NEUROCIENCIA Y APRENDIZAJE
“UNIVERSIDAD CATÓLICA DE TRUJILLO”
TEMA: NEUROCIENCIA Y APRENDIZAJE
TAREA I DE NEURAPRENDIZAJE
ESTUDIANTE :YOLANDA GRACIELA SOTO
CALDERON
DOCENTE : Angie Barrera Correa
CURSO : Neurociencia y Aprendizaje
PROGRAMA : Complementación Universitaria
AÑO 2020
NEUROCIENCIA Y APRENDIZAJE
PRESENTACIÓN
La neuroeducacion es uno de los factores decisivos en la explosión de conocimientos
producida a partir de la década del cerebro ha sido la posibilidad de aplicarlos a
diversos campos de la actividad humana. La importancia de este avance
en materia organizacional es de tal magnitud que tanto los educadores como las
modernas gerencias de recursos humanos y capacitación se han sumado a esta
gran innovación.
En esta investigación se refiere a la neuroeducación cuya importancia sin duda,
estamos transitando una era en la cual la extrapolación de los conocimientos de las
neurociencias a las distintas profesiones se ha convertido en insoslayable. Más aún, en
las organizaciones de avanzada ya no se habla de capacitación, sino de
neurocapacitación, porque las nuevas técnicas apuntan no sólo a potenciar
los procesos de enseñanza-aprendizaje en temas específicos sino también, y esto es
relevante, al desarrollo del potencial cerebral de la organización mediante
un proceso de neuroplasticidad auto dirigida.
El presente trabajo está estructurado de la siguiente manera, se divide en tres
capítulos, primer capítulo trata del estudio de la neurociencia desde sus diferentes
ramas. El segundo capítulo trata de la pedagogía de cómo se debe de enseñar desde la
neuroeducacion. Por último el tercer capítulo trata sobre la psicología.
Gracias a esta investigación he entendido y aprendido que los docentes debemos de
enseñar desde otras perspectivas y rompiendo el esquema de la educación tradicional.
NEUROCIENCIA Y APRENDIZAJE
¿Qué se entiende por neurociencia?
La neurociencia es el conjunto de disciplinas científicas que estudian el sistema
nervioso, con el fin de acercarse a la comprensión de los mecanismos que regulan el
control de las reacciones nerviosas y del comportamiento del cerebro. Existen
múltiples disciplinas como la neuroanatomía, neurofisiología, neurofarmacología,
neuroquímica… etc. Es por ello que la neurociencia debe ser estudiada de manera
integrada y complementaria con el fin de comprender la complejidad del cerebro.
Es el estudio de cómo se desarrolla el aprendizaje en el cerebro, esto nace cuando el
hombre se pregunta cómo se procesa los conocimientos en nuestra cabeza, por eso la
neurociencia es el estudio en el conjunto del funcionamiento de nuestro sistema en
general, y como es el desarrollo de nuestro cerebro.
La neurociencia se define como el estudio científico del sistema nervioso
(principalmente el cerebro) y sus funciones. Estudia las complejas funciones de
aproximadamente 86 mil millones de neuronas o células nerviosas que tenemos. De
las interacciones químicas y eléctricas de estas células, las sinapsis, se derivan todas las
funciones que nos hacen humanos: desde aspectos sencillos como mover un dedo,
hasta la experiencia tan compleja y personal de la consciencia, de saber qué está bien
o mal, y crear cosas que nadie nunca antes hizo. Tradicionalmente la neurociencia se
ha considerado una subdisciplina de la biología, pero actualmente es un activo campo
multidisciplinar, en el que trabajan también psicólogos, químicos, lingüistas,
genetistas, e incluso científicos de la computación, entre otros, lo que permite tener
una visión del cerebro humano mucho más amplia y así avanzar tanto en el campo
clínico como en otros campos o disciplinas.
Aprendizaje y Neurociencia
El cerebro sigue siendo un gran desconocido, pero hace 30 años aún lo era más. Los
avances en neurociencias han permitido comprender cómo funciona el cerebro y ver el
importante papel que la curiosidad y la emoción tienen en la adquisición de nuevos
conocimientos. En la actualidad se ha demostrado científicamente que, ya sea en las
aulas o en la vida, no se consigue un conocimiento al memorizar, ni al repetirlo una y
otra vez, sino al hacer, experimentar y, sobre todo, emocionarnos. Las emociones, el
aprendizaje y la memoria están estrechamente relacionadas. Desde el punto de vista
de la neurociencia educativa, cabe destacar que la inteligencia es un concepto
multidimensional, por eso un mismo ambiente de aprendizaje debe llevar a los niños a
explorar, pensar y expresar sus ideas a través de una variedad de diferentes códigos.
La Neurociencia y la educación
Por lo que concierne a la neurociencia en la educación, hoy día hay diversas pruebas
de cómo un ambiente de aprendizaje equilibrado y motivador requiere a los niños de
un mejor aprendizaje. Es por ello que los niños aprenden “socialmente”, construyendo
activamente la comprensión y los significados a través de la interacción activa y
dinámica con el entorno físico, social y emocional con los cuales entran en contacto.
NEUROCIENCIA Y APRENDIZAJE
La neuroeducación recomienda que durante los primeros años de vida los niños estén
en contacto con la naturaleza y no se les fuerce a permanecer sentados y quietos
mucho tiempo, pues a esas edades es cuando se construyen las formas, los colores, el
movimiento, la profundidad… con los que luego se tejerán los conceptos. Para poder
madurar, es decir, crear nuevas redes de neuronas, el cerebro necesita experiencias
nuevas. De los 10 a los 12 años, en cambio, el cerebro está específicamente receptivo a
aprender aptitudes, por lo que es el momento de potenciar la comprensión de un
texto y de que aprendan a razonar de forma matemática. Y, en la adolescencia, el
cerebro es plenamente emocional y choca con el actual modelo educativo que en esta
etapa les obliga a aprender biología, física, química… materias totalmente racionales.
Por poner un ejemplo, muchas personas han olvidado el nombre de los Reyes Godos o
la fórmula para calcular la velocidad de caída de un cuerpo pero, en cambio, recuerdan
lo divertidas que eran las clases de ese profesor en especial (puede que de mates,
lengua, historia… cada uno tendrá el suyo) que despertaba su interés con ejercicios
prácticos e historias sobre cada tema. Fue él quien consiguió despertar tu atención e
interés, y por el que decidiste estudiar lo que después estudiaste… La emoción es
fundamental en el aprendizaje, para quien enseña y para quien aprende. Ese profesor
hizo que la información en clase la captásemos por medio de nuestros sentidos y para
que después pasara por el sistema límbico o cerebro emocional antes de ser enviada a
la corteza cerebral, encargada de los procesos cognitivos. Dentro del sistema límbico,
la amígdala tiene una función esencial: es una de las partes más primitivas del cerebro
y se activa ante eventos que considera importantes para la supervivencia, lo que
consolida un recuerdo de manera más eficiente.
Otro factor a tener en cuenta es la sorpresa, puesto que activa la amígdala. El cerebro
es un órgano al que le gusta procesar patrones (entender cosas que se repiten siempre
de la misma forma); es la manera como se enfrenta al mundo que lo rodea. Ahora
bien, todo aquello que no forma parte de esos patrones se guarda de manera más
profunda en el cerebro. De ahí que usar en la clase elementos que rompan con la
monotonía benefician su aprendizaje.
Por último, la empatía (el acercamiento emocional) es la puerta que abre el
conocimiento y con él la construcción del ser humano. Además se ha descubierto que,
al contrario de lo que se creyó durante mucho tiempo, el cerebro no es estático, sino
que existen periodos críticos en los que un aprendizaje se ve más favorecido que otro.
Por ejemplo para aprender a hablar el cerebro está más receptivo desde que uno nace
hasta los siete años. Pero esto no quiere decir que después no pueda adquirir el
lenguaje: la plasticidad del cerebro permitirá hacerlo aunque cueste más. Este
descubrimiento de la existencia de periodos de aprendizaje abre nuevos debates sobre
el sistema educativo y la necesidad de replantearse un nuevo modelo acorde con esta
predisposición cerebral a adquirir nuevos contenidos concretos por etapas.
La cantidad de jóvenes desmotivados que no quieren continuar sus estudios o creen
que lo que están aprendiendo no sirve para nada es alarmante. Y la única forma de
combatirla es a través de maestros que enseñen a los niños a afrontar nuevos retos,
que transformen el cerebro de sus alumnos aprovechando todas las herramientas que
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ofrece la neuroeducación para enseñar mejor. Algunos expertos afirman que si las
clases fueran más vivenciales podrían impartirse más conocimiento en menos tiempo.
Los docentes deberían aprovechar lo que se conoce del funcionamiento del cerebro
para enseñar mejor. Los niños deben entusiasmarse por lo que están aprendiendo.
Actualmente, presenciamos un fenómeno mundial: el diálogo que parecía imposible
entre neurociencia, psicología y educación, con la participación de otras ciencias
afines, se hizo realidad y el campo de la mente, el cerebro y la educación se hace cada
vez más fuerte, provocando mucho interés en todos los estamentos de nuestras
sociedades. Estrechar la brecha entre las investigaciones en laboratorios de
neurociencia y la práctica educativa ahora ya es un escenario compartido por muchos
países, lo que muy pronto facilitará tanto la promoción de mejores programas
educativos como también influenciará en el estilo de crianza en la familia. Se respira un
aire de gran positividad, tanto de parte de los científicos como de parte de los
educadores y gestores de políticas educativas. Caminamos ahora con pasos más
seguros, pues ya existe un consenso con relación a lo que significa este campo, los
objetivos que busca alcanzar y los mitos que se tienen que eliminar para que no
construyamos nuevas estrategias educativas fundamentadas en supuestos sobre el
cerebro y el aprendizaje, sin base o evidencia científica.
CONCLUSIONES
La aportación de las neurociencias y en particular de la neurodidáctica nos permite dar
respuesta a aquellos cuestionamientos propios del aprendizaje, de forma tal que las
estrategias de enseñanza sean efectivas y eficientes principalmente porque estas
estrategias didácticas implican no solo manejar a la perfección los contenidos de la
asignatura sino también implica un análisis situacional, conocimiento del grupo,
planteamiento de problemas observados y necesidades por atender, en donde
también se contemplan factores como el proceso cognitivo, neuronal y principalmente
emocional y más si hablamos de alumnos en la etapa del nivel inicial, primaria y
secundaria.
Todo lo que hacemos o dejamos de hacer con un niño o niña tiene un impacto: la
plasticidad del cerebro tanto lo modela de forma positiva como negativa, por lo que
antes de hacer o dejar de hacer cualquier cosa, nos aseguremos que estamos
impactando de forma positiva el proceso de desarrollo infantil.
Desde pequeñas acciones diarias con los niños y niñas, cosechamos grandes frutos.
Cantar, jugar, abrazar, leer, contar historias, sonreír, conversar, etc., tienen efectos
positivos en su desarrollo.
Todos los niños y niñas pueden aprender: si sus cerebros son plásticos, esto quiere
decir que todos, aún aquellos menos activos, más lentos o callados, son capaces de
aprender. Cuánto aprende un niño depende de cómo los estimulamos a aprender, a
descubrir y a sobrellevar cualquier dificultad, matizando las situaciones de aprendizaje
con emociones positivas. También depende de su estado de salud y nutricional, por lo
que la alimentación, el sueño, las vacunas y varios otros factores deben ser
considerados.