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010 Prescripcion Proceso Penal Missiego Joaquin

Este documento presenta una introducción al tema de la prescripción en el proceso penal peruano. Explica que el actual Código de Procedimientos Penales data de 1940 y ya no es apropiado para el sistema judicial actual. También describe las principales normas aplicables a la prescripción, incluida la Constitución Política, el Código Penal y el Código de Procedimientos Penales. Finalmente, analiza artículos específicos del Código Penal relacionados con los plazos de prescripción ordinaria y extraordinaria.

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010 Prescripcion Proceso Penal Missiego Joaquin

Este documento presenta una introducción al tema de la prescripción en el proceso penal peruano. Explica que el actual Código de Procedimientos Penales data de 1940 y ya no es apropiado para el sistema judicial actual. También describe las principales normas aplicables a la prescripción, incluida la Constitución Política, el Código Penal y el Código de Procedimientos Penales. Finalmente, analiza artículos específicos del Código Penal relacionados con los plazos de prescripción ordinaria y extraordinaria.

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La prescripción en el proceso penal

peruano
Joaquín Missiego del Solar

INTRODUCCIÓN
En los últimos años hemos sido testigos de la serie de críticas que ha
venido recibiendo el sistema judicial penal de parte del público en ge-
neral, como consecuencia de la insatisfacción de la ciudadanía por el
servicio que reciben de las autoridades encargadas de brindarlo.
Gran parte de estas críticas se originan por la lentitud de los proce-
sos, que en algunos casos se debe a una sobrecarga procesal, el no
cumplimiento de los plazos establecidos, innecesarias dilataciones o
cualquier otra situación, que lo único que logran es que la justicia tarde,
e inclusive nunca llegue, en cuyo caso, si cualesquiera de estas situa-
ciones se presentasen, no habría sido oportuna y por tanto habría deja-
do de ser justicia.
Una de las razones de este problema está dada por el hecho de que
la legislación que actualmente se aplica a los procesos penales tiene su
base en el Código de Procedimientos Penales que data de 1940; es de-
cir, nuestros procesos penales son tramitados de acuerdo con una nor-
ma que ya tiene 66 años. Si imaginamos qué pasaba hace 66 años en
nuestro país y cómo un abogado desarrollaba su trabajo en ese tiempo,
en la mayoría de los casos sin teléfonos ni faxes, mucho menos com-
putadoras; cuando la carga procesal no tenía los niveles extremos a los
que ha llegado hoy, entenderemos que la norma perdió vigencia y que
los tiempos han cambiado en forma notable.
En efecto, en los últimos 66 años los adelantos tecnológicos han mo-
tivado una evolución considerable que ha vuelto muy dinámicos los ac-
tos de la humanidad; lamentablemente nuestra norma procesal penal se
ha quedado en el tiempo, no ha evolucionado al ritmo que la sociedad

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46 LA PRESCRIPCIÓN EN EL PROCESO PENAL PERUANO

exigía; se vio desfasada, por lo que se hizo necesario hacerle una serie
de innovaciones, entre ellas la entrada en vigencia de algunos artículos
del Código Procesal Penal de 1991, pero sin que se hayan cambiado
sustancialmente las características propias del proceso.
Así, por ejemplo, las mismas diligencias se repiten ante distintas au-
toridades. La etapa de instrucción o investigación judicial es muchas ve-
ces una suerte de reiteración de la investigación preliminar, periodo an-
terior al proceso a cargo del Ministerio Público, que le servirá a este
para decidir el ejercicio de la acción penal. Se da el caso de que el Mi-
nisterio Público generalmente encarga a la Policía Nacional las investi-
gaciones de las denuncias; encontrándonos en situaciones tales donde
la autoridad policial investiga, el Ministerio Público, en ampliación de
investigaciones, hace lo mismo, y luego el juez penal vuelve a indagar
los mismos hechos en la etapa de instrucción.
Es decir, se pierde una gran cantidad de tiempo al derivar en dife-
rentes autoridades y en periodos distintos la investigación de un mismo
hecho, y es justamente ese transcurrir del tiempo el que posibilita que
la acción penal se vea extinguida como consecuencia del vencimiento
de los plazos de prescripción.
La prescripción es una de las formas de extinción de la acción penal,
que consiste en que solo el transcurrir el tiempo libera irrenunciable-
mente al procesado de la facultad punitiva del Estado.
Antes de desarrollar algunas ideas sobre el tema materia del presente
artículo, no podemos dejar de mencionar la posible presencia en nues-
tra legislación del nuevo Código Procesal Penal, Decreto Legislativo
957, cuya total entrada en vigencia dependerá de una serie de factores,
en algunos casos ajenos al propio sistema judicial. Este nuevo cuerpo
normativo dará mayor agilidad al proceso, buscando, entre otras cosas,
evitar la repetición de las investigaciones a cargo de distintas au-
toridades.

PRINCIPALES NORMAS APLICABLES

Entre las normas vigentes en el sistema legal peruano, que influyen di-
rectamente en la aplicación de la prescripción de la acción penal, se en-
cuentran la Constitución Política, el Código Penal, el cual fija las pautas
para el cálculo de los plazos y criterios de su aplicación, y el Código de
Procedimientos Penales.
JOAQUÍN MISSIEGO DEL SOLAR 47

Constitución Política

En el artículo 139, inciso 13 de la Constitución Política del Perú se deta-


llan los principios y derechos de la función jurisdiccional: “La prohibi-
ción de revivir procesos fenecidos con resolución ejecutoriada. La am-
nistía, el indulto, el sobreseimiento definitivo y la prescripción produ-
cen los efectos de cosa juzgada”.
Al señalar que la prescripción produce los efectos de cosa juzgada,
debemos indicar que la presunción de inocencia se conserva en el caso
que la acción penal es declarada prescrita por el órgano jurisdiccional.
Es decir, aquella persona que se vio favorecida por la aplicación de la
prescripción en su proceso, no pierde la presunción de inocencia; esto
en razón de que esta solo se pierde en caso de que exista una senten-
cia condenatoria firme y consentida, situación que no se produce al de-
clararse prescrita la acción penal y archivarse el proceso, evitándose el
pronunciamiento sobre el fondo del tema materia de la causa.

Código Penal (Decreto Legislativo 635)

A partir del artículo 78, el Código Penal señala cuáles son las causas de
extinción de la acción penal, mencionando entre ellas a la prescripción.
En principio, en el referido artículo se señalan como causas de la
extinción de la acción penal la muerte del procesado, la prescripción,
la amnistía y el derecho de gracia. A su vez, se señalan aquellos casos
en los cuales solo procede la acción penal privada, indicando que esta
se extingue, además de las anteriormente establecidas, por desistimien-
to o transacción.
El artículo en mención también prescribe que la acción penal se ex-
tingue por autoridad de cosa juzgada; es decir, ante la existencia de una
resolución judicial firme que puso fin al proceso. Recordemos el princi-
pio del non bis ídem, que se refiere a que nadie será juzgado dos veces
por la misma causa.
El artículo 80 del Código Penal, que transcribimos a continuación a
efectos de poder hacer un detallado análisis de este, señala que:

La acción penal prescribe en un tiempo igual al máximo de la pena


fijada por la ley para el delito, si es privativa de libertad.
En caso de concurso real de delitos, las acciones prescriben separa-
damente en el plazo señalado para cada uno de ellos.
En el caso de concurso ideal de delitos, las acciones prescriben
48 LA PRESCRIPCIÓN EN EL PROCESO PENAL PERUANO

cuando haya transcurrido un plazo igual al máximo correspondien-


te al delito más grave.
La prescripción no será mayor a veinte años. Tratándose de delitos
sancionados con pena de cadena perpetua, se extingue la acción pe-
nal a los treinta años.
En los delitos que merezcan otras penas, la acción prescribe a los
dos años.
En caso de delitos cometidos por funcionarios y servidores públicos
contra el patrimonio del Estado o de organizaciones sostenidas por
éste, el plazo de prescripción se duplica.

Prescripción ordinaria

El primer párrafo del artículo 80 del Código Penal define la llamada


prescripción ordinaria. Otra clase de prescripción, que analizaremos
más adelante, es la prescripción extraordinaria.
Hablamos de prescripción ordinaria cuando transcurre un periodo
de tiempo igual al máximo señalado por ley para la conducta ilícita, sin
que este hubiese sido interrumpido. Es decir, en caso de que el plazo
de tiempo fijado como máximo para sancionar el delito transcurriese sin
que se hubiese visto afectado en su recorrido, se entenderá prescrita la
acción penal.
Luego de fijar el plazo de prescripción ordinaria de la acción penal,
el artículo en análisis presenta un segundo y un tercer párrafos, en los
que se refiere a aquellas situaciones en las cuales existe más de un deli-
to instruido.
En primer lugar se menciona que “en el caso de concurso real de
delitos, las acciones prescriben separadamente en el plazo señalado pa-
ra cada uno”; para posteriormente hacer referencia al concurso ideal de
delitos, donde la ley señala que “las acciones prescriben cuando haya
transcurrido un plazo igual al máximo correspondiente al delito más
grave”.
Un tema importante en el desarrollo del estudio de la prescripción
es el que se expone en el cuarto párrafo del artículo 80, donde se fija
como plazo máximo de prescripción de la acción penal 20 años en el
caso de delitos sancionables con pena privativa de libertad, salvo aque-
llos ilícitos cuya pena sea la cadena perpetua, en cuyo caso la pres-
cripción se eleva a 30 años.
Sin embargo, existe una excepción, que fue incluida por la Ley
26360 como último párrafo del artículo en mención, la cual está referi-
JOAQUÍN MISSIEGO DEL SOLAR 49

da a los funcionarios y servidores públicos, quienes en el caso de que


se encuentren investigados por la presunta comisión de algún delito en
agravio del patrimonio del Estado o de organismos sostenidos por este,
el plazo de prescripción será duplicado.
Cabe preguntarse, entonces, si aquellos límites fijados en el cuarto
párrafo del artículo 80 serán aplicables o no en casos de funcionarios o
servidores públicos. Al respecto, debe considerarse que la Constitución
Política, en el último párrafo del artículo 41, señala que “el plazo de
prescripción se duplica en caso de delitos cometidos contra el patri-
monio del Estado”. El artículo en mención se encuentra dentro del títu-
lo primero, capítulo cuarto, el cual desarrolla el tema relacionado con
la función pública, incluyendo, entre otros aspectos, a los funcionarios
y servidores públicos y las responsabilidades de estos.
Es evidente que nos encontramos frente a una situación que puede
generar controversias de no quedar clara y bien entendida. Al respec-
to, consideramos que en el caso particular de los funcionarios y servi-
dores públicos el plazo de prescripción de la acción penal en delitos
en agravio del patrimonio del Estado y de organismos sostenidos por
este se duplicará e irá más allá, si es el caso, de los límites que pudie-
ra haber fijado el Código Penal en el cuarto párrafo del artículo 80; esto
en razón principal a que, conforme se ha mostrado, la Constitución Po-
lítica así lo señala, y en caso de duda entre la aplicación de una norma
proveniente de la Constitución o del Código Penal, será de aplicación
la primera de las nombradas.
No podemos dejar de mencionar que existen delitos cuyas penas no
son necesariamente privativas de libertad, en cuyo caso la acción pres-
cribirá a los dos años.

Reducción de los plazos de prescripción

El legislador consideró que aquellas personas que tuviesen más de 18


y menos de 21 años, o más de 65 años al momento de la comisión del
hecho punible gozarían de la llamada responsabilidad restringida, pu-
diendo, inclusive, reducírsele prudencialmente la pena señalada por ley
para el ilícito. Dicho pensamiento ha sido trasladado hacia el enfoque
que se da a la prescripción, en el sentido de que los plazos fijados pa-
ra la prescripción de la acción penal se verán reducidos en la mitad si
cuando al momento de la comisión del hecho investigado, el agente te-
nía más de 18 y menos de 21 años, o más de 65 años.
50 LA PRESCRIPCIÓN EN EL PROCESO PENAL PERUANO

Nótese que se está hablando de la edad del agente al momento de


la comisión del hecho calificado como punible, no del momento de la
denuncia, del auto apertorio o cualquier otro que se podría suponer. La
ley es bien clara en ese sentido, por tal razón, si por ejemplo la perso-
na al momento de ser denunciada tenía más de 21 años, importará, co-
mo lo hemos señalado anteriormente para efectos del cómputo de los
plazos de prescripción, la edad que tenía al momento de producirse el
hecho materia de investigación.

Cómputo de los plazos de prescripción

Hasta ahora hemos visto en qué momento prescribe la acción penal; es


decir, en qué momento caduca la oportunidad del Estado de emitir una
sentencia de carácter penal.
A continuación analizaremos en qué momento se inicia el conteo
del plazo de prescripción, esto es, cuál es ese primer día que nos ser-
virá de base para empezar a contar el plazo:
• En el caso de la tentativa, figura que se presenta cuando el suje-
to empieza la ejecución de un delito que decidió cometer, sin
consumarlo, se comienza a contar el plazo desde el día en que
finalizó la actividad de carácter delictuoso.
• Se debe tener presente que no será punible la tentativa en aquel
caso en que la consumación del delito sea imposible, razón por
la cual de presentarse tal situación no nacerá ningún plazo para
su cómputo.
• Cuando se trate de delitos de carácter instantáneo, es decir, aque-
llos que se producen en un solo momento, la acción penal pres-
cribirá a partir del día en que se consumó el ilícito.
• Con relación al delito continuado, caso en el que se presenta la
sistemática violación de una misma norma penal, el plazo se ini-
ciará desde el día en que cesó la actividad ajena a ley.
• En el caso del delito permanente, donde la violación de la norma
se sigue consumando más allá del momento inicial, el comienzo
del plazo estará en función al día en que la permanencia finalizó.

Interrupción del plazo de prescripción

El artículo 83 del Código Penal señala, en primer lugar, cuáles son las
causas que motivan la interrupción del plazo de la acción penal, fijan-
JOAQUÍN MISSIEGO DEL SOLAR 51

do como tales las actuaciones que pudieran desarrollar el Ministerio Pú-


blico o las autoridades judiciales en la investigación de los hechos de-
nunciados. Explica, a su vez, qué sucede al producirse la interrupción,
fijando el nacimiento de un nuevo plazo igual al máximo de la pena fi-
jada por ley para el ilícito; es decir, un nuevo plazo igual a la llamada
prescripción ordinaria; para más adelante señalar que la comisión de un
nuevo delito doloso produce la interrupción de los cómputos del pla-
zo de prescripción.
Al analizar este artículo se hace necesario determinar en qué mo-
mento el Ministerio Público se avoca a investigar una denuncia, como
respuesta se encuentra que en la práctica cotidiana el cálculo de pres-
cripción se realiza en base a la fecha en que fue presentada la denuncia
en mesa de partes del Ministerio Público. En otras palabras, la fecha
que aparece como constancia de recepción de la denuncia en el Minis-
terio Público es entendida como la fecha en que el plazo ha sido inte-
rrumpido.
Sin embargo, somos de la opinión de que al hacer mención de las
actuaciones del Ministerio Público, el legislador se refiere a las actuacio-
nes propias de su función en la investigación preliminar y no a aque-
llas de carácter administrativo, como pudieran ser la recepción y des-
carga en el sistema de una denuncia.

Prescripción extraordinaria

Intencionalmente hemos separado este tema, consignado en el último


párrafo del artículo 83 del Código Penal, con el objeto de llamar la aten-
ción con relación a la prescripción extraordinaria. Esto en función al he-
cho de que con ella se fija un límite al plazo de prescripción, el cual,
en la práctica, es el que comúnmente más se presenta y que permite
poner fin a los procesos judiciales invocando la prescripción de estos.
El mencionado plazo se calcula en base a la suma del máximo fija-
do por ley para el delito más la mitad de este; en otras palabras, al pla-
zo de la prescripción ordinaria más la mitad de esta.
Debe tenerse en cuenta que aquellas referencias realizadas a la re-
ducción de plazos de la prescripción, como beneficio por la edad, se
mantienen para el cómputo de la prescripción extraordinaria. Tal situa-
ción trae consigo que existan inculpados que puedan liberarse de la
pretensión punitiva del Estado en razón a la edad que tenían al momen-
to de la comisión de los hechos, mientras sus coprocesados seguirán
siendo juzgados por no alcanzarles tales beneficios.
52 LA PRESCRIPCIÓN EN EL PROCESO PENAL PERUANO

Suspensión de la prescripción

El artículo 84 del Código Penal establece: “Si el comienzo o la continua-


ción del proceso penal depende de cualquier cuestión que debía resol-
verse en otro procedimiento, se considera en suspenso la prescripción
hasta que aquel quede concluido”.
De la lectura del artículo en mención surge, como una primera idea,
la referencia a las cuestiones prejudiciales; es decir, cuándo debe esta-
blecerse el carácter delictuoso del hecho materia de investigación judi-
cial en una vía extrapenal.
A su vez, también incluimos las cuestiones previas dentro del marco
de aquellas ocurrencias de carácter procesal que pudieran suspender el
cómputo del plazo de prescripción. Las cuestiones previas nacen como
consecuencia de la no concurrencia de un requisito de procedibilidad,
el cual no fue advertido por el juez al momento de dictar el auto aper-
torio de instrucción.
Al respecto, con relación a los efectos que en función a la prescrip-
ción de la acción penal se producen como consecuencia de la suspen-
sión del proceso, estos no son descritos por la norma de manera expre-
sa. Sin embargo, conforme a lo señalado en el último párrafo del artícu-
lo 83, debemos entender que cumplido el plazo previsto para la pres-
cripción extraordinaria, la acción penal deberá entenderse prescrita; sal-
vo en aquella situación, anteriormente referida, que trata del caso de
los funcionarios y servidores públicos en la investigación de delitos en
agravio del patrimonio del Estado y entidades sostenidas por este.

El carácter personal de la prescripción

La responsabilidad penal es eminentemente personal, cada cual respon-


de de manera directa por sus actos y es responsable por ellos. En igual
sentido, los plazos de prescripción corren, se suspenden o interrumpen
de manera separada para cada uno de los sujetos que ha participado
del hecho punible.
Quiere decir entonces que los cómputos de los plazos de prescrip-
ción habrán de realizarse de manera individual por cada sujeto.

Renuncia a la prescripción

Constituye un derecho de todo aquel que sufre la imputación de la co-


misión de un delito, renunciar al beneficio de ampararse en la prescrip-
JOAQUÍN MISSIEGO DEL SOLAR 53

ción a fin de que se declare extinguida la acción penal incoada en su


contra.
Sin embargo, coincidimos con lo expresado por el doctor Luis E. Roy
Freyre, quien sostiene que:

Interesa advertir que con la incorporación del principio de presun-


ción de inocencia a nuestro ordenamiento jurídico resulta ahora una
inconsecuencia mantener con el Art. 284 del C. de P.P. la posibilidad
que la sentencia absolutoria del procesado se sustente en una decla-
ración de que las pruebas ‘no son suficientes para establecer su cul-
pabilidad’ (...). Puede suceder, entonces, que el procesado renun-
ciante a la prescripción logre ser absuelto, pero no precisamente por
haberse demostrado su inocencia, sino, por insuficiencia de prueba,
lo que sería una famélica recompensa a lo que podía ser una justifi-
cada expectativa.1

Expresamos nuestro acuerdo con la opinión del autor antes citado,


en razón a que presumimos que quien renuncia a la prescripción es
porque busca que no quede ni sombra de duda respecto a su inocen-
cia, y una sentencia absolutoria por falta de pruebas no resulta ser una
buena carta de presentación para el solicitante.

Código de Procedimientos Penales

El Código de Procedimientos Penales desarrolla, en su artículo 5, el te-


ma con relación a las excepciones en el proceso penal. El objeto de las
excepciones, salvo la excepción de naturaleza de juicio, no es otro que
buscar poner fin al proceso por alguna causal de improcedencia de la
acción penal.
La ley admite la posibilidad de interponer la excepción de naturale-
za de juicio cuando la tramitación que se viene dando a la denuncia es
diferente a la que le corresponde en el proceso penal, es decir, que un
proceso al que correspondería ser tramitado en vía ordinaria se estuvie-
ra ventilando en vía sumaria y viceversa; la excepción de naturaleza de
acción en los casos en que el hecho denunciado no constituye delito o
no es penalmente justiciable; la excepción de cosa juzgada, que como
hemos visto de manera muy breve, procede cuando el hecho que es

1 ROY FREYRE, Luis Eduardo. Causas de la extinción de la acción penal y de la pena. Lima:
Grijley, 1997, pp. 96-97.
54 LA PRESCRIPCIÓN EN EL PROCESO PENAL PERUANO

materia de denuncia ha sido objeto de una resolución firme, sea nacio-


nal o extranjera, en el proceso penal seguido contra la misma persona;
la excepción de amnistía procede en razón de la ley a que se refiere el
delito objeto del proceso; y, la excepción de prescripción, la que podrá
deducirse cuando por efectos del transcurso del tiempo se extingue la
acción penal.
Si la excepción de naturaleza de juicio es declarada fundada, la ley
señala que el procedimiento será regularizado de acuerdo con la vía
procedimental que le corresponde. En caso de que cualesquiera de las
otras excepciones se declarasen fundadas, entre las que se encuentra la
excepción de prescripción, se dará por fenecido el proceso, archiván-
dose definitivamente la causa.

LA PRESCRIPCIÓN EN EL NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL


(DECRETO LEGISLATIVO 957)
Al inicio del presente artículo cuestionábamos la antigüedad de la nor-
ma procesal penal aplicable actualmente en nuestro sistema judicial, y
la considerábamos como una de las razones por las cuales los juicios
eran lentos, tediosos y pesados para las partes.
Han existido intentos fallidos por introducir una nueva norma proce-
sal penal que regulase el trámite de los procesos, ejemplo de ello fue
el Decreto Legislativo 638, que data de 1991, cuya vigencia plena nunca
se produjo, sino simplemente fueron unos pocos artículos los que in-
gresaron a formar parte del sistema e integrarse con los ya vigentes del
antiguo Código Procesal Penal de 1940.
Existe la intención de que a través del nuevo Código Procesal Penal
(Decreto Legislativo 957), nuestro sistema funcione de mejor forma. Sin
embargo, es necesario advertir que para que ello suceda no basta una
nueva ley; se necesita, y con urgencia, la voluntad y actitud de todos y
cada uno de quienes estamos involucrados en el día a día del proceso
penal para que este tema marche; cada uno en mayor o menor grado
estamos comprometidos en mejorar el sistema procesal penal de nues-
tro país. No hay excusas ni excepciones, autoridades del Gobierno,
miembros del Poder Judicial, del Ministerio Público, de la Policía Nacio-
nal, autoridades civiles y, por supuesto, los abogados, tenemos un serio
reto con el fin de que la administración de justicia penal en nuestro país
sea eficiente y sin tardanza.
JOAQUÍN MISSIEGO DEL SOLAR 55

Antes de referirnos a algunos de los aspectos tratados en la nueva


norma debemos señalar que, a la fecha de la publicación del presente
artículo, esta no ha entrado en vigencia en su totalidad; de hacerlo será
necesario ver, en la práctica, si su funcionamiento es todo lo óptimo
que se espera; y de no ser este el caso hacer las correcciones corres-
pondientes.
El nuevo Código Procesal Penal contempla la posibilidad de que las
excepciones sean usadas como medio de defensa por parte de los pro-
cesados, mencionándose entre ellas la prescripción; señala el artículo 6:
“Las excepciones que pueden deducirse son las siguientes: (...) e) Pres-
cripción, cuando por el vencimiento de los plazos señalados en el Códi-
go Penal se haya extinguido la acción penal o el derecho de ejecución
de la pena”.
La mencionada norma presentará a su vez una nueva estructura para
el proceso penal, disponiendo que este comprenda tres etapas: investi-
gación preparatoria, etapa intermedia y etapa de juzgamiento.
La variación de los parámetros que hoy conocemos está dada por el
momento en el cual se interrumpe la prescripción y por ende nace la
prescripción extraordinaria. En el nuevo sistema la investigación pre-
paratoria se inicia cuando el fiscal tiene conocimiento de oficio de la
sospecha de la comisión de un delito, por denuncia de la parte agravia-
da, por denuncia de terceros en casos de delitos de acción pública o
mediante acción popular; situación bastante similar a la que actual-
mente conocemos y que, como lo hemos visto anteriormente, produce
la interrupción del plazo de prescripción.
El fiscal sigue siendo el titular de la acción penal pública. En caso
de acción penal privada el ofendido formulará la querella directamen-
te ante el órgano jurisdiccional.
Al tener noticias de la existencia de un delito el fiscal —de ser el caso
y lo considera pertinente— iniciará las investigaciones (artículo 329) con
las llamadas diligencias preliminares o dispondrá que estas las realice
la Policía Nacional. El juez se limita a una situación de garante.
Las diligencias preliminares tienen las siguientes características:
• No podrán durar más de 20 días. Por su complejidad podrán ex-
tenderse de manera razonable, sin embargo no señala a qué se
refiere con razonable; quien se sienta perjudicado por las diligen-
cias puede acudir al juez a fin de solicitar se culmine con estas.
La excepción está dada en el caso de detenidos.
56 LA PRESCRIPCIÓN EN EL PROCESO PENAL PERUANO

• El plazo empieza a contabilizarse desde el momento en que el


fiscal toma conocimiento de la denuncia.
• Tienen por objeto realizar los actos urgentes e inaplazables des-
tinados a determinar si los hechos denunciados han sucedido, in-
dividualizar a las personas involucradas, asegurar los elementos
materiales de la comisión, entre otros; finalmente, el fiscal deci-
de si formaliza o no la investigación preparatoria.

En el caso de que las diligencias preliminares fueran encargadas a la


Policía Nacional, el fiscal deberá conducir dicha investigación, decidien-
do las estrategias y pautas para lograr su objetivo. La policía emitirá un
informe, el cual contendrá los antecedentes que motivaron su inter-
vención, las diligencias efectuadas y el análisis de los hechos investiga-
dos. No podrá calificar el delito ni imputar responsabilidades.
Si una vez concluidas las diligencias preliminares el fiscal considera
que no hay delito podrá archivar la denuncia. Si considera que hay deli-
to pero no se ha identificado al presunto autor ordenará la intervención
de la policía.
Concluidas las investigaciones preliminares, el fiscal dispondrá la
formalización y continuación de la investigación preparatoria en los si-
guientes casos:
• aparecen indicios relevantes de la comisión de un delito;
• la acción penal no ha prescrito;
• se ha individualizado al imputado; y,
• se encuentran satisfechos los requisitos de procedibilidad.

Nótese en este punto que la ley señala directamente al Ministerio Pú-


blico la obligación de verificar los plazos de prescripción de la acción
penal.
Sin embargo, si el fiscal considera que de la investigación preliminar
se ha establecido la realidad del delito y la intervención del imputado,
podrá formular directamente acusación; obsérvese que no estamos ha-
blando de denuncia fiscal sino de una acusación fiscal. La figura del
juez instructor desaparece con el nuevo Código.
El plazo de la investigación preparatoria será de 120 días, prorroga-
bles por una sola vez, y prorrogables por el fiscal hasta por 60 días. En
caso de investigaciones complejas el plazo es de ocho meses y la pró-
rroga por igual plazo la considera el juez.
JOAQUÍN MISSIEGO DEL SOLAR 57

Será importante que los plazos se respeten, caso contrario seguire-


mos con los mismos problemas que venimos padeciendo por la lenti-
tud en el desarrollo de los procesos.
Si el fiscal considera que la investigación preparatoria ha cumplido
con su objetivo podrá darla por concluida. Las partes podrán solicitar
al juez que se concluya con la investigación preparatoria si es que el
fiscal no lo hace y se han vencido los plazos.
El artículo 339 menciona como efectos de la formalización de la in-
vestigación los siguientes:
• suspende el curso de la prescripción de la acción penal; y,
• el fiscal perderá la facultad de archivar la investigación sin inter-
vención judicial.

Creemos que lo que el legislador ha querido señalar es que se inte-


rrumpe el plazo de prescripción como consecuencia de la formalización
de la investigación, y no que este se suspende. Es decir, que nace la lla-
mada prescripción extraordinaria desde tal acto; caso contrario estaría-
mos frente a una medida que, a nuestro parecer, podría generar una se-
rie de cuestionamientos de parte de los procesados.
Respecto a la suspensión de la prescripción de la acción penal, el
doctor Roy Freyre señala:

En la doctrina se entiende por suspensión de la acción penal aquel


detenimiento que experimenta la iniciación o continuación del plazo
legal para perseguir el delito, sin que el tiempo transcurrido con an-
terioridad a la presentación del impedimento pierda su eficacia can-
celatoria parcial, ya que solamente queda en reserva para sumarse al
tiempo prescriptivo que transcurra luego de la desaparición del obs-
táculo impuesto por la misma ley a la pesquisa penal.2

Por tal razón no creemos que el término suspensión hubiese sido el


apropiado al señalar los efectos de la formalización de la investigación;
más aún cuando en artículos posteriores se contempla la posibilidad de
que el proceso se extinga, siendo la prescripción precisamente una de
las causales de extinción de la acción penal.
Al concluir la etapa preparatoria el fiscal deberá pedir el sobre-
seimiento o acusar, dando paso a la etapa intermedia. Nos encontramos

2 ROY FREYRE, Luis Eduardo. Op. cit., p. 83.


58 LA PRESCRIPCIÓN EN EL PROCESO PENAL PERUANO

en un momento en el cual el juez ha recibido el sobreseimiento o la


acusación. Se notifica a las partes y en un plazo de 10 días podrán, de
acuerdo al artículo 350, deducir excepciones y otros medios de defen-
sa, pedir el sobreseimiento, solicitar se imponga o revoque una medi-
da de coerción.
Es decir, si se permite deducir excepciones producida la acusación,
y siendo la prescripción una de ellas, entendemos que el plazo no fue
suspendido sino interrumpido como consecuencia de la formalización
de la investigación antes mencionada.
Como referencia a la etapa de juzgamiento señalaremos, muy bre-
vemente, que estará a cargo del juez penal o jueces, según el caso; será
unipersonal en delitos menos graves y colegiado en los delitos graves.

CONCLUSIONES
• Los procesos penales en nuestro país se encuentran regulados
por una legislación que ha quedado entrampada en el tiempo, no
habiendo sido capaz de adecuarse a las exigencias del proceso
contemporáneo.
• La abundante carga procesal permite la acumulación despropor-
cionada de los expedientes en los juzgados, imposibilitando que
los jueces puedan desempeñar adecuadamente sus funciones.
• La presunción de inocencia no desaparece al declararse prescrita
la acción penal.
• Es necesario aclarar si en el nuevo Código Procesal Penal la for-
malización de la investigación deviene en la suspensión o inte-
rrupción del plazo de prescripción.

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