BRONCOSCOPIA
La broncoscopia es la introducción de un endoscopio en el interior de las vías aéreas. La
fibrobroncoscopia flexible ha reemplazado a la broncoscopia rígida para prácticamente
todas las indicaciones diagnósticas y para la mayoría de las indicaciones terapéuticas.
La broncoscopia rígida se utiliza actualmente sólo cuando se necesitan una mayor abertura
y canales más amplios para una mejor visualización e instrumentación, como sucede cuando
Cuando se investiga una hemorragia pulmonar vigorosa (en la que el broncoscopio
rígido permite identificar mejor el origen del sangrado y, con su canal de
aspiración más grande, puede aspirar mejor la sangre y prevenir la asfixia)
Cuando se visualizan y extraen cuerpos extraños aspirados en niños pequeños
Cuando se visualizan lesiones endobronquiales obstructivas para una posible
citorreducción con láser o la colocación de una endoprótesis
Casi todos los broncoscopios flexibles son compatibles con video en color, lo que facilita
la visualización de la vía aérea y la documentación de los hallazgos.
Desde el punto de vista diagnóstico, la fibrobroncoscopia flexible permite
La visualización directa de la vía aérea, incluso hasta los bronquios
subsegmentarios
La recolección de muestras de las secreciones y las células respiratorias mediante
lavados y cepillados bronquiales y el lavado de las vías aéreas periféricas y los
alvéolos
La biopsia de estructuras endobronquiales, parenquimatosas y mediastínicas
Los usos terapéuticos incluyen la aspiración de secreciones retenidas, la colocación de
tutores endobronquiales, la extracción de objetos extraños y la dilatación con balón de las
estenosis de la vía aérea.
Contraindicaciones
Las contraindicaciones absolutas incluyen
Arritmias resistentes al tratamiento y potencialmente mortales
Incapacidad de oxigenar adecuadamente al paciente durante el procedimiento
Insuficiencia respiratoria aguda con hipercapnia (a menos que el paciente esté
intubado y ventilado)
Obstrucción traqueal de gran magnitud
La contraindicaciones relativas incluyen
Paciente que no coopera
Infarto de miocardio reciente
Coagulopatía que no responde al tratamiento
La biopsia transbronquial debe realizarse con precaución en pacientes con uremia,
obstrucción de la vena cava superior o hipertensión pulmonar debido al aumento del riesgo
de hemorragia. No obstante, la inspección de las vías aéreas es segura en estos pacientes.
Procedimiento
La broncoscopia debe ser realizada sólo por un neumólogo o un cirujano con experiencia en
un ámbito monitorizado, típicamente en una sala para broncoscopia, un quirófano o una
unidad de cuidados intensivos (para pacientes ventilados).
Los pacientes no deben recibir nada por boca durante al menos 6 hs antes de la
broncoscopia y deben tener acceso IV, monitorización intermitente de la tensión arterial,
oximetría de pulso continua y monitorización cardíaca. Debe utilizarse oxígeno
suplementario. Es frecuente la premedicación con atropina, 0,01 mg/kg IM o IV, para
disminuir las secreciones y el tono vagal, aunque en estudios recientes se ha puesto en duda
esta práctica.
Los pacientes generalmente reciben sedación consciente con benzodiazepinas, opiáceos o
ambos antes del procedimiento para reducir la ansiedad, las molestias y la tos. En algunos
centros, la anestesia general (p. ej., sedación profunda con propofol y el control de la vía
aérea mediante intubación endotraqueal o uso de una mascarilla laríngea) se usa
generalmente antes de la broncoscopia.
La faringe y las cuerdas vocales se anestesian con lidocaína nebulizada o en aerosol (1 o
2%, hasta un máximo de 250 a 300 mg para un paciente de 70 kg). El broncoscopio se
lubrica y se pasa a través de las narinas o la boca mediante el uso de una cánula bucal o
protector de mordida, o una vía aérea artificial como un tubo endotraqueal. Después de
inspeccionar la nasofaringe y la laringe, el médico pasa el broncoscopio a través de las
cuerdas vocales durante la inspiración, al interior de la tráquea y luego en sentido más distal
al interior de los bronquios.
Según sea necesario, pueden realizarse otros procedimientos auxiliares, con o sin guía
fluoroscópica:
Lavado bronquial: se inyecta solución fisiológica a través del broncoscopio y con
posterioridad se aspira desde las vías aéreas.
Cepillado bronquial: a través del broncoscopio se introduce un cepillo y se emplea
para raspar las lesiones sospechosas a fin de obtener células.
Lavado broncoalveolar: 50 a 200 mL de solución fisiológica estéril en el árbol
broncoalveolar distal y después de aspira, se recuperan células, proteínas y
microorganismos localizados a nivel alveolar. Las áreas locales de edema pulmonar
creadas por el lavado pueden causar hipoxemia transitoria.
Biopsia transbronquial: se introducen pinzas a través del broncoscopio y de la vía
aérea para obtener muestras de uno o más sitios en el parénquima pulmonar. La
biopsia transbronquial puede realizarse sin guía radiológica, pero la evidencia
respalda un mayor rendimiento diagnóstico y menor incidencia de neumotórax cuando
se utiliza la guía fluoroscópica.
Aspiración transbronquial con aguja: se introduce una aguja retráctil a través del
broncoscopio y puede usarse para tomar muestras de los ganglios linfáticos
mediastínicos agrandados o de las masas tumorales. La ecografía
endobronquial (EEB) se puede usar para guiar la biopsia con aguja.
De modo característico, se les administra a los pacientes suplementos de oxígeno y se los
observa durante 2 a 4 h después del procedimiento. Los dos índices principales de
recuperación son el regreso del reflejo nauseoso y el mantenimiento de la saturación de
oxígeno sin oxígeno suplementario.
La práctica habitual es obtener una radiografía de tórax posteroanterior después de la
biopsia pulmonar transbronquial para descartar la posibilidad de un neumotórax.
Complicaciones
Las complicaciones graves son infrecuentes; en el 10 a 15% de los pacientes puede
observarse un sangrado menor en el sitio de la biopsia y fiebre. La premedicación puede
causar sedación excesiva con depresión respiratoria, hipotensión y arritmias cardíacas. En
raras oportunidades, la anestesia tópica causa laringoespasmo, broncoespasmo,
convulsiones, metahemoglobinemia con cianosis resistente al tratamiento o arritmias o paro
cardíaco.
La broncoscopia por sí misma puede causar
Edema laríngeo o lesión menor con ronquera
Hipoxemia en pacientes con intercambio de gases comprometido
Arritmias (más comúnmente extrasístoles auriculares, extrasístoles ventriculares o
bradicardia)
Transmisión de la infección desde equipos con esterilización subóptima (muy rara)
La mortalidad es de 1 a 4/10.000 pacientes. Los ancianos y los pacientes con enfermedades
concomitantes graves (EPOC grave, coronariopatía, neumonía con hipoxemia, cánceres
avanzados, trastornos mentales) tienen el máximo riesgo.
REFERENCIAS:
https://www.msdmanuals.com/es-ec/professional/trastornos-pulmonares/procedimientos-
diagn%C3%B3sticos-y-terap%C3%A9uticos-pulmonares/broncoscopia?query=broncoscopia