[go: up one dir, main page]

0% encontró este documento útil (0 votos)
5K vistas9 páginas

Etica Profesional

Cargado por

Edgar Napoles
Derechos de autor
© Attribution Non-Commercial (BY-NC)
Nos tomamos en serio los derechos de los contenidos. Si sospechas que se trata de tu contenido, reclámalo aquí.
Formatos disponibles
Descarga como DOCX, PDF, TXT o lee en línea desde Scribd
0% encontró este documento útil (0 votos)
5K vistas9 páginas

Etica Profesional

Cargado por

Edgar Napoles
Derechos de autor
© Attribution Non-Commercial (BY-NC)
Nos tomamos en serio los derechos de los contenidos. Si sospechas que se trata de tu contenido, reclámalo aquí.
Formatos disponibles
Descarga como DOCX, PDF, TXT o lee en línea desde Scribd
Está en la página 1/ 9

INTRODUCCIÓN

El hombre, por naturaleza tiene la capacidad de perfeccionarse y de superarse


día a día, por lo que tiende a alcanzar la plenitud. Para llegar a tan preciada
meta como lo es la plenitud, es necesario vivir en sociedad; el ser humano
necesita de los demás para construir un mundo o ambiente propicio en el cual
alcanzar la plenitud, causa esencial de la felicidad.

El hombre se reúne en sociedad para el logro de un bien común a todos.


El bien común no es el bien individual, no es la suma de la porción de
felicidad de cada individuo integrante de una comunidad, pero tampoco es un
bien que nada deba a las partes. Es la integración sociológica de todo lo que
hay de virtud y riqueza en las vidas individuales, y que tiende a perfeccionar
la vida y la libertad de persona de cada ser. No es utilidad solamente, sino fin
bueno es sí mismo, sujeto a la justicia y a la bondad. Es el fin último de la vida
social.

La virtud es la disposición constante del alma a conducirse de acuerdo al bien


y a evitar rigurosamente el mal. Las virtudes que hacen ética a una conducta, y
que son además indispensables en un estado democrático, son las siguientes:

 Austeridad: consiste en llevar una vida modesta y de probada honradez.

 Veracidad: virtud que nos conduce siempre a manifestar lo que creemos


o pensamos.

 Lealtad: nos obliga a ser fieles y rigurosos en el cumplimiento de los


compromisos y obligaciones, en la correspondencia de afectos, etc.

 Tolerancia: respeto y consideración de las opiniones ajenas. No es


aprobar el error, sino simplemente, la capacidad de convivir con lo
diferente.

 Espíritu de Trabajo: Inclinación a realizar con entusiasmo y eficacia los


labores que se emprenden.

 Perseverancia: firmeza en los propósitos o en la prosecución de algo


que se ha comenzado.

 Caridad o Fraternidad: consiste en considerar a nuestros semejantes


como hermanos. Es el amor al otro que se manifiesta mediante acciones
de beneficencia y benevolencia.

 Patriotismo: vínculo espiritual que nos une a la patria


incondicionalmente. Se manifiesta sirviendo con amor y abnegación,
alentando los ideales de la nación, reverenciando sus glorias, amando su
tradición y respetando sus símbolos.
 Abnegación: es un sentimiento que nos mueve a dejar de lado nuestros
propios afectos o intereses en servicio de la patria, para el bien de la
comunidad en general, para el bien del otro.

Es fácilmente entendible entonces que los tres factores de desnaturalización


del estado tienen su semilla o su fundamento en una conducta éticamente
negativa: en el materialismo, en la mentira, la deslealtad, la intolerancia, el
egoísmo, en la carencia de patriotismo, etc.

La pérdida del camino ético de la política, no es más que el reflejo de una


sociedad que también lo ha perdido. Al fin y al cabo, los hombres de la
política, forman parte de la sociedad a la cual representan y dirigen.

El objetivo de la Ética
Enseña Aristóteles en su ética a Nicómaco que lo pasado, las cosas ya hechas,
jamás pueden ser objeto de la preferencia moral.

Este procede que es imposible deliberar sobre un hecho realizado. Solo se


delibera sobre el porvenir y lo posible, porque lo que ha sucedido, es decir, lo
pasado. Por esto el poeta Agathón tuvo razón al decir: “En este punto ni el
mismo Dios tiene libertad. Lo que fue, necesariamente ha sido”.

Divídanse las virtudes del corazón y virtudes del espíritu. El hombre moral, el
sujeto de la moralidad, se refiere al tiempo que aun no transcurre, y pasa el
tanto las virtudes del corazón, como las de la mente, cobran sentido.

Los medios de que dispone el alma para la realización de las virtudes del
espíritu son: la inteligencia, el arte, la ciencia, la prudencia y la sabiduría.

La inteligencia se distingue por ser el conocimiento cierto de los principios. Si


no pudiésemos alcanzar los principios, ninguna seguridad poseeríamos para
poder obrar virtuosamente, porque nuestra conducta se mostraría siempre
indecisa y fluctuante ser.

Mas la inteligencia no solo conoce los principios, sino que en ellos mira las
conclusiones que del mismo proceder.

Al lado de la inteligencia, posee el espíritu la ciencia. Por la ciencia


alcanzamos el conocimiento de la aplicación de los principios. Además, como
toda ciencia puede ser enseñada, el conocimiento que uno alcanza se difunde
en todos, y en la cosa sabida puede también aprenderse.
Ética
Disciplina que trata de la valoración moral de los actos humanos, además de
conjunto de principios y de normas morales que regulan las actividades
humanas.

La ética viene del griego «ethos», el término ética equivale etimológicamente


al de moral (del latín «mos, moris»: costumbre, modo de comportarse); sin
embargo, el uso parece asignar a este segundo término una connotación
teológico-religiosa, atribuyendo al primero otra más filosófica, o bien reserva
el de moral para la moral práctica o vivida, mientras que designa con el de
ética la reflexión sistemático-filosófica sobre dicha moral. Como filosofía
moral, la ética habla del comportamiento humano bueno o malo; sin embargo,
también apunta a aquella fuerza moral a la que aluden expresiones como
moral elevada o alta y moral baja, que se manifiesta en sentimientos,
inclinaciones y pasiones que a veces ciegan, pero cuya ausencia lleva a un
estar sin moral, a la falta de esperanza, a la «acedia» de los medievales, esto
es, a la pereza radical, al tedio y al hastío.

La moral ha de empezar como ética antropológica (enraizada en la misma


estructura del hombre: estructura moral de libertad, autenticidad y
responsabilidad).

Objeto e importancia de la ética


La cuestión que se plantea ahora es la de saber con mayor precisión cuál es el
objeto, tanto material como formal, de la ética y, al mismo tiempo, la
importancia que tiene tanto en el orden especulativo como en el orden
práctico. Antes de definir el objeto material y el objeto formal de la ética
debemos señalar que muchas de las acciones que realizamos se producen sin
la representación consciente por nuestra parte y sin intervención de nuestra
libertad. Son acciones, por así decir, que radican en el hombre sin
pertenecerle: "actos del hombre" pero no "actos humanos".

En efecto, hay una gran diferencia entre los "actos del hombre" y los "actos
humanos". Los primeros son actos hechos por el hombre, voluntarios o no.
Los segundos son actos propios del hombre y que, por tanto, provienen de su
voluntad libre. Los actos que el hombre realiza inconscientemente no
comprometen su libertad. Si por ejemplo, uno de estos actos perjudica a
alguien, puedo sentir tristeza, pero no me puedo arrepentir ni sentir
remordimiento.

Sin duda no parece que procedan de mi yo más real y más auténtico; yo no soy
responsable de ellos. En todo caso, estos actos, considerados en sí mismo, no
son morales.

Principios Éticos
Los filósofos han intentado determinar la bondad en la conducta de acuerdo a
dos principios fundamentales y han considerado algunos tipos de conducta
buenos en sí mismo o buenos porque se adaptan a un modelo moral concreto.
El primero implica un valor final deseable en sí mismo y no solo como medio
para alcanzar un fin. En la historia de la ética hay tres modelos de conducta
principales, cada uno de los cuales ha sido propuesto por varios grupos o
individuos como el bien más elevado: la felicidad o placer; el deber, la virtud
o la obligación y la perfección, el más completo desarrollo de las
potencialidades humanas.

Prudencia, Placer o Poder


Algunas veces los principios elegidos no tienen especificado su valor ultimo
en la creencia de que tal determinación es imposible. Esa filosofía ética iguala
la satisfacción en la vida con prudencia, placer o poder, pero se deduce ante
todo de la creencia en la doctrina ética de la realización natural humana como
el bien ultimo.

Tipos de Ética:
Ética Axiológica: Esta ética fue desarrollada en la primera mitad del
siglo XX preocupada mas por el “contenido” que por la “forma” de la acción
moral.

Esta corriente confiere al valor el puesto central de la teoría ética. Es bueno


aquello que realiza un valor y malo aquello que lo impide. El valor moral de la
persona radica en los valores objetivos, de carácter positivo o negativo, que
encarnan en su conducta.

Algunos consideran el valor como un ser ideal, otros lo consideran como una
cualidad objetiva que se da en los seres.

Los valores plasman ideales de perfección que el hombre capta intuitivamente


y frente a los cuales se sienten atraídos en orden a una realización o práctica
concreta del mismo. De la percepción del valor surge el sentido del deber
moral

Ética Comunicativa: Esta ética se fundamenta en la autonomía de la


persona, que confiere al hombre el carácter de auto legislador, y en la igualdad
de todas las personas que les da derecho a buscar una normativa universal
mediante el diálogo. Para hacer posible la ética dialógica, todos los miembros
de la comunidad se debe reconocer recíprocamente como interlocutores con
los mismos derechos y se debe obligar a seguir las normas básicas de la
argumentación.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
 Enciclopedia Multimedia Microsoft Encarta 2001 Deluxe. Microsoft
Corporation, USA.

 Enciclopedia Multimedia The New Grolier 1999. Grolier Inc. and


Online Computer System Inc., USA.

 Colegio Dominicano de Ingenieros Arquitectos y Agrimensores


(CODIA), Código de Etica Profesional. Santo Domingo, Rep.
Dominicana. Ultima revisión 1994.

 Silié, Gatón, Etica Profesional. Editorial Santo Domingo. Santo


Domingo, Rep. Dominicana. 1961.

 Alcántara, Juan Félix. Manual De Etica Profesional. Editorial Brens.


Santiago de los Caballeros, Rep. Dominicana. 1993.

 Etkin, Jorge. La Doble Moral De Las Organizaciones. Editorial


McGraw Hill. España. 1993.

 Koontz, Harold. Administración, Una Perspectiva Global. Editorial


McGraw Hill. USA. 1993.

 Jones, George. Contemporary Management. Editorial McGraw Hill.


USA 1999.

 Menéndez, Aquiles. Etica Profesional. Editorial Herrero Hermanos,


México, 1967.

 Cribbin J, James. Direción Administrativa Eficaz. Editorial C.E.C.S.A.


México, 1972.

También podría gustarte