La concepción moral según Carlos Marx
Amigas y amigos, hoy empezamos con la siguiente reflexión: cuando vayas
a opinar alegremente de terceros países, a criticar tal o cual acontecimiento
que ocurre en otras sociedades y culturas, convendría pararse un poco y
reflexionar acerca de si “tu casa” está limpia, si has abierto los ventanales
para que se ventile o sacado la basura.
Esto viene al hilo de lo siguiente: estamos muy acostumbrados en este país
a ver como los medios de desinformación masivos le dedican críticos
espacios a Venezuela, Bolivia…(con la clara finalidad clara de desestabilizar)
mientras que este país está hecho unos zorros. ¿Ejemplos? El juicio a la hija
del rey y su marido; la intervención del Fiscal General del Estado para
“desimputar” al presidente de la comunidad de Murcia; la exministra Ana
Mato haciéndose la tonta para salir impune…
Cuestiones todas que tienen su carga de moralidad. Y de eso precisamente
nos ocupamos, de la concepción moral según Marx. Nos hace llegar el
compañero Hernán Montecinos un interesante trabajo sobre la cuestión.
Adelante…
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LA CONCEPCIÓN MORAL SEGÚN CARLOS MARX
Hernán Montecinos
¿Marx inmoralista?
Para la comprensión inicial del fenómeno tenemos que tener a la vista que,
en su sentido más general, la moralidad piensa que sus principios son
imparciales y de validez universal y que el seguirlos dará a nuestras acciones
una justificación que va más allá de los intereses en conflicto de individuos
y grupos particulares. La concepción marxiana, en tanto, sobre este punto
señala que esto no es tan así en tanto exista una sociedad de clases, y que
el engaño ideológico fundamental de la moralidad es la forma en que hace
pasar intereses particulares de clase como intereses universales.
Sabemos que el marxismo dogmático, o de manual, o mejor aún, la
stalinización del marxismo, logró internalizarse en gran parte del mundo
intelectual marxista, logrando hacer carne varias imágenes que contrarían
a lo esencial que está en su corpus. Es en este cuadro que ha logrado
penetrar la idea de la existencia de una supuesta “moral marxista”. Esta
idea pudiera parecer comprensible, respondiendo a la lógica de que si el
marxismo persigue una mayor justicia social, superando el sistema
capitalista, mediante la construcción de un nuevo orden socialista, se
supone que tal nuevo orden, necesariamente tendría que corresponder a
una nueva moral que lograra desplazar a la moral capitalista.
Ahora bien, en este ir y venir de ideas contrapuestas nos topamos con
algunos escritos en donde se podría deducir, por una parte, que los teóricos
fundacionalistas del marxismo estarían avalando la tesis de la existencia de
una moral marxista. Así, por ejemplo, tomando un pasaje del Anti-
Dühring Engels contrasta las moralidades ideológicas de la sociedad de
clases con una «moralidad humana real del futuro».
Diferencia entre ideas y ideología
En ciencias sociales, una ideología es un conjunto normativo de
emociones, ideas y creencias colectivas que son compatibles entre
sí y están especialmente referidas a la conducta social humana. ...
Las ideologías suelen constar de dos componentes: una
representación del sistema, y un programa de acción
Idea: Representación mental de algo, ya sea material o inmaterial,
real o imaginario, concreto o abstracto, a la que se llega tras la
observación de ciertos fenómenos, la asociación de varias
representaciones mentales, la experiencia en distintos casos, etc.
Ideas e ideologías
Una idea (del griego ἰδέα, de eidon, ‘yo ví’) es una imagen que existe o se
forma en la mente. La capacidad humana de contemplar ideas está
asociada a la capacidad de raciocinio, autorreflexión, la creatividad y la
habilidad de adquirir y aplicar el intelecto. Las ideas dan lugar a los
conceptos, los cuales son la base de cualquier tipo de conocimiento, tanto
científico como filosófico.
Una ideología es el conjunto de ideas, tendentes a la conservación o la
transformación del sistema existente (económico, social, político...), que
caracterizan a un grupo, institución, movimiento cultural, social, político o
religioso.
Hablamos de ideología cuando una idea determinada es ampliamente
compartida conscientemente por un grupo social en una sociedad. A veces
es un rasgo fuertemente identitario, de forma similar a la religión, la
nación, la clase social, el sexo, partido político, club social, incluyendo
grupos pequeños y cerrados como las sectas o grupos mayores y abiertos
como ser partidario de un equipo de fútbol... Además los miembros del
grupo ideológico admiten o no que determinado individuo pertenezca al
grupo según comparta o no ciertos presupuestos ideológicos básicos.
La ideología interpreta y justifica los actos personales o colectivos de los
grupos o clases sociales, a cuyos intereses sirve, y explica la realidad de
una forma asumible y tranquilizadora para que pueda mantenerse la
interpretación o justificación previa tal como estaba en el imaginario
individual y colectivo, independientemente de la circunstancia real. Del
estudio de la ideología se encarga la Sociología del conocimiento, cuyo
presupuesto básico es que las maneras de ver el mundo varían
socialmente de una sociedad a otra y dentro de sectores diferentes de la
misma sociedad.*
Por José María Romero Maletti
La diferencia esencial entre una idea y una ideología, está en que las ideas
son dinámicas como lo señalaba Hegel, y por lo tanto pueden evolucionar
impulsadas por mentes abiertas hacia la verdad. Una ideología en cambio
es estática y quien la sufre piensa que es válida en cualquier caso, es decir
que no depende del contexto donde se la aplique. El ideólogo y el
ignorante que no es ideólogo tienen de común la ignorancia, pero el
ignorante que no es ideólogo sabe que no sabe y puede aprender, en
cambio el ideólogo sufre de la peor de las ignorancias, que es la de no
saber que no se sabe por lo que está condenado a mantenerse en la
ignorancia.
¿Qué hacer para protegernos contra las ideologías, porque en cierta
medida todos podemos ser víctimas de alguna, sin ser conscientes de ello.
Acostumbrarnos a ser humildes, Sócrates uno de los hombres más sabios
de la antigüedad consideraba que la humildad era la puerta de entrada a
la sabiduría, por eso se inmortalizó su frase, “solo sé que nada sé”. La
humildad nos lleva a aplicar la refutación para determinar si para el
contexto actual es válida o no la idea que deseamos aplicar y pedir ayuda
a otros para poder refutarla.
Desarrollar esta actitud significa desarrollar la actitud científica. Que bien
la define la Enciclopedia Británica cuando dice que un hombre de ciencia,
no lo es por sus conocimientos, ni por su organización y ni siquiera por su
método, sino por su actitud científica, la que significa aceptar que a pesar
de la abrumadora cantidad de datos que puedan avalar su teoría la misma
puede ser falsa. Karl Popper, el epistemólogo más importante del siglo XX,
señaló que un conocimiento es científico cuando es refutable, es decir que
toda la ciencia empírica constituye solo una opinión de lo que es la
realidad y en cada momento es posible que un conocimiento científico
deje de ser válido si alguien puede refutarlo.
La sabiduría de Platón cuatrocientos años antes de Cristo le permitió
señalar hablando de las virtudes de los componentes de la sociedad de su
época, los gobernantes, los guardianes y el pueblo, que la mayor virtud de
un gobernante era la prudencia, la del guardián el valor y la del pueblo la
templanza.
¿Pero qué es la prudencia, la determinación y evaluación de las
consecuencias de la aplicación de una medida antes de implementarla.
La pregunta que podemos hacernos, para ser prudentes, dada la situación
de conflictos que vive nuestra sociedad a pesar de la buena voluntad del
gobierno actual, que manifiesta cuando dice que está dispuesto a
escuchar otras voces que lo ayuden a tomar buenas decisiones. En primer
lugar observar que hay exponentes modernos que haciendo uso de las
más avanzadas ciencias y tecnologías, han desarrollado bajo la
denominación de dinámica de sistemas, modelos de simulación que
permiten evaluar las consecuencias de aplicar en un sistema social, un
conjunto de políticas. Estos modelos fueron inicialmente propuestos en la
década del sesenta por Jay Forrester, Ingeniero estadounidense, Profesor
del MIT Sloan School of Management quien le señalaba al gobierno que
con su modelo de simulación podría evaluarle las consecuencias de las
políticas que deseaba aplicar, porque el gobierno según Forrester no
verificaba que esas políticas fueran las causas de problemas que ocurrirían
más adelante.
La Argentina dispone de un centro de investigación para desarrollar un
modelo socio económico que permita la simulación de políticas de
gobierno y que es el CONICET. Es un recurso que no está aprovechado y
que no ha podido eludir influencias ideológicas de algunos gobiernos.
Para comprender mejor a que me estoy refiriendo transcribo a
continuación un párrafo de un escrito de Jay Forrester, (Dr. Honoris Causa
de la Universidad de Sevilla) «Diseñando el futuro» 15 Diciembre 1998
Universidad de Sevilla, Sevilla, España.
“Aunque los sistemas sociales son mucho más complejos que los sistemas
de ingeniería, el diseño de sistemas sociales ha empleado métodos mucho
menos consistentes que los usados para los sistemas técnicos. Al diseñar
corporaciones y países, los administradores y políticos se han limitado a
intuir y debatir. Las corporaciones y los gobiernos cambian de diseño sin
llegar a usar las significativas metodologías de diseño que han estado
evolucionando durante los últimos 50 años.
Puede que la idea de «diseñar» sistemas sociales no resulte atractiva y
que tal diseño parezca mecanicista o autoritario. Sin embargo, todos los
sistemas sociales han sido diseñados. Las políticas corporativas, los
sistemas de ordenador, los organigramas y las leyes constituyen diseños
parciales de sistemas sociales. Los gobiernos promulgan leyes después de
un debate superficial. Las leyes reforman sistemas políticos y económicos.
Tales rediseños son experimentos que usan a un país como laboratorio.
Estos experimentos no incluyen un modelado dinámico de los efectos a
largo plazo. Los cambios de políticas corporativas reciben menos análisis
incluso. Por ejemplo, la reciente tendencia de formar conglomerados
corporativos y la reducción de las barreras comerciales constituyen un
remodelado gigantesco de la economía mundial sin que se haya prestado
una atención apropiada a los resultados. La gente ha diseñado los
sistemas en que viven. Las desventajas de tales sistemas derivan de
diseños defectuosos, de igual manera que los problemas de una central de
energía se originan en su diseño erróneo”.
En 1986, mientras estuvimos en Sevilla durante la Conferencia
Internacional de Dinámica de Sistemas, mi mujer y yo visitamos La
Alhambra, el gran palacio construido hace 700 años por los reyes nazaríes
sobre la montaña que domina Granada. En un determinado momento,
nuestro guía identificó la sala en la cual los dirigentes musulmanes se
reunían para discutir sus dificultades con la inflación y la desfavorable
balanza de pagos. Algo así parece sacado de los titulares de prensa
financiera de hoy. Setecientos años han producido poco progreso en el
control de la conducta económica. Consideremos el contraste, durante los
últimos cien años, entre los avances en nuestra comprensión de la
tecnología y la relativa falta de progreso en nuestra comprensión de los
sistemas sociales. ¿Cómo se explica una diferencia tan grande? ¿Por qué
razón ha avanzado la tecnología tan rápidamente en tanto que los
sistemas sociales continúan siendo tan
desconcertantes como siempre? La respuesta está en la incapacidad para
reconocer que las instituciones sociales son, en realidad, sistemas.” A lo
que agregaría la falta de confianza en la ciencia como instrumento para el
diseño y evaluación de políticas de estado.
Diferencia entre moral y ética
En contexto filosófico, la ética y la moral tienen diferentes significados. La
ética está relacionada con el estudio fundamentado de los valores morales
que guían el comportamiento humano en la sociedad, mientras que la
moral son las costumbres, normas, tabúes y convenios establecidos por
cada sociedad
1. Objeto de interés
La moral se encarga de determinar qué conductas son adecuadas y cuáles no
en un contexto determinado, mientras que la ética se refiere a los principios
generales que definen qué comportamientos son beneficiosos para todas las
personas.
La ética es una disciplina normativa y la moral es descriptiva; así, la ética
se diferencia de la moral en que pretende definir los comportamientos
correctos, más que los que son aceptados por una sociedad.
Dicho de otro modo, si la ética es un elemento más bien estático que sirve
como referencia para comprender el tipo de comportamientos que regulan el
funcionamiento de la sociedad en un contexto determinado, la moral es de
carácter aplicado, teniendo en cuenta todo lo que interviene en la decisión de
actuar de una u otra forma.
2. Ámbito de aplicación
La ética se sitúa en el nivel de la teoría, tratando de encontrar principios
generales que favorezcan la armonía entre las personas. Por contra, la
moral trata de aplicar las normas determinadas por la ética a un gran
número de situaciones concretas, según la descripción de lo que ocurre en
cada caso.
Por tanto la ética tiene un carácter teórico, abstracto y racional, mientras que
la moral hace referencia a lo práctico, diciéndonos cómo debemos
comportarnos en nuestra vida cotidiana a través de reglas y afirmaciones más
o menos explícitas.
3. Origen y desarrollo
Las normas éticas son desarrolladas por personas concretas a través de la
reflexión y la evaluación de lo que se entiende por la naturaleza humana.
Posteriormente dichos individuos aplicarán las normas a su conducta.
En algunos casos la ética individual puede influir a un gran número de
personas, llegando incluso a convertirse en una tradición; esto ha sucedido
frecuentemente en el caso de las religiones, sistematizaciones de las ideas de
sus profetas. Una vez alcanzado este punto, pasaríamos a hablar de moral para
referirnos a la transmisión intergeneracional de tal sistema ético.
De forma sintética podemos decir que la ética tiene un origen individual,
mientras que la moral se deriva de las normas de nuestro grupo social,
determinadas a su vez por un sistema ético previo. La moral es la
generalización de esa clase de descripciones sobre lo que es bueno y lo que es
malo, su manera de conformar una abstracción sobre lo que debe hacerse y lo
que debe ser evitado.
4. Capacidad de elección
Como hemos dicho, la ética parte de la reflexión individual, mientras que la
moral tiene una naturaleza más impositiva y coercitiva: si una persona no
cumple las normas sociales es probable que reciba un castigo, sea de tipo
social o legal, ya que la moral no puede ser creada por una sola persona, sino
que tiene que ver con las ideas compartidas de lo que es bueno hacer y lo que
es malo o lo que, incluso, debe ser motivo de castigo.
La ética se fundamenta en el valor intelectual y racional que los individuos
otorgan a sus actitudes y creencias, a diferencia de la moral, que viene
determinada por la cultura y por consiguiente es de tipo más bien irracional e
intuitivo. No podemos elegir la moral, tan sólo aceptarla o rechazarla; por
tanto, tiene que ver con la conformidad con las normas de nuestro grupo
social.
5. Modo de influencia
Las normas morales actúan en nosotros desde el exterior o bien desde el
inconsciente, en el sentido de que las interiorizamos de forma no voluntaria a
medida que nos desarrollamos dentro de un grupo social determinado. No
podemos permanecer al margen de ellas; siempre las tenemos en cuenta, ya
sea para defenderlas o para rechazarlas.
La ética depende de elecciones voluntarias y conscientes, ya que este
concepto define la identificación y el seguimiento de unas normas
determinadas por tal de actuar del modo que nos parezca correcto desde un
punto de vista personal. Además, al ser de ámbito más bien individual, da un
cierto margen a reflexionar sobre si algo está bien o no, dependiendo de las
circunstancias.
6. Grado de universalidad
La ética tiene la pretensión de ser universal, es decir, de poder ser aplicada en
cualquier contexto, ya que idealmente parte del uso guiado del pensamiento,
no de la obediencia ciega a normas rígidas. Esta disciplina busca, por tanto,
establecer verdades absolutas que se mantengan como tales
independientemente del contexto en el que se apliquen, siempre y cuando la
persona tenga la capacidad de actuar de forma racional. Kant, por ejemplo,
intentó plantear principios éticos objetivos, por encima de la cultura o la
religión.
Por contra, la moral varía en función de la sociedad; conductas que pueden
estar aceptadas en algunos grupos sociales, como la violencia de género o la
explotación infantil, serían consideradas inmorales por personas de otras
sociedades, así como desde un punto de vista ético. En este sentido podemos
decir que la moral está influida en gran medida por el relativismo cultural.
Diferencias entre ética y moral
De acuerdo al lenguaje muchas personas usan estas palabras indistintamente, sin embargo,
desde un punto de vista teórico y según las definiciones presentadas se puede encontrar una
marcada diferencia entre ética y moral.
#1
La ética hace referencia a los principios generales que pautan los comportamientos que son
beneficiosos para la sociedad y todas las personas que la componen.
La moral determina cuáles conductas son adecuadas y cuáles no, según determinado
contesto.
#2
La ética es una disciplina normativa que busca definir los comportamientos correctos.
La moral es una disciplina descriptiva que apoya los comportamientos aceptados por una
sociedad.
#3
La ética se basa en la teoría y según ella trata de encontrar principios que favorezcan la
armonía entre las personas de una comunidad.
La moral trata la práctica, aplica las normas determinadas por la ética a situaciones
concretas. Dando pautas a través de reglas explicitas de la manera correcta de comportarnos
en nuestra vida cotidiana.
#4
La ética tiene origen individual, sus principios son desarrollados mediante la reflexión y
evaluación de la naturaleza humana.
La moral transmite generacionalmente las normas éticas para que los individuos las
apliquen a su conducta.
#5 La ética tiene naturaleza reflexiva
La moral tiene una naturaleza impositiva, si una persona no cumple con las normas
establecidas por la sociedad, pudiera recibir un castigo de tipo social o hasta legal.
#6 La ética se fundamenta en el valor intelectual y capacidad de raciocinio que los
individuos prestan a sus creencias y según las cuales actúan en su vida diaria.
La moral se fundamenta en el valor cultural y la aceptación que cada individuo tiene
respecto a ella, no se puede elegir, sólo aceptarla o rechazarla, por ello va de acuerdo a la
conformidad con las normas del grupo social al que se pertenece.
#7 La ética busca establecer verdaderas absolutas que se mantengan independientemente del
contexto donde se aplique, por ello se piensa que debe tener un carácter universal, para ser
aplicada en cualquier contexto.
La moral varía según la sociedad, existen conductas aceptadas en determinados grupos
sociales como, la explotación infantil, la violencia de género o el racismo que no son
aceptadas en otros grupos sociales e inclusive totalmente rechazadas y hasta consideradas
inmorales por otras más.
Similitudes entre ética y moral
A pesar de estas diferencias, estas tienen puntos de confluencia como:
En ambos casos se tratan normas, las percepciones y el deber ser, que buscan el
mejor comportamiento, la mejor actitud y el bienestar social.
Tanto la ética, como la moral son un conjunto de normas, en el caso de la ética son
normas que un individuo ha esclarecido y adoptado para su comportamiento, y en el
caso de la moral normas que la sociedad transmite de generación en generación
presumiendo que estas son correctas .