Monitor 19
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a escuela secundaria constituye uno de los ejes centrales de la actual agenda de transformacin educativa. La Ley de Educacin Nacional declar la obligatoriedad de este nivel, lo cual tiene consecuencias muy profundas tanto sobre la organizacin institucional como sobre los diseos curriculares, los criterios pedaggicos, las normas de convivencia, los sistemas de evaluacin y el desempeo docente. Declarar la obligatoriedad de la escuela secundaria plantea desafos y responsabilidades a todos los actores sociales. En primer lugar, es obligatorio para el Estado, que debe garantizar las condiciones de acceso, permanencia y egreso de todos los estudiantes. Pero la obligacin tambin comprende a las familias, a los docentes, a los estudiantes y a la sociedad en su conjunto. Una sociedad que declara obligatoria la escuela secundaria requiere niveles de equidad social y de distribucin de la riqueza que permitan a las familias mantener a sus hijos e hijas en la escuela, sin necesidad de que vayan a trabajar antes de finalizarla. Alcanzar la universalizacin de la cobertura de la escuela secundaria supone un desarrollo econmico donde el crecimiento dependa de una competitividad genuina, basada en la incorporacin de progreso tcnico en la produccin, empleos decentes y salarios dignos. La escuela secundaria obligatoria implica una democracia fuerte y una ciudadana reflexiva. Pero la obligatoriedad y universalidad de la educacin secundaria tambin impacta sobre las mltiples dimensiones y actores de la actividad escolar. En primer lugar, es necesario que nos pongamos de acuerdo sobre la misin de este nivel que ahora es obligatorio. No podemos continuar con modalidades de accin propias de una escuela selectiva. Ahora todos deben completar el ciclo y esto supone asumir que la misin bsica de este nivel debe ser la orientacin. Un joven, al finalizar el ciclo obligatorio, debe estar en condiciones de conocerse a s mismo, conocer la sociedad y definir su proyecto de vida. Para lograr ese objetivo, la escuela secundaria debe ofrecer experiencias de aprendizaje de carcter integral. No se trata de postular un diseo curricular enciclopedista, sino experiencias en todas las dimensiones del desarrollo personal.
Universalizar el nivel secundario implica, asimismo, implementar acciones para jerarquizar la formacin y condiciones de trabajo de las y los docentes. Es necesario fortalecer el trabajo en equipo y el seguimiento personal de las trayectorias de aprendizaje de los estudiantes, que permita recuperar la confianza y el inters de alumnas y alumnos en el aprendizaje. Es muy importante reconocer las caractersticas que hoy adopta la cultura juvenil, para que podamos cumplir con nuestro papel de adultos responsables de la transmisin del patrimonio cultural, pero tambin de la formacin para un futuro donde ser preciso aprender a lo largo de toda la vida. La transformacin de la escuela secundaria es, en ltima instancia, una transformacin cultural. Sabemos que la escuela secundaria ha sido objeto de mltiples reformas en las ltimas dcadas que, paradjicamente, acentuaron la rigidez del modelo tradicional y evidenciaron la crisis de sentido y de identidad del nivel medio. Este fenmeno tiene carcter casi universal y lo primero que debemos reconocer y aceptar es la enorme complejidad del problema. Con esta perspectiva, convocamos a un debate nacional amplio y responsable a partir de un Documento preliminar para la discusin sobre la educacin secundaria en la Argentina que es fruto del trabajo de las autoridades educativas nacionales y jurisdiccionales, integradas en el Consejo Federal de Educacin, y el aporte de especialistas y diferentes actores de la comunidad educativa. El Documento postula, a partir de un diagnstico integral de la escuela secundaria y de sus principales problemticas, las posibles lneas de accin destinadas a garantizar una educacin de calidad y de alcance universal. Y aunque sabemos que el camino a recorrer no ser fcil, nos anima una certeza: en la concrecin de un proyecto de pas justo, libre y solidario la educacin tiene un papel determinante.
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AU TO R I DA D E S
Presidenta de la Nacin Dra. Cristina Fernndez de Kirchner Ministro de Educacin de la Nacin Lic. Juan Carlos Tedesco Secretario de Educacin Prof. Alberto Sileoni Secretario del Consejo Federal de Educacin Prof. Domingo de Cara Subsecretaria de Equidad y Calidad Prof. Susana Montaldo Subsecretario de Coordinacin Administrativa Arq. Daniel Iglesias Subsecretario de Planeamiento Educativo Lic. Osvaldo Devries Directora del Instituto Nacional de Educacin Tecnolgica Lic. Mara Rosa Almandoz Directora Nacional de Gestin de la Educacin Lic. Adriana Cantero Director Nacional de Polticas Socioeducativas Lic. Jaime Perczyk Directora Nacional de Informacin y Evaluacin de la Calidad Educativa Lic. Marta Kisilevsky
SUMARIO
1. 4. 10. 15. 18. 20. 23. 24.
Editorial La escuela por dentro: Cerca de los cndores, Ro Negro Docente: Silvia Pino de la escuela Pablo Ricchieri, Crdoba Obras maestras Resea: La obra de Berta Braslavsky Medios: La televisin cultural, Sonia Jalfin Breves La Foto
E Q U I P O E D I TO R I A L
Directoras Ins Dussel Ins C. Tenewicki Jefe de Redaccin Sergio Ranieri Jefe de Arte Eduardo Rey Colaboradores Permanentes Ana Abramowski Judith Gociol RudyPati Ivan Schuliaquer Myriam Southwell Coordinacin y correccin Silvia Pazos Fotografa Luis Tenewicki Distribucin Javier Manchini Colaboran en este nmero: Micaela Botana, Marcelo Cohen, Roberto Cubillas, Cecilia Falshland, Emilio Tenti Fanfani, Integrantes Grupo de Investigacin de los Viernes- Flacso, Sonia Jalfin, Ana R. Llobet, Eugenio Perrone, Alberto Pez, Pablo Pineau, Violeta Rosemberg, Zulma Tucat. Foto de tapa: Luis Tenewicki
Las notas firmadas son responsabilidad de los autores y no representan necesariamente la opinin del Ministerio de Educacin
DICIEMBRE 2008
Dossier: Escuela Media, los desafos de la inclusin masiva Los desafos de la inclusin masiva, Ins Dussel y Myriam Southwell Preguntas sobre el secundario para todos y todas, Emilio Tenti Fanfani Interrogando los lmites y las posibilidades de inclusin, Grupo de investigacin de Flacso Miradas de adolescentes, Ivan Schuliaquer Que no piensen que estn solos, Eugenio Perrone Entrevista al educador Joaquim Azevedo, Ana Abramowski
Correo Entrevista: Jos Eduardo Wesfreid, cientfico Croman en las escuelas, Cecilia Falshland y Violeta Rosemberg El cuento: Fanni, Mira y el socilogo, Marcelo Cohen La funcin del portal Educ.ar Noticias de Encuentro Conversaciones: Gabriel Di Meglio, historiador Humor por Rudy-Pati
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En el frente de la Escuela N 69, Lorenzo Llanqueleo, en la localidad de Sierra Pailemn, hay pintados dos murales: uno de un suri y otro de un cndor. Segn los mapuches -antiguos habitantes de esa zona de la provincia de Ro Negro- el primero es
el protector de los nios y el segundo representa el vuelo sagrado de la eternidad. Son buenos emblemas de lo que ocurre en este hogar-escuela que participa del proyecto El retorno del cndor al mar, impulsado por el Zoolgico de Buenos Aires y la Fundacin Bioandina Argentina. Desde hace siete aos los alumnos ofician de padrinos en la ceremonia anual de liberacin de los ejemplares criados en cautiverio. En la inmensidad de esa geografa -en la que no hay transportes pblicos, seal para celulares ni conexin a internet- esta iniciativa es solo una de las formas en la que maestras, maestros y estudiantes logran levantar vuelo. Perteneciente al departamento de Valcheta, Pailemn es un paraje de sierras habitado por 60 personas -que llegan a 250 si se suma a los pobladores de los alrededores- enclavado en la meseta de Somuncur, una mancha verde declarada Reserva Natural Integral, que rompe con el paisaje rido que la circunda. Zona histricamente dedicada a la agricultura y a la ganadera, en algn momento hubo all una fbrica de buenos vinos y llegaron a cultivarse los mejores tabacos de la Argentina. Para las culturas originarias, Pailemn significa el lugar donde descansa el cndor porque en sus tierras y en sus cielos dominaban estas aves de alas tan enormes como el paisaje. Llegan a medir hasta un metro treinta de altura, a pesar 12 kilos y a abarcar ms de tres metros con todo su plumaje extendido. Es considerada la especie voladora de mayor porte del planeta. Naturalistas como Charles Darwin, Enrique Hudson y Perito Moreno haban dado cuenta de la presencia de cndores cerca del mar, en la Patagonia, pero despus, durante 170 aos, la especie fue considerada extinguida en la regin. Hasta que en diciembre de 2003 un equipo a cargo del bilogo Luis Jcome recorri 2000 kilmetros de costa para localizar los sitios referidos en las libretas de apuntes de aquellos viajeros. En ese trayecto descubrieron a Pailemn, una localidad que casi no figuraba en los mapas y que ahora es visitada por gran
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cantidad de extranjeros atrados por las ceremonias de suelta de los animales recuperados. Jcome se acerc a la escuela el ltimo da de clases del ciclo lectivo de ese ao, pidi permiso para acampar y usar las instalaciones y les cont su proyecto de devolver las aves -rescatadas, nacidas o criadas en cautiverio- a sus antiguas moradas. Y este, qu tom? -fue lo primero que pens Liliana Zelaschi, una de las maestras de la Llanqueleo. Cndores ac, que no hay Cordillera?, recuerda su sorpresa y se re. Sin embargo, lo que pareca una aventura delirante se concret: ya son 22 los ejemplares recuperados y liberados en la costa del Atlntico; y 82 en toda Sudamrica, a travs de este proyecto que se convirti en un referente internacional sobre conservacin. Cada animal liberado lleva consigo un microchip subcutneo que lo identifica, una banda con un nmero que permite ver a corta distancia de quin se trata, un transmisor de radio y un transmisor satelital a energa solar para seguir su vuelo, vaya adonde vaya. Cada tanto, alguno sobrevuela la escuela. Mire, maestra, un cndor. Es un cndor? duda la profesora. Claro, mire, es un macho, porque es grandote y tiene el cogote blanco. A la par del proyecto, se desarroll una campaa educativa en la escuela. Los chicos resultaron los agentes concientizadores ms eficaces, contra los ataques de las que son vctimas estas aves. En casi todos los manuales escolares aparece la foto de un cndor llevndose con sus garras a un corderito, transmitiendo una falsa idea de rapacidad. Esta especie tiene atrofiado el dedo carnicero que necesitan las aves de presa para levantar en vuelo a la criatura capturada y no cuenta con la visin estereoscpica imprescindible para cazar. Sus ojos no son frontales sino laterales porque eso les permite, justamente, barrer con la mirada superficies amplias en busca de animales muertos. El cndor pertenece a la familia Cathartidae, palabra derivada del griego que significa
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el que limpia. Cumple, en el equilibrio ecolgico, el rol insustituible de basurero natural. Es costumbre acendrada entre los campesinos de la zona, colocar cebos en los animales muertos para envenenar a los zorros que depredan el ganado. Pero quienes caen en la trampa no son los zorros sino los cndores, que se alimentan de carroa. La campaa promovida desde el colegio intenta que, al menos, se haga un uso limitado y consciente del veneno, de modo de no causar efectos desmedidos. La muerte de Malki, un cndor andino macho de siete aos de edad que form parte de la primera suelta de ejemplares efectuada en 2003, llen de pesar a la comunidad cientfica, debido a que el ave era una de las ms pr-
ximas a reproducirse. Fue hallado muerto en el paraje Cona Niyeu, en las proximidades de la naciente del arroyo Verde, presuntamente envenenado con un fuerte plaguicida denominado Carborn, que los lugareos utilizan para preservar sus cultivos de cebolla. As explica un artculo del diario Ro Negro, fotocopiado y colgado en la cartelera de la escuela. Malki estaba a punto de llegar a su edad de reproduccin, con lo que no solo se perdi su vida sino la posibilidad de que naciera la primera cra de un cndor liberado. Es la tercera muerte de un cndor protegido: un caso anterior tambin result envenenado y otro se electrocut con unos cables de alta tensin. La campaa organizada desde el colegio ha dado resultado en Sierra Pailemn y su zona de influencia, porque all no se ha matado a ningn cndor. Dado que las tres muertes ocurrieron en localidades vecinas, maestros y chicos planearon extender la campaa de difusin y prevencin a otros colegios ubicados en el camino que recorre el cndor en su viaje desde la meseta hacia el mar. Ya mandaron folletos y carteles a algunos establecimientos y quieren comenzar visitas con charlas y proyecciones de videos. Donde hay un cndor siempre va a haber felicidad, augura el lonco (cacique) Manuel Cayul -encargado de conducir la ceremonia mapuche que acompaa la liberacin de las aves- en el documental que chicas y chicos miran mientras almuerzan. Los alumnos son, ellos mismos, descendientes de mapuches, pero hace aos que los habitantes de Pailemn dejaron de reconocerse en ese origen ancestral.
Volar . La Lorenzo Llanqueleo es una escuela-hogar en el mejor sentido de las dos palabras. Se nota que chicas y chicos se sienten en casa. Se respira ese calorcito de hogar. Cuando no estn en clase, los nios juegan tirados en las camas, hacen piruetas, leen, toman horas de apoyo escolar, participan en algunos de los talleres, como el de carpintera, teatro o tejido. Y tambin miran programas por televisin. En la escuela -como en gran parte de los hogares del pas-, la tele est prendida casi todo el tiempo, transmitiendo noticias que carecen de importancia a ms de mil kilmetros de la capital del pas.
LA ESCUELA POR DENTRO
El centralismo de las coberturas mediticas resulta ofensivo, decantado por el tamiz de la distancia. El colegio lleg a tener cien alumnos pero, dado el progresivo despoblamiento de la Patagonia, los inscriptos fueron disminuyendo hasta llegar a los cuarenta actuales. Por razones de matrcula y de infraestructura, la enseanza est organizada a partir de grados mltiples, de modo que un mismo docente da clases a dos grados a la par. A la maana, asisten los chicos de quinto a sptimo grado; y a la tarde, los de jardn a cuarto. Diecisis de los estudiantes se quedan a dormir y re-
cin vuelven a sus casas cada quince das. Y si en ese lapso les pasa algo o se enferman, los que se turnan para cuidarlos son los docentes. Maestras, maestros y directora viven de lunes a viernes en Pailemn, y cada cual tiene su casa al lado de la escuela. Los alumnos, en el Hogar, quedan a cargo de un auxiliar de turno. Las tareas intentan estar divididas: los maestros se encargan de lo pedaggico; y los auxiliares cumplen, en cierto sentido, el rol familiar. Pero, en esa intensa cotidianidad, todos son todo durante las venticuatro horas.
Ant. Los indgenas miraron hacia el cielo y vieron unas grandes alas de plumas negras y blancas, el animal posea enormes garras, un elegante cuello blanco, y extraamente una cabeza desnuda. Al principio sentan miedo pero al ver que este solo se alimentaba de animales muertos ellos no corran peligro. Fue all donde lo bautizaron con el nombre de Cndor, el rey de las mesetas nevadas. Si algn da visita Sierra Pailemn y tiene la oportunidad de ir al campo del seor Botana, conocer all el cndor en todo su esplendor.
Micaela Botana
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Algunos chicos permanecen all porque sus casas estn a 35, 40 o 50 kilmetros de la escuela; otros, porque por distintas razones -econmicas, de adiccin, de violencia- corran riesgo donde estaban. Es una realidad que golpea fuerte. Algunas veces, todo lo logrado en meses y meses de un vnculo diario intenso se desmorona de un golpe porque alguien de la familia decide llevarse a los chicos; y los maestros saben que no es para mejor. La relacin entre la escuela y las familias fue, inicialmente, un vnculo difcil sobre el que se hizo necesario trabajar. Al principio, los padres pensaban que la escuela era la nica responsable de los chicos porque ellos quedaban internos -explica Mara Ins Basilly, directora de la institucin desde hace siete aos-. Haba un divorcio entre ellos y nosotros, que fue revirtindose. Las familias de la zona son todas campesinas, se dedican a la cra del ganado y, durante mucho tiempo, es-
tuvieron acostumbradas a que sus hijos abandonaran los estudios para ir a trabajar la tierra. Nuestros chicos aportan en sus casas. En la poca de la esquila suelen faltar dos o tres das para colaborar. La escuela no se opone a esa colaboracin, pero esa no puede ser la obligacin de los nios. La pelea es por que los chicos sigan estudiando, an contra la idea de los padres que quieren que sus hijos salgan al campo a trabajar y ya. Por supuesto que la idea es estimular la tarea del campo, pero tambin es necesario que el chico tenga otra visin aparte de la de su realidad y quiera superarse. A veces por querer conservar lo autctono, les vamos cerrando puertas y eso hace que el alumno crea que slo puede llegar hasta ah, y no es as. Se trata de Volar con los pies sobre la tierra, como dice una de las frases que los chicos escribieron sobre una pluma dibujada de cndor, antes de salir para la ceremonia de liberacin, que se realiz el ltimo 18 de septiembre.
Aprendizaje. Ah est, ah se ve la casita negra de los cndores, indic Andrea -de sptimo grado- cuando estaban a punto de llegar al lugar elegido por los especialistas en 2003, para liberar a los animales porque encontraron viejos vestigios de condoreras. Montaron una plataforma de liberacin, construida para albergar a los ejemplares en su etapa de adaptacin, hasta el momento de su suelta. En esta oportunidad les llegaba el momento de conocer la libertad a Inipi (un macho juvenil); Tamita y Pacha Qhawaq (dos hembras que nacieron por incubacin artificial en el Zoolgico de Buenos Aires) y Khuyana, otra hembra joven rescatada en la provincia de Salta. Nos estn mirando, dijo otro de los chicos y seal en direccin al lugar donde dos cndores -liberados en alguna de las veces anteriores- tenan la vista dirigida hacia abajo. En la cosmovisin de las culturas originarias, el hombre no habla directamente con Dios sino a travs del cndor que oficia de mensajero entre la Tierra y el Cielo. Por eso su vuelo es venerado. La ceremonia haba comenzado el mircoles a la noche y continu ese medioda del jueves cuando chicas, chicos, maestras y maestros de la escuela se sumaron. Segn la tradicin mapuche, es necesario pedirle a la Naturaleza permiso para hacer la suelta de los animales. Se ruega y se agradece con cantos y bailes que anteceden y suceden el momento crucial. Me acuerdo perfectamente de la segunda liberacin -cont Graciela Pez, una de las maestras-. Cuando abrieron los recintos, los cndores no salan, entonces al rato se acerc volando un cndor liberado la vez anterior y los sobrevol como invitndolos a salir. Lo vino a buscar y el otro lo sigui. Ese instante es mgico, como si el arriba y el abajo se juntaran. Porque el cndor une culturas, distancias, races. Armona, creo que es la palabra, agreg Liliana Zelaschi mientras Mara Liliana Navarro, otra de las docentes, arriesg: Cuando un cndor despliega por primera vez sus alas en el cielo, sents la misma emocin que te produce ver a un beb cuando empieza a caminar. La majestuosidad de estas aves sagradas poda advertirse en el tamao de las plumas blancas y negras que los alumnos de la escuela tenan en sus manos. Lanzadas al aire por los chicos anunciaban la apertura de la plataforma, abierta por el hijo menor de Manuel Botana -que era el dueo del predio donde se realiza la suelta y muri pocos das antes de esta ltima ceremonia- y uno de los integrantes del equipo del proyecto.
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Se hizo un silencio profundo. Las cmaras de los fotgrafos estaban listas, las miradas clavadas en el cielo. Los cndores se demoraron largamente en salir. Lo hicieron con movimientos cortos y lentos, probaron sus alas y levantaron apenitas las patas del suelo. Tanteaban la inmensidad. Lo saban todos los que esperaban que alzaran vuelo: la libertad es un aprendizaje.
Judith Gociol jgociol@me.gov.ar
Fotos: Eduardo Rey
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DOCENTES
e llama Silvia Pino, es cordobesa, Desde hace 17 aos, Silvia Pino da clases de plstica a artista y maestra de plstica en el los chicos y las chicas de la primaria Teniente General nivel primario. Hace algunos meses escribi a la revista El Monitor porPablo Ricchieri, una escuela ubicada en los suburbios que haba ledo en el Nmero 16 la ms pobres de la ciudad de Crdoba. Egres de la entrevista publicada a su colega Jos Tato Garabato, otro artista, docenEscuela Provincial de Bellas Artes Dr. Figueroa Alcorta y te de msica y expresin corporal en se dedica a la docencia desde hace casi veinte aos. Rosario y otras localidades de la proEsa pasin es la que trata de transmitirle a sus alumvincia de Santa Fe. Pidi los datos para comunicarse con l porque -segn nos de dibujo y pintura, que viven una realidad signaexplicaba- le interesaba conocer en da por la marginacin y la exclusin social: Quiero profundidad experiencias de otros doque sepan que pueden aspirar a algo ms. Quisiera centes de arte y trabajar en red. A travs de esa incipiente relacin epistoque hagan algo, por ms mnimo que sea, que les perlar fuimos descubriendo a una docente mita acceder a una vida mejor, asegura. curiosa, tenaz, luchadora, sensible. La tentacin de conocerla tom cuerpo, y aunque ella argumentaba que no era nadie y que no tena nada sinpersonal con algunas tragedias ntimas -un incendio gular para contar, un da de primavera all nos conocique la dej sin casa, y una enfermedad grave que la tumos personalmente, en Crdoba capital. No deja de vo en cama un tiempo largo- y muchas otras de sus hablar, y en el grabador su voz es como un murmullo alumnos, su pasin por el arte y por educar. que no cesa, cuenta sin parar y se mezclan su historia Es egresada de la Escuela Provincial de Bellas Artes Dr. Figueroa Alcorta, tiene el ttulo de Maestra y Profesora Superior con Especialidad en Dibujo y Pintura y es docente en primaria desde hace 19 aos. Adems, pinta, dibuja, borda, y completa su vida profesional con el trabajo social en red dirigido fundamentalmente a ayudar a sus alumnos y alumnas. Su padre se mataba trabajando como obrero de Fiat para que nosotros estudiramos y la mam ayudaba atendiendo un almacn. Silvia quera ser cardiocirujana y estudi Medicina, hasta que un da pas por la puerta de la Figueroa Alcorta y la curiosidad hizo que se metiera a escuchar una clase. As fue como la pintura se meti en su vida y no la dej ms.
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Hoy tiene 44 y parece menos, tiene rasgos bonitos aunque delatan una vida difcil, dos hijos msicos y, desde hace 17 aos, da clases de plstica a los chicos de la primaria Teniente General Pablo Ricchieri, una escuela ubicada en una zona perifrica de la ciudad. All, adems, es delegada y representa a sus colegas ante el gremio docente cordobs. Le hace una gracia amarga el lenguaje con que se designa a estas escuelas donde van chicos muy pobres, y hace hincapi en eso: Mi escuela es llamada de distintas maneras segn quin la nombre; para la polica es una escuela de zona roja de grado de peligrosidad uno, para el mapa educativo es una escuela urbanomarginal, y para los organismos de educacin, depende cul de ellos, es una de las escuelas en contextos de pobreza o inclusin social o de sectores vulnerables. Se re de las nomenclaturas, pero le dura poco la risa.
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La Ricchieri est situada muy cerca de complejos de viviendas nuevas donde se relocaliz a mucha gente que viva en villas miserias, y la escuela desde hace un tiempo se integr al Programa Integral para la Igualdad Educativa, del Ministerio de Educacin de Nacin. La institucin recibe a nias y nios que viven en esos complejos y, segn cuentan sus docentes, no es ajena a problemticas sociales muy difciles y arraigadas, como la violencia familiar o el embarazo infantil, maltrato, muertes por ajustes de cuenta y hasta suicidios de nios. Es habitual que en un mismo grado haya hermanitos, hijos y nietos de una misma mujer, y que vivan todos juntos en un mismo ambiente. Silvia Pino y todo el equipo docente se enfrentan cotidianamente con esas situaciones. Las maestras trabajan junto con las mams, los paps y con asistentes sociales, pero la verdad es que en la escuela a veces hay un bache de situaciones que no pueden resolver. Por ejemplo,
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en algunos casos de maltrato grave, tens que pensar si es mejor que se lleven al chico a otra institucin. No sabs cul es la mejor situacin para ellos. -Qu recupers de estos 17 aos de ensear artes plsticas en la escuela Ricchieri? -Que es un lugar donde aprend tanto, tanto... no sobre los nios, sino de los nios, all aprend que nadie, ningn profesorado ni ningn manual, te ensea a
manejar tantas variables. All no sos vos la que ejerce ese poder que te da el saber ms sobre algn tema que ellos; sos vos la que est vulnerable ante tantas cosas, que son los saberes previos y que no estn en ninguna currcula. All aprends junto a ellos. La autoridad frente a ellos no est en el hecho de que tienen que respetarte porque sos la maestra. La autoridad se construye por medio del afecto, en el no fallarles con lo que esperaban de vos; en respetar sus tiempos, que no son iguales a los tuyos tal vez; en no negar sus cdigos pero acercarlos a los que son los normalmente sociales; en respetar su cultura, no como subcultura sino como propia, distinta a otras zonas o barrios de Crdoba, del interior de la Provincia y del resto del pas. Simplemente otra. Crec junto a ellos y sus familias, acompandolos en momentos difciles y ellos lo hicieron conmigo. -Antes trabajaste en otras escuelas. Cmo resultaron las distintas experiencias? -S, antes estuve en la escuela Estrada, en la localidad de Las Arrias, departamento Tulumba. Una escuela rural donde aprend lo que representa una maestra para
DOCENTE
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un pueblo tan pequeo, donde el colectivo que los una con la ciudad ms cercana solo ingresaba tres veces a la semana, y una sola vez. All vi lo que representaba para esos chicos tan alejados de todo, esperar que llegara el colectivo y ver si llegaban las seos, la maestra de Plstica y el profe de Educacin Fsica, y al otro da al medioda, nos acompaaban a la entrada del pueblo a esperar que pasara un camin que nos acercara hasta el pueblo cercano a la ruta, para regresar a Crdoba luego de pasar la noche en las habitaciones que haba en la estacin de servicio del pueblo, donde los camiones de lea recargaban el combustible nico en la zona. All, incluso la pobreza es distinta. Se vive hasta con orgullo: Soy pobre y estudio. Y la maestra es una institucin. Ac nadie quiere parecer pobre. Entonces, a veces pasa que a lo mejor prefieren comprarse una zapatilla de cien pesos y no comer. -Cmo penss tus objetivos pedaggicos con relacin a la situacin de pobreza y de las problemticas que atraviesan tus alumnos y alumnas? -Yo espero que me escuchen cuando estn conmigo. Que sepan que pueden aspirar a algo ms. Que les va
a costar estudiar y pongo como ejemplo a mi propio hijo, que tuvo que cambiar de escuela hasta encontrar su lugar. Cada chico tiene su tiempo. Hay que darse tiempo para poder jugar, que es lo que les falta, y tiempo para buscar alguien que los escuche. S que me pueden plantear que no se cumplen todos los objetivos de Educacin Plstica, pero hay veces en que no solo hay que dar clase, sino ayudarlos a ser mejores personas, escucharlos, comprenderlos. Ellos y yo necesitamos de ese momento en la semana en que se me amontonan en el escritorio para dibujar, mientras se superponen para contar sus cosas o las novedades del barrio. -Qu penss que tienen que saber ellos de plstica? El arte ayuda muchsimo a los nios y jvenes, en particular de sectores tan vulnerables; yo seguir estando, aunque me vaya de esta escuela, en talleres que iremos gestando junto a amigos, para ayudarlos a estar mejor en la vida que les toque transitar y que, tal vez, ayudemos a modificar. Lo que yo quiero que aprendan es que la vida es como el boceto de un dibujo: hay que reverlo todo para mejorarlo, modificarlo, extraer lo que te gust y seguir intentando. Espero que, aunque sea en
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esa hora, saquen lo que tienen adentro, porque no es fcil dibujar. No hay peor cosa que encontrarse con una hoja en blanco. Hay que explicarles que una cosa es parte del todo y que hay algo detrs de eso. Y que relacionen el arte con la vida. -Cmo te los imaginas a ellos cuando sean grandes? Si me tengo que guiar por lo que veo, dentro de un ao los veo con muchos hijos y en la misma pobreza. Como que es un ciclo que se reproduce, y a su vez saben que un hijo significa un plan de algo, una esperanza y una seal de que hay futuro. Y yo lo que pretendo es que imaginen un proyecto de vida. Lo veo tambin cuando rompen una hoja porque algo no les saDOCENTE
le. Pero si tirs la hoja no tens idea de lo que ests haciendo. Les digo que la guarden porque no importa si les sali mal, porque les sirve para saber lo que no tienen que hacer. Entonces, ah les digo que lo que tienen que hacer con esa hoja tienen que hacer afuera con sus vidas. De los chicos, al menos espero que terminen el secundario; cuando sea, pero que lo terminen. Y que hagan algo, por ms mnimo que sea, que les permita acceder a una vida mejor. -Atravesaste alguna situacin por la que no hubieras querido pasar en estos aos? -Hace cuatro aos, dos alumnas de la escuela que terminaron sptimo grado pero continuaron viniendo a mi casa, y yo ms o menos las iba siguiendo, se suicidaron. Fueron a casa, no me encontraron porque yo estaba en la facultad haciendo el posttulo, volvieron a ir y tampoco me encontraron. Lo que suceda era que una de ellas haba sido violada y necesitaba contarlo. Y como no me encontr, se suicid. Esto me duele muchsimo, estaba muy involucrada. -Algn ex alumno que te haya dado una sorpresa linda, o que haya aprendido algo de vos que no esperabas. -El primer tatuaje que me hice fue hace aos, y me lo hizo un ex alumno. Un da me lo cruzo y me dice que se haba dedicado al dibujo y que era tatuador. Me mostr los trabajos que haba hecho conmigo y lo que haba hecho despus, se haba enriquecido muchsimo. Y bueno, me dibuj un ngel hermoso, que nunca haba dibujado, lo tengo en el brazo. Nunca hubiera pensado que mis clases de plstica tuvieran ese resultado. Tuve otro alumno que sufra mucho porque la mam trabajaba en la prostitucin y los compaeros se burlaban todo el tiempo de l. Era tan buen alumno y se esforzaba tanto que haba logrado una beca, pero tema que se la sacaran si se enteraban de su situacin familiar. Lo ayudamos a mantener la beca, se rompi el alma estudiando, y bueno, hoy est estudiando Derecho.
Ins Tenewicki
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OBRAS MAESTRAS
LA VENGANZA
Ana Rosa Llobet
o supe desde el da en que lleg, esa mujer era insoportable. Lo primero que dijo al entrar fue: Esto es una mugre. Yo ni me mov, me qued como si nada, aunque podra haber reaccionado y con razn. Quin era ella para venir a criticar? Haca muchos aos que yo viva aqu y despus de todo, el lugar no estaba tan sucio. En realidad, lo que ms me molest fue su cara de mujer prctica, de saberlo todo. Enseguida empez a dar rdenes, a acomodar y a desacomodar. Con los das me fui acostumbrando al clima de la casa. Por otro lado, un poco de ventilacin no vena mal. Y como yo permaneca silenciosa, casi sin hacerme notar, tratando de no mortificar, aceptando sumisamente su despotismo, la convivencia se hizo bastante llevadera. Claro, me ignoraba olmpicamente. A la hora de cenar todos participaban de la conversacin y yo notaba que estaba un poco de ms, que no poda aportar nada. En principio, no me afectaba demasiado. Pero, con el tiempo las tardes comenzaron a hacrseme eternamente largas. Mi nico entretenimiento era tejer, y muchas veces me quedaba dormida con el tejido, sin darme cuenta. Fue por eso que los problemas, los verdaderos problemas, comenzaron el da en que, al despertarme, descubr que mi tejido estaba deshecho. Alguien (quin si no ella?) se haba tomado el trabajo de destejerlo. Por supuesto, me qued en el molde y no dije nada. Pero la malignidad de esa mujer me result intolerable, me per15
turb profundamente. En silencio, recomenc mi labor. Qu ganaba con hacerme mala sangre? Desgraciadamente, ella estaba dispuesta a terminar con mi paciencia, no me quera en la casa, era evidente; me estaba provocando, y yo, despus de una vida entera all, no me resignaba a retirarme, no me dara por vencida. Desde aquel da mi tejido fue deshecho deliberadamente, una y otra vez. Y vuelto a tejer por m, con parsimonia de Penlope, todos los atardeceres. Solo que yo no tena ningn Ulises a quien esperar ni tampoco me acosaban los pretendientes! As el tiempo fue haciendo sus estragos, mi paciencia se agotaba su desafo era permanente. Me callaba, pero la furia creca en mi interior. Y yo teja teja y volva a tejer odios y rencores acumulados. A la hora de comer ya no poda tragar bocado, tampoco me quedaba apetito. Me senta tan mal Esa vez yo haba puesto especial empeo en mi labor, como contestando a la insidia de su actitud. De modo que cuando la vi empuando su asqueroso plumero, sin pensarlo dos veces, me vengu para toda la vida: de un saltito me ubiqu sobre su cuello, la mord y le inyect todo el veneno que pude, y aunque mis cuatro pares de patas estaban bastante dbiles, tuve suficiente fuerza para volver a mi lugar, en un rincn del aparador, como antes, donde actualmente tejo, sin tensiones, mi habitual tela de seda.
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pero no se acercaba a las vitrinas, bajaba la vista cuando pasaba frente a ellas. Todos pertenecan a la misma coleccin, pero l padeca la humillacin de estar vivo. Yo le traa casi todos los das la frescura del sur; si poda entrar me colaba entre los visitantes, rozaba su rostro y el de los suyos. En el crepsculo del aquel 24 de septiembre, entre las luces y el brillo de la civilizacin que l haba resistido, lo o gritar en su lengua, lo vi arrancarse la ropa que le haban impuesto los invasores, tendi su mano hacia el sur, busc el sol ausente. La sombra agobiada del viejo seor de la tierra se desvaneci repentinamente. Muri. Pero su viaje de pesadumbres y sufrimientos no terminaba an... Despus se produjeron idas y venidas de funcionarios, de turistas. Sacaron ms fotografas, se oan idiomas diferentes, pasaron muchos aos. Yo siempre velaba su sueo, observaba su expresin de tormento pero no poda acariciar su rigidez, el fro vtreo no me lo permita. Ahora el gran jefe Tehuelche, mutilado, despellejado, retoma su viaje, el viaje de vuelta. Puedo acompaar su sueo nuevamente, pero nada es igual en la meseta patagnica, ya no se ven estrellas relucientes, reinan otra vez densas neblinas. Ya se ha cumplido la peor de las maldiciones, la maldicin blanca, el despojo total. La tierra lo reclama, tiene que volver a ser tierra.
[*] Tierra querida en Lengua Tehuelche.
ANA ROSA LLOBET Es docente en Baha Blanca, profesora en el ISFD N 3 donde dicta, entre otras asignaturas, talleres de escritura. Se desempea tambin en el nivel ESB, en la Escuela Rural de Villa Bordeu, entre otras del distrito. ZULMA TUCAT: Naci en Villa Iris, provincia de Buenos Aires. Es profesora en Lengua y Literatura, y Directora de la Escuela de Adultos CENS N 11, de General Roca, Ro Negro, donde reside desde hace 15 aos. Su mail: zulmatucat@neunet.com.ar
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Los docentes que escriban ficcin o poesa,y estn interesados en participar en la seccin Obras Maestras pueden enviar sus trabajos a revistamonitor@me.gov.ar.
Los editores de la revista se reservan el derecho de seleccionar la obra que ser publicada, y de no devolver los materiales recibidos.
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RESEA
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Un repaso bibliogrfico
Pablo Pineau*
*Licenciado en Ciencias de la Educacin (UBA)
tipositivismo en la Argentina, editado en 1952 por Ediciones Procyon. Esta obra -sin duda escrita bajo las influencia de su maestro Anbal Ponce, con quien haba compartido la expulsin del sistema educativo en 1936- se inscribe en la lnea del marxismo ilustrado, que ya haba iniciado en su tesis de graduacin universitaria indita llamada La Enciclopedia francesa y su influencia en la educacin en el Ro de La Plata hasta 18301. El libro presenta una dura crtica a las dos corrientes de pensamiento nombradas en el ttulo, a las que caracteriza como estrategias de la burguesa para mantener su dominacin y responder a las crisis del capitalismo. Si bien la obra tuvo una muy buena recepcin tanto en el pas como en el continente, su autora no qued satisfecha con ella -en especial respecto del antipositivismo- por lo que nunca permiti su reedicin. Esto no evit que se volviera en un clsico y fuera referencia inevitable de estudios posteriores sobre el tema. Al mismo tiempo, sus intereses profesionales se orientaron a la educacin
sionales de las reas de la salud y la educacin-, para arribar desde all a la enseanza de la lectoescritura, a la que se dedic de lleno desde entonces. A la influencia temprana de Ponce ya se haba sumando la de Henri Wallon, bajo cuya direccin Berta haba realizado en Pars sus estudios de posgrado. Producto de estos nuevos aires, en 1962 public La querella de los mtodos en la enseanza de la lectura (Kapelusz), sin duda su obra ms destacada, que fue reeditada muchas veces y traducida a distintos idiomas. El libro da cuenta de los debates pedaggicos y didcticos de esos tiempos; en especial, en lo concerniente a los nuevos problemas que estaban afectando al sistema por entonces: el agotamiento de los modelos fundacionales -ejemplificado en las crticas al mtodo de la palabra generadora-, el fracaso escolar, la llegada de nuevos abordajes a la temtica -como la lingstica- y los cambios culturales. Su originalidad se basa en el nfasis puesto en la concepcin de la lectoescritura, como una prctica social de comprensin de la realidad y no como un fenmeno individual de decodificacin de mensajes. Por eso dedica la primera parte de la obra a historizar el tema, no como una marca de erudicin o mera introduccin, sino como una va de anlisis privilegiada de la temtica en cuestin. Vale rescatar, adems, que el libro esta dedicado como modesto homenaje
La obra escrita de Berta Braslavsky, tan vasta y variada como sus acciones, da cuenta de sus derroteros intelectuales y acadmicos a lo largo de los aos. Berta gustaba definirse como maestra de maestros, y sin duda lo era. Normalista, racionalista, cientificista, conceba a la educacin, y ms especficamente a la lectoescritura, como un derecho incuestionable de
todos los sujetos, y por tal en una obligacin social que deba ser garantizada por el sistema escolar. Su primer libro fue Positivismo y an-
especial -gracias a la creacin del Instituto Argentino de Reeducacin, donde trabaj junto con su marido el doctor Lzaro Braslavsky y otros profe-
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dudas al respecto, llam a su obra siguiente La escuela puede (Aique, 1991 y 1992 -edicin ampliada-). En ella, recoga no solo los nuevos debates acadmicos, sino tambin sus experiencias en investigacin y en asesora de diversas gestiones educativas del pas y de Amrica Latina. Estas lneas fueron retomadas en sus dos ltimas obras: Primeras letras o primeras lecturas? Una introduccin a la alfabetizacin temprana (2004) y Ensear a entender lo que se lee. La alfabetizacin en la familia y en la escuela (2005), ambas editadas por Fondo de Cultura Econmica. A estas obras es necesario sumar una buena cantidad de artculos publicados en libros y revistas nacionales e internacionales -algunos de ellos firmados con seudnimo-, donde presenta resultados de investigacin, opina sobre poltica educativa, y desarrolla temas variados como la definicin de Educacin Especial o la historia de los mtodos de enseanza de la lectura. En el ltimo de ellos, de prxima publicacin en el Boletn de la Academia de Educacin, vuelve a presentar su confianza y apuesta en la utopa de lograr educacin para todos mediante los sistemas escolares a Domingo Faustino Sarmiento. Insigne renovador del mtodo de lectura, que investig para hallar el medio ms eficaz de alfabetizar a nuestro pueblo. De esta forma, Berta Braslavsky inscriba a su obra en la tradicin ilustrada fundadora de la escuela pblica, y se reconoca heredera del normalismo mamado en su temprana formacin como docente en el Normal 7, del barrio del Abasto en la Ciudad de Buenos Aires. Desde esta adscripcin, llev a cabo fuertes debates con otras posiciones presentes en el campo en las dcadas siguientes, que fueron recogidas en parte en su obra La lectura en la escuela (Kapelusz, 1983). Este trabajo puede considerarse, adems, un balance de su obra anterior. Esa inscripcin poltico-pedaggica mantuvo su infatigable confianza en las prcticas de enseanza desarrolladas por la escuela como estrategia privilegiada para alcanzar la alfabetizacin masiva. Para que no quedaran
1 Los datos biogrficos mencionados en esta resea fueron tomados de Diamant, Ana (coordinadora) Testimonios para la experiencia de ensear 6. Berta P. de Braslavsky. Facultad de Psicologa de la Universidad de Buenos Aires, Buenos Aires, 1996.
que nacieron a fines del siglo XVIII. Su nombre es Una larga experiencia en la enseanza inicial de la lengua escrita, una muy buena forma de resumir la vida de una luchadora tozuda por el derecho a la educacin.
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Ahora bien, es ms fcil encontrar programas culturales en la grilla televisiva que anlisis del tema en la literatura acadmica. Desde su nacimiento, e incluso antes, la televisin fue desestimada como vehculo de difusin cultural y en cambio acusada de degradar la vida cultural de las sociedades contemporneas. En Dialctica de la ilustracin (publicado originalmente en 1944) Theodor Adorno y Max Horkheimer, integrantes de la Escuela de Frankfurt, plantearon que las industrias culturales degradan las expresiones artsticas y las reemplazan por productos uniformes, repetitivos y banales, inscriptos dentro de una lgica de explotacin. Estas ideas inauguraron una serie de crticas que, desde los 60, se dirigieron con persistencia hacia los medios de comunicacin, en especial hacia la televisin. Identificadas en el mundo anglosajn como tesis de videomalaise, estas posiciones coinciden en considerar que la televisin tiene un gran poder de influencia social, y que esa influencia es perjudicial.
Autores como Neil Postman, Joseph Capella, Jay Blumler o Robert Putnam, por nombrar solo algunos, plantean desde objeciones puntuales a ciertos contenidos televisivos hasta anlisis del impacto negativo que la TV tendra sobre el funcionamiento de la democracia, el sostenimiento de la paz social y la construccin de niveles aceptables de confianza interpersonal, entre otras consecuencias indeseables. Monocordes, excesivamente simplificadores y pasatistas, los contenidos televisivos son descriptos como el revs insustancial del mundo de las artes y las letras. Cultura y televisin parecen trminos irreconciliables. En consecuencia, esta tradicin resulta poco til para construir un concepto de televisin cultural, sobre todo si se la concibe como un producto para el gran pblico y no solo para las lites. Tal vez convenga entonces indagar en las ideas de quienes cuestionaron estas posiciones. Las tesis de la Escuela de Frankfurt y de la videomalaise fueron criticadas principalmente por dos razones. Primero, porque olvidan que las audiencias pueden reinterpretar y eventualmente
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resistir los mensajes que reciben de los medios. Segundo, porque desestiman o directamente ignoran el valor de la cultura popular. El acadmico Jon Simons seala que las quejas acerca de la pauperizacin cultural que producira la televisin son intentos de las clases dominantes y las lites acadmicas por mantener sus posiciones de dominacin, que se afincan en la cultura letrada. El temor de las lites aparece tambin en un argumento ms amplio desarrollado por la investigadora danesa Kirsten Drotner en sus trabajos sobre el pnico meditico que despiertan los nuevos medios en sectores propensos a defender el statu quo. Estos autores, en suma, desconfan de la cultura erudita. Consideran que es utilizada por las lites intelectuales para preservar su influencia y obturar procesos democrticos que se relacionan, necesariamente, con la cultura popular. Dnde buscar, entonces, referencias para construir un concepto de televisin cultural? Junto a los crticos acrrimos de la televisin, tildados de elitistas y reacios al cambio? Eso implicara descalificar de plano el gusto popular, asumir que existi un pasado cultural dorado al que se podra regresar y suponer que la televisin tiene un efecto unvoco sobre la audiencia, todos argumentos objetables. Deberamos entonces desarrollar una idea de televisin cultural a partir del entusiasmo democrtico de los autores populistas? Parece imposible, dado que los programas cultu*Sociloga especialista en medios. Profesora de la Universidad de San Andrs y asesora de Telef. 1 Pueden mencionarse La vida es arte, Al Coln y Cientficos industria argentina (Canal 7), Ver para leer, El gen argentino, Algo habrn hecho, Haba una vez un club (Telef), los especiales de la Fundacin Husped y de Unicef (Canal 13), entre otros. Bibliografa Adorno, Theodor y Horkheimer, Mark. Dialectic and Enlightment, Nueva York, Seabury Press, 1972.
rales estn dedicados a la alta cultura que esos autores cuestionan. Estas dudas revelan que la televisin cultural es un objeto incmodo para los estudios sobre medios. En 1960 el periodista, crtico y escritor norteamericano Dwight Macdonald escribi un artculo titulado Masscult and Midcult. Bajo el concepto de midcult, Macdonald agrupaba los productos mediticos que adaptaban contenidos eruditos para acercarlos a un pblico amplio. La prosa de Macdonald, peyorativa y sarcstica, deja en claro que -a su juicio- los exponentes del midcult no solo no contienen ningn valor artstico, sino que sus pretensiones culturales los vuelve risibles. Macdonald fue criticado por su elitismo implcito y por la arbitrariedad con que decida en qu casillero cultural deba catalogarse cada expresin artstica o meditica. El problema es que, demolidas las categoras de Macdonald, no quedan muchas otras para referirse a la televisin cultural. En su libro Escenas de la vida posmoderna, Beatriz Sarlo aboga por una crtica cultural que pueda librarse del doble encierro de la celebracin neopopulista de lo existente y de los prejuicios elitistas que socavan la posibilidad de articular una perspectiva democrtica. Tal vez la televisin cultural -y su anlisis- ofrezcan una forma de encontrar una salida a ese dilema.
national media, Londres, Routledge, M. Skovmand and K.C. Schroder (Editores), 1992. Macdonald, Dwight. Masscult y Midcult. En AA.VV., Industria cultural y sociedad de masas. Caracas, Monte vila, 1969. Postman, Neil. Divertirse hasta morir. Barcelona, La tempestad, 1991. Putnam, Robert. Bowling Alone: the Collapse and Revival of American Community, Nueva York, Simon & Schuster, 2001. Sarlo, Beatriz. Escenas de la vida posmoderna. Buenos Aires, Emec, 1994. Simons, Jon. Popular Culture and Mediated Politics: Intellectuals, Elites and Democracy. En: Media and the Restyling of Politics, Sage, Londres, Corner, J. y Pels, D. (Editores.), 2003.
Anderson, Daniel. Educational Television Is Not an Oxymoron. En: Annals of the American Academy of Political and Social Science, Vol. 557, 1998, pg. 24-38. Blumler, Jay y Gurevitch, Michael. Origins of the Crisis of Civic Communications. En: Political Communications, 1997. Cappella, Joseph y Hall Jamieson, Kathleen. Spiral of Cynicism. Nueva York, Oxford University Press, 1997. Drotner, Kirsten. Modernity and media panics. En: Media Cultures: Reappraising trans-
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breves
Congreso latinoamericano de educacin intercultural bilinge
3, 4 y 5 de diciembre en la Ciudad Autnoma de Buenos Aires -en Av. Corrientes 1660- se desarrollar el VIII Congreso Latinoamericano de Educacin Intercultural Bilinge. El Congreso se propone favorecer la reflexin y el debate para enriquecer visiones parciales y establecer puntos de encuentro y de equilibrio para la convivencia en la diversidad. Diversas acciones han contribuido a profundizar el desarrollo de la Educacin Intercultural Bilinge en la Argentina; entre ellas, el trabajo realizado por el Instituto Nacional de Asuntos Indgenas (INAI); el avance en la normativa, en aquellas jurisdicciones provinciales con tradicin en el enfoque de la EIB; y la adopcin de la Educacin Intercultural Bilinge como modalidad, en la Ley de Educacin Nacional. Se abordarn los siguiente ejes temticos: Formacin y capacitacin en EIB, Participacin indgena en la EIB, La EIB frente a la autodeterminacin y el territorio, Nuevos desafos de la EIB, Conocimientos indgenas y contenidos de la EIB, Derecho de la juventud indgena a la EIB y Lenguas indgenas dentro de la EIB. Para contactarse, llamar al: (011) 4129-1476 o escribir a: congresoeib@me.gov.ar.
Becas Bicentenario
El Programa Becas Bicentenario est destinado a estudiantes que provengan de hogares de bajos ingresos y que sean aspirantes a carreras universitarias o tecnicaturas cientfico-tcnicas, en las ramas de las Ciencias Naturales, Ciencias Agrarias, Ciencias Aplicadas y Exactas, e Ingenieras. La inscripcin a las Becas Bicentenario finaliza el 15 de marzo de 2009. La adjudicacin se realizar el 5 de mayo de 2009. Quienes deseen obtener ms informacin pueden acceder a www.becasbicentenario.gov.ar, donde encontrarn datos acerca de los requisitos para la postulacin y acciones complementarias del Programa. La iniciativa del Ministerio de Educacin de la Nacin busca incrementar el nmero de jvenes en las carreras consideradas estratgicas para el desarrollo productivo y aspira a garantizar la permanencia de las y los estudiantes en el sistema universitario. El Programa Nacional de Becas Bicentenario -que beneficiar a 30.000 estudiantes- cuenta con un presupuesto anual de 145 millones de pesos para el ao 2009. Alumnas y alumnos beneficiados recibirn una subvencin econmica anual que se pagar en 10 cuotas mensuales de 500 pesos para el caso de las carreras de grado y de 350 pesos para las tecnicaturas.
Encuentro de Capacitadores
Del 17 al 19 de diciembre, en el Ministerio de Educacin de la Nacin se realizar el Segundo Encuentro Nacional de Capacitadores, en el marco de la primera etapa del Proyecto de Asesoramiento situado en Alfabetizacin Inicial. Participarn capacitadores de las provincias de Jujuy, Salta, Catamarca, Neuqun, La Pampa, Corrientes, Chaco, Tierra del Fuego y Formosa, junto a los miembros del Equipo Nacional del rea de Lengua, compuesto por docentes de distintas regiones del pas. Este equipo est trabajando en la actualidad con maestras y maestros de primer grado de las provincias mencionadas. Para contactarse, llamar al: (011) 4129-1000 int. 7257 o escribir a: dnp@me.gov.ar.
Las instituciones que quieran publicar sus actividades en breves, pueden enviar textos de no ms de 900 caracteres con espacios, a: cartasmonitor@me.gov.ar. Los editores se reservan el derecho de seleccionar el material.
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Renovar los modos en que esa escuela fue llevada adelante es una tarea ardua pero a la vez indispensable.
dossier@me.gov.ar
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cuelas de reingreso, centros secundarios de calidad total, y aunque siguisemos, la enumeracin quedara incompleta. A eso deben sumarse las diferentes variantes que abri la implantacin de polimodales, la peculiaridad de los nfasis de cada jurisdiccin y la caracterstica distintiva que ha generado la combinacin en un mismo lugar con la secundaria bsica, con parte de la escuela primaria, la modalidad de los cinco aos de secundaria, etctera. Sin embargo, casi todas estas diversas maneras de organizacin comparten una dinmica y un diagnstico del que hablaremos a travs de las notas de este dossier: el continuo crecimiento de ese nivel en cuanto a cantidad de establecimientos y al nmero de alumnas y alumnos que se van sumando, ha tenido como correlato numerosos problemas en cmo se los incluye, dificultades de permanencia, problemas de convivencia, que terminan en el abandono educativo de muchos adolescentes, o en experiencias educativas de baja calidad y poca intensidad. Podra decirse que, en la medida en que el sistema creci ms, tambin expuls ms. Esto se ha hecho evidente durante todo el siglo XX y nuestro reluciente siglo XXI muestra similares caractersticas. Muchos anlisis frecuentes asocian esta dificultad a desinters de los jvenes o a sus difciles condiciones de vida; si bien los estados en sus distintos niveles -municipal, provincial y nacional- han avanzado y tambin retrocedido en el acompaamiento a fin de que haya mejores condiciones de partida para estudiar, existen muestras de que an hay mucha tarea pendiente. Creemos que, a la par que atender alguna de esas dos causas, hay que atender al corazn de la cuestin, el quid del problema: la finalidad, la concepcin, el modelo y la organizacin de la escuela media en s misma. Examinar su lgica interna, sus prioridades, el horizonte para el que forma, cmo se inscribe en la cultura, qu seleccin de ella ensea, qu incluye y qu excluye, son algunas cuestiones significativas para no caer en la culpabilizacin de los jvenes por no poseer lo que la escuela no logra generar en ellos. En ocasiones, pareciera que algunas opciones de vida de los jvenes originan que sean desbancados de su lugar de principales destinarios de ese nivel de la enseanza. Eso se hace evidente cuando son padres o madres o trabajadores, adems de alumnos y alumnas. Pareciera
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que esa otra dimensin de sus vidas no se hace compatible con la de estudiante. Sin embargo, la historia cultural argentina nos ha mostrado que la existencia de familias compuesta por padres muy jvenes, uniones consensuales o de hecho, familias monoparentales o ensambladas, son tan antiguas como lo es nuestro pas. Tambin la escuela ha tomado actitudes ambiguas frente a la ocupacin laboral. Lo que ha cambiado es que esas experiencias solan significar que esos jvenes quedaran fuera de la escolaridad. Nos encontramos frente al desafo, y sin lugar a dudas estamos mejor preparados que hace mucho tiempo atrs, para que esa no sea la nica opcin posible. Desarrollar una escuela ms inclusora implica un autoexamen para volver a pensar sobre qu esperamos de nuestros alumnos, y sobre todo albergarlos en vnculos de respeto que no desmerezcan ni subestimen el acceso a los saberes que necesitan para estar mejor en el mundo, ms plenos, ms felices, con acceso a ms bienes y posibilidades que las que su origen social les asigna. Conviene acentuar, entonces, que las dificultades que los jvenes tienen para concluir una buena escolaridad no es slo consecuencia de la inequidad distributiva sino tambin, resultado de patrones de funcionamiento institucional que hace que algunos jvenes aparezcan como no mere27
cedores de estima, o respeto o legitimidad para ocupar determinada posicin. Esta idea diluye cualquier intento de quebrar la inercia de las desigualdades sociales y transforma a la institucin en una agencia de exclusiones sistemticas, pues una escuela que deja de ensear es un agente activo de expulsin. Queremos afirmar aqu, tambin, que no se trata de proponer un retorno a un modelo de escuela que ha mostrado sus lmites. Se trata ms bien de propiciar un vnculo renovado con la sociedad y la cultura. En la escuela que conocimos hasta ahora, nada indica que los saberes, conocimientos, contenidos enseados hayan sido emancipatorios, ni igualitarios, ni inclusores por s mismos. Se tratar de pensar en salidas que incluyan diversos diagnsticos, variadas perspectivas y mltiples tensiones. El desafo ser pensar en una construccin que no reactive las viejas formas de homogeneizacin, sino que pueda desarrollar un continente plural, comprendido dentro de lo comn. Los modos en los que se entienda a los estudiantes, los lazos intergeneracionales en los cuales los incluyamos o las formas de extraamiento con las que los concibamos generan caminos distintos para la potencialidad de las escuelas y los futuros que abren.
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Por lo tanto, ms all de la obligatoriedad, es preciso preguntarse cmo hacer atractiva o interesante la oferta escolar para adolescentes, sin caer en una intil demagogia o facilismo juvenilista?
ellos? El hecho de que sea obligatoria y para todos quiere decir que debe ser igual para todos? Cmo se puede justificar la diversificacin de la oferta de secundaria sin que pierda su carcter de obligatoria y comn? En otras palabras, cmo se articula la cultura comn con la atencin a la diversidad de preferencias de los jvenes y sus familias? Qu es lo que hay que aprender en la escuela secundaria obligatoria? Qu es mejor, continuar con la lgica de las materias/disciplinas o las reas temticas, o cmo encontrar un equilibrio entre ambos enfoques? Quin decide lo que hay que ensear: los especialistas y expertos o los ciudadanos? Cmo garantizar la igualdad de oportunidades de aprendizaje y al mismo tiempo ofrecer una oferta educativa diversificada? Cmo se integra la formacin de una cultura comn, la insercin en el mercado de trabajo y la continuacin de los estudios en el nivel superior? Cmo fortalecer las instituciones de enseanza media? Qu caractersticas debe tener y qu debe saber un profesor que trabaja con adolescentes y jvenes? Dnde deben ser formados? Cmo garantizar una adecuada integracin y sentido de pertenencia de los profesores para con la institucin donde trabajan? Cmo hacer dialogar las culturas de los adolescentes con la del programa escolar? Cmo garantizar el orden democrtico y los derechos del nio y el adolescente en las instituciones? Cmo garantizar la necesaria autoridad pedaggica de los profesores? Cmo hacer para masificar el nivel sin hacerle perder su sentido pedaggico como institucin de aprendizaje? Cmo garantizar las condiciones sociales del aprendizaje? A quin le corresponde? A los ministerios de educacin o a los de desarrollo social? Las ayudas econmicas (becas, distribucin de libros y materiales didcticos, transporte escolar, etctera) deben hacerse conforme al mrito o bien en funcin de las condiciones de vida y recursos de los alumnos? Los apoyos deben ser condicionados o incondicionados? Estas y otras preguntas deben ser necesariamente planteadas para enfrentar con xito la escolarizacin masiva de los adolescentes en la Argentina. Sabemos que existe una distancia creciente entre la cultura de los adolescentes y la cultura escolar, que muchas veces se manifiesta en los sntomas de desinters y apata por los temas del programa escolar.
29 * Investigador del Conicet y del Instituto Internacional de Planeamiento de la Educacin, sede Buenos Aires.
Los docentes se quejan adems de una dbil disposicin al esfuerzo y al estudio por parte de muchos alumnos, independientemente de su procedencia social. Por lo tanto, ms all de la obligatoriedad, es preciso preguntarse cmo hacer atractiva o interesante la oferta escolar para adolescentes, sin caer en una intil demagogia o facilismo juvenilista? No es fcil encontrar una respuesta a estas preguntas. Ms difcil an es encontrar respuestas comunes, en una sociedad diferenciada y desigual como la argentina. Pero de alguna manera, la poltica educativa est obligada a encontrar acuerdos y a definir orientaciones comunes. Necesitamos una poltica educativa nacional para el desarrollo de la enseanza media. Para ello, lo mejor es no ocultar las diferencias y tener conciencia acerca de cules son los problemas que pueden tener soluciones consensuadas y cules no. En una sociedad democrtica se debe decidir luego de un perodo de dilogo, debate y argumentacin. Las soluciones impuestas se quedan siempre en el papel. Esto es lo que nos ensea la historia de las reformas educativas en muchos pases de Amrica Latina y del mundo. Por eso la educacin est siempre reformndose, precisamente porque las reformas (o transformaciones, cambios o revoluciones) por lo general son ambiciosas, pero fracasadas. Si no existen las condiciones polticas (consenso, legitimidad, etctera) mejor no reformar. Si no se puede reformar, al menos es til saber por qu, conocer cules son las posiciones en presencia, cules son las argumentaciones y los puntos conflictivos o divergentes, quines los sostienen, etctera. En sntesis, debemos debatir todo, pero decidir solo sobre aquello acerca de lo cual existe el consenso necesario y suficiente. Este ser siempre el resultado del debate argumentado, la deliberacin, la negociacin y el acuerdo. No cabe otro procedimiento en una sociedad plural y democrtica.
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ceso al nivel que tiene un evidente sesgo por condiciones sociales. La desigualdad tambin se refleja en algunos datos blandos que expresan las dificultades e injusticias en el da a da de las escuelas. Ante la creciente expansin de la educacin secundaria, las instituciones al abrir sus puertas demarcan inclusiones que son diferenciadas. Sabemos del valor dispar de las credenciales, de los procesos de fragmentacin educativa y de los mecanismos de expulsin de quienes no pueden adaptarse a la condicin de ser estudiantes (que suele derivar en la asuncin de ese fracaso como una responsabilidad propia). Tambin la desigualdad se revela en los resultados de las evaluaciones, en los relatos acerca del futuro que los adultos de las escuelas imaginan para sus alumnas y alumnos, en las oportunidades de formacin de los profesores, en las condiciones materiales de las instituciones (3). Las desigualdades no transcurren entonces slo en el tiempo de asistencia a la escuela, sino sobre todo, en lo que acontece en dicho tiempo y en la posibilidad diferencial de permanecer en ella. Histricamente, en nuestro pas la expansin de la escuela media se produjo por etapas de creacin de instituciones de diversa procedencia y modalidad (bachilleres, comerciales y tcnicas, entre otras), que respondieron diferencialmente a la incorporacin de distintos grupos sociales. Pese al origen de carcter diversificado, en ninguno de estos casos la incorporacin puso en cuestin los tradicionales formatos escolares. La graduacin de los cursos, la separacin de alumnas y alumnos por edades, la organizacin por disciplinas del currculum y la promocin por ciclos aprobados, ha sido una constante. En este sentido, la expansin de la escuela secundaria se ha efectivizado de acuerdo con la dinmica que caracteriz a la masificacin del nivel primario: una escuela tendiente a la inclusin y de matriz semejante. Esta escuela presupona que la igualdad se garantizaba incluyendo a todos en una estructura relativamente homloga. De este modo, la dada igualdad y homogenizacin, gener mitos e ilusiones, pero tambin fue eficaz para la incorporacin de amplios contingentes sociales a la vida ciudadana durante el siglo XX. Sin embargo, las condiciones actuales, como hemos sealado, dan cuenta de que esta combinacin ya
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La escuela media es uno de los niveles de enseanza que, en los ltimos aos, ha incorporado sectores tradicionalmente excluidos de este tramo de la escolaridad. Bajo la premisa de que ms educacin promueve un destino mejor, la voluntad de inclusin dio lugar a una serie de polticas que procuraron ampliar el acceso a grupos sociales que por primera vez arribaron a la escuela secundaria. Esta masificacin se produjo en el marco de dos condiciones que dificultaron su efectivizacin: por un lado, se desarroll ante un cambio profundo de las relaciones entre educacin, estructura social y mercado de trabajo (2); por el otro, tiene lugar casi sin alterar el formato escolar y las condiciones pedaggicas vigentes. En los ltimos aos hubo una extensa produccin escrita acerca de los cambios que atraviesan nuestras sociedades, caracterizadas por las crecientes brechas que afectan dramticamente a las naciones perifricas. En este contexto, los pases latinoamericanos que emprendieron la expansin de sus sistemas educativos en las ltimas dos dcadas encuentran condiciones de creciente desigualdad material y simblica que la escuela sola no puede afrontar. Al mismo tiempo, hay un mandato a favor de ms aos de escolaridad y existe cierto consenso acerca de que el mejor mbito para el desarrollo de los jvenes es la escuela. Ante las condiciones descriptas, si bien el sistema educativo demostr capacidad de incorporar progresivamente sectores sociales ampliados, tanto las investigaciones como los datos estadsticos y la cotidianidad de las escuelas dan cuenta de las profundas distancias y desigualdades que todava atraviesan a la experiencia escolar. La desigualdad puede expresarse en cifras. De acuerdo con las estadsticas del Ministerio de Educacin de la Nacin, slo la mitad del grupo de edad correspondiente finaliza la educacin media obligatoria. Asimismo, de los jvenes que tienen entre 20 y 29 aos, aproximadamente el 50 por ciento no obtuvo su ttulo secundario. Si a la poblacin la desagregamos por quintil de ingresos, se constata la persistencia de brechas y distancias en el ac-
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no funciona como un ensamble armnico y, en el marco del agotamiento del modelo que estructur a la educacin secundaria, esta inclusin evidencia, contra lo que postula, crecientes niveles de desigualdad. La expansin de la escuela secundaria nos enfrenta a interrogantes y profundos desafos: cmo pueden las escuelas procesar y transmitir los cambios culturales de modo que todos los jvenes estn en mejores condiciones de comprender y transformar a la sociedad contempornea?, qu variaciones en la forma escolar promueve mejores alternativas de escolarizacin para el conjunto?, cules son las condiciones que el Estado debe garantizar para que la escuela se masifique y genere una distribucin de oportunidades y de saberes que sean ms justas?
Seguramente, si algo de todo esto pudiera alterarse, la confianza en el sentido que tiene asistir a la escuela secundaria sera mucho ms potente para todos.
1 Integrantes del Grupo de Investigacin de los Viernes, grupo que trabaja desde el ao 2001 en torno a tres proyectos de investigacin dirigidos por Guillermina Tiramonti, en FLACSO. 2Para revisar esta temtica en perspectiva internacional: Azevedo, J., O ensino secundario na Europa. Porto Alegre, Edicoes ASA, 2000. 3 Estas cuestiones cobran evidencia cuando se indagan estos tpicos en escuelas que atienden a diferentes sectores sociales (Tiramonti, G. (comp). La trama de la desigualdad educativa. Mutaciones recientes en la escuela media. Buenos Aires, Ed. Manantial, 2004).
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los compaeros que hice (en la escuela y en la comunidad), por las chicas y los chicos que conoc y sus familias, por el aprendizaje que signific para m, fue el perodo ms feliz de mi trayectoria laboral; tambin fue exigente y feliz en lo personal. A partir de 2005, trabajo en el Ministerio de Educacin, lo que me permiti viajar a unas trece provincias y hacer nuevos compaeros, en el preciso sentido que lo defina Cristina, de Bajo Flores: Los que compartimos el pan porque compartimos el trabajo. En un viaje reciente, un director misionero de apellido Villaverde, en el plenario final del encuentro, concluy la sntesis de su grupo con la cancin de La Renga que dice: Soy el que nunca aprendi / desde que naci / cmo debe vivir el humano (...). Caminito al costado del mundo / por ah he de andar / buscndome un rumbo. No s ms de Villaverde, pero me qued la impresin de que sabe de qu habla. E imagin a Norma sacudiendo su dedo ndice y dicindonos: No se les ocurra que estn solos. Sobre el final del encuentro de directores, Villaverde volvi nuestra atencin sobre los chicos... esos chicos. A Silvia, en La Boca, le escuch decir: Para que un chico se explique cmo pasa de la tristeza a la adiccin, bueno, hay que poder hablar de la tristeza. Y cmo lo va a escuchar un adulto que no registra su propia tristeza? Consums algo cuando adentro te falta algo. Su compaero Javier, vicedirector, agregaba que el trabajo curricular con relacin a la ley de salud sexual y reproductiva trajo a primer plano en su escuela la cuestin de gnero y la dimensin emocional de los vnculos; digamos, la imposibilidad e inconveniencia de sostener vnculos solo operativos entre adultos y jvenes. Record entonces interminables horas de discusin en Bajo Flores, en las que docentes con las emociones desbordadas intentbamos expedirnos acerca de si lo principal de nuestra tarea consista en contener o ensear. Tucdides afirmaba que una sociedad donde los padres entierran a sus hijos, es una sociedad en guerra, frase que le escuch a Oscar, padre de Martn, en un acto al cumplirse un mes de su muerte. En los nueve aos que trabaj en Bajo Flores, fallecieron once alumnos y tres docentes -nmero que por s solo me exime de comentarios explicativos. En Bajo Flores la guerra social (en los trminos que
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la explicaba el dominicano Carlos Bosch1) es una realidad cotidiana -observacin que puede hacerse de muchos otros barrios del pas. Recuerdo a Griselda en Bajo Flores, un lunes a la maana luego del fin de semana en que dos alumnos fueron asesinados por representantes de la ley. No hay irona en el trmino sino un segundo significado de la ley, clasista y racista, que apareca de pronto sobre los cadveres, espantando las seguridades adultas, profesionales, civilizadas de los docentes, dictando sentencia inapelable sobre el presente de esos chicos nuestros. Norma deca, conmovida, cuando le mataron a Camila Arjona, 14 aos, embarazada: Cuando por fin tena un proyecto, mir lo que le hicieron. Aquella maana, Griselda formaliz el estado de asamblea en que nos encontrbamos, levantando la voz en medio del patio:Ahora el que no quiere hablar, se va. As fue que nos sentamos en ronda y conversamos, y escuchamos otras historias dolorosas y decidimos caminar en procesin hasta las casas de los ausentes, que ya no fueron los ltimos dos asesinados sino seis, en cuatro manzanas. En tal contexto, la sensacin de soledad que tematizamos los directores, es la primera ola que debe sortear quien se mete en el mar. Si reculamos ante ella, nos perdemos el mar. Y qu transmitiremos entonces a los jvenes? Qu podremos compartir con ellos? Pero tengo la impresin de que s aprendimos algo en estos aos, y de que felizmente puede encontrarse gran nmero de nadadores de mar abierto entre los que educan. Es lo que he visto ahora en las provincias que me toc conocer. Y que, digmoslo tambin, los que acompaan jvenes en el proceso de su educacin, en condiciones de guerra social, muchas veces no tienen ttulo docente. Canta la Bersuit: Esperara que no te asuste / este instante de sinceridad / mi corazn / vomita su verdad (...) Por la noche la soledad desespera (...) Espera por ti / espera por l / espera por m / tambin por aquel (...) pero te pone loco en las noches / rogando entrar / en los confines ms oscuros / despus te arrodills / ante el amor maternal / suplicando ternura... Esos chicos, segunda o tercera generacin de esta soledad de guerra sucia, en la que el genocidio contina bajo la forma de estigma y desesperanza, son millones de j33
venes que estn solos y esperan (como deca Ral Scalabrini Ortiz). Enrique Dussel, en su libro Filosofa de la Liberacin (1975) apunta: Anterior a toda anterioridad est la responsabilidad por el dbil que tiene el que procrea hombres nuevos (los padres) o sistemas nuevos (los hroes y los maestros liberadores). Tomo esa afirmacin para interpretar lo que Myriam cuenta, una discusin reiterada en escuelas: Muchas veces cuando discutimos estas cosas y tratamos de afianzar la actitud de ponerse en el lugar de los pibes, de comprender antes que juzgar, de cuidar en lugar de cuestionar, etctera, no falta el que dice: Y quin me cuida a m, quin me respeta a m?. No hay respuesta a tal actitud, slo una paciencia limitada ante el colega que teme lanzarse al mar. Sobre todo, cuando abunda en argumentos sobre la tica profesional, el reglamento, y la frase ineludible:Yo soy docente, a m no me formaron para esto. Por ltimo, puedo dar testimonio de lo siguiente: en cuanto nos decidimos a asumir la responsabilidad por el dbil que nos toca, descubrimos que la posicin social y generacional de los chicos resulta endeble, no as su subjetividad ni los vnculos que estrechan con nosotros. Por eso, Jacinto Aruquipa Siai (profesor de la Universidad de El Alto, La Paz) escribe:Un maestro con vocacin es un arma, un fusil. Porque, como dice Nstor: trabajamos con la fuerza de los dems, hay que potenciar esa fuerza.
* Ex Director Esc Media 3, Ciudad de Buenos Aires. En la actualidad, trabaja en el Ministerio de Educacin de la Nacin. 1 En su libro Bolvar y la guerra social, que puede bajarse completo de internet.
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Miradas de adolescentes
Ivn Schuliaquer Qu tienen en comn una adolescente del tercer cordn del Gran Buenos Aires, con una de Bariloche, con otra de un pequeo pueblo de Santa Fe, con uno de la Ciudad de Buenos Aires y con una de La Quiaca? Seguro que muchas cosas. Una de ellas es que todos pasan al menos veinte horas por semana en la escuela secundaria pblica de su comunidad y en la que transcurren al menos cinco aos, si logran terminarla. Sin pretender ningn tipo de muestra suficiente para reflejar el sentir general de alumnos y alumnas, se les propuso a los cinco un dilogo virtual a travs de un cuestionario ante el que cada uno respondi como le sali o le pareci. El resultado son sus voces acerca de lo que aprenden, su evaluacin del nivel de enseanza, la manera en que la currcula los tiene en cuenta y lo interesante que les resulta el secundario. Los entrevistados son: Agustina, de 17 aos, de cuarto ao en la escuela secundaria del pueblo santafesino de Villa Elosa; Victoria, de 15 aos, que est en primer ao de la Escuela Media de Dina Huapi, Ro Negro (cerca de Bariloche); Facundo, de 17 aos, que cursa el cuarto ao en el Nacional 17 de la Ciudad de Buenos Aires; Antonella, de 16 aos, que cursa el tercer ao de la Escuela Normal de La Quiaca, Jujuy; y Natacha, de 17 aos, que cursa el ltimo ao en la Escuela Media 12 de Gonzlez Catn, La Matanza, Buenos Aires. Qu objetivo tiene para ustedes la escuela secundaria? Agustina, Villa Elosa: Creo que es la base para poder seguir una carrera universitaria. Aunque nosotros somos de un pueblo chico y los que quieran hacer carreras que no tengan que ver con la orientacin comercial del colegio se tienen que preparar de otra manera. Y para estudiar, hay que irse hasta Rosario o Crdoba. Creo que voy a seguir Ciencias Polticas. Victoria, Dina Huapi: Para prepararte para la universidad o intentar conseguir un trabajo el da de maana, porque es algo que te ayuda en la vida. Son cinco aos que una pasa ah y es difcil estar, porque representa un cambio muy grande de la primaria hacia la secundaria: son ms materias, ms difciles y es otro ritmo.
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Antonella, La Quiaca: Ac el nivel es un poco bajo. A muchos los incentiva y ayuda para seguir estudiando, aunque depende de la posibilidad econmica de sus padres. Muchos, por falta de plata, pese a que tienen mucha inteligencia, no pueden estudiar en otro lado. Por suerte, existe el profesorado y se puede estudiar ah. Tambin muchos se quedan con un trabajo en algunos pueblos rurales o ac. Facundo, Ciudad de Buenos Aires: Para m, el objetivo del secundario es avanzar hacia la carrera que voy a elegir para mi futuro. Me sirve para eso, y para conocer gente y verme con mis amigos. Natacha, Gonzlez Catn: Como est todo hoy en da, para una posibilidad de trabajo, porque hasta para barrer en una estacin de servicio te piden el secundario completo. Ac son muy pocos los que piensan seguir un nivel universitario. Qu aprenden en el secundario? Agustina: Lo bsico para un maana, y para el que quiere quedarse ah y trabajar. El nivel de educacin de las escuelas es muy bajo. Para nosotros es ms fcil que nos den resumen de resumen, pero eso es malo porque nos lleva a un fracaso en el terciario y en la universidad. No nos motiva. En el momento es bueno, porque no tens que estudiar tanto, pero despus es complicado. Victoria: Creo que aparte de las materias aprendemos a ser ms unidos, y hay bastante contencin. Por ejemplo, con mi grupo de amigas creemos que si bien hay das en que es un bajn el colegio, es el nico lugar para encontrarnos y nos permite olvidar y aliviar los problemas. Antonella: Quizs necesitamos un poco ms de prctica y de actualizacin. La Matemtica nos sirve mucho y nos faltan materias como las agropecuarias, como se dan en muchas escuelas rurales. Es un problema, porque ac no se utilizan mucho los recursos naturales. Y tambin sera bueno tener ms expresin con materias como Teatro, porque ac somos tmidos y supongo que servira. Facundo: Hay materias que no me interesan y a las que no les encuentro el sentido y hay otras como Matemtica, Fsica y Qumica que s me interesan. Con las ciencias sociales y la escritura no me llevo muy bien, pero s que Lengua, por ejemplo, te sirve para toda la vida. Natacha: Ac hay distintas modalidades y yo estoy en
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una basada en Informtica. Lo bueno de este colegio es que te hacen ver la realidad recruda y te muestran las cosas como estn, porque muchos ya no somos tan chicos y no podemos seguir en la joda. Eso lo trabajan mucho los profesores. Cmo es el nivel de la educacin? Agustina: Es bajsimo. Por lo menos ac, hay chicos que repiten y se llevan muchas materias. En nuestro curso somos 11, y empezamos siendo cerca de 30. Algunos dejaron y otros repitieron. Se baja el nivel por el facilismo de la escuela, del alumno y de algunos profesores que para que no te atrases te sirven todo. Tambin, por la poca importancia que les dan algunos padres, que no se preocupan si sus hijos se llevan ms de la mitad de las materias. Victoria: Nuestro secundario es bastante bueno, y eso se nota en la forma que tienen algunos profesores de ensearte porque si no entends bien se preocupan por que lo hagas. Fui a otros colegios y ah si entendiste bien; si no, problema tuyo. Antonella: A comparacin con lo que se cuenta de otras
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provincias, para nosotros es bajo. Sera bueno que el nivel fuera igual para todos. Al tener un bajo nivel, se puede salir adelante pero con muchsimo esfuerzo, porque sabemos que no tenemos una buena base. Si las cosas fueran diferentes, llegaramos a lugares ms lejanos en el futuro, para elegir la carrera universitaria que uno quiera. Facundo: Es normal. Hay algunas materias que tienen profesores que no son buenos ni explicando ni dando clases, porque te dan de tal pgina a tal otra y se quedan conversando con otros docentes o hablando por celular. Y hay otros que tampoco me gustan porque les falta autoridad. Natacha: Bajsimo es poco. Sobre todo por falta de inters de los chicos. En muchas escuelas de ac hay chicos que llegan a primer ao y no saben ni leer de corrido. Y est el problema de la tele, que nos mete a todos que hay que ser 90-60-90 y eso es lo importante. Tambin hay muchos que tienen que trabajar, por la situacin que se vive ac. En esta escuela, hay 360 alumnos inscriptos y solo 264
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asisten. En quinto somos 22 y en tercero ramos 45. Y este ao, solo cuatro se anotaron para ir a la universidad. Qu tiene de igual y qu de diferente la secundaria a la que van, respecto de otras? Agustina: Tengo amigos en ciudades y creo que ah es peor porque ah sos un nmero: no tens ni nombre. Ac, en escuelas cercanas es ms o menos lo mismo, repiten muchos y tambin dejan muchos. Tengo muchos amigos en esa situacin. Victoria: La semana pasada fui a inscribirme en otro secundario y vi que estn en otra situacin. Ac nos hacen trabajar para cuidarlo y para que est bien. Es chico pero cmodo, nos conocemos todos y no hay problemas entre alumnos. Antonella: En La Quiaca son solo tres las secundarias. Y se ve que la escuela tcnica y la comercial se diferencian en las materias. Mi escuela no ampla en esos temas, tiene un nivel medio y no est especializado en algo. Eso es
un problema, porque de las dems salen con buena base para el futuro. Facundo: Tengo amigos que van a escuelas con un nivel mucho ms bajo y donde los alumnos hacen lo que quieren. En eso mi escuela es muy buena. A las otras les falta autoridad y enseanza. Natacha: Los secundarios de la zona tienen muchos problemas entre las autoridades, en cambio ac los preceptores y los profesores se preocupan mucho acerca de cmo ests. Es muy importante, porque no solo te ensean los contenidos sino tambin cosas para la vida. Estamos bastante perdidos entrando en esto de ser grandes. Adems, el contexto que rodea este lugar precisa mucha contencin, porque en Gonzlez Catn hay muchas zonas bajas y necesitadas. Sienten que la currcula tiene en cuenta su edad y su cultura? Agustina: La edad, no s; el nivel de cultura, no. Hay muchas
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En general, los profesores jvenes te dan ms lugar para hacer saber tu opinin y tus intereses, aunque tambin hay profesores de experiencia que te llegan.
materias que deberan empezar antes. Quizs Lengua e Historia estn muy basadas en el manual y no en lo que hara falta. Depende mucho del profesor, porque hay voluntad de algunos de innovar e incentivar. En general, los profesores jvenes te dan ms lugar para hacer saber tu opinin y tus intereses, aunque tambin hay profesores de experiencia que te llegan. Victoria: Nosotros tratamos de que s. Este ao, en Historia, estuvimos hablando acerca de tribus urbanas, y ah vimos cmo funcionan. Los profesores nos dan la posibilidad de estudiar cosas que nos dan ganas y nos gustan, as que tratamos de acelerar el programa para poder verlos. Y lo bueno es que ac, los profesores nos dan bastantes instancias para aprobar. Antonella: Quizs no tanto. Se necesitara ampliacin de materias como Educacin Sexual, que es un tema muy grave ac en la provincia. Debera haber ms estudio de la cultura, porque la globalizacin hace que nos olvidemos de la cultura que tenemos ac; y muchos lo hacen y cada vez se nota ms. Por ejemplo, con los rituales de la Pachamama, hay muchas familias que ya no creen en eso y lo olvidan. Natacha: S, es acorde con lo que nosotros podemos dar. Hay chicos a quienes se les complica ms, porque tienen determinados problemas que afectan su aprendizaje. Es interesante el colegio? Agustina: S, porque s que me va a servir y porque me abre las puertas a un montn de cosas, no solo para trabajar o estudiar. Y adems por los compaeros, no es solo venir a estudiar, ms all de que sigas o no estudiando. Todos queremos venir a la escuela, ms all de que nos quejemos. Quers venir para aprender, porque es lo correcto y lo que debe ser. Victoria: En realidad, ir no me gusta pero es el nico lugar donde podemos estar con nuestros amigos. Tampoco es que me sienta presionada, porque los profesores no te dejan en banda con tus problemas: si quers, les conts y ellos te ayudan.
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Antonella: La verdad es que s, porque a los 16 aos ya tengo elegido lo que quiero para mi futuro, cosa que muchos no. Me interesa Fisioterapia, quisiera seguir ese camino para disfrutar de algo que me gusta mucho. En La Quiaca solo existe un profesorado de Educacin Fsica, y me tendra que ir a otra provincia donde hay carreras especiales que me permitiran desarrollarme. Lo veo difcil
econmicamente, como la mayora ac, pero haciendo un esfuerzo creo que puedo lograr cosas buenas. Facundo: Me dan ganas de ir a la escuela, porque la paso bien con amigos y me gusta estudiar lo que me sirve. Algunas cosas s son interesantes; y otras, la verdad es que no. Hay temas que no me atraen mucho, como de Geografa o Literatura, que no me gustan. Hay cosas que estudiamos a las que no les encuentro el sentido de aprenderlas y no les presto atencin. Natacha: S, porque nos permite tener distintas modalidades que no tienen otros secundarios. Ac vienen chicos desde lejos, porque sals con el ttulo de Tcnico en Informtica y es la nica escuela de la zona que te lo permite. Estoy conforme con la escuela, la verdad es que est muy buena.
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mandas, a diferentes expectativas, a diferentes perfiles personales, a diferentes contextos culturales. Esa es la gran cuestin que hoy preocupa a la secundaria-media, cmo responder a todos pero con calidad; es decir, no responder a todos del mismo modo, con la misma solucin, con el mismo itinerario educativo, pero igualmente con calidad. -Encontr en su visita a la Argentina algn problema en particular en el nivel medio que los diferentes pases de Europa hayan podido resolver? -En la Unin Europea hay realidades muy diversas y en la Argentina tambin hay situaciones muy diversas. Hay provincias donde existe una capacidad de construccin educativa y respuestas sociales muy interesantes, y hay otras donde existen retrasos enormes en la escolarizacin y en la universalizacin del secundario. Los problemas son muy parecidos. En la Argentina, adems, hay un problema: las escuelas no pueden contar con docentes fijos en sus plazas y con un horario fijo, algo que en Europa es comn y es igual en todos los pases. Un docente tiene un contrato de trabajo con una escuela y ocupa una plaza en exclusividad. Esa situacin aqu no existe y eso gemera muchas dificultades para crear equipos de docentes que trabajen con equipos de alumnos haciendo el seguimiento cotidiano. Si queremos que todos permanezcan en la escuel,a hay que construir soluciones muy diversificadas; y es un trabajo que implica tiempo, dedicacin y profesionalidad docente. Ese es un desafo para la Argentina. -La escuela media europea fue sufriendo diferentes reformas, puede contar cules han sido las ms importantes? -Una de las grandes reformas de la escuela media ha sido la tendencia a la unificacin de los itinerarios. La escuela secundaria inferior (el ciclo bsico como lo llaman aqu) se ha unificado hasta el 9, 10 ao de estudio. Y la unificacin ha reducido el nmero de instituciones diferentes. Otra tendencia ha sido desespecializar la formacin tcnica y profesional que, por tradicin, en Europa estaba dividida en muchas especializaciones. En los ltimos aos ha habido un gran movimiento en el sentido de concentrar la oferta de formacin tcnica y profesional por grandes ramas profesionales. Y otra reforma tiene
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Joaquim Azevedo es Doctor en Ciencias de la Educacin por la Universidad de Lisboa y se desempea actualmente como profesor en la Universidad Catlica Portuguesa, donde tambin es director de la Facultad de Educacin y Psicologa. Adems de haber investigado el tema de la innovacin en los sistemas educativos, fue miembro de comisiones de reformas de su pas, y entre 1992 y 1993 ejerci el cargo de Secretario de Estado de la Enseanza Bsica y Secundaria de Portugal. -Para comenzar, cules son los problemas o desafos centrales que atraviesa actualmente la escuela media? -A nivel internacional hay muchos problemas en toda la escuela secundaria, en la llamada secundaria inferior (de los 12 a los 15 aos) y en la superior (de los 15 a los 18). Esos dos perodos son muy importantes en el desarrollo personal, son perodos de descubrimiento de cada uno quin es, cmo es, qu quiere ser, cul puede ser su lugar en el mundo-; es un tiempo de descubrimiento que se hace en relacin con la autoridad, con los otros. Esto se produce en el momento de la secundaria, entonces son seis aos muy difciles. En todo el mundo se ve con mucha claridad lo que es la enseanza primaria, lo que son las enseanzas superiores, pero el perodo del medio tiene muchas ms convulsiones y cambios, y es donde hay ms incertidumbres sobre lo que debe ser. Pienso que hoy el gran problema de ese perodo escolar es la universalizacin. Pero no solo cmo convertirlo en obligatorio -muchos pases lo han tornado obligatorio y la Argentina es uno de ellos-, sino cmo se lo universaliza, cmo se lo vuelve accesible a todos, y cmo se hace para que todos hagan un itinerario educativo significativo sin ausentismo, sin fracaso escolar y sin abandono. Ese es el problema, porque que toda la gente llegue a la entrada de la escuela media ms o menos ya se va logrando, pero el problema es que a partir de ah hay seis aos de un recorrido muy difcil. En la generalidad de los pases se va perdiendo una parte importante de la poblacin, en algunos se llega a un 40 o 50 por ciento. Entonces, la gran cuestin es cmo lograr universalizar el acceso pero tambin ser capaz de responder a diferentes de-
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que ver con la capacidad de atender a la diversidad. En muchos pases se han hecho grandes esfuerzos para ver cmo responder a los nios y nias que, en situaciones lmite, no quieren estudiar. Es obligatorio, estn en la escuela, pero cara a cara a sus profesores les dicen que no quieren estudiar. Estn en la escuela en una actitud de desmotivacin muy grande y casi de rechazo. Y, muchas veces, la escuela tiene una actitud muy administrativa, pues la nica solucin que encuentra es la reprobacin y la repeticin. Es como una invitacin para que abandonen. Durante estos ltimos veinte, treinta aos, ha habido muchos esfuerzos para hacer frente a esta diversidad de contextos: culturales, sociales, individuales, intentando que las escuelas encuentren soluciones adecuadas a estos tipos de pblico muy especficos. Por otra parte, hay muchas reformas que apuntan a aumentar la opcionalidad de los jvenes en el currculum. Se estn cambiando los currculums para que haya una parte comn, obligatoria para todos, con las asignaturas ms estructurales, y despus que haya cada vez ms oportunidades para que cada alumno elija un tramo de su itinerario. A lo largo de los seis aos pueden ir experimentando lo que es un rea de ciencias, lo que es un rea de artes, lo que es un dominio tecnolgico. Experimentar diferentes asignaturas, diferentes tipos de saberes, diferentes tipos de expresiones; es una riqueza que al final les permitir elegir -en trminos de secundaria superior y despus en trminos de universidad o de proseguimiento de estudios- una opcin ms fundamentada. Esto tambin implica un autoconocimiento sobre lo que a cada uno le gustara hacer. La escuela debe asumir cada vez ms su papel de orientacin. En un contexto de tanta incertidumbre, de tanta dificultad para elegir una actividad profesional, qu ser de la actividad profesional en los prximos treinta, cuarenta aos? Cuntas profesiones nuevas van a existir y cuntas que hoy existen no existirn? Todo esto es muy cambiante,
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muy difcil, entonces lo que se plantea es que la escuela debe intentar, en esta dinmica, ser mucho ms orientadora. Tambin hubo cambios a nivel estructural, institucional; por ejemplo, en la gobernabilidad de la escuela. En rganos de gestin escolar se han involucrado cada vez ms los padres y las madres, los municipios, los alumnos, y los intereses econmicos, culturales, locales. Se han creado consejos escolares y las direcciones de las escuelas han dejado de estar exclusivamente en manos de los profesores y
han pasado a estar en rganos de este tipo, ms abiertos desde el punto de vista social, donde trabajan estos actores sociales junto con los docentes. Ese ha sido un cambio que se ha hecho en casi todos los pases. -Y qu resultados ha tenido este cambio en la gestin escolar? -En general, bueno, porque la escolarizacin de toda la poblacin hasta los 18 aos es, antes que nada, un problema de toda la sociedad. Si toda la sociedad se compromete en este esfuerzo se podr alcanzar; de lo contrario, no. Nosotros decimos que es necesaria mucha ms sociedad en la escuela. Hoy hay mucha ms escuela en la sociedad y es indispensable un movimiento en el otro
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Intentando con sus familias y con su contexto social, encontrar soluciones e itinerarios educativos propios y adecuados a cada uno de esos nios.
sentido, que pueda traer a la escuela mucha ms sociedad. Dentro de lmites definidos, hay que salvaguardar la cultura escolar y el trabajo autnomo de los docentes, pero es necesario que haya una intervencin cada vez ms clara en trminos de la definicin de proyectos educativos en las escuelas. Ah es importante que otros actores sociales locales tengan un rol. -Me qued pensando en este alumno que mira al profesor y le dice en la cara No quiero estudiar. Qu se les puede contestar a estas chicas o estos chicos que no quieren estudiar? -Es muy difcil, porque qu quiere decir que no quieren estudiar? Es necesario empezar un trabajo de dilogo en torno de esa cuestin. Es una gran cuestin. Por qu no quiere estudiar un chico o una chica y se lo dice al maestro, lo dice en la escuela y lo dice a travs de la familia tambin? Es importante partir de ese dato de la realidad;
larizacin. Intentando con sus familias y con su contexto social, encontrar soluciones e itinerarios educativos propios y adecuados a cada uno de esos nios. Es la nica solucin, porque la oferta educativa tpica no es respuesta para muchos de esos nios. -Y cules son los desafos pendientes para la escuela media? Cules son las cuestiones que todava estn por hacerse? -Una de las cuestiones ms importantes que se ve es que las reformas hechas durante estos ltimos treinta aos han sido reformas muy top down, pensadas por un pequeo equipo y aplicadas en todo el pas como si la realidad fuera una sola y todas las escuelas fueran iguales en sus caractersticas. En las leyes se puede escribir todo muy lindo, encantador; pero despus, en la realidad, hay una gran diversidad de situaciones. Entonces hoy se discute mucho que el Estado tiene que ser muy regulador y muy claro en trminos de definir las grandes orientaciones, pero hay una responsabilidad: por un lado, social; y por el otro, escolar -en los municipios y en las escuelas-, hacia la consecucin de los resultados y de los itinerarios de cambio que son inducidos por esas nuevas leyes. Y ese cambio es un cambio muy difcil de hacer, porque la tradicin es muy centralista y hay poca confianza en los colectivos escolares y en la profesionalidad del docente. Este es un camino que se est haciendo, hay una nueva generacin de reformas escolares que tienen ms en cuenta esa realidad diversa. Y en trminos de contenidos hoy se estn realizando muchos cambios en el rea de la diversidad: cmo no dejar caer a ningn alumno y cmo responder a todos. Cmo encontrar esta capacidad de mantener los vnculos so-
estamos intentando escolarizar gente que tiene muchas dificultades para entender los cdigos y los simbolismos de la escuela, que tiene dificultades para integrarse en los grupos de la escuela. El mundo cultural y la familia de esos alumnos estn muy distantes del universo cultural de la escuela, y todas esas dificultades se tienen que ir clarificando para percibir qu podemos hacer. En muchos pases, cada vez ms, hay un trabajo uno a uno, de seguimiento individual, con esos nios y nias que presentan mayores dificultades en relacin con su proceso de esco-
ciales de todos los ciudadanos sin dejar que ninguno se pierda en el camino en ese itinerario de 6 aos. Esa es la gran dificultad y el gran desafo: cmo se hace, con qu caractersticas de gestin escolar, con qu caractersticas de docencia y de profesionalidad docente, con qu tipos de equipos docentes, con qu currculums y con qu diversidad curricular. Todas son cuestiones que estn sobre la mesa. Cmo conciliar enseanzas generales y ms prcticas y tecnolgicas, por ejemplo, y cmo preparar a los ciudadanos para que puedan ejercer una ciudadana responsable al final de su formacin secundaria.
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correo de lectores
Evaluar: para qu, para quines
He ledo con atencin el dossier acerca de la Evaluacin (Monitor N 17, julio/agosto de 2008) porque es un tema que me interesa y que -comparto con los diferentes autores participantes- es an asignatura pendiente en la educacin en general y en la Argentina en particular. A nuestros alumnos y alumnas de diferentes niveles les son asignadas tareas para el hogar, lectura autnoma a realizar fuera del aula y an parcial extraulico, dependiendo de los diferentes niveles y/o modalidades que el sistema ofrece y que cada docente o institucin elige aplicar. Quiero referirme a la evaluacin de estos trabajos. Al ser realizados fuera de la posibilidad de acompaamiento del docente, e independientemente de apuntalar la posibilidad del pensamiento autnomo, intervienen aqu otras consideraciones como: la ayuda o no que la alumna o el alumno pueda recibir, las facilidades o dificultades de hallar el material en mbitos extraescolares, si su familia posee una biblioteca hogarea o si cuenta con una computadora con conectividad y otros aspectos culturales, econmicos y sociales. Por eso creo que es necesaria una profunda revisin de los pasos posteriores que tienen que ver con la evaluacin y hacer un distingo fundamental: una cosa es realizar la lectura del material elaborado por nuestra alumna o alumno, su apreciacin, su correccin si fuera necesario, para que ese trabajo se convierta en un verdadero material de estudio y pueda brindar una cierta seguridad acerca de su adecuacin y adhesin a las consignas o a la problemtica en discusin; otra muy diferente es que a partir de este trabajo se apruebe / desapruebe y por ende se lo califique junto al alumno. Creo que deberamos tener en cuenta que hay posibilidades y dificultades segn la alumna o el alumno del que se trate, y que en la mayora de los casos no conocemos en profundidad y con certeza; y podemos correr el riesgo de estar efectuando una evaluacin de la situacin familiar, cultural, econmica y social. Mi propuesta es que reflexionemos juntos acerca de esta situacin, que para m se puede resumir en la expresin: La tarea se evala, se corrige, pero no se califica. Entiendo que es un imperativo de justicia y de equidad insoslayable.
Rubn Romn. Profesor IFD Normal 32 Gral. San Martn, Santa Fe. rubenmroman@hotmail.com
Actualmente, estamos trabajando en experiencias de fsica de partculas, deteccin de radiacin de Cherenkov, deteccin de partculas csmicas de alta energa (muones), algn experimento de biologa, quimioluminiscencia y otros. Estamos en un pueblo rural, no tenemos al Instituto Balseiro cerca ni al Gran Colisionador de Hadrones a la vuelta; lo ms cercano es Ro Cuarto, a 220 kilmetros.
Csar Carlos Guazzaroni. Profesor Fsica y Qumica, IPEM N 188, Villa Huidobro, Crdoba. cesarguazzaroni@hotmail.com
Convocamos a todos los lectores y lectoras para que nos cuenten sus experiencias con la revista: Qu nmero le gust ms? Qu tema le result ms interesante? Pudo llevarlo al aula? Qu tema le gustara que desarrollramos? Otros comentarios? Escribir a: cartasmonitor@me.gov.ar
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EL MONITOR
os Eduardo Wesfreid es el diFsica y Mecnica de Pars, es profesor de distintas insrector del Laboratorio de Fsica y Mecnica en la Escuela de Fsica tituciones educativas e investigador del Centre y Qumica de Pars, Francia, una de National de la Recherche Scientifique (CNRS). las universidades ms prestigiosas del Considera una condicin indispensable de las demoplaneta y en la cual trabajaron ocho premios Nobel: entre ellos, Pierre y cracias actuales mantener informada a la sociedad Marie Curie, los descubridores de la acerca de los avances cientficos. radiactividad. En la actualidad, este argentino investiga cmo modificar los consumos (UTN) y trabaj un tiempo vendiendo lpices. En ese de la industria automotriz y ferroviaria, para disminuir momento, le ofrecieron un trabajo en lo suyo, en Francia, la emisin de dixido de carbono. Sin embargo, desde y emigr. All, hoy, adems de dirigir el laboratorio, es su laboratorio tambin fogonea la difusin de la ciencia profesor en distintas instituciones, investigador del a nias, nios y adolescentes y a la comunidad en geCentre National de la Recherche Scientifique (CNRS, el neral porque, segn dice, La Fsica tiene un rol funConicet francs), y el ao pasado gan el premio damental para cumplir en la democracia. Edmond Brun, uno de los ms prestigiosos de la disciWesfreid dej Buenos Aires en 1976. Antes, haba suplina en el planeta. frido la persecucin poltica de la poca: lo cesantearon de su cargo en la Universidad Tecnolgica Nacional -Qu relacin tienen ciencia y democracia? -Cada vez hay ms problemas vinculados con la ciencia y la tecnologa que aparecen mezclados con problemas cotidianos y de inters poltico, que hacen que uno necesite estar ms armado para tener peso en las opiniones. Un ejemplo de esto es el problema ecolgico, que est muy vinculado a asuntos cientficos o a la visin que los cientficos puedan dar sobre eso. El problema del recalentamiento global tiene importancia gracias a que se hicieron informes cientficos para ver si haba o no un verdadero cambio general. Ahora sabemos que el dixido de carbono es un problema real y hay que ver qu hacer. Como en otros aspectos, es importante que cada vez se d ms informacin cientfica, que permita a la poblacin tener ms elementos para comprender mejor la opinin y el trabajo del experto pero, sobre todo y fundamentalmente, para que no se dejen las cosas
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en manos de los expertos. Si empezamos por ah, despus la economa es para expertos y la poltica tambin. As se justificara un gobierno de tecncratas y un debilitamiento de la democracia. Esto no significa que un resultado cientfico deba votarse y que as definamos qu ley Fsica debe aplicarse en funcin del nmero de votos. Quiero decir que es una necesidad democrtica difundir los resultados de la ciencia y tener informada a la poblacin acerca de los problemas cientficos. -Y qu lugar puede ocupar la educacin para eso? -El primero. Hay cosas que es necesario saber sobre la ciencia, hoy. A m me molesta mucho cuando se habla del cientfico como alguien aislado del mundo, al que hay que mirar para arriba. Son solo trabajadores intelectuales como otros. La idea de que estn lejos no ayuda: hay que aproximar, para trasmitir y contar qu hay que saber y desmitificar la ciencia. Eso no significa que la ciencia sea fcil, exige muchsimo trabajo y dedicacin como otras actividades. Pero los conceptos elementales se pueden difundir para que la sociedad
tenga ms elementos para evaluar y tomar decisiones, porque hay muchsimos resultados de la ciencia que pueden tener inters para las polticas de un pas. Esa difusin impedir que los destinos de la sociedad sean solo resueltos por tecncratas. Es un tema muy complicado porque no se debe despreciar el rol de la experticia cientfica, pero s hay que transmitir al pblico en general aspectos importantes para tener una dimensin global ms o menos correcta. -Cmo trabajan la difusin cientfica desde el laboratorio? Es significativo desde el -Sin ser especialistas concepto de abrir el laboen educacin, teneratorio a la gente, aunque mos en el laboratorio es muy importante no una prctica imporsolo para los chicos, sino tante de divulgacin tambin para la educacientfica porque nos interesa. Desde hace cin de las cientficas y unos aos realizamos los cientficos.
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una actividad en la que se abre el laboratorio y se muestran quince experiencias. No damos un discurso para chicos de primer grado y otro para chicos de cuarto ao, es lo mismo para todos. Cada uno de los presentadores es alguno de los treinta cientficos que trabajan en el laboratorio, desde profesores consagrados hasta alumnos que estn haciendo su tesis. Es para chicos y grandes, y son temas de investigacin en serio y de actualidad. Es significativo desde el concepto de abrir el laboratorio a la gente, aunque es muy importante no solo para los chicos, sino tambin para la educacin de las cientficas y los cientficos.
-Por qu? -Porque obliga a los cientficos maduros a hacer un esfuerzo impresionante de elaboracin para explicar lo complejo del tema que estn trabajando al mximo nivel internacional, a pblico de todo nivel; sabiendo que estn presentes una chica, un chico, su madre, su padre, o un estudiante de ese tema especfico. Se debe ser preciso e ir al fondo del mensaje cientfico y de la idea. Eso es lo que uno necesita hacer todos los das en la comunicacin cientfica, mediante un artculo o una conferencia. Entonces, es un ejercicio muy importante para el propio cientfico. Nosotros hacemos Fsica y Mecnica de lquidos y slidos, una ciencia tangible que favorece mucho la visibilidad. Adems, trabajamos los temas de orden y desorden que muchas veces son llamativos y coloridos. Lo que decimos muchas veces es que lo interesante no es solo resolver un problema sino encontrarlo. La manera de limpiar un problema merece
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tanto respeto como resolverlo porque permite transformar a ese problema en cientfico. -Y qu ventajas tiene esa difusin para chicas y chicos? Muchas veces se quejan de que ven esos temas como muy alejados de la vida cotidiana. -Buscamos mostrar que la Fsica es una ciencia viva: no se trata de aprender lo que ya se conoce, que es mucho. Con eso no alcanza, hay que demostrar que hay una cantidad de problemas tan grandes o mayores, que no se resolvieron todava. De lo contrario, daramos el mensaje de que la ciencia ya est hecha y de que solo se trata de aprender, cosa que s hay que hacer. Pero ojo con pensar que todo est resuelto. Entonces, es importante decirles a los chicos qu es lo que uno desconoce, no solo lo que conoce. Primero, para que tengan una idea exacta de cul es el rol de la actividad e, incluso en muchos casos, para despertar vocacin. La ciencia es una cosa en movimiento y hay que mostrarla en vida, destacando que es algo que no termin. Uno de los ltimos directores de esta escuela fue Pierre-Gilles de Gennes que, despus de que obtuvo el Nobel de Fsica en 1994, se dedic sobre todo a dar conferencias sobre Fsica, en escuelas secundarias. Ah trataba temas actuales, porque una buena parte de lo cotidiano puede incitar a pensar la Fsica que aparece en esos aspectos. Pero no hay que exagerar: no todo es observable. -Qu temas trabajan en el laboratorio? -Junto con bilogos estamos intentando comprender las leyes de la propulsin animal. Observamos que muchos movimientos de pjaros e insectos producen torbellinos y entonces vemos cmo su reorganizacin genera diferentes fuerzas. Tambin hacemos control de flujo y de temas ambientales, porque si sabemos controlar los torbellinos detrs de un auto podemos modificar la friccin sobre el auto y se puede tener menor consumo, y menor consumo significa menor produccin de dixido de carbono. Desde hace meses, trabajamos con los ferrocarriles franceses para proponer sistemas de control de flujo a fin de reducir el consumo de los trenes de alta velocidad. Nosotros somos especialistas en estos torbellinos, que no se ven pero estn detrs. Y, al mismo tiempo, nos dedicamos a la comprensin de los movimientos ms bsicos como el comportamiento y entrelazamiento de estos torbellinos, problemas de Fsica fundamental que pueden o no tener sus aplicaciones.
Ivan Schuliaquer ischuliaquer@me.gov.ar
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Acercarse al dolor
ienen casi la misma edad que las Mientras se desarrolla el juicio por la tragedia sucedida vctimas de Croman. Y aunel 30 de diciembre de 2004 en el boliche Repblica de que estn en hora de clase, su aspecto es parecido al de aquellos chiCroman, donde murieron 194 jvenes, el tema sigue cos y chicas: remeras con inscripciosiendo una asignatura pendiente en la sociedad. Cmo nes de bandas, pantalones de jean, papuede la escuela dar cuenta de un episodio tan trauuelos, pulseritas, aritos y piercings. mtico? Algunos ejemplos de iniciativas desarrolladas Son alumnos de la Escuela Media Rodolfo Walsh del barrio de Villa al respecto, en distintos establecimientos educativos. Pueyrredn, una de las trece de la Ciudad de Buenos Aires que tienen orientacin en Comunicacin Social. Tal vez de ah les venga el entrenadice una de las profesoras. Y otra acota: Mientras ocumiento para participar, opinar, debatir y hasta arriesrrieron las tomas de los colegios, muchos docentes nos gar hiptesis propias. En el Espacio de Accin y asombramos de las formas de cuidado y organizacin Reflexin, el objetivo es discutir en torno a lo ocurrido que desplegaron los chicos. No s si ser consecuencia la noche del 30 de diciembre de 2004, un hecho que de Croman, pero algo de eso haba. uno imagina cercano a estos jvenes. Sin embargo, por En 2005, cuando empez el ciclo lectivo despus de momentos, hablan del tema con distancia, como si huCroman, el Gobierno de la Ciudad desarroll una biera ocurrido hace tiempo y como si tuviera poca reserie de acciones para trabajar en las escuelas. La psilacin con ellos. Tienen la misma actitud que cuando coanalista Silvia Bleichmar, contratada como especiahablamos de la dictadura, es decir: les duele pero lo lista, haba sugerido trabajar sobre tres lineamientos: el sienten ajeno, lejano, pasado, nos cuenta Walter Rago, valor de la vida, el proyecto de futuro y la legalidad. docente y asesor pedaggico de la escuela. Deca entonces en el diario Pgina/12: No se puede El tema de la conferencia es el llamado rock chadiscutir la seguridad por la vida si no se discute el valor bn como una de las formas actuales de la cultura pode la vida que debiera darles a los jvenes un proyecto pular juvenil. Alrededor de cien docentes de la Ciudad de futuro. Tambin se debate la puesta de lmites, pero lo de Buenos Aires escuchan con atencin en el marco del importante es la legalidad de quien pauta la accin, la rePosttulo de Amrica Latina, dictado por Cepa y coorcomposicin de la visin tica frente al otro. dinado por Mara Pa Lpez y Patricia Funes. Varios La psicloga Laura Kiel fue en aquel momento -2005de los participantes no logran contener el llanto cuanla responsable del proyecto que brindaba acompaado se aborda el tema Croman como metfora de las miento a las escuelas. Tiempo despus escribi en El relaciones sociales precarias en las que viven muchos Monitor un diagnstico sobre aquella situacin: Tengo de los jvenes que son tambin sus alumnos. Las posimis reparos para tomar puntualmente la tragedia de ciones de los docentes revelan la necesidad de abrir esCroman como analizador de los modos en que las espacios de discusin sobre lo ocurrido. El tema no se tocuelas se posicionan frente a situaciones traumticas, porca en las escuelas porque no sabemos qu hacer con que fue un episodio tan desgarrador y traumtico para la eso, tenemos miedo de no poder brindar contencin,
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sociedad en su conjunto que nos dej desprovistos de herramientas para poner palabras significativas a lo sucedido, para producir algn sentido colectivo que apaciguara el horror, sumado al tratamiento obsceno y la utilizacin por parte de los medios, y al contexto poltico en el que qued inscripto. Era inevitable que nos preguntramos qu les corresponda y hasta dnde, qu se poda pedir y esperar de las escuelas. Hoy, mientras se desarrolla el juicio por Croman, las palabras de Kiel suenan an ms actuales porque Croman sigue siendo una asignatura pendiente: hay dificultades para ponerle un nombre (tragedia?, catstrofe?, masacre?, accidente?), para determinar responsabilidades -por fuera de los imputados en el juicio- y para pensarlo colectivamente, ms all de ser o no un afectado directo. Cmo armar un relato sobre lo sucedido? Cmo hacerlo convocando a los afectados directos pero tambin sumando a otros? Qu otras voces deberan sumarse? Cmo apropiarse de un tema ante el que muchos dicen A m no me hubiera pasado, del mismo modo que en otras pocas decan En algo
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andarn? Cmo encontrar puentes entre adultos y jvenes cuando se trata de un tema vinculado a la fiesta de los jvenes? Cmo abordar la muerte de 194 jvenes desplegando tambin las nociones de valor de la vida, posibilidad de futuro y legalidad?
que, adems de dar algunas charlas en distintos colegios, las chicas y los chicos participaron haciendo stencils y carteles para las marchas. Haba uno que despus de explicar lo de Croman deca Si nos apoya, toque bocina. Los chicos lo mostraban en los semforos. Era una buena idea porque con solo escuchar, podas ir midiendo la aprobacin o lo contrario. A pesar de estas acciones Volkind dice que el silencio no fue tan fcil de romper. En una marcha descubr a un alumno de primer ao que haba estado en Croman y no lo haba dicho. Aun cuando nosotros habamos abierto el tema y en nuestra escuela funcionaban las asambleas, este chico haba callado. Me enter recin en la cuarta marcha y a travs de la hermana, no de l. El impacto en el que an estaba inmerso no le permita hablar ni participar. La escuela tena el espacio, estaba abierta, eso era pblico y a nadie le caba duda de nuestro compromiso. Pero l no abri la boca, ni antes, ni durante, ni despus. Nosotros tambin tuvimos que aprender a respetar esa decisin. Actualmente, segn cuenta, el tema est ausente, egres junto con los chicos que se haban hecho cargo de l. Qued corrido por otros temas, pas lo mismo que socialmente. Ahora solo se habla en trminos de los locos de Croman. ltimamente, las marchas son muy flacas. Es difcil acercarse al dolor. Mi pregunta siempre es cmo transformar la indignacin en accin y eso es muy difcil. La vida de los jvenes es lo ms desvalorizado. Hay una idea de una vida desvalorizada. Croman es un analizador de cmo estn los jvenes hoy. Armando Pacheco es profesor de Historia y trabaja en la Escuela Integral de Munro, donde hubo ocho vctimas fatales. La comunidad educativa, junto a la Asamblea del barrio y los familiares, llev adelante diversas acciones para pedir justicia y recordar a las vctimas, en un partido, el de Vicente Lpez, donde an est vivo el episodio de Keyvis. En un primer momento, de mucha solidaridad, se realizaron marchas y muestras en escuelas con el objetivo de contar quines eran los jvenes fallecidos, como modo de disputar el discurso culpabilizador de muchos medios de comunicacin. Finalmente, pudieron concretar la realizacin de un monumento en la Plaza de Munro, ubicada en Alem y Marconi. Las escuelas son testimonios mudos que reflejan a la juventud como vctima de esta sociedad. Hay escuelas donde se vive ms el dolor poscroman y escuelas donde se vive menos; pero en general, creo que a la escuela le cuesta mucho hacer mencin al tema
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Croman. Para paliar esta dificultad, Armando invit a algunos padres y madres de las vctimas a que cuenten en el aula quines eran sus hijos. A los chicos les sirve mucho cuando viene alguien y les dice Yo soy tal persona y les cuenta lo que les pas. Les gusta el testimonio directo, dice y reconoce las limitaciones presentes a la hora de armar un relato sobre Croman. Nosotros, lo nico que podamos ofrecer era acompaamiento, estar con ellos. Siempre hay mucho llanto cuando se habla de Croman, porque obviamente lo que sucedi es terrible. Y no tenemos un discurso slido para explicarlo, por eso siempre en este tema hay
religin, msica, trotskismo, un poco de todo. Cada uno tiene su espacio. Creo que a pesar de esa falta la escuela tiene que estar ah, enseando, no solo dar la parte tcnica, sino ensear a ser solidarios. Al igual que los otros entrevistados, Armando percibe con preocupacin cmo el tema se esfuma de a poco de las aulas. Cuando aparece, dice, lo hace asociado a ese gran significante que es el tema de la seguridad. Seala que, entonces, surgen serias dificultades para encararlo pensando en la justicia y en lo comn de la tragedia. Las chicas y los chicos estn imbuidos de los discursos que circulan. En relacin a Croman aparecen varios enfoques. Uno es el que dice que si pas eso es porque andaban en algo raro, les pas porque iban a esos lugares, a m no me va a pasar porque no voy a esos lugares. Y el otro es el discurso de la tribu, yo soy de una tribu diferente, as que nada tengo que ver con eso. Me parece que Croman obliga a preguntarnos cmo entender los derechos humanos en este nuevo contexto poltico.
Cecilia Falshland Violeta Rosemberg
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EL CUENTO
na soberana nube cuelga a baja altura sobre la fronda del Parque Arcdico. Es voluble en sus grises, es artificial, y a veces se descarga en lloviznas que vuelven la vegetacin ms verde y ms brumosa, como una idea demasiado fresca para aceptarla del todo. Ms arriba, indiferente, el sol descascara los edificios que rodean las seis manzanas del Parque. Empieza el verano en el hemisferio sur. Hace bastante calor. La variada decrepitud de los edificios indica la suerte mala o aceptable de unos comerciantes que en este momento no estn, porque son las tres de una tarde de sbado. En las altas oficinas comerciales, carteles en manch, yiddish, fins, aymara y espaol se suceden como vestigios de empresas no del todo caducas. Por la embalsamada calle Pasteur dos chicas se acercan a la frontera del Parque Arcdico. Visten bermudas de vinilo y remeras reflectantes contra el sol. Caminan mordisqueando heladonios de kach, indecisas entre la languidez desgarbada y el fastidio vivaz. Pueden tener diecisis aos. Pongamos que una se llama Myra y la otra Fanni; es lo de menos para m, que las conozco bien porque soy socilogo. Vanlas all en la vereda del parque, debatiendo algo. Se tocan mutuamente las barrigas con dedos regaones. Resoplan o ren. La curiosidad inapetente se les irradia en mltiples direcciones. Un pequeo turbotaxi que pasa al ralent las envuelve en una estela de polvo ftido y el piropo guaso del chofer. El vendedor automtico de abanicos murmura su reclamo en coplas mal rimadas. Las chicas parpadean. Por la explanada entran al parque ancianos vivarachos, inmigrantes taciturnos, periodistas o brokers adictos al ensueo, padres recientes, gente confiada en que el deseo natural los libere por un rato del yugo de la cultura. Hay en la humedad de la fronda una pulsacin grave y algo coactiva, como si el alma del Parque llamara a los paseantes advirtindoles que si no entran reventar contra la calle. A las chicas nada les parece entretenido ni comprensible. Estn mirando a una patota de haraganes, no mu48
cho mayores que ellas, que a diez metros de mi cabina tienen acorralado a un gatito que merodeaba el parque. Le escupen licor, lo azuzan con patadas y uno ya est ajustando el voltmetro de un lanzagujas elctrico. Las caras les chorrean un desmesurado sudor de gula. El gato callejero, esa criatura que no se ha logrado reproducir en laboratorio, es letal cuando se enfurece, pero las uas parvas de este gatito pardo an no dan demasiado miedo. Los brutos bailotean. No lejos de ellos est el guardia blindado. Firme en su reciedumbre, el tipo duda de que haya en la actitud de los muchachos un mal juzgable. Bajo el uniforme negro, dos capas de polmeros le cubren una interface que integra visin, comunicacin y capacidad de fuego. Injertada a la sien derecha lleva una computadora de apoyo para anlisis de situaciones y planificacin tctica, y ahora, acomodndose el armamento, el guardia delibera internamente. No ha costado barato ese hombre, como para que intervenga por una fruslera. Los atorrantes ya han ensartado al gatito en una aguja y le asestan una descarga de ochocientos voltios. Cuando mi abuelo era joven se crea que muchos pobres violentos eran criminales; hoy un guardia no considera que estos muchachotes bien vestidos estn cometiendo un delito. Son simples Pepolos, criaturas de placer sin lmites, hijos de una rigurosa educacin en la Perversidad Polimorfa. Los estudios sociolgicos me han enseado que el Pervopolimorfismo no es una corriente clandestina ni una faccin de ricachones; es una opcin comunitaria como otras de nuestro siglo; una creencia, una va a la felicidad por el gozo inmediato sin prejuicios. Un guardia democrtico como ste carece de informacin para reprimir a unos pibes cuyo cuerpo catico disfruta entero con el sufrimiento de un animalito. Los pepolos son fanticos de la danza. Bailan tan bien que les basta admirarse entre s, o cada cual a s mismo, razn por la cual a chicas como Myra y Fanni el baile ha empezado a repugnarlas, tanto que odian a los pepolos con un odio que no pueden argumentar claramente. Mientras,
tres pepolos se empujan por recoger al animalito desmayado. Yo he visto escenas as y s que se avecina algo muy desagradable. Fanni le gritara al guardia que les d un mamporro pero la inseguridad la paraliza. Myra va a entrar en trance, imposible saber si de furia o fascinacin. Fanni la arrastra del brazo. Pagan el ticket y entran en el Parque Arcdico. Qu otra cosa van a hacer dos chicas como ellas un sbado a la tarde. Yo, que nunca dejo de estudiar, les sigo los pasos por el pantalltor de la cabina. O sea que all van por la mullida grama del parque, descalzas como aconseja el reglamento. El Parque Arcdico es un espacio sin sendas, sin canteros, sin cubos para papeles ni juegos para nios: una vaga extensin de hierba que parece silvestre, amenamente umbra de arrayanes, castaos, bojes y ebalnos, humedecida por la nube, vigorizada por una red de haces de fotosntesis.
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Las chicas pasean entre matas de agracejos. Canta un sinsonte. Hay un exagerado aroma a romero. Sobran algunas gotas roco. Y a cincuenta metros de la calle el parque ya es una foresta idlica donde una mnima imaginacin basta para alucinar, no digamos un rebao de cabras, pero sin duda un cervatillo. Y las chicas ven un cervatillo, en efecto. Yo no asegurara que es elctrico porque hay ah dentro animales de verdad, cierto que un poco mustios. Cuando la gran superficie comercial que dominaba el barrio del Once termin de venirse abajo, ni a nuestro macilento estado ni a los empresarios les cost recaudar bolos para cubrir el terreno con barro del ro. Eran tiempos de espiritualismo. Los espiritualistas, una fuerza impetuosa y estricta, pusieron la planificacin, el gusto buclico, la lrica y el dinero para el surtido vegetal y la fauna de un Parque Arcdico, y el parque fue un primor.
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Entonces cremos que se haba clausurado la era de lo material. Pero los espiritualistas son volubles y pronto se cansaron de abandonar sus barrios de montaa para venir a la ciudad a ver rboles. Por eso ahora nadie sabe si el Parque Arcdico, abandonado como est, es un museo del edn perdido o una trampa del mal; hay muy pocos que tengan el saber moral especfico para decidirlo. Y sin embargo bastantes porteos vienen a solazarse un rato, y compartir vino y queso, en un bosque que prefigura la cortesa, la pureza, la virtud y las prudentes pasiones de una edad urea futura que no hace falta anhelar, ya que est aqu. Vean si no esa lograda ardilla que se las ingenia para roer una bellota. Vean a la enfermera de licencia que se ha disfrazado de pastora y provoca a un seor lavndose en el arroyo. Myra y Fanni pasean por ah buscando no esgunfiarse mucho. Tambin buscan respuestas, no se crea. Son chicas conflictuadas, padecen sus titubeos. Vienen al parque a ver si la decorativa atmsfera de jovialidad las orienta un poco. Qu tienen para elegir? Ah est el Otero de los Posedos, donde los amantes melanclicos clavan en las hayas versos que a lo mejor no leer nadie. Est el Prado de las Revelaciones, donde imgenes de la diosa Rsalin LaSeda murmura parbolas pastoriles. Est el rea llamada Sueo de Verano, un rincn con fama de libertinaje donde se ve mucha guirnalda de flores, algn fauno contratado, un mercado flojo de intercambio de parejas. Est el Lugar del Sueo de la Razn. All, dicen, matas de adormidera y camo fuerzan en el durmiente unos monstruos que son el reverso del pensamiento honrado. Se ven con claridad, los espectros, y la experiencia es impresionante, pero las chicas prefieren no internarse porque est claro que antes de soar ah algo monstruoso hay que haber entrado en razn; y lo que menos les gusta a las chicas es confirmar que an son pobres de espritu. Confinadas en su adolescencia, Myra y Fanni procuran abandonarse al ambiente y en cierto modo se distraen. Reverbera la luz entre el follaje, como un chisporroteo de corazones exaltados, y en los claroscuros flotan olores a heno y sudor, y sones de ocarina y bordoneo de abejorros. Con todo esto los sentidos se alteran, y uno oye con la vista y huele con el odo. El conjunto es aceptablemente perturbador si lo que se persigue es, digamos, rasparle el xido a la mente. Pero como nuestras chicas tienen la mente impecable, lo que deciden es ir al cine, ese arte envejecido que incita a pensar contando historias emotivas. El tugurio azul del cinematE L C U E N TO
grafo est en un rincn selvtico del parque. Las chicas entran. En la sala bilateral titilan las dos pantallas. El giro autnomo de las butacas obliga a mirarlas alternativamente, con una voluntad de complemento y sntesis que slo los cinfilos disfrutan como cabe. Esta tarde, la pelcula dramtica trata de una bella ejecutiva que slo ama su xito; de pronto, en un solo da, el marido la deja acusndola de egosta y la empresa la despide tachndola de manipuladora; cuando baja a la calle en el ascensor, oye a un viejo mencionar una cifra; aturdida,
ella juega a la lotera y gana una fortuna; pero un ataque de supersticin le impide usar la plata hasta no recompensar al viejo que sin quererlo le dio suerte; sucesivas complicaciones, o la coraza tica de ese hombre que no se deja manipular, le impiden una y otra vez saldar la deuda, y en ese fracaso repetido la mujer empieza a volverse dcil y atenta. La otra pelcula, una comedia de terror, trata de un matrimonio medio que compra un juego de simulacin para el ocio; conectados juntos en la cama, se hunden en la experiencia virtual de que uno de los dos se reduzca de tamao; como no se sabe a cul le toca achicarse cada vez, ni cunto, la historia abunda en enredos sensuales y planos fsicos inquietantes; hasta que la aficin compulsiva al juego sume al matrimonio en una pesadilla de estrategias de la cual slo lo redime el sorpresivo embarazo de la mujer; aunque no del todo, porque no se sabe en qu escala nacer el hijo. Dos sesiones seguidas del espectculo permiten a
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Fanni y Myra pasar bien la parte ms anondina del sbado. En las arboledas del parque, el balanceo de las ramas ya desata en la concurrencia moderados xtasis naturales y una lujuria de atardecer. Las chicas, mareadas, se aplican a la tarea agobiante de establecer relaciones entre las pelculas, convencidas de que algn concepto obtendrn para situarse en los asuntos no menos enmaraados de la realidad. Caminan calladas. Si algo les encanta del cine es esa pizca de desasosiego que las obligar a volver. Salen del parque satisfechas. Pero en la acera la banda de Pepolos sigue tortu-
rando al gatito. Puede que sea otro, porque ha pasado un buen rato, pero en todo caso, al sol trrido del crepsculo, la nube humidificante se vuelve roja como un hgado mal cocido, como el pellejo ensangrentado del bicho entre las manos de los pepolos, y el pensamiento de las chicas se enardece. Los visitantes del Parque se hacen los distrados. El guardia no se inmuta. Las chicas buscan un alegato y en un paroxismo de desconcierto reparan en la Cabina de Asistencia Anmica. Entonces vienen a desahogarse conmigo. Qu tnico puede ofrecer un socilogo a estas almitas, aparte de un poco de t con hielo? El municipio me paga por instruir conciencias pero, despus de tanto conversar con los porteos, ni las cartillas de terapia rpida ni los manuales de sociologa me sirven para otra cosa que para relativizarlo todo. Y yo querra tener convicciones fuertes; porque las chicas, agitadsimas, me acribillan a preguntas. Me interpelan, como
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si yo tuviera autoridad o conociera una ley. Fuera, los pepolos estn rociando al bicho con kerosene. Yo digo: presumiblemente, chicas, ustedes pensarn que esa situacin no se justifica. Pero su reaccin, la de ustedes, es una respuesta a algo real, por ejemplo lo malo, o es mero resultado de un temperamento particular? Piensen, muchachas: en virtud de qu mxima general cabe asegurar que ciertas conductas son ms recomendables que otras? En la naturaleza no hay mximas, verdad? Podemos condenar a la avispa que pica a nuestro vecino? Y el cachetazo que la mata? Etctera. Hablo y hablo con tal frenes que tardo un rato en darme cuenta de que Fanni, y detrs de ella Myra, ha corrido hasta los pepolos y les est gritando Paren de una vez, cretinos, Eso es una porquera, e intenta arrebatarles el cadver del bicho y, como no lo consigue, y ellos se le echan encima, de una sola, exquisita y seca patada de kogue-ten manda a tres mequetrefes de jeta a las baldosas. Ja. Yo bebo mi t de un saque, tambin, como si el saber discursivo me hubiera puesto frente a su borrosa justificacin. Ahora se ha armado una trifulca grandiosa. Torpes para la lucha como son giles para el baile, los pepolos no logran sujetar a las chicas. En cambio s las atrapa el guardia de seguridad, que, como bien s, acaba de consultar su analizadora de situaciones y se cree justificado para actuar. El guardia mide dos metros veinte. Las prtesis que le rematan los brazos agarran a las chicas por el pescuezo, una de cada lado, y las sostienen en el aire como si fueran elsticas bolsitas de mercado. Aprovechando el estupor, yo me deslizo a recoger al bicho muerto, que es efectivamente un gato. Ya lo enterrar; tambin de eso puede ocuparse un socilogo. Mientras, el Parque Arcdico recibe la noche y exhala una sencilla bienaventuranza. Los pepolos se ren, defraudados. Yo busco en el animal muerto una definicin irrebatible del mal. Las chicas cuelgan de los dedos del guardia, pataleando, ruborizadas de rabia, pugnando por articular lo que el cine puede haberles dado, aunque a salvo ya del aburrimiento sabatino. Creo que podemos dejarlas as, de momento, como al fin de la primera etapa de un aprendizaje que ser largo, no dudo, y vyase a saber si se completa.
Marcelo Cohen Marcelo Cohen / Escritor, traductor y periodista, naci en Buenos Aires en 1951. Vivi en Barcelona desde 1976 hasta 1996, ao en que regres a Buenos Aires. Entre otros ttulos, es autor de libros de relatos: El buitre de invierno, El fin de lo mismo, Los acuticos; novelas: El pas de la dama elctrica, El odo absoluto, Donde yo no estaba; ensayos: Realmente fantstico!.
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Por estas razones, el portal educ.ar est pensado como un espacio de accin e intercambio ms que como un megaalmacn de recursos; como una plataforma donde pueden tener lugar los procesos presentes y futuros para construir saberes y desarrollar prcticas escolares. Desde su rediseo en 2007, educ.ar est dividido en cuatro secciones que tienen que ver con cuatro tipos de acciones docentes: Recursos educativos (ensear), Noticias y agenda (informarse), Capacitacin (aprender, actualizarse) y Debate (expresarse, intercambiar). Desde estos cuatro ejes, un docente puede realizar infinitos recorridos de acuerdo con sus necesidades, intereses y demandas. Un docente puede buscar recursos para sus clases, organizar varios recursos como un todo en los portafolios, recomendarlos a un colega. Tambin puede acceder a informacin seleccionada por periodistas sobre novedades del mbito educativo y tecnolgico para construir el escenario de los cambios de la sociedad de la informacin; asimismo, puede tomar cursos de capacitacin en nuestra plataforma de e-learning y publicar textos con sus experiencias en una comunidad de pares. Para tomar un ejemplo, una profesora o un profesor de Ciencias Sociales o de Geografa puede encontrar en educ.ar diversos materiales para trabajar con el tema de los biomas de la Argentina utilizando el buscador, la navegacin organizada por rea y nivel educativo -entre otras opciones- o la nube de etiquetas. Con estas herramientas encontrar recursos como planes de clase, videos, mapas e imgenes. Este mismo docente puede guardar esos recursos en los portafolios de educ.ar y tenerlos disponibles siempre que quiera. Luego podr armar una planificacin o una clase utilizando algunas de las metodologas que experiment en los cursos de e-learning del portal. La experiencia que resulte: la planificacin, los trabajos de los alumnos, las reflexiones que aparezcan pueden publicarse en cualquiera de los blogs del portal, como Educacin y TIC o el Espacio de innovacin docente, donde podr recibir comentarios de sus colegas. Asimismo, alguna de las convocatorias de mejores prcticas que peridicamente se realizan en el portal tambin puede ser el destino final de algunas de esas experiencias. Hay muchas maneras, niveles y caminos para usar la tecnologa. Es importante que todos los docentes y alumnos de la Argentina puedan acceder en forma igualitaria a estas prcticas y estos soportes, y educ.ar se propone como un mbito para conocerlas, obtener insu-
mos para llevarlas a cabo, guas didcticas para realizarlas y espacios para exhibirlas. Un lugar de circulacin y difusin amplia de contenidos y saberes, de herramientas y sistemas para una ecuacin dirigida a la sociedad del conocimiento.
Estrategias y recursos para prcticas innovadoras Desde hace unos aos, el portal educ.ar se ha posicionado como un espacio de referencia para docentes. Participacin activa, colaboracin, banco de recursos y de pequeas y grandes ideas, educ.ar es un espacio generador de prcticas innovadoras donde tambin se comparten, discuten y debaten experiencias de docentes o colegas y de expertos. Qu ventajas ofrece el portal educativo educ.ar? Ingresar a www.educ.ar permite utilizar los diversos servicios pensados para la comunidad educativa, y muy especialmente para los docentes argentinos, as como una propuesta concreta a fin de participar activamente en una comunidad de docentes. Una comunidad confor-
mada por profesionales de la educacin de todos los puntos del pas, donde lo primordial es aprender en compaa de los otros, de las experiencias y de los proyectos compartidos. A partir del aprovechamiento de esta comunidad y de los mltiples recursos que el portal ofrece, es posible planificar clases diferentes, disear proyectos creativos y generar nuevas prcticas educativas. As, por ejemplo, Natalia es docente de nivel Primario y accede peridicamente a educ.ar para buscar recursos complementarios para sus clases, como actividades de prctica de los temas comprendidos en sus unidades didcticas.
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Entrevista participativa
La propuesta consiste en invitar a docentes, alumnas y alumnos de todo el pas a enviarnos -por correo electrnico- las preguntas que quieren hacerle al entrevistado. Su diseo resulta de una seleccin de las preguntas que nos lleguen. La entrevista se presenta en un video, donde aparecen tambin las imgenes de quienes participan con sus inquietudes. Esta invitacin es una de las formas posibles de utilizar la tecnologa en la construccin colaborativa de conocimiento, en la que educ.ar viene trabajando desde diversos proyectos y servicios, y brinda interesantes posibilidades para el trabajo en clase. Invitamos a todas y a todos a visitar la seccin de entrevistas de educ.ar, donde prximamente se anunciar el nombre de la nueva persona que se entrevistar. Esta seccin viene presentando desde 2003 un nmero importante de entrevistas a prestigiosos escritores, artistas, pedagogos, socilogos, psiclogos, neurocientficos, docentes, especialistas en TIC, expertos en videojuegos, bloggeros -entre otras personalidades destacadas-, que ofrecen material para la actualizacin permanente de los docentes y el trabajo en la escuela, a partir de las distintas voces involucradas en la sociedad de la informacin. Ms informacin en http://portal.educ.ar/noticias/entrevistas/
O el caso de Martn, que es docente de Matemtica de nivel Polimodal, y utiliza el espacio virtual Par@educ.ar como fuente de referencia y bibliogrfica para mantenerse actualizado. Tambin participa de los debates de ese espacio. Con sus alumnos y alumnas utiliza una serie de recursos interactivos y simulaciones de Matemtica, que ya forman parte de su portafolio personal (una buena manera de tener siempre a mano la seleccin y evaluacin que ya realiz de esos materiales). Eugenia es docente de Informtica. Ella busca, selecciona y utiliza software de educ.ar con sus alumnos para reforzar ciertos contenidos trabajados por las maestras de grado. Estos son algunos ejemplos de los modos en que los docentes utilizan educ.ar. El portal es un banco de materiales pensados y diseados para ayudar a los docentes en su prctica diaria, un reservorio en constante actualizacin de: Sugerencias metodolgicas. Monografas. Unidades didcticas. Experiencias educativas. Informes tcnicos. Actividades de ejercitacin. Tutoriales. Webquest. Proyectos. Bibliografa digitalizada. Actividades interactivas y simulaciones.
T E C N O LO G A
transformacin de tomos en bits1, cualquier contenido, sea texto, sonido, video o imagen puede traducirse a un mismo lenguaje digital, y permitir el recorrido de los contenidos travs de diversas plataformas. Pero no se trata solo de 1 (unos) y 0 (ceros). Uno de los aportes ms importantes de internet como medio de comunicacin ha sido la redefinicin de la relacin entre productores y consumidores. El paradigma segn el cual unos pocos producen contenidos para otros muchos, caracterstico de la televisin, se est desdibujando para dar lugar a uno nuevo, el de la red, en el que todos somos potenciales productores y espectadores a travs de una multiplicidad de plataformas. Por ltimo, el escenario actual de medios nos muestra un conjunto de cambios culturales significativos, que an no comprendemos en su totalidad pero que ya estn delineando la forma en que las nuevas generaciones crean, se comunican, interactan. Es lo que Henry Jenkins2 denomina cultura de la convergencia. Se trata de la explosin de nuevas formas de creatividad, en las que los usuarios, ahora devenidos productores, crean activa y colectivamente y distribuyen sus contenidos. Se trata en definitiva de nuevas maneras en las que las audiencias se comprometen con, y les dan sentido, a los contenidos de los medios. Es en esa interseccin entre nuevas tecnologas, mltiples plataformas y cultura participativa donde el proyecto de convergencia de Encuentro est creciendo. Porque una televisin educativa debe entender estas transformaciones y ser un espacio donde la calidad de los contenidos se multiplique con los aportes de los usuarios como productores, con amplias potencialidades educativas. Desde sus inicios, el Canal Encuentro se ha desarrollado al mismo tiempo en televisin y en internet. Como proyecto educativo ha buscado brindar herramientas pedaggicas que, desde ambas plataformas, expandan las posibilidades y competencias educativas necesarias para enfrentar los desafos del siglo XXI. De esta forma, a la excelente calidad de los programas de Encuentro se suman los contenidos y propuestas desarrollados en el sitio www.encuentro.gov.ar: desde los minisitios de programas, los foros y comunidades de docentes y pblico en general hasta la Mediateca y el Espacio Docente. All se ha desarrollado la coleccin Ideas para el aula, cuyo objetivo primordial es contribuir a profundizar y complementar los contenidos televisivos para su uso en el aula, sumndole el valor interactivo y multiplica55
dor de la web, y proponiendo un acercamiento sistemtico de los docentes a las TIC. Estas propuestas, al igual que todos los contenidos del sitio, pueden ser votadas, comentadas y recomendadas; lo que permite construir un canal dinmico, basado en la participacin constante de los usuarios, instancia fundamental para el trabajo en red y en comunidad. Estos son solo algunos de los recorridos y experiencias que se han llevado adelante en estos dos aos de trabajo, y quedan an en carpeta otros tantos proyectos que pronto saldrn a la luz. Propuestas que se orientan a la democratizacin de los contenidos, a profundizar en modelos de interactividad, y a potenciar el lugar de los televidentes y usuarios como productores de contenidos. El futuro de la televisin y de internet es an incierto, pero lo que aparece como un camino posible es que
este depender de la convergencia de ambos, de la hibridacin entre televisin y nuevas tecnologas. De qu hablamos cuando hablamos de convergencia? Hablamos de trabajar en y con ambos medios, que se transformen y se potencien uno al otro, y de que el resultado no sea una suma de mensajes, circuitos y destinatarios sino una transformacin de cdigos, de relaciones comunicativas y de contenidos. Se trata de un camino que pocos han transitado an y que presenta enormes desafos que es necesario enfrentar; en especial, para proyectos pblicos como Encuentro y para pases latinoamericanos como la Argentina, que an tienen brechas tecnolgicas y educativas por afrontar.
1 Negroponte, Nicholas: Ser digital, Buenos Aires, Atlntida, 1995. 2 Jenkins, Henry, Convergence Culture: Where Old and New Media Collide, New York University Press, 2006.
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Noticias de Encuentro
La nueva temporada del canal del Ministerio de Educacin Cinco Martn Fierros de la Nacin ofrece propuestas novedosas, que buscan El lunes 10 de noviembre se realiz la decimocuarta edicin de los preampliar y democratizar el acceso y la participacin de los mios Martn Fierro a las mejores proespectadores en los contenidos de la emisora. Con cinco ducciones de cable del ao 2007, otorMartn Fierros de la TV por cable, por su produccin en gados por la Asociacin de Periodistas 2007, Encuentro se afirma como una alternativa cada vez de la Televisin y la Radiofona Argentinas (Aptra). Canal Encuentro ms slida de televisin de calidad. particip por primera vez en la ceremonia y obtuvo cinco galardones, por lo que se convirti en la seal ms preducciones nacionales e internacionales que les gustara miada. volver a ver durante el verano del 2009. Para participar Abuelas 30 aos, ciclo conducido por Estela de de Program vos, hay que ingresar al sitio web de Carlotto, obtuvo el premio al mejor programa de Inters Encuentro (www.encuentro.gov.ar) y votar. Hay tiempo General; Laboratorio de ideas, serie que conduce Adrin hasta el 14 de diciembre de 2008. Paenza, fue premiada en la categora Cultural/Educativo; Pakapaka, la franja infantil de Encuentro, fue galardonada *** en su condicin de mejor programa infantil; Los caminos Verano y series de Atahualpa se llev el premio a la mejor produccin Documental; y la serie Oficios fue ganadora en la terna En el verano, Encuentro emitir completa la serie de programacin de Servicios. Pueblos originarios. Esta produccin, que nos acerca a la mirada y a la voz de los pueblos originarios en toda su *** diversidad y riqueza, tiene 29 captulos (se emitir un La vida en democracia captulo por da). En el marco del 25 aniversario de la recuperacin de Tambin se podr volver a ver otra de las producciola democracia, el prximo 10 de diciembre se estrenar nes de Encuentro ms solicitada por el pblico: la serie un programa especial dedicado a analizar y a recordar esOficios (un oficio diferente cada da). De esta manera, ta fecha. Ser el lanzamiento de una coproduccin conquienes estn interesados podrn seguir el curso de su injunta entre Canal 7, el Ministerio del Interior y Canal ters. Program vos completar esta propuesta de proEncuentro, de una serie sobre la vida democrtica, que gramacin con las producciones que las y los televidenestar en la pantalla a partir de abril del 2009. Este emtes de Encuentro hayan solicitado y votado. prendimiento marca el inicio de un proyecto entre Canal Adems, habr estrenos nacionales. Entre ellos, la seEncuentro y Canal 7, con el fin de encarar coproducrie conducida por el filsofo y escritor espaol Fernando ciones junto con ministerios nacionales. Savater, donde se presentar la vida y obra de los grandes pensadores contemporneos e internacionales, como *** la produccin brasilea dedicada a los destacados esConvocatoria: Program vos critores del pas vecino y el programa que retratar a los Encuentro invita a participar de la programacin del prolficos artistas plsticos del rico acervo cultural de canal. Ahora las y los televidentes podrn elegir las proMxico.
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Convergencia: Proyecto Video Bajo Demanda Con el objetivo de generar nuevas maneras de interactuar, de participar y de colaborar con las y los usuarios-espectadores, Encuentro lanzar el Video Bajo Demanda. Consiste en un sistema de video a la carta o video a pedido, que permite al usuario ver y descargar un captulo o programa concreto en el momento exacto en que lo desea, sin depender de la grilla de programacin. Adems, a diferencia de la televisin convencional, el televidente puede detener el programa, pausarlo, rebobinarlo o adelantarlo. Aprovechando las caractersticas propias de cada plataforma internet+televisin, se desarrollar prximamente un sistema de descarga libre y gratuita (para uso no comercial) de programas de Encuentro de produccin propia, desde el sitio web del canal. De esta manera, se busca ampliar y democratizar el acceso de docentes, de estudiantes y de pblico en general a los programas de Encuentro, con una plataforma de distribucin de contenidos diferente a la de la televisin por cable.
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Primarios y Secundarios de la cartera educativa; la Coleccin Ciencias, con los mejores programas de Ciencia y Tecnologa realizados por Encuentro; y la Coleccin Oficios, que ofrecer los cursos de la serie para diversas organizaciones; como por ejemplo, las instituciones carcelarias. ***
Ms all de la pantalla: Colecciones Con el objetivo de poner a disposicin de los y las docentes los contenidos generados por el canal, se desarrollan las Colecciones Encuentro, en formato DVD, para contribuir as con los procesos de enseanza. En su primera edicin, la coleccin consta de 13 DVD con una seleccin de treinta horas de los programas ms requeridos y comentados, que se entregan junto con un CD de navegacin, en el cual se incluye una orientacin de uso del material para los y las docentes, material complementario e ideas para el aula. Las escuelas que deseen obtener estos materiales debern escribir a: info@encuentro.gov.ar . Durante 2009 sern lanzadas ms colecciones. Entre ellas: la Coleccin FinEs, con material audiovisual complementario del Plan de Finalizacin de Estudios
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Nueva sede en la ex ESMA Canal Encuentro tendr su sede en el Espacio para la Memoria, la Promocin y Defensa de los Derechos Humanos. Un sector del predio de la ex Escuela de Mecnica de la Armada (ESMA) fue cedido -por el ente pblico que conforman los organismos de Derechos Humanos- a Encuentro. Se est trabajando en las cuestiones edilicias y de arquitectura, y se proyecta que, en el segundo semestre de 2009, Encuentro pueda funcionar en ese predio. La mudanza implicar un profundo compromiso en el camino de transformar y de dar nuevo significado a un lugar de tortura y muerte, para convertirlo en un espacio de creacin y aprendizaje. En esta iniciativa, la memoria ocupa un lugar central ya que la construccin del futuro se entrelaza necesariamente con nuestra historia.
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San Martn. El cruce de los Andes Canal 7, el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA) y Canal Encuentro han firmado un convenio de cooperacin con el propsito de realizar la produccin conjunta de San Martn. El cruce de los Andes. Esta docuficcin para TV ser la continuacin de San Martn. El combate de San Lorenzo, estrenada en junio de 2007 en Encuentro y emitida tambin por Canal 7. El trabajo de preproduccin ya ha comenzado. Ms informacin a: contacto@encuentro.gov.ar o en: www.encuentro.gov.ar
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CONVERSACIONES
bajo acadmico y a la docencia universitaria como a la divulgacin. En el Canal Encuentro, fue asesor de contenidos de historia en el docuficcin San Martn. La Batalla de San Lorenzo, coordinador del ciclo de documentales Historias de un pas. Argentina siglo XX y de Bio.ar, programa de biografas en el que trabaja, adems, como conductor. Considera que la historia tiene muchos de los condimentos de una buena ficcin y que desde all se pueden experimentar formas de narrar que desafen aquel lugar comn que dice que la historia es aburrida.
la opcin por los procesos. Pero habra que pensar si funcion bien su traduccin a la enseanza A veces tengo la sensacin de que, en historia, se quiso desmitificar algo sin saber para qu. No estoy en desacuerdo con la desmitificacin, pero no me parece que la tarea principal de la historia sea desenmascarar mitos sino, bsicamente, entender el pasado: por qu pasaron las cosas que pasaron, aunque pueda parecer muy obvio. Yo siempre fui un defensor de la historia factual, porque sin hechos los procesos no se entienden. Sin cierta base de conocimiento emprico no hay disciplina. En Caseros perdi Rosas y si no sabs que en Caseros perdi Rosas no pods entender el siglo XIX. Armar la idea de espacio, tiempo y sucesin de acontecimientos es el ABC de la disciplina. En el campo acadmico hubo una reaccin despus
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de la dictadura que tuvo que ver con profesionalizar la disciplina, as, entre comillas, y con romper con la tradicin propia historiogrfica, que era pura narrativa sin ninguna rigurosidad. En los 80 y 90 se intent poner a la disciplina al nivel de Estados Unidos y Europa; y esto hizo que los textos acadmicos tuvieran una sucesin de
Cmo llegaste a la divulgacin? A m siempre me gust mucho. Cuando estudiaba, criticaba esa cerrazn del mundo acadmico. Con un grupo de amigos, cuando terminamos la Facultad, creamos Eternautas. Desde all organizbamos paseos histricos por Buenos Aires. Me gustaba mucho experimen-
pruebas que no los hacan muy atractivos, salvo para los especialistas. Adems, se fue perdiendo el tema de la sucesin de acontecimientos, porque estaba mal visto. Ahora se est volviendo a la narrativa. Creo que la historia acadmica est empezando a ser un poco ms amable, tanto hacia la poblacin docente como hacia la sociedad en general. Y, por supuesto, en esto tuvo mucho que ver el xito de la historia de divulgacin de los ltimos aos. Noto mucho ms inters en muchos colegas en encarar otro tipo de abordajes, adems del acadmico propiamente dicho. Tampoco creo que toda la historia tenga que ser escrita para un pblico general, porque es cierto que hay cosas que son complejas y requieren cierta especializacin; pero tambin es cierto que la Historia es una disciplina a la que mucho pblico pide acceder.
tar con la historia en movimiento: la ciudad o el espacio fsico iban disparando la necesidad del texto, y eso obligaba a la sntesis. Ese era nuestro mtodo. Y cuando empec a hacer cosas en la televisin fue an mayor el desafo, porque hay menos tiempo. Es un desafo interesante: cmo contar algo en muy poco tiempo. El espacio en el Canal Encuentro me parece interesante para buscar un camino de divulgar que sea diferente a lo que hace Felipe Pigna. Creo que la irrupcin de Pigna hizo que hubiera un antes y un despus en la divulgacin. Es una figura insoslayable, entre otras cosas, por el tremendo xito que logr como gur de la historia. Realmente, admiro cmo logr convertirse en una voz autorizada, ms all de que claramente no coincido con su forma de ver la historia. Pero no le discuto la calidad comunicacional. Logr interpelar a la audiencia: cuando l
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habla la gente lo escucha, y eso es un mrito. Haciendo televisin me di cuenta de que no es fcil lograr que alguien se quede mirando un programa y le guste. Ahora, cmo hacer para divulgar conocimientos sin caer en el facilismo? Es difcil porque el gran problema es que, en historia, los discursos contundentes que simplifican y sintetizan son ms atractivos. Nosotros tratamos de no ser tan categricos. Por ejemplo, en el programa Bio.ar hicimos la biografa del sindicalista Augusto Vandor, un personaje que no es muy simptico para mucha gente. Vos pods empezar el programa diciendo: Vandor fue un traidor. Pero, traidor a quin, a la clase obrera, al peronismo? Por qu? A m no me convence esa forma de encarar los temas, porque ya ests dando la solucin. Y si bien en la forma en que se presentan los temas se pone una intencin, de todas maneras se puede dejar pensar al espectador para que saque sus conclusiones. Y eso no es hacer el programa ms blando sino, justamente, ms real histricamente. La historia siempre es compleja. En las biografas, cmo definen en qu personajes centrarse? Originalmente, se haba pensado que fueran biografas del siglo XX por una cuestin de archivo. La idea era hacer personajes poda ser un artista, un escritor que tuvieran alguna ligazn con la poltica. Y que no fueran de la primera lnea (por ejemplo, Pern o Evita), sino figuras sobre las cuales no hubiera mucho trabajado en el medio. Intentamos que hubiera gente de distintos estratos ideolgicos y de distintos momentos del siglo XX. En el segundo ciclo hay ms mujeres, por decisin del equipo. Lo que tiene de bueno la biografa es que te permite un formato; contar una vida es ms sencillo que contar otras cosas. El ciclo es bastante experimental y es atractivo buscar una forma, pero siempre con un lmite claro porque es-
tamos en el Canal Encuentro. Entonces, ms all de que yo ande en moto o me tire por paracadas, lo ms importante es que hacemos biografas y eso es lo que tiene que primar. En este momento, para m el desafo es cmo contar con el mnimo archivo posible y, a la vez, que al terminar de ver el programa al espectador le queden tres o cuatro ideas bsicas. Al principio, trataba de meter un montn de informacin pero me di cuenta de que, despus de ver media hora de televisin, records muy poco. Qu fuiste aprendiendo de las maneras televisivas de contar?
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Yo coordin un ciclo que se llama Historia de un pas. tivo, tiene muchos de los condimentos de una buena ficArgentina del siglo XX. Son documentales en el estilo cin. Entonces, cmo hacer para ir en contra de cierta ms clsico: es una voz en off y un buen archivo. En ese tradicin de pensar la historia como algo aburrido. En momento, la directiva del canal fue que siempre haba estos programas cambiamos la forma e intentamos inque partir de un conflicto. Decan que todo tena que ser troducir ficcin. Esto es un riesgo, porque pods haMontescos y Capuletos, y eso para alguien que viene cerlo muy mal. Pero creo que vale la pena correr el riesdel mundo acadmico es casi un sacrilegio. Creo que go y tratar de amenizar el programa, sin perder la nuestra historiografa, en los 80 y los 90, en el afn de rigurosidad, sin renunciar a que hay que contar ciertos mostrar que las cosas eran ms complejas, se volc dehechos, y a que no se puede simplificar todo. masiado al lado consensualista y perdi mucho el conLa televisin tiene este lenguaje rpido que puede flicto. Pero no es cierto que el conflicto sea la mejor maser ms pernicioso para el conocimiento; pero, por otro nera de abordar un tema. Si siempre se empieza con un lado, puede llevar a que algunas personas se acerquen asesinato, ests enfatizana ese conocimiento, y de do un cierto sentido cootra manera no lo haran. mn sobre que este pas es Si no, vas a seguir hablanA m me parece mejor tratar de explicar los siempre un lo. Y de ese do lento para los mismos smbolos antes que abandonarlos. No estoy modo, se muestra que la de siempre. en contra de los hroes; toda comunidad los Argentina es an ms conPor otra parte, s estoy necesita, necesita un mito y la Argentina tieflictiva de lo que es. Es un de acuerdo en que la histone uno interesante. Sigo creyendo que es mepas muy conflictivo, sin ria no siempre tiene que ser jor disputar el sentido de los mitos que tratar duda, pero no est hecho divertida en la escuela. de sacarlos del todo. solo de conflictos histriSentate y estudi, tens que cos. Esto es una autocrtica: saber tantas batallas, y si no, creo que el ciclo de docuno te apruebo. Pero la tementales qued demasiado inclinado para el lado del levisin es otro formato. Si este programa se hiciera paconflicto. Y el otro problema que tenamos era cmo ra ser proyectado solamente en escuelas, ah hay un pcontar, cmo hacer un texto corto, conciso y que pueda blico cautivo. Pero Encuentro no est planteado de esa captar la complejidad. manera sino como un canal cultural ms que educativo, Hablaste de un formato documental con mucho arpara un pblico amplio. chivo y voz en off, y de otro que usa poco archivo y En la Facultad yo doy clases discutiendo textos y sims ficcin. Pensando en distintas maneras de narrar la go prefiriendo el mtodo ms tradicional porque me pahistoria, qu implicaciones tiene uno y otro formato? rece que funciona. Pero creo que la divulgacin est El problema que veo con el documental al estilo ms buscando llegar a un pblico no cautivo, que no est clsico el referente para m es La Repblica Perdida, y dentro de ciertas instituciones. lo que hicimos en Historia de un pas es mucho ms diQu temas investigs? nmico y a m me gusta ms, pero el formato es el misA m siempre me interes la cuestin de la particimo es que termina siendo como pasar un libro a la panpacin poltica popular en el siglo XIX. Comenc tratalla: usar la imagen para ilustrar lo que ests diciendo. bajando sobre el perodo revolucionario que empieza Aunque en ciertos momentos, cuando tens muy buenas en mayo de 1810. Ahora estoy trabajando sobre mediaimgenes, puede ser al revs. Por ejemplo, creo que si un dos del siglo XIX; pero como se acerca el Bicentenario, chico que nunca en su vida oy hablar del Cordobazo ve todo el mundo pide cosas sobre 1810. un programa del Cordobazo, se da cuenta de que haba Con relacin al Bicentenario, qu elementos desmuchsima gente en la calle participando, y las imgenes tacaras? Porque aparece la cuestin del anacronismo y a veces son mucho ms fuertes que decir Hubo una tambin el uso de la historia dentro de las polticas del manifestacin. Por eso creo que un programa de historia presente. gana mucho con el archivo. Estoy abordando el Bicentenario como historiador, en Nuestro desafo es que a alguien que est cambianel sentido ms profesional del trmino: cuento qu pado de canal le llame la atencin el programa y se quede s y todas las diferencias con la visin ms Billiken, mirndolo. Para m la historia es algo interesante y atracpor llamarla de alguna manera. Trato de generar una
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explicacin que no sea solo creyendo que es mejor dispuCreo que la irrupcin de Pigna hizo por la negativa, sino justatar el sentido de los mitos que que hubiera un antes y un despus en mente que, a la larga, uno puetratar de sacarlos del todo. la divulgacin. Es una figura insoslada evitar esa explicacin simUna vez, en una capacitacin, plista y hacer una propia. Sin yable, entre otras cosas por el tremenun docente pregunt: Est caer en el mito de la causa bien, yo digo todo eso de San do xito que logr como gur de la emancipatoria general y que Martn y lo desmitifico, pero historia. Realmente, admiro cmo lotodo fue color de rosa, hay qu les digo a mis alumgr convertirse en una voz autorizada, ciertos valores de ese momennos?. Y es verdad, si vos vas ms all de que claramente no coincito que me parecen interesana desmitificar tens que prodo con su forma de ver la historia. tes, que tienen que ver con la poner algo detrs: No digas posibilidad de cambiar la reaesto, dec aquello. lidad a partir de la accin. Eso Bsicamente creo que en sigue siendo para m una leccin de Mayo, en el sentihistoria la clave es la primaca del problema: vos tens do de que es gente que en un momento dado, acta. Y un problema, tens que explicar por qu pas algo, teno estoy en contra de las efemrides de San Martn o ns ciertas herramientas tericas, pods apelar a muBelgrano. La eleccin de prceres que tenemos no es chos recursos, pero es necesariamente heterodoxa. Si la ms perniciosa. Son personajes con una cosa muy inquers explicar la Revolucin de Mayo, tens que dar teresante que es, bsicamente, articular con la causa couna respuesta. Dira que eso es algo general en la enselectiva. Eso es algo que puede seguir siendo visto coanza de la historia: no se reemplaz todo lo que con mo positivo. A m me parece mejor tratar de explicar mucha razn se criticaba por una alternativa nueva. los smbolos antes que abandonarlos. No estoy en conIns Dussel tra de los hroes; toda comunidad los necesita, necesiAna Abramowski ta un mito y la Argentina tiene uno interesante. Sigo Fotos: Luis Tenewicki
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Secundario
por Rudy
cente, pero de secundario. En lugar de tener que conducir un aula de casi treinta infantes que la hacan temblar a cada minuto, en el sueo tena a su cargo un aula de casi treinta adolescentes que la hacan temblar a cada segundo. Intent recordar su propia adolescencia. Tambin era rebelde, tambin haba discusiones, los adolescentes de su poca queran cambiar el mundo; los de ahora ven cmo el mundo cambia a toda velocidad. -Eureka!- dijo la seorita Silvia-, si queremos que los chicos puedan entender lo que pasa, tenemos que hablarles de eso, explicarles, prepararlos. Yo les voy a hablar a mis alumnos de lo que es el colegio secundario; as, cuando lleguen estarn mejor preparados! La seorita Silvia se sinti actitudinalmente, conceptualmente y presencialmente feliz. Disfrut de la caminata hasta la escuela: haca aos que no disfrutaba de ese momento. -Y pensar que todo era tan simplese dijo. Entr al aula. Los casi treinta chicos dejaron de hablar, se pusieron a gritar.
a seorita Silvia suspir aliviada. Se acababa de despertar de un sueo en el que ella era do-Buenos das, Seorita!!! (O algo as, porque en el gritero era imposible percibir con claridad qu deca cada chico). -Hola, chicos -dijo la seorita-, hoy vamos a hablar del secundario. -Ay, Seo, qu lindo, nos va a hablar de cine! Yo tengo un primo que actu en varias pelculas, siempre hace de actor secundario- esta fue Caro. -No, chicos, del secundario. -Ay, Seo, qu lindo, nos va a hablar de amor! Mi prima Ayeln tiene dos novios, dice que uno es el principal; y el otro, el secundario! -No, Lorena, les voy a hablar del colegio secundario, donde van a ir ustedes cuando terminen la escuela. -Yo no quiero ir al colegio secundario! -grit Pedro- quines se creen que son para mandarme al colegio secundario? Por qu me tratan as? Yo quiero ir al colegio principal, nada de secundarios! Soy ciudadano argentino y tengo mis derechos! -Calmate, Pedro -dijo la seorita-, no es cierto que seas ciudadano argentino, porque para eso todava sos chico; pero colegio secundario no quiere decir de mala calidad sino de segundo nivel. -Seo, no se haga la publicista conmigo! Cuando mi mam compra to-
mates en lata que no son de buena calidad, dice que son de segundo nivel. -Estamos hablando de un colegio, Pedro, no de tomates en lata! -Peor, seo, peor!!! Si los tomates no estn buenos, uno los regala y ya est en cambio, si el colegio no es bueno me condenan a la ms cruel ignorancia! -Pedro, calmate, nadie te condena a nada, ni a vos ni a nadie! -Esto es lo que pasa en este pas, Seo. Nunca condenan a nadie! Por eso hay tanta corrupcin. La seorita Silvia se calm, pensando que en poco tiempo Pedro ira al colegio secundario, y ella no tendra que soportar ms su eterna crtica. -Seo, los secundarios son mixtos? -pregunt la dulce Julieta. -S, Juli, la mayora son mixtos. -Ah, no, yo no quiero ir a uno mixto! -No quers que haya varones en tu aula? -No, Seo, no quiero que haya mujeres!, quiero que la nica mujer en todo el colegio sea yo! y que todos los chicos se enamoren de m! La seorita Silvia sinti que sus alumnos quizs estuvieran preparados. Pero ella, no.
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