RECUPERACIÓN TÉRMICA
Definida como el proceso por el cual intencionalmente se introduce calor dentro de
las acumulaciones subterráneas de compuestos orgánicos con el propósito de
producir combustibles por medio de los pozos.
Por múltiples razones se utilizan los métodos térmicos en lugar de otros métodos
de extracción. En el caso de petróleos viscosos, los cuales actualmente son los de
mayor interés para la aplicación de estos procesos, se utiliza calor para mejorar la
eficiencia del desplazamiento y de la extracción. La reducción de viscosidad del
petróleo que acompaña al incremento de temperatura, permite no sólo que el
petróleo fluya más fácilmente sino que también resulte una razón de movilidad
más favorable.
HISTORIA
Desde 1865 se han publicado numerosos trabajos y artículos referentes a la
introducción de calor en los yacimientos petrolíferos para mejorar o acelerar la
extracción de petróleo. El método más antiguo conocido para introducir calor en
los yacimiento es el de los calentadores de fondo. Una de las primeras referencias
de esta práctica está en una patente otorgada a Perry y Warner en 1865. El
propósito primario de los calentadores de fondo, es reducir la viscosidad y con
esto, incrementar la tasa de producción de crudos pesados, aunque
ocasionalmente los calentadores de fondo se utilizan para mantener el crudo por
encima del punto de fluidez (Pour point) durante su movimiento hasta la superficie,
y para remover o inhibir la formación y depositación de sólidos orgánicos, tales
como parafinas y asfaltenos. Como con el uso de calentadores en el fondo del
hoyo y los sistemas equivalentes que utilizan la circulación de fluidos calientes
desde la superficie, solamente se afecta la parte productora del hoyo y su
vecindad inmediata, en la práctica, tales aplicaciones están consideradas como
tratamientos de estimulación y prevención. En algunas partes del mundo se han
usado diferentes formas de calentamiento hoyo abajo por medio de quemadores y
de calentadores eléctricos, mediante inyección intermitente de fluidos calientes en
los pozos productores o por la simple circulación de fluidos calientes, pero estas
aplicaciones han disminuido en épocas recientes, en comparación con el énfasis
inicial dado a los calentadores de fondo, según el informe presentado por Nelson y
McNiel y por la publicación del API.
.
La Combustión In Situ en yacimientos petrolíferos, probablemente ocurrió durante
la ejecución de proyectos de inyección de aire usados a principios de siglo para
mejorar la extracción de petróleo. En 1920, Wolcott y Howard consideraron
algunos elementos claves de los procesos de combustión subterránea para
yacimientos petrolíferos, incluyendo la inyección de aire para quemar parte del
crudo, a fin de generar calor y reducir la viscosidad y proporcionarle al mismo
tiempo una fuerza de desplazamiento al crudo. Estos mismos aspectos fueron
reconocidos por patentes emitidas en 1923.
La primera publicación sobre una operación de campo del proceso de Combustión
Subterránea a gran escala corresponde a las llevadas a cabo en Rusia, en 1933,
las cuales fueron realizadas en vetas de carbón. Este proceso se conoce como
proceso In Situ para gasificación de carbón (In Situ Coal Gasification Process). El
primer intento de aplicación de este proceso a yacimientos petrolíferos ocurrió
también en ese mismo país en 1934.
En EE.UU, las primeras aplicaciones de campo documentadas del proceso de
combustión fueron promovidas probablemente por E.W. Hatman a partir de 1942.
La Combustión In Situ, tal como es conocida en la actualidad, se desarrolló
rápidamente en EE.UU, a partir de las investigaciones de laboratorio de Kuhn y
Koch publicados en 1953 y las de Grant y SAS, publicados al año siguiente. Estos
investigadores visualizaron una onda de calor móvil (i.e el calor dejado atrás en la
zona quemada sería llevado corriente abajo por el aire inyectado a temperatura
ambiente). Inmediatamente, una sucesión de artículos técnicos siguió a estas
primeras publicaciones. De los últimos artículos, el de Wilson introdujo el concepto
de zonas secuenciales de petróleo y vapor y el de Dietz y Weijdema, muestra
cómo los aspectos de recuperación de calor de la Combustión In Situ reconocidos
por Grant y SAS, podrían ser mejorados significativamente añadiendo agua al aire.
El uso de la Inyección Continua de Vapor comienza entre los años 1931 – 1932,
cuando se inyectó vapor por 235 días en una arena de 18 pies de espesor, a una
profundidad de 380 pies, en la parcela de Wilson y Swain, cerca de Woodson,
Texas, EE.UU. No hay registro aparente de la Inyección de Vapor en los
siguientes 20 años, hasta el proyecto piloto que funcionó en Yorba Linda,
California, EE.UU.
Los primeros proyectos de Inyección Continua de Vapor en gran escala se
realizaron en Schoonebeek, Holanda y Tía Juana, Estado Zulia, en Venezuela.
La Inyección Alternada de Vapor se descubrió accidentalmente en 1959, durante
la prueba piloto de Inyección Continua de Vapor que se estaba llevando a cabo en
Mene Grande, Estado Zulia, en Venezuela. Hoy en día, la Inyección Alternada de
Vapor (también conocida como Inyección Cíclica de Vapor, Remojo con Vapor,
Estimulación con Vapor) es un método de recuperación térmica muy utilizado.
La utilización de las Reglas de Escalamiento y de los Modelos Físicos a Escala ha
desempeñado un papel importante en el desarrollo de los procesos de Inyección
Continua y de Inyección Alternada de Vapor.
El primer registro de un proceso de Inyección de Gas Caliente en un yacimiento
petrolífero lo cubre el propuesto por Lindsly en 1928. Lindsly reconoció que el
crudo se podía someter a pirólisis y los compuestos livianos del crudo podían ser
despojados preferencialmente y al condensarse, aumentarían la gravedad API y
disminuirían la viscosidad de los crudos. La primera prueba de campo reseñada
tuvo lugar en una formación en el municipio Chusov, Rusia, en 1935.
PROCESOS DE RECUPERACIÓN TÉRMICA
Los procesos térmicos de extracción utilizados hasta el presente se clasifican en
dos tipos: aquellos que implican la inyección de un fluido caliente en el yacimiento
y los que utilizan la generación de calor en el propio yacimiento. A estos últimos se
les conoce como “Procesos In Situ”, entre los cuales, cabe mencionar el proceso
de Combustión In Situ. También se pueden clasificar como Desplazamientos
Térmicos o Tratamientos de Estimulación Térmica.
En los Desplazamientos Térmicos, el fluido se inyecta continuamente en un
número de pozos inyectores, para desplazar el petróleo y obtener producción por
otros pozos. La presión requerida para mantener la inyección del fluido también
aumenta las fuerzas impelentes en el yacimiento, aumentando así el flujo de
crudo. En consecuencia, el desplazamiento térmico no solamente reduce la
resistencia al flujo, sino que además, añade una fuerza que aumenta las tasas de
flujo.
En los Tratamientos de Estimulación Térmica, solamente se calienta la parte del
yacimiento cercana a los pozos productores. Aquellas fuerzas impelentes en el
yacimiento, como la gravedad, el gas en solución y el desplazamiento por agua
natural, afectan las tasas mejoradas de extracción, una vez que se reduce la
resistencia al flujo. En este tipo de tratamientos, la reducción de la resistencia al
flujo, también puede resultar en la remoción de sólidos orgánicos o de otro tipo, de
los orificios del revestidor, del forro ranurado o de la malla de alambre y aún de
poros de la roca que forma el yacimiento.
Los Tratamientos de Estimulación también pueden ser combinados con los
Desplazamientos Térmicos y en este caso, las fuerzas impelentes son ambas:
naturales e impuestas.
A continuación se presenta una breve descripción de los procesos térmicos de
extracción más comúnmente utilizados.
INYECCIÓN DE VAPOR
Es un proceso mediante el cual se suministra energía térmica al yacimiento
inyectando vapor de agua. El proceso de inyección puede ser en forma continua o
alternada.
En la Inyección Continua de Vapor, el vapor es inyectado a través de un cierto
número de pozos, mientras el petróleo es producido a través de pozos
adyacentes.
Los principales mecanismos que contribuyen al desplazamiento del petróleo de
este tipo de proceso son: la expansión térmica de fluidos del yacimiento, la
reducción de la viscosidad del petróleo y la destilación con vapor, siendo este
último es quizás el más significativo. Además de estos mecanismos, también se
han notado efectos por empuje por gas y por extracción de solventes.
Uno de los procesos de inyección de vapor más utilizados en la actualidad, es el
de la Inyección Alternada de Vapor (también conocida como Inyección Cíclica de
Vapor, Remojo con Vapor, estimulación con Vapor). Esta técnica consiste en
inyectar vapor a una formación productora a través de un pozo productor por un
periodo determinado, luego del cual el pozo es cerrado por un tiempo (para
permitir la suficiente distribución de calor inyectado). Después de esto, el pozo es
puesto nuevamente a producción.
Los principales mecanismos que contribuyen a la recuperación de petróleo
mediante la Inyección Cíclica de Vapor son: disminución de la viscosidad del
petróleo, expansión térmica de los fluidos de la formación, compactación de la
roca – yacimiento en caso de existir, etc.
INYECCIÓN DE AGUA CALIENTE
La Inyección de Agua Caliente al igual que la Inyección Continua de Vapor, es un
proceso de desplazamiento. El proceso consiste en inyectar agua caliente a través
de un cierto número de pozos y producir petróleo por otros. Los pozos de
inyección y producción se perforan en arreglos, tal como en la Inyección Continua
de Vapor.
En su forma más sencilla, la Inyección de Agua Caliente involucra solamente el
flujo de dos fases: agua y petróleo, mientras que en los procesos de vapor y los de
combustión envuelvan una tercera fase: gas. En este sentido, los elementos de la
inyección de agua caliente son relativamente fáciles de describir, ya que se tratan
básicamente de un proceso de desplazamiento en el cual el petróleo es
desplazado inmisciblemente tanto por agua caliente como por fría.
Exceptuando los efectos de temperatura y el hecho de que generalmente se
aplican a crudos relativamente viscosos, la Inyección de Agua Caliente tiene
varios elementos comunes con la Inyección Convencional de Agua. Los
principales mecanismos que contribuyen al desplazamiento del petróleo en la
Inyección de Agua Caliente básicamente son: reducción de la viscosidad del
petróleo y la expansión térmica de los fluidos de la formación.
COMBUSTIÓN IN SITU
La Combustión In Situ implica la inyección de aire al yacimiento, el cual mediante
ignición espontánea o inducida, origina un frente de combustión que propaga calor
dentro del mismo. La energía térmica generada por este método da a lugar a una
serie de reacciones químicas tales como oxidación, desintegración catalítica,
destilación y polimerización, que contribuyen simultáneamente con otros
mecanismos tales como empuje por gas, desplazamientos miscibles,
condensación, empuje por vapor y vaporización, a mover el petróleo desde la zona
de combustión hacia los pozos productores. Se conocen dos modalidades para
llevar a cabo la Combustión in Situ en un yacimiento, denominadas: Combustión
Convencional o Hacia Delante (“Forward Combustion") y Combustión en Reverso
o Contracorriente (“Reverse Combustion”). En la primera de ellas se puede añadir
la variante de inyectar agua alternada o simultáneamente con el aire, originándose
la denominada Combustión Húmeda, la cual a su vez puede subdividirse
dependiendo de la relación agua / aire inyectado, en: Húmeda Normal, Incompleta
y Superhúmeda. Las mismas persiguen lograr una mejor utilización del calor
generado por la combustión dentro del yacimiento, reduciendo así los costos del
proceso.
COMBUSTIÓN CONVENCIONAL
En este proceso, los fluidos inyectados y el frente de combustión se mueven en el
mismo sentido, es decir, del pozo inyector hacia los pozos productores. Durante
este proceso se forman dentro del yacimiento varias zonas perfectamente
diferenciables, las cuales se indican en detalle en la siguiente imagen. Estas
zonas se originan por las altas temperaturas generadas dentro del medio poroso,
el cual se encuentra saturado inicialmente con agua, petróleo y gas.
FIG. 1 Diferentes zonas formadas durante la Combustión Convencional.
Los mecanismos que actúan durante este proceso son muy variados,
destacándose el empuje por gas, el desplazamiento miscible, la vaporización y la
condensación. Tales mecanismos son auxiliados por reacciones y procesos físico-
químicos importantes tales como oxidación, destilación, desintegración catalítica y
polimerización, las cuales ocurren simultáneamente en las zonas de combustión,
de coque y de desintegración catalítica indicadas en la Figura 1. En estas zonas
ocurre también un incremento en la presión debido principalmente al aumento del
volumen de fluidos por expansión térmica, la cual produce un aumento de la tasa
de flujo hacia los pozos productores.
COMBUSTIÓN HÚMEDA
Esta variante de la Combustión Convencional se genera al inyectar agua,
alternada o simultáneamente con el aire, una vez que se ha logrado la ignición del
crudo in situ. Su clasificación en Normal, Incompleta o Superhúmeda, ha sido
propuesta en base a las características de los perfiles de temperatura y saturación
originados durante el proceso, los cuales se indican en la Figura 2.
En el caso de Combustión Húmeda en sus variantes Normal o Incompleta, el agua
inyectada al ponerse en contacto con la zona quemada, se evapora y fluye a
través del frente de combustión como parte de la fase gaseosa, ya que la máxima
temperatura del frente de combustión es en este caso, mayor que la temperatura
de vaporización del agua a la presión del sistema. El proceso se denomina
Húmeda Normal cuando el coque depositado se consume completamente. Por el
contrario, cuando el agua inyectada hace que el combustible depositado no se
queme por completo, entonces se denomina Combustión Húmeda Incompleta.
La Combustión Superhúmeda se logra cuando la cantidad de calor disponible en
la zona quemada no es suficiente para vaporizar toda el agua inyectada al
sistema. En este proceso, la máxima temperatura de combustión desaparece, y la
zona de vaporización – condensación se esparce por todo el medio poroso. Este
proceso ha sido denominado también “Combustión Parcialmente Apagada”.
FIG. 2. Diferentes tipos de combustión húmeda.
COMBUSTIÓN EN REVERSO
En este caso, el frente de combustión se mueve en dirección opuesta al flujo de
aire, induciéndose la ignición del crudo en el pozo productor. La Figura 3. presenta
un esquema simplificado de este proceso, indicándose las zonas formadas dentro
del yacimiento.
El movimiento del frente de combustión es hacia las zonas de mayor
concentración de oxígeno y los fluidos desplazados atraviesan dicho frente de
combustión como parte de la corriente de gas, siendo transportados a través de la
zona caliente hacia los pozos productores por drenaje por gravedad y por empuje
por gas. El comportamiento de este proceso es muy diferente al convencional,
pues la zona de combustión no consume todo el combustible depositado delante
de ella, pero sí parte de los componentes medianos y livianos del petróleo in situ.
Casi ni existe producción de Monóxido o Bióxido de Carbono y las principales
reacciones ocurridas durante la oxidación del crudo originan compuestos
oxigenados tales como aldehídos, ácidos peróxidos y otros.
Figura 3. Diferentes zonas formadas durante la Combustión en Reverso y perfil de
temperaturas.
IMPORTANCIA DE LOS PROCESOS DE RECUPERACIÓN
TÉRMICA
Una de las maneras de apreciar la importancia de los proceso térmicos es
examinando las estadísticas de producción y el número de operaciones de campo,
no solo comparándolos con los otros proceso de extracción mejorada (excluyendo
Inyección de Agua), sino también en un sentido absoluto.
Las únicas estadísticas completas, conocidas y disponibles sobre operaciones
térmicas de extracción de petróleo de una región limitada son de California. La
Figura 4 muestra el aumento total de la producción de petróleo en California
debido a la extracción del mismo por procesos térmicos. Mucho del petróleo
producido en California está entre 10º y 20º API. La producción térmica total en
1984 fue de 432 MBNPD, la cual correspondió al 38% de la producción total del
Estado y se ha mantenido en sostenido crecimiento desde 1964.
La Tabla 1 muestra que las tasas de producción obtenidas mediante la aplicación
de procesos térmicos de extracción y de otros tipos de extracción mejorada de los
EE.UU aumentan en el periodo 1980 – 1986. De los 605 MBNPD obtenidos en ese
país durante 1986 mediante métodos de extracción mejorada, un 79% (480
MBNPD) se produjo por métodos térmicos.
Figura 4. Aumento de la producción total de California mediante los Procesos de
Recuperación Térmica
Tabla 1. Producción por proyectos activos de extracción Mejorada en EE.UU [29],
[30] Producción de petróleo en 1000 BNPD (Nº de proyectos) [ Producción
promedio por proyectos ]
Tal como se muestra en la Tabla 1, la tasa promedio de producción por proyecto
es significativamente mayor en el caso de procesos térmicos que cualquier otra
categoría. Sin embargo, la tasa de producción más alta por proyecto corresponde
a la subcategoría de inyección de gas de combustión, para lo cual sólo se
presentan tres proyectos.
La Tabla 2 contiene datos, de principios del año de 1986, de algunos de los
mayores proyectos activos de inyección de vapor en el mundo a esa fecha. El más
grande de estos, el proyecto de Texaco en Kern River, tenía una producción diaria
de 95 MBNPD, mayor que todos los procesos no térmicos juntos. El proyecto de
Duri en Indonesia, para ese entonces, producía 59 MBNPD extra, está
programado para producir unos 300 MBNPD para principios de este siglo.
Tabla 2. - Los Mayores Proyectos de Inyección de Vapor Activos en 1986.
La falta de información estadística sobre el tema no implica que la extracción
térmica no se haya desarrollado en otros países del mundo. Todo lo contrario,
como ejemplo se puede citar que Venezuela ha producido más de 150 MBNPD
por inyección de vapor por varios años consecutivos y que Canadá tiene
numerosos proyectos de extracción térmica aunque las tasas de producción no
sean altas.
Dado que históricamente los procesos térmicos de extracción sólo se han aplicado
a crudos viscosos, esta dirección natural ha sido debido a que no existe ningún
otro método práctico in situ para extraer crudos viscosos. Sin embargo, los
métodos de extracción térmica usualmente se pueden aplicar a cualquier tipo de
crudo. No obstante, ellos deben ser de aplicación técnica factible en el yacimiento
escogido y ser competitivamente económicos respecto a métodos alternos,
especialmente en el caso de crudos de baja viscosidad.
Además de crudos viscosos, el carbón y las lutitas petrolíferas son los prospectos
más indicados para la aplicación de los procesos térmicos de extracción.
Existen varios depósitos de crudos viscosos, bitumen, carbón y lutitas petrolíferas
en el mundo. En EE.UU hay una concentración de petróleos pesados en
California, donde ya se ha sentido el impacto de los procesos térmicos de
extracción. En Canadá y Venezuela existen grandes yacimientos de petróleo
pesado, los cuales son susceptibles a la aplicación de métodos térmicos. En la
parte occidental de EE.UU hay extensas áreas de lutitas petrolíferas y carbón,
muchas de las cuales probablemente tendrán que ser sometidas de alguna
manera a procesos térmicos.
La Tabla 3 presenta ejemplos escogidos de varios tipos de acumulación que
actualmente parecen requerir en alguna forma la aplicación in situ de los procesos
térmicos, para ser desarrollada apropiadamente. Considerando que éstos son
solamente ejemplos escogidos que no representan todas las fuentes energéticas
del mundo, se ve claramente que la posibilidad de aplicación in situ de los
métodos térmicos para la extracción de petróleo es muy grande y prometedora.
Tabla 3.- Tipo de Acumulación para Posible Aplicación IN SITU de Métodos
Térmicos de Extracción
CONSIDERACIONES GENERALES
PROFUNDIDAD
Esta es una consideración primordial. A medida que la profundidad aumenta, la
presión de inyección requerida normalmente aumenta. Para vapor, esto se traduce
en la necesidad de generadores de mayor capacidad y de mejor calidad del agua
de alimentación. Para aire, se traduce en un mayor número de etapas de
compresión.
Por el lado favorable, un aumento de la profundidad significa que se puede aplicar
una mayor caída de presión a los pozos productores, lo cual resultará en mayores
tasas de producción para un crudo dado en una formación específica. Cuando los
yacimientos son poco profundos y la presión de los mismos es baja, los fluidos
inyectados pueden fluir hacia la superficie a través de caminos de flujo que no
conduzcan hacia los pozos productores. Si esto ocurre, es poco lo que se puede
hacer para evitarlo.
La mayoría de los procesos térmicos existentes se realizan en yacimientos a
profundidades menores a 2500 pies. Sin embargo, existen proyectos exitosos a
mayores profundidades.
PETRÓLEO IN SITU
El petróleo in situ al momento en el cual el proyecto térmico es iniciado, es otra
consideración importante. El petróleo residual dejado por una inundación con
vapor y el petróleo consumido como combustible en la Combustión In Situ, en
general, se consideran independientes de la saturación original de petróleo. En
combustión, esto es cierto siempre y cuando la saturación inicial exceda un cierto
valor mínimo.
Una de las preguntas más frecuentes es cuánto petróleo debe existir en sitio para
iniciar un proyecto de recuperación térmica. No existe aún una respuesta sencilla
a esta pregunta. Sin embargo, como regla práctica, la cual tiene muchas
excepciones, se considera que no es recomendable iniciar un proyecto térmico en
una formación que contenga menos de 1000 BY/acre-pie de petróleo in situ.
POROSIDAD
Además de su influencia en la cantidad de petróleo in situ, la porosidad tiene un
papel importante en recuperación térmica. A medida que la porosidad aumenta,
mayor es el volumen de petróleo y menor el volumen de roca que se calientan.
La porosidad es particularmente importante en un proceso de combustión. Se
considera que un proceso de combustión en yacimientos con porosidad menor de
18% - 20% tiene pocas posibilidades de éxito.
SATURACIÓN DE AGUA
En yacimientos donde se haya efectuado una inyección de agua exitosa, son
pocas las probabilidades de que un proyecto térmico sea también exitoso. Sin
embargo, existen muchas excepciones a esta regla, especialmente si el precio del
crudo es alto. Se piensa que muchos yacimientos agotados por empuje hidráulico
natural podrían ser buenos candidatos para recuperación térmica, cuando la
viscosidad del petróleo es tan alta que la recuperación primaria es baja. Así por
ejemplo, si en un yacimiento de petróleo pesado que produce por empuje
hidráulico, la recuperación es solo del 7% del petróleo in situ, éste se podría
considerar como un candidato para recuperación térmica.
SEGREGACIÓN
Yacimientos producidos por empuje por gas en solución donde haya ocurrido
segregación gravitacional, pueden presentar problemas cuando son sometidos a
procesos térmicos. Así por ejemplo, si un yacimiento con estas características es
sometido a Combustión in Situ, la cantidad de petróleo quemada como
combustible puede resultar muy alta o puede que el aire inyectado se canalice por
la zona de gas. Si se inyecta vapor, el vapor puede canalizarse por el tope de la
arena, resultando una ruptura temprana del vapor inyectado. Aunque las
situaciones de este tipo no son ideales, ellas pueden ser toleradas y en algunos
casos puede sacarse ventaja de las mismas. Por ejemplo, la inyección de vapor
en la zona de gas de un yacimiento segregado puede ser aprovechada para
calentar y recuperar parte del petróleo existente.
HETEROGENEIDAD DEL YACIMIENTO
La estratificación y/o lenticularidad severa en un yacimiento hace difícil
correlacionar propiedades de pozo a pozo. Esto puede resultar en cálculos
erróneos del petróleo in situ, al mismo tiempo que dificulta la predicción de la
eficiencia areal y vertical.
Una capa de lutita de 1 a 2 pies de espesor puede evitar la comunicación de
presión aún después que la roca debajo de ella haya sido quemada. Si se inyecta
en una sección que contenga una de estas capas de lutitas, el fluido inyectado
puede confinarse a la zona de la sección debajo de la lutita, reduciendo así la
eficiencia vertical. Esta situación puede resultar ventajosa en alguno casos. Así
por ejemplo, en un yacimiento con varias arenas separadas por capas de lutitas, la
inyección de energía térmica en una de las arenas del centro, puede resultar en
aprovechamiento del calor perdido hacia las zonas o arenas adyacentes,
produciendo el petróleo existente en ellas por expansión térmica y por reducción
de viscosidad. Además, se podría hacer inyección selectiva.
Cuando la estratificación y la lenticularidad están presentes en grado extremo, se
pierde confianza en las predicciones que se realicen del comportamiento del
proceso térmico que se realicen. Estas variables, aunque difíciles de estimar, no
se deben ignorar.
ESPESOR DE ARENA
Este es un parámetro importante en todos los procesos térmicos. Para inyección
de vapor o de agua caliente, es conveniente tener espesores moderadamente
altos, ya que de esta manera las pérdidas de calor hacia las formaciones
adyacentes son bajas.
Para arenas de poco espesor, las pérdidas verticales de calor pueden dominar los
procesos de inyección de vapor y de agua caliente. Una arena con menos de 50
pies de espesor se considera de poco espesor para inyección de vapor y de agua
caliente. Esto no quiere decir que tales procesos no puedan aplicarse en arenas
de menos de 50 pies, sino que deben considerarse otros parámetros que pueden
ser importantes para el tipo de formación. Así por ejemplo, una arena de 500 md y
25 pies de espesor puede resultar inadecuada. Sin embargo, una arena de 25 pies
puede resultar un buen prospecto si su permeabilidad es de 2500 md.
La conformación vertical en un proceso de Combustión Convencional disminuye a
medida que el espesor aumenta. Esto ocurre debido a la tendencia del aire
inyectado a fluir en la parte más alta de la estructura, debido a su baja densidad.
Probablemente existe un espesor ideal para lograr una conformación vertical
máxima en una Combustión Convencional. Cuál es este valor, es difícil
establecerlo. Sin, embargo, se puede decir que una arena de 200 pies tendrá baja
conformación vertical, mientras que una arena de 20 pies tendrá una conformación
vertical excelente.
MOVILIDAD DEL PETRÓLEO
En algunos yacimientos, el petróleo en sitio es esencialmente inmóvil. Cuando
esto ocurre, es difícil, sino imposible, el iniciar un frente móvil de petróleo y la
única forma de calentar un área considerable del yacimiento es creando una
fractura. El incremento de temperatura resultante hace que el petróleo se haga
móvil en otras áreas del yacimiento.
En otros yacimientos, el petróleo tiene alguna movilidad, pero no la suficiente para
permitir tasas de producción de la magnitud de las alcanzadas en procesos
térmicos. En este caso, los pozos productores requieren alguna forma de
estimulación.