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Capitulo 1
Bro
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Seb
4S
g
La conversidn de San Pablo:
una introduccién al arte de Caravaggio
Ky
Livan 33
— Ls Rite ke
tulle
:
=
Ta historia de ta conversisu de
Hechios de los Apésteles. Saulo, pucs eal ers su
‘camino de Damasco, srespirando amenazes y mucttes c
5 Teitel fanucleg.
lo tx ni en los mosaicos del siglo XU. A pat
costumbre representar la conversi6n como ui
835 excepciones, veremos el ps
de Pablo, ciego y aterrorizado, de su mon
lesde entonces y
no de la conversién manifestado on lo cata
1a. A veces se muestra el momento de la
1 Dobschaw, «Die Be
aeST ya,
penEn ls obra de Miguel Angel el motivo del exballo desbocado y sujeto por un
machacho que marcha a su lado deriva probablemente de Rafael, aunque
ue ciercos tipos antiguos, aines al caballo grande del Mosaico de At
ngel Pero, en cont
ipetu espectacular a la escena al colocar al eal
08 soldados acon vvan a pie, al vex porque ui
empequentecido el volumen gigantesco del animal de Pablo,
ircampe entre et gentio dejando tras de s{un sendero estrecho, una especie de vacio,
Bin el esquems, muy pensado, de Miguel Angel los computeros de Pablo
del fresco
Seguin el relto bi‘fa de Pablo, con barbs mf bien larga, es la de un hombre ya entrado 0
ina guarda un lejano parecido con los rasgos del
“Angel lo que tal ver signifique ta identificacién del artista con el
in y Is conversiga. Les ojos estén Tuerte=
cetrades, y el ostto vacio de expresion 0 expresando solo una rigida pasivi~
dad, La cabeza no se vuelve directamente hacia la aparicién, aungue Pablo cleva et
brazo izquierdo para reyguardat sut ojos de la repentina us, al igual que en la Con
rostro aparece VU ia el
jor al cuadro. Miguel
wucven y ecapiran con
0 de Correggio, ni el espac
‘puguan por liberarse. Mis bien el escorzo del caballo que se ditige
Damaseo y los monteslejanos indica uits notable extensién en profundidad Las dos
Figurillas que salen de no se sabe dénde, de mis abajo del borde inferior, parece
tenipujar hacia atts la composici6n. Miguel Angel slo empled estas figuras
dda en fo4 dos frescos de la Capilla Paulina, pero ya hacia tiempo que apareciera
In obra de Pontor yo sls on i lel Gre=
a, Son tpic cn su despraporcién con las Aiguras de los grupos
pptincipales, y por sa iputiense y fantasmal subrayan todavia mis la ireali~
dad del espacio composicional.
Los Hecho de los ApSstoles no hablan de aparicién real de Cristo en el mo~
‘mento en que Pablo, deribado por la intensidad de la uz que se hizo de pronto a su
alrededor, oyé Su vor nuisteriosa y dominance. Por el contratio, se afirnia expres
‘mente que aus compaeros quedston amudos de espanto» al off una vor y no ver &
nadie: Sin embargo, y excepeign hecha de los autores de algunas iluminaciones de
rmanuseritos mnuy antiguas y de un grupo de pinturas realizadas en el norte de Italia
railores de esta escena por lo genetal ol
en de la vor en la persoua de Cristo. Al principio sdlo se
presentsba el busto del Seftor, situado en el cielo, en el centro de un cireulo del cual
lnradiaban rayos de luz. Mis wrde Se mostré a Cristo dtigiendo ta palabra a Pablo, de
media figusa o de cuerpo entero, con o sin querubines, ora en lugar destacado, ora
mids bie simple en el
{ae reflejara la confusién desencadenads
icho sea de pato, es una varante de ott del uo
Final de Miguel Angel) se precipita casi perpendicularmente desde lo alto. Coin exe
movimiento abre un estrecho pasado o chimenea en la densa multitud de angeles
adorantes, que constcuye un paralelo del
ila luz co
otra, las huestes angélias divi
oda la parte ala de ls is figuras aac
5, estin ain ids desmatevializadas que las de abyjo; la fuerea di
nteen el Sefior de las Et
aia a esta idea de Is
ida sproximada-
cde Sunta Maria
Principes de los Apdst
binacidn de la Co | acontecimiente que in
Pablo, con et punto final de Is vida de San Ped
‘en um principio se hubiera pensado pars la Capi
‘grass nde Cristo entcex
ten la descripciGn que hace Vasari de la Capilla
neluso por sentado que fuera és la comt
? Puede set que Miguel An
CConversén con la Cru
le que Caravaggio recibiera este
tuna localidad de la Lombardia y era, por lo
‘Congregationis Lombardsc, propictarios de l iglesia y det com
del Popolo, AdeinS, el joven artista, que en 1600 contaba unos
habia radia escandalosa de atrevige pintor de
con sus pinturas, admitadisimas y atacadisimas, de
‘que Annibale Carracei, euya Asundin, sobremaneta origin
I, eta Caravaggio el artists de guion spi
0 miguelangelesco del mismo tema, y al propio tiempo ctea
(0 y nuevo, Pero la idea que se foij6 Caravaggio de la couver-
sida milagtosa jar nuevo que es Fandasientalmente
contrario al que expresan las rigurosa abstracciones de la Ul 3 m3
ia Paulina, La Conversion de Caravaggio posce una sigaitica-
reflgja, en forma concentrada, los aypectos esenciales de ese
Et expectador no avisado que por primera vez viera la Gonvesién de Caravaggio
26. Vath Le ia i Madang Banari iia» cogs do Cal Fey. Bein 1087, pl 172ies lo que vepresenta a
gel, lo primera que feten
lena mas de ls tres eaartas pu
satencign seri s
espacio. Es w
plistca queda facr
osto espacio. Ahora b
née o menos suele estarlo
ino que, subrayado por
id de su forma y de #1 concep
lejos del de la Paulina, que express el
Jets por la barbada
el bu
avagata e8 un exc
remou y confuss que ve
de tipo, y hasta cierto punto de caricter; el cabal
alas tes figueas entre —~cabal
Ia fuerza mayor del milagro, Era facultad de dh
cde Caravaggio. Qué dda eabe
0 estudio obj
de Caravaggio t
vo de f
permitaseme3B Eadios
i parce inferior del otra remo.
situs. Cae n esta luz sobre la frence arrugada del
Is pata tv
viejo y 3 de sus piernas desndas; pera ia miayor intensidad se
del caballo. De agué pase mediante transi
reds oscuas, parduzeo-amarillenes, profundas
abeza y los euartes traseros. La robusta plasticidad y
‘quedan vealaados por el fondo pardo oscuro. El animal es, pues,
de Ia loz, que exe sobre 61 con tanta fuerza que parece cas
turns de
esté may oscuro, no es d
natural, porque se tata de una ela
jor derecho proveden de ls exferas
frente avuna escena realists de un
taballo— se desvaneee
de que la propia lux la causa del desvalimient de
yace ante nosoteve con los brezos
no mdgiews de Cara
stra un rico repettorio de obras en las que
sagradas aparecen destacadas por el empleo de luz procedente de
supre se indican con claridad, como por ej 1 Pago del t
bute de Masacuio. Pero en esos casos la luz no es necesariamente milagrosa
mnque personas 0 escenas sagradss. Cuando tesponde a un propésito
cialmente con emo sucede en ei caso de Masiecio, podré parecer que no
viene de ninguna fuente dezerminada, natural 0 sobsenatural Pero cand se a a la
hee un in nces se conduce inevitablemente al expec
el efecto de a luz puede eit
Tealzado 0 exagersdo que los objeros sobre los que exe parezcan trasc
I, estar dotades de un conte F080. Las luces de Tintoreito,
través de los expacios y entre los planos superpuestos,real=
2an con aguiiostrazos los bordes de ls alas angdlicas, o destacan con un halo radiante
1b pequeta figura de Cristo, perdida en ol fondo neblinoso. Acentilan de manera sor
prendente los puntos importantes situados en su recortida, esclareciendo tos dife-
rentes estratos de hs composicién, que se acumulan a modo de nubes, atibiguanente
encabalzados Es esta smbigiledad lo que sitia buena parte de las obtas tacdlss de
Tintoretto dentro de la Srbica del manietismo. La luz del Tintoretto anterior se fur
de con las superficies de los euerpos de una manera mus conservadora, creanco una
‘La canmersén de San Pablo 38
semcisfera de oseun
gras que b arqui
fuertemente incrustades que 6
Tintorotta. A los Carracci les iaceresabs mud
podian esr de acuerdo con las
‘come poco, probl
Cornvaggio, de uw
excéntrica y espiritualizade del
sr mangjo de li lus y del color se
pacto se hizo
cesta conexidn cuando, no
nota reflejo de la videas de Giorgi
alude tanto alas pocas obras
forme, desde Treviso
n caracteriticos, es 6
1 ms melodioso gue dra
jones reaistas de colores y textutas. Su pi
fen tanta ent cuanto parecen haber tenide i
renzo Lotto, Romanino, Moretta y Savoldo, eutyas obras de Brescia, Bérgaino y
‘Milin podo conocer faci 2 (Vease
Ls pinturas de Gi Savoldo sevfan segue
‘este grupo para Caravaggio por lo que se
sombras. Por su disepulo Paolo Pino, euyo Di
fen que mud Savoldo, sabemes que a los.c
obra de éste primord
por sus eaurents, esconas mat
soicuritt de noche y oscuriéad, Paolo Pino
ido, con toda su ingeniosa sutleza, dan ut
(pit vers inayine del propio) que inclago la pinturas de la escuela Asm
aniloga se reconocerfa mis tatde en el tratamiento dela hue y la samba de Caravag-
t2io una prucba de sa fdelidad ala naturaleza,clogiindolo como uno de sus grandes
aciertos, tal vez el nico a ojos de sis
resents afinidades con el de Savoldo: la
del ngel del Tobias de Savoldo (Borghese) es senvejante al trata
Caravaggio en el Primer San Mateo (Be2-08 pacte por la luz de la gran an
‘emperstrie Fas
de luz la ama de una antorch el cortejo que desde tas tinieblas se apraxia
fla ventana, cerrada con barrotes, de lt celéa de la santa; la celda misma esté bands
ce las ale
‘que pudiera recibir de tales obras du
t0 de a hazy la sombra en Cars
‘estén los del
del Greco, Sobre la mesa de sus Trampeses no hay ning
‘cen en esceisssinilaces de Van Amite, de la escuela de Massys, Poco ené
‘mos en sus obras de esa forzada agitacidn producida por una vela 0 un farol que can
frecucnte seria entre los tencbristas poster norte, desde Ise
ceseonas de busqueda de pulgas de Honthorst hasta el Seba °
luz y la sombra
staris de hacer su seguider el
ner, complaciéndose en la explotacién de distintos efectos lumi-
En la obra de Caravaggio son escassimas, de hecho, ls laces procedentes de una
fuente artificial Bellori menciona un Prendimiewto pintado para Asdrubale Msi
donde se-veia un farolelevado sobre las caberas de los saldades. El farol es tn detalle
bastante caro pare esta escena en la pintura pero sf se da en el norte, por
ejemplo tobre las eabezss de los soldados en el Pr de Aledorfer en San Flo
hnoguera alrededor de la eual se
fe existe ahora en la sacristfs de
tema qu
cde Caravaggio, solo se deseubre uta
\lados
aa los mucttos
prodlucit los nds fuertes
ladas, y casi nunca se nos
jugar dle entrada de ls
guna de us pin
as idez, que se abre desde
tana zona triangular
4 Radon Ef Pr
‘pein42 Bauaior sobre Co La conversa de San Pablo 43
Jos de ser algo pass
podorosss Fucrzas
el ngulo super
Fedorde aid de
acento fifo y prec
tuna expecie de explicacid ge
ray del costo,
por deueis de ly figura
legate: aq la 2008
la de ms abajo, penetrada pot la luz desde
cs pardo-oscur
época givrgionesca de Caravaggio, la entrac lateral de la luz a lo largo
produce, ademds-de sus efectos c acto piquico, Pasados
los aitos medios de la década de 1590, esta ouia de luz invasora, que en nus orfgenes
cra bastante red , desaparece casi, Ya no se la enc
tin de la ebra que hace pareja con la Voxaién en Sen Luis, cuando
tarde reaparczca en la Mueie de la Viger, habrd perdide su nitidez de comtornos
mera, serd mids amplia y ons blanda, casi vapoross, aunque reconocible come ce
vacién del procedimiento anterior por s3 erinsita diagon
inmpulso al grandioso diseno. Pero, con éste tayo triangular 0 sin!
aque se lleva is luz sobre los euerpos ex en principio el mismo. La luz
‘cuerpos o partes de
totalidad, dejando otros en las tisieblas
Caravaggio hubiera empezado por prepara
ido los fendaienos
1 poi} Slo despues de las
primera época fue
tes Parece casi como.
dios tonos y slo después hubiera
jor tradicidn 8
‘bre que estropeara el atrative colorido y ls graci
rao de Caravaggio es sem
inétodo poxt-piorgionesco de Caravaggio: «Nunca sicaba
luz det dia en lugar de eso invents un método por ef cual las stuaba
cen ol aire parda de una estancia cerrada. Luego colocaba una luz may alta, que eae 4
plomo sobre las partes principates de fos cuerpos, dejande otras en la Sombra. De esta
pranera consigue una gran fuerza, por la vehemencia de sus luces y sombrass. La ox
presidn «luz de soeabancos, que mids tarde habs de emplearse con grat genetalidad y
‘n9 poca ligereza al hablar del claroscuro caracteitico de Caravaggi
«ica en la descripcién de Bellor; en ambos catos se pretende rebaiae
del arte de Caravaggio en favor del cardcter claro y sereno del arte
Annibale Carracci hasta Nicolas Poussin. Mat a deapecho de la critic
propio Bellori hubo de reconocet que el nitevo metodo atrajo a ea
tists j6venes que por entonces habla en Roma, y nosotros lo
Famosos por su eo
su prinier floreci=
obras juveniles? Ei
En las obras tardias de
formas (por 6
Caravaggio et
logo en las sombras, Caravaggio
a opacdad de sus Srezs cromaticasy las densas sombras que ls
tan. El desarvolo de los mérodos lumin‘sticos de Caravaggio en
Jjuvenil en Roma pasaron por wna etapa caravaggesca de sombras oicutas los caravaggistsitalianos, y atin més las de los extranjeras desde Ribera hava Velie~
laces indensas quez, desde Honchorst hesta Rembrandt— abocaris por distintos caminos a una
io ha de extratarnos que los artistas cuya maners habta quedsdo teasnechada igolucidn gradual, en la cual ls sombbras exapiczan por invadir los bordes y aesban
trataran de ahogar los movimientos papulzres que apuntaban entre sus coleges nds por destruir la solidez de ls formas
Jovenes, 0 de meuospteciar al menos las tendencias progresivas Cuando Bellori habla del scolvitow de Caravaggio, e refire a tratamiento de la
‘vino vigjo en odres nuevos, chowes pusagins 0, como ditfamos hoy, simple moda, lay de la sombra més que al esquemsa eromatica en sf Sin embargo, color y liz es~
Pero el arte de Caravaggio, y especialmente au tratamieuto de la liz, estaba muy lew iu castwe ercolere. La luz y la sombto,
en proporeidn con au vigor, wansforman no la sutancla pero sila proCandidad ls
aras primeras de Caravaggio, en las que las
sombrat son todavia emoderadass, presenta.
ween pensar en la ascendencia arttica de
‘que habia dado obras como la Hi
‘Ly de Tos acusados pli
listas de tono grit sxclada, del
Vidrio semniva
destacador sobs
nos del norte de Tel
Moreo. En de sus composiciones de figuras encontean
‘musicales, lores fruta, pan 0 jaevas, representadot con una cal compre
fextura y tna tal consonancia de los valoces crométicos que el resulted no es infe~
rior a Veliaguez 0 a ls frutas y flores de azahar de Zurbardn, quizs 2 su ver
vente dependicntes de Caravaggio. Estos
se por lo accesorio, aungue nunca
sibles dels cosss
son que hubo de enfientarse Caravag-
dida que progresaba su estilo fue el de asegurarse de que, somerido a las
‘uulidades fuertemente sobrenaturslas¢ incorpsreas dela luz, su arte no perdieva sus
cimientos realitas Su gran iunfo estriba en haberlo logrado eransustanciando el
evial mediante ls luz, ya la par conservande la solider de los cuetpos nicdiante La
rmaci6n fisica del color. En las obras de sti madurez, los personajes valgercs, los
campesinos arrodillados, el cadéver hinchado de una miyer que representa a la Vit~
gen muerte! soldado raso que figura a San Pedro, todos est exaltades por el efecto
cdisminuye el poder del color, pues si ls extensis cree
xivamente el érea sobre la cual puede despleg: