10 CARACTERÍSTICAS DE LA
EDAD MEDIA
Te explicamos todo sobre el período de la edad media, haciendo foco
en sus etapas y características generales.
Muchos consideran que la Edad Media fue una etapa oscura.
Edad Media
La Edad Media es el período histórico en Occidente comprendido entre la Edad
Antigua, (que finalizó con la desintegración del Imperio Romano de Occidente en el
siglo V) y la Edad Moderna (que comenzó para algunos después del descubrimiento
de América, en 1492 y para otros después de la caída de Constantinopla en 1453).
Por ende, constituye un período intermedio entre la Edad Antigua y
el Renacimiento y la Edad Moderna, tradicionalmente considerada como una etapa
de oscurantismo, retroceso en materia de artes, ciencias y humanidades y
predominio absoluto de la fe cristiana como doctrina única de pensamiento.
      Esto le ganó el sobrenombre del Oscurantismo o de las Edades Oscuras,
      contrastándola con el esplendor de la época grecorromana previa o del
      renacimiento italiano posterior.
      Se extendió por casi diez siglos durante los cuales fueron comunes las guerras y
      enfrentamientos religiosos, en especial contra las culturas árabes y el Islam, así
      como la implantación de un sistema de castas muy rígido y despótico
      denominado sistema feudal.
      Hoy se sabe que la Edad Media fue un período extenso y complejo, difícil de
      resumir o de comprender uniformemente, con sus ganancias y pérdidas en materia
      cultural, científica y política.
      Además: Época Medieval
      Características de la Edad Media
                                              Índice
      1. Origen del término
      2. Etapas de la Edad Media
      3. Feudalismo
      4. Teocentrismo
      5. Las cruzadas
      6. Agricultura
      7. Cultura
      8. Fragmentación del poder
      9. Cisma de Occidente
      10. El fin del medioevo
1. Origen del término
   No puede hablarse de Edad Media sino en el marco de la cultura occidental, por lo
   que este término no aplica para el estudio de África, Asia o América, sino que está
   acotado en Europa y, a lo sumo, el Medio Oriente.
   Esto en parte se debe a que durante el medioevo la civilización cristiana europea se
   cerró al resto del mundo, perdiendo contacto con las regiones aledañas a pesar de
   que éstas eran a menudo culturalmente ricas y prósperas, como las naciones
   Islámicas o las del resto del Viejo Mundo, o ni hablar con las americanas
   precolombinas.
   Esto explica, también, la sensación de oscurantismo con que a menudo se asocia
   este período.
2. Etapas de la Edad Media
       Alta Edad Media (aproximadamente del siglo V al XI). Es el período inicial
        del medioevo. Durante estos seis siglos se transforma el mundo romano y los
        distintos reinos grecolatinos en que se disolvió el Imperio Romano Occidental
        devienen reinos cristianos, preludio de lo que más adelante serán países. Se
        impone el modelo feudal de sociedad y el poder del Papa sobre occidente, en
        confrontación directa con el Imperio Bizantino. Durante este período ocurre la
        expansión del Islam, el intento de reunificación del Imperio Romano de parte
        del rey bizantino Justiniano, y el ascenso y la caída del Imperio Carolingio de
        los reyes francos Pipino el Breve y Carlomagno, entre otros hechos políticos
        relevantes.
       Baja Edad Media (del siglo XII al XV). Durante esta segunda parte se
        expande el sistema feudal, se producen reformas e innovaciones en la religión,
        la política y la filosofía, y sobre todo se llevan a cabo las cruzadas o guerras
        santas, en las que el Cristianismo intentó recuperar el control de Jerusalén y la
        tierra santa. En este período tiene origen la escolástica, la reforma gregoriana y
        las reformas monásticas, así como el surgimiento de la universidad y de la
        burguesía, clase social que tendría un impacto revolucionario en Occidente a
        partir del Renacimiento. En el siglo XIV las malas cosechas y los brotes de
        peste y demás enfermedades llevan a un colapso demográfico sin precedentes.
3. Feudalismo
  El sistema feudal o feudalismo fue el modelo imperante durante el medioevo, y
  consistía en la organización político-territorial de Europa en pequeños reinos
  llamados feudos (extensiones de tierra concedidos por el rey a los nombres), en los
  que tenía pleno poder el terrateniente o señor feudal.
  Allí vivían los campesinos que trabajaban para él y con quienes compartía el señor
  feudal el fruto de su trabajo, a cambio de protección militar y orden.
  En el modelo feudal existían tres clases sociales, con una marcada desigualdad:
      El campesinado. Los pobres y trabajadores, que no tenían mayores
       propiedades y que constituían el peldaño inferior de la pirámide, trabajaban
       para sus respectivos señores feudales.
      El clero. La iglesia detentaba un enorme poder, ya que había acaparado el
       conocimiento e incluso los reyes eran coronados por emisarios del Papa. La
       iglesia además poseía un poder moral y espiritual con impacto real en la
       sociedad, con organizaciones como la inquisición que ejercía castigos y
       decisiones.
      La nobleza. Los aristócratas eran nacidos de familias pudientes y de “sangre
       azul”, por lo que eran descendientes a su vez de otros nobles y terratenientes
       que controlaban el mayor valor de la época: las tierras. Allí albergaban a los
       campesinos y regían sobre ellos. Constituían la clase privilegiada de la que
       emergían los reyes y señores feudales.
  Ver más: Feudalismo
4. Teocentrismo
  La teocracia o el orden teocrático se llama al sistema político gobernado por la
  Iglesia y el clero, como lo fue durante buena parte del medioevo: los nobles eran
  favorecidos o desfavorecidos por el Papa y su autoridad era final, porque era la voz
  de Dios en la Tierra y no había textos legales o jurisprudencia laica que le
  contradijera.
   La Iglesia influía en todos los aspectos públicos y privados de la vida de las
   personas, imponiendo el orden divino y el temor a Dios por sobre todas las cosas.
   Esto sin duda cercenó toda posibilidad de avance en materia científica y de
   concepciones sociales. En el centro de todo estaba Dios y la Biblia.
5. Las cruzadas
   Dado que la posesión de la tierra era un factor clave para el crecimiento económico,
   las invasiones armadas para conquistar más tierras eran moneda corriente.
   Entre el siglo XI y el XIII tuvieron lugar nueve guerras santas o cruzadas, como se
   les conocía, pues los soldados cristianos iban pintados con la cruz a combatir a
   judíos, paganos y practicantes del islam en Tierra Santa, procurando restablecer el
   control del Papa sobre los territorios del Oriente Medio.
   En líneas generales fracasaron todas y tuvieron elevados costos políticos y en vidas
   humanas, pero movilizaron a gran parte de Europa y permitieron el contacto y la
   mezcla con regiones alejadas del continente.
6. Agricultura
   El medioevo fue un período principalmente agrícola y ganadero. La sociedad era
   primordialmente rural, con las ciudades como centros de comercio e intercambio o
   sedes burocráticas.
   El campesinado analfabeta podía aspirar a insertar un hijo suyo en el clero, para
   que lentamente ganara posición social y política mediante el estudio, o en la
   milicia, para que en alguna guerra destacara y ascendiera quizá al señorío.
   No obstante, la producción de alimentos y el intercambio entre regiones agrícolas
   fue el principal mecanismo económico, junto con la minería y la forja de metales.
7. Cultura
  Durante mucho tiempo se sostuvo que el medioevo había sido pobre en
  manifestaciones artísticas y literarias, pero hoy en día se sabe que no es tan así.
  Simplemente estuvieron todas atravesadas por el fervor religioso propio del primer
  cristianismo, y luego por la vigilancia celosa de la Inquisición y sus fanáticos.
  Sin embargo, sobrevivieron muchos escritos, relatos místicos y obras que
  exploraban los motivos judeocristianos y, además, numerosas tradiciones de origen
  pagano que no lograron ser erradicadas por la Iglesia y eran practicadas popular e
  informalmente: culto a la naturaleza, alquimia, sanación con hierbas, etc.
  Ver además: Cultura medieval
8. Fragmentación del poder
  Si bien existían reinos y principados, la defensa descansaba en los nobles y
  guerreros, de los que la permanencia de las casas reales dependía. Es por eso que la
  clase de los nobles era casi tan poderosa como los propios monarcas. Por otro lado,
  el clero era sumamente poderoso.
  Entre los años 1000 y 1500 se construyeron en toda Europa gran cantidad de
  castillos a modo de construcciones defensivas, que les servían a los señores
  feudales para poder controlar sus posesiones y reaccionar ante amenazas, es decir
  que no solo eran la residencia del señor feudal, también constituían la base de
  operaciones militares.
9. Cisma de Occidente
  Conocido también como el Cisma de Avignon, fue el resultado de una larga crisis
  que sufrió la IglesiaCatólica Apostólica Romana.
  En 1378, una vez muerto el Papa Gregorio XI, los cardenales romanos eligieron
  como sucesor al italiano Urbano VI, pero un grupo de cardenales disidentes
  proclamaron a Clemente VII, quien instaló su sede en Aviñón.
      Quedó así el mundo católico dividido, con dos sedes papales, una en Roma y otra
      en Aviñón.
10.          El fin del medioevo
      El medioevo llegó a su fin lentamente, a medida que la burguesía jugó cada vez más
      un rol determinante en la nueva sociedad, en la que el linaje y la nobleza no fueron
      más importantes que el capital y los negocios.
      Así, surgió luego del Renacimiento un mundo moderno que abolió el feudalismo y
      la teocracia.
      Fuente: https://www.caracteristicas.co/edad-media/#ixzz5iJayGlNu