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CUENTOS Mitos y Leyendas

Este documento contiene varios cuentos cortos. El primero habla sobre una niña que hace un muñeco de nieve que se derrite con la llegada de la primavera. El segundo cuenta la historia de un cedro vanidoso cuyas ramas se quiebran por el peso excesivo de su fruto. El tercero narra la historia de un príncipe que se casa con su gata favorita después de que esta es transformada en una mujer por un hada.

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CUENTOS Mitos y Leyendas

Este documento contiene varios cuentos cortos. El primero habla sobre una niña que hace un muñeco de nieve que se derrite con la llegada de la primavera. El segundo cuenta la historia de un cedro vanidoso cuyas ramas se quiebran por el peso excesivo de su fruto. El tercero narra la historia de un príncipe que se casa con su gata favorita después de que esta es transformada en una mujer por un hada.

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CUENTOS

EL MUÑECO DE NIEVE

Había dejado de nevar y los niños, ansiosos de libertad, salieron de casa y empezaron a
corretear por la blanca y mullida alfombra recién formada.

La hija del herrero, tomando puñados de nieve con sus manitas hábiles, se entrego a la tarea
de moldearla.

Haré un muñeco como el hermanito que hubiera deseado tener se dijo.

Le salio un niñito precioso, redondo, con ojos de carbón y un botón rojo por boca. La
pequeña estaba entusiasmada con su obra y convirtió al muñeco en su inseparable compañero
durante los tristes días de aquel invierno. Le hablaba, le mimaba...

Pero pronto los días empezaron a ser mas largos y los rayos de sol mas calidos... El muñeco se
fundió sin dejar mas rastro de su existencia que un charquito con dos carbones y un botón
rojo. La niña lloro con desconsuelo.

Un viejecito, que buscaba en el sol tibieza para su invierno, le dijo dulcemente: Seca tus
lagrimas, bonita, por que acabas de recibir una gran lección: ahora ya sabes que no debe
ponerse el corazón en cosas perecederas.

EL CEDRO VANIDOSO

Erase una vez un cedro satisfecho de su hermosura.

Plantado en mitad del jardín, superaba en altura a todos los demás árboles. Tan bellamente
dispuestas estaban sus ramas, que parecía un gigantesco candelabro.

Plantado en mitad del jardín, superaba en altura a todos los demás árboles. Tan bellamente
dispuestas estaban sus ramas, que parecía un gigantesco candelabro.

Si con lo hermoso que soy diera además fruto, se dijo, ningún árbol del mundo podría
compararse conmigo.

Y decidió observar a los otros árboles y hacer lo mismo con ellos. Por fin, en lo alto de su
erguida copa, apunto un bellísimo fruto.

Tendré que alimentarlo bien para que crezca mucho, se dijo.


Tanto y tanto creció aquel fruto, que se hizo demasiado grande. La copa del cedro, no
pudiendo sostenerlo, se fue doblando; y cuando el fruto maduro, la copa, que era el orgullo y
la gloria del árbol, empezó a tambalearse hasta que se troncho pesadamente.

¡A cuantos hombres, como el cedro, su demasiada ambición les arruina!

LA GATA ENCANTADA

Erase un príncipe muy admirado en su reino. Todas las jóvenes casaderas deseaban tenerle
por esposo. Pero el no se fijaba en ninguna y pasaba su tiempo jugando con Zapaquilda, una
preciosa gatita, junto a las llamas del hogar.

Un día, dijo en voz alta:

Eres tan cariñosa y adorable que, si fueras mujer, me casaría contigo.

En el mismo instante apareció en la estancia el Hada de los Imposibles, que dijo:

Príncipe tus deseos se han cumplido

El joven, deslumbrado, descubrió junto a el a Zapaquilda, convertida en una bellísima


muchacha.

Al día siguiente se celebraban las bodas y todos los nobles y pobres del reino que acudieron al
banquete se extasiaron ante la hermosa y dulce novia. Pero, de pronto, vieron a la joven
lanzarse sobre un ratoncillo que zigzagueaba por el salón y zampárselo en cuanto lo hubo
atrapado.

El príncipe empezó entonces a llamar al Hada de los Imposibles para que convirtiera a su
esposa en la gatita que había sido. Pero el Hada no acudió, y nadie nos ha contado si tuvo que
pasarse la vida contemplando como su esposa daba cuenta de todos los ratones de palacio.

EL NUEVO AMIGO

Erase un crudo día de invierno. Caía la nieve, soplaba el viento y Belinda jugaba con unos
enanitos en el bosque. De pronto se escucho un largo aullido.

¿Que es eso? Pregunto la niña .

Es el lobo hambriento. No debes salir porque te devoraría le explico el enano sabio.

Al día siguiente volvió a escucharse el aullido del lobo y Belinda , apenada, pensó que todos
eran injustos con la fiera. En un descuido de los enanos, salio, de la casita y dejo sobre la nieve
un cesto de comida.

Al día siguiente ceso de nevar y se calmo el viento. Salio la muchacha a dar un paseo y vio
acercarse a un cordero blanco, precioso.
¡Hola, hola! Dijo la niña. ¿Quieres venir conmigo?

Entonces el cordero salto sobre Belinda y el lobo, oculto se lanzo sobre el, alcanzándole una
dentellada. La astuta y maligna madrastra, perdió la piel del animal con que se había
disfrazado y escapo lanzando espantosos gritos de dolor y miedo.

Solo entonces el lobo se volvió al monte y Belinda sintió su corazón estremecido, de gozo,
mas que por haberse salvado, por haber ganado un amigo.

EL HONRADO LEÑADOR

Había una vez un pobre leñador que regresaba a su casa después de una jornada de duro
trabajo. Al cruzar un puentecillo sobre el río, se le cayo el hacha al agua.

Entonces empezó a lamentarse tristemente: ¿Como me ganare el sustento ahora que no


tengo hacha?

Al instante ¡oh, maravilla! Una bella ninfa aparecía sobre las aguas y dijo al leñador:

Espera, buen hombre: traeré tu hacha.

Se hundió en la corriente y poco después reaparecía con un hacha de oro entre las manos. El
leñador dijo que aquella no era la suya. Por segunda vez se sumergió la ninfa, para reaparecer
después con otra hacha de plata.

Tampoco es la mía dijo el afligido leñador.

Por tercera vez la ninfa busco bajo el agua. Al reaparecer llevaba un hacha de hierro.

¡Oh gracias, gracias! ¡Esa es la mía!

Pero, por tu honradez, yo te regalo las otras dos. Has preferido la pobreza a la mentira y te
mereces un premio.

LA SEPULTURA DEL LOBO

Hubo una vez un lobo muy rico pero muy avaro. Nunca dio ni un poco de lo mucho que le
sobraba. Sintiéndose viejo, empezó a pensar en su propia vida, sentado a la puerta de su casa.

¿Podrías prestarme cuatro medidas de trigo, vecino? Le pregunto el burrito.

Te daré; ocho, si prometes velar por mi sepulcro en las tres noches siguientes a mi entierro.
Murió el lobo pocos días después y el burrito fue a velar en su sepultura. Durante la tercera
noche se le unió el pato que no tenia casa. Y juntos estaban cuando, en medio de una
espantosa ráfaga de viento, llego el aguilucho que les dijo:

Si me dejáis apoderarme del lobo os daré una bolsa de oro.

Será suficiente si llenas una de mis botas. Dijo el pato que era muy astuto.

El aguilucho se marcho para regresar en seguida con un gran saco de oro, que empezó a
volcar sobre la bota que el sagaz pato había colocado sobre una fosa. Como no tenia suela y la
fosa estaba vacía no acababa de llenarse. El aguilucho decidió ir entonces en busca de todo el
oro del mundo.

Y cuando intentaba cruzar un precipicio con cien bolsas colgando de su pico, fue a estrellarse
sin remedio.

Amigo burrito, ya somos ricos. Dijo el pato. La maldad del Aguilucho nos ha beneficiado.

Y todos los pobres de la ciudad. Dijo el borrico, por que con ellos repartiremos el oro.

EL CABALLO AMAESTRADO

Un ladrón que rondaba en torno a un campamento militar, robo un hermoso caballo


aprovechando la oscuridad de la noche. Por la mañana, cuando se dirigía a la ciudad, paso por
el camino un batallón de dragones que estaba de maniobras. Al escuchar los tambores, el
caballo escapo y, junto a los de las tropa, fue realizando los fabulosos ejercicios para los que
había sido amaestrado.

¡Este caballo es nuestro! Exclamo el capitán de dragones. De lo contrario no sabría realizar los
ejercicios. ¿Lo has robado tu? Le pregunto al ladrón.

¡Oh, yo...! Lo compre en la feria a un tratante...

Entonces, dime como se llama inmediatamente ese individuo para ir en su busca, pues ya no
hay duda que ha sido robado.

El ladrón se puso nervioso y no acertaba a articular palabra. Al fin, viéndose descubierto,


confeso la verdad.

¡Ya me parecía a mí exclamo el capitán Que este noble animal no podía pertenecer a un rufián
como tu!

El ladrón fue detenido, con lo que se demuestra que el robo y el engaño rara vez quedan sin
castigo.
CAPERUCITA Y LAS AVES

Aquel invierno fue más crudo que de ordinario y el hambre se hacía sentir en la comarca.
Pero eran las avecillas quienes llevaban la peor parte, pues en el eterno manto de nieve que
cubría la tierra no podían hallar sustento

Caperucita Roja, apiadada de los pequeños seres atrevidos y hambrientos, ponía granos en
su ventana y miguitas de pan, para que ellos pudieran alimentarse. Al fin, perdiendo el temor,
iban a posarse en los hombros de su protectora y compartían el cálido refugio de su casita.

Un día los habitantes de un pueblo cercano, que también padecían escasez, cercaron la aldea
de Caperucita con la intención de robar sus ganados y su trigo.

-Son más que nosotros -dijeron los hombres-. Tendríamos que solicitar el envío de tropas que
nos defiendan.

-Pero es imposible atravesar las montañas nevadas; pereceríamos en el camino -respondieron


algunos.

Entonces Caperucita le habló a la paloma blanca, una de sus protegidas. El avecilla, con sus
ojitos fijos en la niña, parecía comprenderla. Caperucita Roja ató un mensaje en una de sus
patas, le indicó una dirección desde la ventana y lanzó hacia lo alto a la paloma blanca.

Pasaron dos días. La niña, angustiada, se preguntaba si la palomita habría sucumbido bajo el
intenso frío. Pero, además, la situación de todos los vecinos de la aldea no podía ser más
grave: sus enemigos habían logrado entrar y se hallaban dedicados a robar todas las
provisiones.

De pronto, un grito de esperanza resonó por todas partes: un escuadrón de cosacos


envueltos en sus pellizas de pieles llegaba a la aldea, poniendo en fuga a los atacantes.

Tras ellos llegó la paloma blanca, que había entregado el mensaje. Caperucita le tendió las
manos y el animalito, suavemente, se dejó caer en ellas, con sus últimas fuerzas. Luego,
sintiendo en el corazón el calor de la mejilla de la niña, abandonó este mundo para siempre.
LEYENDAS
Los Gatos

En casa de una familia había muerto un gato Romano.

Nadie quería darle sepultura y los integrantes de la familia decidieron echarlo al techo.

Pero en la noche, cuando todos dormían, escucharon una orquesta en el techo. Impulsados
por la curiosidad se levantaron a esa hora y salieron a ver lo que ocurría y vieron que en el
techo había muchos gatos que tocaban sus instrumentos alrededor del gato muerto.

Éste empezó a revivir, moviendo primero la cola, luego alzó la cabeza y por último se levantó y
se fue

siguiendo el son de la música.

Y todos los vecinos de esa casa dicen que esos gatos eran diablos.

El Jinete sin Cabeza


Se dice que en un pueblo muy aislado de toda civilización se contaba la historia de un jinete
que acostumbraba a hacer su recorrido por las noches en un caballo muy hermoso, la gente
muy extrañada se preguntaba ¿que hombre tan raro por que hace eso?, ya que no era muy
usual que alguien saliera y menos por las noches, a hacer esos recorridos.

En una noche muy oscura y con fuertes relámpagos desapareció del lugar, sin dar señas de su
desaparición. Pasaron los años y la gente ya se había olvidado de esa persona, y fue en una
noche igual a la que desaparecio, que se escuchó nuevamente la cabalgata de aquel caballo.
Por la curiosidad muchas personas se asomaron, y vieron un jinete cabalgar por las calles, fue
cuando un relámpago cayó e iluminó al jinete y lo que vieron fue que ese jinete no tenia
cabeza. La gente horrorizada se metió a sus casas y no se explicaban lo que habían visto…

El fantasma de la Basílica de Guadalupe

Algunas personas que visitan la moderna Basílica de Guadalupe en las noches o mendigos que
duermen en sus escalinatas cuentan haber visto a una mujer saliendo de la antigua Basílica de
Guadalupe, portando una vela que sigue encendida a pesar de la lluvia o del viento, y
caminando hasta la moderna Basílica donde entra atravesando las paredes.

Algunos por curiosidad han entrado a la Basílica y la han visto dejar la vela en ofrenda, rezar y
después desaparecer. Se rumora que es un alma en pena que cumple una manda que no
cumplió.
La paloma torcáz

Había una vez un guerrero valiente y apuesto. Amaba la caza y así, con frecuencia, iba por los
bosques persiguiendo animales. En una de sus cacerías llegó junto a un lago y, lleno de
asombro, contempló a una mujer bellísima que bogaba en una canoa.

El guerrero quedó tan enamorado que, muchas veces, volvió al lugar con el ánimo de verla;
pero fue inútil, pues, ante sus ojos, sólo brillaron las aguas del lago. Entonces pidió consejo a
una hechicera, la cual le dijo:

—No la verás nunca más, a menos que aceptes convertirte en palomo.

—¡Sólo quiero verla otra vez!

—Si te vuelves palomo jamás recuperarás tu forma humana.

—¡Sólo quiero volverla a ver!

—Si así lo deseas, hágase tu voluntad.

Y la hechicera le clavó en el cuello una espina y en el acto el joven se convirtió en palomo. Este
levantó el vuelo y fue al lago y se posó en una rama y al poco rato vio a la mujer y, sin poderse
contener, se echó a sus pies y le hizo mil arrumacos.

Entonces la mujer lo tomó entre sus manos y, al acariciarlo, le quitó la espina que tenía clavada
en el cuello. ¡Nunca lo hubiera hecho, pues el palomo inclinó la cabeza y cayó muerto! Al ver
esto, la mujer, desesperada, se hundió en el cuello la misma espina y se convirtió en paloma. Y
desde aquel día llora la muerte de su palomo.

Texto extraído del libro Leyendas y Consejas del Antiguo Yucatán de Emilio Abreu Gómez.
Editado por el Fondo de Cultura Económica, México.

La Novia

Esta leyenda a recorrido muchos años espantando y empieza en el pueblo de Tiltepec Chiapas
donde una mujer de nombre desconocido iba a casarse con un hombre tambien de nombre de
conocido.

Eran muy felices en su noviasgo pero justo antes de casarse la mujer descubrio a su querido y
amado en la cama con su mejor amiga. Entonces cojio un palo y los mato a los dos a puros
golpes quien sabe como. Cuando llego el dia de la boda, todos se burlaron de ella porque no
tenia con quien casarse.
Ella se suicido, pero una maldicion cayo y los que se burlaron de ella murieron y serian
atormentados para toda la eternidad.

Desde ese entonces en la iglesia del pueblo se oye desde las 9 de la noche hasta las 3 de la
madrugada -¡vivan los novios!- y suenan las campanas aterrorisando a todos…

Si uno escucha el sonido de las campanas y sale a la calle es comvertido en un espectro mas….

Si uno escuche el sonido de las campanas y sale a la calle

es combertido en un espectro mas….

La leyenda del niño oculto

Un pequeño se acercó a la casa de un hombre anciano para pedirle dulces en la madrugada del
1 de noviembre, pero él se negó. Tras la insistencia del muchacho, el anciano le preguntó por
qué quería tanto los dulces, pero el chico dijo que eran para otro niño que vivía en la casa de al
lado, cosa que extrañó mucho al anciano porque nadie había en esa casa y estaba abandonada
hace años.

La conversación entre el anciano y el niño siguieron de camino a la casa para poder


demostrarle que nada raro había allí, pero entonces cuando abrió la puerta ambos vieron la
cara pálida de un niño que estiraba la mano para que le den dulces. No solamente cerró el
hombre la puerta y salió corriendo, sino que aquella noche no durmió y la siguiente fue directo
para hablar con la hechicera del pueblo que podía tal vez decirle que era lo que vio.

La mujer le comentó una leyenda bastante triste que trata sobre un pequeño que fue hijo de
una chica, entonces debía ocultar a su hijo y su padre se encargó de mandarlo a una habitación
en donde nadie pudiera verlo, desde recién nacido no lo quisieron y luego la madre encima
falleció, con el tiempo también lo hizo su padre. Al estar encerrado con 6 años Miguel, nadie
podía escuchar sus llamados de auxilio y murió entonces de una forma muy fea en ese mismo
lugar. Cada día de los muertos sale para poder pedir su calaverita y dulces a la gente feliz.

Leyenda del cenote zaci

Zac-Nicte era una joven muy hermosa que tenía una larga cabellera de color negro, ella era
parte de una familia muy importante que vivía junto al cenote de Zaci y su abuela era conocida
como una hechicera y también curandera, pero bastante respeto y miedo se le tenía a la mujer
en el pueblo. Su familia no tenía una buena relación con la familia del cacique que gobernaba
en el pueblo, quien tenía un hijo que era un príncipe llamado Hul-Kin. A pesar del odio que
tenían entre sí las familias, estos dos jóvenes se amaron desde siempre.
A orillas del cenote estuvieron juntos durante un tiempo y luego se enteró el cacique de lo que
estaba ocurriendo, por eso es que mandó a su hijo a que se casara con una princesa sin dejarlo
opinar, ni hacer nada que estuviera fuera de sus órdenes, él no desobedecería al padre y por
eso se fue a casar dejando a Zac-Nicte completamente sola con su abuela en el cenote.

Leyenda del cenote zaciLa tristeza de Zac-Nicte era inmensa y le dijo a su abuela que llevaba
un hijo suyo en el vientre, pero quería quitarse la vida al saber que ya estaba casado su amor
con alguien más, por eso hacían rituales todas las noches para que vuelva y puedan ser felices.
En uno de los rituales, la joven quedó enredada con su larga cabellera y perdió la vida en las
aguas del cenote, entonces sintió Hul-Kin un dolor inmenso en el pecho y fue para verla.

La abuela de Zac-Nicte lo maldijo y también maldijo las aguas, él sintió tanta culpa que se tiró
en el cenote dejándose ahogar voluntariamente, entonces así dijo su abuela a su nieta que al
fin le devolvió el amor que perdió y ahora estarían juntos por siempre.

Leyenda el venado, el faisán y la serpiente de cascabel

Los mayas tienen una leyenda muy hermosa que cuenta sobre la creación de la tierra, la cual
fue creada por el señor Itzamná. Él hizo cada rincón del planeta como un hermoso lugar para
habitar, pero también se encargó de hacer El Mayab, sitio en donde dejó vivir al maya y donde
también puso 3 animales especiales. Los animales que escogió Itzamná fueron el faisán que
voló por los cielos de El Mayab y conoció cada uno de sus árboles, así como paisajes; el
venado, que corrió por todas partes y fue muy feliz en su tierra; y por último la serpiente
cascabel que se arrastró por toda la tierra y las aguas sin dejar de hacer sonar su cascabel de
felicidad.

Los hechiceros de los mayas se reunieron porque tuvieron visiones muy feas acerca de lo que
se venía y por ello reunieron a toda la tribu, les dijeron en ese momento que el hombre
vendría a quitarles sus tierras, que ganarían finalmente El Mayab. venadoLo que el hombre
maya debía hacer luego de haber perdido este lugar de encanto era esperar y estar atentos a
las señales, ya que cuando llegue el momento de recuperar sus tierras, el venado correría más
rápido que nunca, el faisán volaría mostrando su sombra en todas partes y la serpiente
cascabel haría sonar nuevamente su música tan fuerte que se escucharía en cualquier lugar. En
ese momento sería cuando los mayas tendrían que juntarse para pelear por la tierra que les
pertenece.

Ollantay una leyenda inca

Todas las personas de la tribu del Inca siguen las leyes de su gente, el problema es que una
hija del sol no podría estar con un hijo de la tierra y las montañas, pero eso es algo que
evidentemente no era un impedimento para que se enamoren sin remedio alguno y sufran las
consecuencias de tal amor imposible. Él era Ollantay de nombre y un guerrero sin igual, el Inca
lo estimaba mucho porque servía a su pueblo, era leal y ganaba todos los combates. La hija del
Inca era más preciada todavía porque la adoraba y siempre cuidaba, su nombre era Cuyllur.

El Inca se enojó mucho cuando Ollantay pidió la mano de su hija, no solamente se enojó, sino
que lo mandó a encerrar, pero él se escapó. De todos modos, no podía dejar libre a Cuyllur con
miedo de que se encuentren o cualquier otra cosa, por eso es que mandó a encerrar a la
estrella en un templo del sol, allí estuvo aislada de todo hasta que su amado Ollantay la salvó.

Ollantay una leyenda incaComo resultado de la profanación del templo para salvarla y del
amor imposible que jamás sería aceptado, sucedió que el Inca tomó la determinación de
asesinar a Ollantay y así lo hizo. Cuando a su hija no le quedó más consuelo porque muerto
estaba su amado, luego de tanto la desterró de su tierra por la traición a las leyes del Inca que
habría cometido con sus actos de amor al Titán de Los Andes.

La Leyenda de La Viuda de Santo Domingo

Cuenta la leyenda que se encontró una mujer de aspecto desconocido con una capa negra en
las calles de Santo Domingo asustando a la gente. Una señora se acercó a esta viuda que muy
humildemente caminaba por las calles, pero entonces, al querer preguntar la hora, ella se llevó
la sorpresa de su vida, quedó completamente plasmada con lo que vieron sus ojos. Aquella
humilde señora que era viuda y vestía de negro, no tenía ningún rostro de frente porque era
nada menos que un esqueleto.

Salió corriendo a los gritos esta mujer que ya no importaba la hora, solamente quería llegar a
su casa y no morir antes de poder hacerlo a causa de la parca que es quien pensó que había
encontrado. Luego de un tiempo prudencial, un hombre corrió con el mismo destino al querer
recorrer las callejuelas de Santo Domingo, debido a estas apariciones que cada vez fueron más
es que la llamaron como la Viuda de Santo Domingo.

Viuda de Santo DomingoNadie podía salir de su casa luego de las 7 de la tarde para no cruzarse
con la viuda y las casas cerraban muy fuerte sus puertas para que no entre tampoco. Un grupo
valiente de jóvenes salieron de cacería para quitarla del pueblo de una vez, pero ella jamás
apareció, tampoco lo volvió a hacer nunca más y son muchas las versiones que se cuenta por
todo esto, ya que hasta se dice que desapareció dentro del panteón y que por eso no puede
volver a las calles.
MITOS

La Mujer Dormida y el cerro Popocatepetl

IZTACCIHUATL Y POPOCATEPETL

Tonatiuh, el Dios Sol, vive con su familia en el cielo 13 en el que no se conoce la oscuridad ni la
angustia…El hijo de Tonatiuh era el príncipe Izcozauhqui a quien le encantaban los jardines. Un
día el príncipe oyó hablar de los vergeles del señor Tonacatecuhtli. Curioso fue a conocerlos.
Las plantas parecían más verdes y los prados frescos y cubiertos de rocío. Al descubrir una
laguna resplandeciente se acercó con presteza y al hacerlo, se encontró con una mujer que
salía de las aguas ataviada con vestidos de plata. Se enamoraron de inmediato ante el
beneplácito de los dioses. Pasaban el tiempo juntos, recorrían un cielo y otro. Pero los dioses
les prohibieron ir más allá de los 13 cielos.

Los enamorados conocían el firmamento. La curiosidad por saber qué había bajo de él hizo que
descendieran a conocer la tierra. Allí la vida es diferente. El sol no brilla todo el tiempo,
descansa por las noches. Hay más colores, texturas, sonidos y animales que en todos los cielos
recorridos.

Los príncipes, al descubrir que la tierra es más hermosa que los paraísos celestiales decidieron
quedarse a vivir en ella para siempre. El lugar escogido para su morada estaba cerca de un
lago, al lado de valles y montañas.

Los dioses, furiosos por la desobediencia de la pareja, decidieron un castigo. La princesa


enfermó repentinamente, fueron vanos los esfuerzos de Izcozauhqui por aliviarla. La mujer
supo que esa era la sanción de los dioses, Tonatiuh se lo hizo saber con sus abrasadores rayos.
A ella no le permitirían vivir.

Separándolos, con su muerte, para siempre. Se lo dijo al príncipe, le pidió que la llevara a una
montaña con el fin de estar junto a las nubes, para que, cuando él regresara con su padre,
pudiera verla más cerca desde el cielo. Fueron sus últimas palabras, después se quedó quieta y
blanca como la nieve.

El príncipe con su preciosa carga a cuestas caminó días y noches hasta llegar a la cima de la
montaña. Encendió una antorcha cerca de ella, la veló, como si la princesa durmiera.

Izcozauhqui se quedó junto a ella, sin moverse, hasta morir. Ella se convirtió en la mujer
dormida (Iztaccíhuatl) y él en el cerro que humea (Popocatépetl).
Dioses de la Muerte

El reino de los muertos o inframundo, conocido comúnmente como Mictlan, era gobernado
por el Señor del Inframundo, Mictlantecuhtli, y por la esposa de este, Mictecacihuatl, los
Infiernos, el Chignauhmictlan. Pero aparte de estas deidades, existían otros dioses y diosas que
poblaban las regiones del Mictlan y que casi

siempre encontramos por parejas. Una de ellas es Ixpuzteque, El que tiene el pie rotoy su
esposa Micapetlacalli, Caja de muerto. Por último conocemos el nombre de Tzontemoc, El que
cayo de cabeza, y su esposa es Chalmecacihuatl, La sacrificadora .

Mictlantecuhtli y Mictecacihuatl eran la pareja más importante de las regiones del inframundo
y habitan la más profunda de ellas, a donde llegan los hombres a descansar, no sin antes
entregar a las deidades presentes valiosos.

Mictlantecuhtli aparece con el cuerpo cubierto de huesos humanos y un cráneo a manera de


mascara, con los cabellos negros, encrespados y decorados con ojos estelares, puesto que
habita en la región de la oscuridad completa. Adornan su cabeza una rosetas de papel de las
que salen conos, uno sobre la frente y otro en la nuca. Sus animales asociados son el
murciélago, la araña y el búho (tecolotl).

El murciélago de colores

Una vez existió un hermoso murciélago. Era la criatura más bella de la creación, ya que en su
afán por parecerse al resto de las aves, subió al cielo y solicitó al creador poseer plumas. Éste
le contestó que tenía su permiso para solicitar a otras aves sus mejores plumas. Y así lo hizo. Se
dedicó a pedir las plumas de aquellos especímenes más vistosos y coloridos.

Tras un tiempo de recolección, el murciélago lucía, ufano, su nuevo y espectacular aspecto.


Revoloteaba por toda la tierra recreándose en su imagen. Incluso, en una ocasión, con el eco
de su vuelo provocó un maravilloso arco iris. Todos los animales lo observaban fascinados por
su deslumbrante imagen. No obstante, los halagos comenzaron a hacer mella en él. La
soberbia se apoderó de su raciocinio. Miraba con desprecio al resto de las aves, a las que
consideraba inferiores a él por su belleza.

Percibía que ningún otro animal estaba a su altura. Hasta reprochó al colibrí que no eran tan
agraciado como él. Consideraba que no existía otra cualidad más importante que no fuera el
aspecto físico. El resto de aves se sentían humilladas ante el vuelo del murciélago. Su continuo
pavoneo se hizo insoportable para todo el reino animal, y sus ofensas llegaron a oídos del
creador. Éste decidió intervenir.

Tras observar la actitud del bello murciélago, lo hizo llamar y subir al cielo. Éste se sintió
halagado al verse requerido por el ser supremo y su ego se elevó con él. Ante la presencia del
creador, comenzó a aletear con una alegría desbordada. Aleteó una y otra vez,
desprendiéndose, inconscientemente, de todas sus bellas plumas.

De pronto, se descubrió desnudo, como al principio de los tiempos. Avergonzado, descendió a


la tierra, refugiándose en las cuevas y negándose la visión. Durante días, llovieron plumas de
colores que éste no quiso observar, procurando olvidar lo hermoso que un día fue. Desde
entonces, el murciélago vivió recluido en la oscuridad, lamentando su egoísta actitud.

El mal de ojo

Es costumbre extendida y mito, entre la población rural, el considerar que en numerosas


ocasiones en que el niño enferma es provocado porque le “han hecho mal de ojo”.

Esto significa que el niño no tiene ninguna enfermedad orgánica, sino que sus problemas
(llanto, pérdida de apetito, vomitos, decaimiento, etc), se deben exclusivamente a que alguna
persona ha ejercido sobre este pequeño personaje su influencia mágica y maligna, de tal modo
que el bebé o chico mayor comienza a alterarse y presentar una sintomatología rara, que en
algunas ocasiones y según creencia, puede llegar hasta ocasionarle la muerte.

Hay remedio para acabar con la influencia de este maléfico poder, y por ello se ponen manos a
la obra, aquellas mujeres que saben “cortar el mal de ojo”, porque tienen “gracia” (han nacido
en Viernes Santo) o porque lo han aprendido de los mayores, los cuáles le transmiten los
textos que hay que rezar y los mecanismos a hacer para dejar al niño libre de esos influjos.

Para evitar estos problemas se le colocan a los niños, prendidos a la ropa, o en el cochecito o
cuna, un lazo rojo o bien una cruz de Caravaca o diversos tipos de escapularios

La mujer lactante
Dicen que cuando una mujer está amamantando al pecho a un lactante, las serpientes o
culebras, reptiles habituales en las rastrojeras y masas arbóreas de estas tierras, pueden llegar
a succionar el pezón del seno de la madre, porque les atrae.

El cóndor.

Se dice que en un pueblo, un hombre vivía con su hija, él le daba como tarea cuidar a unas
ovejas. Todos los días iba un joven a visitarla hasta que se hicieron muy buenos amigos.

Un día empezaron a jugar a que el la cargaba y ella a él, cuando de pronto ella se dio cuenta de
que estaba volando
Desde ese día el joven se convirtió en su cóndor, pues el, la cuidaba, la alimentaba. Pasaron los
años y los dos crecieron tuvieron un hijo pero ella todas las noches lloraba porque había
abandonado a su padre, se sentía mal porque ya no estaba con él ni lo apoyaba con los
animales.

Un día ella se encontró a un picaflor y le pidió ayuda para poder volver con su padre, el lo
único que pudo hacer fue decirle al cóndor que su esposa y su hijo habían desaparecido,
aparento ayudarlo mientras ella escapaba y regresaba con su padre.

y desde que ella regreso a la comunidad, jamás volvió el cóndor, ella podía seguir volando pero
ahora junto a su hijo.

Mitos de nigeria

Efflon Obassi. Cuenta el mito que una oveja era muy generosa con todos, sobre todo con sus
vecinos, cada vez que ellos lo necesitaban la misma los alimentaba y nunca pasaban hambre,
pero un día esta se dejó llevar por una oferta tentadora que le hicieron a su granja y la vendió
por dinero que luego invirtió en una Mitos de nigeria piedra brillante de serpiente, la misma
era muy bella, pero no hacia que dejara de tener hambre, ya que dinero le faltaba y no podía
alimentarse de ninguna forma sin su granja, ahora ella necesitaba la ayuda de sus vecinos
porque estaba en una mala situación, ellos se negaron a darle alimento.

La oveja desconsolada y muy triste le regaló su piedra brillante a Efflon Obassi que luego
cuando volvió al Cielo la habría guardado en una caja que tenía una tapa, cuando la misma se
abría ese día salía brillante como nunca la luna llena, pero cuando se cerraba no había luna en
ningún sitio, este día de luto se hacía por la tristeza que a los dioses le provocaba el hecho de
que los vecinos no ayuden a la oveja cuando lo necesitaba siendo que ella siempre había
ayudado a los demás, pero sin embargo no hacían nada para que la misma pudiera tener el
alimento que le hacía falta, esto concluyó en que cada vez que la oveja miraba el cielo podía
recordar la piedra tan brillante mirándola como nadie en los cielos como la que ahora podía
ser la luna y le daba luz brillante a toda la tierra.

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