EL DAR GRACIAS A DIOS
Lucas 17:11-19
Introduccin:
Tenemos un Dios grande y maravilloso, un Dios bueno y poderoso, que nos colma de
favores y misericordias cada da, todos los das. Un Dios, que no ha hecho con nosotros
conforme a nuestras iniquidades, ni nos ha pagado conforme a nuestros pecados. Por tanto
tenemos muchas grandes razones y muy poderosos motivos por los cuales estar y ser
agradecidos con nuestro buen Dios y Padre celestial.
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I. Qu es el dar Gracias?
El dar gracias es el volverse (entonces uno de ellos viendo que haba sido sanado, volvi,
glorificando a Dios a gran voz v15) o devolverse con expresiones o acciones hacia quien
nos ha hecho un favor, o nos ha brindado ayuda o nos ha hecho bien; cuando alguien nos
obsequia algo, nos dirigimos hacia l con una sonrisa o un abrazo o con palabras de
agradecimiento y entre mas valioso es el obsequio, el favor o la ayuda que recibimos, mas
grande es nuestro agradecimiento para quien nos lo da.
Y son esas acciones y expresiones que damos o hacemos cuando reconocemos el gesto y
la amabilidad de alguien para con nosotros, las que nos hacen ser agradecidos y la carencia
de ellas nos hacen ser mal agradecidos.
Ahora bien el dar gracias a Dios es la respuesta de un corazn humilde, de un corazn
que no olvida y que reconoce las bendiciones maravillosas que Dios le da. El dar o el
decir gracias es parte de una educacin, pero para nosotros el dar Gracias a Dios debe de
ser una devocin. Todo hijo de Dios debe de ser agradecido, debemos expresar con
nuestros labios gratitud a Dios, debemos de bendecir su nombre y darle acciones de
Gracias. (Bendice, alma ma a Jehov, y bendiga todo mi ser su santo nombre. Sal. 103:1)
Procure que toda su vida, que todo su ser, sea una accin de gracias a Dios, no nos
olvidemos de que tenemos muchas razones por las cuales dar gracias.
El dar gracias no se hace simplemente o solamente con palabras, sino tambin con hechos
y creo sinceramente que de eso carecen muchos hijos de Dios.
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II. Por qu debemos de dar Gracias a Dios?
Gracias a Dios por su don inefable! 2 Co 9:15
Si empezramos a enumerar todas las razones por las cuales agradecer a Dios no tendra
fin nuestra lista. (Por la vida, la salud, el alimento, por su sacrificio, por rescatarnos del
pecado, del diablo, de la muerte, por el don de ser llamados hijos suyos, por su Espritu,
su gracia, por su presencia, por su eterno amor, por su bondad, porque l es bueno, porque
nos ha dado grandes y poderosos privilegios, nos ha hecho prncipes y sacerdotes, nos
guarda de todo mal, nos ha dado la victoria nos ha hecho libres y mas que vencedores,
etc. etc. etc.)
1 Co 15:57, 2 Co 2:14, Ef. 5:20
Todos los que somos hijos de Dios deberamos estar conscientes de todos los favores y
de todas las misericordias que Dios nos da, pero lastimosamente no es as, a veces vivimos
sin la comprensin de lo que Dios hace en nosotros y por nosotros, esto sin mencionar lo
que ya hizo y lo que an har. Puede usted enumerar una por una las bendiciones, los
favores y las misericordias que Dios le a dado este da?, Sin contar la que ha hecho por
su familia, ahora enumere las que usted ha hecho en gratitud a Dios hoy. S que jams
por mucho o todo lo que hagamos podremos pagarle a Dios lo que l hace por nosotros,
nunca podremos!, seremos eternamente deudores, pero si podemos ser agradecidos y
estar agradecidos por la eternidad.
Oh, s conociramos el don de Dios y quin es el que nos lo da!
III. Por qu muchas veces no le damos Gracias a Dios? Por qu no somos
agradecidos?
Te has puesto a pensar si eres o no agradecido con Dios. Una de las razones por las cuales
no somos agradecidos es precisamente por la carencia del conocimiento de todo las cosas
que Dios hace por nosotros.
Si nosotros supiramos y esto me la a dicho Dios varias veces, si supieras realmente qu
es lo que Dios hizo y hace y aun har por nosotros, que es lo que l nos a dado y quienes
somos para l, estaramos todos los das, todo el tiempo de rodillas adorndole y
agradecindole. Si verdaderamente estuviramos conscientes, sabidos de su obra por
nosotros y en nosotros, fusemos agradecidos. Aprendamos a reconocer todas las obras
de Dios en nuestras vidas, porque muchas veces esperamos cosas sorprendentes, milagros
maravillosos y estamos tan a la espera de eso, que no nos damos cuenta que Dios ya est
actuando tan sutilmente y de manera habitual que cometemos el error de asumir los
hechos como lgicos o naturales y no le damos la gloria a Dios, no le damos gracias
porque pensamos que paso porque tena que pasar o porque era obvio o lgico que pasara
y no nos damos cuenta del milagro extraordinario que Dios hizo para que sucediera.
Dios no estaba en el Fuego, ni en el torbellino ni en el terremoto cuando le habl a Elas
en la cueva, l estaba en el silbo apacible, de un viento suave. Reconcelo en todos tus
caminos y l enderezar tus veredas Prov. 3:6
Otra de las razones es porque somos olvidadizos, es decir, nos olvidamos de lo que Dios
hace (Bendice, alma ma, a Jehov, y no olvides ninguno de sus beneficios Sal.103:2)
Pero qu pasa? se nos olvida y lejos de agradecer, lo que hacemos es murmurar. Dios le
habl a Israel y le dijo: (Cudate de no olvidarte de Jehov que te sac de la tierra Egipto,
de casa de servidumbre. Dt 6:12) Y esto fue lo primero que hizo Israel, se olvid de los
grandes prodigios que hizo Jehov por ellos, para liberarlos, abri el mar rojo, por lo cual
pasaron en seco, todos ellos, vieron con sus ojos esa maravillosa escena, vieron la
columna de fuego y reciban la sombra que les dada la nube durante el da y por si fuera
poco les dio de beber agua de una pea y los aliment con pan del cielo, el man. Y ellos
nunca agradecieron, lo que hicieron fue murmurar y decan: mejor nos hubiramos
quedado en Egipto, aqu moriremos, no tenemos otra cosa que comer, imagnese estaban
hastiados del man, cosa nica y asombrosa, pero para ellos no fue suficiente. Y eso nos
sucede a nosotros tambin, a veces estamos deseando y pensando tanto en lo que no
tenemos que no podemos ver lo maravilloso que Dios nos a dado, pasamos el tiempo
lamentndonos por cosas tan absurdas, porque el vecino tiene mas o tiene lo que nosotros
queremos, porque no salen las cosas como queremos y no somos felices, ni dejamos que
otros lo sean, por nuestro murmurar, cosa muy desagradable para Dios.
Pues habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino
que se envanecieron en sus razonamientos, y su necio corazn fue entenebrecido Ro
1:21 Aprendamos, amados, a no olvidar que sin Dios somos menos que nada, nada somos
sin l. No olvidemos que l es quien provee todas las cosas, que por l subsiste todo y
todo es para l. No olvidemos ningn favor de Dios por muy pequeo que se vea, porque
Dios no hace cosas pequeas, pero si para tu ojo es poco agradece eso poco entonces y
luego aprende a ver las cosas grandes que Dios hace por ti y s agradecido.
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No cometamos el mismo error de Israel no olvidemos quien es Dios y lo que hace por
nosotros, l nos sac de la esclavitud del pecado y del mundo y nos ha hecho libres, no
prefiramos volver atrs, antes bien seamos agradecidos y valoremos todas las bondades
que Dios hace por nosotros, porque l no tiene porque hacerlo pero lo hace porque as le
a placido, porque est en su corazn el hacernos bien. Porque (Por la misericordia de
Jehov, no hemos sido consumidos, porque nunca decayeron sus misericordias) Lam
3:22 Aprendamos a ser agradecidos en todo tiempo, por todo y en todo. La palabra dice
en 1 Tes. 5:18 Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros
en Cristo Jess
Otra razn por la que no le agradecemos a Dios es porque no le creemos, le creemos mas
al enemigo que a Dios mismo.
Por que Dios te dice: yo estoy contigo hasta el fin, no te dejar ni te desamparar, yo soy
quien te guardo, quien te sustento con mi mano derecha, no temas, todo lo puedes en mi,
tu casa tu familia est en mis manos, pero entonces viene Satans y comienza a decirte en
tu mente no puedes, estas solo, nadie est contigo, eres un fracasado, no podrs contra
mi, el mal vendr y te alcanzara a ti a los tuyos y t en vez de reprenderle y decirle lo que
Dios te a dicho comienzas a escucharle ms, a creer en sus mentiras y a deprimirte a
llenarte de tristezas y rencores que no te hacen bien y comienzas a vivir en la mentira del
diablo por no creerle a Dios que te ha dicho que tiene una vida diferente, verdadera,
gloriosa y victoriosa para ti.
Cremosle a Dios porque Dios no es hombre para que mienta ni hijo de hombre para que
se arrepienta Num 23:19 si l lo ha dicho as lo har. Vivamos no por vista sino por
fe.
IV. Cmo podemos ser agradecidos o dar gracias a Dios?
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La mejor manera de hacerlo es como el Espritu diga.
1. Expresiones: abriendo nuestros labios, nuestra boca expresando palabras lindas,
oraciones, alabanzas. Siempre el expresar gratitud a Dios se convierte en alabanza. Heb
13:15 as que ofrezcamos siempre a Dios, por medio de l, sacrificio de labios que
confiesen su nombre
Y la alabanza es poderosa y el enemigo Satans, lo sabe muy bien, es por eso que hace
muchas cosas para quitarnos la alabanza de nuestros labios, porque cuando un pueblo
alaba a Dios suceden cosas maravillosas, fue con alabanza que los muros de Jeric
cayeron, con la alabanza a Dios se rompen las cadenas, tiembla la tierra, las batallas son
ganadas, se obtiene la victoria, huye el enemigo. Alabanza de corazn, en espritu y en
verdad, es lo que Dios desea, porque l busca a tales adoradores, convirtete t en uno de
ellos. Abramos nuestros labios con toda libertad y expresmosle a nuestro Dios y Seor
toda la gratitud de nuestro corazn. Porque l lo est esperando de ti y de mi.
2. Acciones: acciones de gracias es hacer es actuar. Es dejar de hacer lo malo, es
entregarle por completo a Dios todas las reas de nuestra vida, es darle a Dios toda la
gloria, todo el control de nuestro ser por entero, espritu, alma y cuerpo. Accin de gracias
es hacer la voluntad de Dios y no la nuestra. En Ro 12:1 dice as que hermanos os ruego
por la misericordia de Dios que presentes vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo,
agradable a Dios, que es vuestro culto racional es dejar un tiempo especifico sin
interrupciones, sin distraccin, para Dios, accin de gracias es una entrega, es un
compromiso, tanto la ofrenda monetaria como la ofrenda de nuestra vida es una accin
de gracias.
Conclusin:
No seamos como los nueve leprosos indiferentes y mal agradecidos Vivamos agradando
y siendo agradecidos con Dios, todos los das, todo el da, en todo tiempo y en todo lugar.
LA SANIDAD INTERIOR QUE DIOS QUIERE DARNOS
Es un verdadero gozo poder escribirles y compartir con ustedes lo que ha demostrado ser el
mensaje ms importante que el Espritu Santo nos ha dado en este ltimo ao...el mensaje del
perdn y el perdonar
Carol y yo lo hemos predicado donde quiera que hemos ido: en Canad, Inglaterra, Australia,
Nueva Zelanda, los Estados Unidos, Mxico, Corea y Japn... y siempre hemos visto el mismo
resultado: UN IMPACTO PODEROSO, trayendo gran sanidad y libertad.
Pienso que este mensaje es aqul en que el Padre se est enfocando ahora dentro del Cuerpo
de Cristo:
El quiere sanarnos en cuerpo, alma y espritu, y adems, quiere sanar nuestras relaciones los
unos con los otros. Para muchos, El est comenzando con las relaciones dentro de sus mismos
hogares:
"El har volver el corazn de los padres hacia los hijos, y el corazn de los hijos hacia los
padres, no sea que yo venga y hiera la tierra con maldicin" (Malaquas 4:6).
Porqu le intereza hacer esto?
Pudiera ser que la cosecha est esperando hasta que haya un "lugar seguro" a donde traer a
los cristianos nuevos, recin nacidos. Esto significa transformar nuestros corazones para que
sean Su corazn: un corazn de misericordia y de perdn.
Es por eso que yo me deleito en decirles a las personas que El las ama tal como son... pero que
les ama demasiado para dejarles tal como son.
El padre est muy interesado en desarraigar las obras de nuestra carne, derribando las
mentiras y fortalezas del enemigo que engaan , que existen en los corazones de cada uno de
nosotros. El quiere hacer esto para que podamos reaccionar a cada situacin y a cada relacin
personal con el amor y compasin de Cristo... no con juicio y crtica.
Nuestras armas ms poderosas en este proceso de sanidad interior son el arrepentimiento y el
perdn, basados en la Cruz de Jesucristo y el amor de Dios
Nosotros, los que estamos disfrutando la Visitacin del Espritu de Dios y que hemos sido
criticados y maltratados con desprecio y aun con terribles mentiras, pudiramos pensar: es
verdad! Estas personas que me han difamado con mentiras y exageraciones deben de
arrepentirse y pedir perdn!. Pero es a nosotros a quien Dios est hablando!
El me est diciendo!
"Mira el inmenso amor que te he dado. Te he dado un regalo que no mereces... mi perdn.
Ahora, yo te estoy pidiendo que t des el regalo del perdn a otros." "No debas t tambin
tener misericordia de tu consiervo, como yo tuve misericordia de ti?" (Mateo 18:33).
El avance de la renovacin depende de que nosotros abramos nuestros corazones a lo que
Dios est pidiendo de nosotros. Nos est pidiendo que perdonemos a quienes nos hacen un
gran mal y quienes no merecen nuestro perdn. Nos est pidiendo que mantengamos dulce y
puro nuestro corazn.
Si lo hacemos,
el avivamiento vendr en mayor poder!
A continuacin, he pedido a mi esposa, Carol, que comparta su experiencia con el perdn.
Testimonio de Carol:
Cuando me convert a Cristo, aprend acerca del perdn. As que perdon a mi madre, quien
me haba herido profundamente; perdon todo, pero me di cuenta que aun no la amaba. Volv
a perdonarla y todava no la poda amar. As que lo hice una y otra vez, y aun no la amaba.
Pens: "Seor, algo debe estar mal. Qu est mal en mi perdonar?"
El juicio nace de las heridas
Mi mam fue la menor de ocho hijos; la sexta mujer. La familia deseaba ms hombres para
trabajar en la granja, as que mi mam no fue deseada. Fue solamente una nia ms.
Ya que sus padres frecuentemente trabajaban en el campo, se supona que sus hermanas la
cuidaran. Pero nios siendo nios, a veces fueron muy crueles con ella. La mecan
violentamente en su cuna. Cuando lloraba, la encerraban en el closet. Imagine las heridas que
estas cosas causaron en su corazn!
Siendo una nia, yo no poda entender el dolor y el rechazo de mi madre. No saba lo profundo
de sus heridas. Yo slo tena que lidiar con su trato para conmigo. Cuando los nios hacen algo
malo, cuando merecen una tunda, ellos lo saben. Pero cuando los nios son castigados por
cosas que no hicieron , se dan cuenta de la injusticia.
Quizs no demuestran su rebelda, pero en sus corazones ellos consideran a sus padres
injustos y crueles.Eso es lo que me pas a m. En m caso yo tena mucho miedo de rebelarme ,
ya que si lo haca, hubiera sido severamente golpeada. Mi mam tomara el cinto de mi pap y
me golpeara fuertemente; ahora eso sera llamado abuso. Yo tendra moretones y cicatrices
en mi cuerpo, pero las marcas ms profundas se quedaron dentro de m. En mi corazn yo la
odiaba y la juzgaba y la despreciaba.
Cuando me convert a Cristo, me di cuenta de que tena mucho rencor en mi corazn y que
necesitaba ser libre. Hice todo lo que pude, pero pareca que no poda cambiar mis
sentimientos hacia ella. Pens: "Dios, algo anda mal, aqu." Una y otra vez lo intent, pero no
poda cambiar mi corazn. No fue hasta que recib una enseanza de John y Paula Sandford,
sobre juicios enraizados en la amargura, que lo pude entender.
La Escritura dice, "Honrars a tu padre y tu madre slo si son buenos cristianos y slo si ellos
hacen todo correctamente." Oh, no dice eso! verdad? Deseara que dijera eso?...No, lo que
dice es:
"Honra a tu padre y a tu madre, como Jehov tu Dios te ha mandado, para que sean
prolongados tus das, y para que te vaya bien sobre la tierra que Jehov tu Dios te da.
(Deuteronomio 5:16).
Contrariamente, en las reas en que usted no les honra, no prosperar. No los juzgamos en
todas las reas, por supuesto, pero s los juzgamos y los deshonramos en las reas en donde
nos han herido y han sido negligentes.
Pens: "Bueno, Dios, yo no entiendo. La he perdonado. Qu es lo que pasa?" Y el dijo: "No la
has honrado, has pecado al deshonrar a tu madre."
El empez a mostrarme que hay dos lados en este asunto: Necesitamos perdonar, s, pero
tambin necesitamos arrepentirnos de nuestro propio pecado de juzgar. Por un lado
necesitaba perdonarla, y lo hice. Pero por el otro, no la honraba en mi corazn. La odiaba. La
juzgaba.
Ese pecado era mo, no de ella. Mi reaccin ante ella era pecaminosa, pero yo no lo poda ver.
Satans, siendo un legalista, fue a Dios y le dijo: "Dios, Carol ha pecado aqu. Ella no se ha
arrepentido de ese pecado de juzgar a su madre, as que tengo el derecho legal de traer sobre
su vida la ley de la siembra y la cosecha.
Cosechando lo que Se Siembra
Alguna vez ha cultivado un jardn, y plantado una semilla de maz, por ejemplo? Considere
una planta de maz: cuntas semillas cosecha? Una? No, cientos! Planta una y obtiene
cientos, esa es la ley del incremento. Por lo tanto, por medio de mis juicios sobre una madre
dominante y controladora, yo levant una cosecha a travs de otras mujeres dominantes y
controladoras en mi vida.
Yo sera controlada y manipulada, usada y herida, por estas mujeres, y nunca poda ver venir
los problemas. Cuando stos llegaban yo pensaba: "Dios, qu hice para que me sucediera
esto? Acaso tengo un letrero en mi espalda que dice: Ven, contrlame, ven domname"?
Pues s, yo tena un letrero. En el reino espiritual yo tena un letrero porque yo juzgaba a mi
madre. La ley de sembrar y cosechar estaba siendo ejecutada por el enemigo.
Con el tiempo, yo fui con mi mam. Para este tiempo ella ya era cristiana, y le dije: "Mam,
acabo de recibir una enseanza y me acabo de dar cuenta que he pecado contra ti. Te he
juzgado. Te he odiado en mi corazn y de verdad quiero ser libre de estas cosas."
Ella dijo: "Carol, yo no quiero hablar de esto, yo estoy muy vieja, han sucedido muchas cosas,
no quiero que me vuelvas a mencionar esto otra vez."
Yo pens: "Y ahora qu voy a hacer?
Dios Trae la Sanidad
El Seor dijo: "Carol quieres ser sanada?" Le dije: "S, Seor, quiero ser sanada."
El dijo: "Permteme escarbar en el jardn de tu corazn. No quiero que andes escarbando todo,
preocupada, tratando de conseguir respuestas. Permteme sacar a luz lo que t has juzgado y
que necesita ser resuelto." Yo dije: "De acuerdo, Seor, te doy permiso."
Entonces hice una oracin general: "Dios, yo reconozco que he pecado al juzgar a mi madre y
no la he honrado. Seor, la perdono por todo lo que ella me ha hecho. Ella no me debe nada.
Yo te pido tu perdn, y te doy permiso para mostrarme las reas que necesito corregir."
Esa oracin inici un viaje de tres aos y medio de resolver asuntos de importancia en mi vida.
Dios me recordara diez, a veces quince incidentes de juicio al da - cosas que haca mucho
tiempo haba olvidado. Me enfrent a situaciones de las cuales no haba pensado desde el da
en que sucedieron.
Yo orara: "Seor, pequ al juzgar a mi madre. La perdono por ese incidente. No la honr. La
juzgu y la odi. Seor, la perdono. Por favor, Seor, perdname por el pecado de juzgar a mi
madre." Or sin sentir gran cosa en mi corazn; nada emocional suceda.
Yo vea a mi mam quiz dos veces a la semana o ms, y con mi mejor esfuerzo intentaba
amarla. Le dira que la amaba y la abrazaba. Haca lo mejor que poda.
Cuando tena como tres aos en este proceso, un da visit a mi mam. Cuando estaba a punto
de irme, la abrac, le dije que la amaba, y me desped. Para mi sorpresa, un maravilloso amor
surgi en mi corazn hacia mi mam. Supe que estaba sanada. Supe que Dios haba hecho algo
en mi corazn.
Sabe qu ms? No slo me san Dios a m, sino que cuando solt a mi mam, ella fue libre
tambin. Ella es ahora mucho mejor, ms libre y ms cariosa. Mi sanidad le permiti a Dios
hacer una obra maravillosa en su vida aunque ella no fuera capaz de manejar estos asuntos
por su dolor y falta de conocimiento y aplicacin de la Escritura.
Dndole a Satans los Derechos Legales
John y yo hemos pastoreado dos iglesias. Nuestra primera iglesia estaba en Stratford, Canad.
La gente vena a m para quejarse, pero nunca iban con John. Ellos se sentan rechazados o
abandonados y venan y descargaban toda su negatividad sobre m. Yo le deca a John cmo
me trataba la gente, pero l no me escuchaba.
Si alguno de ustedes ha escuchado a John hablar acerca de m, sabrn que me ama muchsimo.
S, l me ama y yo s que si alguien tratara de lastimarme, l me protegera. Pero cuando se
trataba de la gente de la iglesia, pareca que no poda.
Yo ira y le dira lo que me decan y algunas veces me dira: "Slo ests celosa." o "ests
reaccionando de ms otra vez," o "No lo tomes tan en serio." Yo quedara deshecha.
Preguntaba: "Dios, qu es lo que me est sucediendo?"
Entonces, cuando empezamos la Iglesia en Toronto, adivine qu hizo la gente ah. Ellos no iban
a John con sus quejas, venan conmigo. Fui con John y l no me defenda. El ni siquera se pona
de mi lado ni escuchaba lo que ellos decan. Esto me estaba confundiendo.
Finalmente exclam: "Dios, qu est sucediendo? Qu estoy cosechando aqu?" Y el Seor
dijo, "Y qu acerca de tu padre?" Esto me sacudi. "Mi padre? Mi padre es maravilloso. Lo
amo, es carioso, es un caballero, adorable. No he hecho juicios en contra suya.".
El Seor me dijo, "Claro que s, lo has hecho." Yo dije: Lo he juzgado? Qu juicios?" El dijo:
"Juzgaste a tu padre por no protegerte de tu madre."
Esos juicios le dieron al enemigo los derechos legales, que trajeron como resultado, que el
principal hombre en mi vida, John, no fuera capaz de protegerme de mi "mam" iglesia. La
iglesia entonces poda tirar toda su basura sobre m. John no poda defenderme. Las leyes del
juicio, y de sembrar y cosechar, le daban al enemigo lo que l necesitaba.
Yo pens, Seor! Puede ser posible esto? Yo era nueva a esta clase de enseanza. Me
pareca tan extrao. Entonces fui con una amiga y le dije: "Creo que esto es lo que Dios me ha
estado diciendo. Quiero confesrtelo. No se lo voy a decir a John.
Slo voy a perdonar a mi padre por no protegerme y defenderme de mi madre. Lo voy a soltar
y perdonar, y entonces voy a perdonar a John por no defenderme ni protegerme de la gente
de la iglesia. Le voy a pedir a Dios que me perdone por juzgar a mi padre y a John."
Le ped al Seor que pusiera la cruz de Jess entre mi corazn y la ley de sembrar y cosechar y
lo dej todo ah. Dos meses despus hubo otro incidente. Una mujer vino a m y descarg toda
su basura sobre m. Fui con John e inmediatamente l dijo: "La vamos a llamar a la oficina." El
la llam, me defendi y resolvi la situacin. Fue asombroso! John ha sido as desde ese da.
Mis juicios le haban dado a Satans el derecho legal de atar a Johm e impedirle ser mi
protector.
Si hay reas en su vida donde cosas negativas se repiten; si hay reas donde usted es incapaz
de amar a alguien como debiera; mire hacia atrs y diga: "Espritu Santo, me muestras? Me
revelas si yo he juzgado a alguna persona importante en mi vida? Les he deshonrado?"
Quiz no est consciente de su enojo, dolor y emociones. Quiz no tenga memoria de haber
juzgado a alguien, pero si hay frutos negativos y repetitivos en su vida, generalmente hay un
juicio basado en amargura, enojo o herida que le da acceso al enemigo. Recuerde que no ser
en todas
las reas de su vida, pero va a ser en las reas donde ha sido lastimado y herido.
Libertado
El Seor ha venido a libertar a los cautivos, a vendar a los quebrantados de corazn, a abrir las
puertas de la crcel. (Isaas 61:1). El ha venido a hacer esto, no slo por m sino por todos
nosotros.
Yo creo que el enemigo nos ha tenido cautivos y ha mantenido a gran parte del cuerpo de
Cristo en tinieblas mientras el Seor tiene disponible una manera de liberar y perdonar.
Satans trata de ocultar esta verdad al Cuerpo de Cristo. La Biblia dice: "Mi pueblo fue
destruido porque le falt conocimiento" (Oseas 4:6).
En mi propia vida esta verdad ha significado para m ms que un milln de dlares. Ha
significado libertad y sanidad. Dios me ha hecho libre... y es una libertad gloriosa!