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Manuel Scorza

Este documento presenta un homenaje y recuerdos de Manuel Scorza, escritor peruano. Contiene ensayos y artículos sobre su obra y vida de varios autores. También incluye poemas en su honor. Relata recuerdos personales de un encuentro con Scorza en 1981 durante un congreso de escritores en Las Palmas, donde conversaron sobre literatura, política y el exilio. Finalmente, reflexiona sobre la obra y legado de Scorza como poeta comprometido con la realidad social y cultural peruana.

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Daniel Romero
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Manuel Scorza

Este documento presenta un homenaje y recuerdos de Manuel Scorza, escritor peruano. Contiene ensayos y artículos sobre su obra y vida de varios autores. También incluye poemas en su honor. Relata recuerdos personales de un encuentro con Scorza en 1981 durante un congreso de escritores en Las Palmas, donde conversaron sobre literatura, política y el exilio. Finalmente, reflexiona sobre la obra y legado de Scorza como poeta comprometido con la realidad social y cultural peruana.

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Manuel Scorza: Homenaje y recuerdos

Fue presentado en la Feria del libro Ricardo Plama, en Lima, Manuel Scorza. Homenaje y Congreso de Escritores de Lengua Española en Las Palmas de Gran Canaria. El ministro tenía
recuerdos, de Mauro Mamani Macedo y Juan González Soto (Editores), que reúne tanto compromisos en Madrid y me dejó a mí la tarea.
artículos y ensayos actuales como unos pocos de aquellos que tienen ya el tremendo valor que
da el paso del tiempo y la autoridad del estudioso conocedor de su tema. Así podremos leer: Todos nos decían, con cierto dejo de burla, y creo que de envidia, “vinieron con Ministro de
"Scorza: Nadie es profeta en su tierra", de Tomás G. Escajadillo; "Sobre el 'neoindigenismo' y Cultura”. América del Sur estaba plagada de dictaduras militares y para los colegas vernos
las novelas de Scorza", de Antonio Cornejo Polar; "Manuel Scorza, poesía social o del lirismo con un alto funcionario resultaba incomprensible. La situación motivó que tomara la palabra
mágico", de Gonzalo Espino Relucé; "¿Qué es la croninovela?", de Dorian Espezúa Salmón; en la plenaria del día siguiente y pronunciara un discurso sobre los intelectuales en la
"Los libros son silos del amor. Algunas reflexiones sobre el poder de la literatura en las democracia. Un fuerte aplauso fue la respuesta a mis palabras, que eran las de un escritor de
novelas de Manuel Scorza", de Jean-Marie Lassus;"En torno a Manuel Scorza" de Anna- un país que estaba albergando a miles de refugiados que huían de las dictaduras militares,
Marie Aldaz;"Utopía en Redoble por Rancas", de Lina Arao; "Redoble por Rancas. La entre los cuales había muchos escritores, lo que indicaba que habían entendido. Sin embargo,
reconstrución de los hechos", de Mauro mamani Macedo; "El mundo polifónico de no olvido la atención y seriedad con que Alfredo Bryce Echenique seguía mi intervención
Garabombo el Invisible", de Suelly Reis Pinheiro; "El héroe mítico en las novelas de Manuel desde su puesto de directivo del evento.
Scorza", de Eduardo Huarag Álvarez;"Manuel Scorza,o condoreiro peruano", de María
Aparecida Schmitt;"Imaginación y humor en La guerra silenciosa", de Juan González En aquel año de 1981 y en aquella ocasión, la única que compartí con Manuel Scorza, los
Soto;"La danza inmóvil,entre las cenizas y el fuego; de Claudia Luna; "Una revolución que venezolanos estábamos ebrios de democracia. Habíamos derrocado a nuestra última dictadura
sólo es una revolución no es una revolución", de Daniele Di Stefano; "El amor huido en los en 1958, teníamos a un presidente, Luis Herrera Campins, que situaba a la cultura entre sus
adioses", de Sebastiá Poy Alegret;"Mataré su cara, mataré su cuerpo, mataré su sombra, prioridades y que se hacía acompañar a casi todos los actos oficiales por Fernando Paz
mataré su voz", de Adriana I Churampi Ramírez; "Sincronía y diacronía en la doble trama de Castillo, seguramente el poeta vivo más representativo en aquel entonces, como muestra de su
Garabombo, el Invisible", de Mítzar Brown Abrisqueta; "Manuel Scorza, mientras alguien respeto por los creadores literarios.
padezca...", de Roland Forgues; "Scorza, Jinete insomne", de Abel Posse; "La souvenir de
Manuel Scorza", Claude Couffon; "Requiem para un hombre gentil", de Ricardo Bada; Hablábamos de ello ya más reposados en las vecindades de la piscina, hasta que Severo
"Recuerdo del poeta", de Carlos Meneses; "Cronica de la foto perdida de Manuel Scorza", Sarduy decidió desnudarse y darse un chapuzón. Como en toda reunión de escritores que se
Ofelia Huamanchumo de la Cuba, "Los días en que conocí a Manuel Scorza", de Teódulo merezcan tal nombre, bebíamos unos tragos después de la plenaria y hablábamos a voluntad.
López Meléndez; "Recordando a Manuel Scorza: La entrevista que no fue", de Esther La “operación salvamento” de Severo tomó unos minutos, para dejar paso al miedo a los
Andradi;"Encuentro con Manuel Scorza en París", de José Luis Ayala. Además el libro cierra aviones, a la expulsión de México, a la vida en París, a los procesos de Redoble por Rancas.
hermosamente con el poema de Manuel Scorza: "En el principio el hombre abandonaba a sus Yo era un joven que aún no había desarrollado su obra literaria. La estrella venezolana era
muertos", precedidos por los poemas: "A Manuel Scorza" y "Nacimiento de una Adriano González León, que con su País portátil (1968), recién muerto, Adriano quiero decir,
desaparición", de Daniele Di Stefano y Juan González Soto respectivamente. no mi país que cada vez se hace más portátil, se anotaba como el gran representante
El texto de nuestro coeditor Teódulo López Meléndez inserto en el libro es el siguiente: venezolano en el boom.

Los días en que conocí a Manuel Scorza Manuel habló de su aversión por los movimientos guerrilleros, considerándolos inútiles, de la
mentalidad campesina poco proclive a dar apoyo a esos intentos, de su posición de izquierdas,
de sus vinculaciones de amistad en París con los movimientos trotskistas, lo que le llevó a ser
Manuel Scorza estaba delante de mí, sentado en primera fila, con sus ojos fijos y una sonrisa padrino de la boda del Che Guevara, por la esposa del flamante revolucionario se entiende. Se
burlona. Leía yo la ponencia del Ministro de Estado para la Cultura de Venezuela en el Primer quejó de la foto de aquella unión, donde él aparecía claro, y del daño que, en su opinión, le
había hecho. demasiados turistas, o los canarios son conscientes de que hay un congreso de escritores y que
puede esperarse cualquier cosa. Tengo en el pensamiento a Manuel Scorza bajo el sopor del
Su vinculación al mundo campesino e indígena era obvia. Basta leer sus libros, pero de allí a vino y del mediodía, pero ahora tengo ante mí al poeta. Las imprecaciones (1955), su primer
ese calificativo de indigenista que algunos críticos le han endilgado hay un abismo. Manuel poemario, publicado en México refleja los dolores del exilio: Los trenes me llevaban, /
Scorza es Perú, en el sentido de que no puede abandonar —Por qué habría de hacerlo— los entraban a las tumbas, / cruzaban los infiernos, / mas mi corazón salía / de los hornos
mitos ancestrales que se incuban con la historia reciente. El joven lector de español en la tiritando. Su último poemario, El vals de los reptiles (1970) lo terminó en la habitación del
escuela Normal Superior de Saint-Cloud, el que había huido de la dictadura de Odría, llevaba pequeño hotel parisino, en lo que podríamos llamar su segundo exilio: Brisas eran mis
en sí toda la herencia con la que un peruano brillante podría cargar. Veamos El jinete insomne cabellos, tifones mis cejas.
(1977), Cantar de Agapito Robles (1977) y La Tumba del relámpago (1979) y no
encontraremos otra cosa que al poeta que siempre fue. Para entender a Manuel Scorza habría Miro a la chica colombiana y recuerdo algunos versos de Los adioses (1960): Yo veía las
que recordar que toda literatura es poesía, y que él parte de la realidad social para internarse cosas más sencillas / volverse misteriosas / cuando Ella las tocaba. / Las estrellas de la noche /
en la creación poética. Basta buscar las vinculaciones entre el poemario El vals de los reptiles ¿quién si no Ella las sembraba?
(1970) y la novela Redoble por Rancas. En Garabombo, el invisible llega a la parodia
neopicaresca. Con La danza inmóvil (1983) se produce una ruptura. En esta novela está la Nació el 9 de setiembre de 1928. Ahora que me piden este texto para conmemorar el 80
gran contradicción del escritor de izquierdas, la que parece hundirse en la repetición de los aniversario de su nacimiento saco cuentas y compruebo que cuando lo encontré tenía 53 años.
errores y de las estrategias fracasadas y que busca nuevos caminos. Surge el recuerdo de París Y digo con Desengaños del mago (1961): Yo vivía en una torre que custodiaban tardes / de
(fundamental en muchos aspectos de su obra) y el enfrentamiento del escritor consigo mismo susurrantes collares. / Yo acechaba a las caravanas que, al caer / los crepúsculos, entraban en
y con su trabajo. los patios / polvorientas de azul. / Yo jamás dormí. Y pienso que, en verdad, jamás durmió.

Trato de imaginarlo en el pequeño hotel La Coupole a medida que las horas avanzan. Ya no Quizás debería parafrasearlo y titular esta breve nota, sin pretensiones, “Réquiem por un
hay extrañeza por un escritor latinoamericano que anda con su Ministro de Cultura. Trato de gentilhombre”. Pero no, prefiero protestar por las comparaciones que se hacen cuando un
imaginarlo allí. Miro su rostro cordial y duro debatiéndose con sus fantasmas. Sus ojos se han hombre o una mujer escriben novela y poesía y comienzan a preguntarse que género era
hecho transparentes, ya no hay reservas. Trato de penetrar en su intimidad, en sus antojos. No mejor. Prefiero decir que sólo una vez, y por breves días, estuve con él. Prefiero decir que no
sé si bebe licor o bebe agua, pero allí está. Es La danza inmóvil y no Redoble por Rancas lo puedo asegurar que Manuel Scorza fuera mi amigo, creo que no, creo que simplemente fue un
que tengo en la mente. Es la inmersión en el posmodernismo como nueva respuesta lo que me encuentro afortunado de los que se suceden en un congreso de escritores. De lo que sí estoy
atrae, la lectura de los pensadores franceses, la transformación de aquel hombre hacia nuevas seguro es que cuando me llegó la noticia del accidente del avión de Avianca aquel fatídico 28
vías sin dejar de ser lo que genéricamente se ha denominado en nuestro continente un escritor de noviembre de 1983 sentí un profundo dolor, la pérdida de alguien muy cercano a mi afecto.
de izquierdas. Quiero la reflexión existencial de un escritor enfrentado a lo que ha sido, a lo Pensé que lo había perdido apenas dos años después de conocerlo. A él, el escritor que se la
que ha escrito. Nos altera el comentario de alguien que llega y dice que Severo Sarduy quiere pasaba viajando y que tenía pánico por los aviones. Digo lo que pensé: Estos benditos
volver a la mesa pero tratan de mantenerlo en su habitación. escritores peruanos no sólo saben que se van a morir sino también cuándo. Y me repetí,
mirando una placa que me regaló la comunidad peruana de mi ciudad natal, Barquisimeto, por
Termina la noche. Hay una joven colombiana, demasiado bella, que se roba la atención. Es un una intervención en un aniversario de César Vallejo: Me moriré en París con aguacero, / un
nuevo día en Las Palmas de Gran Canaria y hay que almorzar a la orilla del mar con un grupo día del cual tengo ya el recuerdo. / Me moriré en París —y no me corro— / tal vez un jueves,
en que debe estar la chica colombiana que estudia en Madrid. No sé nada de Manuel Scorza. como es hoy, de otoño.
Pasa Eduardo Galeano que saluda displicente. Mi amigo, el historiador venezolano Vinicio
Romero Martínez (también recién fallecido, parece que estamos en la edad de la muerte), Y me digo que en realidad fueron dos las ocasiones en que conocí a Manuel Scorza: Aquellos
provoca a la muchacha que se declara virgen. A voz de cuello grito que... su nombre... es... días en Gran Canaria, cuando estuve frente al hombre (al escritor, al poeta, ya lo cargaba) y
Virgen. Nadie se da por enterado. O hay demasiados escritores a la orilla del mar, o cuando cayó en su avión desde el cielo de Madrid (el poeta, el escritor, sigue en aquel cielo).

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