Bosquejo del Libro de Jeremías:
El llamado de Jeremías. 1:1-19
1.- Llamado de Jeremías 1:1-10
2.- Señales de Jeremías 1:11-16
3.- Certeza de Jeremías 1:17-19
Las profecías a Judá. 2:1 al 45:5
1.- La condenación de Judá. 2:1 al 25:38
2.- Los conflictos de Jeremías. 26:1 al 29:32
3.- La futura restauración de Israel. 30:1 al 33:26
4.- La presente caída de Jerusalén. 34:1 al 45:5
Las profecías a los gentiles. 46:1 al 51:64
1.- Profecías contra Egipto. 46:1-28
2.- Profecías contra Filistea. 47:1-7
3.- Profecías contra Moab. 48:1-47
4.- Profecías contra Amón. 49:1-6
5.- Profecías contra Edom. 49:7-22
6.- Profecías contra Damasco. 49:23-27
7.- Profecías contra Cedar y Hazor. 49:28-33
8.- Profecías contra Elam. 49:34-39
9.- Profecías contra Babilonia. 50:1-51 al 64.
La caída de Jerusalén. 52:1-34
1.- La captura de Jerusalén. 52:1-11
2.- La destrucción de Jerusalén. 52:12-23
3.- El cautiverio a Babilonia. 52:24-30
4.- Se libera a Joaquín. 52:31-34
Biografía del profeta Jeremías:
Jeremías quien sirvió como sacerdote y también como profeta, fue el hijo de
un sacerdote llamado Hilcías (no el sumo sacerdote de 2 R 22:8 quien descubrió
el Libro de la Ley). Él era de la pequeña villa de Anatot, llamada hoy día Anata, a
unos 4,8 km al NE de Jerusalén en la porción de tierra que la tribu de Benjamín
heredo. Cómo una lección visual a Judá, Jeremías permaneció soltero (16:1-4). Él
fue asistido en el ministerio por un escriba llamado Baruc, a quien Jeremías
dictaba y quien copiaba y tenía custodia sobre los escritos compilados de los
mensajes del profeta (36:4, 32; 45:1). Jeremías ha sido conocido como "el profeta
que lloraba" (9:1; 13:17; 14:17), viviendo una vida de conflicto debido a sus
predicciones de juicio por parte de los babilonios invasores. Él fue amenazado,
juzgado por su vida, colocado en un cepo, forzado a huir de Joacím, públicamente
humillado por un falso profeta y arrojado a una cisterna.
Jeremías, cuyo nombre significa “el Señor levanta,” es el profeta del Nuevo
Pacto (30:1–33:25). En el tiempo de Dios este pacto se cumplirá a favor de Israel.
Será escrito en el corazón (31:33), a veces considerada la parte donde la persona
toma las decisiones. Jeremías, el escritor del libro, durante su ministerio con
frecuencia hizo un contraste entre el glorioso futuro de Israel y su desobediencia a
Dios. A través de asuntos y ocurrencias de la vida diaria, Dios hacía que Jeremías
viera significados simbólicos. El vio los planes de Dios para la nación en el florecer
de un almendro (1:11–12), en una olla hirviente (1:13–16), en un alfarero a su
rueda (18:1–4) y en una cisterna (38:6–13). El impacto de muchos de sus
sermones fue aumentando por el uso de demostraciones objetivas, tal como
ponerse un cinturón arruinado (13:1–11), el romper vasijas (19:10–11) y el uso de
un yugo (27:1–22). En su “sermón del templo” (7:1–8:3 y 26:1–24), Jeremías
indicó que la fe sólo debe ponerse en Dios y no en objetos externos, ni siquiera en
el templo mismo.
De los profetas del Antiguo Testamento, Jeremías es quién da más detalles
personales. El comparte sus pensamientos y emociones profundas. Al comienzo
del libro dice que es de los sacerdotes. Siendo sacerdote, amaba a Jerusalén y al
templo, y si se perdieran, sería una doble tragedia para él. Frecuentemente
Jeremías fue perseguido por las instituciones oficiales de Jerusalén, e incluso por
su propia familia. En medio de todas estas dificultades Jeremías estaba
consciente de la protección y guía de Dios.
Jeremías tuvo un ministerio dirigido en la mayoría de los casos a su propio
pueblo en Judá, pero que en ocasiones se expandió a otras naciones. Apeló a sus
compatriotas a que se arrepintieran y evitaran el juicio de Dios por medio de un
invasor (caps. 7, 26). Una vez que la invasión se hizo realidad después de que
Judá rehusó arrepentirse, él les rogó que no resistieran al conquistador babilonio
para prevenir la destrucción total (cap. 27). También llamó a los delegados de
otras naciones a que dieran oído a su consejo y se sometieran a Babilonia (cap.
27) y predijo juicios de Dios sobre varias naciones (25:12-38, caps 46-51).
La fecha de su ministerio, el cual cubrió cinco décadas, va desde el año 13
del rey de Judá, Josías, notado en el 1:2 (627 a.C.), hasta más allá de la caída de
Jerusalén en manos de Babilonia en el 586 a.C.(Jer 39, 40, 52). Después del 586
a.C., Jeremías fue forzado a ir con un remanente que huía de Judá a Egipto (Jer
43, 44). Posiblemente estuvo ministrando en el 570 a.C. (44:30). Una nota rabínica
dice que cuando Babilonia invadió Egipto en el 568/67 a.C. Jeremías fue llevado
cautivo a Babilonia. Él pudo haber vivido hasta el punto de escribir la escena de
conclusión del libro alrededor del 561 a.C. en Babilonia, cuando el rey de Judá
Joaquín, cautivo en Babilonia desde 597 a.C., se les permitieron libertades en sus
últimos días (52:31-34). Jeremías, sí aún estaba vivo para ese entonces, tenía
entre 85 a 90 años de edad.
Jeremías vivió durante terribles 40 años, el “ocaso de la monarquía” y fue
una figura solitaria, patética, el ultimo mensajero de Dios a la Ciudad Santa ya
incurable y fanáticamente apegada a los ídolos, clamando sin cesar que si ella se
arrepentía Dios la salvaría de Babilonia. Jeremías advierte que el pecado trae
juicio. Él es conocido como el “profeta llorón, Las calamidades que él fue inspirado
a predecir quebrantaban su propio corazón. En medio de la penumbra, sin
embargo, hay rayos de esperanza (32:17, 27; 33:3). Era necesario un nuevo pacto
entre Dios y su pueblo porque este último había violado el anterior. Se necesitaba
un pacto nuevo, un pacto de gracia y perdón escrito en el corazón humano, más
que un pacto legal grabado en piedra.
De acuerdo con la tradición, Jeremías fue apedreado por sus
conciudadanos en Dafne (Egipto).
Características del libro de Jeremías
Fue escrito por Baruc y dictado por Jeremías su autor, en el año 604 a 580 a.c
Se escribió desde Jerusalén y fue para el pueblo de Judá.
Contiene: 52 capítulos, 1.364 versículos y 42.659 palabras.
El 2 más extenso de los libros proféticos del Antiguo Testamento.
Su mensaje no está escrito en orden cronológico.
Contiene poesía, profecía, biografía y Drama (con una carta en una de sus
partes).
Su tema es: Juicio y salvación, caída de Jerusalén, vida personal de Jeremías.
Palabras claves: escuchar (oír), volver (volverse, convertirse, arrepentirse),
ramera, adulterio (s), maldad (malvado, iniquidad, pecado), corazón, abandonar,
sanar (sanidad), pacto.
El profeta compara a Judá con una prostituta.
Se encuentra hechos de los reinados de los últimos cinco reyes (Josías, Joacaz,
Joacim, Joaquín y Sedequías) en el momento de la decadencia y caída del reino del
sur de Judá.
El libro comienza con el llamado de Jeremías y termina con la cautividad de Judá.
Es un libro que representa la venida del juicio de Dios sobre su pueblo rebelde,
además, parte de su propósito se centra en el futuro más lejano, cuando el antiguo
pacto será reemplazado por el nuevo pacto (Jer. 31:31-37).
Jeremías era un maestro en el uso de figuras retóricas, las metáforas, y el
comportamiento simbólico para comunicar su mensaje.
Profetas Contemporáneos con Jeremías:
Habacuc, Daniel, Ezequiel y Sofonías.
Introducción:
Dios siempre ha buscado la manera de hacer llegar su mensaje, su palabra
a su pueblo, levantando en diferentes tiempos hombres los cuales han hallado
gracia delante de sus ojos, y les ha dado en sus manos una gran misión por
cumplir.
Es enriquecedor para el creyente cristiano cada día alimentarse en
conocimiento de lo que dice la palabra de Dios, saber lo que aconteció en el
tiempo pasado en el pueblo de Israel deja una enseñanza a nuestra vida en este
tiempo presente y gran esperanza para los tiempos venideros. Es de gran
importancia indagar en la vida, llamado y ministerio de un hombre como lo fue
Jeremías que Dios le escogió desde el vientre de su madre con planes y
propósitos que él debía cumplir pues ya estaba determinado por el creador que así
sería.
No fue fácil ya que siendo el muy joven tuvo miedo al ver el gran
compromiso que tenía al frente, pero Dios que lo llamó le dio las fuerzas y el
respaldo ya que es con su ayuda que se pueden enfrentar y superar los diferentes
obstáculos que se presenten en el camino; así lo hizo este hombre que sufrió
adversidades y momentos muy difíciles, mas siguió adelante ya que su confianza
estaba puesta en aquel que lo llamo, Jehová de los Ejércitos.
Hoy día difícilmente se consiga a alguien con las características de este
valioso profeta narrado en las sagradas escrituras, lloró amargamente por el
pecado que vivía su nación y proclamaba a Dios como el único que podía
salvarles de todo mal, pero un pueblo que se había contaminado difícilmente oiría
la voz de aquel que presentaba a la solución y esa solución era Dios que con
Amor eterno amaba a su pueblo escogido, el Dios Fiel y Misericordioso que
anhelaba que su pueblo se arrepintiera y volviera a adorarle, solo Dios es digno de
Adoración y Gloria.
Conclusión:
Habrá cada día y en diferentes tiempos oportunidades para que el hombre
deje de hacer el mal y reconozca a Dios en sus caminos, la inclinación por pecar y
dejarse influenciar de las cosas paganas, el contaminarse y querer parecerse a los
demás pueblos fue lo que llevo al pueblo de Israel desviarse voluntariamente de
los caminos que Dios había trazado para ellos como nación.
Jeremías un hombre con un llamamiento especial, temeroso de Dios sus
leyes y del templo, ya que venía de una familia sacerdotal su padre era el
sacerdote Hilcias, desde muy joven atendió al llamado, fue burlado, despreciado,
vivió momentos en los cuales dio palabra de Dios a la nación, pero esos
corazones estaban endurecidos a causa del pecado que había en ellos, durante
su ministerio gobernaron la nación 5 reyes, les decía que debían con urgencia
volverse a Dios, ya que la desobediencia e idolatría trae juicio y solo podrían ser
restaurados si se convertían de sus malos caminos y si se arrepentían de corazón.
Este hombre valiente y llamado por muchos “El profeta llorón” es de admirar ya
que su lamento y dolor fue de ver a un pueblo que no oía a la voz del creador, del
Dios de sus padres y habían preferido olvidarse y seguir una vida a espaldas de
Dios como lo hacían los paganos.
La nación sufrió invasiones, fueron saqueados y algunos deportados, irse a
otra nación extraña y ser reo de personas extrañas debe ser doloroso y un golpe
al orgullo del hombre, esto le sucedió al pueblo desobediente de aquel tiempo al
no querer oír al profeta Jeremías, que también estuvo preso, fue amenazado de
muerte, se le prohibió estar en el templo enseñando y tantas humillaciones más
que soportó luchando, pero siempre con la mano de Dios guiándole y librándole de
peligros.
El profeta ha acompañado a Israel desde un momento glorioso con Josías hasta el
más oscuro de su existencia desterrado en babilonia y perdido en Egipto. Por eso
jeremías significa la presencia de Dios junto al pueblo, el Señor nunca nos
abandona, incluso cuando tomamos la decisión de hacer lo malo Dios permanece
fiel junto a nosotros esperando el momento que volvamos a Él.
Inspira la vida de este hombre y su vocación por la obra, nos anima a que seamos
comprometidos y amemos de corazón lo que Dios nos ha entregado, mirarle a Él y
no las circunstancias que nos rodean, Jeremías según la tradición muere en un
país extraño y lo más doloroso es que fue apedreado por sus propios
conciudadanos, varón que sufrió pero que es digno de admirar y disfruta la mayor
de las recompensas que es ver la Gloria de Dios por la eternidad.
República Bolivariana de Venezuela
Seminario Evangélico Pentecostal de las Asambleas de Dios
Iglesia Evangélica Pentecostal “Ciudad de Justicia”
Investigación del libro de jeremías
Estudiante:
Leidys Guerrero
Facilitador:
Danner Mendoza
Materia:
Libros Proféticos
Barquisimeto, Noviembre del 2015.
Bibliografía:
Biblia Reina Valera con Enciclopedia Ilustrada, versión 1960
Páginas de Internet:
www.indubiblia.org/jeremias
Https://es.wikipedia.org/wiki/Libro_de_jeremias
www.seminarioabierto.com/sinopsisat23.htm
Html.rincondelvago.com/profeta-jeremias.html
Ministerio-sanadoctrina.blogspot.com/.../resumen-le-libro-de-jeremias.html