Aldebarán (α Tauri), la estrella más brillante de la constelación, es
una gigante naranja de primera magnitud. El nombre Aldebarán
proviene del árabe الدبران, cuyo significado es «la que sigue», en
referencia a que esta estrella sigue al cúmulo de las Pléyades en su
recorrido nocturno a través del cielo.[1]Al estar cerca de la eclíptica,
Aldebarán es ocultada por la Luna periódicamente y, gracias a ello, se
ha podido medir su diámetro angular para evaluar su verdadero
diámetro, siendo este 44 veces mayor que el del Sol. Está catalogada
como una variable pulsante irregular, con una fluctuación del brillo de
0,2 magnitudes.[2]Forma un sistema binario con una tenue enana
roja: la separación actual entre ambas estrellas de 609 ua.[3]
Elnath o Alnath (β Tauri), segunda estrella más brillante, forma los
cuernos del toro junto a ζ Tauri. La primera es una gigante blanco-
azulada de tipo espectral B7III con una luminosidad 700 veces mayor
que la luminosidad solar. Es una estrella de mercurio-manganeso con
contenidos anómalos de algunos metales.[4]Por su parte, ζ Tauri,
ocasionalmente llamada Al Hecka o Tien Kuan, es una binaria
eclipsante con un período orbital de 0,36 años. La componente
principal es una subgigante blanco-azulada de
rápida rotación (330 km/s), siendo una de las estrellas Be más
estudiadas. El disco de materia alrededor de la estrella —
cuyo diámetro angular ha podido ser medido directamente— tiene un
diámetro 64 veces más grande que el diámetro solar.[5]
Otra binaria eclipsante es λ Tauri, formada por una estrella azul de
la secuencia principal y una subgigante blanca muy próximas entre sí,
apenas separadas 0,10 UA —un 27% de la distancia entre Mercurio y
el Sol. Al ser menos luminosa la estrella blanca que la azul, cuando
cada 3,95 días la primera pasa por delante de la segunda, el brillo de
λ Tauri desciende 0.7 magnitudes.[6]
Dos estrellas variables en la constelación, T Tauri y RV Tauri, son los
prototipos de sendos grupos de estrellas que llevan sus nombres. Así,
las estrellas T Tauri son estrellas jóvenes que aún no han entrado en
la secuencia principal, se encuentran cerca de nubes moleculares y
son variables.
Tauro también contiene dos de los cúmulos abiertos más conocidos
del firmamento. El primero de ellos, las Pléyades (M45), es uno de los
cúmulos estelares más próximos a la Tierra y sus principales
componentes —entre las que cabe destacar a Alcíone, la más
brillante, o Atlas— son estrellas azules calientes que se han formado
en los últimos cien millones de años. El cúmulo contiene más de 1000
miembros confirmados, si bien este número no incluye aquellos
sistemas binarios no resueltos.[7]Aunque la distancia a la que se
encuentra el cúmulo ha sido objeto de cierta controversia, los
estudios más recientes lo sitúan a 136 pársecs (444 años luz)
del sistema solar.[8][9]
El otro cúmulo, las Híades, consta de 80 estrellas y está a 153 años
luz de distancia, por lo que es el cúmulo estelar más próximo a la
Tierra.[10]Mientras que el cúmulo tiene alrededor de 75 años luz de
diámetro, el prominente grupo central posee cerca de 10 años luz de
diámetro. Su diagrama Hertzsprung-Russell indica que las Híades
tienen una edad de 625 ± 50 millones de años[11] y los cinco
miembros más brillantes de este cúmulo —entre los que están γ
Tauri y θ2 Tauri— están evolucionando ya hacia estrellas gigantes.
Una de estas gigantes, ε Tauri o Ain, posee un planeta extrasolar.[12]
La nebulosa del Cangrejo (M1) se localiza en esta constelación. Es
el resto de supernova proveniente de la explosión de
una supernova en 1054 (SN 1054). Tiene unos seis años luz de radio y
encuentra a una distancia aproximada de 6300 años luz[13] de la
Tierra.
En Tauro se pueden encontrar varias nebulosas como NGC
1514, nebulosa planetaria descubierta por William
Herschel en 1790, NGC 1555 y NGC 1435 o Nebulosa de Merope,
iluminada por la estrella homónima.