Celebraciones de Semana Santa 1
VIERNES SANTO
DE LA PASIÓN DEL SEÑOR
1. El día de hoy y el de mañana, por una antiquísima tradición, la Iglesia omite por completo la
celebración de los Sacramentos, excepto el de la Penitencia y el de la Unción de los enfermos.
2. En este día la sagrada comunión se distribuye a los fieles únicamente dentro de la celebración
de la Pasión del Señor; pero a los enfermos que no pueden participar en dicha celebración, se les
puede llevar a cualquier hora del día.
3. El altar debe estar desnudo por completo: sin cruz, sin candelabros, sin manteles.
Celebración de la Pasión del Señor
4. Después del mediodía, alrededor de las tres de la tarde, a no ser que por razón pastoral se elija
una hora más avanzada, se celebra la Pasión del Señor, que consta de tres partes: Liturgia de la
palabra, Adoración de la Cruz y Sagrada Comunión.
5. El sacerdote y el diácono, si está presente, revestido de color rojo como para la Misa, se dirigen
al altar en silencio, y hecha la debida reverencia, se postran rostro en tierra o, si se juzga
conveniente, se arrodillan, y oran en silencio durante algún espacio de tiempo. Todos los demás
se arrodillan.
6. Después el sacerdote con los ministros, se dirige a la sede, donde, vuelto hacia el pueblo, que
está de pie, dice, con las manos extendidas, una de las siguientes oraciones, omitida la invitación
Oremos.
Oración
Acuérdate, Señor, de tu gran misericordia,
y santifica a tus siervos con tu
constante protección,
ya que por ellos Cristo, tu Hijo, derramando su sangre,
instituyó el misterio pascual.
Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.
R/. Amén.
2 Viernes Santo
O bien:
Señor Dios, que por la Pasión de nuestro Señor Jesucristo
nos libraste de la muerte heredada del antiguo pecado,
concédenos asemejarnos a tu Hijo,
y haz que, así como naturalmente
llevamos en nosotros la imagen del hombre terreno,
por la gracia de la santificación,
llevemos también la imagen del hombre celestial.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
R/. Amén.
Primera parte: Liturgia de la palabra
7. Todos se sientan, y se hace la primera lectura, tomada del profeta Isaías (52, 13-53, 12), con
su salmo.
8. A continuación se hace la segunda lectura, tomada de la carta a los Hebreos (4, 14-16; 5, 7-9),
con el canto antes del Evangelio.
9. Finalmente se lee la Pasión del Señor según san Juan (18, 1-19, 42), del mismo modo que el
domingo precedente.
10. Después de la lectura de la Pasión del Señor, el sacerdote dice una breve homilía, después de
la cual puede exhortar a los fieles a orar durante un breve espacio de tiempo.
Oración universal
11. La Liturgia de la Palabra se termina con la oración universal, que se hace de esta manera: el
diácono, si está presente o, en su ausencia, un ministros laico, de pie, en el ambón, dice la
invitación, en la cual se expresa la intención por la que se va a orar. Enseguida oran todos en
silencio durante un breve espacio de tiempo, y luego el sacerdote, de pie, en la sede o, si se cree
oportuno, en el altar, dice la oración con las manos extendidas.
Los fieles pueden permanecer de rodillas o de pie durante todo el tiempo de la oración.
12. Antes de cada oración del sacerdote pueden utilizarse las invitaciones tradicionales del
diácono: Nos ponemos de rodillas – Nos ponemos de pie, en ese caso, los fieles se arrodillan en
silencio durante la súplica.
Las Conferencia Episcopales pueden proponer otras invitaciones para introducir la oración del
sacerdote
Celebraciones de Semana Santa 3
13. Cuando haya grave necesidad pública, el Obispo diocesano puede permitir o prescribir que
se añada alguna intención especial.
I. Por la santa Iglesia
Oremos, queridos hermanos,
por la Iglesia santa de Dios,
para que nuestro Dios y Señor le conceda la paz y la unidad,
se digne protegerla en toda la tierra,
y nos conceda glorificarlo,
como Dios Padre omnipotente,
con una vida pacífica y serena.
Se ora un momento en silencio. Luego prosigue el sacerdote:
Dios todopoderoso y eterno,
que en Cristo revelaste tu gloria
a todas las naciones,
conserva la obra de tu misericordia,
para que tu Iglesia, extendida por toda la tierra,
persevere con fe inquebrantable
en la confesión de tu nombre.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
R/. Amén.
II. Por el Papa
Oremos también por nuestro santo padre, el Papa N.,
para que Dios nuestro Señor,
que lo escogió para el orden de los obispos,
lo conserve a salvo y sin daño para bien de su santa Iglesia,
a fin de que pueda gobernar al pueblo santo de Dios.
Se ora un momento en silencio. Luego prosigue el sacerdote:
4 Viernes Santo
Dios todopoderoso y eterno,
cuya sabiduría gobierna el universo,
atiende favorablemente nuestras súplicas
y protege con tu amor al Papa que nos diste,
para que el pueblo cristiano,
que tú mismo pastoreas,
progrese bajo su cuidado en la firmeza de su fe.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
R/. Amén.
III. Por el pueblo de Dios y sus ministros
Oremos también por nuestro obispo N.1,
por todos los obispos, presbíteros y diáconos de la Iglesia,
y por todo el pueblo santo de Dios.
Se ora un momento en silencio. Luego prosigue el sacerdote:
Dios todopoderoso y eterno,
Que con tu Espíritu santificas gobiernas a toda la Iglesia
escucha nuestras súplicas por tus ministros,
para que, con la ayuda de tu gracia,
te sirvan fielmente
Por Jesucristo nuestro Señor.
R/. Amén.
IV. Por los catecúmenos
Oremos también por los (nuestros) catecúmenos,
para que Dios nuestro Señor
abra los oídos de sus corazones
y les manifieste su misericordia,
y para que mediante el bautismo,
se les perdonen todos sus pecados
y queden incorporados a Cristo, Señor nuestro.
1 Aquí se puede hacer mención del obispo coadjutor o de los obispos auxiliares, conforme lo previsto por la IMGR,
n. 149
Celebraciones de Semana Santa 5
Se ora un momento en silencio. Luego prosigue el sacerdote:
Dios todopoderoso y eterno,
que sin cesar concedes nuevos hijos a tu Iglesia,
acrecienta la fe y el conocimiento a los (nuestros) catecúmenos,
para que renacidos en la fuente bautismal,
sean contados entre tus hijos de adopción.
Por Jesucristo nuestro Señor.
R/. Amén.
V. Por la unidad de los cristianos
Oremos también por todos los hermanos que creen en Cristo,
para que Dios nuestro Señor
se digne congregar y custodiar en la única Iglesia
a quienes procuran vivir en la verdad.
Se ora un momento en silencio. Luego prosigue el sacerdote:
Dios todopoderoso y eterno,
que reúnes a los que están dispersos y los mantienes en la unidad,
mira benignamente la grey de tu Hijo, para que,
a cuantos están consagrados por el único bautismo,
también los una la integridad de la fe
y los asocie el vínculo de la caridad
Por Jesucristo nuestro Señor.
R/. Amén.
VI. Por los judíos
Oremos también por los judíos,
para que a quienes Dios nuestros Señor habló primero
les conceda progresar continuamente en el amor de su nombre
y en la fidelidad a su alianza
Se ora un momento en silencio. Luego prosigue el sacerdote:
6 Viernes Santo
Dios todopoderoso y eterno,
que confiaste tus promesas a Abraham y a su descendencia,
escucha compasivo los ruegos de tu Iglesia,
para que el pueblo que adquiriste primero como tuyo,
merezca llegar a la plenitud de la redención.
Por Jesucristo nuestro Señor.
R/. Amén.
VII. Por los que no creen en Cristo.
Oremos también por los que no creen en Cristo,
para que, iluminados por el Espíritu Santo,
puedan ellos encontrar el camino de la salvación.
Se ora un momento en silencio. Luego prosigue el sacerdote:
Dios todopoderoso y eterno,
concede a quienes no creen en Cristo
que, caminando en tu presencia con sinceridad de corazón,
encuentren la verdad,
y a nosotros concédenos crecer en el amor mutuo
y en el deseo de comprender mejor los misterios de tu vida,
a fin de que seamos testigos cada vez más auténticos
de tu amor en el mundo.
Por Jesucristo nuestro Señor.
R/. Amén.
VIII. Por los que no creen en Dios.
Oremos también por los que no conocen a Dios,
para que, buscando con sinceridad lo que es recto,
merezcan llegar a él.
Se ora un momento en silencio. Luego prosigue el sacerdote:
Celebraciones de Semana Santa 7
Dios todopoderoso y eterno,
que creaste a todos los hombres
para que deseándote te busquen
y para que al encontrarte descansen en ti,
concédenos que, en medio de sus dificultades
de este mundo, al ver los signos de tu amor
y el testimonio de las buenas obras de los creyentes,
todos los hombres se alegren al confesarte
como único Dios verdadero y Padre de todos.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
R/. Amén.
IX. Por los gobernantes
Oremos también por los gobernantes de las naciones,
para que Dios nuestro Señor guíe sus mentes y corazones,
según su voluntad providente,
hacia la paz verdadera y la libertad de todos.
Se ora un momento en silencio. Luego prosigue el sacerdote:
Dios todopoderoso y eterno,
En cuyas manos están los corazones de los hombres
y los derechos de las naciones,
mira con bondad a nuestros gobernantes,
para que, con tu ayuda, se afiance en toda la tierra
un auténtico progreso social, una paz duradera,
y una verdadera libertad religiosa.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
R/. Amén.
8 Viernes Santo
X. Por los que se encuentran en alguna tribulación.
Oremos, hermanos muy queridos, a Dios Padre todopoderoso,
para que libre al mundo de todos sus errores,
aleje las enfermedades, alimente a los que tienen hambre,
libere a los encarcelados y haga justicia a los oprimidos,
conceda seguridad a los que viajan,
un buen retorno a los que se hallan lejos del hogar,
la salud a los enfermos y la salvación a los moribundos.
Se ora un momento en silencio. Luego prosigue el sacerdote:
Dios todopoderoso y eterno,
consuelo de los afligidos y fortaleza de los que sufren,
escucha a los que te invocan en su tribulación,
para que todos experimentes en sus necesidades
la ayuda de tu misericordia.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
R/. Amén.
Segunda parte
Adoración de la santa Cruz
14. Terminada la oración universal, se hace la adoración solemne de la santa Cruz. De las dos
formas que se proponen a continuación para la presentación de la cruz, elíjase la que se juzgue
más apropiada conforme a las necesidades pastorales.
Presentación de la santa Cruz
Primera forma
15. El diácono u otro ministro idóneo, con los ministros, se dirige a la sacristía, de donde trae
procesionalmente, cubierta con un velo morado. Se dirige hasta a través de la Iglesia hasta el
centro del presbiterio, acompañado de dos ministros con velas incendiadas.
El sacerdote, de pie ante el altar, de cara al pueblo, recibe la Cruz, descubre un poco su extremo
superior y la eleva y canta: Miren el árbol de la Cruz, ayudado en el canto por el diácono o, si es
necesario, por el coro. Todos responden: Vengan a adoremos. Terminado acabado el canto,
todos se arrodillan y adoran en silencio, durante unos instantes, la Cruz que el sacerdote, de pie,
mantiene en alto.
Celebraciones de Semana Santa 9
Miren al árbol de la Cruz
donde estuvo clavado
el Salvador del mundo.
R/. Vengan y adoremos.
Enseguida el sacerdote descubre el brazo derecho de la cruz y, elevándola de nuevo, comienza
a cantar la invitación: Miren el árbol de la Cruz, y se prosigue como la pirmera vez.
Finalmente descubre totalmente la cruz y, volviéndola a elevar, comienza por tercera vez la
invitación: Miren el árbol de la Cruz, como la primera vez.
Segunda forma de mostrar la santa Cruz
16. El sacerdote, o el diácono, u otro ministro idóneo, va a la puerta de la iglesia, juntamente con
los ministros. Ahí recibe la Cruz ya descubierta; los ministros toman los ciriales encendidos, y
van procesionalmente por la iglesia hacia el presbiterio. Cerca de la puerta de la Iglesia el que
lleva la cruz la eleva y canta la invitación Miren el árbol de l Cruz. Todos responden Vengan y
adoremos, se arrodillan después de la respuesta, y adoran un momento en silencio. Esto mismo
se repite a la mitad de la Iglesia y la entrada del presbiterio.
Adoración de la santa Cruz
17. Enseguida, el sacerdote o el diácono, acompañado de dos ministros con velas encendidas,
lleva la cruz hasta la entrada del presbiterio o hasta un lugar apto y la coloca ahí o la entrega a
los ministros para que la sostengan, y se coloquen las velas a la derecha y a la izquierda de la
Cruz.
18. Para la adoración de la Cruz, se acerca primero el sacerdote celebrante, habiéndose quitado
la casulla y el calzado, si es oportuno. En seguida se acercan, a la manera de una procesión, el
clero, los ministros laicos y los fieles, y adoran la Cruz, haciendo delante de ella una genuflexión
simple o algún otro signo de veneración, según la costumbre del lugar, por ejemplo, besando la
Cruz.
19. Expóngase solamente una Cruz a la adoración de los fieles. Si por el gran número de
asistentes no todos pudieran acercarse, el sacerdote, después de que una parte del clero y de los
fieles hayan hecho la adoración, toma la Cruz, y de pie ante el altar, invita a todo el pueblo con
breves palabras a adorar la santa Cruz. Luego la levanta en alto, por un momento, para que los
fieles la adoran en silencio.
Mientras tanto, se canta la antífona Tu Cruz adoramos, los Improperios, el himno Crux Fidelis,
u otros cantos apropiados. Los que ya han adolorado la cruz, regresan a sus lugares y se sientan.
10 Viernes Santo
Cantos para la adoración de la santa Cruz
Antífona
Tu cruz adoramos, Señor,
y tu santa resurrección alabamos y glorificamos.
Por el madero ha venido la alegría al mundo entero.
Salmo 66, 2
Que el Señor se apiade de nosotros y nos bendiga,
que nos muestre su rostro radiante y misericordioso
Antífona
Tu cruz adoramos, Señor,
y tu santa resurrección alabamos y glorificamos.
Por el madero ha venido la alegría al mundo entero.
Improperios
Las partes que corresponden al primer coro se indican con el número 1; las que
corresponden al segundo, con el número 2; las que deben cantar conjuntamente los dos coros
se indican con los números 1 y 2.
1 y 2. ¡Pueblo mío! ¿Qué mal te he hecho,
en qué cosa te he ofendido?
Respóndeme.
1. Yo te saqué de Egipto;
tú preparaste una cruz para tu Salvador.
2. ¡Pueblo mío! ¿Qué mal te he causado o,
en qué cosa te he ofendido?
Respóndeme.
1. Hágios o Theós.
2. Santo es Dios.
1. Hágios Ischyrós.
2. Santo y fuerte.
Celebraciones de Semana Santa 11
1. Hágios Athánatos, eléison himás.
2. Santo e inmortal, ten piedad de nosotros.
1 y 2. ¿Por qué Yo te guié cuarenta años por el desierto,
te alimenté con el maná,
te introduje en una tierra fértil;
tú preparaste una cruz a tu Salvador.
1. Hágios o Theós.
2. Santo es Dios.
1. Hágios Ischyrós.
2. Santo y fuerte.
1. Hágios Athánatos, eléison himás.
2. Santo e inmortal, ten piedad de nosotros.
1 y 2. ¿Qué más pude hacer por ti?
Yo te planté como viña mía,
escogida y hermosa.
¡Qué amarga te has vuelto conmigo!
Para mi sed me diste vinagre,
con la lanza traspasaste el costado
a tu Salvador.
1. Hágios o Theós.
2. Santo es Dios.
1. Hágios Ischyrós.
2. Santo y fuerte.
1. Hágios Athánatos, eléison himás.
2. Santo e inmortal, ten piedad de nosotros.
12 Viernes Santo
II
1. Por ti yo azoté a Egipto y a sus primogénitos;
y tú me has entregado para que me azoten.
2. ¡Pueblo mío! ¿Qué mal te he causado,
O en qué cosa te he ofendido?
Respóndeme.
1. Yo te saqué de Egipto,
sumergiendo al Faraón en el mar Rojo;
tú me entregaste a los sumos sacerdotes.
2. ¡Pueblo mío! ¿Qué mal te he causado,
O en qué cosa te he ofendido?
Respóndeme.
1. Yo abrí el mar delante de ti;
tú con la lanza abriste mi costado.
2. ¡Pueblo mío! ¿Qué mal te he causado,
O en qué cosa te he ofendido?
Respóndeme.
.
1. Yo te guiaba con una columna de nubes;
tú me guiaste al pretorio de Pilato.
2. ¡Pueblo mío! ¿Qué mal te he causado,
O en qué cosa te he ofendido?
Respóndeme.
1. Yo te sustenté con maná en el desierto;
tú me abofeteaste y me azotaste.
2. ¡Pueblo mío! ¿Qué mal te he causado,
O en qué cosa te he ofendido?
Respóndeme.
1. Yo te di a beber el agua salvadora
que brotó de la peña;
tú me diste a beber hiel y vinagre.
Celebraciones de Semana Santa 13
2. ¡Pueblo mío! ¿Qué mal te he causado,
O en qué cosa te he ofendido?
Respóndeme.
1. Yo por ti herí a los reyes cananeos;
tú me heriste la cabeza con la caña.
2. ¡Pueblo mío! ¿Qué mal te he causado,
O en qué cosa te he ofendido?
Respóndeme.
1. Yo te di un cetro real;
tú me pusiste una corona de espinas.
2. ¡Pueblo mío! ¿Qué mal te he causado,
O en qué cosa te he ofendido?
Respóndeme.
1. Yo te levanté con gran poder;
tú me colgaste del patíbulo de la cruz.
2. ¡Pueblo mío! ¿Qué mal te he causado,
O en qué cosa te he ofendido?
Respóndeme.
Himno
1 y 2 Antífona
¡Oh cruz fiel, árbol único en nobleza!
Jamás el bosque dio mejor tributo
en hoja, en flor y en fruto.
¡Dulces clavos! ¡Dulce árbol donde la Vida empieza
con un peso tan dulce en su corteza!
1. Cantemos la nobleza de esta guerra,
el triunfo de la sangre y del madero,
y un Redentor, que en trance de Cordero,
sacrificado en cruz, salvó la tierra.
2. ¡Oh cruz fiel, árbol único en nobleza!
Jamás el bosque dio mejor tributo
en hoja, en flor y en fruto.
14 Viernes Santo
1. Dolido mi Señor por el fracaso
de Adán, que mordió muerte en la manzana,
otro árbol señaló, de flor humana,
que reparase el daño paso a paso.
2. ¡Dulces clavos!¡Dulce árbol donde la Vida empieza
con un peso tan dulce en su corteza!
1. Y así dijo el Señor: ¡Vuelva la Vida
y que Amor redima la condena!
La gracia está en el fondo de la pena
y la salud naciendo de la herida.
2. ¡Oh cruz fiel, árbol único en nobleza!
Jamás el bosque dio mejor tributo
en hoja, en flor y en fruto.
1. ¡Oh plenitud del tiempo consumado!
Del seno de Dios Padre en que vivía,
ved la Palabra entrando por María
en el misterio mismo del pecado.
2. ¡Dulces clavos!¡Dulce árbol donde la Vida empieza
con un peso tan dulce en su corteza!
1. ¿Quién vio en más estrechez gloria más plena
y a Dios como el menor de los humanos?
Llorando en el pesebre, pies y manos
le faja una doncella nazarena.
2. ¡Oh cruz fiel, árbol único en nobleza!
Jamás el bosque dio mejor tributo
en hoja, en flor y en fruto.
1. En plenitud de vida y de sendero,
dio el paso hacia la muerte porque él quiso.
Mirad de par en par el paraíso
abierto por la fuerza de un Cordero.
2. ¡Dulces clavos!¡Dulce árbol donde la Vida empieza
con un peso tan dulce en su corteza!
Celebraciones de Semana Santa 15
1. Vinagre y sed la boca, apenas gime;
y al golpe de los clavos y lanza,
un mar de sangre fluye, inunda, avanza
por tierra, mar y cielo y los redime.
2. ¡Oh cruz fiel, árbol único en nobleza!
Jamás el bosque dio mejor tributo
en hoja, en flor y en fruto.
1. Ablándate, madero, tronco abrupto
de duro corazón y fibra inerte;
doblégate a este peso y esta muerte
que cuelga de tus ramas como un fruto.
2. ¡Dulces clavos! ¡Dulce árbol donde la Vida empieza
con un peso tan dulce en su corteza!
1. Tú sólo entre los árboles, crecido
para tender a Cristo en tu regazo;
tú el arca que nos salva, tú el abrazo
de Dios con los verdugos del Ungido.
2. ¡Oh cruz fiel, árbol único en nobleza!
Jamás el bosque dio mejor tributo
en hoja, en flor y en fruto.
Esta conclusión no debe omitirse:
1 y 2. Al Dios de los designios de la historia,
que es Padre, Hijo y Espíritu, alabanza;
al que en cruz devuelve la esperanza
de toda salvación, honor y gloria. Amén.
20. Terminada la adoración, se lleva la cruz a su sitio, encima o cerca del altar. Los candelabros
con las velas encendidas se colocan cerca del altar o sobre el mismo, o a los lados de la cruz.
16 Viernes Santo
Tercera Parte: Sagrada comunión
21. Sobre el altar se extiende el mantel y sobre el mismo se coloca el corporal y el misal. Entre
tanto el diácono, o en su defecto el mismo sacerdote, habiéndose colocado el paño de hombros,
trae el Santísimo Sacramento desde el lugar de la reserva directamente al altar, mientras todos
permanecen de pie y en silencio. Dos ministros con candelabros encendidos, acompañan al
Santísimo Sacramento y depositan luego las velas junto al altar o sobre él.
22. Después que el diácono, si está presente, ha depositado sobre el altar el Santísimo
Sacramento y ha descubierto el copón, el sacerdote se acerca y, previa genuflexión.
23. A continuación el sacerdote, teniendo las manos juntas, dice con voz clara:
Fieles a la recomendación del Salvador,
y siguiendo su divina enseñanza,
nos atrevemos a decir:
El sacerdote, con las manos extendidas, dice junto con el pueblo:
Padre nuestro, que estás en el cielo,
santificado sea tu Nombre;
venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos
a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación,
y líbranos del mal.
24. El sacerdote, con las manos extendidas, prosigue él solo:
Líbranos de todos los males, Señor,
y concédenos la paz en nuestros días,
para que, ayudados por tu misericordia,
vivamos siempre libres de pecado
y protegidos de toda perturbación,
mientras esperamos la gloriosa venida
de nuestro Salvador Jesucristo.
Junta las manos.
Celebraciones de Semana Santa 17
El pueblo concluye la oración, aclamando:
Tuyo es el reino,
tuyo el poder y la gloria, por siempre, Señor.
25. A continuación el sacerdote, con las manos juntas, dice en secreto:
Señor Jesucristo,
la comunión de tu Cuerpo
no sea para mí un motivo de juicio y condenación,
sino que, por tu piedad,
me aproveche para defensa de alma y cuerpo
y como remedio saludable.
26. Enseguida hace genuflexión, toma una partícula, la mantiene un poco elevada sobre el copón
y dice en voz clara, de cara al pueblo:
Este es el Cordero de Dios,
que quita el pecado del mundo.
Dichosos los invitados a la cena del Señor.
Y, juntamente con el pueblo, añade una sola vez:
Señor, no soy digno
de que entres en mi casa,
pero una palabra tuya
bastará para sanarme.
27. Luego, vuelto hacia el altar comulga reverentemente el Cuerpo de Cristo. Diciendo en
secreto: El Cuerpo de Cristo
28. Después distribuye la comunión a los fieles. Durante la comunión se puede cantar el salmo
21, u otros cantos apropiados.
29. Acabada la comunión, el diácono o un ministro idóneo lleva el copón a algún lugar
especialmente preparado fuera de la iglesia, o bien, si lo exigen las circunstancias, lo reserva en
el sagrario.
30. Después el sacerdote, guardado si lo cree oportuno un breve silencio, dice la siguiente
oración:
18 Viernes Santo
Oración después de la comunión
Oremos.
Dios todopoderoso y eterno,
que nos has redimido
con la gloriosa muerte
y resurrección de tu Hijo Jesucristo,
prosigue en nosotros la obra de tu misericordia,
para que, mediante nuestra participación en este misterio,
permanezcamos dedicados a tu servicio.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
R/. Amén.
31. para la despedida, el diácono, o en su ausencia, el mismo sacerdote, puede decir la invitación:
Inclinen la cabeza para recibir la bendición. Enseguida el sacerdote, de pie y vuelto hacia el
pueblo, extendiendo las manos sobre él, dice la siguiente oración sobre el pueblo.
Oración sobre el pueblo
Envía Señor sobre este pueblo tuyo,
que ha conmemorado la muerte de tu Hijo,
en espera de su resurrección,
la abundancia de tu bendición;
llegue a él tu perdón,
reciba tu consuelo,
se acreciente su fe santa
y se consolide su eterna redención.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
R/. Amén.
32. Y todos haciendo genuflexión a la Cruz, se retiran en silencio
33. Después de la celebración se desnuda el altar, dejando, sin embargo, sobre él la Cruz con
dos o cuatro candeleros.
34. Los que asistieron a esta solemne acción litúrgica de la tarde, no celebran la hora de vísperas.
Celebraciones de Semana Santa 19
SÁBADO SANTO
Durante el Sábado Santo la Iglesia permanece junto al sepulcro del Señor, meditando su pasión
y muerte, y se abstiene del sacrificio de la misa, quedando por ello desnudo el altar hasta que,
después de la solemne Vigilia o expectación nocturna de la resurrección, se inauguren los gozos
de la Pascua, cuya exuberancia inundará los cincuenta días pascuales.
En este día no se puede distribuir la sagrada comunión, a no ser en caso de viático.