie- vez primera hace posible su solución. En otras
dras que caen, Musschenbroek interpretaba las ocasiones, la iluminación pertinente llega duran-
observaciones sobre una botella llena de carga y te el sueño.J3 No hay ningún sentido ordinario
Franklin interpretaba las observaciones sobre un del término interpretación que se avenga a estos
condensador. Pero todas y cada una de estas in- destellos de intuición a través de los cuales nace
terpretaciones presuponían un paradigma. For- un paradigma nuevo. Por más que tales intuicio-
maban parte de la ciencia normal, una ~mpresa nes, tanto la anómala como la congruente con la
que, como ya hemos visto, tiene por objeto re.fi- ciencia normal, dependan de la experiencia obte-
nar, extender y articular un paradigma ya eXIS- n!da con el viejo paradigma, no están ligadas ló-
tente. El capítulo ll1 ofrecía varios ejemplos en gIcamente o paso a paso con elementos particu-
los que la interpretación desempeñaba una fun- 13 [Jacques] Hadamard, Subconscient intuition et logique
ción central, ejemplos que tipifican la abruma- dans la recherche scientifique (Conférence faite au Palais de la
dora mayoría de la investigación. En cada uno Découverte le 8 Décembre 1945 [AlenJ;on, s.f.]), pp. 7-8. Se pue-
de ellos, y en virtud de un paradigma aceptado; de e~co~trar una .exposición mucho más completa, aunque
el científico sabía qué es lo que era un dato, que restnnglda exclUSIvamente a las innovaciones matemáticas
en la obra del mismo autor, The Psychology oflnvention in th~
instrumentos habrían de utilizarse para obtener- Mathematical Field (Princeton, 1949) [existe una traducción
lo y qué conceptos eran pertinen~es para in~~r­ española de la primera edición de Princeton, 1945, Psicología
pretarlo. Dado un paradigma, la mterpretaclOn de la invención en el campo matemático, Buenos Aires, Espa-
de los datos resulta central en la empresa que lo sa-Calpe, 1947; el título inglés es Essay on the Psychology of
!l/ventlOn In the Mathematical Field].
explora.
212 CAMBIOS DE LA VISIÓN DEL MUNDO CAMBIOS DE LA VISIÓN DEL MUNDO 213

lares de dicha experiencia, como habría de ocu- los cuerpos flotantes hizo que el medio no fuera
rrir en el caso de una interpretación. Por el con- esencial; la teoría del ímpetu hizo el movimiento
trario, toman grandes porciones de dich~ expe- si.métrico y duradero, mientras que el neoplato-
riencia y las transforman en el haz mas bIen msmo llamó la atención de Galileo sobre la for-
distinto de experiencia que luego se ligará paso a m~ ~~r~ul.ar del movimiento. 15 Por consiguiente,
paso con el nuevo paradigma, aunque no con el m~dlO umcamente el peso, el radio, el desplaza-
antiguo. mIento angular y el tiempo de cada oscilación,
Para saber algo más acerca de lo que puedan ~ue eran exactamente los datos que se podrían
ser esas diferencias en la experiencia, volvamos mterp~etar para dar lugar a las leyes del péndulo
por un momento a Aristóteles, Galileo y el pén- de Gahleo. Para el caso, la interpretación resultó
dulo. ¿Qué datos hizo accesib~es a cada uno ?e ser .casi innecesaria. Dados los paradigmas de
ellos la interacción entre sus dIferentes paradIg- Gahleo, las regularidades pendulares eran casi
mas y su medio común? Al ver una caída obsta- accesibles a simple vista. Cómo, si no, habríamos
culizada, los aristotélicos medirían (o al menos de ~xplicar el descubrimiento de Galileo de que el
discutirían, ya que los aristotélicos rara vez me- penado de la lenteja es totalmente independiente
dían) el peso de la piedra, la altura vertical a la de la amplitud, descubrimiento que la ciencia
que había sido levantada y el tiempo que emplea- normal surgi~a de Galileo hubo de erradicar y
ba para llegar al reposo. Junto con la resistencia que hoy en dla somos totalmente incapaces de
del medio, ésas eran las categorías conceptuales docume~ta.r. Las regularidades, que no podrían
desplegadas por la ciencia aristotélica cuando se haber eXIstido para un aristotélico, y que de he-
ocupaban de un cuerpo en caída. 14 La investiga- cho la naturaleza no ejemplifica exactamente en
ción normal guiada por ellas no podría haber n.in!?ún sit~o, fueron consecuencia de la experien-
producido las leyes descubiertas po~ Galileo. Lo Cla .mmedIata de una persona que vio a la piedra
único que podría hacer, cosa que hIZO por otro oscIlante a la manera de Galileo.
camino, sería conducir a una serie de crisis de las Tal vez este ejemplo sea excesivamente irreal
que surgió la manera que tenía Galileo de ver la ya <:I~e los aristotélicos no han registrado dis~
piedra oscilante. La obra de Arquímedes sobre CUSlOn alguna sobre piedras oscilantes. Para su
paradigma, se trataba de un fenómeno extraordi-
14 T. S. Kuhn, "A Function for Thought Experiments", en
Mélanges Alexandre Koyré, R. Taton e 1. B. Cohen (eds.), que
nariamente complejo. Sin embargo, los aristotéli-
se publicará en Hermann (Pans) en 1963. [Se publicó en 1964
con el título L'Aventure de la science, Mélanges Alexandre Koy- 15 A. Koyr~, Études Galiléennes (París, 1939), 1, pp. 46-51

ré, París, Hemann, vol. n, pp. 307-334. También se pu?licó [hay tradUCCión española, Estudios galileanos, Madrid, Siglo
como capítulo 10 de The Essential Tension. Selected Studles In XXI, 1980, pp. 66-72]; así como "Galileo and Plato", Journal
Scientific Tradition and Change, The University.?f Chicago (JI the History of Ideas, IV (1943), pp. 400-428 [hay traducción
Press, 1977; traducido al español como La tenslOn esenczal, española, "Galileo y Platón" en A. Koyré, Estudios de historia
México, FCE, 1981.] del pensamiento científico, Madrid, Siglo XXI, pp. 150-179].
CAMBIOS DE LA VISIÓN DEL MUNDO CAMBIOS DE LA VISIÓN DEL MUNDO 215
214

cos sí atendieron el caso más simple de piedras parte estas concepciones, la piedra en caída, al
en caída sin restricciones no ordinarias, y aquí se modo del péndulo, mostraba las leyes que la re-
ponen de manifiesto también las m~smas diferen- gían casi por inspección directa. Galileo no fue
cias de visión. Al contemplar una pIedra que cae, una ~e las primeras personas que sugirieron que
Aristóteles veía un cambio de estado más bien las pIedras caían con movimiento uniformemen-
que un proceso. Para él, las mediciones p~rtine~­ te acelerado. 18 Además había desarrollado su teo-
tes de un movimiento eran por tanto la dIstanCia rema sobre este asunto, junto con muchas de sus
total cubierta y el tiempo total transcurrid?, pa- consecuencias, antes de experimentar con el pla-
rámetros que sumi~istra~ lo que h.oy en dIa.ll~~ no inclinado. Dicho teorema formaba parte de
maríamos no velocIdad, smo velocIdad medIa. u~a red de nuevas regularidades accesibles al ge-
De manera similar, dado que la piedra se veía im- mo en un mundo determinado conjuntamente
pulsada por su naturaleza para alcanzar su punto por la naturaleza y por los paradigmas en los que
de reposo final, Aristóteles veía ~l p~rámetro de se h~~ían educado Galileo y sus contemporáneos.
distancia pertinente en cualqmer mstante del Al V1Vl; en. ese mu~do, Galileo aún podía, cuando
movimiento como la distancia hasta el punto fi- le vema bIen, explIcar por qué Aristóteles había
nal, más bien que la distancia desde el origen del ~isto l~ que había visto. Sin embargo, el contenido
movimientoP Estos parámetros conceptuales mmedIato de la experiencia de Galileo con las pie-
subyacen y confieren sentido a la mayoría de sus dras en caída libre no había sido el de Aristóteles.
conocidas "leyes del movimiento". Con todo, en Por supuesto, no está en absoluto claro que de-
parte gracias al paradigma del ímpetu y en p~rte ?amos. pr~,ocupar~os tanto por la "experiencia
gracias a la doctrina conocida como de la latItud mmedIata , es deCIr, por los rasgos perceptivos
de las formas la crítica escolástica cambió este que un paradigma ilumina hasta el punto de que
modo de ver ~l movimiento. Una piedra movida muestran sus regularidades casi a simple vista.
por el ímpetu adquiría cada vez más í~petu ~ Tales rasgos, obviamente, han de cambiar cuan-
medida que se alejaba de su punto de partIda. ~SI do cambian los compromisos del científico con
pues, el parámetro pertinent~ pasó. a ser la d~s­ los paradigmas, pero distan de lo que ordinaria-
tancia-desde más bien que la dIstanCia-a. Ademas, mente tenemos en mente cuando hablamos de
la noción aristotélica de velocidad se vio dividida los datos brutos o de la experiencia bruta a partir
por los escolásticos en conceptos que poco des- de la cual se supone que se desarrolla la investi-
pués de Galileo se convirtieron en nuestras velo- gación científica. Tal vez la experiencia inmediata
cidad media y velocidad instantánea. Pero cuando debería d,ejarse de lado por ser algo cambiante,
se veía a través del paradigma del que formaban concentrandonos por el contrario en el análisis
de las operaciones y mediciones concretas que
T. S. Kuhn, "A Function for Thought Experiments". .
16
Koyré, Études, n, pp. 7-11 [traducción española, EstudIOS
17
18 Clagett, The Science of Mechanics, caps. IV, VI Y IX.
gali/eanos, pp. 80-84].
216 CAMBIOS DE LA VISIÓN DEL MUNDO CAMBIOS DE LA VISIÓN DEL MUNDO 217

los científicos Hevan a cabo en su laboratorio. O tal la investigación normal tan sólo porque prome-
vez se debería Hevar aún más lejos el análisis a ten ofrecer una oportunidad para la elaboración
partir de lo inmediatamente dado. Por ejemplo, fructífera de un paradigma aceptado. Las opera-
podría realizarse en términos de algún lenguaje ciones y las mediciones están determinadas por
de observación neutral, tal vez un lenguaje dise- el paradigma de manera mucho más clara que la
ñado para adecuarse a las impresiones retinianas experiencia inmediata de la que en parte derivan.
que median en lo que ve el científico. Tan sólo de La ciencia no se ocupa de todas las posibles ma-
una de estas maneras podemos aspirar a recu- nipulaciones de laboratorio, sino que por el con-
perar un ámbito en el que la experiencia sea de trario selecciona aqueHas pertinentes para yux-
nuevo estable de una vez por todas, en el que el taponer el paradigma a la experiencia inmediata
péndulo y la caída obstaculizada no sean percep- que el paradigma ha determinado en parte. Como
ciones distintas, sino más bien diferentes inter- resultado de ello, los científicos con distintos pa-
pretaciones de los datos inequívocos suministra- radigmas se enzarzan en diferentes manipulacio-
dos por la observación de una piedra oscilante. nes concretas de laboratorio. Las mediciones que
Pero ¿es la experiencia sensorial fija y neutral? hay que realizar sobre un péndulo no son las per-
¿Acaso son las teorías simplemente interpretacio- tinentes para un caso de caída obstaculizada. Tam-
nes manufacturadas a partir de datos dados? La poco las operaciones pertinentes para elucidar
perspectiva epistemológica que con más frecuen- las propiedades del oxígeno son siempre las mis-
cia ha guiado la filosofía occidental durante tres mas que las precisas para investigar las caracte-
siglos responde con un inmediato e inequívoco rísticas del aire desflogistizado.
¡sí! En ausencia de una alternativa desarroHada, Tal vez algún día se ingenie un lenguaje de ob-
encuentro imposible abandonar del todo tal pun- servación puro; pero tres siglos después de Des-
to de vista. Con todo, ya no funciona de manera cartes nuestras esperanzas en semejante eventua-
efectiva y ahora me parecen inútiles los intentos lidad siguen dependiendo exclusivamente de una
de hacerlo mediante la introducción de un len- teoría de la percepción y de la mente. Y la experi-
guaje de observación neutro. mentación psicológica moderna está produciendo
Las operaciones y mediciones que realiza un con rapidez muchos fenómenos a los que difícil-
científico en el laboratorio no son "lo dado" de la mente puede enfrentarse tal teoría. El pato-cone-
experiencia, sino más bien "lo recogido con difi- jo muestra que dos personas con la misma im-
cultad". No son lo que ve el científico, al menos presión retiniana pueden ver cosas distintas; las
no hasta que su investigación haya avanzado lo lentes inversoras muestran que dos personas con
suficiente y su atención esté bien enfocada. Son distintas impresiones retinianas pueden ver la
más bien índices concretos del contenido de per- misma cosa. La psicología ofrece una gran canti-
cepciones más elementales y, en cuanto tales, se dad de otros elementos de juicio en el mismo
seleccionan para ser escrutadas más de cerca por sentido, y las dudas que de eHo dimanan se ven
218 CAMBIOS DE LA VISIÓN DEL MUNDO CAMBIOS DE LA VISIÓN DEL MUNDO 219

fácilmente reforzadas por la historia de los inten- este modo para informar acerca de un mundo
tos de mostrar un lenguaje observacional efecti- plenamente conocido por adelantado puede pro-
vo. Ningún intento de lograr tal objetivo se ha ducir informes meramente neutrales y objetivos
aproximado a un lenguaje de puros preceptos sobre "lo dado". La investigación filosófica no ha
universalmente aplicable. Y aquellos intentos que suministrado aún la más leve indicación de cómo
más se aproximan, comparten una característica habría de ser un lenguaje capaz de tal cosa.
que refuerza notablemente varias de las tesis prin- En tales circunstancias podemos sospechar al
cipales de este ensayo. Desde el comienzo presu- menos que los científicos aciertan en principio y
ponen un paradigma, tomado sea de una teoría en la práctica cuando tratan al oxígeno y a los pén-
científica existente o de alguna fracción del dis- dulos (y quizá también a los átomos y a los elec-
curso ordinario, y luego tratan de eliminar de él trones) como los ingredientes fundamentales de
todos los términos no lógicos y no perceptivos. su experiencia inmediata. Como resultado de la
En algunos ámbitos del discurso, este esfuerzo se experiencia incorporada al paradigma de la espe-
ha llevado muy lejos y con resultados fascinantes. cie, la cultura y finalmente la profesión, el mundo
Ni que decirse tiene que merece la pena prose- del científico se ha poblado de planetas y péndu-
guir con ese tipo de esfuerzos. Pero su resultado los, de condensadores y minerales compuestos,
es un lenguaje que, como el empleado en las cien- amén de otros cuerpos por el estilo. En compara-
cias, incorpora un cúmulo de expectativas acerca ción con estos objetos de la percepción, las lectu-
de la naturaleza y deja de funcionar desde el mo- ras de las varas de medir y las impresiones retinia-
mento en que dichas expectativas se ven defrau- nas resultan construcciones complicadas, a las
dadas. Nelson Goodman señala exactamente esto que la experiencia sólo tiene acceso directo cuan-
cuando describe el objetivo de su libro Structure do el científico dispone que así ocurra con unas u
of Appearance: "Afortunadamente nada más está otras por necesidades especiales de la investiga-
en duda [que los fenómenos que se sabe que exis- ción. Con esto no se quiere sugerir que los pén-
ten]; pues dista de estar clara la noción de casos dulos, por ejemplo, sean las únicas cosas que pue-
"posibles", de casos que no existen aunque po- da ver un científico al mirar a una piedra que
drían existir".19 Ningún lenguaje restringido de oscila, pues ya hemos señalado que los miembros
19 N. Goodman, The Structure of Appearance (Cambridge,
de otra comunidad científica podrían ver una caí-
Massachusetts, 1951), pp. 4-5. Merece la pena citar el pasaje da obstaculizada. Pero lo que se sugiere es que el
más por extenso: "Si todos y solos los residentes de Wilmin- científico que mira una piedra que oscila, no pue-
ton en 1947 que pesan entre 175 y 180 libras son pelirrojos, de tener una experiencia que sea en principio más
entonces 'residente pelirrojo en 1947 de Wilminton' y 'resi-
dente de 1947 en Wilminton con peso entre 175 Y 180 libras' hemos determinado que no existe tal persona .... Afortunada-
pueden unirse en una definición constructiva ... el problema mente nada más se pone en duda, pues la noción de casos
de si 'podría haber habido' alguien al que se aplicara uno de 'posibles', de casos que no existen pero podrían haber existi-
estos predicados pero no el otro no se sostiene ... una vez que do, dista de estar clara".
220 CAMBIOS DE LA VISIÓN DEL MUNDO CAMBIOS DE LA VISIÓN DEL MUNDO 221

elemental que ver un péndulo. La alternativa no condensador en lugar de la botella de Leyden o


es alguna hipotética visión "fija", sino la visión a un péndulo en lugar de una caída obstaculizada,
través de otro paradigma que haga que la piedra era sólo una parte de un cambio integral en la vi-
oscilante sea alguna otra cosa. sión científica de una gran cantidad de fenóme-
Todo esto podrá parecer más razonable si re- nos relacionados de carácter químico, eléctrico o
cordamos una vez más que ni los científicos ni dinámico. Los paradigmas determinan al mismo
las personas ordinarias aprenden a ver el mundo tiempo grandes áreas de la experiencia.
a trozos, pieza a pieza. Excepto cuando todas las Con todo, sólo una vez que la experiencia se ha
categorías conceptuales y manipuladoras se en- visto determinada de esta manera, se puede ini-
cuentran dispuestas por adelantado, por ejemplo ciar la búsqueda de una definición operacional o
para el descubrimiento de otro elemento transu- de un lenguaje de observación puro. El científico
ránico más o para descubrir una nueva casa, tanto o el filósofo que se pregunta qué mediciones o qué
el científico como el hombre de la calle seleccio- impresiones retinianas hacen que el péndulo sea
nan grandes áreas completas del flujo de la expe- lo que es, deber ser capaz previamente de recono-
riencia. El niño que transfiere la palabra mamá cer un péndulo cuando lo ve. Si en lugar de ello
de todos los humanos a todas las mujeres y luego viese una caída obstaculizada, ni siquiera se plan-
a su madre, no se limita a aprender lo que signifi- tearía la cuestión. Y si viese un péndulo pero lo
ca mamá o quién es su madre, sino que está hiciera a la manera en que ve un diapasón o una
aprendiendo a la vez algunas de las diferencias balanza oscilante, su pregunta no obtendría res-
que hay entre machos y hembras, así como algo puesta, o al menos no podría responderse del mis-
cerca de cómo se relaciona con él una sola de en- mo modo, pues no sería la misma pregunta. Por
tre todas las mujeres. Como consecuencia de ello consiguiente, aunque las preguntas acerca de las
cambian sus reacciones, sus expectativas y sus impresiones retinianas o acerca de las conse-
creencias, y sin duda gran parte del mundo que cuencias de manipulaciones especiales de labora-
percibe. Por el mismo motivo, los copernicanos torio sean siempre legítimas y en ocasiones inclu-
que negaban al Sol el título tradicional de plane- so extraordinariamente fecundas, presuponen un
ta, no sólo aprendían qué significa planeta o qué mundo ya dividido perceptiva y conceptualmente
era el Sol. Sin duda estaban cambiando el signi- de cierta manera. En cierto sentido tales cues-
ficado de planeta a fin de que pudiera seguir es- tiones forman parte de la ciencia normal, pues
tableciendo distinciones útiles en un mundo en el dependen de la existencia de un paradigma y re-
que todos los cuerpos celestes, y no sólo el Sol, ciben distintas respuestas como resultado del
se veían de modo distinto a como se habían vis- cambio de paradigma.
to antes. Lo mismo se puede decir en el caso de Para concluir este capítulo, olvidémonos en ade-
cualquiera de nuestros anteriores ejemplos. Ver lante de las impresiones retinianas y limitemos
oxígeno en lugar de aire desflogistizado, ver un de nuevo la atención a las operaciones de labora-
222 CAMBIOS DE LA VISIÓN DEL MUNDO CAMBIOS DE LA VISIÓN DEL MUNDO 223

torio que suministran a los científicos los indicios A lo largo de la mayor parte del siglo XVIII y has-
concretos, aunque fragmentarios, de lo que ya ta entrado el XIX, los químicos europeos creían
han visto. Ya hemos observado reiteradamente casi universalmente que los átomos elementales
una de las maneras en que tales operaciones de de los que constaban todas las especies de sus-
laboratorio cambian con los paradigmas. Tras tancias químicas se mantenían unidos merced a
una revolución científica, muchas mediciones y fuerzas de afinidad mutua. Así, un trozo de plata
manipulaciones viejas se vuelven irrelevantes y se presentaba cohesión debido a las fuerzas de afi-
ven sustituidas por otras. No se aplican las mis- nidad entre los corpúsculos de plata (hasta des-
mas pruebas al oxígeno que al aire desflogistiza- pués de Lavoisier tales corpúsculos se considera-
do, si bien los cambios de este tipo no son nunca ban a su vez compuestos de partículas aún más
totales. Sea lo que sea lo que ve el científico, des- elementales). Según la misma teoría, la plata se di-
pués de una revolución sigue mirando el mismo solvía en ácido (o la sal en agua) porque las par-
mundo. Además, aunque antes pueda haberlos tículas del ácido atraían a las de la plata (o las
usado de manera diferente, gran parte de su len- partículas de agua atraían a las de la sal) con
guaje y la mayoría de sus instrumentos de labora- más fuerza que aquella con que se atraían entre
torio siguen siendo los mismos que antes. Como sí las partículas de estos solutos. O también, el
consecuencia de ello, la ciencia posrevoluciona- cobre se disolvería en la solución de plata preci-
ría incluye inevitablemente gran parte de las mis- pitándola porque la afinidad entre el ácido y el
mas manipulaciones, realizadas con los mismos cobre era mayor que la afinidad del ácido por la
instrumentos y descritas en los mismos términos plata. Había muchísimos otros fenómenos que se
que empleaba su predecesora prerrevolucionaria. explicaban de la misma manera. En el siglo XVIII,
En el caso de que se hayan transformado estas la teoría de la afinidad electiva era un paradigma
manipulaciones persistentes, el cambio debe re- químico admirable, muy utilizado, y a veces con
sidir o en la relación con el paradigma o en sus gran fecundidad, en el diseño y análisis de la ex-
resultados concretos. Merced a la introducción perimentación química. 2o
de un último ejemplo nuevo, deseo ahora sugerir No obstante, la teoría de la afinidad establecía
que se dan ambos tipos de cambio. Al examinar la línea de demarcación entre las mezclas físicas
la obra de Dalton y sus contemporáneos, descu- y los compuestos químicos de una manera que se
briremos que una y la misma operación, cuando ha vuelto extraña desde la asimilación del trabajo
se conecta a la naturaleza a través de un paradig- de Dalton. Los químicos del siglo XVIII recono-
ma diferente, puede pasar a ser un indicio de un cían dos tipos de procesos. Cuando la mezcla pro-
aspecto completamente distinto de la regularidad ducía calor, luz, efervescencia o algo por el estilo,
de la naturaleza. Además veremos que a veces, en se consideraba que había tenido lugar una unión
su nueva función, las viejas manipulaciones dan
resultados concretos distintos. 20 H. Metzger, Newton, Stahl, Boerhaave, pp. 34-68.
224 CAMBIOS DE LA VISIÓN DEL MUNDO CAMBIOS DE LA VISIÓN DEL MUNDO 225

química. Si, por otra parte, las partículas de la niciones. En cierto sentido puede que haya sido
mezcla se podían distinguir visualmente o se po- así, pero ese sentido no es aquel que hace de las
dían separar mecánicamente, se trataba única- definiciones meras conveniencias convencionales.
mente de una mezcla física. Mas estos criterios En el siglo XVIII las mezclas no eran plenamente
tan crudos eran de escasa utilidad en la gran can- distinguibles de los compuestos mediante prue-
tidad de casos intermedios que existían, como los bas operacionales, y quizá no podrían haberlo
de la sal en el agua, las aleaciones, el vidrio, el oxí- sido. Aun cuando los químicos hubiesen buscado
geno en la atmósfera, etc. Con la guía de su para- dichas pruebas, hubieran buscado criterios que
digma, la mayoría de los químicos consideraban hicieran que las soluciones fuesen compuestos.
como químico todo este espectro intermedio, por La distinción entre mezcla y compuesto formaba
la sencilla razón de que consistían en procesos re- parte del paradigma; formaba parte del modo en
gidos por fuerzas del mismo tipo. La sal en el agua que veían su campo de investigación, y en cuanto
o el oxígeno en el nitrógeno eran ejemplos de com- tal resultaba previa a cualquier prueba de labora-
binación química del mismo tipo que la combina- torio, aunque no a la experiencia cumulada del
ción producida por la oxidación del cobre. Los conjunto de la química.
argumentos a favor de considerar las soluciones Pero mientras que la química se veía de este
como compuestos eran muy poderosos. La pro- modo, los fenómenos químicos ejemplificaban le-
pia teoría de la afinidad estaba bien comprobada. yes distintas de las que surgían con la asimila-
Además, la formación de un compuesto explica- ción del nuevo paradigma de Dalton. En concreto,
ba la homogeneidad observada en las soluciones. mientras las soluciones siguieran siendo compues-
Si, por ejemplo, el oxígeno y el nitrógeno estu- tos, por más que aumentase la experimentación
vieran sólo mezclados y no combinados en la at- química, no podría haber producido por sí mis-
mósfera, entonces el gas más pesado, el oxígeno, ma la ley de las proporciones fijas. A finales del
debería depositarse en el fondo. Dalton, que con- siglo XVIII era bien sabido que algunos compues-
sideraba que la atmósfera era una mezcla, nunca tos contenían ordinariamente pesos de sus cons-
logró explicar satisfactoriamente por qué el oxí- tituyentes en proporciones fijas. En el caso de al-
geno no hacía tal cosa. La asimilación de su teo- gunas categorías de reacciones, el químico alemán
ría atómica terminó creando una anomalía allí Richter incluso había constatado las regularidades
donde antes no había habido ninguna. 21 adicionales incluidas hoy en la ley de los equiva-
Existe la tentación de decir que los químicos lentes químicos. 22 Sin embargo, ningún químico
que veían las soluciones como compuestos dife- hacía uso de esas regularidades excepto en las re-
rían de sus sucesores tan sólo en cuestión de defi- cetas, y hasta casi finales de siglo, nadie pensó en
22 J. R. Partington, A Short History ofChemistry, pp. 161-
21Ibidem, pp. 124-129, 139-148. Para Dalton, véase Leonard 163 [en la traducción española, Historia de la química, cap.
K. Nash, The Atomic-Molecular Theory, pp. 14-21. Vlll, Parte IIl, segunda sección].
226 CAMBIOS DE LA VISIÓN DEL MUNDO CAMBIOS DE LA VISIÓN DEL MUNDO 227

generalizarlas. Dados los obvios contraejemplos, debido a su propio trabajo en dicha especialidad,
como la sal en agua o el vidrio, no era posible ge- abordaba tales problemas con un paradigma dis-
neralización alguna sin abandonar antes la teoría tinto del de los químicos contemporáneos. En
de la afinidad y repensar los límites del dominio de particular, veía la mezcla de gases o la absorción
la química. Las consecuencias se volvieron explí- de un gas en agua como un proceso físico en el
citas al final mismo del siglo en un famoso deba- que no desempeñaban función alguna las fuerzas
te entre los químicos franceses Proust y Berthollet. de afinidad. Por consiguiente, para él la homoge-
El primero pretendía que todas las reacciones neidad observada de las soluciones constituía un
químicas se producían en proporciones fijas, mien- problema, si bien creía poder resolverlo en caso
tras que el segundo lo negaba. Cada uno de ellos de conseguir determinar los tamaños y pesos re-
reunía a favor de su punto de vista una impresio- lativos de las diversas partículas atómicas de sus
nante cantidad de elementos de juicio experi- mezclas experimentales. Para determinar tales
mentales. Con todo, ambos mantenían sin reme- tamaños y pesos, Dalton terminó acudiendo a la
dio un diálogo de sordos, por lo que su debate era química, suponiendo desde el principio que, en el
por completo inconcluyente. Allí donde Bertho- campo restringido de reacciones que tenía por
llet veía un compuesto que podía variar en las pro- químicas, los átomos sólo se podían combinar
porciones, Proust no veía sino una mezcla física. 23 uno a uno o en alguna otra razón simple entre
Para esta disputa no servía ni la experimentación números enteros. 24 Esta suposición natural le
ni un cambio en la convención definitoria. Am- permitió determinar los tamaños y pesos de las
bos químicos sufrían de un malentendido tan fun- partículas elementales, aunque también convirtió
damental como el que caracterizaba a Galileo y en una tautología la ley de las proporciones cons-
Aristóteles. tantes. Para Dalton, cualquier reacción cuyos in-
Tal era la situación en los años en que Dalton gredientes no entraran en proporciones fijas, ipso
emprendió las investigaciones que llevaron final- {acto no era un proceso químico puro. Así, esa ley
mente a su famosa teoría química atómica. Pero que los experimentos no podrían haber estableci-
hasta los últimos estadios de dichas investigacio- do antes de la obra de Da1ton, una vez que tal
nes, Dalton ni era químico ni se interesaba por la obra se aceptó, se convirtió en un principio cons-
química. Era por el contrario un meteorólogo que tituyente que ningún conjunto de mediciones
investigaba lo que para él eran los problemas físi- químicas podría haber perturbado. Como resul-
cos de la absorción de gases por el agua y del agua tado de lo que tal vez sea nuestro ejemplo más
por la atmósfera. En parte debido a que se había completo de revolución científica, las mismas
formado en una especialidad distinta y en parte manipulaciones químicas establecieron una rela-
23 A. N. Meldrum, "The Development of the Atomic Theory:
(1) Berthollet's Doctrine of Variable Proportions", Manchester 24 L. K. Nash, "The Origin of Dalton's Chemical Atomic
Mernoirs, LIV (1910), pp. 1-16. Theory", ¡siso XLVII (1956), pp. 101-116.
228 CAMBIOS DE LA VISIÓN DEL MUNDO CAMBIOS DE LA VISIÓN DEL MUNDO 229

ción con las generalizaciones químicas muy dis- de practicar la química (él mismo la denominó el
tinta de la que antes habían mantenido. "nuevo sistema de filosofía química"), la cual re-
Ni que decir tiene que las conclusiones de Dal- sultó fecunda con tanta rapidez que sólo fueron
ton fueron ampliamente atacadas cuando se pro- capaces de resistirse a ella unos cuantos de los
pusieron por vez primera. Berthollet, en particu- viejos químicos franceses y británicos. 25 Como re-
lar, nunca se dejó convencer. Teniendo en cuenta sultado de ello, los químicos pasaron a vivir en un
la naturaleza de la cuestión, no tenía por qué ha- mundo en el que las reacciones se conducían de
berlo hecho. Mas, para la mayoría de los quími- modo muy distinto a como lo habían hecho antes.
cos, el nuevo paradigma de Dalton resultó con- A medida que ocurrían estas cosas, se produjo
vincente allí donde Proust no lo había sido, pues otro cambio típico y muy importante. Aquí y allá
poseía unas implicaciones mucho más amplias y los propios datos numéricos de la química empe-
de mayor alcance que un mero criterio nuevo para zaron a cambiar. Cuando Dalton repasó inicial-
distinguir una mezcla de un compuesto. Si, por mente la bibliografía química en busca de datos
ejemplo, los átomos sólo pudiesen combinarse que apoyaran su teoría física, encontró algunos
químicamente en razones simples de enteros, en- registros de reacciones que encajaban, pero difí-
tonces el reexamen de los datos químicos existen- cilmente podría haber dejado de hallar otros que
tes mostraría ejemplos de proporciones múltiples no lo hacían. Las propias mediciones de Proust
además de fijas. Los químicos dejaron de escribir de los dos óxidos de cobre daban, por ejemplo,
que los dos óxidos, digamos del carbono, conte- una razón en peso con el oxígeno de 1.47:1 en lu-
nían 56 y 72% de oxígeno en peso, escribiendo a gar del 2: 1 exigido por la teoría atómica, siendo
cambio que un peso de carbono se combinaría o Proust precisamente la persona de quien cabría
bien con 1.3 o con 2.6 pesos de oxígeno. Al regis- esperar que obtuviese la razón daltoniana. 26 De
trar de este modo los resultados de las viejas ma- hecho, era un fino experimentador y sus opinio-
nipulaciones, saltaba a la vista la razón 2:1, cosa nes atinentes a las relaciones entre mezclas y com-
que ocurría en el análisis de muchas reacciones puestos estaban muy próximas a las de Dalton.
perfectamente conocidas así como en el de otras Mas resulta difícil hacer que la naturaleza encaje
nuevas. Además, el paradigma de Dalton hacía en un paradigma. Por eso los rompecabezas de la
posible asimilar el trabajo de Richter y ver su ple-
25 A. N. Meldrum, "The Development of the Atomic Theory:
na generalidad. Asimismo sugería nuevos experi- (6) The Reception Accorded to the Theory Advocated by Dal-
mentos, en especial los de Gay-Lussac sobre los ton", Manchester Memoirs , LV (1911), pp. 1-10.
volúmenes de combinación que ofrecían a su vez 26 Para Proust, véase Meldrum, "Berthollet's Doctrine of

otras regularidades en las que los químicos ni Variable Proportions", Manchester Memoirs, LIV (1910), p. 8.
La historia detallada de los cambios graduales en las medicio-
siquiera habían soñado con anterioridad. Lo que nes de la composición química y de los pesos atómicos está
los químicos tomaron de Dalton no fueron nue- aún por escribir, aunque Partington, en A Short History of
vas leyes experimentales, sino una nueva manera Chemistry, ofrece muchas pistas útiles.
230 CAMBIOS DE LA VISIÓN DEL MUNDO

ciencia normal resultan tan provocadores y por


eso también las mediciones emprendidas sin un
paradigma rara vez llevan a conclusión alguna.
Por consiguiente, los químicos no podían aceptar XI. LA INVISIBILIDAD DE LAS REVOLUCIONES
tranquilamente la teoría de Dalton dados los ele-
mentos de juicio, pues en gran parte eran negati-
vos. Por el contrario, incluso una vez aceptada la HEMOS de preguntamos aún cómo se resuelven las
teoría, aún tenían" que meter en cintura a la natu- revoluciones. Con todo, antes de ello parece obli-
raleza, un proceso que acabó por llevarse casi gado el intento de asegurar la convicción acerca de
otra generación. Cuando finalmente se consiguió, su existencia y naturaleza. Hasta ahora he intenta-
incluso la composición porcentual de compues- do mostrar las revoluciones mediante ejemplos,
tos de sobra conocidos era distinta. Los propios los cuales podrían multiplicarse hasta el hartazgo.
datos habían cambiado. Éste es el último de los Sin embargo, la mayoría de ellos, seleccionados
sentidos en los que podemos estar dispuestos a deliberadamente por su familiaridad, no se han
afirmar que, tras una revolución, los científicos tenido de ordinario por revoluciones, sino por
trabajan en un mundo distinto. adiciones al conocimiento científico. Podría ex-
presarse igualmente esta misma opinión de cua-
lesquiera ejemplos adicionales, por lo que pro-
bablemente resultarían inefectivos. Sugiero que
existen excelentes razones por las cuales las revo-
luciones han resultado ser casi invisibles. Tanto
los científicos como los legos toman en gran par-
te la imagen que tienen de la actividad científica
creadora de una fuente autorizada que oculta sis-
temáticamente la existencia y el significado de las
revoluciones científicas, en parte por razones fun-
cionales importantes. Sólo se puede aspirar a ha-
cer plenamente efectivos los ejemplos históricos si
se reconoce y analiza la naturaleza de dicha auto-
ridad. Además, si bien este punto sólo se podrá
desarrollar plenamente en el capítulo final [XIII],
el análisis ahora necesario empezará a señalar
uno de los aspectos del trabajo científico que más
claramente lo distingue de cualquier otra tarea
creadora, exceptuando tal vez a la teología.

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