El aborto
El aborto con medicamentos, también conocido como la “píldora abortiva”, es
cuando tomas medicamentos que obtienes de un médico o enfermero certificado
para interrumpir un embarazo en su etapa temprana. El aborto realizado en una
clínica lo lleva a cabo un médico o enfermero certificado en un centro de salud. Los
dos métodos son seguros y eficaces.
Clases de aborto
Aborto espontáneo
El aborto espontáneo es un aborto no provocado
intencionalmente. Es la muerte no deseada y
expulsión de un embrión o feto antes de las
semanas 205 o 246 del embarazo. Cuando la
pérdida es posterior, ya se habla de muerte fetal.5 Al
criterio del tiempo gestacional, la Organización
mundial de la Salud (OMS) añade como criterio que
debe pesar menos de 500 gramos. Sin embargo, este
criterio ha de ser interpretado con prudencia, ya que a
veces un feto de menos de 500 g. expulsado puede ser
reanimado y sobrevivir.7 Si falleciera posteriormente,
se registra como muerte neonatal.7 Se distingue el
aborto precoz, cuando tiene lugar antes de las 12
semanas de gestación, y el aborto tardío, con 12 o más
semanas.7
Los factores que pueden producir aborto espontáneo son muy
variados: genéticos o cromosómicos del mismo feto, la
exposición a toxinas ambientales, problemas hormonales de la
madre, y otros como el tabaquismo, la drogadicción o el
alcoholismo.5
Aborto inducido
El aborto inducido es la finalización del embarazo
mediante la eliminación de un embrión o feto antes de
que pueda sobrevivir fuera del útero.1 Puede tratarse de
un aborto terapéutico, cuando se realiza por razones
médicas, o de un aborto por decisión personal
(interrupción voluntaria del embarazo8), cuando se
realiza a petición de la mujer embarazada.
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A su vez, según la técnica empleada para inducir el
aborto, se puede hablar de aborto médico o de aborto
con medicamentos10 y de aborto quirúrgico.
Dependiendo de los países, existen diversas
legislaciones sobre el aborto inducido, desde aquellas
que lo permiten con pocas restricciones por considerarlo
como una ampliación de los derechos
reproductivos hasta legislaciones que lo prohíben por
considerarlo una forma de homicidio.
Aborto terapéutico
El aborto terapéutico es la interrupción provocada del desarrollo vital
del embrión o feto (por lo que se trata de un aborto inducido), pero al que preceden
razones estrictamente médicas. Entre estos motivos cabe si la salud de la madre
(física o mental) se encuentra directamente comprometida con dicho embarazo o,
en su caso, si la vida de la madre corre riesgo.
Aborto indirecto
El aborto indirecto es cuando se produce la muerte del feto
en una intervención médica en que se deben cumplir dos
condiciones:12
La intervención va destinada a salvar la vida de la madre
embarazada en situaciones en las que ésta corre peligro
cierto.
La viabilidad del feto es nula según los conocimientos que
se poseen sobre el caso o el trastorno.
No se equipara, pues, con el aborto terapéutico, ya que se
produce en intervenciones médicas distintas del aborto en sí
mismo, siendo éste una consecuencia derivada, no querida
directamente, y por tanto, implica unas consideraciones
bioéticas muy diversas al aborto inducido.12 Se
considera aborto indirecto aún cuando el médico
sabe que su intervención puede afectar al feto,13
pero de no intervenir, o de esperar a que el feto
sea viable fuera del útero, tanto la madre como
el feto resultarían muertos.12 Un claro ejemplo es
el de la intervención en un embarazo ectópico.
Causas que inducen al aborto
Es muy difícil identificar por qué se produce la interrumpción del
embarazo. Las causas pueden ser multifactoriales, y la mayoría
de las veces no se llegan a saber, pero hablaremos de las más
frecuentes.
Más de la mitad de los abortos se deben a causas fetales, por
anomalías congénitas del feto, con frecuencia fallos
cromosómicos en los primeros estadios de gestación. Pero
también debido a anomalías genéticas no cromosómicas,
anomalías del trofoblasto (una capa de células formada
alrededor del huevo entre el quinto y el séptimo día después
de la fecundación) u otro tipo de anomalías.
El aborto también puede producirse por causas maternas, ya
sea por alteraciones uterinas (miomas, sinequias, insuficiencia
cervical, anomalías congénitas,etc.), infecciones,
endocrinopatías (patología tiroidea, déficit de progesterona,
etc.), agresiones externas (radiaciones, toxicomanías, factores
ambientales, traumatismos), inmunológicas (síndrome
antifosfolípido, etc), estados de desnutrición, enfermedades
sistémicas o infecciosas (diabetes, nefritis, toxoplasmosis, brucelosis, sífilis,
listeriosis, hepatitis B, etc.)
Efectos físicos del aborto
Después de sufrir un aborto, la recuperación
física de la mujer oscila entre varias semanas y
poco más de un mes, según el tiempo que haya
estado embarazada. Algunas hormonas propias
de la gestación permanecen en la sangre durante uno
o dos meses después de una pérdida espontánea,
pero los efectos físicos suelen desaparecer con
rapidez.
Según afirma Enrique Kupman, ginecólogo de la
Policlínica Miramar, de Palma de Mallorca, en el plano
físico, la recuperación de la mujer es
rápida; la menstruación reaparece entre
cuatro y seis semanas más tarde y, en
ausencia de otros problemas, puede
quedarse de nuevo embarazada al poco
tiempo.
El tiempo de ingreso en el hospital
depende de cada paciente y de las normas de cada institución pero, en general, en
24 horas se les da el alta. La hemorragia cesa entre siete y diez días después. En
algunos casos, se puede producir una infección que prolonga la hemorragia o causa
una secreción de aspecto desagradable, aunque con antibióticos se puede resolver
el problema, explica Kupman.
Efectos psicológicos del aborto
En abortos naturales o espontáneos las ilusiones, los
planes, el amor… Todo se desvanece. Supone un golpe
muy duro para la mujer y para la pareja. Es algo no
buscado, no esperado e imprevisto que trunca todos los
planes futuros de familia.
La mujer pasara por un periodo de luto. Sentirá pena,
miedo y ansiedad. También puede aparecer la culpa
pues se suele pensar (aunque no sea cierto) que igual podría haber hecho algo para
evitarlo, que es culpa suya porque es su cuerpo.
Muchas mujeres se cierran en banda con su dolor y
deciden no hablar sobre lo que sienten, aislarse. Se
distancian de su familia, de sus amigos. A veces
incluso pueden sentir que han fracasado o que le han
fallado a su pareja e incluso al propio hijo que llevaban
dentro. Aparecerá también irritabilidad.
El dolor y el sufrimiento serán mayores cuanto
más avanzado sea el embarazo. Pero incluso en
el primer trimestre aparece un gran sufrimiento.
La mujer puede incluso acabar con una
depresión.
Consecuencias del aborto
Médicos Sin Fronteras (MSF) se esfuerza por reducir la
mortalidad y el sufrimiento en las poblaciones afectadas
por conflictos y crisis. La organización médico-
humanitaria está decidida a luchar contra las principales
causas de mortalidad materna, incluyendo el aborto no
seguro.
El aborto no seguro es una de las cinco
principales causas de mortalidad materna –junto con las
hemorragias, las infecciones, la presión arterial alta (preeclampsia y eclampsia) y el
parto obstruido–, y además es la única de las cinco que es casi totalmente
prevenible. Estas cinco causas son responsables del
75% de las muertes maternas en todo el mundo; el
aborto no seguro, por su parte, es responsable de al
menos 1 de cada 12 muertes maternas.
Según un estudio liderado por la Organización
Mundial de la Salud publicado en 'The Lancet', de los
55,7 millones de abortos que se solicitaron
aproximadamente cada año entre 2010 y 2014,
alrededor de 25 millones fueron abortos no
seguros. El aborto no seguro tiene
consecuencias médicas que en muchos casos
son irreversibles y que pueden causar la muerte
de la mujer embarazada. MSF es testigo una y
otra vez de cómo, cuando no hay servicios
accesibles de aborto seguro, muchas mujeres
recurren a métodos no seguros a pesar de los considerables riesgos que entrañan.