UNIDAD 1: Análisis literal de textos
1.1 Los niveles de comprensión lectora
Uno de los problemas más complejos con los que se enfrenta la educación ecuatoriana
es la dificultad con respecto a la comprensión lectora de sus estudiantes. Para vencer
este inconveniente es necesario mejorar la calidad de la comprensión y cuanto antes,
mejor, es decir, se debe empezar a trabajar desde los primeros años de escolaridad que
es la época en donde los estudiantes afirman sus habilidades y destrezas de toda índole y
consolidan hábitos de estudio que permanecerán a lo largo de su vida. Aunque este
proceso inicia en el nivel primario de la educación, es en los niveles superiores en donde
se consolidad y adquiere mayor significado.
La lectura no es un proceso mecánico, se trata más bien de una habilidad fundamentada
en la construcción de significado que se instaura en el pensamiento del ser humano y
adquiere un valor particular para él. En este sentido, el proceso de comprensión es
gradual y tiene diferentes características que determinan tres tipos de niveles: literal,
inferencial y crítico.
El nivel de comprensión literal
Es una capacidad primaria y básica que se debe trabajar diariamente con los estudiantes.
Este ejercicio les permite extrapolar sus aprendizajes hacia los niveles superiores; sirve
de base para lograr una comprensión cada vez más organizada y sustentada. Es el
reconocimiento de todo aquello que está explícito (expresado) en un texto. Se consigue
su afirmación a partir del estímulo y ejercicio de las siguientes actividades:
Identificar detalles
Precisar el espacio, tiempo y personajes
Secuenciar sucesos y acontecimientos
Entender el significado de palabras y oraciones
Reconocer pasajes y detalles del texto
Encontrar sentido preciso a las palabras de múltiple significado
Identificar sinónimos, antónimos y homófonos
Reconocer y dar significado a los prefijos y sufijos de uso habitual
Otra actividad que debemos ejercitar para superar el nivel de comprensión literal de un
texto es el desarrollo de preguntas literales, por ejemplo: ¿qué hace?, ¿quién es?, ¿dónde
está?, ¿cómo es?, etc. Mediante este trabajo se logra comprobar si somos capaces de
exponer lo que se ha leído con un vocabulario diferente al utilizado en el texto. Una vez
logrado este ejercicio es más fácil pasar al siguiente nivel.
El nivel de comprensión inferencial
Cuando afirmamos la comprensión literal del texto es más fácil abordar el proceso
inferencial. Se trata de establecer relaciones entre las partes del texto para inferir
(deducir) información, conclusiones o aspectos que no están escritos pero que se sobre
entienden a partir de la lectura. Este nivel es de suma importancia porque quien lee a
este nivel es capaz de ir más allá del texto y generar sus propios puntos de vista;
completar el texto a partir del ejercicio del propio pensamiento. Podemos intentar
ejercitarnos a partir de:
Predecir resultados
Deducir enseñanzas y mensajes
Proponer títulos para un texto
Plantear ideas para reforzar el contenido
Recomponer un texto con otras ideas
Inferir el significado de las palabras
Deducir el tema
Elaborar resúmenes
Prever un final distinto
Inferir secuencias lógicas
Interpretar un lenguaje figurativo
Elaborar organizadores gráficos
Es necesario señalar que si intentamos hacer comprensión inferencial a partir de una
pobre comprensión literal, lo más probable es que obtengamos un resultado mediano o
muy bajo. Entre las preguntas inferenciales que nos debemos plantear están: ¿qué
pasaría si antes de...?, ¿qué significa?, ¿por qué sucedió esto y no aquello?, ¿cómo
podría cambiar esta historia?, ¿qué diferencias hay?, ¿qué semejanzas hay?, ¿a qué se
refiere?, ¿cuál fue el motivo?, qué conclusiones?, ¿qué cambiaría? etc.
El nivel de comprensión crítica
Corresponde a este nivel el ejercicio de valoración y de formación de juicios que el
lector se hace a partir de su lectura y que los contrasta con sus conocimientos previos,
con respuestas subjetivas sobre personajes, acontecimientos, contenido e imágenes
literarias. Se plantea la elaboración de argumentos para fortalecer este ejercicio pues la
argumentación es una habilidad primordial para sostener un punto de vista o postura. Es
necesario que quien logra llegar a este nivel esté lo suficientemente listo para sostener
sus ideas en forma lógica y organizada, sin imponerlas sino a partir del convencimiento.
Para ello se puede ejercitar lo siguiente:
Juzgar el contenido del texto
Distinguir un hecho de una opinión
Captar los sentidos implícitos
Juzgar la actuación de los personajes
Analizar la intención del autor
Emitir juicios frente a un comportamiento
Juzgar la estructura del texto
También podemos tomar en consideración algunas pistas que nos ayudan a plantear
preguntas críticas: ¿cómo se podría calificar?, ¿qué opinión merece esto?, ¿cómo creo
que se puede proceder?, ¿qué pienso sobre?, ¿cómo califico este asunto?, ¿cuál es mi
criterio?, etc.
En resumen, hemos logrado sintetizar en forma clara los tres niveles de la
comprensión lectora que todo buen lector debe dominar antes de empezar la
interpretación de cualquier tipo de texto. La comprensión literal consiste e entender lo
que el texto dice de manera explícita y concreta. La comprensión inferencial se refiere
a la capacidad de comprender a partir de indicios que proporciona el texto. La
comprensión crítica es la capacidad de emitir un juicio o evaluar un tema, un mensaje
una idea, un personaje, etc. Es de vital importancia académica desarrollar y luego
fortalecer los tres niveles de comprensión en los estudiantes antes de pasar a los
procesos de escritura o construcción del texto escrito.
1.2 Tipos e intención del texto
La herramienta fundamental del escritor a la hora de abordar una narración es el texto.
Si nos atenemos a su definición básica, entendemos por texto la unidad de carácter
lingüístico formada por un conjunto de enunciados con una estructura interna. Para
entenderlo mejor, vamos a comenzar un análisis de esta composición lingüística
atendiendo a los distintos tipos de textos entre los más utilizados están:
Texto narrativo: Es aquel en el que encontramos un relato de acontecimientos
desarrollados en un tiempo o lugar determinado y llevados a cabo por personajes reales
o imaginarios, siguiendo un orden temporal o casual, este se puede escribir en prosa o
en verso.
Texto descriptivo: Es aquel en el que prevalecen las características de un objeto de
forma estática, sin transcurso de tiempo.
Texto argumentativo: Es aquel en el que se presentan las razones a favor o en contra
de determinada “posición” o “tesis”, con el fin de convencer al interlocutor a través de
diferentes argumentos.
Texto expositivo: Es el texto en el que se presentan, de forma neutral y objetiva,
determinados hechos o realidades.
A más de esta clasificación, exponemos a continuación una clasificación que responde a
la intención del texto de este modo tomaremos dos géneros: académico y literario.
Género Académico
La intención de este tipo de textos está vinculada a la necesidad de exponer resultados
de una lectura, de una investigación, de una idea, de un argumento o tesis. Son textos de
tipo académico las tesis, las entrevistas, el ensayo, el informe, entre otros. Este tipo de
textos guardan una relación íntima con el orden establecido para el uso correcto de la
lengua, están siempre en un nivel formal - académico y se ajustan a normas
internacionales que les otorgan valor y validez dentro de la academia y la ciencia.
Texto Expositivo
Es un texto que se utiliza con el fin de aclarar o presentar el significado de una palabra o
de un texto en general. Tiene como fin el hecho de informar de manera objetiva sobre
ello sin que prevalezca el punto de vista de quien lo está escribiendo. Existen
distintos tipos de texto expositivo. Por un lado, está el texto expositivo divulgativo, el
cual ocurre cuando el tema que se toca es un tema de interés general para el público que
no tiene información sobre el mismo y cuyo objetivo es el de enseñar; alcanza el nivel
de didáctico y formativo.
Por otro lado, existe el texto expositivo técnico o específico, en el que pesa más el tipo
de conocimientos que deben ser de carácter específico y especializado. Están
proyectados a personas que conocen sobre el tema y poseen información previa, por eso
se dan el lujo de hacer uso de palabras más técnicas o particulares.
Los textos expositivos suelen estar relacionados con los trabajos de investigación, las
tesis, monografías, artículos, conferencias o ensayos entre otros.
Texto Argumentativo
Se trata de un tipo de texto en el cual se defiende o se rechaza una idea, proyecto o
pensamiento en general. El objetivo es llegar a convencer, a quien lo lee, que los
argumentos de quien escribe en ese texto son los más válidos y que se trata de quien
tiene la razón al respecto.
Aquí hay mucha subjetividad a diferencia del anterior. Por ese motivo este tipo de
textos están muy relacionados con la publicidad y con los artículos de opinión general
porque tienen la intención de persuadir, convencer y aconsejar.
A diferencia del texto anterior no cuenta con tantas estructuras, sino que tiene una
introducción y cuerpo en donde se detallan los argumentos del por qué se redacta ese
texto y por qué se está a favor o en contra de la idea, pensamiento o proyecto que se
expone.
Género Literario
Por lo general este tipo de género está vinculado a la creatividad y a la estética pues es
una manifestación artística del uso de la palabra y la escritura. También pertenece al
campo de la lingüística pero dentro de la expresión connotativa y figurada del lenguaje,
quien hace uso de la palabra a partir de la creatividad y con un profundo conocimiento
de la teoría literaria también está inmerso en un campo de la ciencia, es este caso de la
ciencia literaria que se manifiesta en el arte de la expresión que produce e interpreta y
analiza un tipo particular de texto.
Texto Poético
Un texto poético está vinculada a la intención estética de las palabras, especialmente
cuando se organizan en verso. El texto poético, por lo tanto, es aquel que apela a
diversos recursos estilísticos para transmitir emociones y sentimientos, respetando
los criterios de estilo del autor. En sus orígenes, los textos poéticos tenían un carácter
ritual y comunitario, aunque con el tiempo aparecieron otras temáticas. Cabe mencionar,
asimismo, que los primeros textos poéticos fueron creados para ser cantados.
Lo más habitual es que el texto poético esté escrito en verso y reciba el nombre
de poema o poesía. Existen, sin embargo, textos poéticos desarrollados en prosa. Los
versos, las estrofas y el ritmo componen la métrica del texto poético, donde los poetas
imprimen el sello de sus recursos literarios.
Los textos poéticos se destacan por la inclusión de elementos de valor simbólico y
de imágenes literarias. De esta forma, el lector debe tener una actitud activa para
decodificar el mensaje. Por ejemplo: un texto poético puede hacer referencia al sol
como “la moneda dorada” o la “fuente de la vida”, mientras que un texto científico lo
mencionaría como una “estrella del tipo espectral”.
Texto Narrativo
El texto narrativo se basa en la explicación de unos hechos, reales o ficticios, en
determinado tiempo y espacio. En el texto narrativo entran también otros tipos de
textos, y abarca desde descripciones de personas, paisajes o situaciones, hasta
argumentaciones y narraciones de hechos o, incluso, textos introspectivos o surrealistas.
Los textos narrativos se pueden dar en muy diferentes fórmulas y estilos, aunque
principalmente se pueden dividir entre narraciones en prosa o en verso.
La estructura de los textos narrativos se maneja generalmente desde: planteamiento,
nudo y desenlace. En el planteamiento se sitúa la historia, se presentan a los personajes
y los conflictos que desembocarán en la trama del texto narrativo. En el planteamiento
también se sitúa al lector acerca del estilo narrativo que se va utilizar y se le prepara
para el resto del texto. El nudo es el desarrollo de la historia de la narración. En esta
parte se tratan todas las cuestiones centrales que suscitan la historia, cómo evolucionan
los personajes y los conflictos entre ellos, etc. Durante esta fase los personajes y la
narración han de evolucionar hacia una dirección determinada, normalmente muy
distinta del punto de partida del planteamiento. Ocupa la mayor parte del texto
narrativo. El desenlace se resuelve la trama de la narración. Suele ser un apartado breve
en el que aparece siempre el clímax, o punto más alto de la trama, en el que se resuelve
un problema o se aclara una duda a partir de lo cual se extraen algunas conclusiones
sobre lo narrado previamente.
Texto Descriptivo
En este tipo de texto se define algo, ya sea un objeto, una persona, un animal, una
situación o una locación. En el texto descriptivo se pone especial énfasis en los detalles
y en las características. Se trata de dar una visión del objeto descrito en forma muy
cercana a la realidad.
Los textos descriptivos no solo sirven para describir cosas “tangibles”, o aquello que
solo se puede ver y oír. Al contrario, un texto descriptivo puede servir para expresar
sentimientos. Por ejemplo, si escribiéramos un texto respondiendo a la cuestión “¿cómo
me encuentro en estos momentos?”, la respuesta sería un texto descriptivo analizando
nuestra situación actual.
Para que un texto descriptivo tenga exactitud y veracidad es necesario realizar un
análisis profundo y no quedarse en la superficie.
Se puede diferenciar entre una descripción física entonces estamos frente a
la prosopografía; una descripción psicológica toma el nombre de etopeya. Cuando
describimos un lugar estamos haciendo una topografía; cuando describimos un
personaje desde su aspecto físico hasta su condición psicológica entonces tenemos
un retrato. Finalmente cuando hacemos una descripción exagerada y distorsionada de
la realidad, estamos frente a una caricatura. En todos los casos, existen elementos y
recursos que pueden ser de mucha ayuda. La personificación, la adjetivación y la
enumeración son los recursos más propicios para lograr una buena descripción.
1.3 Relaciones lógicas del discurso: sinónimos, parónimos,
precisión semántica.
Dentro del razonamiento lógico, consideramos las relaciones que se establecen entre las
palabras. Estas relaciones son producto del transcurso de la historia y de los diferentes
intercambios sociales. En el discurso, las palabras se organizan a través de campos
semánticos, esto es, a través de agrupaciones de acuerdo con los rasgos
de significado que comparten entre sí. Los campos semánticos nos sirven, por tanto,
para articular un discurso. En un texto académico, cada una de las palabras clave apunta
hacia un campo semántico o forma, junto con las otras, una suerte de campo semántico.
Una de las formas de comprobar nuestra capacidad de abstracción y de pensamiento
lógico, además de nuestra competencia lingüística, es a través de ejercicios de
relaciones de palabras (sinónimos, antónimos, analogías, términos excluidos, etc).
Sinónimos y Antónimos
Sinonimia
Se llama sinonimia a la relación entre palabras diversas que comparten un mismo
significado.
Son sinónimos:
semblante Aspecto
parco Austero
abyecto Malo
arrendar Alquilar
cotejar Comparar
pequeñez bagatela, nimiedad, nadería
confirmar corroborar, ratificar
viejo, arcaico, vetusto,
antiguo
anticuado
Son sinónimos los términos o palabras con un significado similar o semejante y que en
un texto son intercambiables sin que se altere el sentido de éste.
Tipos de sinonimia:
a) Hablamos de sinonimia conceptual o total cuando coinciden los rasgos
conceptuales de los significados de dos términos:
Sinonimia conceptual entre:
alubia judía, habichuela
iniciar Comenzar
lenguas neolatinas,
romances románicas
hexaedro regular Cubo
b) Es más frecuente la sinonimia contextual o parcial: que utiliza términos que pueden
ser conmutados en un contexto determinado sin que se altere el significado total. Así un
mismo término puede tener varias series de sinónimos: ej. Pesado tiene como
sinónimo molestoso o indigesto en un determinado contexto, pero no en otros: La carne
de cerdo es pesada. Pepe es un La carne de cerdo indigesta. No puedo decir, por
ejemplo, Pepe es un indigesto.
Otro ejemplo: minúsculo, ínfimo, exiguo pueden darse en principio como sinónimos
de pequeño. Pero minúsculo se refiere esencialmente al tamaño, ínfimo se refiere
además al último grado de una jerarquía u orden. Exiguo lleva consigo la idea de
insuficiencia unida a la de pequeñez.
Dar, producir, entregar son sinónimos, pero dependiendo del contexto se utiliza uno u
otro.
La tierra da frutos.
El niño me dio el libro.
La tierra produce frutos.
El niño me entregó el libro.
La sinonimia parcial es lo más frecuente mientras que la sinonimia total se da en muy
pocas ocasiones. Esto ocurre porque la mayoría de palabras sinónimas poseen matices
semánticos que las diferencian y hacen que no sean intercambiables en todos los
contextos. En verdad, el contexto, entendido como todo lo que rodea a una unidad
lingüística, es el elemento decisivo en la relación de sinonimia. En ello esto,
precisamente, estriba la riqueza y flexibilidad de las lenguas.
c) Sinonimia referencial es aquella en la los términos remiten al mismo referente pero
no significan lo mismo: Juan entró en el despacho del jefe. El señor López miró
a su subordinado con desprecio: aquel joven le resultaba odioso.
d) Sinonimia connotativa ocurre cuando dominan las expresiones indirectas y
sugerentes; pueden aludir a los mismos significados, términos que objetivamente nada
tienen que ver entre sí. Juan es un monstruo / un salvaje / un bestia.
Ejemplos:
a) Sinonimia conceptual o denotativa:
Pedro es listo. Juan es inteligente
b) Sinonimia contextual:
Pedro está listo. Juan está preparado.
Antonimia
Es la relación de oposición entre los significados de dos palabras.
Ninguna palabra se encuentra aislada en la conciencia del hombre sino que siempre va
vinculada a otros términos. Por ejemplo, el vocablo CONOCIMIENTO genera en la
mente de las personas conceptos como libro, aprendizaje, alumno, concentración, teoría,
deducción, método, filosofía, enseñanza, inteligencia, memoria, etc. Pero esta
asociación múltiple de palabras no ayuda a precisar el valor significativo de un término.
Se hace necesario, en consecuencia, la presencia de otro vocablo de sentido
opuesto para su determinación semántica.
Así, podemos precisar por contrastación que, si el tren eléctrico es más veloz que un
automóvil, en consecuencia, el automóvil es más lento que el tren eléctrico.
Si decimos que Jorge Dávila Vázquez tiene una producción literaria prolífera respecto
de Abdón Ubidia, entonces Ubidia tuvo una producción literaria escasa respecto de
Dávila; si añadimos que Jorge es un hombre productivo, entonces implícitamente
estamos afirmando que no es improductivo.
La antonimia, es decir, la contrariedad de significados, es considerada como una de las
relaciones semánticas más importantes y como un fenómeno contrario a la sinonimia.
La antonimia es la relación de contraste u oposición de significados.
Relación entre antonimia y campo semántico
Considerando que el campo semántico es un conjunto ordenado de palabras con rasgos
significativos comunes y conociendo que los antónimos son palabras que poseen
significados opuestos, podríamos llegar a una conclusión errada y plantear que son
conceptos excluyentes, cuando en realidad existe entre ellos una relación de carácter
indesligable.
Si bien un campo semántico integra palabras con rasgos significativos comunes, ello no
supone que todos los rasgos sean coincidentes; así habrá palabras que, a pesar de
compartir un mismo campo semántico, presentan rasgos diferentes y hasta contrarios,
como es el caso de los antónimos.
Cuando decimos que una palabra es antónimo de otra, necesariamente nos estamos
remitiendo a un tema de mayor o menor generalidad, que comprende a ambas y delimita
el contexto de la oposición significativa. Si comparamos los términos escuálido, el cual
significa "flaco, macilento" y obeso, cuyo significado es "afectado de excesiva
acumulación de grasa", percibimos una oposición de significados referido al tema de la
contextura corporal. Entonces, un campo semántico no sólo incluye términos sinónimos
sino también puede abarcar palabras vinculadas por la antonimia. Algo similar sucede
con el término acongojar, cuyo significado es "hacer sentir angustia, aflicción o
congoja", y el término regocijar, el cual significa "producir alegría muy intensa,
particularmente la que se demuestra con risas y bullicio". Como se observa, estos
términos son antónimos porque su oposición se enmarca en el mismo campo semántico;
en este caso, el estado anímico. Para ilustrar mejor el tema tratado, mostramos la
siguiente ejemplificación.
PALABRA ANTÓNIMO CAMPO SEMÁNTICO
despejado nebuloso Estados del tiempo (ánimo)
recto curvo Trazos o líneas
idealismo materialismo Corrientes filosóficas
cuerdo enajenado Estados mentales
abstruso inteligible Grados de complejidad
almíbar acíbar Sabores (percepción gustativa)
aromático fétido Olores (percepción olfativa)
laconismo locuacidad Formas de expresarse
Podemos concluir lo siguiente: para que dos palabras sean antónimas
deben pertenecer, necesariamente, al mismo campo semántico. Por ejemplo, las
palabras vileza y nobleza son dos sustantivos que tienen relación de antonimia y
pertenecen al campo semántico de la condición moral. Asimismo, los términos
extranjero y oriundo son dos adjetivos referidos a la procedencia territorial y los
vocablos abjurar y profesar son dos verbos que aluden a las actitudes frente a una
doctrina.
Las palabras que tienen relación de antonimia designan los polos opuestos de un mismo
aspecto de la realidad o puntos extremos de un tema abstracto, por lo cual siempre están
comprendidas en el mismo campo semántico.
Homónimos homófonos y Homónimos homógrafos
Las palabras homónimas son aquellas que suenan y se pronuncian igual pero tienen un
significado diferente.
Hay dos clases de palabras que suenan igual:
1. Homónimas homófonas: estas se pueden escribir en forma diferente pero suenan
igual, y pueden tener un origen similar o una diferencia por el uso que se les dé.
2. Homónimas homógrafas. Estas se escriben igual pero tienen un origen y significado
diferente.
Ejemplos de palabras homónimas:
As = (naipe o carta de baraja)
Has = (verbo haber)
Haz = (de hacer, manojo)
Asada = (del verbo asar)
Azada = (de azadón)
Asar = (cocinar al fuego)
Azahar = (flor del naranjo)
Azar = (casualidad)
Ascenso = (subida)
Asenso = (consentimiento)
Asia = (continente)
Hacia = (preposición)
Asta = (cuerno de animal; madero grande)
Hasta = (preposición)
Atajo = (de atajar)
Hatajo = (rebaño de animales)
Aya = (niñera)
Halla = (de hallar)
Haya = (de haber y ciudad de Holanda)
Hablando = (acto de hablar)
Ablando = (suavizar algo)
¡Bah! = (desdeño o desdén)
Va = (aceptación o consentimiento)
Parónimos
Las palabras parónimas son aquellas que se escriben o suenan de una manera muy
similar, pero que poseen significados diferentes.
Junto con las palabras homógrafas y homófonas, se trata de términos que pueden
prestarse a confusión al momento de usarlas, o de cometer errores ortográficos al
escribirlas.
Ejemplos de parónimos:
Adición: de añadir o agregar una cosa a otra.
Adicción: dependencia que desarrolla el organismo individuo a ciertas sustancias como
las drogas
Confección: de hacer o confeccionar cosas o prendas a partir de ciertos materiales.
Confesión: declarar sobre algo de manera voluntaria.
Compresión: fuerza o presión que se ejerce sobre algo.
Comprensión: grado de inteligencia o capacidad de entender las cosas.
Ahí: para referirse a un lugar.
Hay: del verbo haber.
Aprehender: de coger o asir una cosa o persona.
Aprender: de adquirir conocimientos.
Malla: tipo de tejido.
Maya: tipo de civilización.
Casar: de contraer nupcias o matrimonio.
Cazar: de atrapar animales.
Ola: movimiento del mar.
Hola: saludo
Asar: de cocinar con fuego.
Azar: vinculado con la suerte.
Hacia: del verbo hacer
Asia: continente
Espirar: soltar el aire inhalado.
Expirar: de fallecer o morir.
Insipiente: que le falta sabiduría o inteligencia.
Incipiente: que está iniciando.
Vino: del verbo venir
Vino: bebida alcohólica.
Alcé: del verbo alzar.
Alce: animal.
Aptitud: habilidad.
Actitud: formar de ser.
Siervo: persona sometida por medio de la esclavitud.
Ciervo: animal.
Absolver - liberar de culpa
Absorber - retener líquido.
Lesión: daño corporal.
Lección: algo que se va a enseñar.
Lengua: órgano muscular que se encuentra en la boca.
Lengua: sistema de comunicación.
Cobre: del verbo cobrar.
Cobre: metal.
1.4 Mecanismos de cohesión textual: construcción de la
sintaxis
Cohesión textual: estructuras, conectores, relacionantes y marcas de
organización
Decimos que un texto es coherente cuando las oraciones y párrafos construidos para
emitir el mensaje, guardan concordancia entre sí. Para ello es necesario tener
conocimientos mínimos de normas gramaticales. De este modo, cuando leemos un
texto, y lo podemos hacer de corrido, sin tropiezos y entenderlo completamente,
estamos hablando de un texto coherente.
(…) se entiende por coherencia la propiedad fundamental inherente al texto que
hace que pueda ser percibido como una unidad comunicativa y no como una sucesión de
enunciados inconexos. Gracias a la coherencia, las partes del texto aparecen
relacionadas entre sí en función de la totalidad y el conjunto se percibe como adecuado
al contexto en el que se produce la comunicación.
Becerra y Pérez, 2015, p: 66
Existe, desde la gramática, un número importante de reglas para la correcta escritura de
un texto, en este apartado analizaremos algunas de ellas:
Concordancia
El principio de concordancia es la regla gramatical básica para la construcción correcta
de la oración, base de toda comunicación. Este principio obliga al escritor a guardar
coherencia cuando hace uso de los siguientes elementos gramaticales:
Concordancia en género entre sustantivo y adjetivo: buena carretera
Incorrecto: bueno carretera
Concordancia en número entre sustantivo y adjetivo: buenas carreteras
Incorrecto: buena carreteras
El número y la persona del verbo también deben guardar concordancia entre sí; sin
embargo, es común encontrar, en textos escritos, errores acerca de la concordancia y
muchos de ellos aparecen en artículos de revistas o periódicos. Ejemplo:
La forma de escribir de los autores mencionados no reúnen las cualidades suficientes.
En la oración que antecede, el verbo reúnen está en número plural, sin embargo,
el sujeto: La forma de escribir, está en número singular:
Incorrecto:
La forma no reúnen
(Sujeto singular) (verbo plural)
Correcto:
La forma no reúne
(sujeto singular) (verbo singular)
Existen otros errores de concordancia que suelen ser menos frecuentes pero que deben
tomarse en cuenta a fin de evitar mala interpretación del texto escrito.
El verbo haber: es un verbo impersonal, carece de sujeto, sólo se presenta en
oraciones unimembres, expresa la existencia de algo pero no precisa persona ni número.
En virtud de ello es incorrecto hacer concordar el número plural de este verbo. Por
ejemplo:
No se debe decir: Se debe decir:
Hubieron buenas conferencias. Hubo buenas conferencias.
Habíamos cuarenta personas. Había cuarenta personas.
En el idioma español existen casos básicos de concordancia.
De género entre adjetivo o artículo y sustantivo:
Buena escritura
La escritura
Buen libro
El libro
De número entre adjetivo o artículo y sustantivo:
Las buenas razones
El buen trabajo
De número y persona entre verbo y sujeto:
Un documento bien escrito aporta a la lectura.
Los escritores responsables conocen la gramática.
La construcción de la sintaxis es un proceso que se va consolidando de a poco; la mejor
herramienta para lograr una excelente sintaxis es a partir de la lectura de textos
correctamente escritos. No se alcanza una buena construcción sintáctica a partir del uso
de la lengua oral porque en la oralidad las personas somos más expresivas y
espontáneas, lo que no sucede en la escritura.
Uno de los problemas más recurrentes en un joven escritor está en la práctica de
escribir como habla; esto puede oscurecer un texto escrito porque en la oralidad usamos
otros elementos de apoyo como son la voz y la expresión corporal que en la escritura se
pierden totalmente. Por esta razón es necesario que reflexionemos en algunos errores
que pueden convertirse en problemas de la redacción.
Errores frecuentes en la redacción
Se trata de errores lingüísticos que se los comete frecuentemente en ambos niveles de
comunicación: oral y escrito. La falta de conocimiento suele ser el elemento común; sin
embargo también es posible que los cometamos por tener poco cuidado al momento de
redactar. Los más recurrentes son los siguientes:
Barbarismos
Palabras mal expresadas fruto de la costumbre, de ello es que se los conoce también
como “vicios del lenguaje”. Consiste sobre todo en emplear vocablos impropios o fuera
de lugar; utilizar voces de otros idiomas aun cuando no hacen falta.
CORRECTO INCORRECTO
haya haiga
ciudad ciudá
anduve andé
hielo yelo
campeón campión
dentífrico dentrífico
fuiste juiste
teatro tiatro
EXTRANJERISMOS
CORRECTO INCORRECTO
estreno debut
deportivo sport
esquina corner
oportunidad chance
aficionado amateur
boleto ticket
Cacofonía
La repetición abusiva de una palabra o un sonido, ya sea en la misma oración o en el
mismo párrafo. Esto demuestra pobreza de léxico o vocabulario.
Trajiste traje para la tragedia que representaremos.
Me cuesta trabajo trabajar con estos trabajadores
Cuando estuvo, tuvo todo a la mano.
En la foto parece que aparece la noticia.
Anfibología
Se trata del uso de oraciones o frases que no dejan el mensaje claro; al contrario, lo
hacen confuso y obliga al lector a revisar reiteradamente el texto para poder entenderlo.
El jefe viajó al pueblo de su hijo en su auto. (¿El auto de quién?)
El jefe viajó en su auto, al pueblo de su hijo.
El jefe viajó en el auto de su hijo al pueblo de éste.
La ciencia persigue el conocimiento en su esencia. (¿Esencia de quién?)
La ciencia, en su esencia, persigue el conocimiento.
La ciencia persigue la esencia del conocimiento.
Pobreza de vocabulario
Esto sucede cuando quien escribe no tiene dominio de sinónimos, antónimos y
conceptos de las palabras que utiliza. No siempre está mal repetir una palabra o frase,
esto también puede demostrar énfasis y, en ese caso, puede ser más bien necesario.
INCORRECTO: La mirada atenta a la redacción implica mucha atención y
cuidado de parte del escritor dentro del texto escrito, y la redacción muchas veces es
confusa y confunde al lector que no logra, muchas veces, entender rápidamente el texto.
MEJOR: La mirada atenta a la redacción implica cuidado y dedicación por parte
del autor de un texto escrito, y la construcción de éste, muchas veces, es confusa y
desorienta al lector que no logra, en reiteradas ocasiones, entender rápidamente la
lectura.
Solecismos
Los errores de solecismo o anacoluto se realizan cuando se usan locuciones
preposicionales incorrectas.
SOLECISMO FORMA CORRECTA
La clase del cual te hablé. La clase de la cual te hablé.
A usted es que me dirijo… A usted es a quien me dirijo.
Le darán un premio a los ganadores. Les darán un premio a los ganadores.
A Juan lo llamó su madre. A Juan le llamó su madre.
A la mujer le llaman actriz. A la mujer la llaman actriz
Estructura de del texto expositivo
La exposición es la forma de transmitir información, ideas, sentimientos y pensamientos
a través de forma oral o escrita. Para tener éxito en una exposición es necesario
mantener una organización o estructura básica a partir de la cual se levante y construya
todo el texto.
Antes de levantar una estructura del texto es imprescindible dominar un proceso de
recolección de datos que luego serán presentados en el informe: El proceso cuenta con
tres elementos básicos:
1. Investigación y redacción de la información: antes de escribir un texto, el escritor debe
recoger datos que respondan a un proceso investigativo. Los datos pueden ser el
resultado de una investigación primaria (encuestas, entrevistas, grupos focales,
observación de campo…) o pueden encontrarse en fuentes secundarias (otros textos
escritos). Este es el primer paso para no caer en la copia o el plagio.
2. Organización de la investigación: antes de escribir o exponer los resultados de una
investigación es necesario organizar la misma. Esto es: ordenar las ideas, estructurar
los temas más importantes en forma jerárquica, es decir, datos relevantes y datos
secundarios.
3. Seleccionar el modelo expositivo: cabe indicar brevemente que no todos los modelos
expositivos son iguales, de este modo tenemos:
Introducción
Nos presenta el tema. Plantea el objetivo del trabajo, una posible metodología y muestra
algunas de las fuentes de consulta que respaldan teóricamente un escrito. Es
recomendable y muy usado, redactar en la introducción un esquema sintético de lo que
el lector podrá encontrar en el texto para mantener el interés del público lector o
audiencia.
Desarrollo
En este apartado, el escritor debe dejar claro todo aspecto de su informe. Es el texto
como tal y contiene todo lo que el investigador quiere exponer como resultado de su
proceso de investigación. La extensión de este apartado varía en concordancia con la
extensión de todo el documento puesto que esta estructura se aplica a diferentes tipos de
textos: relatoría, reseña, informe de investigación, artículo científico, ensayo, tesinas,
tesis.
Conclusión
Significa cerrar. Aquí se deben exponer los puntos más relevantes a los que se ha
llegado a partir de la investigación. También se recomienda escribir, opinión
concluyente y puntos de vista; según el estilo de cada escritor, algunos suele plantear
preguntas que dejan latente una reflexión de parte del lector.
Conectores, relacionantes y marcas de organización del texto
La escritura académica, más que otro texto escrito, requiere de cierta ilación al
momento de construir ideas coherentes y complementarias entre sí. Para ello se destina
un conjunto de elementos lingüísticos a los que se conoce como conectores, nexos,
conectores lógicos, relacionantes. Estos recursos logran que una causa encuadre con su
efecto, que las consecuencias sean correspondientes a los antecedentes y que los
párrafos se articulen en forma efectiva hasta lograra un texto claro y uniforme. Estos
nexos se manifiestan a nivel léxico gramatical y se pueden utilizar dentro de una oración
o también entre oraciones. No corresponden sólo a palabras o frases, también las
conjunciones tienen un rol interesante en la construcción de ideas. Existe un número
muy amplio de conectores por lo que no se entiende que muchos escritores se limiten a
utilizar solo un par de ellos. En esta clase, presentamos una lista corta en relación a su
significado:
Causa y efecto: en concordancia, porque, por consiguiente, por esta razón, de ahí que,
puesto que, por lo tanto.
Adversativa: pero, sin embargo, a pesar de, por el contrario, por más que, por otra parte,
aunque.
Temporal: después, antes, anteriormente, más tarde, ahora, en la actualidad, cuando.
Orden: primero, a continuación, luego, finalmente.
Resumen: por dichas razones, en suma, en conclusión, resumiendo, en síntesis.
Aditivas o Continuativas: también, además, sumando lo anterior, más aún, ejemplo, al
mismo tiempo.
Énfasis: ciertamente, lo que es más importante, enfatizando, repitiendo.
Concesión: en vista de, concedido que, por supuesto, aunque.
Comparativas: como, así, de esta forma, de este modo, ambos, al igual que.
Espacial: a través, al frente, a lo largo, por otro lado, entre, debajo, detrás, en el centro,
fuera de.
Condicionales: si, como, cuando, con tal que, siempre que, dado que, ya que, siempre y
cuando, donde no.
Conjuntivas: y, sin embargo, a pesar de, no obstante.
Disyuntivas: o, u, ya, bien sea, que.
Miremos a continuación dos textos en el que se puede evidenciar que uno usa
conectores y otro no lo hace. En este caso particular, mostramos que el uso de
conectores pueden marcar un estilo de escritura.
SIN CONECTORES
Las ciudades están lejos de ofrecer condiciones y oportunidades equitativas a sus
habitantes. La población urbana, en su mayoría, está privada o limitada -en virtud de
sus características económicas, sociales, culturales, étnicas, de género y edad- para
satisfacer sus más elementales necesidades y derechos. Contribuyen a ello las políticas
públicas, que al desconocer los aportes de los procesos de poblamiento popular a la
construcción de ciudad y de ciudadanía, violentan la vida urbana. Graves
consecuencias de esto son los desalojos masivos, la segregación y el consecuente
deterioro de la convivencia social.
(Carta Mundial por el Derecho a la Ciudad - 2005)
CON CONECTORES
Las ciudades están lejos de ofrecer condiciones y oportunidades equitativas a sus
habitantes; en consecuencia, la población urbana, en su mayoría, está privada o
limitada -en virtud de sus características económicas, sociales, culturales, étnicas, de
género y edad- para satisfacer sus más elementales necesidades y
derechos. También contribuyen a ello las políticas públicas, que al desconocer los
aportes de los procesos de poblamiento popular a la construcción de ciudad y de
ciudadanía, violentan la vida urbana. Y graves consecuencias de esto son los desalojos
masivos, la segregación y el consecuente deterioro de la convivencia social.
(Carta Mundial por el Derecho a la Ciudad - 2005)
UNIDAD 2: Interpretación académica
2.1 Cómo determinar el tema del texto
El tema es el asunto o “idea clave” de la que se habla a lo largo el texto. Es un
enunciado que sintetiza todo lo expuesto de manera muy general. Usualmente se
determina formulando la siguiente pregunta: ¿de qué o de quién habla el autor? Por esta
razón, se señala que el tema es el sujeto del texto. No obstante, ello no significa que
necesariamente se refiera a personas, pues el tema puede girar en torno a cualquier tipo
de entidad concreta o abstracta de la que se pueda hablar.
Algunas consideraciones para fijar el tema de un texto son:
1. Evitar copiar o parafrasear el propio texto
2. El tema estará constituido por una construcción unimembre, es decir, nominal. (Por
regla general no será una oración con sujeto y predicado y no contendrá verbos en
forma personal).
3. La frase descansará sobre las palabras abstractas, aunque, claro está, pueden aparecer
en ella nombres concretos.
Cómo leer e interpretar un texto
No todas las personas podemos interpretar el texto del mismo modo. Existen factores
culturales, educativos, sociales, de género, generacionales, etc., que pueden convertirse
en un determinante al momento de entender el texto. Por ejemplo, un artículo científico
no será entendido de la misma manera entre un académico y un artista; o una novela, no
la interpretará igual un hombre que una mujer.
Algunos aspectos circunstanciales como el cansancio, la memoria, el estado de
ánimo, los gustos y preferencias también influyen al momento de leer y entender un
texto.
Para abordar un texto desde el punto de vista académico es necesario encontrar cada
una de las partes que integran el texto. Es fundamental, también, entender las ideas que
están implícitas en el texto, es decir, las ideas que no se dicen directamente pero que se
sobre entienden. Otro aspecto fundamental a tomar en cuenta es la postura ideológica
del autor, por ejemplo: cuál es su tendencia, cuál es su influencia, cuál es su corriente,
cuál es su filosofía de grupo, son detalles que el lector debe tomar en cuenta.
Cómo entender un texto
Básicamente, se debe pensar en dos tipos de lectura: la informativa y
la interpretativa. La primera debe hacerse cuidadosamente por ser el primer contacto
con el nuevo texto. De esa lectura, se extraen informaciones sobre el contenido
abordado y se prepara el próximo nivel de lectura. En la segunda, es recomendable
resaltar las palabras claves, pasajes importantes y usar una palabra para resumir la idea
central del párrafo. Este tipo de procedimiento permite agilizar la capacidad mental y la
visualización, lo que favorece el entendimiento.
No se debe olvidar que, aunque la interpretación sea subjetiva, existen límites que
deben ser respetados. La atención mayor se la debe otorgar al encuentro de la esencia
del texto, porque el texto, originalmente, no nos pertenece. Estamos tratando de
entender lo que el escritor nos quiere decir, y lo que él puede estar diciendo no es
necesariamente lo que estamos entendiendo. La comprensión de un texto no nos
autoriza a torcer el pensamiento del escritor a nuestro favor.
En el caso de los textos literarios, es vital conocer las relaciones de aquel texto con
la cultura local y correlacionar eso con textos afines procedentes del mismo contexto
geográfico e histórico. Por ejemplo, un texto de 500 años atrás está arropado por una
cultura, una historia y un contexto social totalmente diferentes del nuestro, aunque en
cierto sentido sea lo mismo. Es como decir, hombre es hombre, sea aquí o allí; sea el de
500 años atrás o el de ahora. Lo que muda es el contexto (sociedad, ubicación temporal,
espacial, cultural) y ese contexto debe ser sopesado.
Una de las fases más importantes para entender e interpretar un texto, es verificar si
las preguntas que están relacionadas están siendo respondidas. Es bueno preguntarse
sobre: dónde, por qué, cuándo, cuántas veces, de qué forma, cuál es la causa, cuáles son
los elementos implicados, quiénes son los actores, cuál es el contexto histórico,
geográfico, cultural, etcétera. A medida que respondemos estas preguntas, la historia se
nos quedará más clara.
En el caso de textos académicos y científicos, lo más importante será la formación de
quien lee esos textos. Muchos de ellos pueden estar elaborados para un público muy
especializado, en ese caso, se trata de un teto con un vocabulario y un léxico muy
particulares, una especie de argot que solo lo manejan los expertos. Este tipo de lectura
podría tornarse muy difícil de interpretar, es por ello que la recomendación es siempre
escoger textos adecuado para cada grupo de lectores e ir avanzando en la complejidad,
poco a poco.
2.2 El contenido a partir del título: revisión de índices
El título es una frase nominal-vale decir- carente de verbo, que resulta más precisa, clara
e inclusiva, en comparación con el tema y la idea principal. Generalmente se determina
el título formulándonos la siguiente pregunta: ¿qué idea precisa lo leído? Un título bien
elaborado debe contar con las siguientes propiedades:
1. Debe expresar de forma clara, precisa y breve la sustancia profunda del tema.
Cuando la extensión del título perjudica su claridad, conviene dividirlo en dos
partes: el título propiamente dicho, que expresa lo que se va a tratar, y el
subtítulo, que expresa las condiciones en las cuales se va a llevar a cabo la
investigación.
2. Debe ser apropiado, específico y vigoroso.
3. No debe ser tan vago y ambiguo que no conmueva ni llame la atención.
4. Debe reflejar el interés del autor.
Por último, el título no debe confundirse con el tema. Este es general, mientras que el
titulo debe ser específico y apuntar directamente hacia lo que el trabajo trata en forma
particular.
Ejemplos:
TEMA TÍTULO
Demostrar que algunas áreas del
universo no se comportan de manera
Agujeros negros y pequeños
arbitraria, sino que se hallan
universos.
gobernadas por leyes matemáticas
precisas
Hoy podemos mirar el cerebro en
acción desde afuera, y así vislumbrar
sus funciones, las zonas que se activan
al ver la imagen de la maestra de Cavernas y palacios
primer grado, o al repasar la tabla del
siete, o al cantar bajo la lluvia.
Análisis del cerebro.
En Demoliendo Papers un grupo de
estudiantes y científicos demuestran
las más disparatadas hipótesis
Demoliendo Papers
cumpliendo con los preceptos
fundamentales de las publicaciones
científicas.
El estudio del cerebro ha tenido
resultados espectaculares en los
últimos años, pero estos El cerebro infantil
conocimientos se han aplicado más en
la educación de nuestros hijos.
En cuanto a la revisión de índices, esta actividad puede resultar muy útil al momento de
emprender la lectura de un libro, un artículo o cualquier otro documento que contenga
este elemento. Los índices que pueden estar ubicados, según el estilo editorial, al inicio
o al final del documento central, nos dan una idea muy clara y completa de los temas
que abordan el artículo, libro o texto.
Un buen lector hará uso de esta estrategia antes, incluso, de revisar el prólogo o la
introducción. Aunque los títulos de cada tema o apartado pueden ser muy sugerentes e
indirectos (no específicos), la suma de todos ellos nos llevará a entender de qué trata el
libro y este acercamiento es el primer encuentro con un tema que puede ser de total
interés o, quizá, no.
Algunas editoras suelen desglosar los títulos de unidades en subtemas y estos
también pueden ayudarnos a generar fichas y esquemas de síntesis de nuestra lectura,
porque podemos usar los mismos titulares para nuestros propósitos.
2.3 Las ideas principales y secundarias. Organizadores gráficos: mapa conceptual,
mentefactos, cuadro sinóptico, flujograma
Primero debemos preguntarnos qué es un texto. Si nos valemos de la Etimología
(estudio del origen de las palabras), la palabra texto se vincula con el término
latino textus (tejido), esto es, un tejido hecho con palabras. El Diccionario de la RAE
(2012) define texto como un conjunto coherente de enunciados orales o escritos. De
manera pragmática, puede decirse que es parte de una obra mayor, pero que tiene
independencia y coherencia con respecto a su estructura y al tema que trata. Si
consideramos el manejo de la información, se trata de un conjunto de ideas organizadas
en información principal o de primer orden, información de segundo orden e
información de tercer orden.
La idea principal de un texto es aquella que expone lo más importante: es la idea
base de la cual se derivan o desprenden las demás ideas que lo conforman. La podemos
determinar, generalmente, formulando la siguiente interrogante: ¿qué se dice del tema?
En cambio, las ideas secundarias expresan detalles o aspectos derivados del tema
principal. A menudo, estas ideas sirven para ampliar, demostrar o ejemplificar una idea
principal.
Para qué sirve trabajar con las ideas principales y secundarias
El primer impulso que todo estudiante tiene sobre la habilidad de encontrar las ideas
centrales de un texto, está relacionado con la tarea de escribir un Resumen o Informe de
lectura. Los resúmenes pueden servir para exponer la lectura de un artículo científico,
también pueden ser útiles para estudiar, para exponer una clase, dar un discurso, entre
otros.
Estos documentos sintéticos son claves al momento de abstraer lo más importante de
un texto leído. Un escritor o lector que logra determinar las ideas principales está
desarrollando, a la par, la habilidad de sintetizar, abstraer, deducir, concluir. El proceso
puede parecer complejo al inicio, sin embargo, a medida que se practica, todos nos
convertimos en hábiles generadores de síntesis y recolección de ideas centrales y
secundarias.
El procedimiento para extraer ideas centrales y secundarias
A partir de un texto base que se pretende resumir, la primera acción que se debe ejecutar
es la lectura consciente, es decir, entendiendo lo que dice el texto. Las ideas básicas
siempre están rodeadas de elementos adicionales como: explicaciones, aclaraciones,
ejemplos, paráfrasis, ilustraciones. Estos elementos no se deben considerar al momento
de sintetizar. Se recomienda subrayar o tomar nota de las ideas primarias que se van
encontrando a lo largo de la lectura.
Luego de que ha terminado le lectura y se tiene a mano un buen número de ideas,
entre principales y secundarias, se recomienda realizar un esquema. Este esquema se
puede considerar la estructura (el esqueleto) de lo que deberá convertirse luego en un
escrito como el Informe, el Resumen, la Reseña, el Ensayo, etc.
Para la elaboración del esquema se pueden utilizar varias herramientas, conocidas
también como los organizadores gráficos. En la siguiente dirección electrónica
(Gérsom Preciado Rodríguez) encontraremos una recopilación de los más usados.
2.4 Postura crítica a partir de la lectura eficaz.
Según Colomer y Camps (1996, citado en Ruiz, Perera y Correa, 2006) la lectura se
nutre de dos fuentes, una visual y otra no visual; es decir, el significado del texto es
elaborado por el lector a partir de la información que le ofrece la parte visual de las
palabras, por un lado, y de sus propios conocimientos, por otro.
El procedimiento lector conoce varias etapas:
1. La formulación de hipótesis (de acuerdo con el tema, los aspectos formales y
contextuales, el lector anticipa no solo información, sino estructuras, palabras, a
medida que va leyendo); por ejemplo si leemos un texto que comienza con
“Erase una vez…” podemos anticipar que estamos ante un cuento y pueden
aparecer, en el transcurso del mismo, personajes con cualidades fantásticas,
objetos mágicos, etc.
2. La verificación de las hipótesis realizadas que “deben ser confirmada según va
leyendo, puesto que no puede inventarse la información sino que ésta vendrá
explícita o implícita en el texto ( Ruíz et al., 2006,p.200) a través de las marcas
gráficas, la morfosintaxis y el léxico, los párrafos, entre otros;
3. Y la integración de la información y el control de la comprensión: la
comprensión del significado de un texto. Para Cassany (2010), hay un
componente común, un conjunto de destrezas o capacidades, a todas las
prácticas letradas. En cualquier tipo de lectura, y ante cualquier texto, como se
han señalado, debemos reconocer las letras, hacer hipótesis de su significado,
poner en juego nuestros conocimientos previos, realizar inferencias, tener
control metacognitivo sobre el proceso de lectura, etc.
En resumen, el aprendiz de lector debe adquirir el código gráfico y entrenarse y
automatizar su reconocimiento, también debe desarrollar estrategias cognitivas de
comprensión. Estos aprendizajes son básicos e imprescindibles para alcanzar niveles
aceptables de procesamiento lector; pero no son suficientes. Hay que tener en cuenta
que, en el pasado, la lectura en voz alta cumplía una función: favorecer la
memorización. Como señala Pérez Cortes (2004) El objetivo de la enseñanza de la
lectura antigua no era capacitar al alumno para interpretar una multitud de textos
desconocidos e insólitos, sino permitir la recitación y el estudio de algunos autores,
fundamentalmente poetas. Prevalecía la creencia de que el grado de educación obtenido
estaba directamente relacionado con la cantidad de información retenida en la memoria.
(p.38)
Para una lectura eficaz debemos haberla interiorizado, que es el final del proceso
iniciado con la lectura en voz alta y que nos permitirá la interpretación de nuevos textos
por muy desconocidos o insólitos que sean. La “lectura silenciosa” es la culminación
del proceso de aprendizaje de la lectura, en el cual “todos los hablantes hemos
interiorizado el lenguaje oral y creado nuestro “lenguaje interior” (que es la forma del
pensamiento discursivo y el regulador de nuestra conducta, según Luria, 1979)
(Cantero, 2002, p.75).
A partir de la interiorización de la lectura podremos emitir un juicio que equivale a
dar una opinión personal sobre lo que hemos leído y, lo que es más importante,
podemos entablar un “diálogo” con el autor o los autores de un texto, esto significa que
estaremos en capacidad de reflexionar, discutir sobre el tema central y proponer nuevos
alcances al mismo.
UNIDAD 3: Producción académica oral y escrita
3.1 Composición: Presentación del tema, cuerpo y conclusiones de artículo
científico, resumen, informe, ensayo, monografía
La estructura de un texto escrito está orgánicamente constituida, esto significa cada uno
de los elementos son de vital importancia. La cadena expresiva se teje a partir de una
palabra que se enlaza en oraciones y párrafos que se cierran solo después del punto
final.
La palabra es la unidad fonológica compuesta de grafemas (letras) y fonemas
(sonidos) que van construyendo las frases cuyo significado se va interpretando a
medida que se avanza en el texto. La frase es una expresión simple carente de sentido
completo. La oración ya representa una unidad lingüística que posee autonomía
sintáctica (construcción de pensamiento) y semántica (significado preciso). El párrafo
o parágrafo se conoce como construcción semasintáctica del texto oral o escrito y se
encuentra formado por una o varias oraciones que expresan el desarrollo de una idea
central y otras ideas secundarias o complementarias. Un párrafo inicia, generalmente,
con sangría y termina con un punto y aparte.
Ésta es la primera forma de estructuración del texto. Luego de este primer análisis de
la constitución del texto deberemos entender otros tipos de estructura básica como las
partes que conforman un texto escrito. Para ello es necesario mirar los diferentes tipos
de texto.
Reflexiones sobre la escritura
En la Unidad 1 hemos realizado un breve recorrido por los tipos de texto según
su función y anotamos que existen dos géneros: literario y académico. En este apartado
nos ocuparemos de los distintos tipos de texto académico.
Los textos académicos responden a un trabajo minucioso que demanda tiempo y
dedicación en el que se conjugan:
Conocimientos: que pueden ser adquiridos a diario como fruto de las experiencias de
vida, con escucha atenta, lectura reposada y reflexión permanente;
Recolección de datos: y acopio de información de calidad y cantidad necesarias de
acuerdo al tipo de texto que se desea escribir.
Disposición y emprendimiento: es la necesidad de emprender por iniciativa propia el
trabajo de escribir desde una postura creativa y original.
Dedicación: porque el proceso no empieza con la escritura. Antes de escribir se debe
leer lo suficiente, planear lo que se escribirá, escribir, revisar y corregir.
Tipos de texto académico
La relatoría
Es un informe de lectura que tiene el propósito de mostrar al lector la información sobre
otros textos escritos alrededor de un tema específico. La relatoría suele escribirse en
respuesta a unos requerimientos específicos indicados por el profesor.
La reseña
Se trata de un texto expositivo-argumentativo que se utiliza en el ámbito académico y en
publicaciones periódicas como diarios o revistas. Su propósito es describir, analizar y
emitir un juicio crítico sobre temas leídos.
Informe de Investigación
Este documento posee una estructura fundamental: introducción, resumen, cuerpo del
trabajo, conclusiones, anexos, referencias. Previo a la escritura, el investigador, deberá
establecer un problema, objetivos, respaldo teórico, hipótesis y sus variables y una
metodología a usar en su investigación. Una vez que ha recorrido este camino, todo lo
que resulte de la experiencia se plasmará en el informe de investigación.
Artículo científico
El primer condicionante para que un escrito sea considerado como artículo científico es
que pueda ser difundido en una publicación válida. Su estructura debe construirse
siguiendo los requisitos de la publicación. En este documento es imprescindible el uso
del apartado Resumen o abstract.
El ensayo
Se trata de una composición en prosa, de extensión moderada, en la que el autor expresa
sus reflexiones y una interpretación subjetiva sobre un tema particular. Su función es
plantear opiniones y reflexiones sin llegar a determinar soluciones cerradas. Su
estructura también es libre y su temática es variada. Predomina lo personal y subjetivo,
enfatiza en el punto de vista del autor y es de un estilo cuidadoso y elegante. El tono de
este documento puede ser: crítico, didáctico, satírico, irónico, poético. Muchos
especialistas suelen identificar entre ensayos académicos y ensayos literarios.
Tesis
Este documento está fundamentado en la presentación de una tesis o hipótesis que el
escritor debe sostener con argumentos sólidos hasta llegar a una conclusión en la que
demuestre la validez de sus supuestos. Estos argumentos deben ser lo suficientemente
sólidos para demostrar que su planteamiento es verdadero. Este tipo de documento suele
presentarse en niveles académicos de formación especializada.
Estructura básica de un texto académico
Este apartado se analizó en la primera unidad, sin embargo, vale la pena volverlo a
mirar para asegurar nuestro conocimiento.
Los textos académicos generalmente siguen modelos convencionales de
presentación, no sólo desde el punto de vista gramatical y sintáctico; también es preciso
atender a un sistema universal de presentación de la información. De este modo tenemos
dos aspectos centrales: la estructura y las normas de presentación.
En cuanto a la estructura, ésta debe mantener siempre el orden lógico de
introducción, desarrollo y conclusión.
1. Introducción
Su función es ubicar a un lector externo, y que puede no saber nada del tema, en lo que
está por leer. Su contenido:
Propone el tema del trabajo
Anuncia el objetivo del trabajo
Precisa el problema del que se va a ocupar en forma de interrogante
Sugiere una posible respuesta para este interrogante: la idea central que se
fundamentará en el desarrollo
Prevé la estructura del trabajo: los subtemas que se trabajarán y el orden en el que se
hará
Indica las fuentes que servirán para abordar la cuestión
2. Desarrollo
Su función es sustentar la idea propuesta. Su contenido:
Examina un problema y toma partido a la luz de la bibliografía
Analiza el material trabajado
Argumenta a favor de una tesis, dando razones que se apoyan en la bibliografía
revisada
Valora el aporte de cada texto
Muestra al lector el razonamiento que lleva a sostener la postura personal propuesta
3. Conclusiones
Su función es cerrar la idea propuesta, dar la idea de un “trabajo acabado”. Su
contenido:
Sintetiza la idea planteada y los argumentos que se utilizaron para sustentarla
Evalúa lo planteado, señalando sus alcances y sus limitaciones
Plantea implicaciones o nuevos interrogantes al problema
4. Referencia de obras consultadas
Su función es mostrar las fuentes utilizadas en el trabajo: tanto las usadas en las citas y
las referencias, como las simplemente revisadas para dar cuenta del asunto. En su
contenido se puede ver:
La lista de la bibliografía consultada, ordenada alfabéticamente por el apellido del
autor y siguiendo la convención indicada por el profesor.
3.2 Revisión bibliográfica o fuentes de consulta y normas de presentación
Se trata de un trabajo que se basa en el análisis bibliográfico y actualizado de lo que se
ha escrito sobre un tema; se considera la parte medular de una investigación porque
establece los antecedentes teóricos que se reúnen en libros, textos, revistas, tesis, etc.
Escribir un texto que recoja la síntesis de la bibliografía consultada puede constituirse
en un artículo científico.
Cuando un investigador está en proceso de construcción de su trabajo expositivo
(ensayo, tesis, reseña, estado de arte, etc.) está enfrentándose a buena parte del estudio o
análisis que otros investigadores realizaron sobre su tema. Esto le sirve para focalizar su
punto de atención.
Revisar la bibliografía sobre un tema es absolutamente necesario para poder iniciar
un proceso de escritura. Al finalizar un texto escrito de estas características, el escritor
demostrará su nivel de lectura, de investigación y de conocimientos. Por ello es
indispensable que aprendamos a realizar correctamente el listado de referencia u obras
consultadas.
Listado de referencias
Es necesario que todo material utilizado en la escritura y construcción de un texto, ya
sea parafraseado o citado textualmente (entre comillas), se encuentre evidenciado en la
bibliografía o referencias de consulta que se consigna al final del texto.
La lista de referencias, según las normas APA, se escribe siempre utilizando
tabulación a la derecha a partir de la segunda línea (sangría francesa). Las referencias
deben listarse alfabéticamente según el apellido del (de los) autor(es) o editor(es). A
continuación, deben escribirse las iniciales de su(s) nombre(s), después de una coma, y,
entre paréntesis, el año de la publicación. Si es necesario referenciar varios textos del
mismo autor, estos deben leerse en orden de publicación, de la más antigua a la más
reciente. Y si tienen la misma fecha de publicación, en orden alfabético según el título
de la obra. En general, la estructura de una referencia es la siguiente:
Autor, A.A. (año de la publicación). Título de la obra [en cursivas]. Ubicación.
Esta, sin embargo, varía según el tipo de referencia que se haga. Aquí presentamos
algunas de uso común:
Para un libro:
Paz, O. (1999) El laberinto de la soledad, Postdata y Vuelta a El
laberinto de la soledad (3ª ed.). México, D.F.: Fondo de Cultura
Económica.
Tenga en cuenta que debe establecer en la referencia la ciudad donde se editó y, de ser
necesario, la edición del libro.
Para un capítulo de un libro:
Rushdie, S. (2009). «Imagina que el cielo no existe». Carta al seis mil
millonésimo ciudadano del mundo. En C. Hitchens (Ed.). Dios no
existe. Lecturas esenciales para el no creyente (p. 519-524). Bogotá, Colombia:
Debate.
Observe que el nombre del capítulo va en rectas, y que el título del libro va en cursivas,
precedido por la palabra “en” y seguido de las páginas donde está el capítulo, entre
paréntesis.
Para un libro electrónico:
Chabon, M. (2012). Telegraph Avenue (Enhanced Edition) [versión para
iBooks]. Recuperado de iBooks. Smith, Z. (2003). White
Teeth [versión para Kindle]. Recuperada de Amazon.com.
Aquí lo más importante es la plataforma desde la cual se lee el libro electrónico (iBooks
para plataformas de Apple –OS X, iOS–, Kindle para el software homónimo).
Para cada caso existe un formato o norma de escritura, es preciso que encuentres en el
internet algunos Manuales que te ayudarán a mejorar tu habilidad para consignar el
listado de obras consultadas.
(Tomado de Recomendaciones para escribir un ensayo, J. H. Murillo)
Normas de presentación de un Ensayo Académico
Todo documento académico debe ser escrito con absoluta responsabilidad. La base de
este tipo de textos está en el análisis bibliográfico de lo que otros han dicho. Por eso, el
núcleo de un ensayo es un análisis bibliográfico del tema seleccionado. Es
imprescindible, por lo tanto, recordar que no puede haber ensayo sin lectura y sin
análisis de la lectura.
Las citas y referencias bibliográficas deben presentarse con un sistema que debe ser
universal, susceptible de ser entendido por cualquiera, esto permite no solamente seguir
la revisión bibliográfica del autor, sino evitar el manejo indebido de la información
externa y el uso indiscriminado de ideas ya registradas por otros autores (plagio);
además otorga solidez a la hipótesis que se respalda en los argumentos.
Según el estilo APA:
El estilo APA requiere de doble espacio en todo el texto, incluyendo títulos,
textos y referencias.
Los párrafos o parágrafos que siguen a los títulos no necesitan sangría, pero
todos los otros sí deberán tenerla, en cualquier caso.
Si debe citar tablas, páginas o figuras, hágalo en el punto apropiado del texto, no
en la lista de referencias.
Las referencias citadas en el texto deben aparecer en la lista de referencias, y
viceversa: no se referencian libros que no se hayan mencionado dentro del texto.
Cuando omita algún material del texto citado, indíquelo con un paréntesis y
puntos suspensivos: (…). Si incluye algún comentario personal a la cita, use
paréntesis cuadrados ([…]). • Las cifras del uno al nueve se escriben en palabras,
y todas las superiores con números, salvo que la cifra esté al comienzo de la
oración o se refiera a medidas o porcentajes, que siempre irán en números.
No olvide que no puede usar más de 500 palabras sin permiso del poseedor de
los derechos en ningún tipo de trabajo.
Para conocer más sobre normas de escritura académica es necesario que revise otras
fuentes por propia iniciativa; en el internet existen muchas. En el caso de este
documento, la mayoría de ideas han sido tomadas del Manual de escritura académica de
Jaime H. Murillo.
3.3 Normas de estilo y composición: estilo, gramática, compositiva-espacial.
El estilo en un texto académico siempre deberá observar principios básicos como
la claridad que consiste en el uso de un lenguaje adecuado para cada destinatario. No se
deben utilizar términos o palabras destinadas a especialistas únicamente; la claridad se
obtiene cuando elegimos a palabra estándar en lugar de los términos regionales. Por
ejemplo:
Celular en lugar de móvil; niño en lugar de chaval; computador en lugar de ordenador.
Con el fin de garantizar la claridad se debe preferir el uso de la forma hispanoamericana
del subjuntivo: -ra: hubiera, escribiera, leyera. En lugar de la forma hispano-europea,
–se: hubiese, escribiese, leyese
Esa claridad se logra a partir de la construcción lógica de una oración que se
evidencia por su estructura gramatical:
Sujeto - Verbo - Objeto
El paso del tiempo - ha modificado - los usos de los signos de puntuación.
Este esquema es fundamental y no es correspondiente con el habla o la oralidad; sin
embargo, siempre será mejorar construir oraciones con este esquema para
garantizar claridad.
Otro aspecto fundamental de un buen estilo es la concisión, esto quiere decir
brevedad: no se usarán oraciones con más de 20 palabras, con limitadísimas
excepciones. Tampoco se podrá separar el sujeto del verbo principal por más de 10
palabras; por ejemplo:
El Plan Nacional para el Buen Vivir, elaborado con el aporte de valiosos técnicos y de
miles de ciudadanos, activistas, representantes sociales y otros ecuatorianos, es nuestra
guía de trabajo. (Tras 15 palabras explicativas, el lector casi olvida al sujeto).
La concisión representa economía, esto obliga a evitar la redundancia (repetición de
conceptos, palabras o ideas) y la perífrasis (expresar con muchas palabras lo que hubiera
podido decirse con menos o con una sola); por ejemplo:
Escribir, en la misma oración, que algo es “excesivo, exagerado, desmesurado,
exorbitante, sobreabundante, sobrado, demasiado y redundante”
Escribir “ha estado pensando” en lugar de “pensó”; “llevar a efecto” en lugar de
efectuar.
La concisión también exige la precisión de algunos datos, y no acepta valoraciones
como: algunos, varios, un grupo, en cierta época, etc., los mismos que deben ser
sustituidos por números o fechas exactas en la medida de su posibilidad.
Se recomienda utilizar verbos en voz activa. Por ejemplo:
Los estudiantes rendirán sus exámenes finales la próxima semana.
En lugar de: Los exámenes serán rendidos por los estudiantes la próxima semana.
No sede abusar en el uso de la forma verbal construida con el participio:
Los escritores han iniciado el proceso de construcción del texto.
Es mejor: Los escritores iniciaron el proceso de construcción del texto.
5 errores que perjudican el estilo
1. La muletilla, palabra o frase que se repite por hábito, no tiene contenido
informativo directo y se percibe como forma de ganar tiempo hasta pensar. Si es
molestosa en el habla cotidiana, es intolerable en un escrito oficial. Ejemplos:
…digamos, …o sea, …en este sentido, …ya que, etc.
2. La frase hecha, con sentido figurado y de uso común, es como un refrán sin
moraleja.
Ejemplos: dejar por sentado, bajar la guardia, hacer su agosto, mala hierba, etc.
3. La obviedad, expresión excesivamente evidente que se asemeja a la redundancia.
Ejemplos:
Cuando aumenta el miedo, disminuye la tranquilidad.
4. El estereotipo, percepción exagerada sobre un grupo de personas, no son
adecuadas en ninguna clase de texto académico. Suelen estar cargadas de
prejuicio y se relacionan con aspectos de nacionalidad, etnia, color de la piel,
edad, sexo, orientación sexual, procedencia geográfica y más. Este tipo de uso
puede generar en una muestra discriminativa. Ejemplos:
Llegaron a la ciudad varios migrantes, y como es común, eran cubanos.
Entre los futbolistas no es raro encontrar a gente de color.
5. Las obscenidades, las blasfemias y las palabras que, regionalmente, son
consideradas como insulto no deben usarse en este tipo de textos. Ejemplos:
Idiota, estúpido, baboso, etc.
El estilo y las normas ortográficas
Generalmente los estudiantes suelen preguntar si la falta de una tilde, de una coma o de
un punto, realmente es importante. A lo que debemos responder que, no solo son
importantes sino son vitales.
La omisión de uno de estos signos gráficos puede oscurecer el texto al punto de
hacerlo ilegible.
La tilde no debe excluirse de las mayúsculas. Anteriormente no se usaba por la
limitación de la antigua máquina de escribir. Las normas generales de acentuación son
extensamente conocidas y se deben aplicar hasta en los nombres propios del español o
españolizados: Pérez, Suárez, Peres, Suares.
Debemos tener en cuenta que los “correctores” automatizados de ortografía en el
computador no distinguen, por ejemplo, entre: hábito, habito y habitó (todas las formas
pasan como correctas, sin embargo, podrían estar mal utilizadas dentro de la oración:
Correcto: La ballena azul habitó en las frías aguas del Atlántico hace miles de años.
Incorrecto: La ballena azul habito en las frías aguas del Atlántico hace miles de años.
Otro de los errores frecuentes en la comunicación escrita en español es el uso
inapropiado de comillas.
¿Cuándo debemos usar comillas?
1) Cuando el texto entrecomillado se usa en un sentido especial. Ejemplo:
Los estudiantes, en más de una ocasión, necesitan un ‘empujón’ para lanzarse a
escribir.
2) En citas textuales: Cuando se copia una cita exactamente como está escrita en el
texto. Ejemplo:
“El torrente de las ideas brota de forma natural de la mente, sin el orden ni la lógica
que requiere la comunicación escrita”. Según Cassany.
3) En palabras extranjeras que no han sido adoptadas por la RAE, por ejemplo:
Es necesario que entendamos la función de “Tweet”.
4) En sobrenombres o aposiciones:
Juana de Arco, también conocida como “la doncella de Orleans” nació el 6 de enero
de 1412.
El uso de números o cifras numéricas
Se debe escribir en letras los números ubicados entre el cero y el nueve. A partir
del número 10 se escriben en números. Ejemplo:
Faltan 90 días para Navidad, es decir, apenas tres meses.
Las palabras millón o millones pueden usarse para números redondos como un
millón, dos millones, 40 millones pero no para números exactos: 1.456.789.
Cuando los números son aproximados es preferible redondear el valor, sobre
todo si se trata de millones, miles de millones u otra cantidad. En este caso se
coloca tanto en número como en palabras. Ejemplos: 20 mil, 25 millones, 365
mil millones.
En español se usa coma para decimales y punto para miles (en inglés es al
revés). Esto pese a que los programas informáticos de cálculo, como Excel,
están programados para efectuar sus operaciones separando las cifras según el
estilo inglés (coma para los miles y punto para los decimales). En este caso, se
recomienda escribir en Excel según los requerimientos que posibiliten realizar
las operaciones y los gráficos necesarios, pero estos valores deben estar escritos
según la normativa del español cuando van en textos o documentos en los que
no aparecen como parte de un gráfico, como un boletín de prensa, un oficio, un
discurso o un informe. Ejemplos:
Es correcto escribir 3.526,52 pero está mal 3,526.52
Es correcto escribir 52.360.278,6 pero está mal 52, 360,278.6
Si la cifra es exacta pero corresponde a valores expresables en miles o millones,
se coloca el número citado como decimal (separado por una coma) y los miles o
millones en letras. Ejemplos:
Es correcto: 4,5 millones y equivale a 4.500.000.
Es correcto: 9,2 mil millones, que es correspondiente a 9.200.000.000.
Existe además varios elementos que garantizan un correcto estilo, sin embargo, en
este apartado sería muy difícil abarcar todas las ideas. Recomendamos el libro La
cocina de la escritura de Daniel Cassany, este libro es sólo uno de los muchos
documentos que ustedes podrán encontrar, ya sea en forma física o virtual, para
garantizar el estilo al momento de construir un texto escrito.
3.4 Técnicas de expresión oral para debate, mesa redonda, simposio, disertación,
panel Aspectos básicos de la Comunicación Oral
Aspectos básicos de la Comunicación Oral
Lo más habitual es que una persona desarrolle sus habilidades, capacidades y destrezas
lingüísticas dentro del ambiente social en el que se desenvuelve. La expresión dentro de
la comunicación oral suele ser natural y menos compleja que la comunicación escrita.
La comunicación oral es el primer nivel expresivo que usamos para transmitir nuestras
ideas, pensamientos y sentimientos por ello suele ser menos analizada.
A pesar de ello, la oralidad también puede exigir, de las personas, ciertas
capacidades específicas que atienden, a la vez, a otro tipo de escenarios como por
ejemplo el académico, el de trabajo, el político, litúrgico, entre otros. En este caso, la
oralidad ya no puede ser tan simple y natural. Requiere de ciertas técnicas que
mejorarán la expresividad del mensaje. Para ello es importante tener en cuenta:
1. Expresión Oral en:
- Entonación
- Intensidad de la voz
- El ritmo del habla
- El volumen
- El timbre
2. Recursos no verbales como:
- Mirada
- Gestos
- Postura corporal
- Dominio escénico
- Movimientos corporales
- Vestuario y accesorios
3. Nivel académico
- Introducción adecuada
- Exposición documentada
- Apoyos visuales
- Conclusiones y reflexiones
Técnicas de expresión oral
Debate
Se trata de una estrategia comunicativa que tiene el propósito de sustentar y sostener
argumentos, posturas, ideas, ideologías, de orden filosófico, político, científico, social,
económico, religioso, etc. Es necesario que existan dos posturas opuestas para que se
presente el debate.
Mesa redonda
Se trata de una técnica conversacional de carácter informal donde se puede polemizar
sobre un tema de interés común. Pueden participar dos o más personas que entablan un
diálogo constructivo en el que vierten opiniones y en donde se promueve la discusión de
distintos puntos de vista que deben estar sustentadas en conocimientos, investigaciones,
lecturas previas.
Simposio
Es de carácter puramente académico en donde un tema central es abordado en una o
más sesiones o fases de sustentación; con la dirección de expertos en el tema quienes le
otorgan calidad académica. Dentro del simposio se pueden utilizar otras técnicas como
la disertación, la conferencia, el panel, la mesa redonda.
Disertación o discurso
Esta técnica se utiliza en cualquier acto ceremonial que puede ser de orden académico o
social. El tema suele ser de interés general para quienes son convocados personalmente.
Un discurso también puede ser leído en su totalidad.
Panel
Es una estrategia de exposición académica especializada en donde los expertos exponen
en forma dialogada sobre uno o varios temas de interés social, económico, político,
académico. Se trata de un intercambio de conocimientos en donde se propone aclarar
sobre el tema o fortalecer algunos puntos débiles del mismo.
Estas no son las únicas técnicas de expresión oral colectiva. Sin embargo, sí pueden
ser las más usadas. Lo importante es tener en cuenta que el realizar ejercicios en el aula
de clases, a través de la práctica de estos recursos, ayuda a los estudiantes a fortalecer
sus habilidades comunicativas, a vencer algunos prejuicios psicológicos y sociales, a
dominar el miedo escénico, a conseguir más dominio de nuestra personalidad a través
del uso correcto de la voz y los aspectos no verbales. También fortalecen el trabajo y el
aprendizaje en equipo y los prepara para enfrentarse a las nuevas etapas de la vida, en
este caso, al campo profesional.
En todos los casos es importante preparar con suficiente anticipación la sustentación
oral y tomar en cuenta aspectos como: preparación del tema, ayuda de moderadores,
invitación a expertos, control de los tiempos, preparación de apoyos audio y visuales,
elementos de escritorio, entre otros.
Apoyos técnicos para la exposición oral
La exposición puede ser de dos tipos: individual o colectiva. La práctica expositiva es
común en todos los ambientes académicos. El expositor siempre deberá mostrar su nivel
de preparación y este se logra solo con la debida planificación. Aunque es la técnica
más sencilla, es también la más usada. Por ello es necesario conocer algunos aspectos
que pueden ayudar a mejorar esta técnica.
Es muy común que el expositor se prepare con algunos medios de apoyo como
afiches, presentaciones multimedia, fichas, papelógrafos, fotografías, diapositivas, etc.
Estos elementos requieren atención especial sobre todo en la calidad de las imágenes, la
correcta ortografía de los textos, la necesidad de asegurar atención del público,
creatividad, entre otras.
Al momento de exponer se recomienda partir de una introducción que es la
presentación del tema central y tiene el propósito de asegurar la atención y el interés del
público. En el desarrollo del tema se debe explicar en forma clara, concreta y precisa
los puntos centrales de la exposición y se pueden utilizar, citas de otros autores y
ejemplos. Para la conclusión es imprescindible hacer una síntesis de lo que se trató a fin
de reforzar el tema y, es muy aceptado, dejar algunas reflexiones y preguntas abiertas
que ayuden al público a tener en mente el tema presentado.
Existen diversos tipos de exposición oral y responden al propósito del mensaje.
En este caso pueden ser: Académica, política, científica, social, religiosaos, entre otros.
A continuación analizaremos los utilizados desde la función académica:
Docente
El profesor expone un tema de clases dentro del aula, auditorio, salón. Cumple con
tiempos pedagógicamente establecidos y puede generar análisis, debates, preguntas, al
finalizar. Este ejercicio la ayudará a reforzar el tema.
Académica
Esta disertación puede tener más de un ponente y puede estar dirigido a un amplio
número de participantes que se interesen en el asunto. Este tipo de sustentación muestra
el pensamiento del expositor, sus conocimientos y sus argumentos; además es necesario
un correcto dominio del lenguaje y una organización muy estructurada en cuanto al
tiempo, al espacio, los invitados, entre otros.
Argumentativa
El fin primordial ya no es únicamente exponer un tema en particular sino sostener una
forma de pensar, una idea, una hipótesis que ayudarán a convencer al auditorio Aquí es
indispensable el dominio total de lo que se va a argumentar para poder defender la
postura frente a las ideas de otras personas, ideas que pueden o no estar expuestas. Es
decir, quien expone argumentativamente no debate con otra persona sino defiende su
postura frente a lo que otros piensan.
Sustentación
Se trata de un espacio académico en donde un estudiante sustentará acerca de una tesis o
una investigación realizada con el fin de completar un período de formación académica.
Se realiza en un ambiente específico y frente a un grupo de expertos sobre el tema a
sustentar. La finalidad de este trabajo es aprobar sus estudios lo cual suele generar
mucha ansiedad en quienes la presentan. Es importante señalar que para esta exposición
se manejan casi siempre unas etapas: exposición oral del investigador, preguntas de los
expertos, respuesta o defensa por parte del expositor y lectura del resultado por parte de
los expertos.
Características de la exposición oral
Existen cualidades básicas que definen el estilo oral —son válidas también para el texto
escrito—son las siguientes:
Claridad
Significa emitir mensajes al alcance de la mayoría; un estilo es claro cuando el
pensamiento del que emite el mensaje penetra sin esfuerzo en la mente del receptor.
Cuando se habla sobre un tema que no es familiar, es recomendable utilizar palabras
que estén al alcance de todos, evitar los regionalismos y usar términos simples.
Debe tenerse en cuenta además, el tono de la voz, la limpieza de los sonidos. Hablar
pausado y no repetir algunos sonidos con demasiada frecuencia.
Concisión
La concisión resulta de utilizar sólo palabras indispensables, justas y significativas para
expresar lo que se quiere decir. No hay que expresar sino lo que tiene valor real de
comunicación, eliminándose todo lo que sea banal y vulgar, todo lo que pueda
desagradar a un público por poco exigente que éste sea. Es absurdo abusar de la
atención del auditorio durante una hora, cuando el tema puede desarrollarse y agotarse
en treinta minutos. Para lograr la concisión a que aludimos, se deben observar las
siguientes reglas.
Evitar a toda costa los lugares comunes. Nunca diremos: “porque una cosa es la
libertad y otra el libertinaje”.
Huir de los clichés, es decir, eliminar las frases hechas que si en algún momento
gozaron de cierto valor y frescura, a fuerza de repetirse, se han “gastado” y ya no
significan nada. Por ejemplo: “Es necesario el empoderamiento para sacar adelante a
este país”.
Debemos cuidarnos mucho de las amplificaciones, tanto si son reiterativas como si
pretenden que una frase alcance mayor radio de amplitud. “Quedó sorprendido,
paralizado, atónito, estupefacto...”, “logró la ayuda espontánea de sus coterráneos, la
adhesión incondicional de sus congéneres, la cooperación vehemente de cuantos le
escucharon”.
Coherencia
Las relaciones entre las ideas expuestas deben ser lógicas, y las contradicciones,
evitadas. Cuando el emisor - orador esté expresando puntos de vista personales en la
sustentación de una tesis, debe prevenir a quienes le escuchan, cuando vaya a exponer el
punto de vista de otra persona, esto evitará confusiones.
Otra regla que guarda estrecha relación con la coherencia, es la de ajustar el vocabulario
al nivel que se presume en los oyentes, de lo contrario estaríamos desatendiendo
también el requisito de la claridad en la exposición, aspecto del que ya se trató.
Sencillez
La sencillez es otra condición necesaria del buen estilo en la comunicación oral, que se
refiere tanto a la composición de lo que hablamos, como a las palabras que empleamos.
Ser sencillo no es, sin embargo, tan fácil como pudiera creerse, porque cuando nos
situamos frente a un público que está pendiente de nuestras palabras podemos caer en la
tentación de tratar de impresionar a los demás.
Naturalidad
Un orador es natural cuando se sirve de su propio vocabulario, de su habitual modo
expresivo. Hablar naturalmente es procurar que las palabras y las frases sean
apropiadas, esto es, las que el tema exige, huyendo siempre del rebuscamiento y la
exageración.
La naturalidad sin embargo, no exime de elegancia, más bien, la requiere para no
caer en lo vulgar. El orador podrá alcanzar mayor estilo cuando logre conjugar lo
natural con lo preciso, procurando siempre unir sencillez y exactitud.