Ético Narrativo
Ético Narrativo
Ético Narrativo
Había una vez una liebre muy vanidosa por su velocidad. Siempre se burlaba de la lentitud de
la tortuga. La tortuga no hacía caso a sus burlas, hasta que un día la desafió a una carrera. La
liebre estaba muy sorprendida, pero aceptó.
La Odisea. (Fragmento) Ejemplo de epopeya en verso. Encuentro de Ulises (Odiseo) con las
sirenas.
Oliveros ha subido a una colina. Mira hacia su derecha, y ve avanzar las huestes de los infieles
por un valle cubierto de hierba. Llama al punto a Roldán, su compañero, y le dice:
-¡Tan crecido rumor oigo llegar por el lado de España, veo brillar tantas cotas y tantos yelmos
centellear! Esas huestes habrán de poner en grave aprieto a nuestros franceses. Bien lo sabía
Ganelón, el bajo traidor que ante el emperador nos eligió.
Lirico
El género lírico es el género literario al que pertenece la poesía, por medio del cual
se expresan las emociones y sentimientos del poeta como el amor, el odio, las
penas, alegrías, tristezas y vivencias. Se caracteriza por el empleo de la primera
persona y el carácter subjetivo del narrador, o sea, que muestra el sentir de una
persona en particular. La poesía se expresa a través de los poemas y predomina
principalmente el uso del verso.
CARACTERÍSTICAS
El tema del texto lírico puede ser variado, puede dirigirse a personas, animales,
objetos y lugares.
Por lo general se escribe en forma de versos, pero también puede ser una
narración en prosa: en este caso se denomina “prosa poética”.
En el género lírico cada estrofa de la poesía posee versos que presentan un ritmo
determinado, guiando la lectura.
El texto dramático puede contener un texto principal y otro secundario. El texto principal se
presenta mediante, diálogos, apartes y monólogos. Los diálogos entre los personajes del relato,
son el principal elemento aglutinador de la acción y el relato, los apartes son reflexiones o
comentarios breves que realiza un personaje, estando solo. El monólogo en cambio es una
alocución que realiza un personaje sin dirigirse a ningún personaje en especial, por lo general para
manifestar sus sentimientos o pensamientos.2
El texto secundario, esta compuesto por una serie de notas e indicaciones que explican como debe
ponerse en escena el texto. Por ejemplo indicando los desplazamientos de los personajes en el
escenario, la vestimenta de los personajes, el tipo de escenografía donde se desarrolla la acción.
Las obras de teatro dependen de un acuerdo implícito de todos los participantes autor, actores y
audiencia, en el sentido de aceptar la operación del teatro y las convenciones que el mismo
conlleva. El drama es una actividad decididamente irreal, que solo puede permitirse si todos los
involucrados lo admiten.3
De esta forma se puede evaluar la calidad de un drama analizando hasta qué punto puede llevar al
espectador más allá de su propia realidad y a qué uso se puede poner esta versión imaginativa.
Para poder emitir un juicio se deben conocer las reglas mediante las cuales los actores interactúan
en la obra. Estas reglas pueden ser convenciones sobre el texto, la actuación o la expectativa de la
audiencia. Solo cuando todas las convenciones funcionan juntas sin problemas en síntesis y en la
fantasía de la experiencia se disfruta con la mente y la emoción de un gran drama.3
A pesar de la gran diversidad del drama, todas las obras tienen ciertos elementos comunes. Por un
lado, el drama nunca puede convertirse en una experiencia "privada" -como puede ser una novela
o un poema. Los personajes pueden ser sobrehumanos y divinos en apariencia, habla y acciones o
grotescos y ridículos, pero mientras se comporten de maneras humanas incluso vagamente
reconocibles, el espectador puede comprenderlos. Solo si son demasiado abstractos dejan de
comunicarse teatralmente. Por lo tanto, la figura de la Muerte en el drama medieval razona como
un ser humano, y un dios en la tragedia griega o en Shakespearehabla como cualquier mortal. Una
obra, por lo tanto, cuenta su historia mediante la imitación del comportamiento humano. La lejanía
o proximidad de ese comportamiento a la vida real de la audiencia puede afectar de manera
importante la respuesta de esa audiencia: puede sorprenderse de lo que ve, o puede reírse con
una superioridad desacostumbrada ante payasadas, o puede sentir simpatía. Estas diferencias de
alienación o empatía son importantes, porque al abrir o cerrar esta brecha estética entre el
escenario y el público, un dramaturgo puede controlar la experiencia del espectador de la obra y
darle un propósito.2
Por otra parte aunque las figuras estáticas pueden ser tan significativamente simbólicas, la
revelación del personaje, así como el control de las respuestas de la audiencia, depende de la
presentación dinámica de las figuras en acción. La situación debe ser representada en el
escenario, y debe ser reconocible y creíble hasta cierto punto, animando a los personajes como lo
haría en la vida. Hay quienes sostienen que la acción es el factor principal en el drama, y que el
personaje no puede surgir sin ella. Como no existe una obra sin una situación, parece imposible
separar la idea de un personaje de la situación en la que se encuentra. Especialmente relevantes
son el alcance y la escala del personaje en situación, sea, por ejemplo, si el hombre se enfrenta a
Dios o un hombre que enfrenta a su esposa, porque eso se acerca más al tipo de experiencia que
la obra ofrece a su audiencia.
Otro elemento a tener en cuenta es el estilo. Cada obra posee un estilo propio que no es algo
impuesto por los actores sobre el texto después de haber sido escrito, ni es intrascendente al tema
de la obra. Por el contrario, una obra de teatro no se comunicará sin ello. De hecho, muchas obras
exitosas casi lo único con lo que cuentan es estilo. Por estilo, se entiende el estado de ánimo y el
espíritu de la obra, su grado de fantasía o realismo, su calidad de ritualismo o ilusión, y la forma en
que estas cualidades son señaladas por las direcciones, en el texto de la obra. En sus detalles más
finos, el estilo de una obra controla el tipo de gesto y movimiento del actor, así como su tono de
voz, su ritmo e inflexión. De esta manera, la actitud de la audiencia también está preparada: nada
es más desconcertante que ser engañado pensando que se esta en presencia de una comedia o
una tragedia y encontrar lo opuesto, aunque algunas obras destacadas introducen en forma
deliberada elementos de ambas.4
El texto didáctico, por lo tanto, es aquel que tiene como finalidad la enseñanza. Este tipo
de textos cuenta con una orientación educativa e intenta plasmar las pautas de las teorías
pedagógicas.
Cómo género, el texto didáctico tuvo un desarrollo específico posterior a los clásicos (el
drama, la lírica y la épica). En un principio estos textos eran desarrollados en formato
de código o crónica y pretendían registrar los hechos históricos y fijar las normas de
convivencia entre los pueblos.
Poco a poco, el texto didáctico comenzó a apropiarse de otras formas para transmitir los
conocimientos, con la inclusión de diálogos y monólogos. A partir de entonces,
la didáctica se dividió en diversos subgéneros, como el ensayo (que incluye el enfoque
personal del autor), el tratado (donde un tema es analizado de forma exhaustiva) y
la oratoria (que busca convencer mediante el lenguaje oral).
Uno de los puntos fundamentales que debe cumplirse a la hora de elaborar un texto
didáctico es el equilibrio entre el volumen de información que se provea al lector y el
incentivo a seguir aprendiendo e investigandoque en él se genere. Se trata de un objetivo
muy difícil de alcanzar; por lo general, los libros de estudio tienden a estar saturados
de contenido, o bien a presentar vagamente los temas y a proponer la ampliación de los
mismos con la ayuda de material complementario.
Cabe mencionar que se puede distinguir entre libros para autodidactas y aquellos que se
utilizarán con la guía de un maestro. Se espera que el primer grupo utilice
un lenguaje ameno y cercano al lector, teniendo en cuenta que su nivel de conocimientos
técnicos puede ser muy bajo, o nulo; los autodidactas suelen ser personas muy
determinadas e intuitivas a la hora de aprender, pero un texto mal diseñado, con consejos
poco prácticos o falta de información esencial puede resultar en un aprendizaje deficiente.
La Tierra es un planeta del Sistema Solar que gira alrededor de su estrella -el Sol- en la tercera
órbita más interna. Es el más denso y el quinto mayor de los ocho planetas del Sistema Solar.
También es el mayor de los cuatro terrestres.
Estaba sentada un águila en el pico de un peñasco esperando por la llegada de las liebres.
Viendo el águila entonces que la flecha estaba construída con plumas de su propia especie
exclamó: