La Literatura Ecuatoriana Llevada Al Cine.
La Literatura Ecuatoriana Llevada Al Cine.
La Literatura Ecuatoriana Llevada Al Cine.
Nombres: Daniela Cajamarca, Angel Fajardo, Karen Correa, Verónica Sarmiento &
Isabel Tenesaca.
Paralelo: 2 Semestre: 7mo
Objetivo general:
Caracterizar las obras de literatura ecuatoriana que han sido llevadas al cine mediante la
construcción de un dossier para el fomento de la literatura ecuatoriana en otras
plataformas.
Objetivos específicos:
Explicar la importancia de los recursos cinematográficos en el aula.
Identificar las obras de literatura ecuatoriana que han sido llevadas al cine.
Diseñar un recurso didáctico (dossier) con la información más relevante de las obras de
literatura ecuatoriana que han sido llevadas al cine.
Introducción:
Caracterización del problema:
La literatura ecuatoriana durante muchos años ha sido en palabras de Arcos (2005) una
literatura invisible, es decir, “que es algo que por alguna razón no se puede ver o no se
quiere ver, pero que sin embargo existe” (p.7). Desde el currículo educativo para la
educación general básica propuesto por el Ministerio de Educación del Ecuador existe
poca difusión de las obras literarias de autores ecuatorianos y en los pocos casos que se
encuentre alguna obra se remite a las obras “clásicas” o por usar otro término “las
mismas de siempre” que se han venido estudiando desde hace más de 20 años.
Antecedentes:
En cuanto a los antecedentes los investigadores tomamos en cuenta varias
investigaciones ya realizadas, mediante ciertos artículos hemos encontrado de suma
importancia y aporte para nuestro proyecto como: El empequeñecido cine
latinoamericano y la integración audiovisual de Sánchez (2004) también al aporte de
Pérez (2004), con el libro “Entre la realidad y la imaginación” el cual posee información
sobre el cine y la literatura a un nivel de todo el mundo, después centrándose en
Latinoamérica.
Otro artículo de aporte fue el “Análisis del cine y su funcionalismo” de Espinoza (2013)
que de igual forma nos habla sobre el cine, la intervención de la literatura y el cine,
también es indispensable la contribución de Avilés (2013), con su artículo el “Análisis
de la evolución del cine en el Ecuador desde un punto de vista técnico y cultural”,
donde mismo nos habla sobre el cine y la literatura a nivel global, seguido de
Latinoamérica y Ecuador, sus diferentes corrientes y, por último, un diccionario de
autores ecuatorianos contemporáneos provincias de Azuay y Cañar, el cual apoyó a los
investigadores para identificar los algunos autores y obras que fueron llevadas al cine.
El cine tomo inicio según Pérez (2001), aproximadamente hace más de un siglo, cuando
en el año 1895 se proyectó el primer film “La salida de los trabajadores de la fábrica en
Lyon”, la cual era una narración de la salida de unos obreros franceses. Desde ahí fue
entonces que el cine tomo valor, atravesando diferentes etapas desde el periodo mudo
hasta el cine con sonido, artístico, etc.
De esta forma Sánchez (2004, p.31), nos comenta que “el cine es y seguirá siendo una
forma de transmitir las culturas, en donde están involucradas las imágenes con
movimiento” hace referencia a la manera en cómo se da gran acogida al medio en que
se realiza y sobre todo permanece intacta su propia cultura. Pérez (2001, p.18), también
toma en cuenta “que el cine antes de ser cine, imagen en movimiento, es una historia, un
tema que contar, que transita desde la idea original al guion, traducido más tarde en
imágenes visuales y sonoras” se toma en cuenta un guion una estructura ya escrita o
narrada para llevar acabo su realización.
Por lo cual los investigadores buscamos la relación que existe entre literatura y cine
tomando en cuantos varios autores como:
Connell (1977 p.12), donde asegura que “con el cine apareció una nueva forma de
literatura quizás la literatura más consciente y problemática de que dispone nuestra
época” puesto que es un nuevo proceso para la literatura porque existen muchas
concepciones que en la escritura se logra transmitir pero que se necesitara de más para
poder llevarlo al cine, incluso hacerles palpitar a sus visualizadores.
Según Pérez (2001, p.88), manifiesta que “el cine entre otras muchas más cosas, no sólo
tomó de la literatura temas y personajes, sino que también se sirvió de ella para
conformar los géneros” de esta manera surgieron los diferentes géneros como lo son la
comedia, la ficción, el drama, etc.
El cine toma como gran influencia al teatro en el siglo XIX, el cual muestra una gran
cantidad de adaptaciones de obras literarias y comienza nuevamente a ganar público, es
así que por medio de la pantalla comenzaron a desfilar obras de la literatura como Ana
Karenina, Mme. Bovary o la Dama de las Camelias se convirtieron poco a poco en
estereotipos de figuras femeninas que el cine repetía e imponía en el gusto de los
espectadores.
• Santa de Federico Gamboa, realizada en México en 1918 por Luis G. Peredo. En 1930
se haría una versión con sonido de esta obra literaria, convirtiéndose en el primer filme
sonoro del cine mexicano.
• María, la novela romántica por excelencia del siglo XIX colombiano de Jorge Isacc,
fue adaptada en México por Rafael Bermúdez Zatarían en 1919.
• Amnesia de Amado Nervo, realizada por Ernesto Voltrath en México en 1921.
• Amalia de José Mármol, realizada por Enrique García Velloso en Argentina en 1914.
El cine y la literatura en el Ecuador
El desarrollo del cine ecuatoriano comienza mucho después que varios países
latinoamericanos, su producción cinematografía ha ido evolucionando
considerablemente con el paso de los años.
Según Avilés (2013, p.66), “encontrar salas de cine llenas de público interesado en ver
una película de producción nacional se volvió frecuente en Ecuador, a la par del
incremento de filmes basados en literatura del mismo”. El público ecuatoriano se
encontraba muy interesado en el cine por eso fue que se dieron las creaciones de varios
teatros en diversas ciudades centrales del ecuador, donde la entrada al público era
general.
Desarrollo:
Didáctica
La didáctica es una de las ciencias de la educación en pleno desarrollo. Por lo cual
Abreu et al., (2017), nos menciona que está estrechamente vinculada con otras ciencias
que intervienen en el proceso de enseñanza aprendizaje integrado e institucionalizado,
especialmente con la Pedagogía, pero conserva sus particularidades y su esencia propia.
De tal modo podemos decir que como ciencia orienta, socializa, integra y sistematiza
los resultados investigativos y de la experiencia acumulada en la práctica educativa,
orientados a la exploración de la realidad del aula, a la detección, el estudio y la
búsqueda de soluciones acertadas de los problemas que afectan e impiden el desarrollo
óptimo, eficaz y eficiente del proceso de enseñanza-aprendizaje.
En donde los docentes y estudiantes mantienen roles diferentes, pero con un propósito
similar, a los primeros como guías, conductores del mismo y a los últimos como sujetos
de su propio aprendizaje, capaces de aprender el contenido de las asignaturas y los
métodos para conseguirlo y de valorar críticamente las estrategias aplicadas para
lograrlo.
Por tanto, podemos apuntar que la didáctica es la ciencia de la educación que estudia e
interviene en el proceso de enseñanza-aprendizaje con el fin de conseguir la formación
intelectual del educando. Teniendo a la enseñanza como un concepto clave dentro del
aprendizaje, así como la planificación y el desarrollo curricular del docente hacia los
estudiantes que intervienen en el proceso de aprendizaje, saber intervenir bien en el
diseño, seguimiento y control de innovaciones adecuadas al desarrollo ontogenético de
los educandos teniendo en mente el marco de las nuevas tecnologías educativas.
Recursos didácticos
Se considera importante nombrar a unos de los psicólogos que más han influido y
condicionado la educación, y que recomienda como necesaria la manipulación de
materiales u objetos de manera correcta para interiorizar las operaciones realizas; Jean
Piaget (1896-1980), el cual plantea un movimiento pedagógico basado en una
concepción constructivista. Por otro lado, Lev Vigostky (1896-1934), considera que
requiere más importancia el proceso más que el producto, por lo que adquiere una
mayor importancia los distintos materiales que los estudiantes utilizan para la mejora
del proceso.
Pero en otro caso como lo es de Álvarez (1996) se centra únicamente en el material
didáctico dejando de lado el concepto de recurso para hacer referencia a todo tipo de
juego medio técnico o recurso idóneo para ayudar al alumnado a superar los problemas
planteados. Por otra parte, González Marí (2010) utilizan ambos términos, aunque dan a
entender que el recurso es una noción más general que engloba el material didáctico.
Dicho autor argumenta que los materiales didácticos son creados y diseñados
específicamente con fines educativos, mientras que por el contrario los recursos lo
consideran unos instrumentos no creados únicamente por el aprendizaje de
determinados conceptos, nociones o ideas que el profesor decide si utilizarlo o no en la
práctica. Por lo que se señala que un buen material didáctico trasciende de la intención
de uso general y admite varias aplicaciones; por ello no hay una raya que delimite
claramente que es un material didáctico y que es un recurso.
De esta manera, el docente, como mediador del proceso educativo, facilitará a los
estudiantes condiciones necesarias para que el proceso de aprendizaje se efectúe de
manera propicia, dejando como consecuencia conocimientos útiles para desenvolverse
en la vida. Para ello, la selección de recursos didácticos, deben partir de un previo
análisis de las necesidades e intereses del grupo de estudiantes.
Literatura
Para dar una mejor concepción de este término se ve necesario citar a Raymond
Williams (1977), este autor afirmaba que la literatura es parte de la sociedad y es
posible entenderla a través de ese dinamismo que se crea entre ella y la cultura donde ha
surgido, los hechos históricos que giran a entorno a esa cultura y ese modo de vida
preciso. Para entenderla, es necesario captar esa estructura del sentimiento particular de
cada sociedad y que afectan a los hombres reales.
Para Williams una de las cuestiones que había que defender con énfasis era la cultura,
sin desesperarse por ninguna creencia, y en ese sentido moldear las tendencias de las
sociedades y de sus miembros que la conforman. Dentro de esta cultura que el
historiador defiende la literatura ocupa un lugar primordial como instrumento. Agrega
además que la literatura es tiempo e historia, es necesario entenderla en el contexto
social que surge e interpretarla en esa interrelación que se crea entre ella y los demás
elementos de esa sociedad
Pero por otro lado En la “Introducción” de Una introducción a la teoría literaria, Eagle
ton (1988) repasa las definiciones de literatura que circulan en la sociedad. En la cual
nos expresa que, en su texto intenta distinguir entre cuatro puntos de vista sobre cómo
poder disertar por escrito esta pregunta que plantea verdaderamente qué es literatura. La
distingue como ficción, es decir que el texto contenga un discurso ficcional; como un
uso específico del lenguaje; como un discurso no pragmático, haciendo referencia a que
el texto no tiene utilidad práctica; y, por último, a la exageración del término, un
discurso valorado exageradamente, de una forma especial.
El desarrollo de dichas ideas nos lleva realizar una combinación entre ellas, pero la que
más se adhiere a nuestro proyecto es la segunda definición “la literatura es un uso
específico del lenguaje”. Esta concepción, tiene que ver con la forma propia y específica
del lenguaje. Lo que nos ayuda a distinguir que es literatura o no. La literatura utiliza un
lenguaje específico que comporta que cuando leamos un texto sepamos distinguir si eso
que estamos leyendo es literatura.
El arte te ofrece realidad desde una nueva percepción, nos obliga a percibir la realidad
desde otro punto de vista. Sin embargo, lo que interesa no es solo construir obras, sino
fijarnos cómo están hechas. El uso específico del lenguaje está vinculado al formalismo.
El lenguaje del formalismo es un lenguaje con uso distinto al cotidiano.
Este autor tenía como función era encontrar un “uso literario” al “lenguaje literario” que
se aleja del “lenguaje cotidiano”. Pero no toda la literatura utiliza ese lenguaje. Por lo
tanto, la segunda definición que propone Eagleton es útil, pero no válida para toda la
literatura. No todo el lenguaje de todas las obras literarias es lenguaje literario, sin
embargo, sí es literatura.
En estos textos el escritor se detiene en la escritura misma, juega con los recursos
lingüísticos, quebrantando con frecuencia las reglas del lenguaje para liberar su
imaginación y fantasía en la creación de mundos ficticios.
Según la Revista Educativa Literaria (2015). Los textos literarios se clasifican como:
narrativos, dramáticos o líricos.
Textos líricos: llega a reflejar y expresar lo que sienten los personajes que
participan en el hecho, como son los sentimientos personales del personaje
principal. Se suelen mostrar en forma de verso, donde se nota cierto ritmo al
ser separadas sus frases. Los textos líricos llegan a emplear versos asonantes
y consonantes, conocidos así según el tipo de rima que presentan. Del mismo
modo llegan a emplear ciertos géneros y recursos literarios para obtener una
mayor perfección, donde cabe destacar el uso de las figuras fonéticas, como
es la onomatopeya, la enumeración, la anáfora, etc.
Textos dramáticos: también se los conocen como textos teatrales, los cuales
se muestran por medio de diálogos. Este integra diversos elementos como, el
acto, la escena y el cuadro. Cuento, Novela, Leyendas, Poesía, Fábula, Odas,
Elegías, Sonetos.
Literatura y cine
A lo largo de la vida cinematográfica y de la literatura, la conexión entre estas dos
expresiones artísticas ha sido criticadas y han creados numerosas controversias. Es así
que muchos autores de la actualidad han tratado de incursionar en esta relación óptica
literaria y el cine.
Por otro lado, Connell (1974) asegura en su libro “el cine y la imaginación “que el cine
apareció una nueva forma de literatura quizás la literatura más consiente y problemática
de que dispone nuestra época”
Además “la literatura no ha necesitado del cine para crear imágenes lo ha hecho
espontáneamente mucho antes de que le cine existiera sin embargo a lo contario lo que
llamamos cine es dependiente de estructuras literarias” (Sánchez, 2000, p.34)
Es así que la relación entre la literatura y el cine tratan de idear nuevos mundos
narrativos lo cual es una de las razones por las que el arte recurre a la literatura, el
lenguaje cinematográfico se crea a través del lenguaje literario. El cine al igual que la
literatura dan al espectador o al lector un nuevo universo de fantasías, es verdad que al
momento de leer la imaginación es más fuerte, pero el cine a tratado de que la
imaginación vaya más allá de la y crear nuevas visiones de la literatura.
Desde la aparición del cine, las adaptaciones cinematográficas de obras literarias tomo
una gran relevancia, fue en esta época cuando grandes obras de escritores famosos,
fueron llevados al cine, tal es el caso de:
“Santa” de Federico Gamboa publicada en 1930, “Don Juan Tenorio” de José Zorrilla
el mismo que fue llevado al teatro y ala cine por Salador Toscano en 1899, “María” de
Jorge Isac adaptada por Rafael Bermúdez en 1919 y “La vida inútil de Pito Paez”
novela escrita por José Rubén Romero que fue llevada al cine por Miguel Contreras en
1943, por nombrar algunas.
En fin, hay una gran lista de escritores cuyas obras fueron llevadas al cine como son
Alejo Carpienter, Mario Vargas Llosa, Juan Rulfo, Gabriel García Márquez y Jorge
Icaza. De la misma forma grandes obras literarios como: El perfume de Patrick Suskind,
Ana Karénina escrita por León Tolstoi, el señor de las moscas de William Golding, el
quijote de Miguel de Cervantes, Romeo y Julieta de William Shakespeare, entre otros.
Las posibilidades discursivas del cine difieren, por no decir que rebasan los límites de la
palabra escrita. La propia necesidad de expresión que mueve al artista el deseo de
comunicación que experimenta le lleva a utilizar medios accesibles para el público El
cine existe en un estado latente desde siempre y en manera particularmente difundidas
en las literaturas antiguas. (Pérez, 2001, p. 14)
El cine y la escuela
El cine considerado como el séptimo arte, hoy en día además de ser una de las mejores
invenciones del hombre, es considerado como recurso didáctico dentro del ámbito
educativo el mismo que permite, según Toman y Rak (2000), explorar de una manera
didáctica elementos narrativos, temáticos, simbólicos o éticos
Es así que “el cine se configura como uno de los recursos más ideales para condensar
información de forma más rápida además es de gran utilidad dentro del aula de clases
debido a su variedad temática y por su capacidad para presentar conflictos” (Ruiz
Rubio,1994, p.78)
El cine dentro del aula de clases permite una visión general de la sociedad, llevándole al
espectador a un mundo de ficción sin perder el sentido de la realidad, además el cine es
la manera más simplificada y rápida de mostrar distintas realidades, haciendo que esta
sea más comprensible. Sin embargo, no hay que dejar a lado la influencia del mismo por
lo que Gómez (2000) afirma que “los medios audiovisuales permiten la manipulación
de la información, pero en caso de la educación es indudable que debe estar al servicio
de la formación de la persona” (p.155).
El cine por otro lado puede ser de gran utilidad dentro del ámbito educativo debido a su
variabilidad, es por eso que comparte algunos contenidos curriculares con distintas
materias tal es el caso de Ciencias Sociales, Ingles y mucho más en Lenguaje y
Comunicación. Se puede decir que “la literatura es y será una fuente primaria para el
cine, que en ocasiones busca argumentos en obras escritas o vida de autores cuya
proyección cinematográfica puede ser muy útil para aproximar la historia de la literatura
a los alumnos” (Vera, s/f, p. 15). Sin embargo, no hay que dejar a lado la acción lectora
de aquellas obras literarias, dice Martínez (1998)” la actitud pasiva ante la pantalla
puede y debe dinamizarse mediante la lectura, así como la lectura puede enriquecerse
con imágenes”. De esta manera la lectura ya no será más una acción pasiva más bien
pasará a ser dinámica y expresiva.
El cine además de ser un recuso didáctico ayuda a los estudiantes a tener un sentido más
crítico de las cosas y ver más allá de la realidad es por eso que el docente debe “utilizar
el cine para la formación integral de sus alumnos sometidos continuamente al lenguaje
de la imagen en la actual sociedad audiovisual” (Gómez, 2000, p.155).
Muchos docentes utilizan el cine como un recurso para motivar a la lectura de sus
estudiantes. Según Almagro (p.29) en su trabajo investigativo “El cine como recurso
didáctico”, diferencia algunas posibilidades didácticas que se pueden desarrollar en el
aula de clases:
En el área de literatura
Almagro, A. (2007). El cine como recurso didáctico. (Tercer curso de todas las
especialidades). Escuela universitaria del profesorado “Sagrada Familia”
UBEDA, España. Recuperado de
http://www.vbeda.com/aalmagro/CINE/2.%20TEMAS.pdf
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