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La Vida Religiosa Después Del Concilio Vaticano Segundo

El documento resume los principales cambios en la vida religiosa después del Concilio Vaticano II, incluyendo la afirmación del Concilio de que la vida consagrada es de origen divino. En los años posteriores hubo un período de renovación y fervor, pero también polarización. En América Latina, la vida religiosa adoptó una opción preferencial por los pobres que influyó en toda la Iglesia. Más tarde surgieron nuevas teologías sobre los carismas y la consagración.

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La Vida Religiosa Después Del Concilio Vaticano Segundo

El documento resume los principales cambios en la vida religiosa después del Concilio Vaticano II, incluyendo la afirmación del Concilio de que la vida consagrada es de origen divino. En los años posteriores hubo un período de renovación y fervor, pero también polarización. En América Latina, la vida religiosa adoptó una opción preferencial por los pobres que influyó en toda la Iglesia. Más tarde surgieron nuevas teologías sobre los carismas y la consagración.

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COMISIÓN INTERNACIONAL

PARA LA REVISIÓN DE LAS CONSTITUCIONES

LA VIDA RELIGIOSA DESPUÉS DEL CONCILIO VATICANO SEGUNDO


Síntesis de Fray Lindor Alcides Tofful, del libro:
CABRA, Pier Giordano, Tú, ¡Sígueme!. Curso breve de vida consagrada, Madrid 2005, pp. 85-119

1. EL CONCILIO VATICANO II

El Vaticano II y el debate sobre la vida consagrada

 El concilio encuentra la VC en el mejor momento de los tiempos modernos. Está presente en


la misiones, en las escuelas, en la sanidad, en la asistencia social, en la espiritualidad, en los
centros culturales…
 La VR debía encontrar su propio lugar frente a tres cuestiones importantes a) la eclesiología
jerárquica, b) la teología del laicado y c) la escuela sacerdotal del cardenal Mercier (que
propone una revalorización del ministerio laical, especialmente en la VR.

La afirmación fundamental del Vaticano II sobre la VC

a) La VC tiene su lugar en la estructura de la Iglesia como parte integrante de la vida y santidad


(vitalidad) de la misma. No forma parte de la constitución jerárquica, pero pertenece a la estructura
carismática, ésta es de origen divino. La distinción entre clérigos y laicos se basa sobre la
constitución divina y jerárquica. La diferencia entre aquellos que profesan los consejos evangélicos y
los demás cristianos, se basa en la constitución divina y carismática de la Iglesia. La VC es de origen
divino, ya que los consejos evangélicos son un don divino y muestran la forma de vida adoptada por
Cristo Jesús. La Iglesia debe discernirlos y apoyarlos.
b) La VC se sitúa como una nueva forma de vida al estilo de Cristo, de la virgen María, de los apóstoles
y de aquellos que “han dejado todo” para dedicarse a las cosas de Cristo. La misión de la Iglesia
consiste en hacer presente a Cristo; la VC se injerta en esta misión.
c) Los consejos evangélicos en cuanto que permiten seguir a Cristo “más de cerca” (pressius), “más
fácilmente (facilius), con mayor libertad (liberius) y en cuanto que expresan una consagración al
Señor “más íntima” (intimius), son una manifestación de la trascendencia del reino. Tienen un gran
contenido simbólico.
d) Para el concilio existe un camino “privilegiado” para un mejor servicio, porque todo “más” es un
más de servicio y donación. Es evidente la terminología del “corazón indiviso” de san Pablo.
e) La VC es un signo elocuente del reino de Dios y de las realidades futuras.
f) El decreto PC ha indicado una serie de medidas en orden a la renovación práctica de las normas y
estructuras. Los principios de la renovación fueron dos: a) el retorno a las fuentes (las huellas de
Cristo y el propio proyecto fundacional) y b) la actualización, cara al mundo moderno.
2. LA FASE DEL POSTCONCILIO
Los años 70: el fervor de la renovación
a) La VC es puesta de inmediato en el camino de la renovación.
b) La recepción del concilio se da en un tiempo de fuertes cambios en la sociedad de occidente. La
sociedad estaba cambiando de un universo religioso, teocéntrico, a otro antropológico,
secularizado. De una sociedad con dependencias a una sociedad autónoma, de una cultura de
valores objetivos a la imposición de la subjetividad.
c) En la recepción del concilio, la VR es acogida entre el gran entusiasmo y las grandes sorpresas,
se producen polarizaciones y tensiones entre los progresistas y los llamados tradicionalistas. En
mayo del 68, con el slogan “prohibido prohibir”, se agrava el ambiente. A partir del 67 dan
comienzo los capítulos extraordinarios para la revisión de las constituciones, este proceso
termina con una llamada a aferrarse al esencial avance de Pablo VI con la encíclica “evangelica
testificatio”.

La renovación de la teología
a) Nacen las nuevas tendencias teológicas, sobre la VC, que se confrontan de modo creativo con
una eclesiología nueva, basada en la teología del pueblo de Dios y la relación que se establece
entre la Iglesia y el mundo (paso del anatema al diálogo y de la fuga del mundo, al deseo de
conocer y de aprender). Surgen diversas síntesis según los diferentes puntos de vista.
b) Los teólogos se dividen en dos grupos: por un lado aquellos que aceptan las resoluciones
conciliares y por otro los que las rechazan. La ilustración que surge del concilio (inicialmente
unido al pensamiento de santo Tomás de Aquino), afirma que todo parte de un mismo principio
(el bautismo) y todos somos llamados a alcanzar el mismo fin (la perfección en la caridad). Los
caminos para alcanzar este fin son los del fiel bautizado (camino ordinario) y el de los consejos
evangélicos, que permiten hacer un camino más ágil y seguro, porque facilita el desarrollo de la
meta (la perfección en la caridad). Este sería el mejor camino. A este punto, la cuestión se centra
sobre esta interrogante: ¿es o no es válida la distinción entre los dos caminos (en el sentido
tomista)? Quien rechaza la solución del concilio, lo hace en nombre de la igualdad fundamental
entre los cristianos y pretende defender el laicado; no admite “dos clases” y llega a negar la
existencia de un “camino privilegiado”. En cambio aquellos que aceptan la solución conciliar, se
apoyan en los padres, en la tradición y en el magisterio. Éstos han sido siempre dos modos de
vivir el evangelio. Entre los que apoyan esta idea se encuentran K. Ranher y H. U. Von
Balthasar. El documento “Vita consacrata” acepta la segunda posición, que considera a la VC
como una huella particular de Cristo que nace de una consagración especial, que exige una
vocación especial y que ayuda a alcanzar la meta de la caridad perfecta.

Los anos 70: La apertura a los problemas de la Iglesia y de la santidad


a) En la sociedad domina el aspecto político, “la política es todo y el todo es la política”. Esto
expresa la confianza que se tiene en la posibilidad de cambiar las estructuras sociales y de
resolver los problemas más graves de forma rápida.
b) En la Iglesia se subraya la importancia del “pueblo de Dios” como sujeto eclesial, como lugar
donde las distinciones tienden a desaparecer. Se prefiere todo lo que viene de la base, lo que es
laical y comunitario.
c) En la VC surge la crisis de las obras y la falta de aprecio por la actividad tradicional. Se
privilegia la especialización y el empeño profesional.
d) La Iglesia local atrae mucho a la VC (mejores posibilidades de trabajos apostólicos y más
gratificantes). Por esta razón, muchos religiosos abandonan la VC en función de una “promoción
del estado laical”. Por otra parte, ganan terreno los movimientos eclesiales, como expresiones de
nuevos carismas con metas concretas, y una clara pedagogía de iniciación, ganándose así,
muchos religiosos y laicos inquietos.
e) La VC se ve condicionada por las tensiones de la renovación. Muchos se sienten desplazados. En
este contexto incierto, surgen dos importantes contribuciones teológicas, a saber: “la teología de
los carismas y la teología de la consagración”.
f) América Latina, en cambio, vive un período diverso, caracterizado por la “opción preferencial
por los pobres”. Esta teología comenzó en el encuentro de Obispos en Medellín (Colombia) y fue
confirmada después por el encuentro de Puebla (México). Los teólogos latinoamericanos han
seguido esta orientación. La VC hace una opción táctica, se dirige hacia la periferias de las
ciudades. Se realiza un éxodo hacia los pobres (comunidades de inserción). Se aleja del mundo
de los potentes y se dirige al mundo de los pobres y abandonados. Pero no todos los religiosos
hacen la opción por trabajar “para” los pobres (especialmente en la educación). No faltan las
tensiones y los riesgos de ideologización, sobre todo los primeros años. La VC latinoamericana
ha sintetizado la solución de la siguiente manera: “todos para los pobres, muchos con los pobres,
algunos como los pobres”. Esta posición de la VC latinoamericana se convierte en un punto de
referencia para toda la Iglesia y para la VC en las décadas siguientes. El juicio sobre este período
histórico, hoy no es unánime, pero no se puede negar la generosidad de la donación a los más
necesitados, hasta pagar en primera persona (martirio) esta opción.

Teología y espiritualidad de la opción preferencial por los pobres

El punto de partida es: constatar que la opción por los pobres es la actitud que Dios asume en el AT.
Se piensa de nuevo en seguir las huellas de Cristo, a partir del contexto latinoamericano de pobreza y
miseria. Así se elabora una espiritualidad a partir de otras acentuaciones. El programa es: “salir del mundo de
los ricos e ir hacia los pobres y allí encontrar a Dios”. Dar testimonio de Dios en un mundo deshumanizado.
La CLAR ha sostenido y propuesto esta teología que se expresaba principalmente “en la inserción”: situarse
entre los más pobres, trasladarse a favelas o barrios de la periferia dando conciencia al pobre de sus derechos y
de su dignidad. No obstante la caída del socialismo, la invasión de sectas y movimientos pentecostales, han
portado consigo un desinterés por los pobres, la VR y la sociedad no pueden abandonarlos (Cfr VC. 82)

Teología y Espiritualidad del carisma

La reflexión que gira en torno al carisma, se basa en la teología propia del fundador de un instituto,
enriqueciéndola y profundizándola con nuevos elementos. Esta teología, exalta la identidad cristológica y
pneumática del carisma de un instituto. El instituto aparece como un proyecto carismático, nacido del
impulso del Espíritu para el bien de la Iglesia y de la sociedad. De aquí nace la necesidad de intensificar la
búsqueda sobre los orígenes sobre el fundador, sobre la espiritualidad y sobre su carisma. A esta teología le
acompaña el documento “Mutae Relationes” (1978) ( respecto a las relaciones entre obispos y religiosos),
según dos principios fundamentales: a) los religiosos deben inserirse en las iglesias locales, según el propio
carisma ( los obispos deben respetarlos), b) los religiosos deben aceptar el plan pastoral de las diócesis (por
eso deben respetar a los obispos). En 1980 son publicados dos documentos que hablan sobre el empeño
político y social de los religiosos: “Religiosos y promoción humana” y “la dimensión contemplativa de la
vida religiosa”. El religioso se sitúa frente a esa realidad a partir sólidas raíces espirituales (Cfr VC 9, 48).

Los años 80: El retorno a los problemas personales e interiores

Después de algunos años de centrarse en los problemas sociales y sobre la justicia, se regresa a lo
particular, al interés por los problemas de la persona, por la dimensión de la familia. Es la victoria del
neoliberalismo y del individualismo en contraste con el socialismo que se completa con la caída del muro de
Berlín, símbolo de la caída de la utopía y de la ideología.
En la Iglesia y en la VC se asiste a un desplazamiento de fuerzas: el secularismo progresa en el norte,
el sur crece numéricamente compensando de alguna manera esta pérdida de influjo. Culturalmente toma una
gran importancia la afirmación progresiva de las ciencias humanas. La espiritualidad y la psicología
combaten frecuentemente. En 1983 se publica el nuevo código de Derecho Canónico, que habla de la vida
consagrada (no de vida religiosa). El concepto de VC es más amplio que el término de VR, pues también se
puede aplicar a los institutos seculares, a los eremitas y a otras formas de vida.

Teología y Espiritualidad de la Consagración

La reflexión comienza a centrarse en el núcleo permanente de la VC; se pasa del interés por la
historicidad al interés por la esencia de la VC. Esto exige una profunda reflexión teocéntrica. Los
documentos hablan de una consagración nueva y especial. Se estudia la realidad esencial de la donación a
Dios como la respuesta a una llamada especial. El CIC (Codex Iuris Canonici) utiliza el término de
consagración extendiéndola más allá de las fronteras de la VR: institutos seculares, eremitas, vírgenes
consagradas y sociedades de vida apostólica. El dicasterio no será la CRIS (Congregación para los religioso
y los institutos seculares), será la CIVCSVA (Congregación para los institutos de vida consagrada y las
sociedades de vida apostólica). La VC es el denominador común de todas las formas de vida que asumen los
consejos evangélicos de virginidad/celibato, pobreza y obediencia por el reino de los cielos.

La reflexión teológica examina los diferentes aspectos de la consagración; en los años 60, se estudian
los aspectos bíblicos de las huellas de Cristo. En los 70, los aspectos pneumáticos del carisma. En los 80, hay
un cambio teocéntrico en la reflexión con el tema de la consagración, con lo que quedan en evidencia tres
elementos: a) el acto consagrante de parte de Dios, b) la persona humana que responde con su consagración a
la llamada de Dios por medio de la profesión de los consejos evangélicos, c) la Iglesia como mediadora de la
consagración. De este modo la consagración religiosa, con su parte divina y su parte humana, es como un
signo y un sacramento de la consagración a Dios de todo el pueblo cristiano, recordando que la iglesia tiene
la vocación específica de ser esposa de Cristo, totalmente entregada a Él. La consagración expresa que el
esposo es el amor verdadero, el Tú del cristiano es el Señor, que debe ser amado y servido sobre todo. La
teología de la consagración insiste sobre la afirmación de que la VC existe prioritariamente para pertenecer y
servir a Dios (no para “hacer”). En el origen de la VC hay un Señor a quien amar y servir directamente o por
medio de los hermanos. La consagración indica que la VC contempla al Señor sobre todo y quiere hacer su
voluntad. Esta teología se encuentra en el documento sobre la VC (cfr. VC 22. 31c).

Los años 90. El sínodo sobre la vida consagrada

a) Son los años del despertar religioso en occidente. Es una religiosidad y espiritualidad que busca
responder satisfactoriamente a las necesidades personales (el movimiento carismático).
b) Para la VC empieza la preocupación por la organización numérica. Se busca la colaboración de
los laicos, se favorecen las relaciones entre el norte y el sur y se comienza a hablar seriamente
sobre la refundación. Preocupa la vida comunitaria en un medio cada vez más individualista. En
1994 la CIVCSVA publica el documento “vida fraterna en comunidad” como una respuesta a las
dificultades encontradas en la renovación de las comunidades. Es una “documento fraterno”
sobre la “vida fraterna”.
c) En 1994 se celebra el Sínodo de los obispos sobre la VC. Como fruto de este encuentro se
publica la exhortación apostólica “Vita Consecrata” (1996); punto de llegada y de síntesis
logrado después de algunos años de tensión.

3. LA EXHORTACIÓN APOSTÓLICA “VITA CONSECRATA”


El 25 de marzo de 1996, Juan Pablo II publica la exhortación post-sinodale “vita Consecrata” como
conclusión del sínodo sobre la VC y su misión en la Iglesia y en el mundo.

Opciones fundamentales del documento:

a) El documento ofrece a la VC una identidad clara y bien definida. La inspiración es fuertemente


cristológica. La identidad de la VC consiste en “representar la forma de vida de Cristo” (LG 44).
b) La doctrina es una síntesis de la mejor tradición espiritual y teológica de la VC.
c) Una de las novedades más sorprendentes y estimulantes, consiste en introducir la VC en el
mundo de la belleza divina (por medio de la “via pulchritudinis). Se utiliza la imagen de la
transfiguración de Cristo. Él involucra y cautiva con su belleza a aquellos a quienes Él permite
contemplar su transfiguración. La vocación nace de la seducción divina que se percibe al
contemplar al más bello de los hombres. El camino del consagrado, es un camino que va de
belleza en belleza bajo la guía del Espíritu Santo, que es la belleza increada. La vida espiritual se
inspira en el amor a la belleza que transforma el ser. Otras imágines que el documento utiliza
son: la figura de Pedro y María, la unción en Betania… estas imágenes nos ayudan a recuperar
muchas de las intuiciones tradicionales. La exhortación busca de convencer, conmover,
comprometer y llevar todo esto a la vida concreta.
d) En la segunda parte del documento prevalece la espiritualidad de comunión, donde se ve el eco
del documento “vida fraterna en comunidad”. Se confía a la VC la responsabilidad de ser, en
medio de la Iglesia-comunión, un signo de fraternidad.
e) El esquema eclesiológico es el más reciente; la iglesia es un misterio que procede de la trinidad;
es comunión, fraternidad y servicio al amor de Dios. El documento se divide en tres partes: la
VC s confesión trinitaria, signo de fraternidad y servicio de caridad. En todo se busca un común
denominador: la total consagración a Dios expresada por medio de los consejos evangélicos,
especialmente en el de la castidad consagrada.

Principales puntos teológicos

La primera parte de la “Confessio Trinitates”, es la más teológica y teologal. Revisa el nexo que une
necesariamente vida y teología, mística y doctrina, reflexión sobre la fe y espiritualidad.
a) Las dos principales cuestiones teológicas a las que responde el documento están expresados en la
tercera proposición, revisando la identidad de la VC y los diferentes estados de vida en la Iglesia.
La respuesta fue clara y puntual. Los estados de vida constituidos en la iglesia son tres: a) los
laicos, consagrados en el bautismo para vivir el evangelio en el mundo, b) los ministros
ordenados que, después del bautismo, reciben la consagración en la ordenación para continuar en
el tiempo el ministerio apostólico, c) las personas consagradas, que asumiendo los consejos
evangélicos reciben una nueva y especial consagración, para encarnar y representar la forma de
vida de Cristo Jesús. Siendo todos una manifestación de algunos aspectos del misterio de Cristo,
los primeros tienen como característica la secularidad, los segundos el ministerio, que es la
representación de Cristo cabeza y pastor del a Iglesia, los terceros tienen la función de
representar las huellas de Cristo, principalmente pobre, casto y obediente, dedicado
completamente a las cosas del padre y a la salvación de los hermanos.
b) Los consejos evangélicos son iluminados por una lectura trinitaria, porque la VC es una
“Confessio Trinitatis”. Esta aproximación trinitaria a los consejos evangélicos fue una novedad
inesperada. Los consejos evangélicos tocan la realidad más profunda de la VC por la relación
particular que establecen con las personas divinas. La contemplación de la forma de vida de
Cristo introduce en la profundidad del misterio trinitario donde se descubren las raíces últimas
de los consejos evangélicos como expresión del modo filial de ser hijos en el Hijo y por lo tanto
la dimensión “teándrica” de la consagración (VC 22).
c) La importancia de la misión ha llevado a repensar toda la estructura de la VC. Adaptarse a la
misión exige repensar las diferentes formas de vida consagrada. La misión es central e influye
tanto en la doctrina como en la práctica. La misión de la VC se presenta como la continuación de
la consagración a Dios, y se expresa en la consagración a los hermanos. Se puede examinar la
misión partiendo de tres elementos fundamentales: “la consagración, la vida fraterna en
comunidad y la misión específica”, estos son elementos constitutivos de la VC. La misión debe
confrontarse siempre con los desafíos de los tiempo que se asumen sin temor y se valoran a
partir de una “fidelidad dinámica” (idea-fuerza, clave interpretativa del documento y novedad) a
la misión específica.

Cuestiones prácticas

 La actualidad de la VC: ¿Tiene futuro la VC? Era una pregunta que sin ser formulada al
sínodo, estaba presente. El documento se sirve de la imagen de Betania (VC 104) para
responder y justificar la existencia de la vida consagrada y su valor perenne. Las nuevas
formas no sustituyen a aquellas que existían, sino que se suman a ellas (VC 12, Cfr. 63). La
VC no solo tiene una gran historia que contar, sino también una gran historia que construir
(VC 110).
 La VC en la Iglesia. El nuevo centro de interés es lo que evidencia en el n. 47: la “fraternidad
en la iglesia universal”, donde se subraya la “relación particular que la VC tiene con los
sucesores de Pedro en su ministerio de unidad y de universalidad misionera. Esta relación
predispone a la VC al servicio y a la colaboración de las iglesias entre ellos. Se hace
memoria de la dimensión universal de la VC, invitada a pensar en clave de “catolicidad” y
ser presente en las iglesias locales con una actitud de apertura católica (Cfr. VC 51) con
atención a los grandes problemas de la Iglesia universal.
 Frente a la sociedad de hoy: Los desafíos, son llamadas-provocación que Dios hace y que
esperan una respuesta. La VC existe en y para la historia, por eso busca de dar una respuesta
históricamente relevante. La “fidelidad creativa” actualiza todo carisma. Es importante
ejercitar el descernimiento comunitario. Un método adecuado para comprender aquello que
Dios quiere en el aquí y ahora de la VC.
 La tercera parte del documento, está dedicada a los compromisos más importantes donde
actualmente está presente la VR. La temática de la fuerza “contracultural” de los votos,
merece una alusión explícita (VC 87-92). La VC es llamada a inventar nuevos signos, debe
proponer nuevos “contra desafíos” al mundo.
 La situación de la mujer consagrada. De ella hablan los números 57-59 de la exhortación. Se
abren a la mujer todas las puertas y las posibilidades dentro de la Iglesia, excepto los roles
ligados al orden sagrado.

Una espiritualidad para nuestro tiempo

La exhortación pone algunos principios base para una espiritualidad de fondo, que pueda servir para
toda la VC. Una “espiritualidad de reconstrucción espiritual”, dirigida a superar los años de incertidumbre.
Algunas acentuaciones son: El Cristocentrismo trinitario, la fraternidad, el servicio, la centralidad de la
Palabra de Dios y la liturgia, la insistencia en adquirir la profundidad capaz de sostener y motivar
suficientemente la vida y el testimonio en medio del combate espiritual y el empeño misionero.

Apuntes conclusivos
a) Lo atractivo del documento nace del vínculo que se establece entre la vida y la doctrina, la teología y
espiritualidad, la reflexión y la experiencia de fe, la teología clásica y el acercamiento simbólico, sin
olvidar ninguna de las dimensiones de la persona humana.
b) Por lo que se refiere al esclarecimiento teológico que pedía el sínodo, el documento deja el camino
libre para continuar la reflexión y profundización, aunque no abre la puerta a la discusión de algunos
puntos.
c) El documento ha sido un verdadero instrumento de animación de la VC y fue estudiado y valuado
justamente. En el 2002 el documento de la CIVCSVA, invita a volver desde Cristo. Un renovado
empeño de la VC en el tercer milenio fue presentado como una continuación y enriquecimiento de la
VC y [una respuesta a la invitación de Juan Pablo II al inicio del tercer milenio: remar mar adentro
“Duc in altum” (Lc 5,4). El documento es una invitación a mirar sobre todo a la espiritualidad. En la
primera parte se constata el camino de profundización, purificación comunión y misión que la VC ha
seguido en estos años, manifestándose como presencia de la caridad de Cristo en medio de la
humanidad. En la segunda parte, presenta una llamada urgente a tener el coraje de afrontar las
pruebas y retos con una visión de fe y confianza en la gracia de Dios, que se manifiesta en la
debilidad (2Cor 12,9). Algunos de los retos que señala el documento son: la mediocridad en la vida
espiritual, el aburguesamiento progresivo, la mentalidad consumista, la tentación de la efectividad y
del activismo, los proyectos personales que prevalecen sobre los proyectos comunitarios… (n 12),
retos presentes también dentro de la VC. Estos retos son una llamada a profundizar lo que se ha
vivido (en el sentido de calidad de vida) en la VC, donde los superiores, en cuanto servicio de la
autoridad, tienen una tarea fundamental: espiritual, creadora de unidad, que sabe tomar las
decisiones finales y garantizar su ejecución. Pero a todos se pide la participación consciente y
personal en la vida y misión de la propia comunidad. Pero el camino auténtico de la renovación
“depende principalmente de la formación de sus miembros” (PI), entiendo como una “progresiva
asimilación de los sentimientos de Cristo” (VC 65) hacia el Padre, un camino que dura toda la vida.
En la tercera parte se subraya la primacía de la vida espiritual, “vida según el Espíritu” que necesita
partir de Cristo y contemplar los diferentes rostros de Cristo. En la multiforme presencia de Cristo, el
documento subraya algunas: en la palabra de Dios que se acoge especialmente a través de la oración
y la contemplación; en la Eucaristía; en la prueba (la cruz, personal y comunitaria, institucional y
social, la nueva pobreza material, moral, espiritual que la sociedad contemporánea produce). En este
contexto, el primado de la espiritualidad deberá proponerse sobre todo como una espiritualidad de
comunión, especialmente entre carismas antiguos y nuevos con los laicos y los pastores. La cuarta
parte es una llamada a ser testigos de la caridad, fruto de la vida de comunión, especialmente como
servicio a la dignidad de la persona en un sociedad deshumanizada, por medio del anuncio del
evangelio, el servicio a la vida (a los enfermos), la difusión de la verdad (en la educación), la
apertura a los grandes diálogos (con otras iglesias cristianas y otras religiones no creyentes). El
documento señala algunos retos o problemas actuales, a saber: el desequilibrio ecológico y social
(pueblos pobres, siempre más pobres), la guerra, la codicia de los bienes, el ansia del placer, la
idolatría del poder y termina invitando especialmente a los jóvenes a mirar hacia el frente y hacia lo
alto.
d) Finalmente la CIVCSVA publica en el 2008 otro documento importante “el servicio de la autoridad
y obediencia” donde afronta este problema complejo y difícil y le dedica mucho tiempo. La VC
esperaba algunas orientaciones claras, precisas e imediatas a la constatación del cambio habido en el
modo de vivir y sentir esta realidad, tanto en la Iglesia, como en la sociedad. Obediencia y autoridad
tienen siempre una relación particular con el Señor Jesús, siervo obediente. El documento se propone
ayudar a la autoridad en su triple servicio: a la persona, en lo individual y concreto (primera parte), a
construir una comunidad fraterna (segunda parte) y a vivir en comunión la misión común (tercera
parte). La obediencia es escucha, esto es, en primer lugar actitud filial, “escucha hijo…”(Pr 1,8). Es
obediencia a Dios por mediación humana. En la VC todos deben buscar con sinceridad la voluntad
del Padre; la autoridad está al servicio de esta búsqueda, está al servicio de la obediencia a la
voluntad de Dios. El documento señala algunas prioridades en el servicio de la autoridad: es
autoridad espiritual, está llamada a garantizar a la comunidad el tiempo y calidad de la oración, a
promover la dignidad de la persona, a infundir ánimo y esperanza en la dificultad, a mantener vivo el
propio carisma y el “sentirse cum Iglesia”, a acompañar en el camino de formación permanente. La
autoridad está al servicio de la comunidad, del crecimiento de la fraternidad, la comunidad que está
al servicio del reino. La comunidad es un lugar privilegiado para reconocer y acoger la voluntad de
Dios; el discernimiento es un momento (no el único) entre los más álgidos de la fraternidad
consagrada en el camino hacia la verdad. Es tarea de la autoridad coordinar las energías cara a la
misión. Al final, el documento considera algunas situaciones particulares: la obediencia es difícil, la
obediencia y objeción de conciencia, la dificultad de la autoridad. La conclusión invita a ver la vida
como una constante búsqueda de Dios y de su voluntad, con la conciencia de que Dios no abandona
a quien confía en Él a través de la obediencia a los hermanos investidos de autoridad, en los cuales
es necesario reconocer el signo de la presencia y mediación de la voluntad del Padre. Con un acto de
obediencia hemos venido a la vida y con otro concluiremos el camino, expresión de abandono al
Padre Bueno. Es el modo más auténtico para realizar el significado definitivo de la vida porque es la
expresión y adhesión total al Amor del Padre que nos ha constituido para ser felices con y en Él.]

El fragmento entre el corchete [ ] constituye la integración al estudio elaborado por Fr Lindor A. Tofful con el
análisis de los documentos citados en los puntos c-d.

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