(Dom.
27/4/2014) 
 
La  Gracia  (V) 
El inmerecido favor de Dios 
 
Todos  queremos  experimentar  el  favor  de  Dios,  todos  los  creyentes,  y  queremos 
que  nos  vaya  bien  en  lo  que  emprendemos,  ya  sea  en  el  trabajo,  en  la  familia,  en  el 
matrimonio,  en  los  negocios,  en  fin  en  todo;  deseamos  disfrutar  de  todas  las 
bendiciones de Dios, tanto de la promesa sin lmites como en la salud y en su Poder; 
queremos  que  todo  fluya  en  nuestras  vidas  de  una  manera  poderosa,  sabiendo  que 
todas estas bendiciones vienen del inmerecido favor de Dios. 
 
2 Co. 5: 21 
  Al que no conoci pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fusemos 
hechos justicia de Dios en l. 
No somos justos porque hagamos lo correcto, sino que hemos sido hechos  justos 
por lo que hizo Jess en la cruz. 
Es decir, Dios hizo a Cristo pecado, para que nosotros fusemos hechos justicia de 
Dios en l (en Cristo). 
Veamos con ms amplitud este versculo: 
 
a)  Cristo fue absolutamente sin pecado. 
 
Heb. 4: 15.  
  Porque  no  tenemos  un  sumo  sacerdote  que  no  pueda  compadecerse  de 
nuestras  debilidades,  sino  uno  que  fue  tentado  en  todo  segn  nuestra 
semejanza, pero sin pecado. 
Heb. 7: 26 
  Porque  tal  sumo  sacerdote  nos  convena:  santo,  inocente,  sin  mancha, 
apartado de los pecadores, y hecho ms sublime que los cielos; 
    Vemos  en  estos  versculos  que  fue  el  Sumo  Sacerdote  sin  mancha  y  sin 
pecado que a pesar de las tentaciones l se mantuvo sin pecado. 
 
  Jn. 8: 46 
    Quin  de  vosotros  me  redarguye  de  pecado?  Pues  si  digo  la  verdad,  por  qu 
vosotros no me creis? 
    La  pregunta:  Quin  de  vosotros  me  redarguye  del  pecado?  qued  sin 
respuesta por parte de los discpulos. Cmo habra podido expiar los pecados con 
una  sangre  manchada  por  el  pecado?;    no  hubiese  podido  y  su  sacrificio  hubiera 
sido en vano. 
 
b)  Dios lo hizo pecado 
 
    Aqu  Pablo  no  dice  que  Dios  lo  hizo  pecador;  pero,  tampoco  dice  que  lo  hizo 
vctima del pecado. Lo hizo algo ms. Lo puso en la condicin de pecador. Dios 
puso  todo  el  peso  y  responsabilidad  de  los  pecados  del  mundo,  lo  conden  a  la 
muerte propia de un miserable criminal. 
 
  Ga. 3: 13 
    Cristo  nos  redimi  de  la  maldicin  de  la  ley,  hecho  por  nosotros  maldicin 
(porque est escrito: Maldito todo el que es colgado en un madero), 
    Cristo nos perdon de la maldicin de la ley porque Dios descarg sobre l el 
castigo que merecan nuestros pecados. 
 
  Isa. 53: 5 
    Mas  l  herido  fue  por  nuestras  rebeliones,  molido  por  nuestros  pecados;  el 
castigo de nuestra paz fue sobre l, y por su llaga fuimos nosotros curados. 
    Cristo  fue  herido  por  nosotros.  l  recibi  todo  lo  que  nos  corresponda  vivirlo 
porque  fuimos  nosotros  los  pecadores.  Sin  embargo,  Cristo,  en  obediencia  al 
Padre, bebi el cliz del calvario llevndose los pecados y dejndolos en la cruz. 
 
c)  Esta sustitucin es potencial y universal. 
 
  Jn. 1: 29 
    El  siguiente  da  vio  Juan  a  Jess  que  vena  a  l,  y  dijo:  He  aqu  el  Cordero  de 
Dios, que quita el pecado del mundo. 
      que  quita  el  pecado  del  mundo,  podemos  ver  el  singular  pecado  y  la 
expresin del mundo. 
 
  2 Co. 5: 19 
    que  Dios  estaba  en  Cristo  reconciliando  consigo  al  mundo,  no  tomndoles  en 
cuenta  a  los  hombres  sus  pecados,  y  nos  encarg  a  nosotros  la  palabra  de  la 
reconciliacin. 
    Vemos  en  este  versculo  que  Dios  estaba  reconciliando  al  mundo  consigo 
mismo en Cristo, sin tener en cuenta los pecados del hombre y, adems, nos dej 
encargada  la  Reconciliacin  porque  l  comenz  la  obra  y  la  termin  en  Cristo, 
perdonando a la humanidad. 
 
  Jn. 3: 16 
    Porque  de  tal  manera  am  Dios  al  mundo,  que  ha  dado  a  su  Hijo  unignito, 
para que todo aquel que en l cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.   
    Esto nos dice que somos nosotros  quienes debemos continuar con la obra de 
Cristo,  ya  no  tenemos  que  hacer  nada  por  los  pecados  porque  ya  fuimos 
perdonados:  en  tiempo  presente,  en  tiempo  pasado  y  en  tiempo  futuro,  pero,  s 
tenemos  que  seguir    haciendo  la  Reconciliacin  con  aquellas  personas  que  no 
conocen a Dios, tenemos que traerlos a los pies de Cristo, que reciban su salvacin 
y no permitir que se pierdan habiendo sido salvados en la cruz. 
 
  1 Jn. 2: 2 
    Y  l  es  la  propiciacin  por  nuestros  pecados;  y  no  solamente  por  los  nuestros, 
sino tambin por los de todo el mundo 
    Nuestra justificacin, la de todo el mundo, sera automtica.  
    Pablo no dice  y nosotros fuimos hechos la justicia de Dios en l, sino para 
que  nosotros  fusemos  hechos  (esto  es,  que  pudisemos  llegar  a  ser)  justicia  de 
Dios en l. 
 
d)  La frase justicia de Dios no significa que Dios nos comunique la justicia con la 
que l es justo, sino que somos constituidos justos, es decir, recibimos la justicia 
cuando decidimos reconciliarnos con l. 
 
  Ro. 5: 19 
    Porque  as  como  por  la  desobediencia  de  un  hombre  los  muchos  fueron 
constituidos pecadores, as tambin por la obediencia de uno, los muchos sern 
constituidos justos.   
    De  acuerdo  a  la  epstola  de  Pablo  a  los  Romanos,  estamos  situados  (no 
hechos  interiormente)  ante  Dios  como  teniendo  ya  una  correcta  relacin  con  
l. 
 
e)  Si  nos  atenemos  al  claro  paralelismo  que  el  apstol  establece  en  este  versculo, 
tenemos lo siguiente:  
  Del  mismo  modo  que  Cristo,  no  siendo  pecador,  fue  hecho  pecado,  le  fue 
atribuido  el  pecado  del  mundo,  as  tambin  nosotros,  en  virtud  de  la  admirable 
transaccin divina, al ser pecadores, fuimos constituidos justos, se nos atribuy la 
justicia  de  Cristo.  Cundo?  En  el  calvario?  No!  En  el  momento  en  que 
renunciamos al pecado y aceptamos la transaccin divina, la Reconciliacin! 
 
2 Co. 5: 20 
  As que, somos embajadores en nombre de Cristo, como si Dios rogase por medio de 
nosotros; os rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios. 
  Reconciliaos  con  Dios.  Esto  es  lo  que  tenemos  la  obligacin  de  cumplir,  no 
permitiendo que los inconversos se pierdan, pues es un mandato de Dios. 
  Nuestra justicia es resultado de la obra de Jess y slo podemos recibir su justicia, 
su inmerecido favor, cuando entendemos lo que es la Reconciliacin. 
  Tu  justicia  es  el  fundamento  seguro  sobre  el  que  puedes  tener  expectativas  para 
recibir el inmerecido favor de Dios. 
  Dios  nos  ve  a  travs  del  lente  de  la  cruz  de  su  Hijo  y  es  as  como  a  travs  de 
Jesucristo  recibimos  las  bendiciones  de  paz,  salud,  prosperidad  y  sobre  todo  la  vida 
eterna.