-ii~
ESCUELA TÉCNICA SUPERIOR DE INGENIEROS AERONÁUTICOS
Pascual Tarín Remanía
" TRANSFORMACIONES ESTRUCTURALES DE
LOS ACEROS RACIONALES PARA.ALTA
n
RESISTENCIA
Tesis Doctoral dirigida por
al Sr* D# 3osé Antonio Gar-
cía Poggio, Catedrático da
Watalotacnia do la E. T. S.
Ingenieros Aeronáuticos,
UNIVERSIDAD POLITÉCNICA DE MADRID
- 1973 •-
-iii-
I.- ESTADO^ACTUAL^DEL^PROBLEBfA ... .... Pag. 1.1
1,1.- TIPIFICACIÓN DE ACEROS Pag. 1.1
1.1.1.- Empleo del acero ........ Pag. 1.1
I«1.2.- ropiedades del acaro de baja aleación. Pag. 1.2
1.1.3.- Utilización de aceros Pag. 1.5
I.1.4.- Necesidad de distintos aceros ......... Pag. 1.6
i ,L 5.- Titfrfiación de aceros Pag. 1.7
1.1.6.- Evolución y estado actual .de la tipifi-
cación en España ....... .~. ............. Pag. 1.10
1.2.-TIPIFICACIÓN RACIONAL DE ACEROS Pafg. i. 14.
I.2.1.- Introducción .........••»•..••.,.....•. Pag. 1.14
I.2.2.- Principios que rigen la elección de un
acero Pag. 1.16
I.2.3.- Doctrina de Tipificación Racional. Equi
valencias y cifras clave........ Pag. 1.18
I.2.4.- La Tabla Racional de Tipificación de -
Aceros de Resistencia Pag. 1.20
1.2.5.- Consideraciones finales Pag. 1.21
I.3.- DIAGRAMAS DE TRANSFORMACIONES ISOTÉRMICAS . Pag..I.24
1.3.1.- Transformación de la austenita ........ Pag. 1.24
I.3.2.- Diagramas de transformación isotérmica. Pag. 1.25
I.3.3.- Forma da los diagramas TTT e influencia
de los elementos de aleación.y Pag. 1.27
-iV-
1.3.4.- Trazado de las curvas TTT .. .. Pag, 1.29
I.3.5.- Aplicaciones de los diagramas T.T.T... Pag* 1.33
I.3.6.- Límites de utilización de los diaqra -
mas T.T.T. ... Pag. 1.34
K4.> DIAGRAMAS DE TRANSFORMACIONES DE ENFRIAMIEN-
TO CONTINUO ..... Pag. 1.36
I.4.1.- Transformación de la austenita median-
te enfriamiento continuo *............ Pag» 1.36
I«4»2.- Diagramas de transformación an enfria-
miento continuo ..é....*^ Pag. 1.37
1+4+3.- Forma de los diagramas en enfriamiento
continuo e Snfluencia de los elementos
de aleación ...................... Pag. 1.38
1.4.4»- Trazado de los diagramas de trnsforma-
ciones en enEriamiento continuo ...... Pag. 1.41
1.4.5.- Aplicaciones y limitaciones de los dia-
gramas de transformaciones en enfria -
miento continuo Pag. 1.44
1.5»- OTROS MÉTODOS EXPERIMENTALES DE ESTUDIO DE —
IBftfitSfiBRflSAC IONES ESTRUCTURALES EN EL ACERO .. Pag. 1.45
I.5.1.- Consideraciones previas ............... Pag. 1.45
I.5.2.- Transformaciones durante la austeniza -
ción Pag. 1.46
-y~
1.5.3.- Transformaciones de la estructura aus-
tenltica a temperaturas superiores a
Ac . ..........i ........ Pag 1*49
1.5.4*- Transformaciones de la austenita a tem
£eraturas inferiores a A ....... Pag, I . 51
... 1 . . , , • • . . - . - - • • • • - - - - . • -,„, - M --L
I. 5.5.- Transformaciones estructúralas de los i
constituyentes en al revenido ........ Pag. 1.53
I.6.- CÁLCULOS TEÓRICOS APLICADOS AL ESTUDIO DE LAS
TRANSFORMACIONES y. Pag. 1.55
I.6.1.- Consideraciones previas *•*.....«..,». Pag. 1.55
I.6.2.- Métodos de cálculo de temperaturas de
transformación Pag. 1.56
I.6.3.~ métodos de cáclculo de diagramas de -
transformación ....................... Pag. 1.60
1.6.4.- Otros métodos teóricos ............... Pag. 1.65
1.6.5*- Validez de métodos teóricos Pag. 1.69
1,7.- CONCLUSIONES Y OBJETO DE ESTE ESTUDIO .... Pag. 1.70
1.7.1.- Conclusiones Pag. 1.70
1.7.2.-» Objeto de este estudio ............... Pag. 1.71
II. DESCRIPCIÓN DE EQUIPOS Y WETQDOS Pag. II.1
OPERATORIOS UTILIZADOS.
xsssssxsssssssssssrsss
II.1.- MATERIAL EMPLEADO Pag. II.1
II.1.1.- Primara fase del trabajo ............ Pag. II,1
II«1.2.~ Aceros objeto de estudio ,»«•••,•••••• Pag- ihl
II.2.- EQUIPO PARA LA OBTENCIÓN DE DIAGRAMAS DE -
TRANSFORMACIONES ISOTÉRMICAS Pag, 11.2
II,2.1.~ Consideraciones previas .*....•.,...,• Pag II .2
II.2,2,~ Equipo utilizado para tratamientos ... Pag, 11«4
II.2.3,~ Equipos complementarios •, ....... Pag. II #7
11,3,- EQUIPO PARA LA OBTENCIÓN DE DIAGRAMAS DE ~
TRANSFORMAC.IONES EN ENFRIAMIENTO CQNTiDNUQ. Pag, 11.8
II«3.1.- Consideraciones previas . .. ,.... Pag, II »8
II.3.2.- Dilatómetro utilizado .*,,...,...,,... Pag. 11.10
11,3.3.- Equipos complementarios •*.,,»«..•,,,, Pag, 11,15
11,4,- EQUIPOS UTILIZADOS EN OTRAS TÉCNICAS EXPE-
RIMENTALES .............../ Pag, II, 1S
II.4.1.- Equipo utilizado para determinación de
puntos críticos fcc ;y Ac~ ,,,,...,,.•» Pag, 11.15
11*4,2.- Equipos utilizados en la determinación
experimental del M y del desarrollo -
s
de la reacción roartenaitiea Pag, 11.16
II.4.3.— Equipo utilizado en la determinación experi
mental de las transformaciones en el -
revenido . Pag.- 11.17
II.5.- OBTENCIÓN DE RESULTADOS'TEÓRICOS Pag. 11.18
Iir_^§?Y95>?§5y??99§_!_?!r-§yLTADOS OBTENIDOS . . . . Pag. I I I . 1
-Vii
III»!.- DIAGRAMAS T.T.T. DE TRANSFORMACIONES -
ISOTÉRMICAS DE ACEROS RACIONALES Pag. III.l
III.l.!.- Probetas utilizadas .*.».... Pag. III.l
I I L i « 2 < > método o p e r a t o r i o . . . * . . . Pag. III.4
III.I.3.- Valoración da transformación iso -
térmica ...... , *.. . Pag . 111 . 5
III.1.3.1.- Acero Racional X„ ........... Pag. 111,5
III.1.3.2.- Acero Racional A f „ . .. .. Pag. 111.6
III.1.3.3.- Acero Racional B \ .......... Pag. 111*7
III.1.3.4.- Acero Racional £* Pag. 111.8
III.1.3.5.- Acero Racional E ^ Pag. 111.9
III.1.4.- Estudio comparativo de los diagra-
mas TTT... Pag. III ,10
III.1.5.- Observaciones .... Pag. 111.10
III.2.- Aplicación de los métodos tnóricos al
estudio de los diagramas TTT.......... Pag. III.12
III.2.1.- métodos empleados. Pag. 1IÜI.12
III.2.2.- Cálculos realizados y resultados
obtenidos ....*.... Pag. III .14
III.3.- DIAGRAMAS C.C.T. DE TRANSFORMACIONES
EN ENFRIAMIENTO CONTINUO . Pag. III.14
III.3.1.- Probetas utilizadas .............. Pag. 111.14
III.3.2.- Ensayos r e a l i z a d o s . . . . . . . Pag. III.16
III.3.3.- Valoración da la transformación... Pag. III.18
III.3.4.- Desarrollo de la reacción marten-
-Viii-
sítica del acero racional C' ...* Pag. III, 21
IIK3.5»- Estudio da la transformación en
al revenido del acero racional C' .Pag. III.22
III»3.6«- Transformación magnética de la ce-
rnen tita . Pag. 111.24
III.4.- APLICACIÓN DE MÉTODOS TEÓRICOS AL
ESTUDIO DE DIAGRAMAS C.C.T • .•. Pag. III•24
IV.- CONCLUSIONES . Pag. IV.1
rssr.aKSSssssss&sss
IV.l.- ACEROS NACIONALES., .; Pag. IV.1
IV.2.- DETERMINACIÓN EXPERIMENTAL DE DIAGRA-
MAS DE TRANSFORMACIONES ISOTÉRMICAS»« .. Pag. IV.l
IV.2.1.- Método experimental.... Pag. IV.l
IV.2.2.- Diagramas T.T*T. de los aceros
para alta resistencia de los ace-
ros Racionales Pag. IV.4
IV.2.3.- Estudio comparativo de los diagra-
mas T.T.T. obtenidos Pag. IV.7
IV.2.4.- Constituyentes estructurales ob-
tenidos •..• Pag. IV.9
IV,3.- DETERMINACIÓN EXPERIMENTAL DE DIAGRA-
ffiAS DE ENFRIAMIENTO CONTINUO Pag. IV. 15
IV.3,1.- IWétodo experimental,».. Pag. IV.15
IV.3.2.- Diagrama C.C.T. del Acero Racio~
nal C', Pag. IV. 16
-ix-
IV.4.- VALIDEZ DEL EMPLEO DE MÉTODOS TEÓ-
RICOS Pag. IV.17
IV.5.- CONCLUSIÓN FINAL Pag. IV.18
BIBLIOGRAFÍA.
1.1
I.- ESTADO ACTUAL DEL PROBLEMA.
1,1.- TIPIFICACIÓN DE ACEROS,
I , L h * Empleo del acero,-
Oe todas las aleaciones industriales empleadas hoy,
son sin duda los aceros los que han alcanzado mayor desarro-
llo y los que todav/ía ocupan el primer lugar en producción y
consumo en el mundo.
A pesar de la aparición en los últimos años de una
gran gama de aleaciones nuevas y al desarrollo espectacular
de algunas de ellas,siguen siendo ios aceros los materiales
más importantes debido no sólo a su baratura sino también
porque constituyen las aleaciones más interesantes para resis
tir acciones mecánicas por la amplia gama de propiedades que
pueden alcanzar»
Al mismo tiempo,y debido a que son los materiales
más estudiados hasta el presente,constituyen el tipo de ala-
aciones con un estado de conocimiento más avanzado permitie.n
do al usuario conocer teóricamente su comportamiento y pred£
cir en cierto modo su actuación* en servicio»
Aunque el acero es esencialmente una aleación hie-
rro-carbono con un contenido en este elementó inferior al lí
mite de saturación ( 1*8$ C),admite también la ddicióñ de
-1.2-
otros elementos de aleación como elffln,Si,Cr , Ni ,Mo,U/ ,1/ ,Cof
Al,Pb,etc.,en muy variadas proporciones por lo que forman
consecuentemente aleaciones cpmplejas con propiedades muy
distintas que cubren una gran gama de las necesidades actué
les.
Los aceros objeto de este estudio son los que se
destinan sobre todo a elementos cuya actuación en servicio
debe de ser,primordialmente,el resistir solicitaciones de
tipo mecánico.Estos,constituyen el grupo de aceros llamados
"de baja aleación",con un contenido en carbono inferior a
0,6% C y un contenido total de los demás elementos de alea-
ción menor que el 5%.
I«l.2.-Propiedades del acero de baja aleación.-
Los aceros de baja aleación son aleaciones que ajd
miten el reforzamiebto cristalino externo e interno»
El primero,se consigue no sólo por afinamiento del
grano sino también variando el contenido en carbono,pues al
formar éste con el hierro el carburo de hierro Fez Cfllama-
do cementita,que es dura y resistente,forma en la masa del a
cero constituyentes como la perlita (eutectoide entre la pro
pia cementita y la ferrita que origina el hierro)cuya presen
cia aumenta la resistencia al deslizamiento cristalino del
hierro aumentando la resistencia a la deformación del acero
-1.3-
por contenidos crecientes de carbono.
Si bien podemos aumentar también la resistencia
por deformación plástica,provocando accitud en la aleación ,
los mayores aumentos de resistencia lo experimentan los a«
ceros mediante el reforzamiento interno producido al obte-
ner estructuras da precipitación.El grado de precipitación
es variable entre amplios márgenes mediante la realización
de tratamientos térmicos apropiados por lo que permite al
usuario alcanzar la resistencia desead.a~»y al mismo tiempo
obtener las más altas propiedades de plasticidad y resis-
tencia a la fatiga por tratarse de una estructura de preci
pitación.
De todos los tratamientos térmicos aplicables al
acero es el de bonificado (temple y revenido posterior)el
más utilizado precisamente por conseguirse con el la estruje
tura de precipitación considerada como óptima,dejando los
demás tratamientos para conseguir en algunos casos propiedja
des específicastcon fines a un mejor comportamiento en las
fases de preparación#previas a la puesta en servicio del a-
cero(mejora de la maquinabilidad por ejemplo) y en otros,C£
mo tratamiento previo al bonif icaido/ ya sea para homogeneizar
su composición,afinar el grano o cualquier otro fin que haga
más eficaz el bonificado posterior.
Los aceros están,por así decirlo,"hechos para bo-
-1.4-
nificar" y si bien es cierto que las propiedades obteni-
bles en la realización correcta y completa del temple^vie-
nen casi prefijadas por el contenido en carbono del acero,
es remarcable la influencia que tienen los demás elementos
de aleación*no sólo en la correcta y completa obtención de
estructuras de temple ((flartensita y Bainita)en piezas de dis
tintos tamaños,sino también,en el comportamiento del acero
en el revenido posterior y por tamto>en las propiedades ob-
tenibles de un acero en el tratamiento de bonificado.
El comportamiento en servicio de un acero vendrá
determinado, para una calidad dada de elaboración, por el con.
tenido en elementos aleantes y el tratamiento (térmico o m£
cánico) a que ha sido sometido,
Oebido a que el acero es muy sensible a la calida^
sobre todo en el tratamiento térmico de temple,serán obteni-
bles las óptimas propiedades que proporciona una estructura
de precipitado, en la medida que el acero esté exento de de-
fectos de homogeneidad,segregaciones,impurezas,inclusiones,
etcfPor esta razón se ha llegado a clasificar a los aceros
en comunes y finos.
Los primeros>se destinan a aplicaciones en las que
no se exigen los niveles más altos de resistencia y pueden
emplearse#por tanto,sin tratamiento térmico de bonificado.
Los segundos1aunque constituyen una pequeña fracción de la
-1.5-
producción siderúrgica mundialfson los que por su pureza y
correcta constitución,pueden alcanzar las altas condiciones
de resistencia que exige la técnica actual*
Sólo de estos aceros de máxima importancia por su
calidad y costes nos ocuparemos en este estudio*
1,1.3.-Utilización de aceros»-
De lo expuesto anteriormente se deduce, que la uti-
lización normal de un acero fino de baja aleación es eb el
estado correspondiente al tratamiento de temple y revenido
posterior.
A pesar de la amplia gama de propiedades obtenibles
variando las condiciones en las que se realizan estos trata-
mientosfhay factores que limitan la utilización de un dete£
minado acero para una finalidad específica»
Dejando aparte las consideraciones de tipo econó-
mico que se podrían hacer^ en contra del uso de un único a-
cero que fuese de la más alta calidad^ y con el que se podrí
an obtener las más altas resistencias,existen otros factores
que reducán esa amplia gama de propiedades a la que venimos
aludiendo a una gama mucho más reducida de resistencias ob-
tenibles con ciada acerOjCompatible con otros factores de él>
como son,entre otrosttemplabilidad,fragilidad en el reveni-
do,máxima tenacidad obtenible para el nivel de resistencia
-1.6-
deseado y mínima susceptibilidad al agrietamiento en el tem
pie.
Se deduce de lo expuesto que cada acero se puede
considerar como óptimo para una finalidad,teniendo en cuen-
ta sobre todo^dos factores a considerar:tamaño de pieza y
resistencia deseada.Un acero determinado v/aldría por tanto,
para cubrir la necesidad de una estrecha gama de resisten*
cias obtenibles en una estrecha gama de diámetros posibles*
I,1,4,-Necesidad de distintos aceros,—
Se hace necesaria la posibilidad de disponer de
una gama de aceros^ que cubran las posibles necesidades de
la técnica,ya que como hemos v/enido demostrando no puede v¡a
ler un solo acero para cualquier necesidad,aunque sea éste
capaz de responder a las mayores exigencias que se puedan
plantear en cuanto a tamaño y resistencia deseada*
Esta es la razón por la cual fueron surgiendo a
lo largo de los años>distintos tipos de aceros que en un
principio fueron respondiendo! algunos a una necesidad cone
creta y otros a pequeñas o grandes modificaciones en compo-
sición, de los anteriores, debido-a fallos en servicio por
causas diversas de los mismos*
-1.7*
I .l.S.-Tipif icación de aceros^
Debido al creciente uso de aceros, y a la crecien-
te demanda de los usuarios de aceros para cubrir las necesi
dades que han ido surgiendo,los productores han ido elabo-
rando materiales cuyas propiedades destacaban* en uno u otro
sentido, o, en otras ocasiones,se limitaban a cumplimentar el
pedido del usuario*Cada firma tenía sus catálogos propios,
de los que los usuarios elegían y experimentaban los materia
les que juzgaban por las propiedades atribuidas a ellos,#ás
apropiados a sus fines particulares.Ení otras ocasiones, el
usuario imponía una composición que pasaba a engrosar la g¿
ma de aceros que el productor suministraba.
Productores y usuarios,ante la anarquía general de
materiales en uso,trataron de limitar su número,que iba cre-
ciendo, estableciendo tipos normales de amplia aplicación y
eliminando los que consideraban innecesarios por su semejan^
2a con los tipos normales, iniciando así los intentos de es-
tablecer una Tabla de Tipificación de Aceros.
El proceso ha sido similar en todo el mundo, con
pequeñas variantes, como consecuencia lógica de las peculia-
res circunstancias de cada país.tyos limitaremos a partir de
ahora a la evolución de la Tabla en nuestro país, aún cuando
las causas de ella y sus consecuencias sean similares en to~
-1.8-
dos los países»
Se puede observar,por las razones aquí enunciadas,
que la tificación de los aceros ha tenido en su origen un
carácter más bien económico que científico* Esta tipifica-
ción puramente empírica basada en la propia experiencia^es-
taba justificada cuando los conocimientos limitados que se
poseían de los materiales,no permitía el estudio científico
de sus propiedades, y el estudio de las condiciones de servi-
cio) no permitió tampoco relacionarlas con las propiedades es-
pecíficas para resistirlas.
En muchos casos» aun hoy, no es posible proceder de
otra forma y la tipificación debe continuar con su empirismo,
pero en otros casos, la ciencia ha progresado lo suficiente p¿
ra proceder de una forma más racional.
En los casos de materiales a los que se exige resi£
tencia mecánica como cualidad fundamental, los estudios sobre
roturas en servicio nos permiten conocer las propiedades que
debe poseer un material, para resistir las condiciones de tra
bajo que se le imponen y, por otra parte* el conocimiento de
la física de los metales nos permite también estudiar los ma
teriales mas adecuados para cada caso»
Oado quB los aceros constituyen los materiales más
estudiados a fondo, y que los conocimientos actuales permiten
conocer teóricamente su comportamiento, se puede realizar una
-1*9-
tabla de tipificación en la cual, establecido por una parte
el programa de necesidades que requieren los problemas mecá-
nicos en general^ y por otra, los tipos de aceros que puedan
cubrir este programa en forma que cada tipo cubra una parte
del programa con exclusión de l£s demás»
La base de esta tipificación la constituirá el es-
tudio de los procesos de rotura,y el de los medios por los
que el acero puede soportar estas acciones*
Se obtendrá así una tabla, en -la que cada tipo ten-
drá una aplicación precisa y determinada, sin lagunas ni pro
digalidades,inevitables en la tipificación empírica»
Somos conscientes, de que la elaboración de una ti-
pificación asentadas en estas premisas^ de modo que cumpla sus
fines eficazmente, debe satisfacer condiciones en principio
contradictorias. Por una parte, debiendo* los tipos elegidos
cubrir las necesidades generales de la industria, es preciso
seleccionar un gran número, haciendo una Tabla bien surtida
y muy numerosa. Por otra parte, cuanto más sencilla sea la
Tabla y menor el ndimero de aceros seleccionados, mayor podría
ser la especializados de la industria metalúrgica, más horno
gánea y de mejor caliddd su producción y también/más econó-
mica» En los paises de gran industria pueden cubrir la pri-
mera condición sin grave quebranto de la segunda pues el gran
consumo permite la fabricación económica de muchos tipos, lo
-I.lo-
que no es posible en la industria modesta»
I.1.6.- Evolución y estado actual de la tipificación en Es-
pacia»-
El convencimiento de la necesidad de una tipifica-
ción fué la que llevó ya en 1.926 al profesor Calvo Rodes a
estudiar, en el Laboratorio metalúrgico de Aviación, el pro-
blema que suponía la anarquía reinante en la gama de aceros
entonces en uso. Este hecho fué el origen de la primera "Ta-
bla Standard de los aceros de Aviación" publicada en 1.927.
La rapidez con que se estudió y adoptó esta Tabla en toda Es-
paña?fué buena muestra de que la necesidad era real y duran-
te bastantes años ha v enido resolviendo los problemas de pro
ducción y consumo con los tipos que en ella se establecieron*
En el transe urso de los años esta Tabla ha sufrido
modificaciones diversa s aconsejadas por los progresos de las
acerías nacionales y 1 as nuevas necesidades de la industria,
El propio Profesor Cal vo Rodés publicó en su Prontuario Afle-
talotécnico del año 1.943 una tabla en la que se incluían fi
chas y tablas técnicas y se daban datos tecnológicos, carac-
terísticas mecánicas, aplicacion&s y equivalencias con otros
aceros.
Nuevos tipos fueron ampliando dicha Tabla, hasta
culmimar con la r?ue en 1,949 fue publicada por el Instituto
f .11-
del Hierro y del Acero (I.H.A.) y que,aceptada por el Insti-
tuto Nacional de Racionalización,tuvo oficialmente carácter
nacional y se halla todavía en vigor.
Estas tablas de tipificación,se han realizado eli-
giendo un número reducido de tipos de aceros que permiten
amplias aplicaciones, a consta de emplear fórmulas ricas en £
lamentos de aleación. Son los aceros llamados "clásicos", que
cubren las necesidades superiores, y por tanto, también las
inferiores» La solución es eficaz, pero no es económica*
Mientras no ha habido serios obstáculos para el su
ministro de elementos de aleación,ha podido sostenerse este
criterio aplicado; pero hoy 4* se hace inadmisible tal des-
pilfarro. La economía industrial exige emplear no lo mejor, s¿
no lo suficientemente bueno.
Tras los primeros estudios realizados en el Insti-
tuto Nacinal de Técnica Aaroespacial para crear una Tabla de
Tipificación Racional, (La Comisión Nacional de Tipificación
de Aceros, encuadrada dentro del Centro Nacional de Investi-
gacionesffletalúrgicas(que absorbió las actividades del I,$.A.)
elaboró una Propuesta de Tipificación de aceros de resisten-
cia y cementación^que introduce ligeras variantes en los a-
cero^fexistenteSjde acuerdo con las conclusiones de los estu-
,f
dios realizados en el I.N.T.A» • Esta nueva Tabla de Tipi-
ficación de los aceros finos de construcción11 fuá publicada
1.12
por la Comisión Nacional de Tipificación de Aceros en abril
de 1.969.
En estos últimos años se ha producido en España
un Fenómeno de retroceso,y podemos observar como la anarquía
en la producción es cada vez mayor. Se producen nuevos ace-
ros que no se adaptan a los tipificados^ y que no son necesa-
rios la mayor parte de las veces. Se modifican las composi-
ciones sin más razón concreta que satisfacer las exigencias
de un consumidor.
Las causas de este mal hay que buscarlas en el he-
cho de que muchci consumidores que fabrican productos bajo
licencias extranjeras^exigen los tipos de aceros empleados
por las casas licenciadoras y los aceristas se doblegan a e£
ta exigencia con indudable daño a la producción y a su buen
ordenamiento. Como en España se produce conAicencia de una
gran variedad de paisas, los programas de fabricación de a-
ceros se ven invadidos por tipos de aceros de todos los pai-
sas.
Todo esto, unido al hecho ya apuntado anteriormen-
te de que la Tabla vigente se ha iniciado y luego desarrolla^
do sin ningún fundamento científico# y está basada solamente
en la experiencia rutinaria desprendida del uso de diversos
aceros, hace que la producción nacional de aceros sea una a-
narquía por partida doble: Ni la Tabla vigente cubre las ne-
-1.13-
cesiades de resolver problemas concretos con un tipo da a-
cero para cada necesidad, ni los aceristas producen de acuer
do con esta Tabla, ni siquiera de acuerdo con un criterio
científico y racional,
A título de ejemplo citaremos dos de los defectos
más graves que concurren en la producción nacional de aceros
derivados de todo lo expuesto:
19.- Existe un gran hueco entre los aceros al Car-
bono y los de templabilidad media, exigiendo en muchos
casos el empleo de estos últimos cuando resultaría mu-
cho más económico la utilización de otro tipo, si se
fabricase.
29.- Gran parte de los aceros llamados "de resis-
tencia" están repetidos, inclusOjen la producción de
un solo acerista, en cuanto a que cada tipo debe res-
ponder a la necesidad de resolver un problema concreto.
La industria nacional del acero se ve enormemente
perjudicada por todo ello tanto el productor como el consumí
dor.
Este se ve obligado a elegir aceros que no son los
más apropiados^y el productor se've obligado a producir un
gran número de aceros y a ir variando continuamente sus pro
gramas de fabricación, de acuerdo con las exigencias de los
usuarios,en algunos casos de un pedido concreto.Como conse-
-I.14-
cuencia1el usuario no puede explicar en la mayor parte de
los casos el por qué elige uno u otro tipo de acero o bien
obliga al productor a ampliar la gama de tipos en producción
y el productor, o no tiene el acero que se le pide en un mo-
mento determinado porque no está en el programa de fabrica-
ción de esa temporada o se ve obligado a variar su produc—
ción si el pedido así lo aconseja.
Se hace necesario por tanto acometer el problema
de la Tipificación de Aceros desde su principio y crear una
Tabla nueva más científica.
I.2.- TIPIFICACIÓN RACIONAL DE ACEROS.-
I«2«l.- Introducción.-
No nos parece necesario insistir en la necesidad
de una tipificación de aceros.
Ha quedado, creemos, también justificada la nece-
sidad de elaborar una nueva tabla en España.
£1 estado de conocimientos actuales permite, como
ya hemos esbozado, enfocar el problema desde un punto de vi£
ta científico, estudiando los problemas a resolver y cómo
pueden ser resueltos, estableciendo el programa de necesida-
des y encontrando las soluciones adecuadas para cubrirlo. Se
-1.15-
conseguirá disponer de una Tabla de Aceros en las que cada
tipo responda a una necesidad precisa y su conjunto, cubra,
sin soluciones de continuidad todo el programa establecido.
Este es el problema que se planteó hace ya tiempo
el Departamento de materiales del I.N.T.A^y resolvió al pr£
poner la llamada Tabla de Tipificación Racional. Los traba-
jos necesarios para su estudio se realizaron con una "Ayuda
a la Investigación" de la Fundación 3uan Warch^concedida pa-
ra los años 1.957 y 1.958 al Profesor'Calvo Rodés y un equi-
pa de colaboradores del citado Departamento. A este estudio
se le concedió el Premio "Francisco Franco" a la investiga-
ción técnica en el año 1.959.
La Tabla surgida de este estudio se modificó lige-
ramente en una segunda fase del estudio realizado en el bie-
nio 1.961-1.962, variando ligeramente el contenido en elemen
tos de aleación de algunos tipos, sin variar la aplicación
posible de ellos, realizando nada más la sustitución de unos
elementos por otrosj para acomodar las composiciones a las
posibilidades de suministro de los distintos elementos y a-
copiar en lo posible^ alguno de los tipos propuestos a los
tipos ya existentes considerados como más clásicos.
En este capítulo nos limitaremos a resumir la doc-
trina en la que se basa esta Tipificación Racional y expuejs
ta en las publicaciones que hizo el equipo de investigación
-1.16-
que realizó el estudio*
1.2.2,- Principios que rigen la elección de un acero.-
El establecer los principios en que debe fundamen-
tarse la elección de un acero ha sido siempre un motivo de
preocupación»
El criterio de elección en función de la carga d&
rotura necesaria^es suficiente en algunos casos¿por ejemplo^
en los aceros al carbono. En otros casos, el criterio de fra
giiidad y fatiga se hace necesario ya que para igual límite
elástico no todos los aceros soportan igual las acciones en-
fragilizadoras y de fatiga|dependiendo, y mucho, del tipo de
estructura presente>en función del tratamiento térmico.
Por otro lado, en cada acero podemos variar amplia
mente sus propiedades tras temple y revenido^ en función de
las circunstancias de ambos tratamientos. Esta posibilidad
se ve limitada como ya hemos enunciado por la fragilidad pro
vocada por revenidos a temperaturas comprendidas en ciertos
márgenes, limitando a revenidos altos la posible utilización
del acero, bajando por tanto las resistencias útiles de ca-
da aceroy teniendo que elevar el,carbono en los casos que se
necesiten altas resistencias. Este aumento del contenido en
carbono trae consigo un aumento de la fragilidad para igual
resistencia, con lo que llegamos a la contradicción de qíie
-1.17-
se hace necesario por ello una disminución en la dosificación
de este elemento.
Por otro lado, se hace necesario para un buen com-
portamiento frente a fragilidad y fatiga, que la estructura
sea homogénea y por ello necesitamos que en el temple, la ejs
tructura obtenida sea sobre todo martansita, tolerando algo
de bainita inferior. Para ello el enfriamiento debe ser a
una v/elocidad superior a la llamada crítica y ésta^si bien
se consigue aumentando la severidad del refrigerante emplea-
do, depende de la composición del acero. Esta aptitud del a~
cero para templar en un medio dado una pieza de determinado
diámetro, llamada templabilidad, varia con la composición
del acero,y define una característica importante de él, al
limitar dimensionalmente la pieza a utilizar.
Estudiando el comportamiento en el revenido de un
acero, se ve que el ablandamiento producido en este trata-
miento no es idéntico para todos ellos, dependiendo de la com
posición del acero, aunque se ha observado que dos aceros con
distinta aleación e igual carbono, llevados por revenidos a~
decuados a idénticos niveles da resistencia, presentan prác-
ticamente iguales características, lo que no ocurre si es
distinta la dosificación en carbono.Esta acción puramente
"estructural" de los elementos de aleación que no sea el car
bono que hace que su acción sea impersonal cualitativamente
-1.18-
y solo se manifieste en función de la cantidad presente trac
como consecuencia que la acción de una cierta cantidad de un
elemento que se manifiesta sobre todo en un aumento de tem-
plabllidad y un menos? ablandamiento en el revenido,sea la
misma que la de otro elemento con determinado contenido,pu~
diendofpor tanto,sustituir uno por otro sin que se note en
el comportamiento posterior del acero.
Se deduce entonces que al resolver el problema de
la elección de un acero para un uso específico^no interesa
para nada su composición,pero hay que considerar quefde to-
dos los disponibles,sera el más adecuado el que cumpla las
condiciones de templabilidad y revenibilidad con el mínimo
carbono,pues será el menos expuesto a fragilidad y fatiga.
1.2*3.- Doctrina de Tipificación Racional.Equivalencias y
cifras clave,-
Si aplicamos los principios hasta aquí expuestos
a las actuales tablas empíricas de tipificación,se observa
la improcedencia de las mismas,acusando los defectos enuncia
dos en el apartado 1.1.5. de este estudio.Hay aceros franca
mente indeseables y otros superdotados.Sería casual que ocu
rriese de otra manera,dado el modo de su elaboración.
El planteamiento para la elaboración de una nueva
tabla parece sencillo.Si las dos características que defi—
-1.194-
nen un acero son la templabilidad y gama de resistencias no
frágiles,los datos a establecer serán las dimensiones de las
piezas y las resistencias exigidas,lo que debidamente esca-
lonado proporcionará el programa de necesidades.
Teniendo en cuenta la impersonalidad con que actu
an los elementos de aleaciónfse pueden elegir libremente la
naturaleza de éstos y estudiar las dosificaciones precisas
para conseguir la templabilidad y resistencia deseadas.Se £
legirán por tantOjios elementos de más-fácil adquisición,ma-
nipulación o costo.
El acero así elegido vendrá definido más que por
su composición,por lo que se ha llamado "cifras clave11 a sa
ber:diámetro crítico,dureza potencial y temperatura de trans
formación martensíticafflsque junto al contenido en carbo-
no fijarán el comportamiento posible del acero frente a las
necesidades que se pueden presentar:tamaño de pieza, ablandj*
miento en revenido,agrietamiento en el temple y resistencia
deseada.
Si el comportamiento de cada tipo de acero queda
de este modo fijado,se puede enunciar el siguiente princi-
pio: MSon equivalentes todos los*aceros que,con igual conté
nido en carbono,tengan iguales las tres cifras clave*.
Estas cifras al ser calculables a partir de su com
posición química,la doctrina puede aplicarse de dos maneras:
1.20-
12.- Fijadas las cifras clave necesarias, se pue-
de planear una tabla racional de tipificación,
29.- Se puede estudiar racionalmente una tabla de
tipificación ya establecida
1.2.4»- La Tabla Racional de Tipificación de Aceros de Resis-
tencia»-
Aplicando la doctrina hasta aquí expuesta, el equi
po de investigación citado del Departamento de llflateriales del
KN.T.A*. elaboró la Tabla Racional de Aceros de Resistencia^
escalonando los valores de templabilidad y resistencia que
se podían necesitar, y estudiando primero teóricamente y des-
pués experimentalmente los aceros incluidos en ella.
Se incluyen en las páginas V-l y V-2 de este estu
dio esta Tabla de Tipificación Racional y el gráfico para la
elección de aceros de la misma.A la vista de estas figuras
no se hace necesaria apenas su explicación.La nomenclatura
puede ser provisional:letras para los distintos grupos de
00", jara
templabilidad y números de los subíndices el nivel de resiis
tencia alcanzable dentro de cada grupo de templabilidad.Los
demás datos incluidos en la Thblá' no necesitan explicación.
Se realizó un estudio sobre el ahorro que supondrí
a la elaboración de los aceros de la Tabla Racional,frente
a los ya incluidos en la Tabla del I.H.A. deduciéndose un
-1.21-
ahorro medio de un 15 a 20%, llegando en algunos casos has-
ta el 35JÍ..?
El citado equipo publicó este estudio que aquí re
sumimos junto con unas Hojas de Utilización de los aceros
incluidos en la Tabla,en los que se incluyen los siguientes
datosscomposición química,temperaturas de tratamiento térnú
co,templabilidad,características mecánicas representativas,
curva de tempiabilidad 3ominy y diagrama de revenidos.
Estos datos han sido obtenidos experimentalmenfee
con coladas preparadas en los laboratorios del I.N.T.A.Otros
datos son teóricos aunque de ellos,algunos,obtenidos a par-
tir de datos experimentales.Se incluye a título de ejemplo
la hoja de utilización de uno de estos aceros en la pag.V.3
de este estudio.
I.2.5.-Consideraciones finales.-
Hemos expuesto hasta ahora el proceso que ha con-
ducido a la elaboración de la Tabla Racional de lipificación
de Aceros de Resistencia,y el modo sencillo en que se ha re
suelto el problema de la elicci&n de aceros.Cabe todavía el
hacer más consideraciones sobre ella.
Si importante es establecer una tabla como la ex-
puesta,más importante h i sido establecer una doctrina rela-
tiva al empleo de los aceros bonificables,que tiene validez
-1.22-
general.
La Tabla establecida no es en modo alguno una Ta-
bla de emergencia^sino definitiva.e incluso de validez uni-
versal a pesar de las peculiares características de produc-
ción y consumo de aceros en cada país.
No es una tabla teórica sino experimental por pajr
tida doble:se ha comprobado experimentalmente la validez de
los principios básicos que han conducido a la elaboración
de la Tabla y se han comprobado experimentalmente las pro-
piedades previstas y reajustadas sucesivamente las composi^
ciones hasta llegar a las definitivas.
A pesar de todo ello no es revolucionaria/ ya que
se basa en las clásicas composiciones de aceros al Cr-fflo y
Cr-Ni-Wlo, aprovechando incluso varios de los aceros ya exis-
tentes.Frente a anteriores tablas sólo presenta dos diferer*
cias:deshechar los aceros Cr~Ni por sus inconvenientes y ejs
tablecer unos aceros al Wln-lflo que cubra el hueco existente
entre los aceros al carbono y los wde resistencia'1 •
La Tfcbla offece las siguientes ventajas:
19.-Cubre todo el programa de necesidades sin la-
gunas ni repeticiones.Cada acero tiene su aplicación
definida.
28.-Por haber estudiado las soluciones de mínimo
c¿jrbQnofestos aceros serán ios menos frágiles para su
-1.23-
resistencia.
33.-E1 problema de elección del acero adecuado en
cad3 caso desaparece,pues la elección es automática.
Con ello se hace fácil explicar al usuario cómo debe
proceder^sin preocuparse de composiciones químicas,que
nada le dicen.
43.-Igual sucede con el de sustitución de aceros
extranjeros.El acero,definido por sus cifras clave y
el contenido en carbono permite,aplicando el princi—
pío de equivalencia.la sustitución automática por uno
da la Tabla.
53.-Los tipos establecidos no presentan ninguna
particularidad.Son de fabricación corriente,no plante
an problemas a las acerías e incluso son más baratos
que los actuales.
63 # - Los catálogos de las acerías se simplifican
y con ello^su parque de.lingotes.
?3.~Las composiciones se han establecido en for-
ma homogénea que permite clasificar un acero en un ti
po definido.Si al fabricarlo se rebasan las toleran—
cias pasa automáticamente a pertenecer a otro tipo*
83#-Se trata de aceros ya conocidos en España.El
usuario,al no preveer sorpresas se acomodará a ellos
fácilmente.
-1.24+
11,3.-DIAGRAMAS DE TRANSFORMACIONES ISOTÉRMICAS .-
Ié3.1,-Transfarroación de la austenita.-
Dado que la utilización normal del acero es en el
estado correspondiente al temple y revenido posteriora es ne
cesario conocer el mecanismo de la descomposición de la aus
tenita en los constituyentes que se forman al descender la
temperatura por debajo del punto crítico superior (A«).
Es importante asimismo.conqcer los constituyentes
que se forman en los distintos márgebes de temperatura por
debajo de esa temperatura crítica.
Hasta 193Ü,las investigaciones efectuadas sobre
las transformaciones del acero se fundaban en la observación
de piezas templadas.Enfriando el acero desde la temperatura
de austenización con distintas velocidades de enfriamiento^
y estudiando comparativamente los constituyentes aparecidos
en cada enf¿iamiento^se podía apreciar relativamente la po-
sibilidad de obtener distintos constituyentes^ relacionar
éstos con las propiedades obtenidas en cada caso.
Ya se conocía entonces el hecho de que para una
velocidad de enfriamiento suficientemente altafla transfor-
mación en perlita se impedía,mientras la martensita no apa-
recía más que al llegar a una determinada temperatura bien
definida para cada acero( M )» A temperaturas superiores" a
-1.25
IT! la austenita se puede conservar en equilibrio meta-
s
estable,con tal que la velocidad de enfriamiento sea sufi-
cientemente alta en el margen de temperaturas superiores a
Ms .
1.3.2.- Diagramas de transformación isotérmica.»-
En 1930,Bain y Davenport por un lado y Ulever y En
gel por otro; estudiaron la velocidad de descomposición de
esta austenita metaestable a temperatura constante.Igualmen
te examinaron la morfología de los constituyentes estructu-
rales aparecidos a cada temperatura y las propiedades resul
tantes de esta transformación.
El método empleado en este estudio consistía en
austenizar las probetas hasta la homogeneización completa^
e introducirlas rápidamente a un baño de plomo fundido a la
temperatura deseada.Después de permanecer en el baño un de-
terminado tiempo se pasaban rápidamente a un baño de agua
fría.
En el primer enfriamiento,al ser rápido no se de¿
componía la austenita.Durante la permanencia en el baño de
plomo se podía descomponer la austenita en mayor o menor
proporción en función del tiempo de permanencia.En el enfria
miento posterior,la au tenita que podía quedar sin descomp^
nerfse transformaba en martensita.De este modo,los constiti¿
-1.26-
yentes formados a la temperatura del baño podían determinaba
rt
mediante observación microscópica^y valorarse la fracción
austenita transformada*
tos resultados de estas investigaciones se presen-
taron en forma de gráficos, en los que se indicaba la canti-
dad de austenita transformada a cada temperatura en función
del tiempo de permanencia, éste, en coordenadas logarítmicas,
A la.vista de la forma de las curvas obtenidas se
podían deducir los hechos siguientes* ...
IB.- Existe un período inicial durante el cual,
la transformación no ocurría por lo menos en cantida-
des apreciables. Este tiempo era variable en función
de la temperatura de transformación. A este período de
tiempo de le llamó incubación.
22.- Una vez iniciada la transformación, su velo-
cidad crecía hasta alcanzar un máximo,para volver a
disminuir hasta tender asintóticamente a cero*
39.- Existía una gama de constituyentes de distin-
ta morfología que aparacían entre A3 y ffls.
49«- La velocidad de transformación y lis tiempos
transcurridos hasta su comienzo, dependían no solo de
la temperatura de transformación*sino también del ti-
po de constituyente formado.
Los gráficos obtenidos a las distintas temperatu-
-1.2?-
ras se unían en una solo curva, en la que se dibujaba en or-
denadas las temperaturas y en abcisas el tiempo, en coordena-
das logarítmicas* El progreso de la transformación se indi-
caba dibujando, las curvas que indican el principio y fin de
la transformación» Se dibujaban también las curvas interme-
dias para determinados porcentajes de transformación así co-
mo otras que indicaban el comienzo de una nueva transforma-
ción*
A este tipo de gráficos se llamó curva TTT (tempe-
ratura-tiempo-transformación) o diagrama de transformación
isotérmica.
1.3.3.- Forma de los diagramas TTT e influencia de los e-
lementos de aleación»-
Al trazar las curvas TTT de distintos aceros, se
observa que resultan curvas de formas distintas, mientras
en unas el período de incubación disminuye al bajar la tem-
peratura para volver a crecer hasta llegar affls.siendo la
curva en forma de una nariz, en otras, este proceso se repi-
te dos veces antBS de llegar affls,diferenciandoperfectamen-
te dos márgenes de temperátura^dibujando una curva que for-
ma dos narices. En este último tipo los períodos de incuba-
ción en una y otra zona, pueden ser parecidos o muy distin-
tos pudiendo ser mayores en el margen superior o en al infe-
-1.28-
rior •
Se observa asimismo que el constituyente proetuc-
toide del acero (ferrita o cementita) se forma a temperatu-
ras inferiores a A3 y el eutectoide perlita por debajo de A^
(punto crítico inferior) pudiendo formarse estos constituyen!
tes en el margen de temperaturas comprendido sntre A3 (o A^)
y una intermedia que en los casos de curvas de dos zonas,
coincide con la temperatura intermedia a la que es mayor el
período de incubación, A esta zona se ~ha llamado por tanto
zona perlítica. Entre esta temperatura intermedia y Ws se
forman constituyentes de morfología acicular (bainitas) que
están constituidos por agregados ferrita-c¿rburo de morfo-
logía variada.
La reacción martensítica no precisa de períodos de
incubación, progresando este tipo de reacción al ir disminu-
yendo la temperatura y no por permanencia isotérmica.
El estudio de estas curvas ha permitido deducir que
los distintos elementos de aleación modifican profundamente
la forma de las curvas TTT. Esta influencia se explica por
múltiples hechos: estabilización de la austenita que se tra-
duce en un aumento en el períodcf de incubación, disminución
de la velocidad de difusión que origina un descenso en la v¿
locadad de transformacien,y formación de carburas mixtos in-
fluyendo sobre la germinación.
-1.29-
La influencia de cada elemntc puede ser muy distin
ta de la de otro: mientras unos desplazan hacia la derecha
toda la curva, otros tienden' a acentuar la separación entre
las dos zonas desplazando hacia la derecha sólo una de ellas.
La acción combinada de varios elementos es muy com
pleja ya que la acción combinada de varios elementos pueden
tener un efecto que, a priori, no puede deducirse de la in-
fluencia de cada uno de ellos por separado.
Los elementos de aleación varían asimismo la tem-
peratura Ws, desplazándola por lo general a temperaturas más
bajas.
I.3.4.- Trazado de las curvas TTT«-
Hemos visto como el procedimiento empleado por Bain
y Davenport para estudiar la descomposición isotérmica de la
austenita, era válido para el trazado de las curvas T.T.T.
Las probetas, sometidas a tratamiento isotérmico
tal y como se ha indicado, se pulían y atacaban conveniente-
mente para su observación micrográfica. En cada una de ellas
se valora cuantitativamente el -tanto por cien áa austenita
transformada y se traza en diagrama este dato en función de
tiempo de permanencia isotérmico, este último en coordenadas
logarítmicas. Sale de este rnodoK una curva para cada tempera-
tura estudiada que por su peculiar forma, debido a las carac
-1.30-
terísticas que presenta la transformación, se le ha llamado
curva de la S.
Uniendo los datos, obtenidos en estas curvas de la
S, referentes al principio, fin, y determinados porcentajes
de transformación se obtiene la curva T.T.T.
Las curvas presentadas en este diagrama de trans-
formación isotérmica, varían de un autor a otro, aunque lo
más usual es dibujar las curvas correspondientes al princi-
pio, 10%, SÜ%f 9Ü?S y fin de tjransforma-ción. Dada la relati-
vidad en la apreciación del principio y fin de transformación
algunos autores, prefieren dibujar las curvas correspondien-
tes al 1$ y 99% como significativas de estos datos.
En algunas ocasiones se superpone a estas curvas,
la correspondiente al principio de la aparición de un nuevo
constituyente, como puede ser el caso del comienzo de la apa-
rición del constituyente perlita, en la zona perlítica, que
en el caso de aceros hipoetuctoides suele ocurrir con tiem-
pos de permanencia isotérmica superiores a los necesarios pj3
ra que comience la formación de ferrita. En otros casos, la
curva superpuesta en la que indica la separación de zonas en
las que los constituyentes formados son en una ferrita de
distintas morfologías y en otra agregados ferrita-carbdiro
en sus distintas formas.
En estos diagramas se indica asimismo con líneas
-1,31-
horizontales las temperaturas correspondientes a A* , A3 y Ms *
Las dos primeras se obtienen par análisis térmico o por mé-
todos metalográficos. La última a pesar de conocer su exis-
tencia desde hace mucho tiempo, su determinación experimen-
tal precisa, encerraba problemas hasta que Greninger y Trole
no en 1,940 idearon un método que lo hizo posible. Esquemá-
ticamente consiste en:
1Q.- Austenizar una probeta
22 # - Enfriar bruscamente en baño de sales o plomo
hasta una temperatura próxima a laffls,dejándola a e-
11a el tiempo necesario para asegurarse que se ha al-
canzado en toda la probeta,
39^- Introducir la probeta después de otro baPSo a
unos 6ÜQQC y dejarla unos segundos,
42 # - Enfriarla rápidamente en agua fria.
Si la temperatura del baño de sales del 23 paso es
inferior a ffls, la martensita formada en ese enfriamiento su-
frirá un revenido en el calentamiento posterior a 6G0QC y s£
rá distinguible microscópicamente de la martensita formada
en el último enfriamiento. De este modo y variando la^ tempe-
ratura del primer baño se puede determinar la temperatura llfls*
El método de trazado de la curva T,T,T, hasta aquí
expuesto, es el método que se llama metalográfico ya que to-
da transformación de detecta mediante estas técnicas. Este
-1.32-
método también se llama directo.
Existen otros métodos indirectos de obtención de
estas curvas basados en otras técnicas de ensayo como son
las basadas en la medida de la variación de una propiedad fí
sica relacionada con el tanto por ciento de austenita que se
ha descompuesto. Entre astas propiedades están: el tamaño,la
susceptibilidad magnética, la resistencia eléctrica, la du-
reza y otras propiedades mecánicas etc..
Estos métodos indirectos son menos empleados y so
lamente el dilatométrico (basado en la medida del tamaño) se
emplea algunas veces. La razón de este desuso está en el he-
cho de que son menos sensibles que el metalográfico siendo
difícil detectar sobre todo el principio y fin de transfor-
ción y que presenta dificultades de interpretación en casos
en que la velocidad de transformación es lenta o sufre inte-
rrupciones. El empleo de estos métodos queda limitado a los
casos en que se necesita una primera aproximación en el tra-
zadOj o en los casos en que no importe alguna inexadtitud de
la curva obtenida.
Los métodos indirectos ofrecen sin embargo la gran
ventaja' de la rapidez y el ahorro* de material ya que con fre_
cuencia una sola probeta da información suficiente para se-
guir el curso completo de la transformación. El mayor incon-
veniente de estos métodos estriba más que en la inexatitud
-1.33-
en el hecho de que ninguno de ellos puede dar la información
que sobre el progreso y la naturaleza de los productos rssujL
tantes/ proporcioma el examen micrográfico de las probetas
parcialmente transformadas.
1.3.5.- Aplicaciones de los diagramas T.T.T.• -
Como ya se ha indicado anteriormente la mayor apli
cación que tiene el trazado de estos diagramas/es el estudio
del mecanismo de la descomposición de la austenita metaesta-
blefviendo la posibilidad o aptitud que tiene el acero para
obtener .diversos constituyentes. El método metalográfico o-
frece también la posibilidad de estudiar los constituyentes
formados a cada temperatura y su relación con las propieda-
des obtenidas en cada caso y por este camino, el de la rela-
ción entre propiedades y estructura en las aleaciones se di-
rige gran.parte de las investigaciones que se realizan hoy
en laboratorios e industrias.
Estos diagramas ofrecenral mismo tiempo,todos los
datos necesarios para la realización correcta de todos los
tratamientos isotérmicos en su amplia gama de variedades y
con los que se consiguen en algunos casos una mejora en las
propiedades del acero, como se ha comprobado experimentalmeri
te en multitud de ocasiones. Al no encaminarse este traba-
jo al estudio de estos tratamientos, no parece necesario la
-K34-
explicación sobre la correcta realización de estos tratamie^
tos y las ventajas que ofrece cada uno de ellos, limitándo-
nos a su solakndicación: recocido isotérmico, austempering,
martenpering, marquenching y patenting,todos ellos bien co-
nocidos.
Del mismo modo,los diagramas T«T«T# constituyen una
valiosa ayuda en la realización de otros tratamientos como
los llamados termomecánicos que todavía hoy se hallan en
franco desarrollólas te también enumerarlos: a usf o rming, ande
forming y marforming.
Como se ve,los diagramas T.T.T. constituyen una herra
mienta valiosa,cuando no imprescindible para el estudio y
conocimiento completo de un acero,de ahí el gran número de
trabajos encaminados a su trazado y que incluso algunos ca-
tálogos de aceristas comienzan a incluirlos entre los demás
datos de sus aceros,a pesar de lo laboriosa que es su obteni
ción sobre todo cuando se realiza por el método metalográfi
co.
I»3»6.-Límites de utilización de"los diagramas TJJ.~
La información que proporcionan los diagramas is£
térmicos es limitada,puesto que en. la práctica del temple
(que como ya hemos visto es el tratamiento usual previo a
la puesta en servicio da una pieza) el enfriamiento se rea-
-1-35-
liza por enfriamiento continuo y la descomposición de la aus
tenita^en este y otros tratamientos se produce al ir dismi-
nuyendo la temperatura y no a temperatura constante.
Estos diagramasfsi bien explican el significado
de las temperaturas de transformación Ar* y Ar*' puestas en
evidencia anteriormente por enfriamiento continuo^y demues-
tran la relación existente entre la temperatura de transfojr
mación y la estructura resultante,no permiten valorar direc-
tamente la evolución estructural de una masa de acero enfri
ada a velocidades variables desde la superficie hasta el in
terior*
Con vistas a la realización de tratamientos term£
mecánicos, tendremos aquí también que limitar su utilidad de*
bido a que la deformación plástica de la austenita metaesta-
ble altera la forma del diagrama T.T«T. desplazando las cur-
vas hacia la izquierda siendo en realidad los tiempos dispo-
nibles para la deformación menoresx que los que se despren-
den de la curva T«T*T«.
Es necesario, por tanto, disponer de un método pa-
ra predecir la forma en que se descompondrá la austenitay y
la estructura final que se obtendrá en un acero, al enfriar-
se desde la temperatura de austenización hasta la ambiente
al llevar a cabo un tratamiento térmico determinado, a par-
tir de la velocidad y características de enfriamiento de la
-1.36-
pieza y de los datos obtenidos en la realización de este mé-
todo»
l.4.- DIAGRAMAS DE TRANSFORMACIONES PE ENFRIAMIENTO CONTINUA
I»4«l,- Transformación de la austenita mediante enfriamien-
to continuo.-
Aunque, como hemos visto, los diagramas T,T«T« ex-
plican correctamente la descomposición de la austenita a di£
tintas temperaturas y la influencia que tienen los distintos
elementos de aleación en la transformación, su utilidad es
bastante limitada, ya que solamente permite predecir la es-
tructura y propiedades de un acero al que se le somete a un
tratamiento isotérmico o a un temple escalonado*
La mayor parte de los tratamientos térmicos apli-
cados al acero son a base de un enfriamiento continuo, aun-
que, de un tipo a otro de tratamiento, puede variar amplia-
mente la severidad del enfriamiento» Estos enfriamientos se
pueden considerar como una superposición de fracciones infi-
nitesimales de tiempo de permanencia a temperaturas cada vez
más bajas y, considerado asi, la curva T.T.T. nos puede pre-
decir de algún modo, el comportamiento del acero en un deter
minado enfriamiento, tr- s un detenido estudio de la curva y
un complejo cálculo de integración* A pesar de ello, y como
-1.37-
más adelante comprobaremos, existen una serie de razones por
las cuales es difícil, y en algunas ocasiones imposible,la
realización de este cálculo y en otros se han observado grají
des diferencias entre el comportamiento real del acero y el
deducido de las curvas T.T.T.,
1,4.2»- Diagramas de transformación en enfriamiento continuo»
£1 único modo de conocer bien el desarrollo de las
transformaciones de la austenita durante el enfriamiento cort
tinuo.es disponer de úrí diagrama que indique el principio y
fin de la transformación,para toda la gama de velocidades de
mm ehfriamiehio que sa prevean en la ¿realización Óé los tra-
tamientos térmicos de la práctica industrial.
Para la elaboración de tal diagrama no queda más re
medio que reproducir en laboratorio estas mismas velocidades
de enfriamiento continuo en una probeta pequeña, variando el
medio de enfriamiento desde el agua hasta el horno con enfria
miento contralado, del mismo modo que pgrd la obtención de los
diagramas TTT se sometería a una serie de probetas a tratamien
tos isotérmicos a temperaturas distintas y con tiempos varia-
bles de permanencia* Si disponemos de algún medio que ponga
de manifiesto el principio, desarrollo y fin de la transforma
ción, al mismo tiempo que deje constancia del enfriamiento áa
do, podremos saber lu que ocurrirá en un determinado npiunto
-1.38-
de una pieza, siempre que sepamos el enfriamiento de ese-pun
to al darle a la pieza el tratamiento» Sabiendo a que tem-
peraturas ocurren las transformaciones y la fracción de con¿
tftuyente formado en cada margen de temperaturas, podremos -
saber por los datos obtenidos al trazar por el método meta-
lográfico el diagrama TTT, los constituyentes estructurales
que tendremos, si es este dato no lo hemos podido obtener -
en los ensayos que han conducido al trazado del diagrama de
transformaciones en enfriamiento continuo.
Este tipo de estudios no es nuevo, puesto que, da
hecho, desde los primeros investigadores de este campo: Os-
mond, Le Chatelier, Charpy, Grenet, Chevenard y Portevin a
un §ran número de investigadores leafaan preocupado el trazjj*
do de diagramas de enfriamiento continuo, y lo han hecho aun
* que utilizando métodos muy distintos, que más adelante ire-
mos viendo.
1.4.3,- Forma da los diagramas en enfriamiento continuo e -
influencia de los elementos de aleación
Considerando el diagrama en enfriamiento continuo
como,derivado de los diagramas TTT al considerar, como ya -
hemos hecho, al enfriamiento continuo como sucesión de infi
nitesimales períodos de tiempo de permanencia isotérmica, es
-1.39-
ico suponer que los diagramas presentaran un aspecto pa
ido,aunque,comparando ambos diagramas de un mismo acero,
observ/an las siguientes diferencias:
1§,~ El diagrama de transformaciones en enfriamiejí
to continuo será de forma similar al TTT,pero despla-
zado hacia tiempos mayores y hacia más bajas temepera
turas, excepto las temperaturas A , A yfflsque por -
su significado seguirán siendo las mismas. Es lógico
que ®sí ocurra pues aunque en el "momento en que el acc
por enfriamiento continuo llega a un punto de intersección
de su curva de enfriamiento con la curva que indica —
el principio de transformación del diagrama TTT la aus
fcenita ha permanecido en condiciones metaestables^ el
mismo tiempo que en el caso de tratamiento isotérmico^
ha permanecido algún tiempo a temperaturas más altas
donde los períodos de incubación eran mayores, no sien
do lógico por tanto que comience la transformación s¿
no más tarde, cuando se encuentre a temperaturas más
bajas y haya transcurrido más tiempo.
2§ # - No se observa en las curvas del diagrama de
enfriamiento continuo un retroceso hacia tiempos may£
res al descender la temperatura tan acusado como en -
las TTT, ya que esto significaría un retroceso en la
-1.40-
transformación lo cual es inadmisible. Las curvas ten
drán forma de "escalones11 en vez de "narices11. En los
aceros en los que exista separación clara entre las -
dos zonas de transformación, el escalón más bajo podrá
tener una parte horizontal, indicando una/temperatura cons-
tante de comienzo de les reacción bainítica, razón por
la cual i-jan llamado algunos autores 8 a esta tempera
s ~~
tura por su parecido confflsaunque se trate de dos ti
pos de reacciones distintos.
3§.~ En algunas curvas de enfriamiento continuo -
al igual que en los diagramas TTT existe un margen de
temperaturas intermedias en las que no-hay transforma
ción, aunque en estas, significa un alto período de in
cubación y en aquellas una parada de la transformación
en el transcurso uel enfriamientOo
Dada la similitud existente (a pesar de las dife-
rencias) entre ambas curvas la influencia que tienen los di<*
tintos elementos de aleación en" la forma de los diagramas +
T.T.T. y que ya apuntábamos en el apartado 1.3.3 de este e¿
tudio se traduce en una similar -influencia sobrólos diagra-
mas de enfriamiento continuo. Así puede explicarse la influen
cia que tienen los elementos de aleación en la templabilidad
del acero, incluso la distinta influencia de algún elemento
- 1,41 -
en la templabilidad bainítica y en la perlítica.
Si no explican el porqué de la influencia si expli_
can el cómo.
I,4>4»" Trazado de los diagramas de transformaciones en en-
friamiento continuo.
Los métodos experimentalesempleados para el tr¿Zja
do de diagramas en enfriamiento continuo son variados.
Tal vez el más antiguo, sea el empleado por Lied-
holm, que a su vez ha sido el más usado. El método consis-
te en interrumpir por temple al agua, el enfriamiento de pr£
betas Jominy can tiempos variables en su enfriamiento normal,
lo que permite, conociendo las curvas de enfriamiento de -
los distintos puntos de la probeta, determinar, midiendo la
dureza y observando la estructura, las temperaturas de prin
cipio y fin de transformación.
Otros investigadores han propuesto otros métodos:
Chapman y 3ominy han propuesto uf/mátodo de estudio magnéti-
co midiendo la variación de la permeabilidad magnética de -
una probeta en el transcurso del enfriamiento y registrando
la curva de enfriamiento.
£1 método más empleado es el dilatométrico, usado
por investigadores como: Christenson y Nelson, Steven y Ma-
yar, U/evas, Rose, Peter y Strassburg, Cotrell, Constant, Del^
-1,42-
bant y Clere, etc. En este método existen variantes: mien-
tras la curva dilatación-temperatura y al mismo tiempo la -
curva temperatura-tiempo utilizando un dilatómetro prepara-
do para esta método mediante el cual se puede someter a la
probeta a enfriamientos distintos, otros registran la curva
dilatación-temperatura y comparan el enfriamiento de una -
probeta al aire con el de una pieza de determinado diámetro
de aceite, variando la velocidad de enfriamiento al variar
el tamaño de la probeta.
Otros investigadores, Estruch por ejemplo, han em
pleado un método metalográfico estudiando los constituyentes
aparecidos en una probeta a la que se ha interrumpido por -
temple en agua desde una determinada temperatura un determjL
nado enfriamiento. El procedimiento es muy laborioso y po-
ca empleado pero eficaz y de los más significativos y exac-
tos, estudiando al mismo tiempo los constituyentes apareci-
dos sucesivamente en el enfriamiento»
En cuanto a la presentadión de resultados también
existen diferencias, no sólo en el significado de las curvas
dibujadas sino en los parámetros indicados en el eje de abs
cisas.
Todos ellos dibujan, como es lógico en ordenadas
la temperatura (indicando con líneas horizontales ios puntos
A., A„ y tfi ) pero mientras unos dibujan en abscisas el tiem
-1.43
po en ccordenadaslogarítmicas, otros dibujan en este eje diá.
metros de barras, con distintas escalas para enfriamientos»
en aire, agua, aceite, etc. y para superficie, centro y dis
tintos puntos de la barra. En el primer caso el desarrollo
de la transformación se sigue superponiendo al diagrama una
curva de enfriamiento determinada. Las intersecciones de -
ella con las del diagrama indican los distintos estado de -
transformación» En el segundo caso del prccsso de transfojr
macióH se sigue mediante lasintersecciones de una línea V8£
tical que pasa por la abscisa correspondiente al punto de -
la barra del diámetro conveniente y enfriada en el iriedio con
siderado con las distintas cufrvas del diagrama.
Las v/ariantes existentes en las curvas dibujadas
se corresponden con las ya indicadas para los diagramas TTT.
Algunos dibujan las curvas correspondientes a los distintos
porcentajes de transformación y otros dibujan las curvas in-
dicadoras de los constituyentes que van apareciendo. Exis-
ten soluciones intermedias entre estas dos.
La mayor o menor utilidad de cada una de las for-
mas de presentación depende de los datos que cada uno pueda
disponer en el momento de utilizar el diagrama pareciendo^
priori, de uso más general y engorroso el que dibuja el tiem
po en abscisas y de uso más particular y rápido el que dibju
ja diámetros de barras.
-1.4$-
I.4«5,~ Aplicaciones y limitaciones de los diagramas de trans-
formaciones en enfriamiento continuo»
Con todo lo expuesto hasta el momento es fácil dje
ducir las aplicaciones de estos diagramas: constituyen una
herramienta útil, cuando no imprescindible p-sra estudiar y
reproducir el comportamiento de un acero cuando se le somete
desde su estado austenítico a enfriamientos de distintas se¡
veridad. Explican claramente el fenómeno de la distinta tem
plabilidad de cada acero y la posibilidad de obtener median^
te determinado enfriamiento los distintos constituyentes -
estructurales con distintos porcentajes relativos de cada -
uno de ellos,
Estos diagramas, a pesar de haber sido menos estt¿
diadosy se haya abordado el problema de su trazado muchas -
menos veces que los diagramas TTT son de uso más general que
estos ya que como hemos dicho anteriormente la mayor parte
de los tratamientos térmicos que ss realizan son del tipo -
de enfriamiento continuo.
Las limitaciones que tienen el uso de estos diagrja
mas se deducen del íiecbo que constituyan un complemento efi
ca/y a veces necesario de los diagramas T.T.T# con vistas -
al estudio de la descompcsición déla austenita en un acero -
en particular.
Si bien los diagramas de enfriamiento continuo no
-I.4£-
explican el fenómeno de la trnsformación de la austenita en
un determinado constituyente y el desarrollo de esta trans-
formación, sí explican el proceso de descompsocidn de la aus
tenita en los diversos constituyentes por enfriamiento con-
tinuo, que, como hemos visto, es, generalmente, de mayor uti
lidad*
Su utilidad no se limita a los casos de enfriamiejí
to continuo del acero sino que constituyen un complemento -
de los diagramas T.T.T. en los casos "en que en los tratamiejn
tos de tipo isotérmico, de temple escalonado o termomecáni-
eos que se desean aplicar a una pioza, no son obtenibles o
anvenientes en ella, enfriamientos instantáneos por su taina
ño o su geometría,
I»5«- OT^ÜS «ETuD.DS EXPERIMENTALES DE ESTUDIO DE TRANSFORMA-
CIONES ESTRUCTURALES EN EL ACERO,
I»5»l*~ Consideraciones previas»-
Las transformaciones que pueden realizarse o pro-
vocarse en el acero por reacciones en estado sólido son muy
variadas. Es necesario estudiar el cuándo, cómo y porque -
de cada una de ellas si queremos conocer el comportamiento
de un acero frente a la variación del medio que le rodea* -
Del conocimiento de este posible comportamiento se deducirá
una correcta selección del acero en cada caso, la manipula-
-1,46-
ción y tratamientos óptimos para sonsaguir una determinada
esttuctura y por tanto las propiedades más deseables para
una determinada finalidad y en resumen,una correcta selacción
y empleo del acero obteniendo en cada uno las propiedades -
idóneas para su uso*
Vamos a reseñar en este capítulo los métodos exp^e
rimentales de estudio de algunas de las transformaciones que
no hemos visto hasta ahora, aunque el hecho de que las inclu
yamos ahora no quiera decir que sean ni- menos importantes —
ni menos útiles que las que ya hemos visto. De hecho, los
datos obtenidos de la aplicación de alguno de los matodos —
que vamos a ver, ya se incluyen como tales en los diagramas
deducidos de la aplicación de técnicas ya expuestas como d^a
tos complementarios.
I»5«2«— Transformaciones durante la austenización»-
Los datos más necesarios parg^ina correcta austeni,
zación del acero son las temperaturas a las que se produce
la reacción eutectoide (A ) y& la que se completa la auste-
nización del constituyente pro-eutectoids (A„y.
Estos dos datos son Jos que se aportan parajla ela-
boración de un diagrama hierro-carbono en el que se tienen
en cuenta los contenidos dn otros elementos de aleación*
Desde el punto de vista que nos interesa (austeni
-1.4?-
zacion del acero) conviene determinar las temperaturas citja
das durante el calentamiento normal en la realización de un
tratamiento térmico, que para distinguirlas de A y A~ que
x o
como hemos dicho son las temperaturas a las que ocurren las
reacciones citadas en condiciones de equilibrio, llamaremos
Ac y Ac3.
Los métodos experimentales utilizados en esta de-
terminación son múltiples, todos ellos encuadrables en las
técnicas llamadas de análisis térmicos*- Haremos una breve
reseña de ellos»
Dentro de las más tipicas técnicas de anáilis téjr
micos existen los métodos dilatométrico y diferencial basa-
das en los cambios de tamaRo y la absorción o desprsndimieJJ
to de calor del acero al realizarse las transformaciones. -
El método dilatométrico es el más utilizado y en el que, con
ciertas premisas en la interpretación, más nítidos salen los
puntos de transformación. Ensayos hechos por nosostros apli
cando el método diferencial demuestran que si bien en el ejn
friamiento salen nítidas las dos temperaturas, no ocurre -
así en el calentamiento donde se*hace difícil detectar la -
temperatura Ac •
Existen otras variantes como son la medida de la
variación de laspropiedades magnéticas u otra propiedad fí-
sica en el calentamiento y la medida de la dureza de probe-
tas templadas desde temperaturas crecientes. Este ultimo
-1.4*-
método muy aplicado por su gran facilidad de aplicación y ~
por su gran significado práctico»
Cabe reseñar por último el método metalográfico ~
en el que se observan micrograficamente las probetas templa
das desde temperaturas crecientes y previamente recocidas*
Las temperaturas obtenidas por uno u otro método
pueden diferir debido a las particulares características de
cada uno de ellos.
La interpretación de los resultados con vistas a
deducir la temperatura óptima de austenización debe hacerse
sin olvidar la técnica experimental utilizada para su obten
ción. Señalaremos a título de ejemplo que: el obtenido por
la técnica de medida de durezas tras temple, nos da la tem-
peratura mínima de austenización para obtener dureza máxima
de temple, que es la finalidad de este tratamiento; el obte
nido por el método metalográfico nos tía la temperatura míni
ma para obtener, dentro de los límites de resolución del rni
croscópio empleado, una estructura martensítica. Ninguno ~
de los dos métodos nos dice, aun siendo los más gráficos, -
si la austenita obtenida es homogénea y si ha habido una -
completa disolución de carburos qué en caso contrafcio se tra
duce en una disminución de la templábilidad del acero.
-1.4*-
I»5»3«- Transformaciones de la estructura austenítjca a tem-
peraturas superiores a Ac3.
Las propiedades más importantes a fijar en el ace
ro que se austeniza, aparte de la temperatura, son el tama-
ño de grano austenítico y la obtención de una austenita ho-
mogénea, ambas determinantes^ dentro de un mismo tipo de acje
rondel comportamiento posterior en el enfriamiento.
Para la determinación del tamaño de grano austení
tico, se emplean distintas técnicas metalográficas que van
desda la observación directa por microscopía a alta tempera
tura hasta técnicas de austenización en condiciones especia
les o de ataques específicos de una probeta templada. La v£
loracéón del tamaño de grano, se hace por comparación del -
observado con unos patrones ya establecidos.
Cabe un último método, también metalográfico, que
consiste en la observaión de la estructura obtenida en los
casos en que por su composición o su específico enfriamien-
to, se obtiene un constituyente que se ha formado en los -
antiguos bordes de grano austení tico, btíBtsásscsctmasfwmmi UUOtU»
üf! l |l|Ji rodeando a otro constituyente.
Entre las técnicas de austenización en condiciones
especiales señalaremos el método defflcQuaid-Ehn y el de oxi^
dación de Kohn.
Entre los métodos de ataque por reactivos especí-
-I.SO-
ficos de probetas templadas caben señalar los de ataque me-
diante el reactivo Uilella y el de ataque con reactivos con
aditivos humectantes *
Para la aplicación de todos estos métodos, remiti
mos a la bibliografía correspondiente»
La obtención de austenita homogénea es importante
en algunas ocasiones. El fenómeno de homogeneización es un
problema de disolución y difusión y se han realizado estudios
sobre ello. Aunque se han empleado métodos indirectos para
su comprobación* creemos que el único verdaderamente real -
es la observación de la estructura utilizando técnicas micro¿
c'picas con alto poder de Bssolución como pueden ser la micros^
copia electrónica para observar constituyentes no disueltos
y la microsonda para detectar segregaciones» Estas técnicas
han sido todavía poco aplicadas por ser recientes y hasta -
el presente, que conozacamos, aunque se hayan publicado dia
gramas en los que se dan los tiempos de austenización nece-
sarios para 1» homogeneización de la austenita en función —
de la temperatura y los constituyentes presentes, han sido -
obtenidos por métodos indirectos.
La perfecta homogeneización de la austenita en los
aceros industriales es tan difícil y laboriosa que en la rna
yor parte de los casos se utiliza el acero sin haberla con-
seguido. No por ello pierde interés el estudio de este pro
ceso.
~I-5$-
I«5»4»-» Transformaciones de la austenita a temperaturas in-
feriores a A] »-»
Algunas de las transformaciones reseñadas anterior
mente (diagramas T.T.T., de enfriamiento continuo y tempera
tura til ) caben dentro de este apartado aunque por su impor-
s
tancia especial les hemos dedicado capítulo aparte.
Cabe señalar aquí otros métodos de investigación
conducentes a estudiar el comportamiento del acero en enfria^
miento posterior a su afctfstenización como son: Ensayos de -
templabilidad, desarrollo de la reacción martensxtica, influe
cia de la permanencia isotérmica a una temperatura sobre -
los constituyentes a formarse isotérmicamente a otra tempe-
ratura distinta e influencia de la formación de un determi-
nado constituyente sobre el desarrollo posterior de la trans
formación»
El ensayo de templabilidad 3ominy es un deriv/ado
de los diagramas de transformaciones en enfriamiento conti-
nuo. Con él, se deduce la dureza obtenida en el acero con
enfriamientos distintos, consecuencia lógica de los distin-
tos constituyentes obtenidos en ellos. Por su rapidez de -
realización y su gran utilidad práctica, su uso se ha desa-
rrollado enormemente hasta el punto que constituye uno de -
los ensayos de recepción del acero para muchas industrias»
-1-51-
El desarrollo de la reacción martensítica, se es-
tudia con el mismo método que el empleado por Gr8ninger y -
Trciano para determinar ffl o bien por el mismo método dila-
s
tométrico empleado para el trazado de diagramas en enfriamieíi
to continuo» El interés de este estudio estriba no sólo en
el conocimiento de la reacción sino en la influencia que -
tiene el desarrollo de esta reacción en la presencia de aus
tenita retenida pofc temple y su repercusión en las propiedja
des mecánicas y en los posibles tratamientos a realizar en
los casos que sea previsible su presencia* También se han
realizado recientemente estudios sobre la posible existencia
de períodos cortos de incubación en este tipo de reacción.
Se han realizada, asimismo ensayos conducentes a
estudiar la influencia que tiene la permanencia isotérmica
de un determinado tiempo a una temperatura (con formación -
de constituyente o sin ella) sobre la posterior permanencia
a otra temperatura|sea de la misma zona de transformación o
no, que han conducido a la llamada teoría de germinación de
flflehl y Hagel, comprobada experimentalmente por investigado-
res como 3olivet y Portevin, Grange, Estruch y otros y que
han hecho posibles métodos teóripos de trazado de diagramas
de transformaciones en enfriamiento continuo a partir de los
diagramas TTT, como son los de Grange y Kieffer,fflaningy -
Loring, Scheil, etc. Los distintos resultados de estos in-
-1-53-
vestigadores no son siempre coincidentes por lo que futuros
trabajos en este caippo podrían conducir a resultados de gran
importancia práctica, cómo Klier y Uieis ya lo consiguieron
al comprobar un aumento en la templabilidad del acero SAE -
4340 por permanencia isotérmica del acero en la zona perlí-
tica, sin llegar a empezar la transformación.
También se han realizado estudios sobre la influein
cia que ti8ne la formación de un constituyente, ya sea por
permanencia isotérmica o por enfriamijento continuo sobre la
posterior formación de otros constituyentes* El campo de -
investigación en este sentido está tan abierto como el ante
rior y es de esperar que haya más trabajos en este camino.
Basta citar como en el caso anterior un ejemplo de lo obte-
nido: comprobación experimental por parte de Blickmede y -
Hess del descenso de líl en algunos casos en los que previa-
s
mente se han formado constituyentes como ferrita o bainita,
1,5,5,,- Transformaciones estructurales de los constituyen-
tes en el revenido»-»
Los constituyentes estructurales formados sn el -
transcurso de un enfriamiento sufren en el proceso de reve-
nido transformaciones de diversa índole que consecuentemen-
te originan cambios en las propiedades mecánicas del acero.
La enorme cantidad de investigaciones llevada a -
-I-5$-
cabo en estos últimos anos sobre el proceso de revenido de
los aceros parecen probar quewmatBa*tmammmMr se presentan cin-
co etapas, las cuales, en general, pueden solaparse y aun -
superponerse* En cada una de estas etapas ocurren una serie
de reacciones determinantes sobre la estructura presente dej3
pues del revenido y por tanto sobre las propiedades mecáni-
cas alcanzadas.
D # pa comprobación experimental de estas trnsformacio
nes,incluso su valoración cuantitativa,puede deducirse una-
mejora de propiedades obtenibles en los aceros templados y
revenidos, ya sea por modificaciones en sus composiciones -
o por la posibilidad que ofrecen estos estudios de realizar
más correctamente el bonificado del acero»
La mayor parte de los estudios realizados a este
respecto han sido empleando métodos metalográficos (con mi-
croscopía óptica y electrónica) y en algunos casos han con-
ducido a explicación de algunos fenómenos como el de la fr£
gilidad de los revenidos bajos y han sido origen del desarro
lio <dft ios modernos aceros de alta resistencia con tenacidad
aceptable. Las técnicas metalográficas están progresando -
de tal modo que cabe esperar nuevos progresos emanados de -
un conocimiento más profundo de estas transformaciones»
Se han realizado también estudios utilizando tac-
-IT55-
nicas de ensayos dilatométricos aunque debido a los pequeños
cambios de tamaño que traen consigo las distintas/:ransforma
ciones del revenido, no se han llegado a resultados satisfa£
torios en aceros normales a causa problamente da/la fata de
sensibilidad y exactitud en las medidas de dilatación*
El campo de investigación en aceros está abierto
tambiém en este camino. Todavía quedan por explicar algunos
de los fenómenos que concurren en el revenido, consecuencia
probablemente de trnsformaciones estructurales, desconocidas
hoy, que se originan en este tratamiento. El conocimiento
de estos fenómenos puede llevar, como ha ocurrido en otras
ocasiones al desarrollo de nuevas técnicas o composiciones
y en definitiva a una mejora en las propiedades obtenibles
de este tipo de aleaciones,
I»6,~ CÁLCULOS TEÓRICOS APLICADOS AL ESTUDIO DE LAS TRANSFOR-
MACIONES*
I«6«l»~ Consideraciones previas»-»
Hemos visto en capítulos anteriores la posibilidad
de estudiar experimentalmente lis distintas transformaciones
estructurales de los aceros. Empleando apropiadas técnicas,
ÚQ ensayo sumos capaces de determinar las temperaturas a las
que ocurren algunas transformaciones, diagramas que explican
la posibilidad de que se realicen otras y hemos seguido y —
-1-56-
y observado el desarrollo de ellas midiendo en algunas oca-
siones la^ropiedades ootenidas por la transformación»
Los métodos empleados son en algunas ocasiones bue
nos y en otras, concluyentes. También en el estudio de al-
gunas transformaciones, las técnicas empleadas están en pe-
ríodo de desarrollo y el problema de su interpretación es -
un problema de tiempo»
£1 mayor inconveniente de estos estudios estriba
en la laboriosidad de la obtención de estos datos sobre to-
do para el usuario o productos del acero que no dispone de
técnicas de ensayo apropiadas, personal cualificado para su
aplicación e interpretación, ni tiempo para so realización.
Complemento ideal de estus estudios es, por tanto,
el desarrollo de métodos teóricos que permitan a todos de -
un modo fácil y rápido deducir los datos necesarios para el
conocimiento de las transformaciones del acero y consecuen-
temente un completo conocimiento del mismo.
En este capítulo algunos de los métodos teóricos
ya existentes, aunque cama ya veremos la mayor parte de ellos
no conduzcan a datos exactos.
1.6.2.- ¡Bétodos de cájbulo de temperaturas de transformación.
Todas las fórmulas dadas hasta el mooanto par^el
cálculo de temperaturasde transformación han sido obtenidas
-1-57
de un modo empírico. En algunas ocasiones se ha estudiado
la influencia cualitativa y cuantitativa de los distintos -
elmentos de aleación y se ha deducido la fórmula oorrespoin
diente* En otras la fórmula así obtenida se ha corregido -
tras comprobaciones experimentales. Se ha llegado incluso
a utilizar un ordenador al que se le han introducido datos
experimentales y datos sobre su composición y programados —
convenientemente han proporcionado los coeficientes que ib-
dican la influencia cuantitativa de un elemento en la varia
ción de una determinadatemperatura da transformación sobre
su valor normal*
Recogemos aquí algunas9de las fórmulas dadas que
nos ha sido posible recopilar* Algunos de ellas las hemos
extraído de notas personales o de publicaciones sin refereri
cia bibliográfica concreta y no indicamos su procedencia»
a) Calculo de A.r
Ax * 723 - 13,9 (JÉffin)+ tt,2 (% Si) f 23,3 (% Cr) -
- 1 4 , 4 (% N i ) .
Fórmula de flfU A a l l :
Al S 723 - 3 2 , 5 (% ffln) * 8 , 3 (jf Cr) - 1 1 , 5 (% Ni) +
+ 3 (% fflo) + 9 , 6 {% Co) + 28 (% V) + 7 {% Ti)
b) Cálculo del % de carbono del autectoide:
Fórmula de WL Aatlh
% C x 0,88 * 0,09 (%ffin)- 0,065 (% Cr) - 0,03 (% Ni)
- 0,13 (% Wo) - 0,06 (% Co) - 0,3 (% \l) - 0,08
(% Ti)-
-1-58-
c) Cálculo de A :
A = 910 - 180 (JÉ C) - 14 (JÉffln)4 44,5 (JÉ Si) -
18 (% Ni) - 1,5 (JÉ C r ) .
d) Cálculo de Ac 5
Fórmula de Andreiusj
Ac x = 723 - 10,7 (JÉffln)* 29,1 (JÉ Si) - 16,9 (JÉ Ni)
4 16,9 (JÉ Cr) 4 290 (JÉ As) 4- 6,38 (JÉ IB).
e) Cálculo de Ac t
Fórmula de Andrams:
Ac 3 = 910 - 203 . (36 C) - 30 '{%ffln)4 44,7 (JÉ Si)
4 700 (JÉ P) - 11 (JÉ Cr) - 15,2 (JÉ Ni) 4 31,5
(JÉ Uto) 4 400 (JÉ Al) - 20 (JÉ Cu) 4 104 (JÉ V) 4
4 13,1 (JÉ UI) 4 120 (JÉ As) 4 400 (JÉ Ti).
Fórmula de Andrews, modificada:
Ac 3 * 910 - 203 . (JÉ C) - 15,2 (JÉ Ni) 4 44,7 (JÉ Si)
4 104 (JÉ V) 4 31,5 (JÉfflo)4 13,1 (JÉ Ul).
f) Temperatura de austenizacidn:
= 910 - 200 (JÉ C) - 30 {%ffln)4 30 (JÉ Si) - 10 (JÉ Ni;
4 20 (JÉ Cr)4 30 (JÉfflo)4 10 (JÉ IU) 4 6 (JÉ Ti) 4 3
(JÉ V) 4 25 (JÉ Al).
Para aceros con giás de 0,40 JÉ C svu añade el térmi-
no - 100 (JÉ C - 0,4), metiendo en la fórmula sólo
0,4 JÉ C.
El coeficiente del térmico que contiene el (JÉ fflo)
será 80 si se trata de aceros Cr-fflo y 90 si se tra-
-1-59-
t a de a c e r a s Cr-Ni-fflo,
g ) C á l c u l o de Sfls:
Fórmula de Nehremberg:
His = 500 - 300 (JÉ C) - 33 (JÉ ffln) - 22 (JÉ Cr) - 16
(JÉ N i ) - 11 (JÉ S i ) - 11 (JÉ fflo).
Fórmula de Grange y S t e m a r t :
lilis = 538 * 361 (JÉ C) - 39 (JÉ ffln) - 1 9 , 5 (JÉ N i ) -
39 (JÉ Cr) - 28 (JÉ fflo).
Fórmula de Payson y S a v a g a :
Rls = 500 - 317 (JÉ C) - 33 (JÉ ¡Tin) - 17 (JÉ N i ) - 28
(JÉ Cr) - 11 (JÉ S i ) - 11 (JÉ « o ) .
Fórmula de S t s v e n y H a y n e s :
Kls = 561 - 474 (JÉ C) - 33 (JÉ Hln) - 17 (JÉ N i ) - 17
(JÉ Cr) - 21 (JÉ Wo).
Fórmula de Andrews:
Ws = 512 - 4 5 3 (JÉ C) - 1 6 , 9 (JÉ N i ) 4 15 (JÉ Cr) -
9 , 5 (JÉ Wo) 4- 217 (JÉ C ) 2 - 7 1 , 5 (JÉ C) . (JÉ ffln)-
- 6 7 , 6 (JÉ C) . (JÉ C r ) .
Fórmula de Andrews ( l § corrección):
IBs = 512 - 4 1 0 (JÉ C) - - 1 4 (JÉ ffln) - 18 (JÉ N i )
Fórmula de Andrauís ( 2 8 corrección)»
Ws = 539 - 423 (JÉ C) - 3 0 , 4 (JÉ Bln) - 1 7 , 7 (JÉ N i ) ~
- 12,1 (JÉ C r ) - 7,5 (JÉ Wo)
-1.60-
Fórmula de Cadrapella:
Ws = 495 (jL - 0,062 (% C)] , [ l - 0,092 (% fflnj].
. ( l - 0,033 (JÉ S i ) J . £ l - 0,045 (% Ni^J . £l - 0,07.
.{% C r ) ] . ¡I - 0,029.'{% Rio)] . JT - 0,018 (% tl/fj.
# j l 4- 0,120 (% Co)J
h) Cálculo de Blx:
Fórmulas de Steven y fflaynes;
• 1 Q = » s - 10 ; M5D = «18 - 47 »
lflgQ = Itts - 103 ; Wf * Ws - 215
Fórmulas de Grange y Steumrt:
ffl 25 W 5Q
«10 = g " * 5 0 » «e -
Mgo -. • « - 86 i i g g . Bls - 122
Fórmulas de 3 a f f e :
tfíx = 538 - b £361 (% C) + 39 (% ffln) + 1 9 , 5 (% Ni) +
39 (% Cr) + 28 (% fl|o)j
donde b s 1 para W
s
b s 1,084 para M
b s 1,18 para tñ
b a 1,29 para ffl
b * 1,4 5 para ffl -
I»6.3««- Métodos de cálculo de diagramas de transformación.
No se ha deducido ningún método teórico, que cono¿
camos, para deducir^el diagrama TTT de transformaciones is£
térmicas completo aunque si ha habido un intento de situar
-1.61
algunos puntos del diagrama que cabe reseñar*
Haynes, en un estudio sobre la relación entre los
tratamientos isotérmicos y los de enfriamiento continuo de-
duce empríricamente unas fórmulas para situar algunos puntas
del diagrama como son*
T*»*peratura de la zona perlítica donde es menor el período
de incubación (llamada por el autor "temperatura de la nariz
perlítica):
660 - 17 [ W N i ) + (* *,) - (* Cr) - (* ..)]
o bien:
650 - 11 (%ffln)- 17 (% Ni) •*• 17 (% Cr)
Temperatura máxima a la que es posible pbtenar bainita:
B » 830 - 270 {% C) - 90 {% fln) - 37 (% Ni) - 70 (% Cr)
9
- 83 (% «o)
Temperatura máxima a la que es posible obtener 50% de baíni^
ta :
B_
50n « B . - 60
s
Temperatura máxima a la que es posible completar la reacción
bainíticas
B- * B - 120
f s
Igualmente ha deducido fórmula^que dan los perío-
dos de incubación mínimos sin las -reacciones perlítica y bai.
nítica, así como los tierpos necesarios para obtener el 50%
y 100% de transformación a las temperaturas en que es míni-
mo el período de incubación en función del diámetro crítico
-1-62-
ÚB temple en aceite para esas mismas transformaciones son;
Log CDP = 0,81 . iog ITP - 1
Log CDPcri 0,62 . log ITP,_ - 1,16
bu = 1U
Log CDP f = 0,81 . log ITP - 1,48
log CDB s 0,66 . log ITB - 0,58
S Q
Log C0B c n * Q,66 • log I T B c n - 0,82
bu ou
Log CDS f s 0,66 . log IT8 f - 1,05
en las que CDB y CDP indican templabilidades bainítica y pe.
lítica en aceite respectivamente para 0% "(s) 50% (50) y 100%
(f) de transformación e ITP e ITB son los tiempos necesarios
para transformación isotérmica en las zonas perlítica y ba¿
nítica respectivamente para transformarse un 0% (s), 50% (50
y 100% (f) a la temperatura de mínimo período de incubación*
Si bien estos datos no son suficientes para trazar
el diagrama T.T.T» completo, si dan información suficiente
parafrealizar algunos de los tratamientos isotérmicos y ter~
p'imecáoiccs.
El mismo Haynes ha intentado deducir del mismo mo
do, datos para el trazado de los diagramas en enfriamiento
continuo. Conservando la misma nomenclatura anterior y afija
diendo el subíndice i para los datcfs referentes al diagrama
TTT y el subíndice a para los datos del de enfriamiento con
tínuo son;
B
sa - B s i - 20
-1.63-
8r.„ * Brn. - 25
bOa 50i
Ha habido sin embargo varios métodos teóricos más
para deducir el diagrama de transformaciones en enfriamien-
to continuo completo, a partir de los diagramas T.T.T. Les
intentos han sido varios: Pumphrey y 3ones en 1935, Scheip
en 1935, Hlanning y Loring propusieron en 1946 una modifica-
ción del método de Scheip y Grange y Kiefer propusieron otro
método simplificado en 1941.
El método de Scheij! se basa en la aditividad dgAos
tiempos de incubación relativos a los tiempos de incubación
reales, teoría que ha sido experimentalmente comprobada por
3olivet y Portev/in. Considera el enfriamiento continuo co-
mo una sucesión de permanencias isotérmicas de tiempos Z 1 ,-
1 Z a temperaturas T , T , T respectivamente.
La temperatura T a la que comenzará la transformación será
tal que se cumpla
To n
en la que A es el período de incubación a la temperatura ~
T . Así se determina la curva, punto a punto, d^rincipio -
de transformación. Por consideraciones parecidas se puede
obtener el resto de las curvas.
El procedimiento de Grange y Kiefer está basado -
-1.64-
en los mismos principios aunque lo han simplificado mucho ~
con las siguientes consideraciones:
1§«- La importancia de la germinación (o fracción
de incubación) en el momento en que la curva de enfria^
miento corta en X a la curva de transformación isotéjr
mica que indica principio de transformación no es gran^
de.
23.- Durante el enfriamiento desde una temperatu-
ra T hasta una T la transformación realizada es igual
a la que se indica en el diagrama isotérmico para una
T
l+T2
permanencia isotérmica a - •• , igual al tiem-
po transcurrido.
3^.- Los gérmenes deben conservar la misma natura
leza. De este modo, la curva integrada (suma de fra£
ciones de germinación de Scheifí) para la perlita, no
puede servir para determinar la formación de bainita.
4a.- Cl calor desarrollado en la formación de un
constituyente puede hacer, variar apreciablemente la -
curva de enfriamiento (recalescencia) lo qtile introdu-
cirá errares en el cálculo*
La aplicación del 29 punto permite, dado un diagra
ma TTT y una curva de enfriamiento superpuesta a él, con in
tersección en el punto (t , T ), encontrar otro punto sobre
la curva de enfriamiento (t , T ) tal que t - tQ s tn sien
X X X j tf - —
X R
do tn el período de incubación a la temperatura— *--—
-1-65-
Este punto encontrado pertenecerá a la curva de enfriamien-
to continuo*
Grange, Kiflfíener y Bittner, aplicaron los métodos
teóticos a un acero eutectoide del que conocían los diagra-
mas TTT y de enfriamiento continuo y comprobaron que era más
aproximada a la real la curva obtenixia por el método de Graní
ge y Kiefer#f paradójicamente^! que las hipótesis son menos
aceptables.
I.6»4«- Otros métodos teóricos»-
Hemos dejado para el final de estos métodos lo que
consideramos el intento más significativo de deducir propie
dades y comportamiento del acero mediante cálculos teóricos:
La realización por parte del equipo de investigadoras del -
Departamento de materiales del INTA de unos calculadores a
los que han llamado "Calculador de aceros11 y "Regla de cál-
culo de las propiedades representativas de los aceros"* me-
diante ellos, y de un modo simple se deducen una amplia ga-
ma de propiedades del acero y se deducen teóricamente algu-
nos diagramas de los que ya hemos expuesto hasta aquí. Por
constitutir todo, el producto de un mismo trabajo, por su -
importancia y su gran utilidad, hemos preferido mencionarlo
aparte*
El citado equipo de investigadores, al acometer
el probela de la Tipificación Racional de Aceros se encontró
-1-66-
can la necesidad de podffconocer, a priori, lo más aproximj3
damc^nte posible, al comportamiento y propiedades de los ace
ros para poder centrar su atención sobre los más prometedo-
res con el consiguiente ahorro de tiempo y esfuerzos» Cons
cientes de que las propiedades de un acero dependen de su -
naturaleza condición y estado, es decir: de su composición
química, dg4a calidad y de la estructura conseguida en el -
tratamiento térmico o mecánico y que ésta viene determinada
por la posibilidad que tiene el acero de adquirirla por tra-
tamiento en función de su composición, acometieron el probls
ma de deducir las propiedades del acero a partir de su com-
posición, tema enormenta atractivo y sobre el que se han -
centrado numerosas investigaciones que ya dieron como resumí
tado métodos teóricos para el cálculo de propiedades y ca -
racterísticas del acero.
Diseñaron dos calculadores que permitiesen aplicar
estos ftiétodos de una forma rápida y sencilla, completándolos
con otros datos que tuviesen aplicación no sólo en el proye£
to de aceros, sino también en su utilización.
En su diseño se emplearon fórmulas, tablas, coefi.
cientes, gráficos y abacos tomados de la bibliografía, si.-
bien en algunos casos los métodos originales fueron modifi-
cados convenientemente p:ra hacer el cálculo más sencillo y
adiarlo a las posibilidades de yoa x4egla de cálculo* En -
algún otro caso los valores numéricos de la bibliografía fuje
-1-67-
ron modificados de acuerdo con resultados experimentales de
investigaciones realizadas en el citado Departamento.
Reseñaremos brevemente las posibilidades que ofre
cen:
a) Calculador de aceros: Permite obtsner en función
de la composición del acero ios datos siguientes:
- Templabilidad bainítica al 99% y 50%
- Templabilidad perlítica al 99% y 50%
- Diámetros críticos ideales para- 99% y 50% d^faarten-
sita*
- Diámetros crípticos para siete severidades destemple
distintas.
- Dureza potencial.
- Dureza y resistencia después del revenido de estruc
turas totalmente martensíticas.
- Temperatura W .
s
- Carga de rotura que corresponde a una dureza o vice
versa.
- Determinación del diámetro crítico ideal o del diá-
metro crítico para una severidad de temple cfeda, co-
nocida experimentalmente,*la distancia al extremo -
templado del punto de la probeta 3ominy con 50% de
martansita.
b)Regla de cálculo de las propiedades representa-
tivas de los aceros. Permite obtener:
1-68
- Curva Dominy de temple*
- Curvas 3ominy de revenido correspondientes a las -
siguientes temperaturas: 200, 350, 450, 550 y 65Q&C.
-Resistencias representativas en función del diámetro
del redondo, severidad de temple y temperatura de —
revenido.
Las aplicaciones derivadas de estos cálculos son
obvias, aunque cabe señalar:
- Determinación de la posición relativa de las zonas
bainítica y perlítica en el diagrama de transforma-
ciones en enfriamiento continuo del acero en cuestión,
~ Equivalencia entre dos aceros y comparación de sus
propiedades*
~ Formulación de un acero que sea equivalente a otro
o con cifras clave determinadas*
- Sustitución parcial o total de un acero de composi-
ción conocida, de un elemento variando el resto de
los aleantes en forma que las tres cifras clave pe£
manezcan inalteradas*
- Trazado de bandas de templabilidad teóricas y de grá
fieos de utilización y de elección de aceros*
El manejo del Calculador y Regla es simple ynper-
mite resolver rápidamente multitud de pequeños problemas que
sin esta ayuda, resultan sumamente engorrosos.
La validez de la aplicación de estos calculadores
-I~69
ha sido comprobada experimentalmente no sólo por el equipo
investigador citado sino también por otros laboratorios e
industrias encontrándose en general una aproximación sufici*-
, te»
1.6,5.- Validez de métodos teóricos.-
Se han reseñado en este capítulo una serie de mé-
todos teóricos para calcular datos, propiedades y diagramas
en los aceros. La reseña no es completa pero sí significa-
tiva de todos los métodos existentes hoy y del camino que —
siguen las investigaciones a este respecto y el que pueden
seguir en un futuro.
Somos conscientes de que estos métodos no han re-
suello «1 problema totalmente y se hace necesario todavía -
acudir a técnicas experimentales par^deducir el comportamiejn
to del acero en servicio, pero a pesar de ello constituyen
un arma valiosa en infinidad de ocasiones ofreciendo la ven
taja de su rapidez y economía siendo los datos obtenidos por
estos métodos en algunas ocasiones de la exactitud suficiejn
te comprobada experimentalmente.
Parece conveniente advertir no obstante que no -
puede pretenderse que estos métodojs sean capaces de resolver
todos los problemas, ni siquiera los reseñados como buenos,
y que si bien su empleo es rápido y simple/los resultados y
su validez deben interpretarse correctamente por quienes ten
•1-70-
gan sólidos conocimientos sobte aceros. Cabe apuntar que -
mientras estos métodos no están más desarrollados y más com
porbados puede ser interesante la utilización de mátodos tej5
rico- experimentales»
1.7. CQNCLU3QNES Y OBJETO DE ESTE ESTUDIO.-
I.7.1.- Conclusiones.-
Hemos visto la gran utilidad que presentan todavía
hoy los aceros, a pesar del. desarrollo creciente de nuevas
aleaciones. Las aleaciones hierro-carbono tienen hoy la ven
taja de que se hallan en un estado de conocimientos mucho -
más ayanzados que otras aleaciones y su uso puede ser más -
racional y científico que el de otras. A pesar de ello el
«ffljdrismo, reina todavía en la selección y empleo de aceros
siendo necesaria y urgente la aplicación práctica de los co
nocimientos científicos que se poseen, lo que redundará en
beneficio de todos, usuarios y productores»
Hemos reseñado asimismo la necesidad lógica de una
Tablí de Tipificación, la anarquía reinante en la vigente -
actualmente en EspaRa a pesar de-las últimas modificaciones
y las consecuencias que esto tra<t en la producción y uso -
de aceros en nuestro país.
La Tabla de Tipieicación,Racional de Aceros de Re>
sistSncia, se ha demostrado, es la solución de estos protte-
mas en ese tipo de acetos, por lo q*t& su puesta en vigor se
-1-71-
hace cada día más imprescindible. No alcanzamos a compren-
der como su uso no tiene todavía carácter oficial a pesar -
de que no descartemos la posibilidad (ni el equipo de invejs
tigadores que la estudió y propuso, tarfbpoco) de la introduc
ción en ella de nuevos tipos de aceros o la modificación de
algunos de ellos derivado del planteamiento 0€ nuevas nece-
sidades o de un más profundo conocimiento ciantífico del ac£
ro y sus propiedades que el actual. Este es, al fin y al -
cabo el desarrollo lógico de toda Tabla de Tipificación*
Se hace necesario por tanto un profundo conocimien
to de los aceros propuestos en la Tabla Racional de lo que
derivará una correcta selección del acero a emplear para un
fin específico y una perfiecta manipulación posterior para -
alcanzar las óptimas propiedades obtenibles con el tipo de
acero elegido* La elección y el tratamiento apropiados los
podrá realizar el usuario siempre que disponga de los datos
necesarios par^fello. Las ventajas que ofrece este hecho ya
han sido recaladas suficientemente,
I.7.2.- Objeto de este estudio.-
NoS proponemos continuar el estudio comenzado por
el equipo investigador del Departamento de Materiales del -
INTA sobre las propiedades y comportamiento de los nuevos -
Aceros Racionales.
Este equipo ha elaborado estos aceros y ha traba-
1-72-
jado con ellos de que se ha deducido una serie de datos obte
nidos en la aplicación de técnicas experimentales y procedí^
mientos teóricos» Todos ellos vieron incluidos en las Hojas
de Utilización de Aceros Racionales ya publicadas y en las
que encontramos los siguientes datos:
- Temperaturas de tratamiento.
- Templabilidad.
tr Características mecánicas representativas*
- Curvas de templabilidad.
- Diagrama de revenidos.
Otros datos referentes a ensayos o cálculos realizados vie-
nen indicados en las distintasfcublicaciones que ha hecho el
INTA de estos estudios»
Se hace necesario pargfel mejor empleo de estos acje
ros de datos como:
- Diagramas T.T.T*
- Diagramas de transformaciones en enfriamiento contí^
nuo.
- Temperatura W •
s
- Desarrollo de la reacción martensftica.
- Propiedades mecánicas obtenida^por tratamientos ÍSJD
térmicos.
Conscientes de la inmensa labor que supone la aportación -
de estos datos y las técnicas experimentales necesarias pa-
-1-73-
ra su realización han sido, sobre todo algunas, poco utili-
zadas en nuestro país, hemos acometido el trabajo de diseñar,
construir y px>bar los equipos necesarios para la realización
de estas técnicas, reformando el disePío y construcción ciaan,
tas veces sea necesario para conseguir la óptima utilización
de los equipos con vistas a los fines que se persiguen.
El diseño se ha hecho sobre la base existente actual^
mente. Se ha elegido en algunos casos la técnica experimejí
tal que se ha comprobado ser la más apropiada y se han eneja
yado previamente varias técnicas en los casos en los que no
existía base suficiente para decidirse por una u otra.
Como comprobación de la validez de ios equipos cons
truídos se ha aplicado al estudio de algunos de los Aceros
Racionales presentando los resultados obtenidos, y aportan-
do parte de los datos que como ya hemos indicado son necesa
rios.
Oe los quince aceros incluidas en la Tabla Racio-
nal son los propuestos para los ñivles altos de resistencia
los que constituyen la base de consumo por la necesidad qua
tiene cada vez más la industria de conseguir los niveles más
altos. Es p or lo que los aceros elegidos para su estudio
han sido de entre los tipos X3, fV3 *©'3> C 3 y fS'j-
Los trabajos incluidos en el presente estudio in-
cluirán:
19.- Diseño ,y construcción y puesta a punto del -
-1-74-
equipo necesario para la aplicación de técnicas meta-
lográficas al trazado de diagramas T.T.T*
28.- Valoración de la fracción de austenita traas
formada en función del tiempo de permanencia isotármi.
ca a un mínimo de ocho temperaturas distintas, para -
los cinco Aceros Racionales de alta resistencia.
3Q.- Estudio micrográfico de los constr iiuyentes ejs
tructurales aparecidos en los tratamientos isotérmicos
citados.
49«~ D e t e r m i n a c i ó n e * ! p e r i e m e n t a l por métodos meta
l o g r á f i c o s de l a t e m p e r a t u r a ffl .
s
5fi.- Trazado de los diagramas T.T.T. de los cinco
aceros citados.
63.- Aplicación de métodos teóricos al trazado de
los diagramas T.T.T. de estos aceros y comprobación -
de su validez.
?a # - Diseño, construcción y puesta a punto de un
equipo para el trazado de diagramas de transformacio-
nes en enfriamiento continuo (C.C.T.) por métodos di-
latométricos*
83.- Aplicación de este equipo al trazado del dia
grama C.C.T, deun acero de los reseñados (O*,)»
99.- Obtención experimental por métodos dilatomó-
tricos de la tempetura Síi .
-1-75-
lÜQ*- Aplicación del equipo dilatométrico al estju
dio del desarrollo de la rSaccion martensítica y estu
dio del mismo en un Acero Racional»
lis»- Trazado por métodos teóricos del diagrama -
C.C.To del acero C, partiendo del diagrama T.T.T. -
obtenido experimentalmente para ese acero. Comproba-
ción de este diagrama con el obtenido experimentalmejí
te.
129,- Aplicación del equipo dilatométrico al estu
dio de las transformaciones en el revenido* Aplicación
a un Acero Racional*
-II—1—
II._DESCRIPCI0N_OE_EQUI5P§_YmeTOOOS
OPERATORIOS UTILIZADOS.-
S8S5:::s5ssS'3:ss::s:?x
11,1»- MATERIAL EMPLEADO
II»!,!»- Primera fase del trabajo»
Tras el diseño y construcción de los primeros mo-
delos de los equipos empleados en este trabajo, se realiza-
ron pruebas para su puesta a punto y comprobar su buen fun-
cionamiento y validez para el fin que se perseguía*
Estos ensayos preliminares se realizaron con ace-
ros de baja aleación de composiciones variadas con el fin -
de comprobar la bondad del método, no sólo para aceros como
los que nos ocuparíamos después sino con todo tipo de aceros»
no creemos necesario reseñarlos dado que han sido utilizados
para la realización de pruebas y no como bbjeto de este es-
tudio»
II»1»2»- Aceros objeto de estudio»
Como ya hemos indicado anteriormente, los aceros
sobre los que se han aplicado los equipos construidos han -
sido los Aceros Racionales para alta resistencia»
El equipo investigador del Departamento de Aflate -
riales del INTA. que realizaó el estudio de la Tabla nacio-
nal, preparó unas coladas en sus laboratorios para comprobar
experimentalmeñte lo que ya habían deducido teóricamente*
-II~2-
Con el fín de que los datos obtenidos por ellos y
los obtenidos en la realización de este estidio constituye-
sen un todo homogéneo correspondiente no sólo a un acero del
mismo tipo sino también de la misma composición, procedente
de la misma colada y sometido al mismo proceso, solicitamos
al citado Departamento nos suministrase el material sobran-
te de sus investigaciones, Atendida la solicito!, lo que ha
cemos constar con nuestro agradecimiento, pudimos disponer
de los aceros en las condiciones que hemos ya indicado. Da
do que de algunos aceros la cantidas existente era pequeña
ñus beijros visto limitados a veces en nuestro estudio por ej3
ta razón.
El material empleado para el estudio de transfor-
maciones isotérmicas y de enfriamiento continuo era una barra
forjada a unos 20 mm, de diámetro y en estado bruto de for-
ja, sin tratamiento previo a su empleo salvo en algunos ca-
sos en que ha sido necesario darle un revenido alto para p£
sibilitar su mecanización.
11,2, EQUIPO PARALA OBTENCIÓN DE DIAGRAMAS DE TRANSFORMACIO-
NES I5QTERB1ICAS.--
11,2,1,- Consideraciones previas/
Hemos visto como el método experimental más apro-
piado para el trazado de diagramas T.T,T* era el metalográ-
fico, osea, observación y valoración de los constituyentes
-I I n -
formados por tratamiento isotérmico* Elegimos este método
para nosotros, aun cuando como ya hemos indicado sea el más
laborioso. Este método permite además del trazado más exac
to del diagrama T.T.T.. un estudio de los constituyentes ap¿
recidos a cada temperatura y su evolución con el tiempo de
permanencia*
Son necesarios parala realización del método los
siguientes equipos:
1&»~ Horno de austenización: dadas las caracteríjs
ticas del método de las probetas utilizadas será nece
sario un horno capaz de mantener la temperatura dentro
x
de un margen de - 5&C y evitar la decarburación dgfra
probeta.
2»#- Horno de tratamiento isotérmico: Deberá ser
capaz de mantener su temperatura dentro de un margen
de - 29Cf evitar la descarburación y proporcionar un
enfriamiento rápido desde la temperatura de austeniza,
ción.
3Q.- Cubg de temple: Para el enfriamiento final -
del agua*
u9.- Equipo para preparación, pulido y ataque de
probetas de acero,
59»- Microscopio metalográfico; para observación
a distintos aumentos y con equipo forográfico.
69•- Durómetro: pararealizar medidas de dureza Vic
-I1-4-
kers con 30 Kg lo menos de carga»
Aunque parezca paradógico el mayor proüema reside
en los hornos puos los existentes en el mercado no cumplen
normalmente los requisitos exigidos o son hornos demasiado
grandes para justificar su utilización durante tiempos lar-
gos con probetas que?<no pasan de unos milímetros en su dimejn
sión mayor.
II»2»2»~ Equipo utilizado para tratamientos»
Se hizo necesario diseñar y «construir hornos espet
ciales de modo que sirviesen para el fin deseado y fuesen -
lo más versátiles posible de modo que sirviesen como hornos
de laboratorio en general.
Las bases de diseño fueron*
JL
ia»9 Conseguiir una regulación dentro de - 2QC o
mejor junto a unahomogeneidad de temperatura en la z£
na utilizable del horno por lo que se hacía necesario
un buen aislamiento del exterior, una adecuada dispo-
sición de resistencias y termopar de regulación y ac-
cesorios parahomogemlzar la temperatura y reducir el
margen de regulación, aun sin necesidad de disponer -
de reguladores con sistemas especiales de regulación
como el proporcional derivados*
2Q.- Posibilidad de utilizar el horno para calen-
-I1-5-
tamiento al aire, en atmósfera protectora o con baño
de sales.
Se eligió un horno cilindrico en disposición ver-
tical alimentado por resistencias eléctricas que por existir
en el mercado mufpas de forma y características apropiadas
se estimó como suficiente un espacio útil de 12 CIIW de diá-
metro y 20 cm. de altura.
Aun cuando fuese necesaria una potencia menor se
consideró oportuno disponer de 2000 uiatios de potencia para
conseguir un rápido calentamiento y una pponta puesta en ser
vicio.
Todo el espacio útil está rodeado por una capa de
15 criw de aislante Hiaselgur hasta el exterior, que es mata
lico.
La mufla es cerámica con forma cilindrica y perfjo
raciones exteriores para alojar las hélices de resistencia
eléctrica. El fondo déla mufla es también cerámico, aloja
resistencias en espiral y se une al cilindro con cemento re
fractario* Para evitar el contacto de la resistencia con -
el aislante y conseguir una mejor- propagación del calor y —
mayor propagación del calor y mayor uniformidad de tempera-
tura, las perforaciones se rellenan, una vez alojada la,re-
sistencia, con cemento refractario. Toda la mufla está so-
portada con ladrillos aislantes mecanizados con forma, de -
•HI-6-
modo que se mantenga en la posición apropiada.
El termopar de regulación se introduce desde el
exterior, es de cambio rápido unido con conectar al cauítí -
de compensación y su soldadura cae entre las resistencias»
Las resistencias van alimentadas con un transfor-
mador variable alimentado a su vez por el regulador que dis
pone de compensación automática de punto frñio, alarma con-
tra rotura de termopar y dispositivo de conexión automática
por reloj. La tapa del hcmo es de ladrillo aislante mecani^
zado constituyendo dos a modo de tapones acoplados uno peque
ño perforado en otro y éste a la boca del horno de modo que
permiten introducir un termopar de medida en el horno sin -
destaparlo, o introducir una probeta destapando sólo una —
pequeña parte del horno. La tapa dispone de lo necesario
para poder colgar desde el exterior pequeñas probetas sitúa
das en el interior del houno sin necesidad de estar destapa,
do.
t^ara crear atmoésfera,especial se ha dispuesto de
un taladro en la parte inferior parala introducción de gases
y juntas de amianto para lastapas.
Para utilizarlo como horno de sales se han construí
do crisoles de acero refractarios tipo 25/20 y paraevitar -
salpicaduras dentro del horno el crisol se alarga hasta el
exterior y queda apoyado con un ala en el revestimiento me-
-I1-7-
tálico del horno, formando como un sombrero boca arriba.
El horno se puede utilizar también para cementar
en sales o en caja»
Cuando se utiliza para calentamiento al aire se
coloca en su interior un crisol vacfoadel mismo acero refra£
tario«
£1 horno, así construido y utilizado tras algunas
pruebas preliminares y retoques en su diseño, es capaz de —
mantener la temperatura dentro de un ma'fcgen de 4- 2QC, con -
el único inconveniente de que la temperatura indicada en el
regulador es mayor que la r«Bl en el horno y hay que tararlo
convenientemente» Para la medida real de la temperatura en
el horno se utiliza otro termopar, que es introducible sin
destapar el horno.
Se incluye en la pag. V*4 una fotografía del con-
junto del equipo utilizado para tratamientos con la identi-
ficación de sus componentes*
II,2»3»- Equipos complementarios»
Se disponía ya de los dinamómetros cuya fotografía
se incluye en la pag0 V.5, y todos los equipos necesarios -
para el montaje; preparación y pulido de probetas, mostrados
en las fotografías de la página V*6.
El microscopio utilizado era un metaloíjráfico con
revolver de objetivos y con posibilidad de aumentos desde -
~II~8-
x50 hasta xlSOU. Oisponía de quipo fotográfico u retículo
de medición. En la página U.7 se muestran fotografías de -
ellos con dispositivo para observación binocular y con fot£
gráfico.
II.3.- EQUIPO PARALA OBTENCIÓN DE DIAGRAMAS DE TRANSFORMACIO-
NES EN ENFRIAMIENTO CONTINUO,
II.3«lt>- Consideraciones previas.
Hemos realizado un estudio de'los distintos meto-
dos experimentales empleados hasta ahora paraobtener diagra
mfs C.C.T., observando que el más empleado hasta el momento
era el de interrupción del ensayo 3ominy y aunque reconoce-
moa la rapidez y sencillez del método lo hemos desechado -
por las razones siguientes;
19,- Sólo es aplicable a aceros de templabilidad
relativamente baja.
29 .- Sólo proporciona datos de enfriamientos exijs
tentes en la probeta Jominy, o sea » aquellos en las —
que se realiza el enfriamiento en menos de 10 minutos.
3Q.- Las curvas de enfriamiento de los puntos de
la probeta 3ominy, que son Conocidas, aun cuando fue-
sen exactas no son aplicables a todos los aceros debi
do ai desprendimiento de calor derivado de las transformacici
nes que alteran su forma.
-II-9-
49.- Las medidas de dureza no tienen la suficien-
te exactitud y sensibilidad para detectar transforma-
ciones en pequeña cantidad*
5Q#_ Aun cuando la reproductibilidad del ensayo -
3ominy sea buena son previsibles pequeños cambios en
la curva de un ensayo ú otro que se tomarían como in-
dicativos de transformación.
Algunos de estos inconvenientes se superan con el
auxilio de técnicas metalográficasf no obstante decidimos -
en principio intentar otros métodos.
El método de enfriamiento controlado o interrumpa
do de probetas y observación microscópica (método metalográ
fico) nos pareció interesante siempre que se obtenga mediar^
te registro la curva de enfriamiento de cada ensayo, pero -
constituye un procedimiento laborioso al que preferimos no
acudir míen tras dispongamos de otro método.
Se realizaron pruebas mediante análisis térmico -
diferencial, con equipo disena-do y construido en principio
para determinación da transformaciones en enfriamientos l&n
tos y en el que se había demostrado su eficacia con este fin.
ti sistema no resultó ser válido para enfriamientos rápidos
debido a que se establecían diferencias de temperatura entre
la probeta y el patrón que no se debían a transformaciones
sino al desigual enfriamiento de ambas partes. Este método
además no ofrecía .posibilidad de valorar la cantidad trans-
-11-10-
formada.
Es el método dilatométrico el que en principio pji
recia más atractivo a pesar de los inconvenientes con que —
se han tropezado lus que hasta el momento lo han empleado.
Desestimamos el procedimiento de comparar el enfriamiento —
al aire de probetas de distintos diámetros con probetas t&m
piadas en aceite por su obvia inexactitud y porque la dila-
tación medida no es significativa de una transformación si-
no de las distintas transformaciones a lo largo del radio -
de la probeta debido al gradiente de temperaturas originado
en ella, én los casos que se utilizan probetas de diámetros
mayores.
Elegimos un sistema dilatométrico en el que la pro
beta fuese de pequeño diámetro para que el enfriamiento en
toda su sección fuese lo más uniforme posible y en el que -
fuese posible medir continuamente la temperatura y dilatación
de ella en el transcurso de los distintos enfriamientos que
debía ser posible darle, sistema! ya utilizado como hemos vis
to pero con inconvenientes todavía en el de la medida exac-
ta de temperaturas y dilatación. -
II»3.2.~ Dilatómetro utilizado.
Disponíamos ya de un dilatómetro diseñado, construí^
do y probado satisfactoriamente para la obtención de puntos
críticos de aceros.
-11-11-
El sistema de medida de temperaturas de la probe-
ta» su dilatación y el dispositivo de los tubos de cuarzo ~
para apoyo de ella y la transmisión de la dilatación era el
clásico de estos casos por lo que no entramos en su descri£
ción.
Se reformó el equipo con las siguientes bases de
diseño:
12.- Había que conseguir distintas velocidades de
enfriamiento después de la austshización*
29.- Dada la rapidez del enfriamiento que habría
que dar en algunos casos era necesario disponer de un
sistema de medidas de temperatura y dilatación que fue
se rápido, sih inercias, de registro continuo y la más
exacto posible.
3Q.- Había que evitar la posible descarburación -
de la probeta, para ello fué necesario introducir re-
formas en el dilatómetrb ya construido anteriormente,
tras diversas pruebas y modificaciones sucesivas
el dílatómetro*tal y comotíesbribiíncisá continuación:
£1 hocnb utilizado £ara austenizar es cilindrico,-
vertical y can resistencias eléctricas arrolladas exterior-
mente al tubo de cerámica que constituye la mufla, quedando
en ella un espacio útil de 30 m.m. de diámetro y 13 cm. de
altura. £1 horno tiane unas dimensiones exteriores de 23 -
-11-12-
cm. de diámetro y 23 cm* de altura quedando el tubo de cera
mica sujoto en su interior y rodeado de polvo aislante sin
que este toque las resistencias eléctricas para evitar su -
dañado»
El horno va alimentado con un tUHsfarmador varia-
ble para conseguir distintas velocidades de calentamiento y
enfriamiento y dispone de un regulador de temperatura con -
compensación automática de punto frío, protección contra ro
tura de termopar y regulación proporcional derivada. El ter_
mopar conectado al regulador está introducido en el horno -
desde un -latGrQl r es de cambio rápido unido mediante ccne£
tor al cable de compensación y su soldadura se halla entre
las resistencias y en el punto medio del tubo que constitu-
ye la mufla. El espaciado de las resistencias a lo largo -
del tubo es distinto de una zona a otra para conseguir la -
uniformidad de temperatura a lo largo del horno.
El horno es desplazable verticalmente mediante un
sistema de contra pesos que permiten dejarlo estable en cual^
quier posición para realizar enfriamientos en horno. Al b£
jar este completamente; deja al aire el tubo de cuarzo, pu-
diendo realizarse enfriamientos más rápidosque el del aire,
sustituyendo el horno por una cubeta con líquidos de distin
tas severidades de temple en la que se introduce el tubo de
cuarzo y enfriamientos intermedios entre horno y aire apan-
-11-13-
tallando con tubos de amianto el tubo de cuarzo»
Todo este sistema s^alla en la parte inferior de
una mesa en cuyo tablero se encuentra el soporte del tubo -
de cuarzo y del dispositivo de medida de dilatación, rigidja
mente unido a la mesa y ésta apoyada en el suelo con amort^i
guadores de goma que i© aislan de posibles vibraciones. En
tre este sistema-soporte y el,horno se encuentra.fija a la
mesa, una cámara con circulación constante de agua para ais-
lar el sistema de medida del calor del hocno, Esta cámara
es hermética y con un:.taladro que permite el paso del tubo
de cuarzo.
El soporte de la probeta y transmisor de dilatación
es el clásico conocido ya aunque con mejoras para evitar m£
vimiento de la probeta y con un sistema de guiado de la va-
rilla transmisora. Por dentro de ella va el tsrmopar dest^i
nado a medir la temperatura de la probeta. Se han realiza-
do ensayos con tubos de otros materiales,como acero refrac-
tario, no dando buen resultado debido a su alto coeficiente
de dilatación y a las transformaciones que se operan en él
que se acusan en el sistema de medida de dilatación alteran,
do la medida real. No descartamos la posibilidad de mejora
del equipo utilizando en el tubo otros materiales que de rno
mentó nos ha sido imposible conseguir»
La medida continua de temperaturas de la probeta
-11-14-
se hacía con un registrador Honeyíuell, modelo Electronik 194
al que se le acoplaba un compensador automático de punto frío*
La exactitud de medida era de 0f25%» Con él se obtenía con
la exactitud y sensibilidad deseada, dadas las característ^L
cas del registrador, la curva temperatura-tiempo*
La dilatación de la probeta se medía sustituyendo
el reloj comparador acoplado inicialmente al equipo por un
trasductor de vibraciones ilJayne-Kerr modelo B731B que mide
asimismo la distancia (media en caso de vibraciones) de un
paipador capacitivo hasta.una placa metálica que se acopla-
ba a la paxte superior de la varilla de cuarzo transmisora»
Se disponía de varios captadores según la amplitud del des-
plazamiento previsible y la exactitud y discriminación de
medida dependen del paipador usado» lia señal producida por
el trasductor se llevaba al mismo registrador (que dispone
de dos plumas de registro continuo) en el que se obtenía de
este modo, la curva dilatación-tiempo, superpuesta a la de
temperatura-tidmpo. De estas curvas se obtienen las dos que
necesitamos temperaturas-tiempo (la tenemos trazada ya) y -
la dilatación-temperatura (la obtenemos punto a punto), am-
bas con exactitud sobrada.
El dilatómetro así construido cuya fotografía se
muestra en la página V.8, es utilizable también para otros
fines. Se ha utilizada ya cun resultados satisfactorios pja
ra determinar la temperatura da fusión de eutécticas en alea
-11-15-
ciones de aluminio, por ejemplo,Sustituyendo £SB cubetas de
enfriamientos rápidos por un horno de sales se puede utili-
zar también para trazar el diagrama T.T.T. por métodos dila
tométricos. Ueremos más adelante otras aplicaciones.
II .3.3»-Equipos complementarios.
Después de haber sometido a la probeta a un detejr
minado enfriamiento, se extraería de ella un trozo para su
observación micrográfica como complemento del ostudio. Se
ha utilizado por tanto el ,equipo ya citada para obtención,
preparación, pulido, ataque, observación y fotomicrografía.
. Las curvas dilatación-temperatura obtenidas eran
para distintos tamaños de probetas y distintas distancias -
inicialüs por lo que n, eran superponibles. Para que'.lo fue
sen se aplicaba a lus valores de dilatación obtenidos una -
transformación lineal en la que el térmico independendiente
corregía las distintas distancias iniciales y el coeficiente
aplicado a la dilatación corregía las distintas longitudes
de la probeta. Para este cálculo y otros que se explicarán
más adelante se utilizaba el calculador electrónico de sobre
mesa Hispano-Olivetti modelo Programma 101, programado con-
venientemente.
II.4.- EQUIPOS UXILIZADÜ5 EN OTRAS TÉCNICAS EXPERIMENTALES.
11.4.1. Equipo utilizado para determinación de puntos críti-
cos Se y Ac 1
En los aceros R cionales estudiados est..s datos -
-11-16-
habían sido ya obtenidos experimentalmente y habían sido apo£
tados, al igual que la temperatura óptima de austenización
por el equipo de investigadores ya citado que estudió la Ta
bla Racional.
Nos hemos limitado por tanto a comprobar por meto
dos metalográficos y en todos los aceros estudiados que la
austenización era completa a la temperatura recomendada y a
realizar por métodos dilatométricos el análisis térmico pa-
ra determinar Ac y Ac_ en el acero en que se ha trazado el
diagrama de enfriamiento continuo aprovechando la austenizja
ción inicial y la posibilidad que ofrecía el dilatómetro.
II.4.SU- Equipos utilizados en la determinación experimental
de (lflg y del desarrollo de la reacción martensítica»
El estudio de este tipo da transformación se ha —
realizado por métodos metalográficos y por métodos dilatorné
trieos.
Para la realización de los ensayos por las técni-
cas metalográficas utilizadas por Grenninger y Troiano se -
constaiyó un tercer horno como el descrito en el apartado II.
2.2. de este estudio con el que se daba el revenido a la -
martensita formada en el primer*enfriamiento. La evolución
de la reacción martensítica puede seguirse temabién por es-
te método, y con las misma técnica que la utilizada para d¿
terminar W .
s
-II-17-
Se han realizado también ensayos por métodos dilja
tométricos para determinar !¥! y el desarrollo de la reacción
s
a temperaturas decrecientes con completo éxito do los casos
en que se podría conseguir el enfriamiento lo suf icientemeni
te rápido paraobtener estructura totalmente martensítica, -
lo,que depende de la templabilidad del acero*
Los ensayos se han realizado en el mismo equipo —
dilatometrico descrito presentando este equipo la limitación
que supone la máxima velocidad de enfriamiento obtenible de
la que hablaremos más adelante, i
II»4,3.- Equipo utilizado en la determinación experimental
de las transformaciones en el revenido.
A pesar de que las técnicas metalográficas han sido
aplicadas con éxito al estudio de estas transformaciones no
hemos podido aplicar estas técnicas por no disponer dB mi —
CEQscopia electrónico*
Comprobada la utilidad del equipo dilatometrico -
construido ya descrito, en los fines ya apuntados y dado que
ya se habían realizado estudios de estas transformaciones —
aplicando esta técnica, realizamos pruebas con distintos ace
ros $on resultados satisfactorios por lo que hemos utiliza-
do este equipo también para este estudio con la única dife-
rencia que supone la utilización de un palpador con una sejí
sibilidad mucho mayor que el utilizado en el trazado de los
-II~18~
diagramas C.C.T*, dado que los cambios en volumen correspun
dientes a algunas de las transformaciones del revenido son.
áejuna magnitud mucho menor.
II.5,- OBTENCIÓN DE RESULTADOS TEÓRICOS,
No es necesario describir las herramientas de las
que podemos valemos pararrealizar los cálculos necesarios
en la aplicación de los métodos teóricos ya descritos. Al-
gunos de ellos, como la aplicación de los calculadores des-
critos en 1.6 , exigs algo tan simple como el manejo de un:
regla de cáitíülo.
Sí nos hemos detenido en el tema es solamente para
recalcar la posibilidad de realizar el cálculo mediante el
uso de una regla convenientemente preparada como las ya CÍGJS
critas, dada la sencillez del método en la mayor parte da -
los casos*
Por esta misma sencillez, es posible utilizar en
la mayor parte de los casos calculadoras existentes hoy en
casi todos los despachos. Algunos modelos baratos, debida-
mente programados, darán el resultado introduciendo en un ~
determinado orden el contenido en los distintos elementos -
de aleación.
Es lo que hemos hecho con el calgyfador de sobro-
mesa ya citado.
—III-l-
OBTENIDOS*
'III,!»- DIAGRAffiAST.T.T. DE TRANSFORfflACIONES ISOTÉRMICAS DE
ACEROS RACIONALES,
III.1*1» Probetas utilizadas»-
Con el fin de obtener enfriamientos desde la tem-
peratura de austenización hasta la de tratamiento isotérmi-
co lo más rápidos posibles es necesario 'que las probetas sean
del menor -espesor posible. Las empleadas por nosotros han
sido aproximadamente paralelepípedos de dimensiones 1,5 x 8
15 mm., obtenidas de las' barras de 20 mm. de diámetro que —
nos habían sido suministradas en bruto de forja. Solamente
an los casos que su mecanización lo exigía fueron sometidas
previamente a un revenido alto. Para.facilitar su manipulja
ción se les mecanizaba un taladro próximo a una esquina do£
de se le ataría el alambre con el que se manipularía y del
que quedaría colgada en los |jprnos en posición vertical.
Para evitar los inconvenientes de crear en los ho£
nos atmósfera controlada o austenizar en sales para evitar -
la descarburación de la probeta se'les aplic^un niquelado -
electrolítico de unos 0,02 mm» de espesor. Previamente se
había dado un conreado elactrolítico para favorecer la adhe
fcencia del niquelado.
-II1-2-
Se realizaron pruebas para comprobar la buene adh£
rencia de las capas depositadas sometiendo a probetas a con
diciones de permanencia a temperatura y choques térmicos pe£
res que las que debían soportar, observando que si bien en
algunos puntos se produciía algo de descarburación esta se
presentaba en una capa superficial muy fina, dejando una gran
zona central de la probata sin que le hubiese afectado.
Solamente las probetas destinadas para la aplica-
ción del método de Troiano, se mecanizaban de forma diferejn
te sobre todo en los aceros de más bajá templabilidad. A -
estas probetas se les dejaba unaparte prismática de base cuja
drada de 1 mm* de lado para conseguir en esa zona enfriamier^
tos más rápidos.
Por las razones ya expuestas fueron estudiados los
cinco Aceros Racionales de más alto contenido en ^carbono*
La composición química de estos aceros nos fué fja
cuitada por el Departamento de materiales del INTA, así co
mo los resultados de sus análisis térmicos, que son:
- I I I -3
[ Acero X
3
A 3 B 3
L 3
' ' E
' 3
%c 0,40 0,42 0,41 0,43 0,43
% URn 1»18 0,81 I 0,74 1 0*?2 0,77
% P 0,024 0,037 0,034 0,04 0,033
%s 0,016 0,02 0,016 0,012 0,016
% Cr — 1,00 0,76 Ó,71 0,94
# Ni — — 1,01 1,98 2,94
?É Rio 0,37 ¡ 0,38 0,42 0,49 0,50
»«i 740 757 740 723 713
SC 803 798 785 768 760
3
678 682 674 310
S 1
'
727 712 390 322
«r3
•m ]
T« t e * 845 845 830 820 810
[pie. i
111-4
III»1>2«fflétodooperatorio,-
El método seguido en la realización de los trata-
mientos es el mismo que el empleado por Bain en 1930, que -
lia sido ya descrito.
Para *la curva obtenida fuese fiel reflejo del com-
portamiento del acero en la realización de los tratamientos
a nivel industtial no se realizó ningún tratamiento previo
de homogeneización.
La austenización se realizó durante media hora*a
la temperatura recomendada para cada acero y en horno del -
tipo ya descrito con atmósfera normal.
Las probetas se introdujeron rápidamente en baria
de sales a la temperatura apropiada* Las sales eran adqui-
ridas a un fabricante y el tipo elegido dependía de la tem-
peratura de tratamiento* El revenido de la probeta en el -
método de Troiano se realizó igualmente en baño de sales fun
di das.
L
as probetas, una vez^ tratadas se montaron en ba-
quelita en grupos de hastaS probetas. Una vez preparadas -
se pulían y atacaban sucesivamente hasta obtener el contra¿
te necesario para su valoración. El reactivo de ataque uti
lizado dependía del fin perseguidpj siendo necesario a veces
las pruebas con varios reactivos h.sta lograr el resultado
apetecido.
La valoración del tanto por ciento de transforma-
-II1-5-
ción se hacía subjetiva e independientemente'por tres obsejr
vadoirss sacando el valor medio cuando la diferencia entre
ios resultados era pequeño, y revisando la valoración en los
casos que era mayor. Este método, tías la experiencia reaii^
zada parece ser el mejor y más exacto.
Las medidas de dureza se realizaban sobre la pro-
beta montada, con pirámide de diamante y carga de 30 Kg., hja
biendo sufrido por tanto un revenido a 13Q9C la probeta al
medir su dureza.
III.1.3. Valoración de transformación isotérmica»-
III.1.3.1. Acero Racional X .-
Para el trazado de las curvas de la S de este acje
ro se realizaron 78 tratamientos isotérmicos realizados a 8
temperaturas distintas y con tiempos variables de permanen-
cia isotérmica.
Los resultados de las valoraciones están indicados
en los gráficos de las páginas U-.9, V#lQf V*ll y V.12,
Las durezas obtenidas en estos tratamientos están
indicadas en los gráficos de las páginas V.13 f V.14 y V.15.
Para valorar el tamaño de grano resultante de la
austenización dada se templó una probeta dándole un reveni-
do de 15 minutos a 230QC. Atacada con el reactivo Uilella
~III~6~
resultó ser un tamaño de grano 8-8 1/2,
Para la determinación de ffl se trataron 7 probetas
3
cun el primer enfriamiento hasta temperaturas de 3723, 3672,
3579, 3529, 3419, 3319 y 3209C. con un revenido de 4 segun-
dos a 6509C. La permanencia en el horno de sales, de baja
temperatura fué de 2 segundos* Se valoró la martensita for-
mada a cada temperatura y trazada la curva % de martensita
formada-temperatura se extrapoló a 0 de formación y se obtu
volt : 3459C.
s
Se realizó con una probeta una prueba de descarbu
ración austenizando media hora y dejándola enfriar en horno
apagado no apareciendo tíescarburación salvo en algunos pun-
tos donde había una capa superficial delgada*
Todos estos datos se recopilaron para trazar el -
diagrama T.T.T. de este acero que presentamos en la pag, V.
16*
Se realizó un estudio micrográfico de los consti-
tuyentes presentando en las páginas V/.17, V.18, V#19 y U*20,
las micrografías consideradas más representativas»
III»1»3,2«- Acero Racional A* »-
Para el trazado de las curvas de la S de este ace
ro se realizaron 82 tratamientos isotérmicos a 9 temperatu-
ras distintas . Los resultados de las valoraciones están ijn
dicados en las pag. V.21, U,22, V.23 y V.24*
-III-7-
Las durezas obtenidas en las probetas están en las
páginas V.25, V.26 y V.27.
£1 tamaño de grano se valoró en una probeta sin
transformación a la que se le dio el revenido, por no,,disp£
ner de material, resultando ser 8.
Para determinar Ifl se realizó el tratamiento apro
s —
piado de 6 probetas a 3409, 33QQ, 3259, 3209, 3109 y 2509C.
efectuando el revenido durante 5 segundos a 5759C» y el tiem
po de permanencia al probable ffl fué de 2 segundos. Igual
s
que en el caso anterior se localizóffl- a 3229C.
s
Se realizó una prueba utilizando el método Troia-
no con una probeta en permanencia de 8 seg* a 3259C y reve-
nido de 2 minutos a 5769C no encontrando transfarmación.
Estes datos se aprovecharon para el trazado del -
diagrama T.T.T. de la página \/.28«
Se realizó un estudio micrográfico de los consti-
tuyentes, siendo representativa lo mostrado en las páginas
V.29, V.3Q, V.31, V.32 y V.33. ;
III*1»3»3« Acero Racional 8 , ««-
Para el trazado de las curvas de la S se trataron
70 probetas a 9 temperaturas distintas. Las valoraciones —
están dadas en las páginas V*34, V«35, V«36 y V.37.
Las durezas obtenidas se indican en las páginas -
V*38 f 1/.39 y V.40.
-III-8-
En la determinación de W se mantuvieron probetas
s
durante 2 segundos a 333, 328, 325, 312 y 3Q5$C y dándoles
un revenido de 4 segundos a 5959C, deduciendo Kl x 3169C
s
Para valorar el tamaño de grano aostenftico se tem
pió una probeta y se revino 15 minutos a 23Q9C. Resultó ser
de 7 1/2 - 8.
Estos datos se recopilaron en el diagrama T,T*T#-
de la página V.41.
Del estudio micrográfico se incluyen las páginas
\/*42, V.43» V.44, l/.45 y V*46 como lo más representativo*
III.1.3.4. Acero Racional C* .-
Se trataron isotérmicamente 59 probetas a 9,tempje
raturas para el trazado de las curves da la S mostradas en
las páginas U.47, V/.48 y U.49.
Las durezas obtenidas se indican en V # 50, 1/.51 y
V*52.
Se empleó una probeta para determinar el tamaño —
de grano por el método de Vilella de casos anteriores resul
tando ser de 9 - 9 1 / 2 #
Se realizó con otra probeta una prueba de cfescarb^u
ración resultando negativo el ensayo*
• »
Para determinar ffl se trataron 6 probetas que per
menederon 2 segundos a 328, 323, 316, 307, 296 y 2893C y 4
segundos a 6509C* resultando ffl * 29QSC.
s
Estos datos se aprovecharon para el trazado del -
-III-9-
diagrama T.T.T, de la página V * 53.
Se eligieron las micrografías de las páginas V•54 f
V*55, U.56 y V.5? como más representativas del estudio micro
gráfico.
Se observó una anormal formación de ferrita en cajn
tidades inferiores al 1% con tiempos de permanencia anormal^
mente bajos atemperaturas próximas a la *bahía" del diagra-
ma» Esta transformación no sólo no progresaba al aumentar
el tiempo de permanencia sino que ni era reproducidle el fe
nómano ai aperada ferrita gn otras probetas tratadas a las
mismas temperaturas y con períodos de permanencia más largos
sin llegar a los indicados por lú curva de principio de trans
formación de la página V.53¿
III»1*3,5. Acero Racional E*~*-
Para el trazado de las curvas de la S de las pági^
ñas U.58, V»59 y V.60 se realizaron 55 tratamientos isotér-
micos a 8 temperaturas distintas*
Se obtuvieron las durezas indicadas eh las páginas
U.61, tf.62 y V.63.
Para determinar ül se trataron convenientemente -
s
3 probetas con permanencia de 4 segundos a 280f 270 y 26Q3C
y 4 segundos a 65Q9C resultando ffl s 2?29C#
s
Dada la alta templabilidad del acero y para compro
bar que los tiempos de permanencia a H\ eran suficientes pa
-III-10-
ra asegurar que la probeta había alcanzado la temperatura -
del baño se realizó el tratamiento de 4 probetas más a 25Q9C
con tiempos de permanencia de 2, 4, 8 y 15 seg, y revenido
de 4 seg, a 65Q9C no observándose diferencias entre ellas*
Se valoró el tamaño de grano igual que los otros
aceros resultando ser 8 *'2 - 9«
Con estos datos se elaboró el diagrama T.T.T# mo¿
trado en la página V.64.
Como muestra representativa de los constituyentes
aparecidos se incluyen IJS páginas V.6S, V*66 y V.67*
III»1»4» Estudio comparativo de los diagramas TTT»-
Aunque este estudio se podría realizar con los §rj5
fieos mostrados hasta ahora hemos considerado más elocuente
la elaboración de los gráficos de las páginas V.68 a 1/• 79 -
en los que se indican las cantidades de austenita descompues^
ta a cada temperatura para un tiempo dado de permanencia is£
térmica de los cinco aceros estudiados,
III«1»5« observaciones•-
Cabe resaltar la dificultad que ha encerrado la ~
realización de los ensayos conducentes a la determinación -
de IR por el método de Troiano.
s
Solamente hemos reseñado los ensayos que han sido
efectivos y que han permitido determinar iíts en cada acero.
Citamos ahora los numerosos enanos realizados además para -
-111-11-
comprobar la influencia del tiempo de permanencia a Ifl , ta-
s
maño de probeta, temperatura y tiempo de revenido y reacti-
vo empleado para distinguir bainitas de martensita revenida,
dada la escasez de datos de que disponíamos. Tras estas prue
bas hemos llegado, creemos a condiciones en las que se pue-
den realizar el ensayo con resultados satisfactorios, habiejí
do solucionado los protiemas antes citados*
Tal vez el mayor inconveniente par^.a interpreta-
ción correcta de los ensayos (por eso lo mencionamos aparte)
resida en los errores que aporta la descarburación de la pro,
beta y su estado dé segregación aún en muy pequeña escala —
debido a la gran variación de IB para pequeñas variaciones
s
del contenido en carbono. Este método es extremadamente seni
sible a los dos factores citados, siendo aconsejable, por -
su eficacia, para ponerlos de manifiesto* Si bien el esta-
do de segregación fué evidente por haberlo observado también
en las transformaciones isotérmicas no fué tan fácil achacar
a decarburación y comprobarla el hecho de encontrar más trans
formación en algunos puntos del borde de la probeta dado el
niquelado de la probeta y las pruebas de decarburación rea-
lizadas. Este fué el motivo de realizar muchos ensayos con
tiempos variables de permanencia por creer que se debía a -
una menor temperatura obtenida en la superficie en el primer
enfriamiento. Al ser negativos estos y otros ensayos se pen
só en la dscarburación y se comprobó midiendo microdurezas
— 111—12—
,nuop en puntos a distinta distancia de la superficie en pro
*eta templada» Tras tanteos en distintas zonas se «ncontra
.en algunas en 1 as que la cifra de dureza varió desde 5SC -
n la superficie hasta ?02 en el núcleo debido a la menor -
¡uraza de la mar tensita da más bajo carbono..Este hecho ocu
ría sólo en alg unos puntos por lo que cabe pensar en poro—
idad del niquel ado no siempre visible en el microscopio,
No se ha encontrado explicación lógica al hecho -
puntado de pres encia anómala de ferrita en algunas probetas.
e este hecho he mas encontrado alguna "referencia aunque tam
ien sin explica ción. Por sus características ya citadas -
emos preferid© no tenerlo en cuenta a la hora de dibujar -
1 diagrama T.T.T.
II.2>- APLICACI ÜN DC $LTÜDÜS TtüRICOS AL ESTUDIO DE LOS DIA~
GRAMAS T.T.T.-
II.2.1. Métodos empleados.-
Se han aplicado en este estudio los métodos resec-
ados en ios apartados 1.6.2. y 1.6.3. de este estudio*
Como hamos indicado"hemos procurado emplear para
3 realización de ^stas cálculos §1 calculador electrónico
a reseñado, que es modelo corriente den todas las oficinas,
a han elaborado las programas convenientes, quedando todos
ilos grabados en tarjeta magnética siendo innecesaria la —
-II1-13-
introducción del programa en la memoria de la calculadora,-
cada vez que se realice el cálculo» La elaboración de 88 -
tos programas ha sido sencilla, dada la simplicidad dalas
fórmulas aplicadas.
Todos los programas han sido elaborados como for-
mando un todo homogéneo, dqfaodo que los datos a introducir
para las distintas fórmuRas que eran los contenidos en los
distintos elementos de aleación se hade siempre en el,mismo
orden, que coincide con el orden en que suelen darse normal^
mente a saber: C, Mn, Si, S, P, Cr, Ni y 81o. Estos elemen-
to« han sido suficientes paranuestros cálculos sobre los Acje
ros Racionales en estudio» Para otros casos, queda previs-
ta una ampliación del programa para tener en cuenta el con-
tenido en otros elementos de aleación* En los casos en que
la capacidad de la calculadora lo permitía se preparaba el
programa para/La obtención de más ds un valor, ya sea la obtejí
ción de más de un valor, ya sea la obtención del mismo dato
según varias dutos que constituyan un todo homogéneo como -
por ejemplo Ac , Ac_ y temperatura de temple*
Los programas no los enunciamos por ser aplicables
al modelo de calculadora empleado por nosotros, insistiendo
Solamente en la sencillez de su ptogramación y las posibiljl
dadas qua ofrece el empleo de estas técnicas* aunque en ca-
da caso se vea limitada la posibilidad de su uso a la capaci
dad de la calculadora.
-111-14-
Recalcamos de nuevo la posibilidad de presentar -
estos métodos en forma de regla de cálculo de uso más gene-
ral y al alcance de todos.
III,2»2»Cálculos realizados y resultados obtenidos.-
Se han realisdo los cálculos que con los datos ex,
perimentales que disponíamos hemos podido realizar. Los re
sultados obtenidos, junto con los valores reales determina-
dos experimentalmente vienen indicados en las tablas de las
páginas V.80 y V.81.
No se han realizado los cálculos de los que dispjD
niamos datos aunque no experimentales, dada la poca friabi-
lidad de los resultados obtenidos por cálculos teóricos ba-
sados en datos también teóricos y la poca validez de las cori
clusiones que se podrían derivar de la comparación de estos
resultados con los obtenidos experimentalmente.
III.3. DIAGRAMAS CC.T» DE TRANSFORMACIONES EN ENFRIAMIENTO
CONTI.NUO»-
III»3,1. Probetas utilizadas.-
Antes de acometer el estudio del Acero Racional -
C* se realizaron numerosas pruebas para obtener las condi-
ciones óptimas de trabajo en cuanto a forma, diámetro y lojn
gitud de la probeta y sistemas diversos en cuanto a su apo-
yo, centrado e inmovilidad en el tubo así como el posible -
-111-15-
alojamiento del termopar y tipo de terraopar empleado»
Aunque se pensó en otras formas de probeta se de-
cidió la de sección cilindrica por conseguir con ella un en
friamiento más uniforme y más rápido al dejar menos cámara
de aire entre ella y el tubo que es cilindrico,
Se realizaron pruebas con distintos diámetros de
probeta y tubo para ver su influencia sobre el enfriamiento
más rápido conseguido no acusándose diferencias debido pro-
bablemente a que el mayor obstáculo exis'tente en la disipa-
ción de calor reside en la cámara de aire existente entre -
probeta y tubo.
La longitud de la probeta sólo afectaba al valor
absoluto de la dilatación de ella aunque no parece conveniejí
te aumentarla mucho por el peligro de los gradientes de tsm
peratura originados a lo largo del eje y que puede originar que
la temperatura medida por el termopar no sea significativa,
ni acortarla mucho por aumentar la influencia del desigual
enfriamiento de los extremos.
Se realizaron pruebas para lograr buen centrado e
inmovilidad de la probeta, llegando a que el sistema más apro
piado era guiar la varilla transmisora y encajar la probeta
en ella y en el fondo del tubOj mediante unos rebajes. Este
fondo se hace entonces mediante dos tubos concéntricos y aoj^
dados entre- sí.
-111-16-
Se probaron termopares de distintos diámetros de
hilo, desnudos y enfundados llegando a la conclusión de que
con el que se obtiene la respuesta ipás rápida es el que tan
ga menor diámetro, enfundado/con relleno compacto y ajusta-
do en el taladro de la probeta» Se pudo disponer de un ti-
po de 1,5 mm. de diámetro exterior de la funda.
La probeta se mecanizó cilindrica de 7 mm. de diá
metro, con un taladro hasta la mitad de su longitud de 1,5
mm. de diámetro a lo laréjo de su eje.
La longitud fué distinta en cada ensayo debido a
que después de cada enfriamiento se cortaba una rodaja para
su observación microscópica y poder comprobar los constitu-
yentes obtenidos. La probeta tenía como máximo 45 mm. de -
longitud y 25 como mínimb#
Las probetas utilizadas fueron mecanizadas de la
misma barra dé la que se obtuvieron las empleadas en el tra
zado del diagrama T.T.T. El acero estudiado ha sido el C*
cuya composición química ya ha sido dada.
III.3.2. Lnsayos realizados.-
Antes de realizar los ensayos sobre el acero C*
se probaron tubos de distintos materiales para ver su influen
cia sobre la velocidad de enfriamiento conseguida en la pro
beta para un mismo refrigerante y sobre la mejora en la me-
dida de la dilatación:
Respecto al primer punto no se encontraron diferejí
-111-17-
cias debido probablemente al control que hemos indicado que
supone la cámara de aire.
Respecto al segundo punto si se encontraron dife-
rencias debido a las transformaciones de algunos materiales
utilizados en la gama de temperaturas entre la ambiente y -
la de austenización. Se eligió el cuarzo por la ausencia -
total de transformaciones y por su bajo coeficiente de dila
tación.
La probeta, colocada en el tubo se austenizaba dj¿
rante media hora a la temperatura correcta y se enfriaba -
con distintas velocidades, bajando el horno cuando el tubo
S6 introducid
de cuarzo en baños de distintos líquidos cuando se trataba
de enfriamientos rápidos* Para enfriamientos lentos se de-
jaba el horno e incluso dándole un poco de potencia según
el enfriamiento deseado.
Se realizaron en el Acero Racional C* estudiado,
18 enfriamientos distintos. El más rápido se logró introdju
ciendo el tubo en nieve carbónica tardando 40 segundos en -
enfriarse desde la temperatura de austenización hastaffl. El
s
más lento tardó 12 horas en enfriarse desde la temperatura
de austenización hasta ios 4QQQC. *
En el transcurso del enfriamiento se registró en
todos ellos la curva temperatura-tiempo y la de dilatación-
tiempo, utilizando un compensador automático de punto frío,
-111-18-
el trasductor de proximidad y el registrador ya citados*
De los 18 registros obtenidos se obtuvo punto a —
punto y con intervalos de IQ grados la curva dilatación-tem
peratura.
Después del enfriamiento más rápido y tras compro
bar que la estructura obtenida era totalmente martensítica
se efectuó un revenido de la probeta en el dilatómetro con
una velocidad de calentamiento baja. Se registraron también
en este caso las curvas ya citadas. Se registró asimismo el
enfriamiento posterior. i
Posteriormente y a esta misma probeta se calentó
de nuevo en el dilatómetro registrando el proceso.
Después de completado cada enfriamiento se calen-
taba la probeta en el dilatómetro hasta unos 300QC registran?
do el proceso.
111*3.3. Valoración de la transformación»-
De la curva dilatación-temperatura obtenida se p£
día obtener la transformación realizada a una determinada -
temperatura.
El procedimiento lo explicaremos sobre una de las
curvas obtenidas en nuestros ensa/os que figura en la página
V.82.
En ella la línea recta inferior en la curva dila-
tación-temperatura que hubiésemos obtenido en el caso que -
-ni-19-
no hubiese habido transformación* La recta superior es la
curva obtenida en los primeros 2002C oel calentamiento pos-
terior extrapolada* La curva intermedia es la obtenida real
mente en el enfriamiento*
£1 tanto por uno de transformación a unatemperatu
ra dada es la relación que existe entre las longitudes AB y
fiC . Somos conscientes da que esto no es exacto debido a dan
factores principalmente:
1Q.- Iguales tantos por cientos formados de cons-
tituyentes, distintos no equivale; a igual aumento de -
tamaño. Es evidente si comparamos las variaciones de
tamaño de un acero al templar y al recocer.
23.- No se tiene en cuenta el hecho que la auste-
nita no está completamente transformada en el enfria-
miento lo que se comprueba en la curva presentada^por
el hecho que la pendiente de la curva dilatación-tem-
peratura a la temperatura ambiente no es la misma en
la curva de calentamiento y en la de enfriarniente*
El primer inconveniente se subsanaría al realizar
ensayos conducentes a conocer los cambios de volumen origi-
nados por la formación de cada constituyente, lo que nosotros
no hemos realizado por falta de material y por no disponer
de un equipo que trace las curvas dilatación-tiempo en trans
formaciones isotérmicas.
-111-20-
£1 segundo se evitaría continuando el enfriamien-
to hasta la temperatura del oxígeno líquido lo que tampoco
hemos podido realizar.
Dada la bondad del método urilizado para medir d¿
lataciones y temperaturas la exactitud obtenida es mucho roa
yor que la que se desprende de la observación de la curva -¿
mostrada. Es por lo que hemos apelado para apreciar mejor
el desarrollo de la transfomación a un procedimiento teóri-
co para simular un método experimental con el que se ha cojn
probado, obtiene* una mayor sensibilidad aplicándolo al análi
sis térmico. El método es el de dilatometría diferencial -
y el procedimiento empleado es suponer una ley lineal de d¿
latacidn en nuestro enfriamient© (la recta inferior de la -
curva mostrada/y deducir las diferencias de la curva real,
respecto a la lineal. Este método aun siendo teórico es más
exacto que el experimental pues no bependemos de una igual-
dad de temperaturas entre probeta y patrón que se presume -
en la técnica experimental. Insistimos en el hecho que ha
sido posible este sistema por la exactitud de la lectura de
la dilatación. La curva dilatación diferencial-temperatura
así obtenida se ha dibujado para todos los enfriamientos. A
título de ejemplo, mostramos en la página U.83 correspondiera
te al enfriamiento cuya curva dilatación-temperatura hemos
mostrado en la página V.82.
-111-21-
De estas dos curvas se deduce el tanto por ciento
de transformación obtenido a cada temperatura, y se ha dibu
jado la curva correspondiente a cada enfriamiento. On ejem
pío lo mostramos en la pag. M* 84, que es la obtenida de la
curva de la página U.82,
Con los datos obtenidos de este modo en los 18 -
enfriamientos dados se traza si diagrama C.C^T* que figura
en la página V,85.
III.3.4» Desarrollo de la reacción martensítica del Acero -
Racional C* .-
Por procedimiento similar al expuesto en el apar-
tado anterior se valoró la transformación del enfriamiento
más rápido de los realizados en el que se había comprobad©
metalográficamente una estructura totalmente martensítica*
En la valoración se comprobó que la transformación no comejí
zaba hasta IB •
s
La curva dilatación-temperatura obtenida se mues-
tra en la pag. \K86 se valoró el % de transformación para -
cada temperatura que mostramos en la pág, V.87. Para trazar
esta curva se ha supuesto quenla transformación se ha comple
tado a 2QQC lo que no es cierto por las razones ya expuestas»
Suponiendo un 5% de austenita retenida a la tempja
ratura ambiente (justificaremos más adelante esta hipótesis
-111-22-
al realizar el estudio del revenido de esta probeta), la rec
ta superior a empleafc para la valoración será la de trazos
de la página V.86 y la valoración resultante será la de la
figura V.88 en la que se ha colocada en abscisas los grados
por debajo de Kl a ios que se encontraba en cada momento la
s
probata. En ordenadas se ha indicado el % de austenita re-
tenida a cada temperatura en coordenadas logarítmicas sien-
do la curva así presentada casi una recta* Hablaremos más
adelante de ello#
La situación de la recta de trazos de V.86 se ha
hecho de modo que AB/AC * 0,95
III«3é5, Estudio de las transformaciones en el revenido del
Acero Racional C* •-
ba probeta en la que se obtuvo sólo martensita y
austenita retenida (de la que venimos hablando en el aparta
do anterior) se sometió a un calentamiento lento registran-
do las dilataciones.
La curva dilatación-temperatura de este ensayo -
no indica nada pero sí la diferencial obtenida por el méto-
do ya descrito y que mostramos en la página V.89. El punto
B es el punto ai que vuelve la ci/rva en el enfriamiento poa
tarior* Esta curva no seha dibujado aquí por carecer de in
teres para el fin que pretendemoa*
-II1-23
En esta curva se observan perfectamente las cinco
etapas del revenida citadas anteriormente:
IB»- in descenso relativo en el coeficiente de d¿
latación indicado por el tramo AC d^la curva correspon
diente a la primera etapa de formación de carburo J*
a partir déla martensita.
28«- Un aumenta relativo dafeamaño indicado por la
parte CO déla curvacorrespondiente a¿La segunda etapa
del revenido (formación de agregado ferrita-carburo a
partir de la austenita retenida)*
3fi*~ Una disminución brusca del tqmaño relativo -
indicada por la parte DF de la curva correspondiente
a la tercera etapa (descomposición delia martensita —
en ferrita y cemsrtita),
40*- Un acimentó en el tamaño relativo de la probé
ta indicada por la parte FG de la curva correspondiente
a la formación de carburos especiales de las dos últi
mas etapas del revenido.
A 1^/ista detesta curva se puede deducir aproxima
damente el porcentaje de austenita retenida en el temple»
Si A& es.;la "pérdida da tamaño" de larprobeta en
el revenidos y considerando que si no hubiese habido auste-
nita retenida la curva hubiese sido probablemente la ACE -
siendo por tanto DE el aumento de tamaño debido a la auste-
-111-24-
nita, el tanto por ciento de austeníta retenida será:
ei—^ s%
AB 4 DE
Este es el váor utilizado en el apartado IIK3*4 #
III»3»6« Transformación magnética de la cementita»-
En el enfriamiento posterior al revenido se regis
trá dilatométricamente el proceso y si bien la curva dilatja
ción-temperatura no dice nada, en la curva de dilatación di
ferencial mostrada en la pag. Vé90 se muestra claramente una
inflexión alrededor de lus 19Q9C que corresponde al punto -
de Curie de la comantita formada en el revenido. Dado que
este valor es inferior al dado por otros investigadores ca-
be penáar en una influencia de los elementos formadores de
carburos Cr yfflopresentes en este acero»
III«4»~ APLICCDMI-DE^BETOOÓS TEÓRICOS AL ESTUDIO DE DI ACRA»
IBAS CtCtT^
Utilizando el método de Crange y Kiefer para dtdu
cir el diagramaC.C.T» a partir del T\T.T. experimental (má
todo ya reseñado y explicado anteriormente) se ha deducido
el diagrama C.C.T* del Acero Racional C r mostrado en la pag.
V.91.
Se han realizado estudios conducentes a desarrollar
una fórmula que indique el desarrollo de la reacción martejn
sities. Todos ellos están de acuerde en que esta reacción
-111-25-
no termina nunca completamente. Algunos ds ellost han dedju
cido fórmulas que reseñamos a continuación!
Harria y Coíien dan parala austenita no transformada a una -
temperatura T
% * 6,95 . 1Q~ 13 . [455 - («^ ~ T)J5f 3 2
Koistinsn y Warburgsr han enunciado
% s 100 . exp . f- 0,011 (*9 ~ T)J
d8 ausfe
esta fórmula aplicada a nuestro da los porcentajes J
nita no transformada representados por la*rrecta da trazos -
de la pag» V»88.
-IV-1-
IW_•—^CONCLUSIONES
IV,!.- ACEROS NACIONALES.-
Ya.¿hemos insistido bastante en la necesidad inme-
diata de adoptar en España una:nueva tabla de tipificación
más racional, que redundará en beneficio de todos los liga-
dos de alguna,manera a la industria del acero, tanto los pru
ductos como los consumidores.
La Tabla de Tipificación Racional de Aceros de Re-
sistencia elaborada por el Profesor Calvo Rodés y el equipo
de investigadores ya citado cumple los requisitos que el es
tado de conocimientos actual impone a una tabla de tipifica
ción como ya hemos vista.
Las enormes ventajas que ofreceesta Tabla respec-
tp a'las existentes, no solo en España, sino en otros países*
ya las hemos expuesto, limitándonos en estas conclusiones a
insistir en la conveniencia de adoptar esta como Tabla de -
Tipificación Nacional de Aceros de Resistencia*
IV.2.- DETERMINACIÓN EXPERIMENTAL DE DIAGRAMAS DE TRANSFOR-
MACIONES ISOTÉRMICAS.-
IV.2.1. Método experimental»-
Del estudio y trabajos realizados por nosotros, -
deducimos que el mátodo experimental más apropiado para la
-IV-2-
elaboración de estos diagramas es el empleado por primera -
vez por Bain y Davenport en 1930» Los distintos métodos, -
ya reseñados, surgidos posteriormente no han introducido m¿
joras. Si bien algunos de estos métodos ofrecen la ventaja
de su mayor rapidez de ejecución, ninguno ofrece la sensibi
iidad y exactitud del método metalografico ofreciendo éste,
además, información completa sobte los constituyentes apa-
recidos en estas transformaciones.
£s el método metalografico pues el adjptado por
nosotros para el trazado de los diagramas T.T.T. de los ace
ros para alta resistencia^de los modernos Aceros Racionales»
Para la determinación experimental de (Ifl hemos ado£
tado por las mismas razones el método metalografico de Troia,
no.
Para la valoración de las transformaciones hemos
empleado la valoración subjetiva por varios observadores cjo
mo la más apropiada. Reconocemos que el método de compara-
ción propagando por otros puede ser más exacto y realizable
por personal menos especializado, aunque dado el normal es-
tado de segregación de los aceros en uso industrial, se ha-
ce necesario valorar una gran cantidad de campos en cada -
probeta y extraer el valor medio. Esta labor la realiza rne
jor e incluso más rápidamente un observador con experiencia
dando una pasada sobre la superficie preparada*
Han aparecido recientemente microscopios metalográ
-IV-3
fieos para la valoración cuantitativa automática de consti-
tuyente». De pruebas realizadas con algunos de ellos dedu-
cimos que no san aplicables en general a nuestro fin, aunqjw
sí para valorar algún tipo de constituyente.
El peligro de la decarburación de la probeta lo —
hemos remediado con un cabreado y niquelado electrolítico,
El empleo de sales para austenizar no,lo consideramos apro-
piado por la solidificación da las sales fundidas que "majan**
la probeta al intrttáucirla en las sales de baja temperatura
con la consiguiente pérdida de velocidad de enfriamiento,
En la ejecución del método de Troiano hemos visto
los inconvenientes surgidos sobre todo por la decarburación
ligera de los bordes en los puntos doaqle el niquelado qued¿
ba poroso. La valoración debe hacerse por tanto en el núcleo
de la probeta.
El método de Troiano es difícil de aplicar en los
casos de aceros con baja templabilidad por la posibilidad -
de que se forme bainita y lo difícil que resulta distinguir
ésta de la martensita revenida. A pesar de ello creemos —
que se puede remediar este inconveniente utilizando probetas
de pequeña sección, con tiempos de permanencia muy cortos a
$ y en todo caso con una sucesión de pulidos y ataques con
distintos reactivos por 1 s que un observador con experien-
cia puede llegar a distinguir estos dos constituyentes. Caí
-IV-4-
be señalar la utilidad del reactivo de •Blickui.ade utilizado
con este fin. De hacho, hemos aplicado con éxito, creemos,
este método de Troiano en un acero, con el X_» de baja tem-
plabilidad*
Para la determinación del tamaño de grano creemos
que es el más representativo el de ataque con reactivo Vilella
de una probeta templada, a pesar de exigir pulidos y ataques
sucesivos para poner de manifiesto el grano sobre todo en —
las casos de grano fino*
Hamos comprobado que se obtienen resultados más -
rápidos dando tres el temple, un revenid* de 15 minutos a 2302C
como ya recomendaban algunos autores*
IV»2»2»- Diagramas T».T.T« de los aceros para alta resisten-
cia de los Aceros Racionales»-
Los,diagramas T.T.T. de estos aceros se han traza
do utilizando los métodos expuestos. Se incluyen también -
las curvas de las S para las 8fonv£s- temperaturas ensayadas
en cada acero, viendo en ellas como evoluciona la transfor-
mación, tn todas ellas se observa lo ya apuntado sobre la
forma en que se desarrollan jstas transformaciones: veloci-
dad creciente de formación de constituyentes hasta un máxi-
mo y decreciente después;
La forma de estas curvas en los casos que se for-
man dos constituyentes distintos es diferente de la típica
-IV-5-
en S, lo cual es lógico dado,que en realidad es la suma de
dos curvas de la • S aorrespündiente cada una a la formación
de un constituyente. En los casos que una transformación -
comienza cuando la otra ya ha terminado o evoluciona poco,
se ven perfectamente las dos curvas en forma de S, una a COJI
tinuación de la otra»
Incluimos asimismo las durezas obtenibles en estos
aceros por tratamientos isotérmicos a las distintas temperja
turas, por la utilidad práctica que supone su empleo dado -
el uso cada vez creciente de este tipo de tratamientos. Apro
vechamos la:inclusión de este dato para recalcar la falta -
de sensibilidad del método de medida de durezas, para trazar
diagramas T.^.T. Comparando la curva dureza-tiempo con la
transformación—tiempo de una misma temeperatura se observa
que en la primera no acusa transformación hasta que se ha -
formado aproximadamente un 5% de constituyente. Asimismo -
no se aprecia a qu4 nivel de transformación se ha parado es
ta, en los casos en que por razones de estabilización de la
austenita no evoluciona más la transformación»
Las anjmaiíasi observables en astas curvas dureza-
tiempo se deben a la complejidad del fenómeno.
• * . . .
Basta citar
dos casos significativos cuya repercusión en la curva dure-
za*»tiüfnpo es obvia:
13.- La formación de un constituyente con bajo co£
-IU-6-
tenido de carbono provoca quela martensita formada en
el temple final sea úa mayor contenido en carbono y -
por tanta más dura. La dureza medida será representa
tiva de las durezas de estos dos constituyentes y de
los porcentajes presentes de uno y otro.
29,- Si bi8n la dureza obtenida debe ser menor p£
ra unatemperatura de transformación más alta puede no
serlo por el hecho de formarse menos cantidad de cons
tituyente para un mismo tiempo de permanencia y exis-
tir por tanto más martensita, da dureza taayor.
Valdría la pena, creemos, realizar un estudio de
estos fenómenos.
De las curvas de la S obtenidas se han deducido -
los diagramas T.T.T» adoptando el criterio de 0% y 1Q0JÍ de
transformación a pesar de que somos conscientes de la apre-
ciación de pequeñas cantidades transformadas esin transfor-
mar depende no sólo de la probabilidad de su existencia en
los campos observados, sino también la resolución del siste
ma^bmpleado en su observación. La observación para valoración
la hemos realizado a 500 aumentos, que creemos normal y su
ficientemente representativa.
Somos conscientes asimismo de la inexactitud del
valor 100$ dado (y probablemente también del 0%) ya que oreje
mos que la reacción (al igual que ocurre con la da tipo majr
tensítico que ya hemos apuntado) Mno termina nunca1'. El va
lor 100% lu hemos asignado cuando así se veía en nuestra onsej
vacian a 500 aumentos,
A la anomalía observada y ya apuntada anteriormeni
te de formación de férrita en cantidades siempre inferiores
al 1% con tiempos de permanencia menores que JOB reseñados -
en el diagrama T.T.T* para el comienzo de transformación no
le hemos encontrado explicación* Este fenómeno (que no so-
mos te primeros en observarlo) como ya hemos dicha no es re
producible ni tiene lógica en el estado actual de los cono-
cimientos» Tal vez se deba, aunque parezca osado por nues-
tra parte eíí mencionarlo* al hecho de que la transformación
M
^comience siempre" (por emplear una expresión opuesta al no
termina nuncaM ya utilizada) /a temperaturas de la M
bahía%
donde se ha observado el fenómeno las pequeñas cantidades -
formadas tengan cierta propensión a agruparse en vez de fojr
marse una fina dispersión, no detectable con microscopio -
óptico . Valdría la pena, si se dispone de medios apropia
dos, estudiar este fenómeno.
H/.2.3 + - Estudio comparativo de los diagramas T+T,T# obteni-
dos.-
A la vista de los gráficos mostrados en las pági-
ñas V.68 a Ü.79 en los qu se ve las cantidades transforma-
das a distintas temperaturas con períodos de permanencia igua
les para todos los aceros, se deducs que el comportamiento
-IV~8-
de los Aceros A* y B* en tratamientos isotérmicos en la -
zona balnítica es muy parecido constituyendo una anomalía en
el comportamiento escalonado que deben tener estos aceros -
desde este y todos los puntos de vista»
Si se pretende mantener el criterio de uno obten-
ción de propiedades en los distintos aceros que.supongan .d¿
ferencias más o menos constantes de uno a otra acero, converi
dría modificar las composiciones de estos Aceros A* y B*
de modo que sin alterar el resto de sus propiedades modifi-
que convenientemente las curvas T.T*T#^de ellos en su zona
bainítica,
£1 problema tiene solución dado el estado de cono
cimidntos actual» Dado que este comportamiento parecido en
tratamientos isotérmicos se traducirá en una similar templja
bilidad bainítica de ellos se puede hacer tanteos previos -
teóricos de composiciones que varíen convenientemente este
valor» Para ello se puede utilizar el Calculador de Aceros
ya reseñado.
Nos limitamos en estas conclusiones a apuntar los
hechos, sin que nos creamos con la competencia suficiente -
para proponer la roforma o señalar nuevas composiciones de
estos aceros.
-IV-9-
Ii/,2.4. Constituyentes estructurales obtenidos,-
*-n la realización de estos ensayos se ha prestado
gran atención a las constituyentes aparecidos por tratamiejí
ta isotérmico aunque con la limitación que supone el uso ex
elusivo de técnicas de microscopía óptica*
No vamos a enunciar ni comentar teorías sobre la
nucleación y formación de los distintos constituyentes. Se
han realiade muchos trabajos sobre ello y remitimos por tají
to a la bibliografía.
Nos limitaremos a comentar lo observado en las ex,
periencias realizadas por nosotros, con los medios de que -
disponíamos. Si bien lo apuntado no constituyen hechos nue-
vos, si creemos necesario resaltarlos en estas Conclusiones.
A temperaturas intercríticas y subcríticas se fojr
ma en estos aceros ferrita.cuya velocidad de formación aumeri
ta inicialmente al descender la temperatura hasta un máximo
para luego disminuidla morfología de esta ferrita es distiin
ta según la temperatura de su formación; aparece inicialmen,
te delimitando bordes de grano austenítico j forma masas m£
dulares cuando la temperatura de formación es alta y preseni
ta cierta tendencia a crecer en masas alargadas que bordean
los granos austeníticos a temperaturas más bajas.
A temperaturas aún menores, la ferrita forma con-
juntos de láminas paralelas con una orientación definida e-n
-IV-1G-
cada grano de austenita e independiente de la orientación -
del límite del grano*
Aunque la proporción de ferrita formada con tiem-
pos iguales de permanencia aumenta primero al descender la
temperatura y lueg© disminuye, la cantidad total de ferrita
formada a cada temperatura disminuye al descender la tempe-
ratura. Dado que el resto de la transformación será perli-
ta, esta es lógico suponer sera de contenido en carbono crje
ciente»
A temperaturas subcríticas puede formarse también
perlita. Su velocidad de formación, al igual que ocurre con
la ferrita, aumenta primero al descender la temperatura y -
luego disminuye. Por encima del máximo, la variación con -
la temperatura de esta velocidad de formación es mayor que
en el caso de la ferrita y menor por debajo del máximo.
La perlita es de láminas tanto más gruesas cuanto
mayor es su temperatura de formación pudiendo incluso ser -
del tipo globulizada si la temperatura es muy alta aun cuan
do usta globulizacion se deba probablemente a la permanencia
isotérmica posterior a su formación y no a su formación en
sí.
A temperaturas altas se puede observar una deten-
ción de la transformación austenita-ferrita, previo a la —
formación de perlita que puede recomenzar al aparecer la -
-IV-11
perlíta. Este fenómeno puede explicarse si se admite un equi
librio entre ferrita y auetenita, que se rompe al formarse
perlíta. Este hecho corresponde a la perfecta separación -
en dos S de algunas curvas de la S# A temperaturas más ba-
jas no ocurre este normalmente, siendo paralela la formación
de ambos constituyentes; aun cuando sea la ferrita el cons-
tituyente formado siempre en primer lugar*
t.n la denominada zona bainítica se forma el agre-
gado ferrita-carburo que es este constituyente^aunque con —
morfologías distintas^
La velocidad de su formación también aumenta al -
diminuir la temperatura para luego disminuir» auqae a veces
se estabiliza a temperaturas más bajas como ha ocurrido en
el Acero C' •
En algunos aceros con separación nítida entre las
2onas perlítica y bainítica el aumento es brusco al princi-
pio y muy lento después presentando la curva correspondien-
te una parte superior casi horizontal, 1lanada por algunos
"terraza", u otra casi vertical formando ius ya citados es-
calones.
Una particularidad de ¿a reacción bainítica es la
capacidad que existe de deternerse la reacción tras haberse
formado un determinado porcentaje de este onstituyente sien
do mayor la cantidad formada a temperaturas menores. Tras
-IV-12
un cierto período de parada la reacción puede comenzar de -
nuevo coincidiendo en la mayor parte de los casos con la apa
rición de un constituyente de morfología parecida a la per-
lita aunque no sea completamente iuentificable*
Si bien todos los constituyentes aparecidos en la
zona bainítica son de morfología acicular su aspecto es muy
variado podiendo identificarse cuatro tipos diferentes» A
temperaturas próximas a Kl la bainita formada es de aspee-
s
tu parecido a la martensita aunque ligeramente m'as sensible
al ataque por los reactivos normalmente empleados; se obse£
f,
van agrupaciones de agujas paralelas de aspecto plumífero11;
estas agujas san largai y finas. A temperaturas mayores las
bainitas formadas son más cortas* más gruesas y más sensibles
al ataque, se aglomeran también paralelas unas a otras aunue
esta tendencia sea menor que eri el caso anterior. A tempe-
raturas tudavíafflásaífcás el constituyente formado inicial-
mente es dé mdtfolofcjia acicular más acusada que el tipo se-
gundo descrita aunque se hace cada vez menos sensible al ata
que observándose inicialmente sólo en ella uni>s puntos de -
ataque que son menos frecuentes a msdda que aumenta la tem-
peratura*
Por su respuesta al ataque de distintos reactivos
este tercer tipo de constituyente parece ser ferrita, libre
de carburos, y es por lo que se origina confusión en la no-
menclatura de este constituyente en la distinta bibliografía
consultada: mientras unos le llaman farrita acicular, otros
-II/-13-
le llaman ferrita probáinítica o bainita proferrítica. To-
dos estos nombres parecen apropiados a la vista de lo que -
hemos indicado sobre su morfología pero por la confusión que
esto puede originar abogamos por llamarle en principio bai-
nita, al igual que ios otros dos tipos,antes citados* Para
distinguir entre los tres tipos podríamos utilizar los apela
tivos inferior, media y superior que junto al nombre genári
co indican el tipo de constituyente y su origen*
El cuarto tipo de constituyente aparecido en esta
zona es el fórmela #n segundo,lugar en la zona superior que
hemos indicadOt se forma después de haberse detenido la fo£
mación de la ya llamada bainita superior» Su morfología es
un intermedia entre la bainita media y la perlíta y en el -
no se puede ni adivinar la distribución de la ferrita y cajr
buró que lógicamente deben formarlo.
A nuestro modo de ver este constituyente es perlí
ta aunque tal vez tenga una forma de constituirse diferente
de la clásica al igual que ocurre con la llamada troostita»
Se observa en todos los constituyentes citados una
sucesión paulativa de un tipo a otro lo cual no de^Jae extra
ñar» Observando los constituyentes formados a temperaturas
decrecientes se ve una deformación paulatilfle en la morfolo-
gía poliédrica clásica de la ferrita hacía una morfología -
acicular típica de la bainita. Asimismo observando el fenóms
-IV-14-
no con temperaturas crecientes se ve una degeneración del
agregado ferrita-carburo de la bainita hacía la ferrita li^
bre de carburo típica de la zona perlítica» De resultado
de otras investigaciones y de los resultados de nuestras ex
periencias se deduce un contenido decreciente en carburos -
de la bainita a medida que aumenta la temperatura de su fo£
mación» al mismo tiempo que el carbura presente parece glo-
bulizar y emigrar ai borde de la aguja mediante un proceso
desconocido pero que podría ser similar al de la descompo-
sición de la martensita en el revenido*
Un fenómeno parecido ocurre con la perlíta al com
probar experimentalrnente su formación a temperaturas perte-
necientes a la zona bainítica.
El mismo fenómeno de degeneración progresiva de -
un tipo de constituyente a otro se observa en la unión de -
las zonas bainíticas y martensítica».Muestra de ello está -
no sólo en la morfología de ambos constituyentes cuando la
temperatura de formación es parecida (que incluso dificulta
su identificación)sino que hemos comprobado experimentalmen
te, ai igual que otros lu había-n hecho antes, la formación
isotérmica de bainita a temperaturas inferiores a Ifl inclu-
s
so con tiempos menores que los necesarios para su formación
a temperaturas ligeramente superiores afflf lo que dificul-
s
ta enormemente la interpretación del método de Troiano apii
cado a aceros de baja ten*plabilidad0
-IV-15-
Vemos pues que a pesar de que en algunos aceros
la separación entre las tres zonas de transformación es cía
ra, no ocurre así con los constituyentes formados en ellas
por existir una transición progresiva de un constituyente d
otro, tanto en su morfología como en su constitución, de ahí
que hablen tantos autores de interferencia entre las zonas,
*~n la observación de $as fotomicrografías inclui-
das en el capítulo V de este estudio se puede comprobar to-
do lo dicho anteriormente. En todas ellas se indica el ace
ro, la temperatura de formación y el tiempo de permanencia
a esa temperatura.
IV.2.- DETERMINACIÓN .EXPERIMENTAL DE DIAGRAMAS DE ENFRIAMIENTO
CüNTI'NUQ.-
IV.3.1» ffietodo experimental,-
Ya hemos expuesto las razones por las qus hemos -
elegido el método dilatométrico parg el trazado de los dia-
gramas C # C.T # > nos limitamos a insistir en la bondad del mé
todo sobre todo cuando se utiliza con la sensibilidad qus -
lo hemos hecho nosotros. Hacemos notar que salvo el regis-
trador empleado, disponible normalmente en un Laboratorio -
dedicado a materiales metálicos por ser de uso muy general (de
hecho el utilizado, existente en el Laboratorio de Ensayo -
de materiales de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros
-iy-16-
Aeronáuticos, donde se han realizado todos los ensayos nece
8ário» para la realización de este estudio, se había adqui-
rido ya para uso general del Laboratorio)y el trasductor -
de posición, el equipo empleado, diseñado y construido por
nosotros resulta fácil y económica su construcción.
Hacemos constar ahora, sin necesidad de volver a
ello posteriormente) la. utilidad, comprobada experimentalmen,
te por nosostros, de este equipo para el estudio de otras —
transformaciones como son* el desarrollo de la transformación
martensítica, transformaciones en el re-venido y punto de Cu
rie de la cerosntita, incluidos en este estudio y otras apl¿
caciones para las que se ha usado ya este tipo en el tabora
torio de Ensayo de Waterialas citado como sari: determinación
de temperaturas de fusión de autécticas en aleaciones de alu
minio, estabilización de austenita retenida por interrupción
del temple, descenso de ffl por formación previa de otros -
constituyentes, etc.
IV.3.2* Diagrama C.C#T. del Acero Racional C* .~
El diagrama C.C^T. trazado no creemos que necesite
más comentarios de los que hasta-aquí se han hecho*
ti diagrama trazado se presenta en el capítulo V. y sólo quj3
da enunciar el hecho que as^SS enfriamientos dados,ni siqui£
ra en el más lento ya reseñado,se ha conseguidp transforma-
ción en la zona perlítica, razón por la que no viene indica
-IV-17-
da en el diagrama. No hemos creido necesario seguir los e¡n
suyos con enfriamientos más lentos para detectar esta trans
formación puus no creemos que estos enfriamientos tan lentos
tengan ninguna aplicación industriáis
Señalaremos también la limitación que tiene el equi
po construido, consecuencia del enfriamiento más rápido qua
hemos podido conseguir: queda sin trazar la parte de diagra
ma correspondiente a tiempos inferiores a los 40 segundos,-
lo»aue supone un grave inconveniente an ios aceros de baja
templabilidad. Tal vez en un futuro seamos capaces de eliroi
nar usté inconveniente, mediante el empleo de tubos de otros
materiales, aparte de los ya probados, o enfriando la pro-
beta por inmersión directa en agua (también probado) pero -
con algún sistema que elimine el movifuiiento de la varilla
trasmisora debido a las burbujas de vapor formadas.
IV.4.- VALIDEZ DEL EMPLEO DE MÉTODOS TEÓRICOS.-
Dejando aparte la validez de algunos mítodos de -
los reseñados, en los que se ha comprobado experimentalmen-
te su validez y exactitud, como en el caso de los calculado
res citados del INTA, nos limitamos en estas Conslusiones -
•a
a remitir al lector a las tablas y gráficos ya reseñados en
los que se comparan los valores deducidos teóricamente con
los obtenidos experimentalmente, para que él mismo deduzca -
-IV-18-
su validez en función de la exactitud del dito requerido en
su caso. No hacemos rpás comentarios, conscientes de que si
bien algunas veces el error es considerable, el método pue-
de ser bueno para algunos al proporcionar datos, que con cer
teza son conservativos, siendo su utilidad, por tanto, mayor,
por ser dato más seguro*
IV.4.- CüNCLUSION FINAL.-
Hemos abierto el camino del estudio de las trans-
formaciones estructurales de los Aceros Racionales, que, co
mo tantas veces hemos dicho, se hacía imprescindible»
Hemos realizado el estudio comparativo de todos -
métodos, conocidos por nosotros, aplicables a este estudio*
Hemos seleccionado los que hemos creído más apropiados y he
mos diseñado y construido los equipos necesarios para la ej¿
cución de las técnicas experimentales necesarias para l^apli
cación de estas métodos.
Hemos comprobado la validez y utilidad tanto de -
las técnicas escogidas como de los equipos constuídos al -
aplicarlos con éxito a algunos casos y finalmente las hemos
aplicado a la realización del estudio dqfLas transformacio-
nes estructurales de los modarnoá Aceros Racionales*
Queda así, creemos, abierto el camino y esperamos
que por otros, o tal vez por nosostros mismos se complete -
este estudio tan necesario*
TABLA DE -TIPIFICACIÓN RACIONAL [DÉ ACEROS DE RESISTENCIA
C () ü S | C 1 O N Q 0 í M I C A °,
Di
Mn Si i> s Gr
A C K \\ O S / / I) K P A ,1 A T K M P L A B 1. L J I> A ü
ra diámetros nveinVres de 15 ama. f Mn -Mo'
0,20
;
k«¿ 'ai ni 5 ToICI 'Mlici 0 25 0,3:> (U»n;f. ¡o 0,3504: '0.04 0,04 0,15/0/25
100 a 12Ó; NV>! a í n a [ 0.34 1,10 0.40 o,:;o
k^iiiun- Toiií •a ne ias í; 0^31/0,3;-; • fj/.iii i, JO 0,35/0,4,"
120 a I No nina i 0,-0) 1.10 ¡ o,to 0,40
K;jc ni:c.- Tojél •a i ¡'.'i as 0,37/0.4- t (Coo/i, lü o.35'o,4: (),:;."> D.4-"
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A e K n o s b K "M E U I A Y !A L T
i a ai o t r o s d C i - M o)
80 a 100 Nominal 0,2S. 0.75 0.40 IAD 0.20 P-222
am- lio le r a n c i a s ; 0,25/0,32 0,(10/0,00 ; 0,^5/0,4^3 ;0,04 : o,o4 •0,00/1,20 0,15/0,25
5 120 Nominal 0,34 0,75 o,40 . 1,05 0.30 i- -125
Tolerancias ' 0,31/o,3S * 0,0070,00 0,35/0,40 '0,04 ; 0,0.4 (),DO/l,2o 0.25/0,35
r i o ji'i-jo Nominal 0,40 .0.75 0.40 1,05 0,40 .
U-0aai- To lora a c i a s I 0,37/0,44 O,{50;0,90 073370,45 • 0,04 <0,04 0,9o i,2c 0;35/(),45
a r a • á i á ai e t r q s d e 3o 60 m ai C r - N / i - M o-.l )
80 a 100 Nominal 0.2S o,O)" •0,40 0,S() • 1,0 0,20) ¡ss K I--120
g/iuni" ICoLuraaeiásé • P,2ó/Ó,32"L! O.GO/o.90 0,35 o,- <; 0,04 '0,04 0,05,0,95 0,85¿l,l( 0,15.0.25
(WT-a 120 í Nominal . .. 0,34 0,75 0.40 0,80 0.30 ~ F-12S
)G7
Tolerancias 0,31/0,3* 0,Go;0.90 / 0,35'0,45 < 0,04 0,05/0,95 0/,S5/TvU 0,254},:j5
Nmninaí 0,40 ; 0,75 • • 0.40 6,80 1,0 0,40
: Í40
ToO-ra a c i a s . 0.37:0,44 | 0,00/0/90 :/ 0,35 • r 0,04 < 0,04 0,05/0,95 0,35,0,45
Para di 11 - t r 0 : e 60 100 m ni'. ( C r - N ) - 2 )
No; iiinal^ " 0.28 : 0,75 " . ; . : 0,4o _- 0,80 2,0 0.30
9*7,2 ; :i09
lini 2 Toioi •a a c i a s 0,25/0,32 : 0,60/0,90 ; 0,35/0,45 < 0,04 . < 0,04 t.0,G5/0.95 1. 0,25,0,35
120 Noi ai a al 0,34 , ~ 0,75 0,40 0,80 ' 2,0 0.40
o.íS 101,5 349
ti i £ i " Toleí alacias 0,31,0,38 J 6,60/0,90 !--OJ35/0,4o ¿D,G5/0;9p 1,75/2.25 O,:J5/0,45
< 0,04 <0,04
140 N -1 ni nal 0,40 0,75 0,40 ; 0.80 2,0 0,50. 1.05,5 3/29
S T u I e i •aic-ias 0;37/o,44 . 0,00/0:90 ¡ 0,35/0,45 0,05, \},\-',. 1,75.2.25 0,45/0,55
< 0,04
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\CE RO8 I) É l) i; H K Z A M ASI C A Y M
U V A íi T A T 1 PLAPl i) A D
Pa r a cliánietrós s a pe rio res il
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HRc | c iMn\ sr\ P 5 \Cr\ rVi Mo
Cc.7i23S¡C;C.~: C¿: ¿erro C5 |^ - ; : : ; " -' -, '.5\<oo¿
o.oil \o.71 i :
múúg UTILIZACIÓN OEL AL C? 6c
Composición ce<' ¿cero uH/izac/o | 0,4
COMÍ
TROLERA VC/AS
TR¿ T¿M]£ttXQ:&"'--T£XMl'.'
OS SIS VA . . O--* i FOX JA j .'/02M1L • ZA 0 J
'JL
J,Z?^\^¿,-*
T£HPc*A TURAZ i 1¿QQ - 9oo°C c/t-C o -!
7EMPtA%!LfD<Á-D
T£MP.LA-t3¡UDAD MÍNIMA JOMi/V) • J<¡ 25
•i CfflT.Co M...VIA1Ú F\' AC :
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CA'¿A: T£ 575
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10
5 -10 <5 20 25 30 35 ¿0 45 . 50
HO 3 JG "fra
Distancia áJ'extremo templado en mm,
:— ~n
' ¿Cr -
o.gfnjr/ení/ld
U'sodJ < ! ••h*f*k)
Banda aproximada de templabilidad"
1:5 \ 4
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-~S7$(*k) • '•
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LllS 5 '
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Dtameiro en mm
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<LL.
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1.- Horno de austenisacion.-
2.- Horno de tratamiento isotérmico.
3*- Horno para revenido en la ejecución del método de troiano,
¿¿•-.Cubeta de temple.
5.- Crisol para calentamientos al aire.
6.- Crisol para sales fundidas.
7.- Transformadores variables de alimentación de hornos.
8.- Reguladores de temperatufca.
9.- Contactor automático cronométrico.
10.- Terraopar de medida real de temperatura en el horno.
11.- Potenciómetro para medida de temperaturas.
12.- Juego de tapas de horno acoplables.
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-V.8-
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Horno de austenizar. Desplazable verticalmente.
Contrapesos del horno.
Termopar de regulación del horno.
Entrada de gases en el horno.
Transformador variable de alimentación del horno.
Medidores de potencia suministrada al horno.
Regulador de temperatura.
Tobo de cuarzo para soporte de la probeta, termopar y vari
lia transmisora.
Reloj comparador para la medida de dilatación, sustituible
por trasductor de posición.
V.g\>
100 M!¡ !!.!'!('MI Mil ! | ! J***\ '? "^ ' !?• M ! ' • # Tt—n
AUSTENITA TRANSFORMADA ISOTÉRMICAMENTE
A 372°C Y 415°C
EN EL ACERO RACIONAL X ,
V.10
100
AUSTENITA TRANSFORMADA ISOTÉRMICAMENTE
A 476 °C Y 5 2 7 ° C
EN EL ACERO RACIONAL X 3
V.11
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100 —
75
50
628°C
25 X
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AUSTENITA TRANSFORMADA ISOTÉRMICAMENTE
A 575°C Y 6 2 8 ° C
EN EL ACERO RACIONAL X,
V.12
AUSTENITA TRANSFORMADA ISOTÉRMICAMENTE
A 666 °C Y 7 2 6 °C
EN EL ACERO RACfONAL X ,
V. 13
DUREZAS OBTENIDAS POR TRATAMIENTO ISOTÉRMICO
A 3722c , 415SC Y k76&C
del acero racional X„.
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horas
DUREZAS OBTENIDAS POR TRATAÍ-IIENTO ISOTÉRMICO
A 5 2 7 2 C , 575*C Y 7 2 8 2 c
DEL ACERO RACIONAL X«
V. 15
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DUREZAS OBTENIDAS POR TRATAMIENTO ISOTÉRMICO
A 628 SC Y «62C
DEL ACERO RACIONAL X,
V.16
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Proceso de f a b r i c a c i ó n . Horno de inducción
Tamaño de g r a n o ASTIV, templado: 8-8 12
Temperatura de a u s t e n i z a c i ó n : 8 4 5 2 C
100 — — J L _J-
1 2 5 10 25 1 2 5 10 25 1 2 10 1
seg. min. horas día
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RACIONAL X3
V.17
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MICROESTRUCTURAS OBTENIDAS POR TRATAMIENTO ISOTÉRMICO A
372fiCY¿15^C DEL ACERO RACIONAL X3
(x500). Ataque: Nital 1
V.18
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4762C.-1min. 5275C.-1hora.
MICROESTRUCTURAS OBTENIDAS POR TRATAMIENTO ISOTÉRMICO A
4 7 6 X . Y 527 5 DEL ACERO RACIONAL X3
(x500.1 Ataque: Nital 1.
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MICROESTRUCTURAS OBTENIDAS POR TRATAMIENTO ISOTÉRMICO A
575 2C. Y 6282C. DEL ACERO RACIONAL X3
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MfCROESTRUCTURAS OBTENfDAS POR TRATAMIENTO ISOTÉRMICO A
666 2C. Y 728 2C. DEL ACERO RACIONAL X3
(x500). Ataque : Nital 1
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AUSTENITA TRANSFORMADA ISOTÉRMICAMENTE
A 350 °C Y 4 0 8 ° C
EN EL ACERO RACIONAL A*
V.22
horas
AUSTENITA TRANSFORMADA ISOTÉRMICAMENTE
A ULQ °C Y 5 0 C ° C
EN EL ACERO RACIONAL A' 3
V.23
100
AUSTENITA TRANSFORMADA ISOTÉRMICAMENTE
A 550 ° C , 575 °C Y 600 ° C
FN EL ACERO RACIONAL A'->
M.2U
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75
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seg. min horas día
AUSTENITA TKANSFORMACA ISOTÉRMICAMENTE
A 650 °C Y 700 °C
EN EL ACERO RACIONAL A',
V. 2 5
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500
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DUREZAS OBTENIDAS POR TRATAMIENTO ISOTÉRMICO
A 3502Q f 4002C y 5502C
DEL ACERO RACIONAL A'
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DUREZAS OBTENIDAS POR TRATAMIENTO ISOTÉRMICO
A í»i»OSC , 5 0 0 SC y 7 0 0 SC
DEL ACERO RACIONAL A'
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DUREZAS OBTENIDAS POR TRATAMIENTO ISOTÉRMICO
A 600 2C y 650 2C
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C o m p o s i c io'n c Mn Si P s Cr Ni Mo
Mínimo 0.37 0.6 0 0.3 5 — 0.90 0,35
Máximo 0.44 0.90 0.45 -0.040 0.040 1.20 — 0.45
Acero estudiado 0.42 0.81 0.47 0.037 0.020 1.00 — 0.38
2001
P r o c e s o de f a b r i c a c i ó n : Horno de i n d u c c i ó n
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Tamaño de g r a n o ASTM, t e m p l a d o 8
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Temperatura de austenizacio'n: 845 -C
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DIAGRAMA DE TRANSFORMACIÓN ISOTÉRMICA DEL ACERO
RACIONAL A'3
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MICROESTRUCTURAS OBTENIDAS POR TRATAMIENTO ISOTÉRMICO A
3502C.Y 4082C. DEL ACERO RACIONAL A'
(x500) Ataque: Nital 1
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MICROESTRUCTURAS OBTENIDAS POR TRATAMIENTO ISOTÉRMICO A
U 0 S C Y5002C. DEL ACERO RACIONAL A'
>500) Ataque: Nital 1
V.31
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MICROESTRUCTURAS OBTENIDAS POR TRATAMIENTO ISOTÉRMICO A
5505CV575?C. Y 600?C. DEL ACERO RACIONAL A'
(x500) Ataque: Nital 1
V.32
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600 2 C.-2horas 600 5 C- 5 horas
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MICROESTRUCTURAS OBTENIDAS POR TRATAMIENTO ISOTÉRMICO A
6002C. Y 650^C. DEL ACERO RACIONAL Al
(x500) Ataque: Nital 1
V.33
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MICROESTRUCTURAS OBTENIDAS POR TRATAMIENTO ISOTÉRMICO A
7009C. Y 7502C. DEL ACERO RACIONAL AL
(*5Q0) Ataque: Nital 1
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A 354 °C Y 402 °C
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V.35
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seg min. horas día
AUSTENITA TRANSFORMADA ISOTÉRMICAMENTE
A 4 5 5 °C, 5 0 3 °C Y 552°C
EN EL ACERO RACIONAL B'3
V.36
100
AUSTbNITA TRANSFORMADA ISOTERN<ICAMbNTb
A 6 00 °C Y 6 5 0 °C
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V.37
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seg m/n horas día
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A 690 °C Y 7 2 5 ° C
EN EL ACERO RACIONAL B 3 '
V. 3 8
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500
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DUREZAS OBTENIDAS POR TRATAMIENTO ISOTÉRMICO
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DEL ACERO RACIONAL B'
V. 39
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DUREZAS OBTENIDAS POR TRATAMIENTO ISOTÉRMICO
A t*552C , 503fiC , 5522C y 6002C
DEL ACERO RACIONAL B'
V. 40
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DUREZAS OBTENIDAS POR TRATAMIENTO ISOTÉRMICO
A 6502C , 6 9 0 2C y 720SC
DEL ACERO RACIONAL 8'
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Mínimo 0.37 0.60 0.35 — — 0.65 0.85 0.35
Máximo 0.44 0.90 0.45 ; 0.040 0.040 0.95 1.15 0.45
Acero estudiado 0.41 0.74 0.35 0.034 0.016 0.76 1.01 0.42
200'
I
Proceso de f a b r i c a c i ó n : H o r n o de indjjccio'n
Tamaño de grano A S T M , templado: l^^-ñ-
2
Temperatura de austenizacio'n : 8 3 0 C.
100. I i i , 1 ...,
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seg. min. horas día
DIAGRAMA DE TRANSFORMACIÓN ISOTÉRMICA DEL ACERO
RACIONAL B' 3
V.42
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MICROESTRUCTURAS OBTENIDAS POR TRATAMIENTO ISOTÉRMICO A
¿022C. Y />559C. DEL ACERO RACIONAL B'
(x500) Ataque: Nital 1
V.43
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MICROESTRUCTURAS OBTENIDAS POR TRATAMIENTO ISOTÉRMICO A
35¿2C.-Y 503°C. DEL ACERO RACIONAL B'
(*500) Ataque: Nital 1
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MICROESTRUCTURAS OBTENIDAS POR TRATAMIENTO ISOTÉRMICO A
5032C. Y 5522C. DEL ACERO RACIONAL B'
3
(x500) Ataque: Nital 1
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(x500) Ataque :N¡ta¡ 1
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MICROESTRUCTURAS OBTENIDAS POR TRATAMIENTO ISOTÉRMICO A
6505C.,690?C Y 7255C. DEL ACERO RACIONAL B3
(x500) Ataque: Nital 1
V./.7
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A 325°C Y 3 7 2 ° C
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% 5 2 7°C
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25
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AUSTENITA TRANSFORMADA ISOTÉRMICAMENTE
A 4 1 5 ° C , U 6 ° C , 5 2 7 ° C Y 580°C
EN EL ACERO RACIONAL C '
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A 6 2 2 ° C , 6 7 6 ° C Y 710 ° C
EN FL ACERO RACIONAL c'
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seg. min. horas día
DUREZAS OBTENIDAS POR TRATAMIENTO ISOTÉRMICO
A 3252C , 3 7 2 2C y t*762C
DEL ACERO RACIONAL C'
V. 54
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horas
DUREZAS OBTENIDAS POR TRATAMIENTO ISOTÉRMICO
A ÍH52C , 527SC y 580SC
DEL ACERO RACIONAL C'
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DUREZAS OBTENIDAS POR TRATAJIIENTO ISOTÉRMICO
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DEL ACERO RACIONAL C'
V-53
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Mín imo 0.37 0.60 0.35 - — 0.65 1.75 0.45
Máximo 0.44 090 0.45 -0.040 oc)40 095 2.25 0.55
Acero estudiado 0.43 0.72 0.48 0.040 0.012 0.71 1.9 8 0.49
200
Proceso de f a b r i c a c i ó n : Horno de ¡nduccio'n.
Tamaño de g r a n o A S T M , t e m p l a d o : 9 - 9 72
?
Temperatura de a u s t e n i z a c i ó n : 820 C
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DIAGRAMA DE T R A N S F O R M A C I Ó N ISOTÉRMICA DEL ACERO
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MICROESTRUCTURAS OBTENIDAS POR TRATAMIENTO ISOTÉRMICO A
3252C. Y 3722C. DEL ACERO RACIONAL C;
(*500). Ataque: Nital 1
V.55
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MICROESTRUCTURAS OBTENIDAS POR TRATAMIENTO ISOTÉRMICO A
¿155C.-Y ¿765C. DEL ACERO RACIONAL C'
(x500). Ataque: Nital 1
V.56
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5802C- 10horas 6 2 2 ^ C - 10 horas
MICROESTRUCTURAS OBTENIDAS POR TRATAMIENTO ISOTÉRMICO A
5802C.-Y 622^C DEL ACERO RACIONAL C:
3
(x500) Ataque: Nifal 1
V. D/
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6765C.-1hora 6762C- 9 horas
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7109 C - 2 horas 710-°C.-10 horas
MICROESTRUCTURAS OBTENIDAS POR TRATAMIENTO ISOTÉRMICO A
676-°C. Y 7102C.-DEL ACERO RACfONAL Cl
(x500) Ataque; Nital 1
V.58
100
AUSTENITA TRANSFORMADA ISOTÉRMICAMENTE
A 306°C Y 352°C
EN EL ACERO RACIONAL E'
V.59 -
1C0 f — r ' i i i 11: i ; ! :i " m i i—r •'i 'i ¡ i ' - ¡ f : i j — r
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°/<o
75
604 ° C
AUSTENITA TRANSFORMADA ISOTÉRMICAMENTE
A 404°C, 450°C. 556°C Y 604°C
EN EL ACERO RACIONAL E'
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V.60
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% I 670°C
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AUSTE.NITA TRANSFORMADA ISOTÉRMICAMENTE
A 6¿G°C Y 6 " ? 0 ° C FN
EL ACERO RACIONAL E'
V. 6 i
700
600
500
400
300
' 2
horas
DUREZAS OBTENIDAS POR TRATAMIENTO ISOTÉRMICO
A 30 62C , 35Z2C y S 5 ^ 2 C
DEL ACERO RACIONAL £'
Y. 6 2
700
. 4<94°C
600
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min. horas día
DUREZAS OBTENIDAS POR TRATAMIENTO ISOTÉRMICO
AfcOfceCy i*502C
DEL ACERO RACIONAL £'
3
V . 6 2>
J
700
600
500
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300
200
25 I 2 5 W 25 i 2 5 ÍC 1
min. horas día
DUREZAS OBTENIDAS POR TRATAMIENTO ISOTÉRMICO
A 6o42C , 640 2C y 6?Cf2C
DEL ACERO RACIONAL E,'
QflO . 1 1 1 1 i i ! M !
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Acero estudiado 0.43 0.77 0.40 0.033 0.016 0.94 2.9 4 0.50
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Proceso de f a b r i c a c i o ' n : Horno de inducción
Tamaño de g r a n o A S T M , templado : 872-9
Temperatura de a u s t e n i z a c i o n : 8 1 0 - C .
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DIAGRAMA DE TRANSFORMACIÓN ISOTÉRMICA DEL ACERO
RACIONAL E'
V.65
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MICROESTRUCTURAS OBTENIDAS POR TRATAMIENTO ISOTÉRMICO A
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(x500) Ataque: NitaM
V.66
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MICROESTRUCTURAS OBTENIDAS POR TRATAMIENTO ISOTÉRMICO A
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V.67
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MICROESTRUCTURAS OBTENIDAS POR TRATAMIENTO ISOTÉRMICO A
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DE LOS ACEROS RACIONALES X3. A3, B3. C'3 Y E3
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AUSTENÍTA TRANSFORMADA A CADA TEMPERATURA
POR PERMANENCIA ISOTÉRMICA DE 2 MÍN.
DE LOS ACEROS RACIONALES X 3 . Á 3 , B'3, C'3 Y E 3
10 20 30 40 50 60 70 60 90 o/o 100
AUSTENÍTA TRANSFORMADA A CADA TEMPERATURA
POR PERMANENCIA ISOTÉRMICA DE 5 MÍN.
DE LOS ACEROS RACÍONALES X 3 , Á 3 , B 3 , C*3 Y E 3 .
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POR PERMANENCIA ISOTÉRMICA DE 10 MÍN.
DE LOS ACEROS RACIONALES X 3 . A 3 , B'3, C3 Y E3 -
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POR PERMANENCÍA ¡SOTÉRMÍCA DE 30MÍN
DE LOS ACEROS RACIONALES X 3 , Á 3 , B 3 , C*3 Y E3 -
V.75
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AUSTENÍTA TRANSFORMADA A CADA TEMPERATURA
POR PERMANENCÍA ISOTÉRMICA DE 1 HORA
DE LOS ACEROS RACIONALES X 3 i A'3< B',, C'3 Y E3 -
V.76
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AUSTENfTA TRANSFORMADA A CADA TEMPERATURA
POR PERMANENCIA ISOTÉRMICA DE 2 HORAS
DE LOS ACEROS RACÍONALES X3> Á 3 , B'3# C3 Y E3 -
V.77
Tfi
O 10 20 30 40 50 60 70 80 -90 % 100
AUSTENtTA TRANSFORMADA A CADA TEMPERATURA
POR PERMANENCIA ÍSOTÉRMÍCA DE 5HORAS
DE LOS ACEROS RACÍONALES X 3 , A 3 , B'3, C3 Y E3
V.78
10 20 30 40 50 60 70 SO -90 o/o 100
AUSTENtTA TRANSFORMADA A CADA TENPERATURA
POR PERMANENCIA ¡SOTERMÍCA DE 10 HORAS
DE LOS ACEROS RACIONALES X 3 , Á 3 J B 3 , S*3 Y E-,
10 • 20 30 40 50 60 70 80 90 o/o 100
AUSTENÍTA TRANSFORMADA A CADA TEMPERATURA
POR PERMANENCIA ÍSOTÉRMÍCA DE 2k HORAS
DE LOS ACEROS RACÍONALES X 3 . A'3, B 3 , C'3 Y Eí -
-V.82.
100 300 500 700
T, SC
VALORACIÓN DE LA TRANSFORMACIÓN A CADA TEMPERATURA
A PARTIR DE LA CURVA DILATACIÓN- TEMPERATURA
-V.83-
70 0
DILATACIÓN DIFERENCIAL - TEBIPERATURA PARA
EL «ISRO ENFRIAIIIENTO QUE EL INDICADO
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PARA LA ELABORACIÓN DE LA CURVA DE LA
PAGINA U.82.
-V. 84-
Trasformacion.
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40.
20
100 300 500 T, 9C 700
AUSTENITA TRANSEORüJADA POR ENPRI AMIENTO CONTINUO
EN EL BlISmO ENFRIAMIENTO QUE EL INDICADO PARA LA
ELABORACIÓN DE LAS CURVAS DE LAS PAC» ¥.82 y V.83
V-85
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seg. min. horas día
DIAGRAMA DE T I A NSFQRIYlAC 10 NE5 EN E NF R I AID I E NTO CONTINUO
DEL ACERO RACIONAL C a
-V o 86-
100 300 5Ü0 T, QC 700
CURVA DILATACIÓN - TEMPERATURA del enfriamiento en el
qua se ha obtenido Bolamente REACCIÓN HARTENSITICA.
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Transformación.
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IBARTENSITA FORMADA POR ENFRIAMIENTO CONTINUO,A DIS-
TINTAS TEMPERATURAS, DEL ACERO RACIONAL C^, SUPO-
NIENDO QUE SE HA COMPLETADO LA TRANSFORMACIÓN.
-V588-
100 200 200 400 500 600
t „., i I i I 1 i
DILATACIÓN DIFERENCIAL"- TEMPERATURA DEL
REVENIDO DEL ACERO RACIONAL C^ , TRAS EL
TEMPLE A ESTRUCTURA HIARTENSTTICA CON
AUSTENITA RETENIDA,
DILATACIÓN DIFERENCIAL - TEMPERATURA EN EL
ENFRIAMIENTO POSTERIOR AL REVENIDO DEL
ACERO RACIONAL C£ 0
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seg m'm. horas día
DIAGRAH1A DE TRANSFORMACIONES EN ENFRIAMIENTO CONTINUO
DEL ACERO RACIONAL C$# OBTENIDO POR MÉTODOS TEÓRICOS
SEGÚN EL METüDÜ DE GRANGE Y KIEFERp A PARTIR DEL T.T.T,
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