Exposicion No. 05
Exposicion No. 05
TEMA : ALIMENTOS
TACNA – PERÚ
2017
1
DEDICATORIA:
Queremos dedicarle este trabajo
a Dios que nos ha guiado en todo
momento,
2
OBJETIVOS
OBJETIVOS GENERALES
legislación peruana.
OBJETIVOS ESPECIFICOS
ley.
3
INDICE
CAPITULO I - ALIMENTOS
1. ETIMOLOGÍA .................................................................................................................... 6
1.1. CONCEPTO DE ALIMENTOS ........................................................................................ 6
1.2. NATURALEZA JURÍDICA .............................................................................................. 7
1.3. FUNDAMENTO .................................................................................................................. 8
1.4. CARACTERÍSTICAS DEL DEBER-DERECHO ALIMENTARIO ............................ 9
1.5. CLASIFICACIÓN DE LOS ALIMENTOS.................................................................... 12
1.5.1. POR SU OBJETO ..................................................................................................... 12
1.5.2. POR SU ORIGEN ..................................................................................................... 12
1.5.3. POR SU DURACIÓN ............................................................................................... 12
1.5.4. POR SU AMPLITUD................................................................................................ 13
1.6. SEGÚN LOS SUJETOS QUE TIENEN DERECHO .................................................... 13
1.7. CLASIFICACIÓN DE LAS PENSIONES ALIMENTICIAS ...................................... 13
CAPITULO II - OBLIGACION ALIMENTARIA
2. FUENTES DE LA OBLIGACIÓN ALIMENTARIA…………………………………………………………14
2.1. SUJETOS BENEFICIARIOS .......................................................................................... 14
2.2. DERECHO ALIMENTARIO DE LOS HIJOS .............................................................. 15
2.2.1. GENERALIDADES .................................................................................................. 15
2.2.2. ALIMENTOS DE LOS HIJOS MATRIMONIALES............................................ 16
2.2.3. ALIMENTOS DE LOS HIJOS EXTRA MATRIMONIALES............................. 17
2.3. ALIMENTOS DEL HIJO ALIMENTISTA ................................................................... 17
2.4. MONTO DE LA PENSIÓN ALIMENTICIA................................................................. 18
2.5. FORMA DE LA PRESTACIÓN ALIMENTARIA ....................................................... 19
2.6. VARIACIÓN DE LOS ALIMENTOS GENERALIDADES ......................................... 19
2.7. REDUCCION Y AUMENTO .......................................................................................... 20
2.8. CESE DE LA OBLIGACIÓN ALIMENTARIA ............................................................ 20
2.9. EXONERACIÓN DE LA OBLIGACIÓN ALIMENTARIA ........................................ 21
2.10. EXTINCIÓN DE LA OBLIGACIÓN ALIMENTARÍA ........................................... 22
CONCLUSIONES………………………………………………………………………………………………………………………..23
BIBLIOGRAFIA………………………………………………………………………………………………………………………….24
WEB……………………………………………………………………………………………………………………………………………..24
ANEXOS………………………………………………………………………………………………………………………………………25
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INTRODUCCION
La obligación alimentaria deriva de la propia naturaleza del hombre, quien tiene un derecho
absoluto a la existencia y a su desarrollo derivado de un derecho natural que perdura
mientras el individuo no esté en grado de valerse por sí mismo.
Quien da vida a otro, por ese solo hecho contrae la obligación de conservársela; esta
obligación proviene de la necesidad de sustento y no de la patria potestad. Porque, muchos
aun careciendo de ella mantienen la obligación de dar alimentos.
Veamos la antigüedad con que se viene estableciendo y previendo la formación del concepto
alimentos y sus derivaciones, por ejemplo, ya el Código Napoleónico consideraba que
disminuir los poderes del Padre era absurdo porque aumentaba los derechos de los hijos. "
Roto el equilibrio las familias hubieran sido desgarradas por continuas descensiones y
acrecentándose la audacia de los hijos pronto acabaría el gobierno doméstico ".
Vayamos a otro extremo, cuando se trata de entablar una demanda por alimentos
muchísimos malos abogados orientan a las Esposas y o Madres separadas del padre de su
Hijo (s), que, al momento de demandar por alimentos, inflen o exageren excesivamente o
sobrevaluen el nivel de ingresos que posee este señor Padre. ¿Porque motivo ?, pues para así
obtener del juez la Fijación de una alta Pensión Alimenticia que dictada la orden judicial
(Sentencia) en un inicio a duras penas consigue el sufrido padre pagar, y con el discurrir del
tiempo empieza a retrasarse en el cumplimiento de estos pagos. Y finalmente se constituyen
en impagables.
Finalmente, como marco introductorio al presente tema debo indicar que el estado peruano
dio en Diciembre del 2009, la Ley 20486, a través de la cual dispone específica y
concretamente; que todo Padre y/o obligado a proporcionar una pensión alimenticia, para
poder solicitar judicialmente la variación para reducir esta pensión debe primero encontrarse
al día, vulnerando de esta forma Principios Constitucionales y Fundamentales como el
derecho a la Tutela Jurisdiccional Efectiva, a la Tutela Judicial Efectiva, y al Debido
Proceso, privando, o de una real y oportuna defensa.
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CAPITULO I
ALIMENTOS
1. ETIMOLOGÍA
El significado etimológico de la palabra alimento se origina del latín alimentum, de
alo, nutrir. (ARIAS, 1995) Otros afirman que deriva de “alere” que significa
alimentar o sustancias que sirven de nutriente.
Para el derecho, alimento no es sólo el sustento diario que requiere una persona para
vivir, comprende, además, los medios necesarios para que una persona pueda
subsistir.
1.1.CONCEPTO DE ALIMENTOS
La palabra “alimentos” proviene del latín alimentum, que se asocia a la figura de
comida, sustento, dícese también de la asistencia que se da para el sustento.
"Es la facultad que se otorga a una persona para recibir de otra los recursos
necesarios para su subsistencia, en virtud de un precepto legal, de un convenio, de
una disposición testamentaria o como consecuencia de la comisión de un hecho
ilícito".
Cabanellas lo define como “las asistencias que por la Ley, contrato o testamento se
dan a algunas personas para su manutención y subsistencia; esto es, para comida,
bebida, habitación y recuperación de la salud, además de la educación e instrucción
cuando el alimentista es menor de edad”.
Los alimentos en Derecho de familia, son todos aquellos medios que son
indispensables para que una persona pueda satisfacer todas sus necesidades básicas,
según la posición social de la familia. Esta alimentación comprende los alimentos
propiamente dicho, la educación, transporte, vestuario, asistencia médica, etc.
En el Derecho de familia se ampara la necesidad que puede tener una persona de
recibir lo que sea necesario para subsistir, dada su incapacidad de procurárselos solo.
Dicha obligación recae normalmente en un familiar próximo (por ejemplo, los padres
respecto de los hijos, o viceversa; aunque también puede ser otro familiar directo).
Cuando un juez, mediante sentencia obliga al pago de cantidades mensuales por este
motivo, se le denomina pensión alimenticia. Por ejemplo, ese es el caso de la pensión
que un progenitor debe pagar al otro que convive con los hijos, por concepto de
manutención de los mismos, ya sea, durante su separación o tras el divorcio, o
simplemente porque los progenitores no conviven juntos (por ejemplo, hijos
extramatrimoniales de padres que nunca han convivido).
Los alimentos, en derecho de familia, constituyen una de las principales
consecuencias del parentesco y una de las fuentes más importantes de solidaridad
humana. Los cónyuges y los concubinos están obligados a darse alimentos, de la
misma manera que los padres están obligados a dar alimentos a sus hijos, uno de los
deberes esenciales de la responsabilidad parental o de la patria potestad, según los
países. A falta o por imposibilidad de los padres, la obligación recae en los demás
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ascendientes por ambas líneas (paterna y materna), que estuvieran más próximos en
grado. La obligación de dar alimentos es recíproca, de modo que el que los da tiene a
su vez derecho a pedirlos cuando los necesite.
En el caso del Perú, el artículo 472° del Código Civil, 2 aplicable en forma genérica
para adultos, ha sido modificado para los casos de menores por el Código de los
Niños y Adolescentes3 (artículo 101 °), con el siguiente texto: «Se considera
alimentos lo necesario para el sustento, habitación, vestido, educación, instrucción y
capacitación para el trabajo, asistencia médica y recreación del niño o adolescente.
También se considera alimentos los gastos del embarazo de la madre desde la
concepción hasta la etapa del post- parto».
1.2.NATURALEZA JURÍDICA
Sobre la naturaleza jurídica de los alimentos existen tres posturas: la tesis
patrimonialista, la tesis no patrimonialista y una tesis de naturaleza mi generis.
A. Tesis patrimonialista
Los derechos privados se dividen en patrimoniales, y extrapatrimoniales o no
apreciables en dinero.
Según MESSINEO (MESSINEO, 2001) el derecho de alimentos tiene
naturaleza genuinamente patrimonial, por ello concluye que puede ser objeto
de transmisión. Sostiene su tesis en que la nueva legislación italiana no
contiene ninguna indicación que justifique la concepción de aquel derecho
como dirigido también al cuidado de la persona de quien recibe alimentos.
“Es sintomático, agrega que, frente a instancias para que le confiriese el más
amplio ámbito de cuidado a la persona, el legislador haya conservado a la
relación de alimentos, el carácter patrimonial, en cuanto el deudor de los
alimentos, cuando haya dado cumplimiento a su prestación, puede
desinteresarse del modo y de la medida en que el alimentado la emplea tales
síntomas contradicen a la doctrina del cuidado de la persona.
El que entre las necesidades del alimentado, la ley incluya también la de la
educación y la de la instrucción, se comprende porque en una sociedad civil,
las necesidades, aún las más estrictas de la persona, no se agotan con las
sustancias alimenticias, la habitación y el vestido. La inaccesibilidad del
crédito de alimentos se explica, además, corno medida de defensa de la
persona que recibe los alimentos contra el peligro de su propia prodigalidad.
La imponibilidad de la prestación alimentaria en comprensión se explica
considerando que el estado de necesidad del alimentado no tolera que el
deudor pueda sustraerse, por ninguna causa, a la obligación de abonar los
alimentos mediante numeratio precuniae.
Esta concepción ya ha sido ampliamente superada porque el derecho
alimentario no solo es de naturaleza patrimonial, sino de carácter
extrapatrimonial.
B. Tesis no patrimonial
Es la postura de Giorgio, Cicu y Ruggiero. Consideran los alimentos como un
derecho personal o extrapatrimonial, sostienen en virtud a un fundamento
ético-social y del hecho de que el alimentista no tiene ningún interés
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económico ya que la prestación recibida no aumenta su patrimonio, ni sirve
de garantía a sus acreedores, presentándose como una de las manifestaciones
del derecho a la vida, que es personalísima.
RICCI sostiene que «este derecho, eminentemente personal, no forma parte
de nuestro patrimonio, sino que es inherente a la persona, de la cual no puede
separarse y con la cual se extingue o perece» y que «así como es inherente a
la persona el derecho de alimentos, es también personal el deber de prestarlos,
es decir intransmisible a los herederos» (RICCI, 1999)
C. Tesis de naturaleza sui generis.
Sostenido por autores como Orlando Gomes y otros, dicen que la institución
de los alimentos es un derecho de carácter especial o sui generis de contenido
patrimonial y finalidad personal conexa a un interés superior familiar, que se
presenta como una relación patrimonial de crédito-débito, por lo que
existiendo un acreedor puede muy bien exigirse al deudor una prestación
económica en concepto de alimentos. (PERALTA ANDIA, 1996)
DE ROMANA al respecto dice: «Las dos relaciones obligacionales (la
crediticia en general y la alimentaria), se sostiene en efecto, son radicalmente
distintas. El principio que informa la teoría de la obligación común, es la
voluntad, y lo será siempre, aunque se prive a ésta de su autonomía y se le
restrinja en la medida necesaria para salvaguardar los intereses colectivos;
mientras que la característica de la obligación dentro del derecho de
alimentos, es precisamente el no ser voluntaria, sino legal. El error proviene
de haber aplicado a 47 los derechos de familia la división clásica de los
demás derechos, que los distingue en reales, como el de usufructo legal, por
ejemplo, y de obligación, entre los que se cuenta el de alimentos. Porque tal
clasificación es meramente formal en este caso: se base en la estructura y no
en la naturaleza misma de los derechos familiares, que es distinta y peculiar.
En realidad, de la familia nacen derechos absolutos que, en consonancia con
los estados personales que los originan, tienen una eficacia universal, un
efecto jurídico que cumple fines superiores y sobrepasa a los meramente
individuales”. (DE ROMAÑA)
Esta postura es la sostenida por el Código Civil de 1936 y el actual (1984),
aunque no lo señalen de manera expresa.
1.3.FUNDAMENTO
El fundamento de la institución de los alimentos está en la solidaridad humana, la
obligación moral de asistir a quien necesita auxilio.
Visto desde la óptica ética o religiosa es inaceptable que un pariente próximo (un
hijo, un padre anciano, etc.) sufra pobreza, mientras el padre o el hijo viven en la
riqueza. Del mismo modo, una persona incapacitada de proveerse por sí mismo los
alimentos, debe recurrir al pariente más próximo a fin de ser socorrido en sus
necesidades vitales.
El título esencial para obtener los alimentos es el parentesco, por ello su naturaleza
de deber jurídico y natural. Es un deber que se funda en la equidad. De allí se
desprende que el derecho de alimentos le concierne a todos de una manera recíproca
y solidaria dentro de una relación parental.
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De aquí que se desprende que estas necesidades alimentarias de ninguna manera
podrán ser suntuarias sino vitales.
A. TUTELARIDAD
Tienen derecho a percibir alimentos toda persona (niños y adolescentes) aún
mayores de edad si se encontrasen en estado de necesidad, incapacidad física o
mental o en el caso de los hijos solteros que estén siguiendo con éxito estudios de
una profesión u oficio hasta los 28 años de edad (Arts. 473, 483, 415, 414. 424
del C.C; art. 93 del C.N.A)
B. EQUITATIVIDAD
La pensión alimenticia se establece en proporción a las necesidades de quien los
pide y a las posibilidades del que debe darlos, atendiendo además a las
circunstancias personales de ambos, especialmente a las obligaciones a que se
halla sujeto el deudor. No siendo necesario investigar rigurosamente el monto de
los ingresos del que debe prestar los alimentos, (art. 481 del C.C.).
C. MANCOMUNIDAD
Cuando sean dos o más los obligados a dar los alimentos, se divide entre todos el
pago de la pensión en cantidad proporcional a sus respectivas posibilidades (art.
477 del C.C.).
D. SOLIDARIDAD
Sin embargo, en caso de urgente necesidad y por circunstancias especiales, el
juez puede obligar a uno solo a que los preste, sin perjuicio de su derecho a
repetir de los demás la parte que les corresponda, (art. 477 del C.C).
E. CONMUTABILIDAD
El obligado a prestar alimentos puede pedir que se le permita dar los alimentos en
forma diferente al pago de una pensión, cuando motivos especiales justifiquen
esta medida (art. 489 del C.C).
F. UMITATIVIDAD
Existe un límite en la pretensión alimentario y está señalado en el art. 485 del
C.C, se refiere a que el alimentista que sea indigno de suceder o que pueda ser
desheredado por el deudor de los alimentos, no puede exigir sino lo estrictamente
necesario para subsistir.
G. RECIPROCIDAD
En el derecho alimentario las personas que forman parte de la relación
alimentaria son obligados y beneficiarios, ya que este derecho deber es recíproco.
Vale decir que se deben alimentos los cónyuges, los ascendientes y
descendientes, los hermanos. Esta situación de ser obligado o beneficiaría
únicamente estará supeditada al estado de necesidad en que se encuentre una de
las partes y su imposibilidad de suministrarse por sí mismo su sustento (art. 474
del C.C). El hecho de que sea recíproca no quiere decir además que deba guardar
total equivalencia.
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H. VARIABILIDAD
La pensión alimenticia se incrementa o reduce según el aumento o la disminución
que experimenten las necesidades del alimentista y las posibilidades del que debe
prestaría. Esta variabilidad puede ser automática en el caso de que el monto de la
pensión se hubiere fijado en un porcentaje de las remuneraciones del obligado,
no siendo necesario por ello nuevo juicio para reajustaría (art. 482 del C.C).
I. EXTINGUIBILIDAD
La obligación de prestar alimentos se extingue por la muerte del obligado a del
alimentista. En caso de muerte del alimentista, sus herederos están obligados a
pagar los gastos funerarios (art. 486 del C.C).
J. SUSTUIDAD
Si teniendo en cuenta las demás obligaciones del obligado principal a prestar
alimentos, en caso de ausencia o desconocimiento de su paradero, éste no se halla
en condiciones de prestados están obligados los parientes (arts. 478 del C.C y art.
93 del C.N.A.).
K. PRORROGABILIDAD
La obligación de prestar alimentos deja de regir al llegar los menores
beneficiarios a la mayoría de edad. Esta obligación se prórroga, cuando éste no se
encuentre en aptitud de atender a su subsistencia por causas de incapacidad física
o mental debidamente comprobadas (art. 473 del C.C). Subsiste la 50 obligación
de proveer al sostenimiento de los hijos e hijas solteros mayores de dieciocho
años que estén siguiendo con éxito estudios de una profesión u oficio hasta los 28
años de edad (art. 424 y 483 del C.C.)
L. DIVISIBILIDAD
La pensión alimentaría se divide entre todos los obligados inmediatos, respecto a
un determinado beneficiario, en forma proporcional a sus posibilidades (art. 477
del C.C.)
M. INDISTINCIÓN
Todos los hijos tienen iguales derechos y deberes (art. 235 del C.C). Estando
prohibida toda mención sobre el estado civil de los padres y sobre la naturaleza
de la filiación en los registros civiles y en cualquier otro documento de identidad
(Constitución art. 6).
N. IMPRESCRIPTIBILIDAD
El transcurso del tiempo no hace perder el derecho a reclamar alimentos según lo
ha interpretado unánimemente la doctrina. Se interpreta que lo que no prescribe
es el derecho a solicitar alimentos, pero sí prescribe el derecho a cobrar las cuotas
ya vencidas y aún no percibidas.
O. RESARCITORIEDAD
Es la indemnización que le corresponde a la mujer gestante. Así lo establece el
artículo 92 del Código de los Niños y Adolescentes. Considerando como
alimentos “los gastos del embarazo de la madre la concepción hasta la etapa de
postparto”. Así, también el artículo 414 del C.C. establece en los casos de
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declaración de paternidad extramatrimonial judicial, así como cuando el padre ha
reconocido al hijo, la madre tiene derecho a alimentos durante los sesenta días
anteriores y los sesenta posteriores al parto, así como al pago de gastos
ocasionados por éste y por el embarazo. Estas acciones son personales, deben ser
interpuestas antes del nacimiento del hijo o dentro del año siguiente.
P. INDIVIDUALIDAD
La asignación alimentaria es un derecho personalísimo que garantiza la
subsistencia permanente del beneficiario, mientras tenga necesidad de ella, no
pudiendo ser objeto de transferencia intervivos, ni de sucesión mortis-causa. El
derecho-obligación alimentario, revela su condición de personalísimo. Así el
derecho alimentario es un derecho no transmisible por el acreedor. No resulta
aceptable que a la muerte del alimentado, sus herederos continúen gozando de un
beneficio que sólo por el estado de necesidad del pariente o por la condición de
cónyuge o hijo menor del alimentado, le ha conferido al causante.
A consecuencia del carácter personal del deber-derecho alimentario, afloran otros
caracteres como:
Q. OPTATIVIDAD
Porque es el Derecho Alimenticio, el obligado a la prestación puede pedir los
alimentos al obligado o al pariente. Así lo establece el artículo 478 del C.C: «Si
teniéndose en cuenta las obligaciones del cónyuge deudor de los alimentos, no se
halla en condiciones de prestarlos sin poner en peligro su propia subsistencia,
según su situación, están obligados los parientes antes que el cónyuge.»
R. CESATIVIDAD
Cesa la obligación alimentaria del cónyuge obligado hacia el alimentista, cuando
éste abandona la casa conyugal sin justa causa y rehúsa volver a ella. En este
caso el juez puede según las circunstancias, ordenar el embargo parcial de las
rentas del abandonante en beneficio del cónyuge inocente y de los hijos (art. 291
del C.C).
S. EXONERABILIDAD
El obligado a prestar alimento puede pedir que se le exonere si disminuyen sus
ingresos, de modo que no pueda atendería sin poner en peligro su propia
subsistencia, o si ha desaparecido en el alimentista el estado de necesidad (art.
483 del C.C).
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1.5.CLASIFICACIÓN DE LOS ALIMENTOS
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mensualidades adelantadas, las que serán descontadas de la que se establezca
en la sentencia definitiva”.
C. Alimentos definitivos.- Son los alimentos que se conceden en forma fija, en
la forma y magnitud establecida por el Juez al pronunciar sentencia.
Solamente estará sujeto a reducción o aumento según se reduzcan las
necesidades del alimentado o aumenten las posibilidades económicas del
obligado.
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CAPITULO II
OBLIGACION ALIMENTARIA
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En el caso de alimentos destinados a niños y adolescentes se ha establecido un orden
preferente distinto (art. 93 del Código de los Niños y Adolescentes). Siendo dicho
orden el siguiente: 1) Los padres, 2) Los hermanos, mayores de edad, 3) Los abuelos,
4) Los parientes colaterales hasta el tercer grado, 5) Otros responsables (tutor,
colocador, etc.).
Además, existen obligados a prestar alimentos sin reciprocidad. Los mismos que
tendrán la obligación de pasar pensión alimenticia, sin derecho a ser amparados ellos
en otro momento de necesidad. Estos obligados son:
El padre del hijo alimentista (art. 416 del C.C).
El ex-cónyuge de matrimonio invalidado con respeto al ex-cónyuge que
contrajo nupcias de buena fe (art. 284 del C.C.)
El padre con respecto al hijo mayor de edad reconocido. Pudiendo ser
recíproco este derecho si existe una posesión constante de estado padre-hijo
previa, o hubo consentimiento del reconocimiento por el hijo (art. 398 del
C.C).
El padre con respecto al hijo declarado judicialmente (art. 412 del C.C).
El padre con respecto a la madre del hijo extramatrimonial que percibió
alimentos durante los sesenta días anteriores y los sesenta días posteriores al
parto (además del derecho al pago de los gastos ocasionados por el parto y
por embarazo) (art. 414 del C.C).
El tutor con relación al pupilo (art. 526 del C.C). En cambio, si tendrá
derecho a una retribución que fijará el Juez teniendo en cuenta la importancia
de los bienes del menor, y el trabajo que ha demandado su administración en
cada período. Nunca excederá dicha retribución del ocho por ciento de las
rentas o productos líquidos consumidos ni diez por ciento de los capitalizados
(art. 539 del C.C).
Otros obligados a la prestación alimentaria en forma recíproca son:
Los ex-cónyuges cuyo vínculo matrimonial fue disuelto por divorcio (art. 350
del C.C).
Los ex-convivientes (art. 326 del C.C.)
Ascendientes y descendientes
Hermanos
Atentar contra la vida del cónyuge;
Injuriar gravemente al cónyuge;
Abandonar injustificadamente la casa conyugal por más de dos años
continuos o cuando la duración sumada de los períodos de abandono exceda a
este plazo;
Conducta deshonrosa.
En el supuesto de haberse producido la separación de cuerpos, sea por causal
específica o convencional, el juez señalará en la sentencia la pensión alimenticia que
uno de los cónyuges debe pasar al otro.
2.2.DERECHO ALIMENTARIO DE LOS HIJOS
2.2.1. GENERALIDADES
El más importante deber moral y jurídico es la obligación de los padres de
alimentar a sus hijos. Este derecho se origina en la consanguinidad. Comprende,
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cuando los hijos son niños o adolescentes: sustento, habitación, vestido,
asistencia médica, educación, instrucción, capacitación para el trabajo y
recreación. Se incluyen los gastos de embarazo y parto desde la concepción hasta
la etapa del posparto, cuando no estén cubiertos de otro modo (por medio de la
madre como beneficiaria).
En el caso de los hijos mayores de edad continua la percepción de estos
alimentos amplios, si es soltero y está siguiendo con éxito estudios de una
profesión u oficio hasta los 28 años de edad. También, continúa en los hijos e
hijas solteros que no se encuentren en aptitud de atender a su subsistencia por
causas de incapacidad física o mental debidamente comprobadas (art. 424 del
C.C).
En el caso lamentable, del hijo mayor de edad, que se encuentre en estado de
necesidad y la causa que lo ha reducido a la miseria sea su propia inmoralidad, o
en el caso del hijo mayor de edad que sea indigno de suceder o que pueda ser
desheredado, en ambos casos la obligación alimentaría se reducirá a lo
estrictamente necesario para subsistir (alimentos restringidos). El deber
alimentario en circunstancias normales se cumpla de manera voluntaria,
pudiendo exigirse en vía judicial cuando los padres se nieguen a hacerlo, sobre
todo cuando existe estado de necesidad. Respecto a los hijos menores se presume
dicho estado de necesidad. Tratándose de hijos e hijas mayores de edad, dicho
estado deberá acreditarse necesariamente.
Esta obligación alimenticia de los padres continua, aún en el caso de suspensión
o extinción de la patria potestad. Todos los hijos tienen iguales derechos, sean
matrimoniales o extramatrimoniales. Situación que solo está supeditada a que
exista dicho estado paterno filial. Obstáculo muy grande, en el caso de los hijos
extramatrimoniales no reconocidos ni declarados judicialmente. Cuyo número y
población es considerable. Situación distinta tienen los denominados hijos
alimentistas, que no gozan de dicho estado paterno filial, pero el juez puede
declarar la obligación alimentaria a cargo de una persona (que no tiene estatus de
padre).
2.2.2. ALIMENTOS DE LOS HIJOS MATRIMONIALES
Los hijos matrimoniales gozan de todas las bondades y aprecio de los padres,
contando con el más consistente respaldo legal. La norma dispone que los
cónyuges se obligan mutuamente por el hecho del matrimonio a alimentar y
educar a sus hijos. No interesando el régimen en vigor (sociedad de gananciales o
separación de patrimonios) ambos cónyuges están obligados a contribuir con el
sostenimiento del hogar según sus respectivas posibilidades y rentas. Este
derecho experimenta modificaciones más o menos importantes en los siguientes
casos:
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a los hijos extramatrimoniales. Si esta conducta fue atribuida a uno de ellos,
la situación alimenticia es semejante a la de los hijos de padres divorciados.
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años), un varón que hubiese mantenido relaciones sexuales con la madre en la época
de la concepción.
Es una presunción de paternidad para el sólo efecto alimentario. No constituyendo un
verdadero estado paterno filial.
La pensión continua vigente si el hijo alimentista, llegado a la mayoría de edad, no
puede proveer a su subsistencia por incapacidad física o mental.
Una manera de exonerarse del pago de esta pensión alimenticia es el sometimiento
del demandado junto con el supuesto hijo a la aplicación de la prueba genética u otra
de validez científica con igual o mayor grado de certeza.
Si estas dieran resultado negativo de paternidad, quedará exento de la pensión
alimenticia.
Aquí se da el caso de una pensión alimenticia que puede ser solicitada inclusive
después de fallecido el presunto padre. En dicha situación la sucesión sólo pagará al
hijo alimentista hasta un tope constituido por la porción de la masa hereditaria que le
habría correspondido como heredero si hubiese sido reconocido o declarado
judicialmente (art. 417 del Código Civil) como hijo.
2.4.MONTO DE LA PENSIÓN ALIMENTICIA
Por lo general para establecer la cuantía de la pensión alimenticia la encontramos en
el artículo 481 del Código Civil, los alimentos se regulan por el juez en proporción a
las necesidades de quien los pide y a las posibilidades del obligado, atendiendo
además a las circunstancias personales de ambos, especialmente a las obligaciones a
que se halle sujeto el deudor». No siendo necesario investigar rigurosamente el
monto de las peticiones del que debe prestar los alimentos.
Otro aspecto necesario para determinar el monto de la pensión alimenticia, si se trata
de alimentos congruos para menores de edad, alimentos congruos para mayor de
edad o si son alimentos restringidos solo necesarios para la subsistencia.
Por otro lado no existe cosa juzgada en materia de pensión alimenticia, ya que esta
puede incrementarse o se según el aumento o la disminución que experimenten las
necesidades del alimentista y las posibilidades del obligado debe prestarla. Pudiendo
inclusive el obligado pedir que se le exonere de la misma, si disminuyen sus
ingresos, de modo que no pueda atendería sin poner en peligro su propia
subsistencia, o si ha desaparecido en el alimentista el estado de necesidad.
También se puede fijar el monto de la pensión en un porcentaje de las
remuneraciones del obligado, no siendo necesario, en dicho caso, un nuevo juicio
para reajustada. Produciéndose dicho reajuste en forma automática las variaciones de
dicha remuneración.
Con prescindencia del monto demandado, el juez al momento de expedir sentencia o
de su ejecución debe realizarlo a su valor real. Para tal efecto debe tener en cuenta el
valor que la prestación tenga al día de pago, disposición legal diferente o pacto en
contrario. Pudiendo realizarse la actualización en función al índice de precios al
consumidor acumulado en el tiempo que duró el respectivo proceso, a fin de
mantener el monto dado en valor constante.
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Por consiguiente, no existe un monto mínimo que se pueda demandar como
prestación alimenticia. En cuanto a si se define el monto máximo, debemos decir que
no deberá exceder del sesenta por ciento del total de ingresos, con la educción de los
descuentos establecidos por ley (incluyendo asignaciones familiares, bonificaciones,
gratificaciones, etc.) Ya que este es un límite establecido en el inc. 6 del artículo 648
del Código Procesal Civil porcentaje embargable de las remuneraciones y pensiones
cuando se trata de garantizar obligaciones alimenticias. Además la pensión
alimenticia genera intereses (art. 567 del Código Procesal Civil).
Siendo el proceso, sobre la base de la propuesta que formulen las partes, el Secretario
de Juzgado practicará liquidación de las pensiones devengadas y de los intereses
computados a partir del día siguiente de la notificación de la demanda (art. 568 del
C.P.C).
2.5.FORMA DE LA PRESTACIÓN ALIMENTARIA
En cuanto a la forma en que puede ser cumplida la obligación alimentaria, existen
tres maneras; en dinero, en especie y en forma mixta.
Pensión alimenticia en dinero es la manera general de cumplir dicha obligación.
Siendo esta forma la que conocen los tribunales judiciales.
El pago debe realizarse en periodos adelantados y se ejecuta aunque haya apelación
(art. 566 del Código Procesal Civil).
Si el pago se hace por consignación judicial se hará entrega inmediata al acreedor sin
trámite alguno.
La satisfacción de la obligación alimentaria en especie, está señalada en el artículo
484 del Código Civil, y procede cuando existan motivos especiales que justifiquen
dicha medida. Estos motivos podrían ser el que el acreedor alimentario viva en el
mismo techo del obligado. No procedería dicho pedido en caso de separación de
cuerpos, divorcio o invalidez del matrimonio.
La forma mixta se da en los convenios alimentarios homologados posteriormente.
Aquí se abona una parte en dinero y otra en especie (pago de colegios, gastos
médicos o de cualquier otro tipo).
2.6.VARIACIÓN DE LOS ALIMENTOS GENERALIDADES
Por el proceso de alimentos una relación jurídica procesal sui generis en la que se
ventilan intereses de solidaridad humana, se contempla la posibilidad de que emitido
el fallo varíen algunas circunstancias previstas en la ley surjan otras conjeturas que
permitan el acceso de las partes al proceso terminado. Así, la doctrina señala que este
tipo de procesos no adquiere autoridad de cosa juzgada, aunque si puede quedar
consentida y nada.
Los artículos 482 y 483 del Código Civil establecen si concurrieran algunas
circunstancias puede el interesado solicitar al Juzgador que se resuelva nuevamente
la situación.
Un supuesto diferente al aumento de pensión alimenticia se da en el supuesto
estableado en el artículo 567 del Código Civil, que se refiere a un proceso ya
sentenciado, pudiendo el monto de la pensión ser actualizada por el pedido del
alimentista. La actualización se realizará en función al índice de precios al
19
consumidor acumulado en el tiempo en que duró el respectivo proceso. Este supuesto
solo se da en el caso de que la pensión de alimentos se fijara en suma determinada de
dinero y no en el caso que se establezca en un porcentaje de la remuneración del
alimentante.
Otra forma de variación de la pensión alimenticia se puede dar en el caso señalado en
el artículo 484 del Código cuando el obligado debido a motivos especiales que
justifiquen dicha medida solicite la variación de la forma realiza la prestación a otra
diferente al pago de una pensión, como por ejemplo brindando los alimentos en
bienes etc. Este caso se puede dar cuando varíe la tenencia del menor, pasando el
mismo al cuidado del antes.
2.7.REDUCCION Y AUMENTO
La sentencia que establece la pensión de alimentos no produce cosa juzgada material,
pudiendo ser modificada posteriormente en el caso que varíen las circunstancias de
hecho en las cuales se establecieron.
El Artículo 482 del Código Civil establece la posibilidad de reajustar la pensión
alimenticia ya predeterminada, pudiendo solicitarse el aumento o la reducción de la
misma en los siguientes casos:
Si aumentan las necesidades del alimentista, procederá el aumento de la pensión
alimenticia.
Si aumentan las posibilidades económicas del alimentante, procederá el aumento de
la pensión alimenticia.
Si se reducen las necesidades del alimentista, procederá la reducción de la pensión
alimenticia.
Si se reducen las posibilidades económicas del alimentante, procederá la reducción
de la pensión alimenticia.
2.8.CESE DE LA OBLIGACIÓN ALIMENTARIA
Es la suspensión definitiva o temporal de la obligación alimentaria, ocurre en los
siguientes casos:
A. Cuando uno de los cónyuges abandona la casa conyugal sin justa causa y
rehúsa volver a ella (artículo 291 del Código Civil) cesa la obligación de uno
de los cónyuges (el abandonado) de alimentar al otro. Pudiendo,
adicionalmente el juez, ordenar el embargo parcial de las rentas del
abandonante en beneficio del cónyuge inocente y de los hijos, quedando sin
efecto el mandamiento de embargo cuando lo soliciten ambos cónyuges.
La obligación alimentaria subsiste para el cónyuge que se queda en el
domicilio conyugal.
B. Por el divorcio cesa la obligación alimenticia entre los ex-cónyuges (artículo
350 del Código Civil); señalar que el cese de la obligación alimentaria se
produce por imperio de la ley en todos los casos de por culpa de uno de los
cónyuges; de mutuo acuerdo; o por separación de hecho, digna de resaltar es
el hecho que en las demandas por separación convencional se especifica
20
muchas acuerdo entre los cónyuges en el sentido de que uno de ellos le
proporcionará pensión alimenticia al otro. Este acuerdo es plenamente válido
hasta el momento de la emisión de la sentencia de divorcio vincular.
Esto debido a que existe norma expresa que declara el cese de la obligación
alimentaria entre marido y mujer como consecuencia de la disolución del vínculo
matrimonial.
En la práctica judicial algunos magistrados, ante este hecho obran por respetar el
acuerdo de voluntades por encima de la ley. Situación incorrecta, ya que esta
obligación no puede continuar indefinidamente. El imperativo contundente y con el
divorcio cesa la obligación alimentaria. Pudiendo los interesados conceder alimentos
cónyuge, pero bajo la forma voluntaria de la donación.
Este cede de la obligación alimentaria por el divorcio tiene excepciones establecidas
en la norma, así se declara el divorcio por culpa de uno de los cónyuges y el otro
careciere de bienes propios o de gananciales suficientes o imposibilitado de trabajar
o de subvenir a sus necesidades por otro medio, el juez le asignará una alimenticia no
mayor de la tercera parte de la renta de aquel. Inclusive el excónyuge puede, por
causas adir la capitalización de la pensión alimenticia y la entrega del capital
correspondiente.
Otra excepción se da en caso de indigencia de uno de los excónyuges, aún del que
hubiese dado motivos para el divorcio dicha situación éste deberá ser socorrido por el
otro.
Cesa automáticamente la obligación alimenticia del ex-cónyuge divorciado (de igual
manera que el ex cónyuge cuyo matrimonio contraído de buena fe fue invalidado) si
el alimentista contrae nuevas nupcias (último párrafo del artículo 350 del Código
Civil).
Cesa la obligación alimenticia establecida por resolución judicial cuando los hijos
menores llegan a la de edad (18 años). Según lo establece el segundo párrafo del
artículo 483 del Código Civil. Existiendo excepciones a esta regla:
A. Cuando subsiste el estado de necesidad en el alimentista por causas de
incapacidad física o mental debidamente das (arts. 483 y 424 del C.C), puede
pedir que la obligación continué vigente.
B. Cuando el hijo o hija solteros mayores de dieciocho años estén siguiendo con
éxito estudios de una profesión u oficio, hasta los 28 años de edad (art. 424 y
483 del C.C), puede pedir que la obligación continué vigente.
C. Cuando el hijo mayor de edad se encuentra en estado de necesidad y no se
pueda atender a su subsistencia por e inmoralidad (art. 473 del C.C.) o éste
sea indigno de suceder o pueda ser desheredado (art. 485 del C.C.) por el
deudor de alimentos, solo puede exigirlo estrictamente necesario para
subsistir.
21
C.C). Debiéndose acreditar debidamente esta disminución en los ingresos.
Entonces se produce un traslado de la obligación hada otros obligados
conforme el 8 del Código Civil.
Esta exoneración no está referida al caso que el obligado tenga otras
obligaciones que cumplir y que dicha disminución ponga en peligro su
subsistencia. En tal caso sería declarada improcedente la petición.
22
con respecto al fallecido. Pudiendo subsistir el estado de necesidad del
alimentista. En dicho caso, vendría a asumir otro obligado secundario la
provisión de los alimentos, tal como lo establece el artículo 475 del Código
Civil.
Esto no porque haya recibido esa obligación del deudor fallecido, sino porque
su vínculo jurídico parentesco) con el alimentista lo convierte en obligado
principal.
Si en caso que el obligado al pago de pensión alimenticia tuviere herencia que
transmitir. En dicha situación, tal como lo establece el artículo 728 del
Código Civil, la porción disponible quedará gravada hasta donde fuera
necesario para cumplida.
CONCLUSIONES
Viendo la situación actual de la familia, estamos siendo no sólo testigos sino artífices
de una honda crisis en la institución, donde hay un quebrantamiento de la disciplina
familiar, una relajación de las costumbres, un aumento considerable y alarmante de
los divorcios, una despreocupación por los hijos, incluso la familia ya no cumple su
papel institucional como antes lo hacía.
Por tanto, los alimentos representan un conjunto de necesidades a cubrir por aquellas
personas que la ley establece, derivados de los diferentes vínculos reconocidos y
regulados por el derecho, como son el parentesco, el matrimonio o el concubinato.
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El derecho a los alimentos es un derecho humano fundamental de atención
prioritaria, puesto que se encuentra estrechamente ligado a la subsistencia y
desarrollo de la persona; por ello goza de protección, no solo en la legislación
Constitucional nacional, sino también en los tratados internacionales, como es la
Convención sobre los Derechos del niño.
BIBLIOGRAFIA
Manual de Derecho de Familia – Rebeca S. Jara y Yolanda Gallegos
Derecho de Familia – Karina Manrique Gamarra
WEB
http://repositorio.upao.edu.pe/bitstream/upaorep/805/1/MALDONADO_RENZO_OBLIGA
CI%C3%93N_ALIMENTARIA_HECHO%20PROPIO.pdf
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ANEXOS
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FUNDAMENTOS DEL RECURSO:
Que, el recurso de casación fue declarado procedente mediante resolución del veintisiete de
marzo del dos mil siete, por la causal prevista en el inciso primero del artículo trescientos
ochenta y seis del Código Procesal Civil, en virtud de lo cual la recurrente denuncia la
interpretación errónea del artículo trescientos cincuenta del Código Civil, toda vez que el Ad
quem olvida que es a la parte demandante a quien corresponde la carga probatoria de los
hechos que configuran su pretensión, por ser él quien demanda el cese de la pensión
alimenticia, debiendo acreditar los presupuestos para que se acceda a su petición, como bien
lo ha establecido el A quo en el considerando noveno de su sentencia al señalar, respecto de
la demandada, que “…no se ha acreditado que tenga gananciales o ingresos suficientes para
subsistir, puesto que el hecho de que en su declaración de parte prestada en la Audiencia de
Pruebas haya manifestado que realiza trabajos temporales a cambio de un pago de ciento
cincuenta nuevos soles, no la hace salir del estado de necesidad en que se encuentra, por lo
que debe continuar la obligación del demandante para con la cónyuge” (sic), asumiendo
claramente que corresponde acreditar al actor que su cónyuge no se encuentra dentro de los
alcances del artículo trescientos cincuenta segundo párrafo del Código Civil, debiendo
tenerse en cuenta para esos efectos los artículos doscientos y ciento noventa y seis del
Código Procesal Civil; y,
CONSIDERANDO:
Primero.- Que, conforme lo han establecido las instancias de mérito y así también se
acredita con las copias certificadas de las principales piezas judiciales del expediente
número mil trescientos noventa y uno dos mil dos, remitidas por el Sexto Juzgado de Paz
Letrado de Trujillo, obrantes a fojas doscientos veintiuno a doscientos treinta, Sandra
Maribel Contreras Morillo ha seguido contra su cónyuge Santos Miguel Moreno Rodríguez
(hoy demandante) proceso de alimentos a favor de aquella y de su menor hijo Leonnel
Cristian Jordyn Moreno Contreras, el mismo que culminó con sentencia consentida del
veinte de marzo del dos mil tres. En dicha sentencia, el Juez de Paz Letrado declaró fundada
la demanda de alimentos y dispuso que el demandado acuda con una pensión alimenticia
mensual y adelantada a partir de la citación de la demanda, a favor de la demandante y del
menor hijo de ambos, equivalente al 40% del total de su remuneración, incluyendo
gratificaciones, bonificaciones, comisiones y cualquier otro ingreso permanente, con la
única deducción de los descuentos de ley, más intereses legales, tal como fluye de la
indicada sentencia que corre a fojas doscientos veintinueve;
Segundo.- Que, el Juez de la causa amparó la demanda de divorcio por la causal de
separación de hecho y, a su vez, la reconvención de divorcio por la causal de adulterio,
declarando disuelto el vínculo matrimonial contraído entre las partes pero dejando
subsistente la pensión de alimentos fijada por el Sexto Juzgado de Paz Letrado de Trujillo a
favor de la demandada y del hijo matrimonial. Dicha decisión fue apelada por el actor
precisamente en el extremo relativo a los alimentos, alegando que el A quo no tuvo en
cuenta lo dispuesto en el artículo trescientos cincuenta del Código Civil, según el cual por el
divorcio cesa la obligación alimenticia entre el marido y la mujer, además que, respecto del
menor, tampoco se ha tenido en cuenta su pedido de reducción de alimentos por tener otras
cargas familiares, y que son ambos padres los que deben concurrir para su sostenimiento;
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Tercero.- Que, la Sala Superior confirmó la apelada en cuanto deja subsistente los alimentos
a favor del hijo de las partes (por no haber acreditado el actor las cargas familiares que
alega, ni la disminución de las necesidades del alimentista), pero revoca la misma sentencia
en cuanto se refiere a los alimentos de la cónyuge demandada y, reformándola, dispone el
cese de la pensión alimenticia asignada a su favor por el Sexto Juzgado de Paz Letrado de
Trujillo, pues estima el Colegiado que, por regla general, al producirse el divorcio cesa la
obligación alimenticia entre los cónyuges, correspondiendo a la cónyuge demandada
acreditar la concurrencia de alguno de los presupuestos establecidos en el segundo párrafo
del artículo trescientos cincuenta del Código Civil, más aún si aquella se encuentra en
aptitud de poder realizar una actividad económica;
Cuarto.- Que, existe interpretación errónea de una norma de derecho material sólo cuando
concurren los siguientes supuestos: I) el Juez establece determinados hechos, a través de una
valoración conjunta y razonada de las pruebas aportadas al proceso; II) que éstos, así
establecidos, guardan relación de identidad con los supuestos fácticos de una norma jurídica
determinada; III) que elegida esta norma como pertinente (sólo ella o en concurrencia con
otras) para resolver el caso concreto, la interpreta (y aplica); IV) que en la actividad
hermenéutica, el Juzgador, utilizando los métodos de interpretación, yerra al establecer el
alcance y sentido de aquella norma, es decir, incurre en error al establecer la verdadera
voluntad objetiva de la norma, con lo cual resuelve el conflicto de intereses de manera
contraria a los valores y fines del derecho y, particularmente, vulnerando el valor superior
del ordenamiento jurídico, como es el de la justicia;
Quinto.- Que, el artículo trescientos cincuenta del Código Civil regula los efectos de la
declaración de divorcio respecto de los cónyuges, siendo su efecto inmediato el cese de la
obligación alimenticia entre el marido y la mujer, obligación que nace del deber de
asistencia mutua como consecuencia inmediata del matrimonio que consagra el artículo
doscientos ochenta y ocho del citado Código material. El supuesto que la norma establece
parte de la premisa de que, al momento de la declaración de divorcio, ambos cónyuges se
estuvieran procurando alimentos mutuamente por el sólo hecho del matrimonio y de los
deberes que surgen de aquél, en cuyo caso, al darse por concluido el vínculo matrimonial,
inmediatamente cesan todos sus efectos, incluido el de prestarse alimentos entre las partes;
Sexto.- Que, puede darse el caso, sin embargo, que al momento de la declaración del
divorcio una o ambas partes se estuvieran prestando alimentos no por propia iniciativa o
como consecuencia del simple cumplimiento del deber que surge al instaurarse el vínculo
matrimonial, sino por efecto de un mandato judicial que impone coercitivamente el
cumplimiento de la obligación de asistencia establecida en la ley material. En esta
circunstancia, cabe establecer si es o no factible considerar si la regla general que dispone el
cese de la prestación alimenticia a causa del divorcio, es aplicable a los casos en que dicha
prestación haya sido impuesta por mandato judicial;
Sétimo.- Que, para ello, es pertinente considerar que, a diferencia de la generalidad de las
sentencias que tienen calidad de consentidas o ejecutoriadas, la recaída en un proceso de
alimentos no tiene la calidad de cosa juzgada, en razón de que los alimentos pueden ser
sujetos de aumento, disminución, exoneración, cese, entre otros, según sean las necesidades
del alimentista o la capacidad del obligado; por lo tanto, los procesos de los cuales derivan
permanecen siempre abiertos y no se consideran concluidos;
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Octavo. - Que, asimismo, el inciso segundo del artículo ciento treinta y nueve de la
Constitución Política del Estado dispone, entre otros, que ninguna autoridad puede avocarse
a causas pendientes ante el órgano jurisdiccional ni interferir en el ejercicio de sus
funciones, tampoco puede cortar procedimientos en trámite, ni modificar sentencias ni
retardar su ejecución;
Noveno.- Que, en el caso concreto, es de advertirse que el demandante viene abonando a la
demandada una pensión de alimentos en virtud a un mandato judicial recaído en el proceso
que siguen ante el Sexto Juzgado de Paz Letrado de Trujillo, el mismo que, por su
naturaleza, no constituye cosa juzgada; en tal contexto, las instancias de mérito no podían
pronunciarse sobre el cese de una obligación que ya fue determinada por otro órgano
jurisdiccional en un proceso que aún se encuentra en trámite; y si bien a tenor de lo
dispuesto en el artículo trescientos cincuenta del Código Civil, es efecto del divorcio
respecto de los cónyuges -entre otros-, el cese de la obligación alimenticia entre marido y
mujer, dicha norma debe ser interpretada dentro de un contexto en que los cónyuges se
hubieran prestado mutuamente, y sin coerción alguna, los citados alimentos, circunstancia
que no se presenta en este caso, pues fue la demandada quien, ante el cese unilateral del
aporte de parte del demandante, tuvo que recurrir al Poder Judicial para efectos de obtener
un fallo que lo compela a cumplir con prestarlos;
Décimo.- Que, interpretar lo contrario implicaría contravenir abiertamente lo dispuesto en el
inciso segundo del artículo ciento treinta y nueve de la Constitución Política del Estado, ya
que se estaría ordenando el cese de la pensión de alimentos dispuesta en un proceso judicial
distinto al que nos ocupa, vulnerando la independencia en el ejercicio de la función
jurisdiccional, pues es en dicho proceso, y no en éste, que el actor debe hacer valer las
razones por las cuales estima que ya no le corresponde seguir abonando los alimentos
ordenados por el Juez a favor de su cónyuge;
Décimo Primero.- Que, en consecuencia, existe interpretación errónea del artículo
trescientos cincuenta del Código Civil, cuando el Colegiado Superior estima que, aún
existiendo un proceso de alimentos en el que se ha determinado la obligación alimenticia a
cargo del demandante, debe cesar la prestación de aquella a favor de la cónyuge demandada,
porque ésta no acreditaría encontrarse dentro de los supuestos regulados en el segundo
párrafo de la norma antes citada, no obstante que tales aspectos -como se tiene referido-, no
corresponden ser analizados en este proceso sino en el que derive del otorgamiento de la
pensión alimenticia ya fijada por el Sexto Juzgado de Paz Letrado de Trujillo;
Décimo Segundo.- Que, por tanto, el artículo trescientos cincuenta del Código Civil debe
interpretarse sistemáticamente con la norma contenida en el artículo ciento treinta y nueve
de la Constitución Política del Estado, y concluirse que habiendo un proceso de alimentos en
trámite, el cese, exoneración o extinción de la prestación alimentaria debe resolverse en
dicho proceso;
Décimo Tercero.- Que, siendo así, al configurarse la interpretación errónea de una norma de
derecho material, el recurso de casación debe ampararse, procediendo conforme a lo
dispuesto en el inciso primero del artículo trescientos noventa y seis del Código Procesal
Civil, emitiendo pronunciamiento en sede de instancia, sin devolver el proceso a la instancia
inferior, para lo cual se debe tener en cuenta que respecto del menor alimentista Leonnel
Cristian Jordyn Moreno Contreras rigen similares criterios jurídicos que determinan la
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subsistencia de la obligación alimentaria a favor de su madre, como es la preexistencia de un
proceso judicial de alimentos en el que se deberá determinar si corresponde o no la
reducción del porcentaje de la asignación que solicita el actor en su escrito de demanda; por
estos fundamentos:
HA RESUELTO
Declarar FUNDADO el recurso de casación interpuesto por Sandra Maribel Contreras
Morillo, mediante escrito de fojas trescientos tres; CASARON la resolución impugnada, en
consecuencia, NULA la sentencia de vista de fojas doscientos noventa y ocho, su fecha
veintidós de setiembre del dos mil seis; y actuando en sede de instancia, CONFIRMARON
la sentencia de fojas doscientos cuarenta y seis, en el extremo apelado que declara
subsistente la pensión alimenticia a favor de la demandada Sandra Maribel Contreras
Morillo y del menor hijo de los justiciables Leonnel Cristian Jordyn Moreno Contreras,
conforme a la sentencia recaída en el proceso judicial número mil trescientos noventa y uno
dos mil dos, seguido ante el Sexto Juzgado de Paz Letrado de Trujillo, con lo demás que
dicho extremo contiene; DISPUSIERON se publique la presente resolución en el Diario
Oficial El Peruano; en los seguidos por Santos Miguel Moreno Rodríguez contra Sandra
Maribel Contreras Morillo sobre divorcio por la causal de separación de hecho; y los
devolvieron; interviniendo como Vocal Ponente el Señor Vocal Ticona Postigo.-
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