EL ESPÍRITU SANTO COMO CONSOLADOR Y LIBERTADOR
“Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros
para siempre.” (Juan 14:16). LA PALABRA GRIEGA TRADUCIDA COMO
SU “CONSOLADOR” SIGNIFICA ALGUIEN QUE ES LLAMADO “AL
LADO DE” Y TIENE LA IDEA DE ALGUIEN QUE ANIMA Y EXHORTA. La
frase “que esté” tiene que ver con Su residencia permanente en los
corazones de los creyentes ,Jesús envió al Espíritu como una
“compensación” por Su ausencia, para llevar a cabo las funciones que Él
hubiera hecho en nosotros si hubiera permanecido físicamente entre
nosotros.
Jesucristo comprendía que sus apóstoles lo extrañarían y que incluso
sentirían miedo después de su muerte dejándoles la responsabilidad de
dirigir la joven iglesia. Uno de los papeles del consolador es consolar en el
sentido tradicional. Podría ayudar a los apóstoles a hacer frente su dolor en
los días siguientes.
EN NUESTRAS PROPIAS VIDAS, TAMBIÉN PODEMOS LLAMAR AL
CONSOLADOR CUANDO:
ESTAMOS TRISTES O PREOCUPADOS. Ya sea un pequeño miedo a la
oscuridad o un dolor abrumador, el Espíritu Santo puede venir a nuestros
corazones y aliviar el dolor. Esto no significa que nunca estaremos tristes o
heridos. Esto significa que podremos sentir que Dios nos ama y ha enviado a
alguien para que nos ayude a pasar la prueba.
El Espíritu Santo proporciona consuelo en maneras que nosotros a veces no
asociamos con consuelo. Una manera en que lo hace es confirmando la
verdad. No saber lo que es verdad puede ser una experiencia atemorizante
cuando su eterna salvación depende de saberlo. El Espíritu Santo es la única
fuente de verdad fiable.
Cuando sabemos lo que es cierto y lo que Dios quiere que nosotros
hagamos y seamos, podemos tener una sensación de paz en nuestros
corazones y ser liberados de muchas de las más dolorosas preocupaciones.
Una de las cosas más importantes acerca del plan de nuestro Padre
Celestial para Sus hijos es que cada uno de nosotros puede conocer la
verdad de ese plan por nosotros mismos. Ese conocimiento revelado no
viene de libros, de pruebas científicas o de reflexión intelectual. Al igual que
con el apóstol Pedro, podemos recibir ese conocimiento directamente de
nuestro Padre Celestial, mediante el testimonio del Espíritu Santo.
cuando confiamos en el Espíritu Santo, no necesitamos un experimento
científico. Podemos conocer la verdad a través del Espíritu Santo y sentirnos
consolados sin importar que tan difícil pueda ser la vida porque estamos
siguiendo el plan de Dios para nosotros.
UNA FUNCIÓN RELACIONADA CON LA CAPACIDAD DEL ESPÍRITU
SANTO PARA PROPORCIONAR CONSUELO ES A TRAVÉS DE LA
ORIENTACIÓN. A menudo tenemos que tomar decisiones personales acerca
de nuestras vidas, y a veces, incluso después de que hemos analizado y
tomado una decisión, nos preguntamos si hemos hecho lo correcto. El
Espíritu Santo sabe la respuesta, porque Dios lo sabe todo y el Espíritu
Santo es Su mensajero.
Nos enseñó que si analizamos un problema y tomamos una decisión, podemos
orar para saber si hemos elegido correctamente. Si experimentamos un sentimiento
de paz, consuelo o bienestar, e incluso lo que algunos han descrito como una
sensación de ardor en el pecho, sabemos que hemos tomado la elección correcta.
Uno no puede hacer el mal y sentirse bien, Si nuestros sentimientos son negativos
o confusos, sabemos que deberíamos volver atrás y volver a evaluar el problema.
Una vez que tenemos nuestra respuesta, podemos tomar la decisión y no
preocuparnos otra vez, sabiendo que hemos hecho lo que Dios nos enseñó a hacer
y ahora está en Sus manos.
Para recibir el consuelo del Espíritu Santo debemos ser dignos de tenerlo en
nuestras vidas. Antes de pertenecer al reino de Dios, podemos tener la Luz
de Cristo con nosotros, que se quedará con nosotros toda nuestra vida.
Durante este tiempo, también podemos recibir periódicamente visitas del
Espíritu Santo. Después de que hemos identificado y decidido unirnos a la
iglesia de Dios, podemos ser bautizados. Tras el bautismo, se nos da el don
del Espíritu Santo, al mismo tiempo que nos convertimos en miembros de la
iglesia de Dios. A partir de ese momento, el Espíritu Santo puede estar con
nosotros todo el tiempo. Sin embargo, debemos hacer un esfuerzo grande
para guardar los mandamientos. El Espíritu Santo no puede habitar en un
lugar pecaminoso y por eso nuestros espíritus deben ser lo más limpios y
puros posibles para ser un hogar digno para este gran don. Cuando el
Espíritu Santo nos advierte que nos dirigimos al peligro, tenemos que
obedecer y dejar de hacer el mal o salir del lugar inadecuado. Mientras
hagamos esto, se nos promete que el Espíritu Santo se quedará con
nosotros todo el tiempo, para guiarnos con seguridad de regreso al reino de
Dios.
COMO LIBERTADOR
Te pregunto – ¿qué es lo que pretendes encontrar en tu caminar con el
Señor? ¿Estás buscando alguna clase de experiencia? ¿Estás buscando
algo que un hombre o mujer te puedan dar imponiendo sus manos sobre tí –
todo en lo que has sido perezosa referente a la Palabra de Dios en tu vida?
No puede haber ninguna liberación del poder del Espíritu Santo en ti hasta
que no desarrolles un deseo sincero por la leche y la carne que se
encuentran en la Biblia. Tienes que tener un hambre de la Palabra de Dios
Romanos 8:2 Nueva Traducción Viviente (NTV)
y porque ustedes pertenecen a él, el poder[a] del Espíritu que da vida los[b]
ha libertado del poder del pecado, que lleva a la muerte.
El Espíritu Santo es un don de Dios para convencernos de pecado.
Cuando no estamos en una relación estrecha con Dios, el Espíritu Santo
utiliza el evangelismo o la predicación de la Palabra de Dios para
convencernos de nuestra necesidad del perdón y de la salvación de Dios en
Cristo. Si somos seguidores de Cristo, el Espíritu Santo mora en nosotros
para convencernos, cuando hacemos algo malo, y para darnos la necesidad
de arreglar nuestra vida con Dios.
ENTIENDE ESTO: la persona más miserable en el mundo no es el no cristiano.
La persona más miserable del mundo es el cristiano que se ha rebelado en
contra de Dios, porque ese cristiano está pasando por una guerra en su
interior. Cuando el Espíritu Santo nos convence de pecado, Él nos da un
deseo interior de confesar nuestros pecados a Dios y de buscar el perdón de
aquellas personas que hemos ofendido. En este proceso, nos reconciliamos
con Dios una vez más.
Hay una batalla dentro de ti entre tu vieja naturaleza y tu nueva naturaleza
que viene de Cristo. Si quieres ganar esta batalla, tendrás que cambiar tu
forma de pensar.
Satanás te da pensamientos; Son tentaciones. Y Dios te da pensamientos de
inspiración. ¿Cuáles vas a elegir? Romanos 8:6 dice, “La mentalidad
pecaminosa es muerte, mientras que la mentalidad que proviene del Espíritu
es vida y paz.” (NVI).
No conozco a nadie que no eligiera la vida y la paz en lugar de la muerte.
Pero la verdad es, que tenemos pensamientos auto destructivos todo el
tiempo. Entonces ¿Qué haremos?
Aquí es como el Espíritu Santo nos libera de
PENSAMIENTOS DESCONTROLADOS. Es el principio de reemplazar: Lo
que quieras cambiar en tu vida, no te resistas; reemplázalo.
Si estás viendo televisión y sigue un programa que sabes que es malo que lo
veas, cambia el canal a algo mejor. Si quieres dejar de fumar, pero sigues
pensando en cigarrillos, enfócate en otra cosa. La Biblia dice que tienes que
reemplazar la vieja forma de pensar con los nuevos pensamientos.
Cuando comiences a pensar sobre cosas positivas en lugar de cosas
negativas, cosas buenas en lugar de cosas malas, lo viejo perderá su fuerza
y ya no será atractivo nunca más.
Invita al Espíritu Santo a que tenga libre acceso a tu mente para que te
ayude a reemplazar tus pensamientos incontrolables.
Reflexiona sobre esto:
Pídele al Espíritu Santo que té dé nuevas ideas sobre las cuales pensar que
reemplacen los viejos y malos pensamientos. Has esta oración: “Querido
Espíritu Santo, te doy permiso, de que me des pensamientos cuando
quieras. Estoy completamente abierto, y los aceptaré. Tengo una mente
abierta hacia ti”.
El Espíritu Santo también usa la escritura para dirigir tus pensamientos hacia
Dios. Si no tienes el hábito de memorizar la escritura, comienza a hacerlo
con un amigo para que puedas recordar la palabra de Dios cuando más la
necesites.
El estar "en Cristo Jesús", y por consiguiente estar libre de toda
condenación, significa que estamos viviendo cada minuto de cada día
en la Presencia del Señor, viéndolo a Él para cada aspecto de la vida.
Vivimos en Cristo al igual que uno viviría en una casa. Conforme
vivimos en Él, buscando siempre conocerlo mejor y obtenerlo, traer
cada detalle de la vida a Él, cada decisión, entonces, y solo entonces,
podemos estar sin condenación.
¿Como el Espíritu de vida nos libera?
Guiándonos punto por punto hasta quitar totalmente de nuestra personalidad
todo lo que no es agradable a Dios.
Existen tres áreas de muerte espiritual en nosotros. La primera es la
mundanería o el amor a las cosas materiales de este mundo. La segunda
está compuesta del pecado que habita en nuestra carne. La tercera es la
voluntad propia.
Las tres áreas: la mundanería, la liviandad de la carne, y la voluntad propia
deben de ser tratadas rigurosamente hasta que estén totalmente fuera de
nuestra personalidad. Las tres son formas de idolatría.
El Espíritu Santo conoce tu corazón. Él sabe que tvos deseas ser libre
de tus pecados y obedecerle en todo. Si tú simplemente crees que él te
dirigirá, y fielmente actúas siguiendo sus instrucciones un día a la vez, él
continuará guiándote.
El Espíritu Santo está listo para hablarte a través de la quietud de su voz. No
tienes por qué vivir más en depresión. No tienes que ir corriendo en busca de
un avivamiento tras otro, buscando liberación, derramando las mismas
lágrimas año tras año. El Espíritu Santo tiene una palabra para ti. Y no
necesitas a un pastor, a un consejero, maestro o psicólogo para que te lo
haga saber. ¡Sólo necesitas al Espíritu Santo!
ÉL NO DA INSTRUCCIONES PARA MAÑANA SOLAMENTE HOY. Y SI TÚ
OBEDECES SU PALABRA HOY, ÉL TE HABLARÁ MAÑANA
NUEVAMENTE. “ENTONCES TUS OÍDOS OIRÁN A TUS ESPALDAS
PALABRA QUE DIGA: ESTE ES EL CAMINO, ANDAD POR ÉL; Y NO
ECHÉIS A LA MANO DERECHA, NI TAMPOCO TORZÁIS A LA MANO
IZQUIERDA” (ISAÍAS 30:2). MANTENTE LISTO PARA ESCUCHAR LA VOZ
DEL ESPÍRITU DE DIOS ¡DICIÉNDOTE TU PALABRA DE LIBERACIÓN!