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Psicología Del Estado de Ánimo

El documento trata sobre la psicología del estado de ánimo. Explica que el estado de ánimo es el humor o tono sentimental que acompaña a una situación y se mantiene por horas o días, a diferencia de las emociones. También se diferencia del temperamento o la personalidad. Según algunos psicólogos como Robert Thayer, el estado de ánimo fluctúa entre energía y tensión, siendo el mejor estado uno calmado-energético y el peor uno tenso-cansado. Las variaciones patológicas del estado de án

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Psicología Del Estado de Ánimo

El documento trata sobre la psicología del estado de ánimo. Explica que el estado de ánimo es el humor o tono sentimental que acompaña a una situación y se mantiene por horas o días, a diferencia de las emociones. También se diferencia del temperamento o la personalidad. Según algunos psicólogos como Robert Thayer, el estado de ánimo fluctúa entre energía y tensión, siendo el mejor estado uno calmado-energético y el peor uno tenso-cansado. Las variaciones patológicas del estado de án

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PSICOLOGÍA DEL ESTADO DE ÁNIMO

El estado de ánimo es el humor o tono sentimental, agradable o desagradable


que acompaña a una idea o situación y se mantiene por algún tiempo, una
forma de estar o permanecer que expresa matices afectivos y cuya duración es
prolongada, de horas o días; a diferencia de las emociones, como el miedo o la
sorpresa, un estado de ánimo es menos intenso, más duradero y menos
específico. También se diferencian del temperamento o la personalidad, los
cuales son actitudes permanentes en el tiempo. No obstante, determinados
tipos de personalidades pueden predisponer al sujeto a unos determinados
estados de ánimo.

Según algunos psicólogos como Robert Thayer, el estado de ánimo es una


relación entre dos variables: energía y tensión. Según esta teoría, el estado de
ánimo fluctuaría entre un estado energético (de más cansado a más activo) y un
estado referido al grado de nerviosismo (entre más calmado o más tenso),
considerándose el mejor un estado calmado-energético y el peor un estado
tenso-cansado.

Las fluctuaciones del humor son eminentemente moduladas por la satisfacción


o la insatisfacción de diversas necesidades instintivas (el hambre, la sed, el
sueño, la sexualidad); relacionales (vida conyugal, familial, profesional); o
culturales (ocio, vacaciones). Las variaciones patológicas del humor pueden
hacerse en el sentido negativo (la depresión), positivo (un carácter muy
expansivo) o inscribirse en el sentido de una indiferencia.

Humor depresivo o distímia: los afectos depresivos expresan matices desde la


morosidad, de la languidez, de la nostalgia, de la ideación suicida, del
desaliento, hasta la depresión más autentica y más profunda, estado de tristeza
patológico y de dolor moral. Esta disforia se acompaña de un sentimiento de
desvalorización de si mismo, de pesimismo, de cansancio y de inhibición.

Humor expansivo o hipertímia: expresa matices de la satisfacción, del bienestar,


de la felicidad, de la euforia hasta el éxtasis. Esos estados de exaltaciones
tímicos son de grados muy diversos, desde la hipomanía habitual de algunos
sujetos hiperactivos hasta la gran excitación tímica.
Humor neutro o "eutímia": algunos estados afectivos se caracterizan a la inversa
de los precedentes por una frialdad, una neutralidad, una atonía, por el carácter
indiferenciado del humor, el cual parece inaccesible a los estímulos habituales.

Ciertas alteraciones del estado de ánimo forman una clase de patologías


denominadas trastornos del estado de ánimo. Los desórdenes del estado de
ánimo se encuentran entre los trastornos más frecuentes. Las variaciones del
estado de ánimo, patológicos en calidad y en intensidad, pueden ser desde la
depresión profunda hasta la ilación maníaca, la distimia depresiva siendo
mucho más frecuente que el estado anímico expansivo y eufórico de la manía.

¿De dónde provienen los estados de ánimo?

La mayoría de las personas creemos que nuestra actividades, relaciones


personales, éxitos y fracasos son el origen de los estados de ánimo. Sin
embargo, dicha creencia no es del todo completa: Sabemos que la salud, el
sueño, la alimentación, los estilos de pensamientos, la cantidad de ejercicio y
otros aspectos influyen de forma muy importante sobre los estados de ánimo en
la vida diaria. Estos estados no sólo se ven afectados por los
acontecimientos sino también por las condiciones y los ritmos
corporales. Factores psicológicos (pensamientos...) y bases físicas y biológicas (
salud, ritmos,..) influyen y determinan nuestros estados de ánimo.

Las personas podemos reconocer nuestros estados de ánimos: Podemos


hacer conscientes nuestros estados de ánimo y podemos hacer esfuerzos por
regularlos.

Tipos de estados de ánimo

Muchos de nosotros coincidiríamos en considerar que los estados de ánimo


son o positivos o negativos. Así algunos autores hablan de afecto positivo y
negativo para explicar las dimensiones de los estados de ánimo: El afecto
positivo se relacionaría con estados de ánimo energéticos que darían euforia,
entusiasmo, vigor y actividad; mientras en un afecto negativo daría estado de
ánimo con sensaciones de adormecimiento, aburrimiento, pereza, o bien,
hostilidad, inquietud nerviosismo o despreciativo.

Otros autores (Robert Thayers) proponen las dimensiones de energía y


tensión como componentes centrales para explicar los diferentes estados de
ánimo. Así podemos dividir el estado de ánimo en cuatro tipos: Calma- energía,
calma-cansancio, tensión- energía y tensión- cansacio.
Calma-Energía: Cuando una persona esta trabajando concentrada, enérgica,
pero tranquila y relajada estaría en este estado de ánimo. Así la persona es fácil
que se encuentre segura, sociable e incluso contenta. Es un estado positivo.

Calma-cansacio: Se trata de un estado de ánimo que cursa con sensaciones de


cansancio, soñolencia, adormecimiento. En los momentos de relajación, viendo
la tele, haciendo un hobby fácil, o antes de acostarnos estamos en este estado.
Sigue siendo una estado con sensaciones positivas.

Tensión- energía: Las personas en este estado tienen también sensaciones de


energía, vivacidad y vigor, pero ahora están acompañadas de sensaciones de
tensión e inquietud. Las personas con exceso de tensión pueden resultar más
ineficaces y la sensación en general es más negativa. No obstante, en algunas
personas o situaciones dichas sensaciones no serían negativas.

Tensión - cansancio: Se trata de un estado claramente negativo. Aparece


cuando los recursos se han agotado: La fatiga que se mezcla con el nervio-
sismo, la tensión o la ansiedad produce un estado desagradable. Es una estado
de ánimo que está subyacente en la depresión. Junto con las sensaciones
negativas, aparecen pensamientos negativos acerca de uno mismo, que incluyen
baja autoestima. Al pensar en nuestros problemas personales , estos nos
parecerán más importantes, insuperables y el futuro nos parecerá muy gris.

Estados de ánimo y ansiedad

Cuando disminuye la energía, la persona se vuelve más vulnerable a


experimentar tensión y este estado de tensión-cansancio predispone a un
amplio abanico de reacciones negativas. En el periodo del día de tensión-
cansancio algunos problemas insignificantes o pequeños estresores tienen una
mayor impacto sobre la persona. Es decir, en dicho estado, un pequeño
problema que pasaría desapercibido en cualquier otra hora del día, explotará y
generará un gran conflicto.

¿Cómo elevar el nivel de energía de nuestros estados de ánimo?

Los ritmos naturales internos de cada persona determinan en parte las


variaciones más obvias de los niveles de energía, pero además existen otras
influencias que también son importantes:

•El ejercicio físico tiene una influencia realmente significativa en el nivel de


energía. Hacer ejercicio con moderación incrementa el nivel de energía, y
también produce una disminución de la tensión.

• La alimentación repercute también sobre el estado de ánimo. Sin


embargo el efecto que producen los alimentos sobre los estados de ánimo es
muy sutil y difícilmente demostrable al observarse en ese momentos otras
influencias.

•El nivel de energía se ve muy afectado por los patrones de sueño-vigilia de


las personas. En la evaluación de la energía debe considerarse el sueño,
ya que, cuando es deficitario, supone una disminución notable de las
sensaciones de energía durante las horas de vigilia. La pérdida de sueño
prolongada afecta al estado de ánimo y se asocia con niveles de estrés
elevado.

Del control del estrés al estado de calma-energía:


•Destinar al menos dos horas enteras al día para uno mismo. Este tiempo
debe utilizarse para actividades que sean agradables

•Dormir unas 7 u 8 horas al día.

•Aprender una o dos técnicas o ejercicios para reducir el estrés (por ej.
respiración diafragmática, relajación muscular, meditación visualización,...) y
practicarlas diariamente (durante 15 o 30 minutos cada vez).

•Programarse las actividades que requieran más esfuerzo durante los


momentos del día que tienden a ser de calma-energía y evitar durante los
momentos de tensión-cansacio dichas actividades costosas, así como otras
discusiones o interacciones sociales no deseadas.

• Siempre que tengas pensamientos negativos observa si estás en un estado


de baja energía y tensión elevada. El mero hecho de conocer este aspecto hace
que sea más sencillo frenar dichos pensamientos, probablemente porque te
das cuenta de que existe una razón para dichos pensamientos negativos y que
puede ser corregida con el paso del tiempo, de unas horas, o bien con ejercicio,
con una noche de sueño reparador o con una comida. Puedes aprender a
frenar esos pensamientos negativos, aunque no sea fácil.

•Cambiar algunos aspectos de nuestros estilos de vida puede resultar muy


beneficioso para nuestros estados de ánimo: tener tiempo suficiente para acabar
lo que hacemos, sin tener la atención dividida en otras cosas. Debes intentar
cultivar una actitud paciente ante la vida.

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