CASO CLINICO: FARINGOAMIGDALITIS
DESCRIPCION DEL EVENTO:
Paciente AJG de 63 años acude a consulta médica, refiriendo que desde hace
tres días presenta malestar general, fiebre, dolor al deglutir los alimentos. A la
evaluación física por el medico este, se encuentra con T= 39 grados
centígrados, placas blancas en la garganta, sudoración profusa, como
antecedentes presenta DM2, para lo cual se medica con glibenclamida 5 mg
diarios desde hace 2 años, y por problemas cardiacos (IM), clopidogrel 75
mg/día, desde hace 6 meses. Como resultado de la evaluación se le
diagnostica faringoamigdalitis, y se le prescribe azitromicina 500 mg VO, c/24
Hrs. por 3 – 5 días, prednisona 50 mg, c/24 hrs. VO 3 días y es citado dentro
de una semana para su control, al salir de la consulta médica, pasa al área de
farmacia para la atención farmacéutica.
INTERACCIONES ENTRE LOS MEDICAMENTOS USADOS:
Ninguno (según Micromedex Drug Interactions)
Ninguna (según Drugs.com)
Dos interacciones (según Medscape Drug Interactions Checker):
o Prednisona + Clopidogrel (monitorizar estrechamente):
La prednisona incrementará el nivel o el efecto del clopidogrel por inducción
del metabolismo hepático/intestinal mediada por la enzima CYP3A4. Los
inductores de la enzima CYP3A4 puede incrementar el metabolismo de
clopidogrel a su metabolito farmacológicamente activo (el clopidogrel es una
prodroga). Realice seguimiento a los pacientes por un incremento potencial en
los efectos antiplaquetarios cuando se usen en combinación.
o Prednisona + Glibenclamida (secundario):
La prednisona reduce los efectos de la glibenclamida mediante antagonismo
farmacodinámico. Significancia secundaria o desconocida.
Una interacción (según iDoctus):
o Prednisona + glibenclamida (leve):
Riesgo de hiperglucemia. La prednisona aumenta la glucogénesis hepática,
disminuyen la utilización periférica de la glucosa y alteran los niveles de
actividad de las enzimas implicadas en el metabolismo de los carbohidratos. La
administración de grandes dosis de glucocorticoides puede causar un
síndrome similar a la diabetes.
RESUMEN DE LAS FICHAS TECNICAS AEMPS
AZITROMICINA
4.1. Indicaciones terapéuticas Azitromicina está indicado para las siguientes infecciones
causadas por microorganismos sensibles a la azitromicina (ver secciones 4.4 y 5.1): - Sinusitis
bacteriana aguda - Otitis media bacteriana aguda - Faringitis, amigdalitis - Exacerbación aguda
de bronquitis crónica - Neumonía adquirida de la comunidad de leve a moderadamente grave.
- Infecciones de la piel y tejidos blandos de gravedad leve a moderada, por ejemplo foliculitis,
celulitis, erisipelas. - Uretritis y cervicitis no complicadas producidas por Chlamydia
trachomatis. Deben tenerse en cuenta las recomendaciones oficiales sobre el uso adecuado de
agentes antibacterianos.
Posología: La duración del tratamiento en función de la infección, se detalla a continuación:
Existen otras presentaciones disponibles para los distintos regímenes posológicos.
Población pediátrica de más de 45 kg de peso y adultos: La dosis total de azitromicina es de
1.500 mg, administrando durante tres días consecutivos (500 mg al día). Como alternativa, la
dosis total se puede administrar también durante un periodo de 5 días (500 mg como dosis
única el primer día, seguidos de 250 mg una vez al día). En la uretritis y cervicitis no
complicadas producidas por Chlamydia trachomatis, la dosis es de 1.000 mg como dosis única
oral. Para sinusitis, el tratamiento está indicado para adultos y adolescentes mayores de 16
años.
Faringitis/amigdalitis Azitromicina no es un medicamento de primera elección para el
tratamiento de faringitis y amigdalitis causadas por Streptococcus pyogenes. Para estas
afecciones y para la profilaxis de fiebre reumática aguda, la penicilina es el tratamiento de
primera elección.
PREDNISONA
A continuación se especifican las dosis recomendadas según las distintas indicaciones:
NO TIENE INDICACION EN FARINGITIS/AMIGDALITIS
Procesos reumáticos articulares y musculares, agudos y crónicos: La dosis recomendada
oscila entre 30 y 90 mg de prednisona al día. Inicialmente, se recomienda 1 mg/kg/día de
prednisona, en dosis fraccionada, seguida de una dosis única diaria de consolidación y
posteriormente se disminuye hasta la dosis mínima eficaz, de acuerdo con las variables
clínicas. Evaluar dosis de 1mg/día de prednisona cada 3 semanas, para mantener menor
dosis que controle los síntomas. Durante periodos agudos de exacerbación, se deben emplear
dosis altas (20-40 mg/día).
Asma bronquial: La dosis recomendada oscila entre 15 y 60 mg de prednisona al día,
durante 5 días y si es necesario, una semana adicional con dosis más bajas. En un ataque
agudo de asma, se recomienda para los niños entre 1 y 2 mg/kg/día, en una o varias tomas,
durante 3-5 días.
Procesos alérgicos e inflamatorios de la piel: La dosis de carga recomendada oscila
entre 0,35 y 1,2 mg/kg/día. Cuando se trata de procesos inflamatorios graves, la posología
varía entre 0,75 y 1,2 mg/kg/día.
Otras reacciones alérgicas, shock anafiláctico y procesos reaccionales: La dosis inicial
recomendada es de 5 a 60 mg/día.
Tratamiento de sustitución en enfermedad de Addison y síndrome adrenogenital: La
dosis de carga recomendada oscila entre 0,35 y 1,2 mg/kg/día. En niños se recomiendan
entre 4 y 5 mg/m2/día.
Enfermedades autoinmunes con destrucción de hematíes: Se recomienda dosis de 1
mg/kg/día. Se recomienda dosis de mantenimiento.
Anemias hemolíticas y agranulocitosis: La dosis recomendada oscila entre 30 y 90 mg
de prednisona al día.
Púrpura reumática: La dosis de carga recomendada oscila entre 0,35 y 1,2 mg/kg/día.
Leucemia aguda: La dosis a administrar puede alcanzar hasta los 120 ¿ 150 mg al día.
Colitis ulcerosa: La dosis recomendada oscila entre 30 y 60 mg de prednisona al día,
reduciéndose posteriormente a 15 mg al día.
Hepatitis: Se recomiendan dosis de 40- 60 mg/ días inicialmente y disminución de la
dosis de mantenimiento de 7,5 a 10 mg/día, una vez que los niveles de transaminasas hayan
disminuido. En hepatitis crónica agresiva, la dosis recomendada es de 60 mg de prednisona
al día, reduciéndose progresivamente a 15 mg al día (en tratamiento combinado con
azatioprina).
Síndrome nefrótico: Se recomienda la administración de una dosis comprendida entre
60 y 90 mg de prednisona al día.
Glomerulonefritis idiopática rápidamente progresiva: La dosis recomendada es de 90
mg de prednisona al día durante una semana y 60 mg de prednisona al día durante dos
semanas. Posteriormente, se disminuirá la dosis progresivamente.
Forma de administración
Los comprimidos se tomarán en una sola toma, preferentemente a primera hora de la
mañana, cada día o en días alternos, durante las comidas y con un poco de agua.
En caso de tratamientos prolongados y a dosis elevadas, las dosis iniciales pueden
repartirse en dos tomas diarias. Las siguientes, pueden administrarse en una toma única
diaria.
En el tratamiento de enfermedades malignas (leucemia linfocítica aguda, linfomas), se
administra en asociación con quimioterapia.
4.3. Contraindicaciones
Hipersensibilidad a la prednisona, otros corticoides o a alguno de los excipientes
incluidos en la sección 6.1
Osteomalacia y osteoporosis
Diabetes grave
Psicosis no controladas por un tratamiento
Úlcera péptica, gastritis, esofagitis
Tuberculosis activa (a menos que se utilicen simultáneamente drogas
quimioterapéuticas)
Estados infecciosos, incluyendo los indicados en este apartado
Enfermedades víricas progresivas (hepatitis, herpes, herpes simple ocular, herpes zoster,
varicela), antes e inmediatamente después de una vacunación preventiva
Infecciones fúngicas
Linfomas secundarios de una vacunación con B.C.G.
Amebiasis y micosis sistémicas
Alteraciones psiquiátricas
Hipertensión arterial grave
Asistolia con edema pulmonar y uremia
Miastenia grave
Insuficiencia renal
Combinaciones a tener en cuenta
- Antihipertensivos: retención de líquidos y retención de sodio debido a la disminución de
eficacia por el uso de prednisona.
- Fluoroquinolonas: aumento del riesgo de tendinopatía e incluso rotura de tendón,
particularmente en pacientes que reciben tratamiento prolongado con prednisona.
- Anticoagulantes orales: posible aumento o reducción del efecto anticoagulante, haciéndose
necesario un control de los índices de coagulación.
- Antidiabéticos: los glucocorticoides pueden aumentar los niveles de glucosa. Los pacientes
tratados con antidiabéticos pueden precisar un ajuste de la dosis.
- Antiinflamatorios no esteroídicos: riesgo aumentado de ulceración y hemorragia
gastroduodenal.
- Bloqueantes neuromusculares no despolarizantes: algunos informes describen que prednisona
e hidrocortisona antagonizan el bloqueo neuromuscular en pacientes con insuficiencia
corticosuprarrenal tratados con pancuronio.
- Ciclofosfamida: alteración de los niveles de ciclofosfamida con posible inhibición o
potenciación de su actividad, por alteración de su mecanismo.
- Ciclosporina: se ha comunicado posible reducción del metabolismo hepático del corticoide.
Estudios similares han evidenciado un aumento de las concentraciones plasmáticas mínimas de
ciclosporina. La asociación de corticoides y ciclosporina es muy frecuente. Se deben vigilar
posibles signos de toxicidad.
- Estrógenos, anticonceptivos orales: posible potenciación del efecto y/o toxicidad de los
corticoides por una inhibición de su metabolismo hepático. Se aconseja vigilancia clínica, sobre
todo durante el periodo de reducción de la dosis del corticoide.
- Heparinas por vía parenteral: aumento del riesgo de hemorragia provocada por los corticoides.
- Inhibidores enzimáticos (ketoconazol): disminución de los niveles plasmáticos de corticoide.
- Interferon alfa: riesgo de inhibición de la acción del interferon alfa.
- Resinas de intercambio iónico (colestiramina, colestipol): posible disminución de la absorción
oral del corticoide. Se debe vigilar al paciente.
- Salicilatos: posible disminución de las concentraciones de salicilato, con pérdida de actividad,
por posible aumento de su eliminación. La asociación conjunta de ambos fármacos puede
aumentar la incidencia de úlcera gástrica o hemorragia intestinal. Se debe vigilar al paciente.
- Teofilina: el corticoide puede provocar una posible potenciación del efecto y/o toxicidad del
fármaco por inhibición de su metabolismo hepático.
- El tratamiento concomitante con inhibidores de CYP3A, incluyendo medicamentos que
contienen cobicistat, aumenta el riesgo de reacciones adversas sistémicas. Se debe evitar esa
combinación, a menos que el beneficio supere al riesgo aumentado de reacciones adversas
sistémicas relacionadas con los corticosteroides, en cuyo caso los pacientes han de estar
sometidos a seguimiento para comprobar las reacciones sistémicas de los corticosteroides.
Prednisona puede alterar los valores de las siguientes determinaciones analíticas:
sangre: aumento de colesterol y glucosa. Disminución de calcio, potasio y hormonas
tiroideas.
orina: aumento de la glucosa.
pruebas cutáneas (tuberculina, parches para alergias, etc.): posible inhibición de la
reacción, especialmente en tratamientos con dosis elevadas de corticoides.