CARLOS Y SU MÁS GRANDE SUEÑO
1. Narrador (Voz en off)
2. Carlos (Niño huérfano)
3. José (Mejor amigo de Carlos)
4. Don Grimaldo (Esposo de Marisela)
5. Marisela (Cuidadora del orfanato)
Acto I
(Carlos sentado en una silla cerca a la ventana)
Narrador: Un día del mes de Agosto, se encontraba Carlos mirando por la ventana del
orfanato “Casa de luz”, muy triste y acongojado por la soledad emanada en aquel lugar, pues
todo lo que él quería era tener un familia.
(Carlos sentado cerca de la ventana mirando al horizonte)
Carlos: ¡Oh! (en tono de suspiro) cuanto quisiera tener un hogar, con un papá valiente y una
bella mamá que me cuide y mime todos los días, como si yo fuera el rayito de sol que
alumbra su vida.
(Carlos voltea y mira con ojos de tristeza a Marisela su cuidadora)
Narrador: Luego de aquellas palabras tan conmovedoras de Carlos, al marcar el reloj las
cuatro Marisela toma la decisión de acercarse al pequeño niño, entonces enseguida con voz
suave le pregunta.
(Marisela se acerca a Carlos y poza su mano sobre el hombro de Carlos)
Marisela: Carlitos ¿Qué tienes? ¿Qué te tiene tan acongojado el día de hoy?
(Carlos mira con tristeza e indiferencia a Marisela)
Carlos: No es nada señorita Marisela.
(Carlos inmediatamente inclina su cabeza hacia abajo y sus ojos se ponen llorosos)
Marisela: ¡No me mientas!, te conozco desde hace diez años, pues te recibí en mis brazos
cuando tan solo eras un bebe.
(Carlos mira fijamente a Marisela)
Carlos: La verdad es que me siento muy triste. Han pasado tantos años y nadie me adopta,
que aún no sé lo que es tener un hogar. A veces me siento prisionero.
(Carlos se suelta en llanto)
Narrador: Inesperadamente el esposo de Marisela escucha las palabras de Carlos y
mirándolo con intriga le dice.
Don Grimaldo: ¡Jovencito!, pero qué es lo que acabas de decir. Ahora esté muy atento tu
oído a mi consejo: De vez en cuando es bueno tomarnos un tiempo para mirar lo que hay
detrás de cada circunstancia, y así observar con sumo cuidado y detalle todo lo hermoso que
envuelve tu derredor.
Acto II
(Carlos coloca su rostro en gesto de pensar)
Narrador: Ante tal declaración, Carlos comienza a indagar en el profundo significado de las
palabras expresadas por Don Grimaldo, preguntándose a sí mismo.
Carlitos: ¿Qué debo ver que no estoy observando? ¿Qué debo valorar que no estoy
apreciando?
(Carlos mirando en un punto fijo recuerda todo lo que ha vivido en el orfanato)
Narrador: Después de meditar unos minutos, Carlos comprende aquellas palabras
emanadas por el sabio esposo de Marisela, y en seguida expresa lo siguiente:
Carlos: Pero ¡Cómo no lo vi!, ¡cómo no me di cuenta!, este es mi hogar, las personas de
aquí son mi familia. La bella señorita Marisela con sus cuidados, los partidos de fútbol con mi
mejor amigo José que es como mi hermano, los refranes del abuelito gruñón de Marisela, y
el dulce compartir diario con todos los demás compañeros que habitan aquí, quienes de
alguna u otra forma me han dado una mano amiga cuando más lo he necesitado.
(José corre hacia donde está Carlos)
José: Carlitos ven a jugar fútbol con nosotros.
(Carlos se queda pensando un rato)
Carlos: Eh sí, claro ¡vamos!
Narrador: Carlos rápidamente camina al patio central, mientras por su mente pasa una frase
que jamás habría de olvidar.
Carlos: Todo lo que quiera lo puedo alcanzar, pero todo lo que debo hacer, es vivir, valorar,
apreciar, y nunca dejar de soñar.