El Romero
El Romero
El Romero
La forma más común de usar el romero es como decocción. Para hacer una decocción
de esta planta se utilizan unos 35 gr de flores por cada litro de agua y se lleva a hervor
por unos 15 minutos.
Para el aceite su usan 20 gr de esencia de esta planta por cada litro de aceite de oliva.
Se aplica en dolores reumáticos, neuralgias y problemas similares, siempre
masajeando con movimientos circulares.
Infusión: agregar a una taza de agua a punto de hervir una cucharadita de hojas. Dejar
en reposo cinco minutos y beber.
Pomada: calentar en primer lugar la tintura a baño maría hasta reducir 5 veces su
volumen (de un litro a 200 ml). Fundir también a baño maría 1 kg de vaselina blanca y
agregarle 100ml del concentrado. Dejar enfriar mezclando bien.
El poder cómo antibiótica sin embargo es mayor que el de las otra hierbas gracias a
que posee carnosol o ácido carnosólico el cual es un agente antimicrobiano muy
potente.
Existe una pequeña confusión, en algunos sitios se lo cita como una planta para
hipertensos lo cual es un error, el Romero de hecho aumenta la Presión Arterial por lo
que es indicado para hipotensos ((Estudio del uso de Aceite esencial de Romero en
Hipotensos https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/24269249))
Desde hace tiempo en la cultura popular se designa a esta planta como buena para la
memoria, pero en verdad nunca se había corroborado, incluso en Hamlet se hace
alusión a esta propiedad del romero cuando Ofelia dice: «Aquí traigo romero, que es
bueno para la memoria.»
Además de en la cocina el Romero tiene otros tipos de usos en nuestra vida entre los
que cabe destacar:
Ambientador: Basta con colgar unas pocas ramas, a ser posible en flor, para que su
aroma penetre toda la casa, también funciona como ahuyentador de insectos.
Planta ornamental: Además de ser muy bonitos, se mantiene verde todo el año y es
un arbusto que no requiere mucho cuidado.